Twilight Tuesday - La Saga en la escuela

Amadísimos, sean bienvenidos. No sé por qué, pero tengo la impresión de que hace muchísimo que no platicábamos, aunque ha sido sólo una semana, como siempre…

Y bueno, ya se supo cuál era la mega noticia que nos tenían preparados a los fans de Twilight tras algún tiempo de relativa “sequía”. Resulta que la feliz novedad es un nuevo golpe a nuestra economía, materializado en un box set que aparentemente contiene todo lo habido y por haber respecto a la Saga en términos de filmografía. Que si trae todas las películas, que si trae material nunca antes visto, etc.

Fíjense que van dos veces en una semana que veo que alguien habla mal de Twilight. No es precisamente un ataque directo, pero en el tono y la intención se percibe. La primera fue en la edición de agosto de la revista Glamour, que dice textual: “No pasa nada si decides inscribirte en una biblioteca muy pro… y el primer libro que sacas es uno de Twilight.” El segundo fue ayer en la mañana, en mi feliz primer día de universidad. Una de las profesoras, hablando de los distintos tipos de lecturas y lectores, habló así: “A lo mejor ustedes dicen ‘Yo ya leí Crepúsculo Uno, y con eso’ ”. De aquí me quedan dos incógnitas. La primera es: ¿acaso hay Crepúsculo Dos, Tres, Cuatro… Cinco? La última vez que supe, había sólo un libro dentro de la serie cuyo título era Twilight, siendo los otros New Moon, Eclipse, y Breaking Dawn. ¿A ésos se refería ella? Y de ser así, ¿tanto costaba aprenderse los nombres? No sé, a mí siempre me ha molestado cuando la gente dice, por ejemplo, “Ya va a salir la nueva de Crepúsculo” o “Ya se estrenó Crepúsculo Cinco.” No sé, se me hace irrespetuoso.

Pasando a temas más amables, hace algún tiempo bromeaba con que, en vez de ir a la universidad, fundaría mi propia carrera universitaria en Ballet Ruso y Princesas Disney, tras la cual crearía una maestría en Twilighteísmo. Con eso en mente, empecé a pensar. Me acordé del curso que se daba en la Universidad de California, que inició muy bien, y que al final derivó en una especie de crítica implacable estructuralista (es decir, que le busca significado al más mínimo elemento del texto) que era desagradable por decir lo menos. Pero la premisa era buena. Entonces me pregunté, ¿qué sería bueno tener para un buen estudio, completo y objetivo, de todo lo que significa Twilight?

En 2009 asistí a una TwiCon en Dallas. Era verano, apenas estaba por estrenarse New Moon (qué tiempos aquéllos J), pero ya empezaban a nacer las ganas de estudiar a la Saga. Dentro de la convención había una conferencia acerca de cómo incorporar Twilight a un salón de clases. Yo entré pensando ilusamente que podría descubrir una técnica para convertir a mi grupo al Twilighteísmo, pero descubrí cosas totalmente distintas y muy interesantes. La conferencia la daban maestras de primaria y high school, quienes habían dejado leer Twilight a sus alumnos como parte del programa; siendo ellas Twilighters habían querido compartirlo con sus estudiantes. Los resultados fueron interesantísimos. Había una gran variedad de impresiones, pues la experiencia literaria no era la misma para los niños de diez o doce años que para los adolescentes, pero en general la recepción había sido muy buena; incluso los varones, siempre reacios a este tipo de historias, se quedaron con muy buena impresión. De acuerdo con una de las profesoras de primaria, uno de los niños le dijo que pensaba leer a fondo Twilight “para saber cómo actuar con las niñas”. Otros se habían acercado más a la literatura –por ejemplo, los clásicos mencionados por Stephenie: Romeo y Julieta, Orgullo y Prejuicio, Cumbres Borrascosas. Casi todas las maestras les habían dejado trabajos especiales al terminar el libro, y en general la impresión de los niños había sido grata, pudieron encontrar y aprender cosas que no esperaban, y definitivamente planeaban leer el resto de la Saga.

[caption id="" align="aligncenter" width="300"] Más allá del simple gusto, Twilight como objeto de estudio nos puede aportar muchísimo.[/caption]

Esto nos deja una reflexión muy interesante: estos chiquitos pudieron hacer lo que miles de adultos son incapaces: despojarse de prejuicios y abrir los ojos. No es la primera vez que los más pequeños nos dejan este tipo de lecciones, y es, francamente, conmovedor.  En el caso de los alumnos más grandes la reacción también había sido positiva. Muchos ya conocían el libro, pero verlo en clase fue una grata manera de redescubrirlo. Los que no, tuvieron la oportunidad de explorar algo que tal vez de otra forma no habrían conocido, y que ahora empezaba a formar parte importante de sus vidas.

Me pareció singular, y hermoso, que en escuelas estadounidenses ya se comenzara a incorporar literatura del corte de Twilight (juvenil, moderna), algo que está aún por verse en los programas educativos mexicanos. No me consta cuál sea el caso en otras partes de Latinoamérica, pero al menos aquí uno de los grandes problemas es la traducción. Dado que todavía no se le concede al inglés la importancia que merece, no se imparte como es debido en las escuelas, hay algunas en las que la materia ni siquiera existe. Por lo tanto, se recurre a traducciones, y por desgracia la traducción de Twilight a español, al menos la de Alfaguara, es nefasta. Viendo esa calidad es fácil entender que a muchos les repela si su primer acercamiento es con la versión en español. Sobra decir que, de incorporarse la Saga al curriculum escolar tendría que ser en su lengua original, para que en verdad pudiera valorarse.

Pero el lingüístico no es el único problema. Muchas veces los programas académicos de literatura se van sobre los clásicos, los de siempre, los must. Por supuesto, eso no tiene nada de malo, hay obras que deben estar presentes en la vida de cualquier alumno y persona, pero al darles tantísima prioridad se descuida a los que pueden considerarse clásicos modernos, o a otras obras que suelen quedar “bajo el radar” porque siempre se manda a leer los libros de siempre. En definitiva hace falta alternar distintos géneros, tipos, y autores para que la educación sea realmente global. En el caso de Twilight, siento que se podría introducir como libro individual y como Saga en los años de secundaria, cuando aún está en formación el criterio pero los niños ya tienen edad suficiente para manejar algunas de las temáticas más densas presentes en la obra. Sería buen momento para empezar a profundizar y a explorar todas las herramientas de análisis literario que tenemos a nuestra disposición.

[caption id="" align="aligncenter" width="252"] Fomentar el gusto por la lectura y la capacidad de analizarla es fundamental en la educación media superior.[/caption]

Qué lindo sería si de verdad la “gente grande” pudiese tener la misma apertura que descubrí en estos niños. Se están dejando pasar muchas oportunidades de aprendizaje y convivencia al descalificar esta Saga tan a priori, sin hacer un esfuerzo por entenderla verdaderamente. Es una historia bellísima cuyos personajes y tramas resultan atractivas para todo tipo de público; sin importar género, edad, o circunstancia, todos podemos gozar el universo de Twilight, y aprender bastante de cada libro.

A ver qué pasa. Yo persistiré con mi reforma educativa, ya verán que si se logra. ¡Se aceptan sugerencias! Ya saben que ésta es su casa. En fin, por ahora es todo, nos veremos aquí la próxima semana, a la misma hora, por el mismo canal. Se les quiere, gente, se les quiere. Cuídense mucho, sean felices, y hasta el próximo Twilight Tuesday.

XOXO

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Recomendación de la Semana

Federico García Lorca

Hablando de buena literatura que por alguna extraña razón no suele figurar en las listas académicas, esta semana les presento a Federico García Lorca, poeta y dramaturgo español, el más importante del siglo XX en ese país. Su obra se caracteriza por una sensibilidad, una visión más allá de lo terrenal, es dulce, trágica, divertida, romántica, y todo con ese sello tan especial que distingue a un artista que siempre supo cómo ir más allá de lo que se presentaba en su realidad. Fue un hombre muy valiente, más allá de su tiempo, luchador social y político que al final entregó la vida por su nación y sus ideales, y un talento literario como pocos. García Lorca es uno de esos artistas cuyo trabajo en verdad te hace sentir mejor persona, te da ganas de hacer algo bueno, son obras de teatro y poemas verdaderamente inspiradores. Por favor, por favor *se pone de rodillas* no dejen de leer el Romancero Gitano, la Oda a Salvador Dalí, La Casa de Bernarda Alba, y La Zapatera Prodigiosa. En cuanto conozcan a este genio literario, jamás podrán soltarlo.