Cap 15: La Mejor Inversión de sus Vidas

Por Diana Méndez   Publicado a las  10:36 a. m.   2 comentarios


Nota: A partir de aquí la historia se seguirá contando como empezó, o sea, en tercera persona. Anteriormente había sido en primera persona, pero solo quería que supieran cómo pensaba cada persona. Gracias y disfruten del capítulo.

Capítulo 15

Edward e Isabella llegaron a la mansión como siempre, peleándose. Edward no había tolerado el "ridículo" que su mujer había hecho en el karaoke.

Después de encerrarse cada uno en sus respectivas habitaciones, cayeron en un profundo sueño del que no despertaron hasta el día siguiente al mediodía.

Con un fuerte dolor de cabeza, Edward se dirige al baño que, para desgracia suya, comparte con su amada esposa. Abre rápido la ducha y se mete en ella sin preocuparse si estaba caliente o no.

Después de unos minutos de estar un poco relajado, decide abrir sus ojos y cuál fue su sorpresa al encontrar a Bella desnudándose frente al espejo. Abre las puertas de cristales que ahora se encontraban un poco empañados por el vapor del agua.

— ¿Puedo saber por qué demonios te metes al baño así como así? —pregunta Edward.

Bella se da la vuelta para verlo mejor y se encoge de hombros, caminando hacia la regadera junto a él.

—Es mi casa también, yo voy al baño cuando quiera —le explica.

Edward se arrincona en una orilla de la ducha mientras Bella se pone debajo del agua.

—Yo no tengo problemas con eso, solo que yo estoy ocupando el baño. Podrías esperar tan siquiera —le recrimina.

—Demasiado tarde, bebé. —Bella sonríe.

Edward se queda parado viendo como Bella enjuaga su cuerpo y se sorprende demasiado cuando ella le extiende el estropajo con jabón.

— ¿Qué? —pregunta Edward desorientado.

Ella menea su mano de nuevo hacia él, instándolo a que tome el estropajo.

— ¿Qué crees que quiero? Enjuágame la espalda, Edward —le dice. Isabella se gira y recoge su cabello para depositarlo en sus hombros.

Edward, de mala manera también, pasa el estropajo por la espalda de su esposa.

—Con ganas, Edward.

Edward resopla, pero después sonríe al poder tan siquiera tocar el cuerpo de su esposa.

Lleva sus manos por toda la espalda de su mujer, enjabonando todo a su paso. Sonríe de nuevo cuando escucha que Bella gime.

— ¿Te gusta? —le pregunta Edward.

Isabella asiente.

Edward tira el estropajo al suelo y acaricia la espalda de Isabella que tiene aún jabón. Camina con ella hacia debajo del agua para enjuagarla, posando sus manos en la cintura de su mujer y llevando los labios hasta sus hombros.

Bella se pega más a su cuerpo, y Edward baja sus manos hasta el trasero de su mujer.

—Tómame, Edward. Tómame aquí, no puedo soportar un día más, te lo juro —le ruega Bella.

Edward, quien sigue detrás de su mujer, sube las manos por la cintura de ella hasta llegar a sus pechos, a los cuales tortura pellizcando con sus dedos índice y pulgar. Va bajando las manos hasta llegar a la intimidad de Bella y separa sus pliegues suavemente antes de introducir un dedo dentro de ella. Mueve su dedo lentamente mientras la escucha gemir, antes de meter otro y empezar a hacer círculos alrededor de su clítoris.

—Estás muy mojada —le dice él.

Ella asiente.

Edward gira a Bella para que queden de frente y él se lanza hacia sus labios, devorándolos con una pasión que había contenido mucho estos días. La empuja suavemente hacia la pared empapada de vapor, para recargarla ahí. Baja hacia sus pechos y empieza a rozar delicadamente con sus dientes los pezones rosados de su mujer.

—Oh, Edward —Bella gime—. Extrañaba esto.

Edward se separa de sus pezones y clava su mirada verde fijamente en la de su mujer, mientras levanta una de las piernas de ella y la pone sobre su cadera para poder entrar en ella más fácilmente.

Los dos jadean de placer cuando sus cuerpos están entrelazados de esa manera. Él empieza a moverse lentamente dentro de ella, torturándola con sus movimientos.

—Más rápido, por favor —le ruega ella con la respiración entrecortada.

Edward no necesita otro motivo más y entra de lleno en ella. Bella jadea por el asalto de su esposo. Con cuidado de no resbalarse, pone sus manos alrededor de los anchos hombros masculinos, y sube su otra pierna, rodeando las caderas de Edward.

—Me gusta más de esta forma —explica ella ante el cambio de posición.

Mientras Edward se mueve muy rápido dentro de ella, ella deja que su esposo devore por completo todo su cuello, mandíbula, labios y su lóbulo.
Se mueven en una danza exquisita, con movimientos rápidos y precisos, dando justo donde quieren recibir más placer. Esos movimientos deberían estar prohibidos, pero no les importaba, ellos se estaban llenando el uno del otro.

Las paredes internas de Bella empiezan a contraerse por estar cerca del orgasmo, y Edward lo siente. Recarga más duro a Bella contra la pared y la acomoda justo para entrar mejor, y Bella no necesita más y se deja venir.

— ¡Edddwaaaard! —grita ella presa del placer.

Edward tampoco necesita mucho más y se viene dentro de ella.

Después de unos minutos en el que sus respiraciones se controlaron, Edward sale de ella y toma el jabón líquido para empezar a lavarla.

— ¿Ahora me bañarás? —le pregunta ella burlesca.

Edward sonríe.

—Sí —le contesta, mientras lleva su mano hacia la parte íntima de Bella.

— ¿Esa parte también? Es incómodo cuando tú lo haces —le dice Bella ruborizada.

—No deberías ruborizarte, tomatito. Conozco esa "parte" mejor que tú.

Bella se ríe antes de besar a su esposo.

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Aunque tuvieron una muy buena ducha juntos, las cosas estuvieron igual que siempre en el desayuno.

—Los hot cakes están ricos, aunque creo que les puse demasiada miel —murmura Bella para romper el hielo.

Edward levanta su vista del desayuno.

—Tú elegiste comer hot cakes a las 2:30 de la tarde —le regaña. Ella rueda los ojos—. Aunque igual a mí no me gusta la miel, por eso le pongo mermelada de fresa.

—Eso es asqueroso —le dice Bella. Toma su vaso de leche y bebe de ella.

Edward se ríe.

—Asqueroso o no, sabe delicioso —le contesta Edward, acercándose a ella para robarle un beso. Él saborea sus propios labios—. Sabes a leche —le dice riendo. Su celular vibra por un mensaje nuevo y se devuelve hacia el aparato para contestar.

Bella baja su vista de nuevo hacia su desayuno, ahora asqueada totalmente. Por el rabillo del ojo ve que Edward está sonriendo mientras escribe de vuelta.

— ¿Quién es? —le pregunta ella.

—Uhm... Alguien —responde Edward, dejando su celular en la orilla de la mesa. Se acerca de nuevo a ella y le roba otro beso, ahora mordiéndole los labios. Se ríe—. ¿Ya te dije que tus labios saben a leche? Me gusta.

El carraspeo de alguien hace que se separen y los dos voltean hacia la puerta donde se encuentra una Annie muy apenada.

—Señor Cullen, tiene una llamada de la señorita Elizabeth —informa Annie.

Edward asiente y extiende su mano para tomar el teléfono. Annie se retira de inmediato.

—Hey, Lizzy, ¿qué pasa? —pregunta con una sonrisa que después se borra—. Sí, espera un momento. —Se levanta de la mesa murmurando un "Con permiso" hacia Bella y se va.

Después de unos segundos en los que Bella se asegura que Edward no va a regresar, decide tomar su celular e ir directo a los mensajes.



Sophie Morgan, a las 14:38:

Hola Eddie, ¿ya no me recuerdas? ¿Cómo estás? Te extraño horrores, bebé :(



Edward Cullen, a las 14:39:

Hermosa, por supuesto que me acuerdo de ti. ¿Cómo crees que me olvidaría? Estoy bien, sobreviviendo por no verte. Yo te extraño más.



Sophie Morgan, a las 14:42:

¿Tu mujer ya regresó? Quiero verte, por favor.



Edward Cullen, a las 14:43:

¿Qué tiene que mi mujer esté aquí? Eso nunca ha importado. ¿Hoy a las 8 en tu apartamento? ;)



Sophie Morgan, a las 14:45:

Claro que sí, te esperaré ansiosa. Te amo, Eddie. XOXO.

Bella estruja el celular entre sus manos antes de devolverlo al lugar donde estaba anteriormente. Arroja la servilleta a la mesa y se levanta hecha una furia, chocando con Edward a la salida del comedor. Sin trastabillar se encierra en su cuarto, se quita la ropa casual que se había puesto, la reemplaza por una blusa blanca con encajes negros en sus hombros y una falda de licra negra, acompañada de unos tacones negros. Se suelta el cabello y lo cepilla furiosamente, lo deja caer en ondas suaves por su espalda. Aplica algo de maquillaje en su cara y toma uno de sus bolsos de diseñador donde guarda su celular, su cartera, las pastillas para el dolor de cabeza, perfume y su maquillaje usual. Toma las llaves de su auto y sale directo hacia la salida de su "casa", que más bien parece una prisión.

— ¿A dónde vas así? —le pregunta Edward saliendo de la biblioteca.

—Que te importa —le contesta ella.

Sale de la casa y se apresura a subir a su auto antes de que Edward le sermonee con eso de que tiene que salir con seguridad siempre.

Maneja sin ningún rumbo fijo por toda la ciudad, hasta que decide llamar a la única persona que no la juzgaría: Rosalie.

—Hola, Bella, ¿cómo estás? —de esa forma la saluda Rose.

—Mal —le contesta Bella—. ¿Podemos vernos?

—Claro. En el mismo café, ¿sí? —le pregunta.

—Claro, ahí te veo. —Bella cuelga.

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Después de esperar alrededor de 20 minutos, Rosalie por fin hace su aparición, vistiendo tan casual que hasta Bella se incomoda. Con sus jeans hasta la cintura junto con una blusa negra sin ningún estampado ni nada, que lleva fajada dentro de los pantalones y unos cómodos zapatos de ballerina.

—Hola —saluda Rosalie, dándole a Bella un beso en la mejilla y sentándose frente a ella—. Ok, ahorita sí me contarás qué pasa.

Bella la mira fijamente a sus ojos violeta, y no soporta más, se suelta llorando escandalosamente ganándose miradas reprobatorias de la gente.

—Es Edward —adivina Rose.

Bella asiente limpiándose su nariz con el dorso de su mano. Después de desahogarse unos minutos, Bella se calma y deja de llorar un poco.

— ¿Qué pasó ahora? —pregunta Rosalie sonriendo tímidamente.

—Él me engaña con otra mujer —le explica.

Rose abre sus ojos sorprendida.

— ¿A ti te consta eso? —inquiere Rosalie.

—Por supuesto que sí. ¡Yo vi el mensaje! Él quedará con ella hoy a las 8 en su apartamento.

— ¿En serio? —pregunta de nuevo Rosalie.

Bella rueda sus ojos.

—Sí —afirma —. ¿Y sabes qué es lo peor?

— ¿Qué?

—Que la tal Sophie Morgan lo llama Eddie —dice exasperada. Da un gritito de frustración—. Una vez, cuando él y yo salíamos, yo le dije Eddie de cariño y se molestó y no me habló como por una semana. Es un hipócrita de mierda —comenta.

—Yo sabía que esto pasaría tarde o temprano, y ni siquiera te quiero decir "Te lo dije" —le regaña Rosalie.

— ¿Qué? —pregunta Bella distraída, poniéndole ahora atención a su amiga.

—Bella, si Edward se ve con otra es porque no recibe las atenciones suficientes de su mujer. ¡Follan una vez cada tres meses! —dice Rose exasperada.

Bella se sonroja.

—Hoy lo hicimos en la ducha —dice Bella—. Rose, fue tan genial, lo disfruté mucho. Esperé que eso calmara un poco la tensión, pero en el desayuno fue igual que siempre, hasta que recibió el mensaje.

— ¿Y él te los enseñó así como así? —pregunta Rosalie con una mueca en su cara.

Bella niega con su cabeza.

—No es tan cínico... aún. Elizabeth le habló por el teléfono de casa y él salió del comedor. Yo esperé a que entrara y como no venía, revisé su celular. Él va a salir hoy con esa tipa —comenta Bella molesta.

—Bella, ¿por qué te enojas? —le pregunta finalmente Rosalie.

Bella la mira encogiéndose de hombros.

—Odio que la gente no cumpla lo que promete —explica. Rose la mira intensamente—. Muchas personas en mi vida me han prometido cualquier cosa, y nunca las cumplen.

— ¿Tu mamá?

—Mi mamá es una de ellas.

— ¿Quién más, entonces? —inquiere Rose.

—Mi papá, mi mamá, mi Edward —dice todo tan rápido que no se da cuenta de lo último.

— ¿Tu Edward? —Rosalie alza una ceja.

— ¿Dije eso? No lo sé. —Hace un gesto con su mano, restándole importancia—. Rose, no sé qué me pasa.

—Estás enamorada de él, Isabella. Acéptalo ya de una vez, por favor —le pide Rosalie.

—Rose, yo sé que no...

—Ah, de acuerdo —Rosalie la interrumpe—. Entonces, si no lo amas, no hagas nada. Sigue con tu vida tal y como lo haces, pero por favor no te quejes si él se está paseando por ahí con sus amantes. ¿Y sabes algo? Tú deberías de hacer lo mismo; no te conviene estar follando con TU marido cada tres meses, puede hacerte daño. Son tus necesidades como mujer.

— ¿Estás hablándome en serio? —le pregunta Bella.

—Sí, ¿qué tiene de malo? O sea, tú no lo amas. Él sí te ama, pero como tú siempre lo ignoras, pues también tiene derecho a divertirse, ¿no crees? —cuestiona Rose con una ceja alzada.

—Eres una idiota. Ni siquiera sé para qué te hable —dice Bella enojada, enfurruñándose en su asiento.

—Porque soy la única persona en este mundo que te escucha y te da su opinión verdadera. Bella, sé que sonará estúpido lo que te diré, pero te quiero tanto como si fueras mi hermana. Eres la única que me ha brindado una opinión sincera, y yo intento hacer lo mismo contigo. Sabes que nunca he hablado de mi vida con nadie, y a ti te la confié. Quiero que hagas lo mismo conmigo, por favor, Bella —le pide Rosalie.

A Bella se le llenan los ojos de lágrimas.

—De acuerdo, Rose. Si quieres que lo acepte para que seas feliz...

—Tú serás feliz —la corta Rose.

Bella resopla.

—Sí, estoy enamorada de Edward Cullen, de mi esposo, del hombre al que le entregué mi vida sin ni siquiera pensarlo solo por creer en una estúpida promesa que ahora él está rompiendo, pero eso ni siquiera importa. No puedo soportar pensar que hoy en la noche, mientras yo duerma, él estará revolcándose con otra y tratará de que todo esté bien conmigo —le contesta Bella con lágrimas desbordándose por sus ojos.

—Bella, entonces díselo. Sabes que él te ama, lo único que necesita es un empujoncito, y sabemos que él no lo hará por sí solo —comenta Rose.

—Lo sé, pero no sé qué hacer para demostrarle que lo quiero. Ni siquiera sé por qué lo amo —dice Bella frustrada.

— ¿Cómo que no sabes? —pregunta la rubia intrigada.

—No, Rose, no lo sé. Edward es muy inteligente, le admiro eso. Y también es buena persona, aunque un poco gruñón, yo sé que tiene su corazón ahí muy guardado.

—Demasiado guardado —la interrumpe Rosalie con una sonrisa burlesca.

—Sí, bueno, es lo mismo —dice la castaña incómoda, rascándose la nuca—. Edward tiene un corazón enorme, pero sé que algo lo traumó en su vida y él no me lo dirá, eso es lo que lo tiene tan jodido.

—Entonces gánate su confianza —sugiere Rose.

—No sé cómo —contesta Bella tímida.

—Siendo tú misma, Bella. Conmigo has demostrado la verdadera persona que eres, no la que todos creen, esa mujer fría y manipuladora. Tú eres diferente, créeme. Demuéstrale a Edward que eres diferente. Siempre habla con la verdad con él sin alterarte. Elógialo, eso a los hombres les encanta. Habla de él como si estuvieras orgullosa —continúa Rosalie con su lista de: "Cómo ser la esposa perfecta".

—Estoy orgullosa de él, Rose —murmura Bella con una sonrisa.

— ¡Entonces díselo, bebé! —la anima Rose con una sonrisa deslumbrante.

—Creo que tienes razón —comenta Bella después de unos segundos—. No se lo diré, pero se lo demostraré, ¿eso está bien?

Rosalie sonríe por haber logrado que Bella se decidiera por fin, y Bella sonríe por lo que dice Taylor Swift en la canción que resuena por las bocinas de la cafetería.

You'll be mine and I'll be yours

All I know since yesterday is everything has changed


Hola de nuevo; espero que les haya gustado mucho el capítulo. Como ven, Bella ya aceptó estar enamorada de él, pero eso no cambia las cosas.

Por cierto, había olvidado decirles desde hace mucho, que mis resultados salieron perfectamente y ahora tengo que usar lentes solo para no esforzar la pupila mucho. Eso es todo. Muchisimas gracias por sus reviews, en esos días y siempre, serán muy importantes para mí. Muchas veces no puedo contestar sus reviews, pero es porque normalmente los reviso en el celular, y no se que tiene que no quiere abrirme esta cuenta en fan fiction. Trataré de contestar todos, gracias de nuevo. No daré ningún aviso respecto a los otros fics, porque yo eso lo diré mejor por el grupo.

Don't worry be happy and fuck everyone.

Las amo con todo mi corazón. Les mando un beso de lenguita & un abrazo mañoso.

Lullaby SH -cuatro ojos(?)-

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

2 comentarios:

  1. Anónimo7/21/2013

    ooww siguelaa lo mas rapido que puedas pliiss te quieroo

    ResponderEliminar
  2. camila7/22/2013

    sta muy buena me encanto

    ResponderEliminar

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