Twilight Tuesday - Estatuillas y otras cosas doradas

Saludines, queridísimos. Aquí puro amor.

Pues que ya fueron los Oscares, y, como siempre, pasan cosas muy bellas. Qué magnífico fue el triunfo de Anne Hathaway, era sin duda el más merecido. Me quedé con ganas del de Hugh Jackman; la verdad es que Los Miserables era mi campeona en todo. Era de las pocas cintas sin fuerte contenido político pro Estados Unidos, era más bien un tributo a los grandes clásicos, a la música, al arte, y a tantas vidas penosas en el mundo. Como dijo Anne en su discurso, ojalá pronto los sufrimientos de Fantine se encuentren sólo en las historias y no en la vida diaria.

Eso sí, felicidad absoluta de ver a mi Kristen anoche. Qué mal que Robert no asistió a la ceremonia; dan lugar a rumores, y, por mucho que sepamos que son infundados, no dejan de ser desagradables. Fue un gusto verla haciendo gala de su usual belleza, que ni las muletas consiguieron disminuir. Se condujo muy bien, siempre con una sonrisa y hasta con valentía, pues posó para muchas fotos, se movió, y subió al escenario sin ayuda alguna, a pesar del dolor que a buen seguro sentía. Ni qué comparar con cierta caída que hizo mis delicias, y cuya imagen ya tengo guardada para animarme durante mucho tiempo. Ayer fui a probarme vestidos para mi próxima graduación, y qué felicidad hablar largo y tendido con modistos y diseñadores del enorme ridículo que es caerse en un momento tan importante. Ni modo.

En realidad, yo no recuerdo un año en que no haya visto la transmisión de estos premios haciendo apuestas, conjeturas, echando porras. Y, la verdad, sí me quedé con muchísimas ganas de ver a la Saga compitiendo; aún más, triunfando. Ese anhelo, por desgracia, nunca se concretó, y lo que es más, los premios en los que acabamos cosechando éxitos fueron los Razzies. Todo esto lleva a pensar, ¿en qué categorías podríamos haber sido nominados (incluso ganado) si se le hubieran echado más ganitas? ¿En qué categorías de plano la regamos?

A ver: de haberse dejado lo más posible de los Volturi en New Moon, Michael Sheen habría tenido más posibilidades de mostrar todo su calibre histriónico. No cabe duda de que el señor es un verdadero primer actor, el personaje se abre a muchísimas opciones, y, si se hubiera explotado más la excelente interpretación que pudimos ver, Michael hubiese podido contender como Mejor Actor de Reparto. Lo mismo va para Mackenzie Foy; en el libro Renesmee tiene muy buenos momentos que por alguna extraña razón desaparecieron de la película y que la habrían podido postular como Mejor Actriz de Reparto (después de todo, si Quvenzhané Wallis puede contender como Principal a los nueve años, ¿no va a poder nuestra Mackenzie?)

Maquillaje y Peinado era una parte con muchísimo potencial, y probablemente el mayor desperdicio de la adaptación de la Saga. Recordemos que la palidez a la que hacía referencia Stephenie no se logra arrojándose en un tonel de harina con glitter, sino ubicando el tono de piel original, el humano, y sobre ese tono subir dos o tres. Así se hace la palidez, no con talco Menen. La verdad es que ésta es una de las cosas que más coraje me da, porque en verdad se pudo haber hecho algo grande. Eran caracterizaciones muy especiales, y daba un amplísimo margen estético. La materia prima era bastante buena, y si se fijan con algo sutil se podría haber conseguido un trabajo de auténtica calidad. Dijera mi madre, “imagínate las peleas de Rosalie y Carlisle en las mañanas por el tinte de cabello.” El mismo elenco ha protestado, sobre todo por las pelucas y los lentes de contacto, y es una verdadera lástima por lo bonito que pudo haber sido, una gran caracterización, realista, hermosa, y mágica, sin perder ese toque terrenal, cuya fusión es el gran rasgo de la literatura de Stephenie.

[caption id="" align="aligncenter" width="234"] La caracterización de Rosalie, particularmente en Eclipse, recibió varias críticas.[/caption]

Kristen también tenía potencial para la estatuilla dorada, siendo aquí las deficiencias en guión y en algunos casos de dirección las responsables. A Kristen le pasó lo mismo que a Michael, se le quitaron algunas de las escenas que más pudieron haberle ayudado. Ya hemos visto otros trabajos de Kristen, tanto antes como después de Twilight, y sabemos de lo que es capaz. Ella, Michael, y Dakota Fanning, son probablemente las figuras más desperdiciadas.

Hablando con franqueza, uno de los mayores problemas fue sin duda la adaptación del guión; de ahí es que se derivan las limitaciones de las que hablábamos anteriormente. Ahí sí, la verdad, ni cómo hacerle. Por supuesto, una adaptación cinematográfica siempre es complicada, pero ya hemos comentado antes los numerosos problemas generados por Melissa Rosenberg, entre ellos que al dar preferencia a la acción, a las cabezas voladoras, y a los efectos de alguna hierba mágica que le hizo generar muchísimas escenas que jamás aparecieron en los libros, dio muerte a grandes pasajes de sensibilidad, de emotividad, de romance, que contenían la auténtica esencia de los que Twilight es: una historia de amor. Justo en esas escenas es que habríamos tenido excelentes oportunidades de lucir el calibre actoral de varios elementos del reparto

Eso sí, existe algo que siempre fue de altísima calidad, y cuya ausencia en las nominaciones aún no consigo explicarme: la música. Tanto a nivel score como en canciones siempre se tuvo un nivel impecable. El trabajo de Carter Burwell o Alexandre Desplat, así como las aportaciones de Muse, Paramore, Death Cab For Cutie o Christina Perri bien valían el reconocimiento mayor. Era probablemente la única categoría en la que yo sinceramente esperaba año tras año ver la presencia de la Saga, y en la que sinceramente quedaba decepcionada.

En mi opinión deberían existir Oscares a otras categorías… no sé… Mejor Villano…o incluso algo honorario por cosas quizá superfluas (como Mejor Taquilla), pero que tuvieron su mérito –tal vez no haya sido la mejor película, pero si recaudó tanto es por algo. Recordemos que a Blanca Nieves y los Siete Enanos, versión Disney, se le dio una estatuilla simplemente por innovadora, por lo revolucionario de su propuesta, por el parte aguas que significó para la industria. Esto del cine tiene muchísimos aspectos. Y como sí hay Oscar a Mejor Vestuario la duda suprema es: ¿se puede dar un Oscar sólo al vestido de Carolina Herrera…? Me parece que no. Pero sería excelente.

[caption id="" align="aligncenter" width="352"] Esta gloria de $35,000 bien vale su propio reconocimiento.[/caption]

En otras cosas… sigo pensando mucho en este primer noviembre de orfandad que se avecina. Perdón, pero se siente muy feo. No sé ustedes, pero yo, por lo menos este primer año, sí andaré como alma en pena esos días. Fueron años maravillosos, y dudo que en verdad haya algo que pueda compararse. Aún recuerdo todo lo que me pasaba al ir a ver una nueva película de la Saga. Por ejemplo: si la película empezaba a las doce de la noche yo desde las diez tenía que dejar de comer por el nudo que se me formaba en el estómago; poco a poco se me iba enfriando el cuerpo hasta que tenía una especie de escalofríos nerviosos; me daba algo similar a un temblor generalizado. Conforme se acercaba el momento de la verdad estos síntomas se acentuaban, y luego se les unía el latido del corazón. El colmo fue ir a ver a Eclipse, cuando en un momento dado sentí que me dolía la cara. Así de simple, me dolía la cara. Tuve que palparme para descubrir que llevaba más de cincuenta minutos con una sonrisa tan enorme y fija que los músculos del rostro se habían cansado y de ahí venía el malestar. Después tuve un ataque de histeria que duró hasta bien entradas las cinco de la mañana por el simple hecho de que Alice y Jasper compartieron dos besos en pantalla. Han sido sensaciones increíbles, que estoy casi segura que nada más logrará producirme en mucho, mucho tiempo.

Cuántas experiencias. Cuántas vivencias. Cuántas memorias ¿Qué es lo que ustedes recordarán con más cariño de Twilight? ¿Cómo reaccionaban en cada ida al cine? No dejen de compartir sus sentimientos, sus ideas, lo que se quedará con ustedes por siempre. Ya saben que este espacio está hecho por y para ustedes. Mientras tanto cuídense mucho, sean felices, y hasta el próximo Twilight Tuesday.

XOXO

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Recomendación de la Semana

Enchanted

Ésta es una carta de amor para Disney. En Andalasia, un reino de dibujos animados, la dulce Giselle (interpretada por la cuatro veces nominada al Oscar Amy Adams) está por casarse con Edward, su príncipe azul. Sin embargo, la madrastra de Edward tiene otros planes, y para evitar la boda que significaría la pérdida de su trono, logra que Giselle caiga a un pozo que la transporta a una tierra lejana y desconocida: Manhattan. Completamente perdida, la joven sólo encuentra apoyo en Robert, un abogado y papá soltero encarnado por el siempre guapo, siempre hermoso Patrick Dempsey. La personalidad fría y un tanto amargada de Robert inmediatamente choca con la ingenuidad e inocencia de Giselle, completamente sacada de un cuento de hadas y cuya forma de resolver o explicar las cosas siempre incluye una canción. En todo este asunto entran Edward, el príncipe en la búsqueda de su amada, y que también debe emprender el viaje a la Gran Manzana, y Nancy, la novia de Robert. ¿Qué pasa cuando estas cuatro vidas se cruzan de formas inesperadas, tejiendo historias de amor que nunca creímos posibles?

Enchanted está llena a más no poder de referencias a cuanta película de Disney hay sobre esta tierra, si ponen atención encontrarán millones de alusiones a Cenicienta, La Sirenita, Mary Poppins, Blanca Nieves, La Bella y La Bestia, Who Framed Roger Rabbit?, La Bella Durmiente, La Espada en la Piedra, El Jorobado de Notre Dame, incluso La Princesa y el Sapo y Tangled, que ni siquiera se habían estrenado en ese entonces, pero que ya estaban en producción… en fin, todas están ahí, y es por eso que Enchanted se define como el tributo por excelencia a la casa Disney. Si no viste Enchanted no tuviste infancia. Ni adolescencia. Ni futuro.