Cap.9 - SOBREVIVIENDO
Edward POV
Salí de la casa de mis padres sin rumbo fijo. Me refugie en el bosque y me senté en la rama de un pino alto y antiguo para meditar. Debía poner mi cabeza en orden y decidir que iba a hacer.
Me acomode sobre la rama, abstraído en mis pensamientos, mientras observaba el crepúsculo. Lo consideraba el momento más triste del día. Implicaba otro día que se había ido, el fin de la luz que daba paso a la oscuridad, para darle paso a la noche. El momento seguro para mi existencia aunque consideraba que no vivía sino que simplemente existía en una eterna noche. Una noche sin estrellas, sin luna y llena de soledad.
Sabía que Esme, a pesar de mi partida, estaría bien. Lo tenía a Carlisle. Y analice cuales eran mis alternativas. No me iba a pasar los días y las semanas de vagabundo. No, eso no es lo que quería. Pero debía iniciar mi camino, mi búsqueda en alguna parte.
Evaluando mis opciones, decidí que lo mejor seria empezar por el principio. Por lo tanto debía volver al final de mi vida como humano. Hacer el duelo que no tuve tiempo de vivir cuando correspondía. Debía volver a Chicago y al que alguna vez fuera mi hogar.
Me tomaría el camino hacia allí con calma y aprovecharía para conocer algunas de las ciudades que atravesaría. No tenia apuro y podría apelar siempre al bosque a buscar algo para alimentarme.
Bella POV
Tras la muerte de mama, Phil me obligo a ocupar su lugar en el lounge, acompañándolo por las noches en las famosas "relaciones públicas". Y entonces me di cuenta de que las cosas no eran como yo creía.
El bar era ostentoso, si, pero en realidad era un tugurio lujoso para la gente con dinero de esta apestosa ciudad.
No pude entender a mi madre: no sabia si hacia esto porque amaba mucho a este hombre o por su amor a mi. Debía arreglarse como una muñequita para deambular entre las mesas, soportar cometarios y sugestiones, y fomentar a que gastaran y bebieran.
Además, debía hacer las veces de vínculo cuando alguno de ellos quería "conocer" a alguna de las bailarinas. Por los siguientes dos años esa seria mi función.
Jamás olvidare mi primera noche allí. Mandaron a una de las bailarinas para que me ayudara a vestirme.
La muchacha se llamaba Jessica Stanley. Se notaba que a pesar de que quería quedar bien con su jefe, era buena conmigo. Nos hicimos amigas bastante pronto. Era menuda, risueña y hablaba hasta por los codos.
Su historia era triste. Otra huérfana fruto de la gripe española de 1918, cuando ella solo tenía 13 años. Criada en un orfanato y puesta en libertad, como decía ella, a los 18 pero a la buena de Dios. Termino trabajando de camarera, ahora de bailarina y a veces, de algo más. Según ella, solo cuando el fulano en cuestión le gustaba o tenia mucho dinero. Eso era algo muy importante para ella.
Esa noche, sacamos del armario de mi madre un hermoso y largo vestido verde de satén sin mangas y con vuelo a partir de las rodillas. Me sugirió que me cortara el cabello como se usaba en esa época y me negué. Lo ondulo y lo recogió en un chignon descuidado que quedaba muy bien.
Lamentaba tener que compartir esto con ella y no con mi madre: la primera vez que me vestía de gala, con tacones, maquillaje y peinado de adulto. Aunque mi príncipe no me estaba esperando, sino que era para trabajar. Después del año nuevo de 1927, nunca más volví a la escuela.
Cuando ella termino conmigo, me mire en el espejo y era otra. Había envejecido 10 años con tanto maquillaje y esa ropa. Podía pasar por un adulto.
Phil toco a la puerta del cuarto y nos sobresaltamos. Jessica le abrió y cuando me miro, note sus ojos lujuriosos. Le hizo una seña con la cabeza a ella para que nos dejara y me quede mirándolo. Si había algo que no le iba a permitir era que me manoseara como aquella noche.
-Vaya, vaya, vaya! Pero que tenemos aquí? Pero si es la princesita disfrazada de mujer! Debo decir que te ves... bien. No eres tan hermosa ni tan alegre como tu madre pero cumplirás con el cometido - dijo acariciándose el bigote.
-Gracias – respondí sin inmutarme
-Ahora bajaras conmigo y hablaras con todo el que quiera conversar contigo. Hare las presentaciones de rigor con mis socios de inversiones y algunos contactos. Serás agradable, sumisa y gentil. Trataras que todo el que ponga su trasero en una de mis sillas beba o coma o lo que sea. Lo importante es que gaste. Y te aseguraras que reciba el servicio que desea por un precio justo.
-Yo no estoy en venta. – le advertí fríamente
-No, nena. Si alguien alguna vez intenta tomar ese trasero tuyo antes que yo será hombre muerto. Fui claro? – y trate de no conmocionarme con el comentario porque me dio temor, pero mas me dio asco.
Y no tuve más remedio que bajar la escalera. Estaría actuando según lo acordado por el bien de mi supervivencia.
Así fue como conocí a varios de los hombres que ayudaban a Phil con las inversiones: John Sinclair y Bruce Porter, herederos de sus fortunas. Hombres acartonados y desagradables. Me miraron de arriba abajo como si fuera de chocolate.
Luego conocí a matrimonios como los Cartwell y los Brown a los que les gustaban los espectáculos, pero especialmente beber.
Y por ultimo, tuve el "honor" de conocer a los gángsters mas famosos de Chicago: Frank Nitti y Guido Cicerone, hombres de Capone. Entre ellos también había uno de poca monta, pero que se había hecho amigo de la casa: Mike Newton.
Al principio mantuve mis distancias y trate de cumplir mi función. Pero como todo, uno se va acostumbrando. Con algunos clientes mantenía una relación cordial y me permitía sonreír con sinceridad, pero era inusual.
Para todo el que me preguntara, Phil me obligaba a decir que tenía 20 años y lo creían. Así que todo se hizo un poco más llevadero hasta que la función terminaba y debía subir a la casa.
Cada noche sin falta por los siguientes dos años, subía lo más rápido posible para usar el baño, me cambiaba y me encerraba en mi cuarto bajo llave.
Jessica se había convertido en mi amiga y mi confidente. Hablaba con ella de mis sueños y mis anhelos, y a pesar de la edad, su trato hacia mi era muy maternal.
Una noche, me aproxime a la mesa de Mike Newton a saludar y a ver si deseaban cenar. Estaba acompañado por dos de sus secuaces. Uno de los hombres era delgado y con pelo grasiento llamado Eric Yorkie y el otro, más corpulento aunque con la misma cara de idiota que el anterior, se llamaba Tyler Crowley.
-Buenas noches ! – dije sonriente, pero sin exagerar
-Bella! Siempre es un placer verte! Como has estado? – y se acomodo la corbata
-Muy bien. Espero que Ud. también.
-Vamos, Bella! Cuantas veces he de pedirte que no me trates de Ud.? – y los tres rieron.- Tan viejo te parezco?
-No es eso. Es una cuestión de respeto. No le parece? – deseaba dejar en claro que era por negocios. El cambio su expresión.
-Lo se. Pero igual me gusta pedírtelo. Muchachos, porque no van a dar una vuelta? – Los hombres se levantaron y se retiraron. Mi corazón latió más rápido.
-Ahora que no tenemos testigos, te vuelvo a preguntar... Bella, como estas?
-Muy bien. Por que duda de mi, ?
-Pues porque me he criado en las calles y se cuando una mujer cubre con maquillaje un golpe. Como esta tu mejilla? – y eso me puso nerviosa.
-Ah, pero es que ha sido un tonto incidente con una ventana trabada. Nada importante – reí nerviosa
-Si fue el, le haré lo mismo multiplicado por 100!
-Por favor, Sr. Newton! Por favor, le suplico que olvide esto! – trate de disimular el temblor de mis manos y el suspiro.
-Bella, ven conmigo. Te prometo que te cuidare como debe cuidarse a una mujer. Yo te protegeré! Cuantas veces más tendré que pedírtelo?
Me negué mirando el piso. Siempre era la misma sugerencia y siempre la misma respuesta. No podía decirle que era menor de edad. Lo esperaba con ansia para marcharme de allí. Pero no cumpliría 18 hasta septiembre de l930. Aun quedaban unos meses incluso para cumplir los 17.
-Por favor, no insista. Le agradezco de corazón la propuesta, pero es imposible.
-Esta bien. Pero si necesitas algo, cuenta conmigo – y me sonrió.
No sabia hasta que punto confiar en el. Estos hombres estaban acostumbrados a mentir y hacer cualquier cosa con tal de obtener lo que deseaban. No lo se...
Los hombres volvieron a la mesa, envié que los mozos tomaran el pedido para la cena y la bebida. Pregunte amablemente si deseaban compañía y el dijo que le agradaría mucho. Así que consulte con Jessica que salto en una pata junto con otras dos y allá fueron a beber y comer.
Lo único que importaba era tratar de sobrevivir, esperando obtener mi muy preciada libertad.
En septiembre, mi cumpleaños paso desapercibido. Aunque Jessica me trajo ese mediodía un cupcake con una velita encendida y un regalo: un juego de ropa interior de color azul claro. Nunca había visto ropa interior de ese color. Me reí al abrir el paquete.
-Jess, es hermoso! Aunque es muy sexy! – le dije bajito y riéndome
-Bueno, lo se... Pero no pude resistir a dártelo. Es francés. Guárdalo para que lo uses con alguien que desees mucho – e hizo un gesto cómico subiendo y bajando las cejas varias veces. Nos reímos con ganas.
El siguiente mes fue algo extraño para el negocio. Muchos de nuestros clientes más asiduos no venían. Indague con los concurrentes y muchos habían viajado, en su mayoría a Europa o a Sudamérica. Era extraño.
Estos días Phil estaba nervioso e irascible. Trataba de evitarlo todo lo que podía. No sabia lo que pasaba ni me importaba.
Cuando llego octubre, el clima en las calles incluso era extraño. El movimiento del lounge se había vuelto voluble y nuestros proveedores venían mas seguido que de costumbre a cobrar.
Phil bebía más que de costumbre y trataba de escabullirme antes de tiempo a la cama para no quedar a su merced. Mas de una noche me habían despertado sus golpes a mi puerta, entre insultos y patadas, para que le abriera.
El 24 de octubre de 1929 cayo la bolsa de Wall Street provocando que miles de personas fueran a la quiebra o perdieran sus empleos. Entre ellos los socios inversionistas de Phil. Uno de ellos se había tirado por una ventana y el otro se había disparado en la cabeza. Phil estaba en apuros y esa mañana lo encontré llorando sobre la radio.
Sigilosamente me metí nuevamente en mi cuarto y cerré con llave. Ese día nadie me vino a buscar para trabajar.
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Cap 9: Eterna Noche
Por DiarioTwilight
Publicado a las 11:28 p. m.
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Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
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