Por Shell Craig
No soy escritora ni mucho menos una persona que se dedica a la crítica, simplemente soy una de las muchas fans que se enamoraron de esta historia tal y como yo lo hice, y es que esta tan bien narrada, que nos arranca un suspiro, una sonrisa y al final hasta una lágrima.
Cuando empecé a leer las primeras líneas de este libro, me condujo un viaje verdaderamente increíble, me llevó a conocer como eran los circos en los años 30, ahora los espectáculos no son como antes, ¿En dónde quedo la mujer barbuda? ¿O la mujer más gorda del mundo?, eran espectáculos que eran dignos de admirar. Mientras que Jacob nos narra su historia nos lleva en un camino sin retorno, en donde lo único que quieres es leer y leer y leer y disfrutar de una buena historia.

Pero la verdadera estrella, es nuestra querida Rosie, una elefanta a la que califican de tonta e inepta, que lo único que hace es comer, lo que enfurece a su domador y la lleva a recibir golpes y marcas, con ello Jacob descubre que Rosie no hace nada pues simplemente no entiende el español, necesita que le hablen en polaco y de esa forma la elefanta tonta, se convierte en la estrella del show.
Agua para elefantes cambio la perspectiva que tenía de ver las cosas y de cómo tratar a la gente, pues todos tachamos a las personas de la tercera edad, como gente acabada y olvidadiza, gruñones y que nos hacen perder la paciencia. Jacob un hombre que vivió para su familia se vio abandonado en un lugar de residentes para señores de su edad y es ahí donde esta maravillosa historia empieza.
A mí me gustaría tener un abuelo como Jacob, que me cuente anécdotas sobre los circos en sus años, como eran los shows, como se transportaban y como trabajaban, que me cuente su vida y que yo simplemente me pueda sumergir en esa maravillosa historia.
Mi curiosidad por este libro, nació por la pronta aparición en la pantalla grande, que como todas ya sabemos es estelarizada por nuestro querido Robert Pattinson, los ganadores de los Oscars Reese Witherspoon y Christoph Waltz y lo que nació como una simple curiosidad, se convirtió en uno de mis libros favoritos.
Agua para elefantes nos mueve muy sentimientos: Amor, ternura, pasión, culpabilidad, amistad, tenacidad, valor, venganza, odio, tristeza, y puedo seguir encontrando adjetivos que califiquen a esta historia como verdaderamente extraordinaria.
Pero todo lo bueno acaba, Jacob se escapa del lugar de residentes para ir al circo y recordar todo aquello que vivió. Por lo tanto el final, en forma particular me arranco una lágrima a lo que condujo un verdadero llanto de felicidad en donde Jacob se reencuentra con el lugar del que a lo mejor nunca debió salir.
Los quiero dejar con los últimos párrafos de esta historia, espero que se conmuevan.
“Luego suelto una carcajada, porque todo es absurdo y maravilloso y es lo único que puedo hacer para no sucumbir a un ataque de risa tonta. ¿Y qué si tengo noventa y tres años? ¿Y qué importa que sea viejo y gruñón y mi cuerpo sea una ruina? Si están dispuestos a aceptarnos a mí y a mi culpabilidad, ¿por qué demonios no iba a escaparme con el circo?
Es lo que le ha dicho Charlie al poli: para este anciano, el circo es su casa.”
Y recuerden que, UN ALMA NOBLE, ES UN ALMA INDOMABLE.
Espero que tengan la oportunidad de leer y de disfrutar de este libro, tanto como yo lo hice
Nos escribimos, hasta la próxima.
Suerte
DiarioTwilight
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