Destinados a la eternidad Cap 2

CAPITULO 2: EMPEZANDO DE NUEVO

Tan absorto estuvo en sus pensamientos con respecto a su estado físico que no se dio cuenta cuanto tiempo había pasado. Ya era de mañana y se dirigió hacia la puerta aun cerrada del taller mecánico se sentó en la acera y espero a que llegara el encargado o alguien que le pudiese dar información acerca del letrero de ayudante que estaba pegado en la puerta.



Sintió que alguien le puso la mano en el hombro, se giro a ver quien era la persona que le hablaba y era un señor de mediana estatura cabello negro se dirigió hacia el con mirada muy amable.- Muchacho te encuentras bien.-
- Si.- asintió.
- ¿Y que haces sentado aquí tan temprano?, ¿y en tan poca ropa?
- Agacho la cabeza.- estoy esperando a alguien de aquel taller.- dijo señalando la puerta.
- Pues al parecer es tu día de suerte chico.- le dijo palmeándole la espalda.- yo soy el dueño.- le extendió la mano.- Soy Luis Murdock.-
- Mi nombre es Jacob Black.- Procedió a estrecharle la mano.
- ¡Vamos! Dime ¿En que te puedo ayudar?
- Pues bien…. Se que no estoy bien presentado… pero… este….
- No te preocupes, pero dime, ¿que necesitas?
- Necesito trabajo.- dirigió su mirada al piso
- Mmm… – se quedo observándolo pensativo.- ¿Tienes algún conocimiento en mecánica?
- Si.- dijo un poco emocionado.- donde vivía antes arreglaba autos, incluso repare dos motos.- hizo una mueca mental al recordar Forks.-
- ¡Suena bien! Pero dime… ¿de donde vienes? hasta el momento solo se que te llamas Jacob Black
Jacob miro al Sr. Murdock y le contó acerca de la Push; de el motivo por el cual había abandonado Forks; omitiendo detalles obvios. El Sr. Murdock pareció entender la situación y accedió a darle el trabajo e incluso le ofreció hospedaje en su casa. Se nego al principio, pero insistió tanto que él terminó aceptando.
- Y dime Jacob ¿Cuándo puedes empezar?
- Si usted quiere ahora mismo, no tengo a donde ir.- y esbozo una enorme sonrisa la cual hizo que el Sr. Murdock se sintiera repentinamente muy animado.- ¿Sr. Murdock?
- ¿Si Jacob? – lo miro interrogante
- Me puede llamar Jake… Es que Jacob es muy formal…
- Esta bien ¡Jake! – sonrío y lo invito dentro del lugar para indicarle cuales serian las tareas a realizar
Pasaron todo el día reparando automóviles, hablando de carros, repuestos, etc. El Sr. Murdock estaba muy contento ya que se dio cuenta que la mecánica era un talento in nato en Jacob. Nunca había visto trabajar a nadie con tanto ahínco y con una sonrisa en el rostro; como lo hacia aquel joven, que hace solo unas pocas horas había estado sentado en la acera de su negocio, casi sin ropa, con una mirada fría y ausente; pidiéndole trabajo.
Cuando llego la noche, procedieron a cerrar el local
- Jake ahora si es hora de irnos .-dijo el Sr. Murdock
- Si Sr. -dijo imitando el saludo militar y soltó una carcajada
- Vamos a casa, la que será tu nuevo hogar .- y le hizo un ademán para que se acercara a el y lo abrazo.- tienes una risa muy contagiosa muchacho.- y se rio por lo bajo.
- Ya me lo habían dicho….
Mientras caminaban Jacob le decía como había sido su vida desde que decidió marcharse de Forks, (se sentía un poco incomodo al tener que decir algunas mentiras, a la primera persona que le había mostrado algo de afecto después de tanto tiempo). El paso fue disminuyendo por lo que callo en cuenta que había llegado a la casa.
Mientras el Sr. Murdock intentaba abrir una hermosa muchacha de unos 16 años abrió la puerta y esbozo una sonrisa y se dirigió a abrazar al Sr. Murdock