Cap 6: Sentimientos de Colores

Capitulo 6 : Nada menos que Edward Cullen. Es que en verdad no tenía suerte.

Apresure el paso al bajar las escaleras y escuche que me llamaban y eso hizo que casi corriera, pero para mi desgracia mi mochila se atoro en uno de los espacios de la escalera y me jalo hacia atrás, caí de espalda en el suelo y solo pude oír como bajaban la escalera más rápido.

-¿estas bien Ángel?-pregunto él con tanta preocupación.
-si, como… ¿como me ha llamado?
-yo… he…Ángel.- dijo tan dulcemente que no pude decirle nada- deja que te ayude.
Me ayudo a levantarme y volvimos a quedar cerca uno del otro.
-¿Por qué Ángel?
-porque en tu nombre Bella, en lo único que me recuerda es a un bello ángel y luego recordé la pluma que encontré en mi carro aunque es negra pero me pareció que encajaba el nombre.

Ya no pude decir nada, me quede muda con lo que el acababa de decirme. Pero el rompió el silencio.

-te llevare a tu casa- dijo

Yo no pude discutirle, todavía estaba sorprendida por como me había llamado. Llegamos a su coche y como en la mañana me abrió la puerta, una vez dentro me arrepentí de haber ido con él.





-¿enserio que estas bien?, no me has dicho nada desde hace un rato.
-es que no se que decirte, eso es todo.

El paro cuando llegamos a mi casa, baje rápidamente del carro pero la puerta del copiloto había quedado lejos de la puerta de mi casa así que el llego antes que yo. Abrí la puerta y gire para despedirme.
-gracias por haberme traído.

Entre en la casa y cerraba la puerta pero él lo impidió.
-perdona por todo lo que ha pasado hoy, y lo siento pero ya no puedo decirte Isabella, para mi eres Ángel y ya no puedo cambiar eso.

Volvió a acariciar mi mejilla como esta mañana hasta poner su mano en mi nuca y la otra cerca de mis labios, ya no tenía escapatoria; el comenzaba a acercarse a mi hasta que yo ya podía sentir su aliento rozando mi boca, ahí demoro unos cuantos segundos, probando como reaccionaba, y justo cuando sus labios iban a tocar los míos logre girar la cabeza y su beso termino en mi mejilla. Aproveche su confusión para retroceder y cerrarle la puerta en las narices.

Subí corriendo a mi cuarto a tirarme en la cama y pensar un poco las cosas. Esto ya no estaba bien, no podía dejarme llevar por una persona que apenas conocía y de la que no sabía nada, debía ponerle un fin a esto, y ahora era el momento, ya no volvería a hablarle a Edward nunca más.

Cuando llego mi mama me metí a bañar, no quería que notara que estaba mal, no estaba de humor para preguntas.

Al salir del baño me sentí un poco más renovada mire el reloj y recordé mi cita con Jake; corrí por todo mi cuarto buscando que ponerme, que haría en media hora no estaría lista, como pude olvidarlo solo había una razón por la cual lo había olvidado: Edward.
Sorprendentemente termine diez minutos antes de que el llegara; me coloque unas medias negras, un short de mezclilla, una blusa negra holgada que dejaba uno de mis hombros al descubierto y unos botines sin tacón negros que, me coloque solo lo necesario de maquillaje y baje a la sala a esperar.
-¿saldrás?- pregunto mi mama
-si, un chico de mi grado me invito a salir, ¿te parece bien?
-si, está bien, solo no regreses muy tarde, ¿Quién es el afortunado?
-es Jake mama
-um… bien, no hagas ninguna estupidez de la que luego tengas que arrepentirte.
-¡Mama!
Antes de que ella pudiera decir algo tocaron a la puerta y yo casi corrí a abrirle a Jake.
-¡estoy lis…!-no pude completar la frase al ver que quien estaba en la entrada de mi casa.- ¿Qué haces aquí?