Cap 3: Sentimientos de Colores

Capitulo 3:


-¿tu amiga está mal de la cabeza?-le pregunto a Angela
-ella está bien, déjala en paz-contesto con enojo.
-mal de la cabeza, pero si yo no he sido el que nos ha seguido, ¿sabes qué?, si estoy mal de la cabeza, pero por haber creído que se podía hablar contigo- estaba tan enojada que si no salía de ahí , podría decirle algo que lamentaría después-¿nos vamos?-pregunte a Angela
-claro- contesto con una sonrisa al pasar a Edward
Caminamos y el también volvió a andar, no me molesto al principio pero después si, era algo molesto traerlo a espaldas nuestras, daba miedo.
-podrías no ir detrás nuestro, es algo molesto-dije yo algo exasperada
-¿si quieres, puedes acompañarnos?-sugirió Angela
-bien pero no hablare con ustedes-dijo entre dientes.
Todo el camino hasta casa de Angela lo hizo en silencio. Yo me despedí de ella, volteo en la entrada de su casa y despidió con un gesto de mano a Edward también.

Ella entro y yo seguí caminando, con Edward a mi lado.



-¿en dónde vives?-pregunte yo para hacer plática.
-me dieron esta dirección, y me dijeron que era por aquí.
Saco un papel de su bolsillo trasero y me lo enseño. No podía ser posible, era impensable.
-¡esto debe estar mal!-exclame yo
-¿Qué pasa?, ¿la dirección no existe?-pregunto preocupado
-eres mi vecino
No podía ser, la señora Masen no tenia familia, ¿o será que nunca lo supimos?
-bien, eso significa que tendré que acostumbrarme a venir contigo y soportar tu risa
-wow, para tu carro, quien ha dicho que podías venir con nosotras
-bien, entonces entiendo qué prefieres que venga a tus espaldas.
Que nos acompañara no era una idea que me agradara, pero traerlo justo detrás era algo que no quería volver a experimentar.
-está bien, no me queda de otra-dije avanzando más rápido
-tranquila era broma-dijo alcanzándome-¿podríamos empezar de nuevo?-dijo
-¿por favor?- pidió al ver que yo no contestaba.
-bien-conteste girándome
-soy Edward Cullen- dijo ofreciéndome la mano
-Isabella Swan - conteste estirando la mía.
El la tomo y beso el dorso mi mano
-puedes llamarme Bella, si quieres-dije yo mientras contemplaba sus labios en mi mano.
-Isabella prefiero yo-dijo alzando la vista hacia mí.
Sus ojos volvieron a atraparme, pero ahora tenían un brillo, que lo hacía parecer más joven y guapo; me dieron las ganas de acomodarle el cabello que se había salido de lugar por la brisa, pero contuve el impulso de levantar la mano en esa dirección.
-¿sigues aquí?
La pregunta me saco de mi ensoñación y me devolvió a la tierra, el ya había soltado mi mano, aunque yo estaba más cerca del ahora. Me separe y comencé a caminar de nuevo.
-pareces perderte cuando te miro-dijo él con un tono dulce en su voz
No quería contestar su pregunta, así que le hice otra.
-¿Cuánto tiempo estarás aquí?
-unos cuantos años, luego me iré a conocer el mundo.
-yo también he querido viajar
-pues espero que algún día puedas hacerlo-dijo deteniéndose.
Mire a mi alrededor y note que habíamos llegado a mi casa, cuando voltee para despedirme vi que el cerraba la puerta de su casa.
-pero que grosero-dije en voz baja

1 comentario:

  1. Hola chicas me encantan todas las historias y dios las adoro por escribir genial...Siguan asi....Besos....

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