Cap #6: Unrestraint

Por DiarioTwilight   Publicado a las  11:50 p. m.   fanfic 0 comentarios

Capítulo 6: ¡Es hora de ser feliz!

BPOV.

—Retenlo por unos segundos —.La observé como si estuviese demente, no podía retenerlo aún más, me ahogaría. Alice soltó una carcajada al ver mi expresión.

—Muy bien, muy bien ya puedes expulsarlo —contestó risueña—. Espera… ¡Ahora! —boté el humo que contenía en mis pulmones lentamente como Alice me había descrito y se sintió muy bien.

—Excelente Bella —choqué mis manos con las de Alice en señal de victoria—. Ya eres toda una experta, ahora sólo tienes que esperar unos segundos a que haga efecto.

—Seguro —contesté riéndome, me sentía extraña, pero de una forma positiva, como si todos estos años hubiese estado ciega y por fin podía ver por primera vez, todo se veía más claro, mis sentidos estaban más agudos y de alguna manera parecía estar más atenta de lo que ocurría a mi alrededor, parecía ser más interesante lo que sucedía a metros de distancia de aquí a la conversación que se suponía estaba teniendo ahora mismo con Alice, el habla pasaba a segundo plano, donde sentir, escuchar y observar eran mi prioridad, cada persona estaba en su propio universo, ya entiendo cuando decían "cada cabeza es un mundo" es probable que se referían a esto ¿o no? Tal vez se refieren a que cada cerebro es un planeta, y la Tierra es una especie de sistema solar. Comencé a reír pensando en los habitantes de cada planeta/cerebro, Alice debía tener pequeños enanos gritones y rebeldes, Jasper debía tener hombres enormes, del tamaño de basquetbolistas con inmensas cabelleras rubias y una personalidad relajada siempre disfrutando el momento. En mi pequeño planeta los habitantes tenían que ser divertidos, alegres, siempre haciendo fiestas y el calendario estaría lleno de fechas patrias para no tener que ir a trabajar. Malditos mini yo perezosos, si no trabajan nunca tendré suficiente dinero y si no tengo suficiente dinero no podré comprar comida. ¡Joder!... ¿Comida? esperen un momento… ¡Oh por Dios qué hambre tengo!

Vi a Alice recostada en el hombro de Jasper mientras él le acariciaba el muslo y le hablaba al oído, mirándolos bien podía estar de acuerdo con que ambos hacían una bonita pareja, se palpaba la atracción sexual de ambos, era obvio que su relación se basaba en sexo, ¿Cómo se habrán conocido? Tal vez en un bar o en una reunión de éstas donde te metes "todo lo que puedas soportar", no me sorprendería si me entero que Jasper y Alice prueban otras drogas, se nota que están acostumbrados, espero que no sean adictos, sus padres estarían muy decepcionados, sus hijos adolescentes muertos por sobredosis en un hotel de mala muerte como las estrellas famosas, que triste cliché, aunque a nadie le importaría la muerte de ellos, otra cifra más para el país ¡Gran cosa! Aunque viéndolo bien, Estados Unidos no se beneficiaría de esas cifras, quedaría muy mal parado en las organizaciones internacionales… Seguí divagando cuando vi a unos chicos comiendo con entusiasmo patatas fritas ¡Mierda la comida! Lo había olvidado, creo que la marihuana ya hizo su hermoso efecto mágico en mí… ¡Y se siente putamente genial!

Fijé mi vista de nuevo en Alice y la zarandeé para que me prestara atención.

—¿Qué sucede? —preguntó entre molesta y risueña—. Estoy disfrutando de mi pase, disfruta el tuyo.

—¡Joder Alice! Tengo mucha hambre —conté con ímpetu—. Quiero comer de todo.

Alice me miró con sorpresa y luego sonrió, golpeó a Jasper llamando su atención que estaba muy concentrado en el protector tribal de su teléfono.

—Jasper, Bella llegó al monchis. —dijo Alice, Jasper soltó una carcajada y gritó a todo el grupo que estaba en la fogata.

—Oigan todos —Mucha gente lo miró esperando que siguiera, muchos rieron sin razón alguna—. Mi amiga fumó por primera vez y llegó al monchis.

De repente todas las personas comenzaron a sacar comida de sus mochilas y las lanzaron en mi dirección: sodas, chocolates, galletas, papas fritas. Todo lo que pudiese imaginar estaba a mi pies, listo para ser devorado por mí, podía sentir la saliva acumulada en mi boca, no había sentido nunca un hambre como éste, quería comerlo todo de un solo bocado, no podía aguantar más.

—Comparte conmigo Bella —me regañó Alice, a mala gana le pasé unas bolsas de papas fritas y cogí para mí un chocolate en barra… mmm delicioso. Con apuro lo abrí y de un bocado me comí más de la mitad del chocolate. Podía sentir una explosión de sabor en mi boca, el dulce sabor del cacao nublaba mis sentidos, era delicioso y quería más y más. No podía controlarlo, comer estando en las nubes como lo estaba en ese momento era lo máximo, no podía evitar sentirme feliz y viva, como nunca antes.

Horas después me encontraba saciada y relajada, para ser mi primera experiencia fumando marihuana no había ido tan mal, el fuego se había extinguido y todos nos encontrábamos observando las estrellas, el cosmos y lo maravilloso que éste era. La actividad del día me había afectada, así que soñolienta cerré mis ojos.

Dormía plácidamente en la arena de la playa cuando alguien comenzó a empujarme, ignoré a ese alguien pero cuando me lanzaron un puñado de arena en el rostro me levante molesta buscando a quién golpear, mi cara mostraba furia cuando vi a Alice y Jasper carcajeándose en el suelo, esos dos serían mi perdición.

—¿Qué demonios les pasa? —pregunté furiosa.

—Ya nos vamos Bella—contestó Alice entre risas—. Vamos a un bar, ¿te nos unes?

—¿Qué? —dije desorientada—. ¿Qué hora es?

—Cerca de medianoche —respondió Alice.

—¡Mierda! —susurré mientras revisaba mi teléfono. Le había dicho a Carlisle que estaría en casa antes de las diez de la noche y ahora mismo tenía doce llamadas perdidas suyas y de Esme, me iban a matar.

—¡Tengo que irme, Alice! Mi primo me va a matar, luego me cortará en pedacitos y enviará mis restos a Boston.

—Tranquilízate un poco —dijo ella—. Tengo un primo que trabaja en el bar que Jasper y yo frecuentamos, cuando él venga a recogernos te dejamos de camino.

—¿Llegará rápido? —pregunté nerviosa.

—Sí, ya viene de camino— Al oír aquello me senté en la arena aliviada, a esperar que el familiar de Alice apareciera, aproveché para enviarle un mensaje a Carlisle avisando que ya iba en camino, no contestó.

Esperamos diez minutos más cuando el teléfono de Alice sonó, ella sólo respondió con un "Ya vamos para allá", tomó de la mano a Jasper que aún estaba ido por la hierba y caminamos hacia el estacionamiento de la playa, aún habían unos cuantos autos estacionados cuando vimos un Fiat muy viejo, de color azul oscuro.

Alice se subió en la parte trasera del auto junto con Jasper así que me subí en el asiento del copiloto, cerré la puerta, me ajusté el cinturón de seguridad y miré hacia el chico que estaba como piloto. Traía una camisa a cuadros color azul marino y negro, unos jeans rasgados, con un hermoso cabello color cobrizo y unos ojos verdes que te dejaban sin aliento, la verdad era muy guapo, mis hormonas de adolescentes explotaron tan pronto lo vi, su sex appeal era innegable, atraería cualquier cosa en un perímetro de veinte metros, en ese instante lo deseé, lo deseaba como nunca antes había deseado a alguien.

El chico desconocido reía a algo que dijo Alice y me miró captando mi atención, en cuanto lo hizo, la hermosa sonrisa que dibujaba en su rostro se borró.

—¿Ella quién es? —preguntó molesto—. Carajo Alice, sabes que no me gusta que traigas a tus amiguitas drogadas a mi auto.

—¡Ella no está drogada estúpido! —contestó Alice enojada—. Al menos ya no, de hecho hoy fue la primera vez que lo hizo.

—¿Ahora también eres una mala influencia? —dijo el chico guapo—. Como si no fuese suficiente drogarte hasta los tuétanos ahora también empujas a niñas a fumar.

—Espera, espera…—interrumpí su pelea—. Primero que nada, no soy ninguna niña y segundo ella no me empujó a nada, yo lo hice porque quise.

—Claro que sí eres una niña —se burló—. ¿Cuántos años tienes? ¿dieciséis a lo mucho?

—Tengo diecisiete —contesté orgullosa.

—No sé de qué te alegras —respondió él—. Sigues siendo menor de edad, te lo dije Alice.

—No sabía que eras menor de edad, Bella—habló Alice—. Nunca te hubiese animado a hacerlo si sabía que eras tan chica aún.

—No es gran cosa—contesté, no sé cuál era su problema con mi edad—. Tú tampoco eres muy vieja.

—Al menos puedo beber legalmente —contestó con una risa—, Pero tranquila, tu edad para mí no es ningún problema, ese es Edward que es un paranoico respecto a las actividades ilegales.

Así que se llamaba Edward. Al menos ya le tenía nombre a mi fantasía.

—Tú bien sabes porqué —respondió Edward con un tono melancólico—. Ahora bien, ¿a dónde se supone que tengo que llevar a esta chica? Porque me imagino que no la llevaremos con nosotros.

—Bella, así me llamo.

—Sí como sea. No es como si lo fuese a recordar de todas formas—. Mi boca se abrió en una gran "o" mientras que podía escuchar las burlas de Jasper y Alice atrás del auto. Maldito, podrá ser muy guapo pero su personalidad no concuerda en nada con su belleza exterior.

—Exactamente —respondí como si nada—. No nos veremos nunca más.

Edward me ignoró completamente, viendo fijamente el camino así que de brazos cruzados le di mi dirección mientras fijé mi vista por la ventana el resto del camino.

Cuando Edward estacionó el auto en frente del condominio de Carlisle, le di las gracias por haberme traído y me despedí de Alice y Jasper. Subí lentamente las escaleras hacia el departamento, en cuanto llegué abrí la puerta principal con extremo cuidado, tratando de no hacer mucho ruido, con suerte ya Carlisle se hubiese ido a dormir.

No había suerte para mí el día de hoy, Carlisle me estaba esperando en una posición que inspiraba bastante molestia. Que Dios me ayude.

—¿Qué son estas horas de llegar Bella?

—Lo siento —dije nerviosa—. El tiempo se me pasó volando, debí haberte avisado.

—Me tenías muy preocupado, un minuto más y habría corrido a buscarte a la playa.

—Lo sé, lo sé—contesté arrepentida—. No volverá a pasar, lo prometo.

—Eso espero —dijo no muy convencido—. No quiero que vuelvas a salir por unos días, me diste un susto de muerte.

—Está bien para mí, tampoco tengo algo que hacer.

—Bueno, me voy a dormir —habló—. Que pases buena noche.

—Tú igual primo y gracias por no ser tan duro.

—Eres joven y lo comprendo, no hay ningún problema con eso—dicho eso, se retiró hacia su habitación, donde supuse estaba Esme ya dormida.

Agotada me recosté en el sillón de cuero y con tranquilidad revisé mi teléfono, tenía varios mensajes de mis amigos, respuestas de mi mamá y Becca y la esperada respuesta de Sam, con curiosidad lo abrí y me sorprendí con lo que me encontré.

Para: Bella_Swan 

De: Samlove23 

Lo que haga no es de tu incumbencia, me ignoraste todos estos años ¿y ahora recapacitas? No lo creo, metete en tus asuntos.

Con mucho amor, Sam. 

Impresionada eliminé el correo electrónico y cerré los ojos, de algún modo Sam tenía razón, esta actitud conciliadora de mi parte no era de fiar, pero por primera vez sólo quería arreglar las cosas con ella y ser una rara especie de buena hermana mayor. ¿Qué debería hacer? No quería molestar a Reneé o Becca con este tipo de drama de adolescentes, simplemente lo dejaría pasar y en Boston trataría de solucionar las cosas, no lanzaría más leña al fuego.

Qué día el de hoy, con días así prefiero quedarme en casa viendo televisión el resto de la tarde.

A la mañana siguiente, me encontré con Carlisle y Esme desayunando.

—Buenos días —dije soñolienta.

—Buenos días, linda— respondió Esme con una sonrisa

—Mucha acción la de anoche ¿eh? —dijo Carlisle burlón al ver las ojeras en mi rostro, me alegraba que la tensión del día anterior no había afectado en la relación entre ambos.

—Fue mucho peor —contesté y caminé hacia al refrigerador para coger yogurth para tomar mi desayuno junto a ellos.

—¿Y qué fue lo que hiciste? —preguntó Esme con curiosidad. Así fue como les conté todo mi día de ayer, comenzando desde mi tropiezo con Jacob hasta mi desagradable encuentro con el odioso de Edward, obviamente excluyendo la parte en la que fumaba marihuana con Alice y Jasper.

—Entonces te divertiste —comentó Esme—. Me alegra mucho eso.

—Sí, la pasé genial y gracias de nuevo por lo de anoche.

—Tranquila Bella, pasado es pasado—contestó Carlisle relajado—. Ahora bien, ¿tienes planes para hoy?

—No que yo sepa, ¿Por qué?

—¿Qué te parece ir a conocer Miami con Esme y conmigo?

—¡Me encantaría! —dije feliz.

—Muy bien, ve a cambiarte.

Corrí a mi habitación y fui directo al baño, tomé una ducha rápida, luego me vestí con un vestido largo, color toronja y con unas sandalias café.

Luego de que cada quien estuvo listo para la salida, bajamos hacia el estacionamiento del condominio y nos montamos en el Audi de Carlisle. Me senté en la parte de atrás y después de que nos abrochamos los cinturones y estuvimos andando en la autopista principal, Carlisle preguntó:

—Así que... ¿A dónde vamos?

—Sería genial si pudiésemos ir a Ocean Drive—respondió Esme—. ¿Te agrada la idea Bella?

—Seguro, no veo cuál es problema, he oído hablar mucho de ese lugar.

—Genial— respondió ella—. Ayer estuviste cerca de esa zona pero me imagino que no la detallaste bien.

—Para nada—concluí.

Pasaron alrededor de quince minutos hasta que llegamos al destino asignado, según me contó Esme, Ocean Drive es una de las zonas más populares de Miami, se trata de un paseo marítimo en el área de South Beach —zona a la cual fui ayer— aquí se hacían en realidad todos aquellos tópicos que se hablaban sobre Miami, los cuerpos bien formados paseando o patinando en el paseo marítimo, hermosas playas en las cuales podías disfrutar ricos cocteles tropicales, la famosa música latina a todo volumen y un sinfín de edificios con estilo moderno.

Los tres caminamos por el paseo marítimo disfrutando de la belleza que allí se imponía, luego de un rato nos paramos en uno de los puestos que había allí y tomamos un frío y delicioso jugo de naranja recién hecho.

Al medio día caminamos hacia los locales cercanos que habían, con aceras anchas y de piedras para que los peatones pudiesen disfrutar de las tiendas que se encontraban ahí mismo. En Ocean Drive se encontraban los mejores restaurantes, bares y hoteles de todo Miami. La calle era un hervidero de gente sin importar el día y la hora, por las mañanas las playas se llenaban hasta reventar y por las noches los locales se ponían más animados para salir de fiesta o cenar en una terraza.

Luego de almorzar en un bonito restaurante caminamos hacia el resto de las tiendas, entrando junto a Esme en las más chics de ropa, explotando la tarjeta de crédito del pobre Carlisle.

A la hora de la cena decidimos que era hora de volver a casa, había sido un día espectacular y me encantaba todo lo que la ciudad ofrecía, sólo tenía que portarme bien con Carlisle y todo saldría bien, además que en casa de Carlisle poseía todo lo necesario para divertirme sanamente, realmente juntarme con Alice no había sido muy inteligente, me dejé llevar por su insistencia y terminé haciendo algo que no quería, aunque no me arrepiento sé que estuvo mal pero lo bueno de todo esto es que será otra experiencia vivida, ya puedo tachar "fumar marihuana" de mi lista de cosas por hacer antes de morir, ahora sólo debía tener cuidado con no toparme más con ella, lo único que lamentaba era el hecho de que probablemente nunca vería a Edward, ese guapo pero odioso muchacho que me dejó sin aire, lástima, será en otra oportunidad.

Así poco a poco fueron pasando los días hasta que se dieron quince desde mi llegada a Miami, las cosas en casa con Carlisle iban de maravilla, luego de llegar del trabajo pasábamos el día en casa haciendo alguna tontería o salíamos a algún sitio a hacer turismo, podría decirse que ya era una habitante de Miami y que conocía casi todo los rincones de la gran ciudad, lastimosamente no había vuelto a ver a Esme desde hace pocos días atrás, al parecer ella y Carlisle habían tenido una discusión de pareja y aun no se habían solucionado las cosas, por mi parte podía decirse que el aburrimiento iba a acabar conmigo, no digo que Carlisle sea aburrido pero tenía muchas ganas de probar la vida nocturna de Miami y Carlisle no estaba muy dispuesto a acompañarme, por eso un viernes en la noche cuando recibí un mensaje de Jacob no me pude poner más feliz, había escrito en el momento indicado.

¿Lista para disfrutar el día de hoy?

Reí al leer el mensaje, con una sonrisa respondí:

¿Qué tienes pensando?

Al instante recibí respuesta:

Mis amigos y yo vamos a la inauguración de un nuevo pub, hay música y es barra libre. ¿Le entras?

Esperé unos cuantos minutos meditando mi respuesta y contesté:

Seguro, dame la dirección. 

Jacob contestó:

¿Qué? Para nada…Yo te paso buscando.

En un mensaje le envié mi dirección y espere que respondiera.

Excelente, paso por ti a las nueve. 

Corrí hacia el salón donde estaba Carlisle viendo algún partido de futbol, me miró expectante esperando a que hablara y sin más lo solté.

—Saldré esta noche—conté sonriente y caminé hacia el refrigerador a buscar un poco de agua.

—Que Dios me ayude—fue lo que escuché de Carlisle y con una carcajada caminé hacia la habitación para encontrar la vestimenta perfecta, el día de hoy decía fiesta por todos lados, ¡ES HORA DE SER FELIZ!

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
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