Twilight Tuesday- Ayudándonos

[caption id="" align="aligncenter" width="297"] Foto: Aziz Gazipura[/caption]

Hola guapos, bienvenidos sean a éste su Twilight Tuesday.

En fechas recientes diversas partes del mundo han sufrido los embates de la Madre Naturaleza. Como seres humanos no nos ha quedado más que permanecer impotentes ante todos estos desastres, y más de uno desearíamos tener habilidades especiales que nos permitieran hacer algo útil por quienes nos rodean.

En algún momento de (¿falta de?) lucidez me encontré reflexionando acerca de la forma en que quizá los vampiros según Twilight pudiesen ayudar en catástrofes fuera de nuestro control. Cuestiono la falta de lucidez de este pensamiento porque terminé preguntándome si nos podrían ayudar en caso de una invasión zombie. La respuesta, en caso de que tengan el pendiente, es que sí, pero mejor regresemos a una temática desgraciadamente más real.

No hace falta enumerar las múltiples cualidades que ofrece cualquier inmortal sobre nosotros, el punto aquí es cómo poner esas habilidades al mejor aprovechamiento. Y es que, salvo Carlisle, ninguno de los vampiros que conocemos ha intentado verdaderamente  sacar todo el potencial de sus talentos, como no sea para cazar y competir. No es que haya que tener a una raza claramente superior como sirvientes de las necesidades humanas, claro, sino sólo asegurarnos de que no se desperdicie alguna condición que pudiera ser útil.

Todo esto se derivaría, claro, del hecho de que pudiese existir una convivencia abierta entre ambas especies, la humana y la inmortal. ¿En qué contexto podría darse una situación semejante? Aquí el problema es la gran arrogancia humana: a pesar de no ser ni remotamente la especie más fuerte o importante de la Tierra nos encanta fingir que sí lo somos, y nos dedicamos a inculcarle a todos los demás ese sentimiento. Es tan enorme esta situación que las especies cuya relevancia es igual o mayor a la nuestra (y no me refiero sólo a estos vampiros; recordemos a todos los animales que son perseguidos y masacrados por considerárseles “peligrosos”, cuando no hay mayor peligro que el ser humano) han terminado por sentirse inferiores a nosotros y por lo tanto huyen o se ocultan, cuando realmente no tendrían ninguna razón por qué hacerlo. En el caso concreto de las criaturas mágicas, todas ellas han enfrentado terribles persecuciones y matanzas; si hacemos caso a lo que muchos testimonios, reportes, y libros afirman, hubo un punto en que estos sectores optaron por replegarse completamente de la escena social y fingir su propia mitología, es decir, ellos mismos circularon rumores acerca de la falsedad de su existencia para que los humanos dejasen de perseguirlos.

Estas rencillas son lo que impediría una relación sana entre nosotros como especie y cualquier otro grupo, si admitimos que no tenemos el control absoluto sobre el planeta y dejamos de insistir en su dominio total, ganaremos la confianza de los demás. Planteemos una situación distante y utópica en la que se ha producido este cambio de actitud y podemos coordinarnos con cualquier ser que nos encontremos (evidentemente también partimos de la premisa de que existen muchas clases de criaturas situadas en la frágil línea de lo fantástico y lo terrenal). Sería necesaria una negociación para que todos saliéramos ganando. Contrario a lo que podría pensarse, esto se puede obtener sin necesidad de obligar a los vampiros a ser vegetarianos, ni nada por el estilo. Bastaría con definir territorios, leyes y derechos, saber plenamente quién puede hacer qué, y cómo. Por ejemplo, bien podría utilizarse para la nutrición de nuestros nuevos amigos el contenido de todas las cárceles, siguiendo con el antecedente fijado por Edward. Paulatinamente se irían liberando pequeños privilegios que fortalecerían las relaciones.

Podríamos estar horas y horas, y cientos de páginas, formando tratados y códigos de relaciones públicas y etiqueta entre humanos y otras criaturas, pero ahora enfoquémonos en nuestros vampiros. A cambio de que se les de cierta libertad en términos de caza, de tierras, y de acciones, ellos nos ayudarían con algunas labores pesadas. Hablando concretamente de los recientes desastres naturales (yo he visto que los más recurrentes han sido lluvias y por lo tanto inundaciones, y sismos), sirven mucho quienes no corren peligro de ahogarse, quienes pueden hacer labores pesadas como cargar sin que su integridad física se arriesgue, y quienes cuentan con sentidos afinadísimos para detectar tanto nuevos peligros como gente que se encuentre atrapada y que se pueda rescatar. No menos importante es el hecho de que no se cansan tan fácilmente ni de la misma forma que los humanos, o que situaciones que indudablemente matarían al instante a uno de nosotros, para ellos son del todo irrelevantes.

Bien podría decirse que, si lo que queremos es artillería pesada que nos ayude, basta con utilizar máquinas, pero esto es un grave error. Una máquina no puede escuchar, no puede pensar en la mejor forma de hacer algo, o en el camino más fácil, y por muy eficiente o poderosa que sea una máquina dependerá siempre del manejo humano para funcionar. No sólo eso; una máquina es incapaz de comprender los sentimientos de una persona, y por lo tanto de sensibilizarse ante las emergencias. Es sobre todo por eso que sería tan positivo trabajar con gente como nuestros vampiros.

Ojalá en verdad pudiera darse todo esto y no quedase sólo en hipótesis y conjeturas. Pero por el momento es lo único que tenemos. Sólo nos queda esperar lo mejor, y arreglárnoslas dentro de nuestra sencilla humanidad. Sin embargo no hay que desanimarse; hay mucho que podemos hacer.

No dejen de expresar sus quejas, sugerencias, opiniones, comentarios. Mientras tanto cuídense mucho, sean felices, y hasta el próximo Twilight Tuesday.

XOXO

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