Hola. Hace mucho tiempo que no actualizo, ya que di por hecho que esta historia había llegado a su fin. Sin embargo, jamás sentí que había concluido de la manera correcta ésta historia, por lo que si me dejas, me encantaría poder adherir un epílogo que, por fin, de por finalizado mi labor. Muchas Gracias :D
Epílogo Vueltas Inevitables.
Cerrando puertas y abriendo ventanas.
No había día que no pensase en mi pequeño. En aquel pequeño bulto rosa que jamás llegó a mis brazos. No pasaba un sólo segundo sin que por mi mente pasase aquella imagen que mi cerebro había creado para torturarme. ¿Cómo habría llegado a ser mi hijo si lo hubiesen dejado vivir? ¿Cómo hubiese sido mi vida si no la hubiesen destruido de esa manera? ¿Hubiese sido feliz? Ya nada de eso importaba, por que él ya no estaba.
-¿Bella? ¿Estás bien?- Preguntó Edward entrando a la habitación. Nos habíamos mudado juntos, a pedido de Edward. No encontré ningún motivo por el cual no aceptar su oferta, por lo que tomé mis maletas y comencé una vida nueva.
-Debo hablar contigo, Edward.- Lo miré a los ojos, uniéndolos con un vínculo que iba más allá que el simple hecho de unir nuestras miradas. Sentí como si nuestras almas se conectaras, contándonos unos a otros todos nuestros secretos.
-¿Estás preparada?- Edward supo desde que me miró a los ojos la primera vez que tenía problemas. Problemas serios. Pero nunca le importó. Siempre estuvo a mi lado, siendo el apoyo que siempre necesité.
-Sabes que no. Jamás lo estaré. Jamás lo aceptaré. Pero si vamos a compartir nuestras vidas de esta manera necesitas conoces a fondo que tan profundas son mis heridas.- Le dije mirándolo con nostalgia. Como desearía que mi vida hubiese sido distinta. No me importaría vivir una vida entera con él a mi lado.
-Para así poder sanarlas, ¿No?- Dijo el completando mi oración con una sonrisa. Era imposible no dejarse contagiar por su alegría cuando te miraba de esa manera tan adorable. Siempre me miraba como si fuese su cumpleaños. Y por eso lo amaba.
-Supongo, si le quieres llamar así. Ahora basta de juegos. Ven aquí.- Dije alzando una mano para se sentase a mi lado. En un pestañeo ya estaba a mi lado, mirándome como si no hubiese nada más bello en el mundo. Estábamos sentados en el gran prado, al cual siempre recurríamos en momentos de necesidad. Para cuando necesitábamos sentirnos más unidos que de costumbre. Éste siempre había sido un sitio idóneo para abrirme.
Edward me tomó las manos, infundiéndome ánimos. Él no entendía que el mero hecho de tenerlo enfrente me daba la sensación de poder enfrentarme al mundo entero. Él era el aire que necesitaba para respirar, ya que el mío propio se me ha sido quitado.
-Hubo una vez una chica- Dije como si estuviese contando un cuento.- Llena de ilusiones y esperanzas. Creía que tenía el mundo por delante. Que la vida era alegre y feliz. Un sitio en donde las cosas malas solo le ocurrían a otro. Pero como toda historia y vida real, llega un momento en el que la fantasía se lleva la inocencia de esa chica dejándola desamparada frente a la cruda y triste realidad. Esa chica en especial, no tiene en realidad nada de especial. Miles de chicas padecen, padecieron o padecerán su misma situación. Y es inevitable. Ella tenía 16 y conoció un chico. Se enamoró y estuvo feliz con ello. El chico era lindo y tenía 23 años, toda una novedad. En la escuela había un revuelo, y todos la idolatraban por ser tan atrevida. Y ella era feliz. Al pasar los años ella continuaba con el mismo chico intentando comprender el porqué su chico estaba actuando de una manera rara. Pero como toda chica que vive en su propia burbuja, no le dio importancia y se fue a vivir con él. Ya a los 19 años de edad las cosas empezaron a complicarse. El chico no la dejaba salir de casa, ella ya no veía a sus amigas. La chica se volvió una antisocial que casi no hablaba. El chico se aprovechaba de ella, pero ella no le daba importancia; él estaba en todo su derecho. Las cosas se iban cada vez más lejos, pero eso a ella no le importaba; ella estaba enamorada. El chico ya no la quería, de ella estaba aburrida. Él ya no trabajaba y se quedaba todo el día en casa. Ella trabajaba todo el día tratando de pagar las cuentas de la casa. Al llegar, su novio siempre le reclamaba, todo el tiempo con escenas de celos. Ella se decía que eso la debería hacer feliz, así demostraba que la quería. Él estaba siempre borracho, era agresivo y siempre demandante. Ella lo idolatraba, era su sirvienta y ¿Porqué no? también su múcama. Él la despreciaba, ni siquiera la toleraba. De ella abusaba pero de eso ella ni cuenta se daba. La violaba y le pegaba pero ella fingía no enterarse. Pero hubo un día, un día en especial, al cual ella no pudo engañar. Se dio cuenta de que su vida era una mierda, de que su novio la violaba, de que continuamente la golpeaban, de que ni su vida valoraba. Y ese día ella tuvo la inteligencia de huir.- Me frené. Tenía un nudo tan grande en la garganta que se me hacía imposible respirar. Ojalá allí terminase toda la historia. Ojalá el chico hubiese dejado en paz a aquella chica. Ojalá...
-¿Bella?- Edward le apretó la mano, intentando hacerse notar entre aquella nube de nostalgia. Tenía los ojos hinchados y rojos, la respiración agitada y la mirada llena de tormento. Le acaricié la mejilla, como siempre que intentaba consolarlo.
-¿Si Edward?- Dije con dulzura. La vos me salió ronca y áspera. La garganta me quemaba. Ojalá la historia terminara allí...
-La historia no termina allí, ¿No es así?- Lo miré con lágrimas en los ojos. ¿Cómo decirle que era mejor para él no escuchar el resto de la historia? ¿Cómo decirle que era mejor abstenerse a la curiosidad y dejar que el dolor me lo guarde todo para mi? ¿Cómo negarme a decírselo cuando me miraba de esa manera? ¿Cómo dejarlo, sabiendo que era un daño para él, cuando lo amaba tanto? ¿Cuando era el soporte que me mantenía con vida? Ojalá nunca hubiese despertado...
-No, Edward. La historia... no termina ahí.- Dije, vencida, en un susurro. - ¿Quieres escuchar el final?- Pregunté dándole la oportunidad de echarse atrás.
- Mientras eso te ayude, siempre.- Lo miré, intentando descifrar si era correcto meterlo en tanto lío. Antes de que siquiera hubiese decidido contárselo o no, me encontré a mi misma relatando con dificultad...
-Esa chica huyó de aquel chico, intentando rehacer la vida que habían destruido. Se fue a vivir con su mejor amiga. La cual siempre le advirtió que su relación no era sana. Un par de meses después ella se dio cuenta de que estaba embarazada.- No pude evitar el estruendoso sollozo que salió de mi garganta al revivir una historia que jamás había contado. Edward me abrazó y me atrajo hacia así, evitando de esa manera que viera su rostro. Colocó mi espalda junto a su pecho con mi cabeza bajo su cuello. Me sentí segura y pequeña. Y no tan indefinidamente sola. Me acarició el cabello una y otra vez, intentando así tranquilizar mi atolondrado y amedrentado corazón. Tomé un profundo respiro y me dije que tenía que proceder en algún momento. Cuanto antes comenzase antes terminará. - El médico le indicó 3 meses de gestación. La panza ya se le notaba y por una vez desde que el chico apareció en la historia, fue realmente feliz. Más de lo que te pudieras llegar a imaginar.- Dije la última oración en un susurro casi inaudible, sin embargo, supe que Edward me había escuchado. Me abrazó más fuerte.- Ella vivió cada uno de los días de su embarazo planificando arduamente cómo sería la bienvenida que recibiría su primerizo. Basó su vida en lo que su hijo pudiera llegar a necesitar, y más. Sus días no eran más que para él y su barriga crecía día a día. Cuando ya llevaba 7 meses y medio de embarazo el chico se presentó en su casa. Casa que había comprado luego de decidir que ya había molestado lo suficiente a su hermana del alma. El chico vio su embarazo... el chico no era tonto...- Dije en un susurro incontenible. Veía la imagen tan claramente que dolía como la primera vez. Sentía como el pecho se me convulsionaba continuamente tras los espasmos del inevitable llanto que me corroía. La nostalgia de la cual había sido parte toda mi vida se hacía presente ahora, mucho más insistente. Edward me abrazo fuerte, llorando en silencio. Me acariciaba los brazos y me susurraba palabras de aliento que no entendía. Supe que tenía que seguir; no podía derrumbarme antes de terminar. No soportaría el tener que comenzar de nuevo.- El chico le reclamó su partida y la acusó de algún engaño. El chico la golpeó y la zarandeó como hace mucho no hacía. El chico la volvió a violar, reclamándola como suya. Frustrado por la poca recepción que recibía de la chica, el chico la tomó en brazos dificultosamente y la llevó a algún coche. La chica lucho por la vida de su primogénito tanto como pudo, pero tal hecho no fue suficiente. Nada de lo que hizo fue suficiente. El chico la durmió y la llevo a su auto con ella inconsciente. Cuando la chica abrió los ojos sólo había una luz que iluminaba toda la sala desde arriba. La chica sintió como amenazaban a una enfermera de corta edad. Cómo la enfermera asentía temerosa y cómo minutos después ésta estaba inyectándole algo en el brazo derecho para luego proseguir con una inyección en la panza. La chica no podía gritar, no podía ni moverse. La desesperación la hizo perder la conciencia muchas veces para que luego el dolor la traiga de vuelta a la vida. Vio con sus propios ojos, o puede hasta que se lo haya imaginado, como le quitaban a su hijo prematuro de su vientre. Como se lo arrebataban sin ningún tipo de consideración o pudor. Vio como se lo llevaban lejos de ella, embadurnado en sangre y dolor. Su hijo ni siquiera lloró. Porque su hijo ya estaba muerto.- Tan aterrada estaba con lo que había relatado que se quedó unos minutos intentando procesar lo que sus propias palabras habías dicho. Miró a los ojos a Edward intentando escaparse de lo que sabía que ya había pasado. Intentando hacerle saber de que la chica de la cual estaba hablando no era ella. Qué su hijo seguía vivo y que estaba feliz. Qué ella lo cuidaba. De que se amaban. Pero no pudo. Y justo antes de derrumbarse en un llanto desgarrador pronunció- Esa chica se llamaba Issabella.
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POV EDWARD
La abracé, intentando ofrecerle todo el consuelo que era capaz de profesar. Y me costó tanto reprimir los deseos de desear que jamás me haya contado nada. ¿Cómo podía ser tan egoísta de dejar que ella cargara con todo esto sola?
Pasamos mucho tiempo acostados en nuestro prado privado, abrazados unos a otros, sin intercambiar siquiera una mirada. Tanto tiempo en silencio que comencé a preocuparme.
-Bella- Susurré para llamar su atención. Ella giró su cuerpo para quedar en frente mío para así poder mirarnos fijamente. Sus ojos reflejaban tristeza, tormento, nostalgia y preocupación. Siempre había sabido leer perfectamente cada una de sus emociones. Esa era una de esas razones por las cuales nos compenetrábamos tan bien. - Ya se que te duele. No lo pongo en objeción. Pero creo que es hora de que te des una oportunidad para vivir y ser feliz.
-¿Yo lo merezco y el no? Bran merecía cada pequeña y gran cosa buena que existe en este mundo. Sin embargo, ni siquiera lo dejaron venir al mundo vivo.- Dijo ella denotando la desesperación que sentía por dentro. ¿Bran? El asunto de que tuviese nombre lo volvía todo mucho peor, si es que se podía.
-Él lo podrá merecer más que nadie, mi amor, pero él no tuvo la oportunidad ni la fortaleza que se necesitaba para...-
-¡Yo debía ser esa fortaleza! ¡Su Madre! ¡Ni siquiera llevaba 8 meses de gestación, maldita sea! ¡Se supone que yo debo brindarle esa oportunidad de la cual tu hablas tanto!- Dijo totalmente sobrepasada por la desesperación. Supe en ese instante que nada haría que cambie de idea. Siempre se consideraría la responsable de no haber podido traer con vida al hijo que llevó en su vientre durante meses. Lo único que podía hacer yo era cuidarla y lentamente intentar conducirla a la idea de que no fue su culpa el hecho de que existieran personas tan míseras y despreciables como el padre de su hijo.
Me limité a abrazarla mientras sus convulsiones hacían que se me moviese todo el pecho. Lloró durante muchas horas pero finalmente pude sentir como su pecho se iba ralentizando hasta poder estar en calma nuevamente.
-Bella, no me importa todo lo que ha pasado. Se que es difícil, pero jamás llegaré a entender del todo la situación porque no me puedo dar por aludido cuando no me pasó a mi. No se como se siente, ni se como tratarlo por lo que te pido, por favor, que me permitas cuidarte. Y si tu quieres, algún día, podamos traer al mundo a un hermano de Bran.- Dije lo último con toda la suavidad de la que fui capaz. Inmediatamente, sentí como el pecho se le volvía a convulsionar, y en ese mismo instante me lamenté por apurarla a procesar tanta información en un solo segundo.
-Jamás podré ser una buena madre. No lo fui para Bran, no lo seré para nadie más. - Dijo dificultosamente. Sabía que esto le afectaba demasiado. Por alguna razón, el hecho de tener otro hijo la estaba atormentando más que nada. Lo veía en sus ojos al hablar del tema. Le costaba respirar y se oprimía el pecho y el estómago como si le doliesen.
-Lo serás. Serías la mejor madre que cualquier hijo pudiese desear. Y yo te ayudaré. Y todo a su debido tiempo. No tiene por que ser ya, podemos esperar un tiempo...- Dije intentando tranquilizarla.-
-¿Con 'un tiempo' te refieres a 7 meses?- Tartamudeó con el labio temblando. Tardé alrededor de un minuto en llegar a ka conclusión de que...
-¿Qué?- Aún no podía creérmelo. Era tan... extraordinario. Ella se limitó a asentir y a cerrar los ojos. No pude evitar sentir una felicidad inmensa y con mucho cuidado y entusiasmo la tome entre mis brazos y levantándonos, empecé a girarnos con mucha emoción.
-Te amo, te juro que te amo.- Le dije sin aliento una vez que detuve nuestros cuerpos. Ella solo me sonrió con amor pero yo aún veía en sus ojos la tristeza que la reciente conversación le había dejado.-Y juntos lo amaremos a él también.- Susurré.
-O ella.- Repuso ella con una sonrisa.-
-O ella.- Repetí con otra más grande.
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A Little While Later. /Un Tiempo Después.
-Feliz cumpleaños, mi amor.- Le dije a mi pequeña Dany. Hoy cumplía sus cortos 2 años de edad y ya todos la adoraban y era tan imprescindible como si de ella hubiesen dependido todas las vidas que se encontraban en esta habitación en este momento.
-Mami, ¿tegalo? ¿Tonte etá?- Sonreí con muchas ganas al escucharla. Últimamente se estaba equivocando mucho con la t, la usaba todo el tiempo.
-Donde está el regalo.- Repetí para que entendiera. Ella me miró como si estuviese loca. Reí con fuerza.
-Valla valla. Parece que la niña del cumpleaños tiene todo un festón. ¿De que se ríen ustedes? ¿Eh?- Preguntó mi marido con una sonrisa. Se la devolví.
-De que mi hija piensa que estoy loca.- Sonreí y el me regaló una mucho más grande.-
-Es que lo estas. Suerte que te has dado cuenta tan temprano, Dany. Yo cuando me enteré ya me estaba casando. Que mala suerte, ¿No crees?- Le pegué en el hombro de manera juguetona mientras me reía estruendosamente. Edward también se reía y por el simple hecho de vernos a nosotros reír Dany se rió con nosotros también.
-Haciendo fiesta sin nosotros, eh. Ya verá usted.- Dijo Emmett al escucharnos reír. Tomó a Daenerys de mis brazos y empezó a jugar con ella haciendo de cuenta que era un avión. Escuchar a Dany reír era toda una maravilla.
-¿Estás bien?- Preguntó Edward mientras me abrazaba por la cintura. Sabía porqué me lo preguntaba y el hecho de que se acordara mejoró mucho mi humor. Al menos no era la única que se acordaba de él.
-Se que él está bien, por lo que yo estoy bien- Le sonreí para tranquilizarlo.
Daenerys Cullen había nacido el mismo día que mi primogénito Brandon Swan había nacido y muerto. Los médicos lo atribuyen al hecho de que ese día andaba con mucho estrés acumulado y que siendo así incité, involuntariamente, al bebé para que nazca. De más está decir que ya estaba pronosticado que nacería el 10 de Septiembre.
-Me alegro- Sonrió Edward mientras me abrazaba.
-¡Ey! ¿Ustedes no vienen?- Giré mi rostro para ver como la casa se había vaciado. ¿Qué demonios? Alice nos miraba desde la puerta con su gigante barriga. Se ve que se estaba yendo cuando nos vio.
-¿De qué hablas?¿Donde se fueron todos? ¿Y Dany?- Pregunté confundida. Alice soltó una estruendosa carcajada.
-Chicos, se ve que no están en su día.- Sol+o otra carcajada. No se que había con los embarazos de Alice, pero desde que se le empezó a notar la panza no dejaba de reírse y estar de buen humor para luego cambiar en un segundo y querer matar a todo el mundo. Le sonreí aún confundida.
-Vamos Alice, déjate de bromas- La reprendió Edward con otra sonrisa en sus labios. Había algo en la mirada de Alice cuando nos miraba juntos que me hacía sonreír. Cómo si supiese algo que nosotros no. Recuerdo el día siguiente al que le conté a Edward que estaba embarazada.
-¡Estás embarazada!- Exclamó Alice dejando a todos en la habitación con la boca abierta. A mi por sobre todos. Vino corriendo con una radiante sonrisa en los labios. ¿Cómo demonios lo había sabido?
-Alice ¿Cómo...- No me dejó terminar y empezó a dar saltitos con migo abrazada.
-¡Ay Bella, ni lo preguntes! ¡Es tan obvio! ¡Lo se como hace un mes! Es que estaba esperando que se lo digas a Edward. Ya sabes, no quería arruinar el momento emotivo y todo eso.- Dijo rodando los ojos. Yo aún continuaba estática en mi lugar sin poder creermelo.
-Alice, hace un mes ni yo lo sabía.- Dije con los ojos abiertos como platos.
-¡Es que sabía que ibas a estar embarazada como hace 5 meses! ¡Por Dios, Edward! ¡Sí que te has tardado!- Edward se sonrojó y todos en la habitación soltaron una estruendosa carcajada. Yo aún no salía de mi asombro... ¿5 meses? ¿Mi mejor amiga era una psicótica? Dios santo....
-Ya déjalo, Bella. No tiene sentido intentar entenderlo. Jamás lo harás.- Me dijo Jasper poniéndome una mano en el hombro y guiñándome un ojo en señal de apoyo.
-Ya ya, tampoco es tan complicado.- Dijo Edward jalando de mi cuerpo para que quede pegado al suyo. Todos volvieron a reír.
-No te preocupes, Edward. Antes de que Jasper haga algo ya estaría sin huevos.- Todos volvieron a reír menos Jasper que la miraba horrorizado.
-Ya, Alice. Estás muy loca. ¿Lo sabías? Por Dios, das miedo.- Ella rió por mi comentario.
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Alice se me quedó mirando con el ceño fruncido.
-¿Qué? ¿Estoy embarazada, Alice?- Pregunté en broma. Ella no sonrió.
-Depende.- Dijo dejándome en blanco.- Vamos a ir al parque. Si no se apuran se irán sin ustedes.- Dijo en voz cantarina como si nada hubiese pasado, mientras se daba la vuelta tomando la mano de Jasper que recién había vuelto a buscarla.
-Por Dios- Dije con una sonrisa. Solté una estruendosa carcajada al percatarme de lo rara que había resultado esta escena. Me giré para observar a Edward. Éste tenía un brillo en la mirada y no dejaba de mirarme. Me tomó de la cintura y me besó como solo me besa cuando estamos en privado.
-Vamos tortolitos, que nos queremos ir de una vez. Cuando lleguen a casa se dedican a hacer más bebés, ¡Aquí no!- Gritó Alice. Nos separamos inmediatamente y la buscamos con la mirada, pero no estaba.
-Sinceramente, no se como es que no me di cuenta antes que esta chica estaba loca. Debe haber hecho algún pacto con el diablo o algo así.- Dije con el ceño fruncido mientras Edward y yo nos encaminábamos de la mano hacia la puerta. Edward soltó una estruendosa carcajada.
-¡Te he oído, Bella! ¡Ya verás como el diablo y yo te robamos a el bebé cuando nazca!- Edward y yo volvimos a reír.
-Estarás loca...- Murmuré para que no me escuche-
-¡Bella! ¡Deja de difamarme y ven aquí!- Riéndonos a puro pulmón llegamos a los autos para ir al parque para así poder festejar el cumpleaños de mis dos primeros hijos. /265
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Bueno, ahora si terminó. Espero que les haya gustado :D Me gustaría saber cual fue su capítulo preferido, siempre me lo pregunté xD Ahora si la historia tiene un cierre, antes era como si faltase algo. Espero que se hayan reído con Alice, porque yo sí lo hice :D Nos leeremos otro día! Muchos besos, Jazmín-
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Epilogo: Vueltas Inevitables
Por DiarioTwilight
Publicado a las 1:11 p. m.
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Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
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