Twilight Tuesday - 10 cosas mejores que 50 Shades of Grey.

Queridos, bienamados, siempre preciosos, se les saluda con cariño sin igual.

Qué cosa tan triste lo de James Gandolfini. Les juro que cuando leí la noticia pensé que era la clásica tendencia internauta de matar gente, sólo para que luego dichas personas tuvieran que salir a desmentir su fallecimiento. Desgraciadamente éste no fue el caso y hemos perdido a Tony Soprano. Que descanse en paz, y arriba Welcome to the Rileys.

En otros temas, como quizá algunos de ustedes ya saben, 50 Shades of Grey jamás ha entrado  en mi lista de libros favoritos. Si bien admito que la literatura porno tiene su público y no es mala per se, sí me parece que esta publicación demerita a otras cuyo contenido, aunque sea igual de fuerte en cuanto a contenido sexual, es infinitamente superior en el terreno literario: redacción, estilo, lenguaje, etc. Tampoco he logrado reconciliarme con que de todos los fanfics grandiosos que existen de Twilight hayan decidido publicar precisamente ése, de tan dudosa calidad literaria. Es por eso que hoy les presento diez elementos mejores que 50 Shades of Grey. Ya sean libros, películas, fanfics  o hasta canciones, estas narraciones contienen iguales cantidades de sensualidad, erotismo, pero, lo más importante, calidad:

10. Como Agua Para Chocolate- Sin una sola escena de sexo explícito, esta novela de Laura Esquivel se ha posicionado como una de las obras más sensuales de la literatura mexicana, sin que por ello deje de ser una historia infinitamente tierna. Es el relato de un amor prohibido El corazón de su erotismo es la comida, y el inmenso poder de seducción que puede lograrse a través de ella, la manera en que unas codornices en pétalos de rosa pueden inflamar el espíritu hasta límites insospechados. Es quizá la forma en que mucho queda a la imaginación del lector lo que le da su encanto a este libro de recetas y pasiones, pues nos da la mezcla justa de detalles y fantasía. Pueden leer la novela, y también está una excelente adaptación cinematográfica. ¡Buen provecho!

 

9. Infuriatingly Hot, por Lovin In The Oven Contest- Si es fanfiction lo que buscan, acérquense a éste. Es un one-shot de Alice y Jasper, quienes asumen las posiciones de jefe de cocina en un restaurante y su nueva experta en repostería, a quien no puede ver ni en pintura. Después tomarán otras posiciones, pero ésas mejor descúbranlas ustedes mismos ;-). Este fanfic tiene de todo: humor, sexo, romance, gastronomía (una vez más la fuerza invencible de la alimentación), y hasta una moraleja de calidad humana. Definitivamente la mejor opción para quien busca el paquete completo de entretenimiento.

8. Wakey Wakey, por Marx810- Otro fanfic. Una vez más tenemos de protagonista a Alice, pero ahora con nuestro pequeño Jacob, para quien Alice encuentra una efectiva aunque poco ortodoxa manera de aliviar los dolores de cabeza. Otra historia que no contiene únicamente detalles picantes, sino que tiene la capacidad de arrancar soberbias carcajadas gracias al humor involuntario de sus protagonistas. De contenido explícito, pero verosímil, y escenas en las que no sabes si reírte o sonrojarte. Por desgracia no se actualiza un nuevo capítulo desde 2010, pero les aseguro que los dos que hay hasta el momento no los dejarán decepcionados. Hagan presión, y capaz que convencemos a la mente responsable de que nos obsequie nuevas aventuras.

7. Dragonette- Esta banda de electro pop canadiense tiene la sartén por el mango. Sus canciones son irreverentes, rebeldes, y un tanto descaradas, pero justamente ahí reside su encanto. Escasas son las canciones de este grupo que no han causado polémica por sus letras que suelen cruzar la frontera de lo social y moralmente aceptado. Dragonette no se anda con rodeos para hablar de relaciones prohibidas, de seducciones al más puro estilo Lolita, ni para ambientar uno de sus videos (Jesus Doesn’t Love Me) con una recreación de la Última Cena, que termina por convertirse en una bacanal de excesos y desenfreno. Si de pecar se trata, de una vez hay que pecar con ritmo; hay que pecar con Dragonette.

6. Hércules- Sí, tenemos aquí una película de Disney. Permítanme explicar. Si bien para 99.99% de la población cintas como ésta son pilar de su infancia y por  lo tanto de su inocencia (yo también entro en este feliz porcentaje), conforme vamos creciendo nos percatamos de detallitos antes inadvertidos, que no son tan ingenuos como pensábamos. Tras una repetición sistemática de Hércules en estas jornadas de ocio vacacional (nunca nada como el día que vi Pocahontas ocho veces seguidas, pero casi) me he encontrado con varias situaciones no precisamente aptas para el público infantil. Sin embargo, para los propósitos de esta lista esas condiciones son ideales. No les adelanto qué se pueden encontrar la próxima vez que vean esta película con cuidado, pero mantengan los ojos bien abiertos y recuerden que algunos contratos pueden ser más extensos de lo que pensamos.

 

5. CATS- erróneamente se ha hecho pensar que este musical de Andrew Lloyd Webber es perfecto para niños. Nada más alejado de la verdad. Fiel representante de la naturaleza felina, esta obra es provocativa, sugerente, pícara. Ni remotamente es infantil o children-friendly en modo alguno: sus letras, sus representaciones, pero más que nada las coreografías de Gillian Lynne, transforman a CATS en un montaje para mayores de 18 años.  Afortunadamente todos podemos gozar de esta obra gracias a su versión filmada, que pueden encontrar en DVD, o Internet para los ahorradores. Imperdibles son el Jellicle Ball y la grandiosa Macavity, que encuentran a continuación:

4. Feeling Good (versión Muse)- Aunque su versión original data de 1964 (creada para el musical “The Roar of the Greasepaint – The Smell of the Crowd) no cabe duda de que si hablamos de Feeling Good hablamos de Muse. El cover de la banda inglesa fue elegido en 2010 como el mejor de la historia, gracias a la votación de más de 15mil personas en NME. Si bien ni la letra ni la temática son precisamente eróticas, es innegable la carga sensual que la música produce. El efecto, sobre todo cuando añadimos el video dirigido por David Slade, puede llegar a ser un tanto perturbador, pero es de esta sensualidad insinuada y arriesgada que en la mayoría de los casos llega a ser mil veces mejor.

3. El Bolero de Ravel- ¿Y cómo es que otra pieza musical llega a este conteo? El Bolero es probablemente la obra más erótica jamás compuesta. Desde el momento en que la bailarina Ida Rubinstein pidió la composición de esta obra al célebre Maurice Ravel, el destino de este Bolero quedó sellado como el clímax por excelencia. Tiene la doble maravilla de que puede hechizar por sí solo o con la coreografía marcada por Maurice Béjart; de ambas formas es irresistible. El Bolero cuenta la historia de una mujer que baila en una taberna, y, mientras el tiempo y arreglo de la melodía van creciendo en intensidad, los hombres que la observan van apasionándose, hasta que al llegar a la cúspide de la orquesta los hombres se desatan. A pesar de que originalmente sería una pieza interpretada por una mujer, el Bolero es igualmente seductor cuando quien la baila es un hombre; se trata de una pieza universalmente sensual. Aquí un fragmento con la gran Diana Vishneva:

2. Drácula- el vampiro por excelencia. La versión de 1992 a cargo de Francis Ford Coppola es exquisitamente fiel y sugerente. Lo grandioso de esta adaptación es lo bien que logra hacer que el público encuentre el erotismo en la temática de la muerte, la sangre, y la perdición. Esto es una prueba del paso exitoso entre libro y película, pero además hay toques todavía más provocativos, con más carga sexual, que aparecen concretamente en esta versión, la de Coppola, y que le añaden un sabor muy especial a esta historia que, más allá del terror, de los vampiros, de la oscuridad, es principalmente una historia de amor.

1. Game of Thrones- Ganador absoluto. En este caso particular se recomienda la serie más que los libros, debido a que HBO verdaderamente ha sabido explotar el concepto de sexualidad y sensualidad al máximo. Entre las varias reseñas que se han hecho de esta producción encontré un comentario que decía que no es episodio de Game of Thrones sin al menos un muerto y una mujer desnuda. Y pese a la fuerte carga sexual, el show no cae en el porno vulgar o los desnudos de mal gusto, sino que provee tomas cuidadas y enteramente verosímiles, basando en ello su encanto. Game of Thrones nos ha obsequiado las escenas de sexo más excitantes, emocionantes, divertidas, e incómodas que puedan imaginarse (como cualquiera que haya visto a Melisandre en acción puede dar fe).

[caption id="" align="aligncenter" width="221"] Melisandre sabe cosas. Muchas cosas. Y viene a poner tu mundo de cabeza.[/caption]

 

Como podrán apreciar, aquí hay para todos los gustos: cosas muy explícitas y cosas que dejan más a la imaginación; literatura, cine o música; series, fanfics, o musicales. Sea cual sea su preferencia en esto de la sensualidad y la sexualidad, alguna de estas diez opciones podrá satisfacerlos, y además dejarles el buen sabor de boca que sólo algo hecho con amor, calidad y buen gusto puede lograr. Les deseo la mejor de las suertes en estos descubrimientos. Mientras tanto cuídense mucho, sean felices, y hasta el próximo Twilight Tuesday.

XOXO

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Recomendación de la Semana

A Chorus Line

Aquí la película de 1985 más que el montaje de Broadway. Cientos de bailarines acuden a la audición del próximo musical a estrenarse en esta famosa calle de Nueva York. Cuando sólo quedan un puñado de sobrevivientes descubren que el director de la puesta, un temible y brillante Michael Douglas, tiene en mente un tipo de audición muy distinto al que esperaban, en el que tendrán que lidiar con todos sus demonios internos y probar que son tan fuertes como personas que como artistas. Al mismo tiempo este director tiene sus propias crisis, que detonan cuando Cassie, la mujer que ama y que lo abandonó hace tiempo, se presenta para audicionar. Un excelente musical con canciones y coreografías de primer nivel, con humor, carisma, energía, y todo el encanto del mundo. No hay forma de acabar de verlo sin una sonrisa.