Twilight Tuesday - Robert Pattinson

[caption id="" align="aligncenter" width="209"] Water for Elephants es una de sus grandes películas. Aquí en la premiere de Berlín.[/caption]

¡Amadísimos! ¡Hola! ¿Cómo les va?

Ayer celebramos el cumpleaños de nuestro queridísimo Robert. Fue una celebración que se extendió  bastante, ya que inició desde la madrugada de Londres, es decir, desde el 12 en la tarde noche. La celebración fue al más puro estilo Robsten, privadísima, aunque no dudamos que los regalos hayan sido muy, muy buenos.

Y es por eso que hoy, por el 27 aniversario de la llegada de don Robert Thomas Pattinson a este mundo, hablaremos de él. ¿Qué se puede decir de Robert que no se haya dicho ya en todos estos años? La  fuente de fantasía e inspiración de millones alrededor del mundo, el papá de Bear, Bearnie y el futuro Golden Child, nuestra queridísima Claudia.

Como quizá es el caso de muchos de nosotros, mi primer acercamiento al trabajo de Robert fue Cedric Diggory. En ese momento recuerdo que el personaje me conmovía mucho, una más de las víctimas inocentes de esta historia, una más de las tantísimas muertes en vano. También me divertía pensar en la envida que seguramente Daniel le tenía a aquel chico tan apuesto. Me atrajo desde antes de que fuese siquiera elegido como Edward, pero eso sí, no habrá nunca reacción histérica comparable a la primera vez que vi Harry Potter and the Goblet of Fire tras haber visto Twilight.

Robert y yo compartimos signo zodiacal: somos Tauro, los guapos del horóscopo. Pero él resultó ser de los atípicos, de los delgados y rubios, de los de piel clara. Robert es uno de esos milagros genéticos donde se junta lo mejor de cada padre, abuelo, y ancestro milenario para producir un ser con tanto estilo y encanto natural. ¿Para qué andarnos con rodeos? Robert es guapísimo. Punto.

[caption id="" align="aligncenter" width="198"] Tuxedo Robert siempre será la opción[/caption]

Soy de esa diminuta minoría (¿existe siquiera?) que lo prefiere con ropa. Y es  que tras ver su desnudo en Little Ashes descubrí que mi versión favorita de Robert es con traje, con tuxedo. Él es un poco como su mujer, pues aunque ambos lucen guapísimos en fachas (ciertamente ningún mortal conseguiría sacar adelante esos outfits) su auténtico momento de gloria viene en las alfombras rojas, cuando se pulen y lucen alguna prenda exclusiva. Robert ha madurado en estos años, y qué bien le sienta. Todavía en New Moon se veía un tanto jovencito, pequeño, pero ahora es todo un hombre de 27 años, hasta acercándose peligrosamente a la treintena, y de verdad que comprobamos que Robert es como los buenos vinos, conforme pasa el tiempo se pone mejor.

Tiene una filmografía bastante extensa y variada, que ha permitido apreciar todas sus capacidades histriónicas. La verdad, mi preferida hasta ahora es Little Ashes, donde nos agasajó con una gloriosa interpretación de Salvador Dalí. La manera en que imprimió los toques de locura, irreverencia y sexualidad a su interpretación del pintor es absolutamente gloriosa, es un verdadero privilegio. Tuvo en sus manos una oportunidad maravillosa y la supo aprovechar bien. Otra película en la que destaca es sin duda Remember Me, donde el desafío incluía la narración de un episodio dolorosísimo para la historia estadounidense. Originalmente la idea del director era utilizar sólo actores de ese país, pero terminó por tener como protagonistas a un británico y una australiana, con resultados inmejorables. Con Cosmopolis aún intento reconciliarme, pero mientras tanto estas dos producciones no dejan nada qué desear.

[caption id="" align="aligncenter" width="180"] Exquisita desfachatez de Robert en Little Ashes[/caption]

Robert es un dechado de cosas bonitas: atractivo físico, talento, carisma. Y bueno, todos sabemos de la existencia de Robsten. Qué pena por los herejes que dudan de ello y se dedican a esparcir veneno por doquier; aún más lastimeros quienes juran su eterno amor por Robert y al mismo tiempo desean que su relación fracase. Aún si eso pasara, él no se casará con ustedes, así que supérenlo. Retomando, pues, es maravilloso que haya surgido algo tan hermoso dentro de una historia que nos ha hecho tan felices, y mejor aún, algo que hemos visto que los hace tan felices a ellos. Definitivamente Robert luce muy contento, a gusto, satisfecho, cada vez que sale a pasear con su enamorada. Se han hecho de una red de amistades igual de hipsters que ellos, con quienes salen a conciertos, restaurantes, etc. Ésa es la cosa más bonita de Robert: su aura de alegría, amor, y buena vibra, siempre resaltada cuando Kristen está cerca.

Ahora bien, un punto delicado: sé que nos encanta ver avistamientos, ver candids, y fotos de Robert en algún momento de su vida personal; sin embargo, creo que si en verdad lo queremos tanto como decimos a menudo, lo mejor es no dar rating o alas a ningún tipo de paparazzo sin el más mínimo sentido de la ética profesional. Estrictamente hablando, esta gente vive de vender a Robert (y a otros artistas, por supuesto) al mejor postor. No caigamos en su juego, y menos en contradicciones: si ya sabemos que, por ejemplo, Us Weekly carece de toda moral periodística, no vayamos cual perritos falderos a comprares sus publicaciones sólo porque ponen una fotito de Robert de hace cinco años. Si ya sabemos que Hollywood Life, a veces MTV, etc., no nos ven más que como máquinas de dinero y rating, ¿por qué seguimos haciendo lo que ellos dicen, comprando lo que ellos venden, viendo y leyendo las mentiras que producen? Todo esto viene al caso porque de verdad haríamos bien en tratar de dar mayor importancia a la tranquilidad de Robert que a nuestros propios instintos de fangirls.

[caption id="" align="aligncenter" width="373"] Una sola cosa se vale: Edwin Cullon. Edwin Cullon SIEMPRE se vale. Epiquísimo.[/caption]

Debo admitir, eso sí, que en todo caso mi lealtad está con Kristen.  Admiro mucho y agradezco de Robert la manera en que se ha comportado con ella, desde apoyarla en aquella nefasta crisis de agosto, hasta abrirle la puerta del coche la semana pasada en Nueva York. Ha sido siempre un perfecto caballero, elegante, respetuoso, y prudente, de ésos que ya no vemos estos días. Claro, tenía que ser británico.

Cuánta felicidad me produce esta retrospectiva. De repente le entra a una el sentimiento, y es una cosa muy bonita. Qué gusto poder compartirla con ustedes.

La puerta está abierta, oh queridos, como siempre. Todo comentario, queja, sugerencia es bienvenido. Gocen mucho a Robert, ¡no se priven! Mientras tanto cuídense mucho, sean felices, y hasta el próximo Twilight Tuesday.

XOXO

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Recomendación de la Semana

His Dark Materials (La Materia Oscura)

Trilogía de Phillip Pullman compuesta por Northern Lights, The Subtle Knife y The Amber Spyglass. La historia se enfoca en el crecimiento de Lyra Belacqua, una niña que vive en la Inglaterra de un mundo paralelo al nuestro, donde todo es muy parecido o igual salvo que allá las almas de los humanos viven separadas de ellos, en forma de animales denominados dæmons. Es una sociedad completamente sometida por el poder y la represión de la Iglesia Católica, de cuyas acciones se desencadenan gran parte de los conflictos a lo largo de la historia. Esta trilogía abarca muchísimos temas de filosofía, teología, lo bueno y lo malo, la sensualidad y sexualidad. La existencia y la verdad de Dios son puestas en tela de juicio. Inicialmente se intentó hacer pasar a estas obras como material infantil, pero distan mucho, mucho, de serlo. La Iglesia Católica (nuestra Iglesia, la de este mundo) ha hecho lo imposible por sabotear la publicación y distribución de estos libros, pues los rasgos del Magisterio y la Junta de Oblación, sobre todo en los horrores que hacen con los niños en el primer tomo, han servido de espejo para la enorme cola que arrastra nuestro Vaticano.

La adaptación fílmica de Northern Lights corrió a cargo de nuestro queridísimo Chris Weitz. Sólo existe película del primer libro, pues la censura que Chris enfrentó de la Iglesia y subsecuentemente de los estudios fue demasiada, y él no accedió a someterse a términos que le arrancarían el dæmon a la historia. Son temas fuertes, para gente valiente, pero son completamente irresistibles. Si alguien tiene alguna susceptibilidad religiosa hará bien en abstenerse. Son libros que dicen la verdad.