Cap 47: Eterno Amanecer

Por Diana Méndez   Publicado a las  10:19 a. m.   2 comentarios


CAPITULO 47 – LA VIDA CAMBIA


Jacob POV

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El camino a Tacoma se me hizo muy corto. Mi cabeza no estaba del todo atenta al camino sino que rememoraba una y otra vez los ojitos llorosos de Nessie. Entendía que tal vez había sido impulsivo, que tal vez no la tome en cuenta al tomar esta decisión pero era solo mía, después de todo. Pensaba que era lo mejor y una buena opción para el futuro. Pero sobre todo, era algo que quería hacer de verdad.

La base era un lugar ruidoso y lleno de gente. Al llegar a la alambrada, un hombre en inmaculado uniforme color caqui me pidió mi carta y una identificación. Volvió a mirarme y con su pulgar me dio el ok para que entrara. Unos carteles me indicaban un sendero largo que me llevaba hacia un grupo de edificios rectangulares dispuestos en "u" y que detrás del último era donde se podía estacionar. Me baje, tome mi bolso y me encamine siguiendo los carteles. Al ingresar a un enorme patio me sorprendí con la cantidad de hombres que había allí. En su mayoría jóvenes como yo. Un soldado delgado y alto venía acompañado de otro de unos cincuenta años, algo panzón y con bigote. Se detuvo mirándonos con los brazos tras sus espaldas.

-ATENCION! – dijo, y todos se enderezaron y quedaron en silencio.- FORMENSE EN FILAS DE 10 EN FONDO! - el muchacho que estaba junto a mí era enorme y de pequeños ojos azules. Después me enteraría que se llamaba Jason.

-Por qué grita? – me dijo en un susurro. Sin mirarlo respondí lo más bajo que pude.

-Imagino que para imponer autoridad. – nos miramos y el levanto una ceja risueño. A continuación el hombre del bigote se adelantó y comenzó a gritar también.

-SOY EL SARGENTO WALKER Y SERE SU SOMBRA DURANTE SU ENTRENAMIENTO EN ESTA BASE. HE RECIBIDO ORDENES Y LES DIRE NIÑAS QUE HA HABIDO UN CAMBIO DE PLANES. NO ESTARAN AQUÍ SOLO PARA SUS PRUEBAS DE APTITUD SINO QUE SERA TAMBIEN PARA SU ENTRENAMIENTO. – Y me empecé a poner nervioso. Que significaba esto? Jason y yo nos miramos- Asi que a menos que sean medio ciegos o tengan asma, puedo decirles con seguridad que mami no los vera por unas cuantas semanas. BIENVENIDOS A LA ARMADA DE LOS ESTADOS UNIDOS!

Un murmullo surgió entre las filas. Entrenamiento? Eso quería decir que no volvería a casa en una semana... Tal vez en un mes?

-DEJO AQUÍ AL SOLDADO KRALL PARA QUE LES LEA LAS REGLAS – Y el murmullo seguía.- CALLENSE! – Y todo volvió a silenciarse. – FIRMES! – y la ropa y zapatos de todos hizo eco en el enorme patio. - PRESTEN ATENCION PORQUE LO ESCUCHARAN UNA SOLA VEZ!

Jason se irguió y al enderezarse note que era muy alto también pero no tanto como yo. Rodo sus ojos hacia mí y por lo bajo y sin mirarme fijamente me hablo.

-Gritara todo el tiempo, no importa dónde este? – insistió.

-Sería un poco molesto si fuera así...

-Solo molesto? – y nos reímos por lo bajo

-Y SI, GRITO TODO EL TIEMPO. SILENCIO NIÑAS! – y nos callamos.

El soldado Krall empezó a recitar las directivas de lo que sucedería a continuación: nos dividirían en grupos, pasaríamos a recoger nuestro uniforme y equipo y luego nos instalaríamos para cambiarnos de ropa. Allí recibiríamos más instrucciones. Yo solo pensaba en ella... Nessie me gritaría en el teléfono a todo pulmón pensando que le había mentido.

Finalmente cuando los grupos se organizaron, por suerte, Jason estaba en el mío. Su apellido era Bells. Al menos había hecho un amigo muy rápido. Era divertido y siempre cuestionaba todo. Tomamos las literas dobles junto a la pared, el arriba y yo debajo. Mis pies apenas entraban en la cama. Me golpearía los dedos contra las columnas metálicas al girar en las noches. Después que nos instalamos y nos cambiamos, el sargento entro con una tablilla que tenía una lista. Para variar nos gritó para que nos paráramos junto a la camas

-ATENCION! – y todos nos pusimos firmes.

-Y aquí vamos... – dijo Jason y no pude evitar sonreír.

-Déjenme aclararles un par de cosas, señoritas! Aquí sus recomendaciones no les servirán de nada. Mami no los despertara con el desayuno y no existen las disculpas. Las reglas son para todos por igual, para que aprendan lo que es disciplina y no hay excepciones. PARA NADIE! ENTENDIDO?

-SI, SEÑOR! – dijimos todos.

-Se dirigirán a mí como Señor o Sargento. PRESTEN ATENCION PORQUE DIRE ESTO SOLO UNA VEZ! – Y lo único que se escuchaba era nuestra respiración. – Aquí no hay malos entendidos: hacen lo que se les ordena y nadie los mantendrá limpiando letrinas con su cepillo de dientes. Soy claro?

-SI, SEÑOR!

-A las dos mil cien horas es el toque de queda. Eso significa todo el mundo debe estar en su cama durmiendo. Nos levantaremos a las 500 horas. Les recomiendo que duerman. Tendrán sus tres comidas diarias para que cuando vuelvan Mami no los rete. Con respecto a su uniforme y su equipo: Cuídenlo! Porque habrá inspección y nos voy a avisar cuando lo haga.- y mientras decía esto caminaba de un lado a otro.

-...Deben cuidarlo porque será permanente y lo llevaran con ustedes a su nueva base cuando sean asignados. Debe estar limpio, sano y con todos los botones e insignias en perfectas condiciones. De ahora en más lo usaran todo el tiempo. Llamadas solo en su tiempo de descanso. Hay dos teléfonos públicos en el casino. Cada grupo tiene un nombre, el suyo es Wolf Red – y se me escapo una sonrisa. El Sargento se acercó a mí como un rayo y aunque yo le llevaba más de una cabeza me encaro amenazadoramente. Su pregunta fue entre dientes.

-Que es tan gracioso, soldado?

-Donde vivo hay muchos lobos, señor! Y siempre es frecuente ver alguno rojo – recordando mi propio pelaje.

-Nombre...

-Black... Jacob Black, Señor – y busco en sus papeles.

-Ah, Ud. viene de Forks.

-Sí, Señor! – me gruño y se alejó de mi sin hacer más comentarios.

-AHORA NIÑAS, A FORMARSE AFUERA. - Y nadie se movía – AHORA!

Todos salimos corriendo y seguimos con lo predicho. A continuación debíamos presentarnos en la barraca 2, donde se iniciaba la revisión médica. Pero antes, se nos revisaba el cabello, y para el que lo necesitara se le hacía un buen corte de pelo. No era mi caso.

Al llegar al triage debimos sacarnos la ropa, para quedar solo en nuestros calzones. Estaba un poco intimidado! Había muchas mujeres, quiero decir, enfermeras yendo y viniendo en las diferentes estaciones. Podía observar todo lo que ocurría en cada una desde donde estaba sentado. Tomaban nuestros datos generales, después pasaban a medirnos, pesarnos, examen de la vista, luego el medico te auscultaba y finalmente nos aplicaban unas vacunas. Eso sí parecía doler! Pero era prácticamente todo. Jason se dedicó a leer el diario mientras esperaba.

Al estar todos juntos, pues entrabamos en grupos de 20, me di cuenta que yo era el más alto de todos. Como también me di cuenta que dos enfermeras hablaban entre ellas y me miraban. Imaginaba que era por mi tatuaje pero note que me ruborizaba cuando ellas se rieron.

Una voz grave y sexy de mujer grito "Black, Jacob" y me aproxime a la estación uno. Me quedé atónito frente a la hermosa mujer que tenía frente a mí. Era muy joven, con el cabello castaño oscuro y ojos color almendra. Pequeñas pecas adornaban sus mejillas y un labial carmesí destacaba su boca carnosa. Solo había visto rostros como ese en el cine y en las fotos de las "Pin up girls" que Paul coleccionaba y escondía celosamente bajo su cama. Mi Nessie era hermosa, la mujer más hermosa del mundo para mí... pero esta me sorprendía. Y su sonrisa termino de ponerme incómodo. Me miro de arriba abajo levantando una ceja para luego cambiar su actitud.

-Venga, Black. Adelántese. No lo voy a morder.

-Sí, señora – respondí.

Ella me midió, peso, tomo mi presión arterial y cuando apoyo su mano en mi hombro su rostro cambio y su ceño se frunció.

-Tiene fiebre, soldado? – yo me sonreí.

-No, Señora. Siempre tengo una temperatura mayor a la normal. – Y la mire directo a los ojos – Ayuda en los inviernos fríos de mi pueblo. – ella sonrió

-Ah, sí? Y donde es eso?

-En Forks, aquí cerca. Yo vivo en La Push.

-Lamento decirte que no conozco nada de por aquí. Vine directo desde Maryland. Pero podrías enseñarme el área en algún día libre... – respondió. No sabía por qué, pero me sentía totalmente en falta.

-Sii... claro! Iremos mis hermanos de la reserva, tus amigas y mi prometida a la playa, en La Push. – y ella se rio.

-Prometida, eh? Chica con suerte! Pero te diré, Jacob, que me has ayudado a ganar una apuesta – y me sorprendí

-Apuesta? – y ella se sentó, terminando de anotar datos en su carpeta.

-Sí, las otras chicas decían que eras soltero y yo no. Semejante hombre no anda por allí solo. Siempre tiene alguien que lo espere – y me quede helado – Escuchaste, Linda? – dijo algo más fuerte. Una joven rubia con el cabello suelto se asomó tras el biombo de tela con cara de pocos amigos. – Me debes $10 dólares.

-Sí, Lucy! Tienes ojo de águila o eres medio bruja. Siempre aciertas! – y ella se rio para luego guiñarme un ojo.

-Ve a la estación 2 Jacob, con esta carpeta y no dejes que la confundan con otra. Siempre fíjate que lleve tu nombre. Cuando termines todas las estaciones deberás volver a aquí para que te vacune.

-Ok. La veo... luego? – vaya chica!

-Te lo aseguro, muchacho! – y me volvió a sonreír.

No estaba acostumbrado a este trato y mucho menos a que las mujeres hicieran apuestas sobre mí. En realidad no estaba acostumbrado a tratar con mujeres! Pero también entendía que todos creían que tenía 21 años y no que era un tonto pueblerino de apenas 18. Todo era nuevo! Cumplí con todo el recorrido y al volver a la estación 1, veía como otro soldado salía fregándose el trasero. Entre y me encontré con Lucy y con Linda, que la ayudaba alcanzándole una caja metálica con 3 jeringas y varios frasquitos de medicina. Me senté y ambas se rieron.

-No cariño, ponte de pie y apoya esos enormes brazos en la camilla. –dijo la rubia. Y ya me estaba asustando. La camilla estaba del lado de la única pared que había allí. Colgado en ella, un cuadro enmarcado con el escudo de la armada me sirvió de reflejo para ver como ellas se sonrieron y se codearon mientras bajaron un poco mis calzoncillos. La rubia llevo sus manos a la boca y tiro un beso hacia mis nalgas mientras yo me ruborizaba, y como un reflejo me moví , inquieto.

-Jacob, quédate quieto... Esto puede doler un poco. – dijo Lucy. Golpeo mi nalga y clavo la aguja. No me dolió tanto el pinchazo como el pasaje del líquido a través de mi piel. Luego fue otro en la otra nalga y el tercero si, fue en mi brazo.

-Eso es todo? – pregunte

-Sí, eso es todo. Si sientes fiebre o malestar en alguno de los lugares donde te aplique las vacunas ven a ver al doctor.

-Sí, Señora!

-Nos vemos, Jacob! Me debes un paseo a tu playa... No lo olvidare! – y su sonrisa hizo que me olvidara lo que me dolía el trasero.

Tras eso, era la hora del almuerzo. Mientras hacia la fila para recibir mi comida, note que el teléfono también tenía su fila y era muy larga. Esperaría a la noche a ver si tenía más suerte.

Debería sentirme molesto, Collins me dijo que iría a mis exámenes y termine en la instrucción. Tal vez por eso el cambio en la fecha? Pensaba en todas las cosas que deje pendientes como la escuela y mi graduación. Pero sobre todo pensaba en Nessie y en el guapetón de su "amigo" Santiago. Tendría muchos días el campo libre para hablar con ella, pasear y recordar viejas épocas. Especialmente ahora que él había cambiado y según ella se veía alegre y hermoso. No me gustaba nada... Nada!

Por la tarde tuvimos una especie de clase. Primero de historia, donde establecieron como era la vieja Europa antes del conflicto y que lo había causado. Luego vino Krall a decirnos que por el día de hoy no tendríamos más actividades pero que mañana iniciaba el entrenamiento a las 5 de la mañana. Que descansáramos porque de aquí en más no habría mucho tiempo libre hasta el próximo franco que nos tocaba en tres semanas! Tres semanas!

Salí de allí corriendo, directo al casino y conmigo otros tantos, dispuestos a ver quién tomaba primero el teléfono. Aunque yo llevaba un poco de ventaja. Así que llegue al teléfono e introduje las monedas ansioso para hablar con mi nena. El teléfono llamo tres veces y fue atendido.

-Residencia Cullen.

-Hola, soy... – escuche ruidos y forcejeos con el tubo del teléfono.

-Jake, Amor!

-Hola! Que alegría oírte!

-Como te ha ido? Como son las cosas por ahí?

-Pues muy diferentes a lo que yo esperaba, Nessie! Cuando llegamos, el sargento que nos recibió nos dijo que sus órdenes habían cambiado y no volveré a casa hasta dentro de tres semanas, por lo menos. Lo siento, amor! - del otro lado solo hubo silencio.

-Quiero creer que no fue otra mentira... Verdad Jacob Black? Porque si fue así... Sabrás lo que soy enojada! – y su voz denotaba tensión. Si, estaba un poco enojada.

-Te lo juro por mi madre, que es lo más sagrado para mi junto contigo! No tenía idea de esto! Además, para ser un ingreso como un simple soldado es como mucho más. Tenemos clases... Hoy tuvimos una y la materia se llama Historia Política y Estrategia. Yo creo que el Coronel me envió aquí a un curso que toman quienes serán oficiales o algo así... Crees que pueda que ser posible? – alguien hablo a lo lejos

-Pregunta el tío Jasper si tu uniforme tiene su insignia de grado militar – Mire en la camisa la insignia sobre mi brazo.

-Sí, es un triángulo completo pero que la parte inferior es curva. – ella hizo silencio y el explico algo.

-Es una categoría de especialidad. No eres cualquier soldado, eres de primera clase. Dice el tío que seguramente tu sargento también es de primera clase o superior. Su insignia es similar a la tuya pero tiene más barras inferiores y superiores y una estrella en el centro. Oh, Jake! Tres semanas! Debería estar furiosa pero no puedo... Voy a extrañarte tanto, tanto!

-Y yo cariño! Prometo que tratare de llamarte tan seguido como pueda.

-Pasaremos más tiempo juntos cuando vengas, Si?

-Por favor, dalo como un hecho. Ya he hecho amigos aquí. Mi compañero de litera es un chico gracioso que se llama Jason.

-Qué bueno! Por lo menos no estarás solo

-Nunca lo estoy! Tú siempre estás en mí... – y alguien me grito, comenzando a hacer bromas – Cielo, debo irme. Te amo!

-Te amo, Jake! Aguardo ansiosa tu regreso. – y corte. Todos me palmearon y aplaudieron riendo de mi conversación con mi novia. Eran unos idiotas!

Las semanas siguientes fueron de mucho trabajo y estaba muerto. Siempre he sido hábil y ágil: las guardias con la manada y las luchas que hemos tenido, siempre se me han dado bien. Pero esto sí que era demandante. Al principio, de vez en cuando, nos despertaban a mitad de la noche bajo la lluvia o la nieve para hacer flexiones o para ordenar equipamiento en el patio en nuestra ropa de dormir. Luego todo tomo su ritmo. Comenzamos corriendo 2 kilómetros y en 10 días ya hacíamos 6 a ritmo sostenido. Aprendí a manejar un arma muy bien, a armarla y desarmarla expertamente y mi puntería era excelente. En clases también me iba bien, especialmente cuando veíamos casos de estrategia militar. Además de historia y estrategia, teníamos cartografía y aprendí a leer muy bien un mapa. También teníamos comunicaciones y clave morse. Me destacaba en las clases de lucha cuerpo a cuerpo y en los circuitos de obstáculos.

Las llamadas a casa eran complicadas. Papa era el que realmente me entendía y no solo eso, se daba cuenta que estaba contento. En cambio Nessie no lo podía entender muy bien. Días en que las charlas eran algo tensas y otros en que eran muy románticas aunque no podía hablar mucho pues siempre había gente a mi alrededor haciéndome burla.

Pero los días pasaban y el prometido regreso a casa parecía ya estar a la vuelta de la esquina, como quien dice. Esta semana había mejorado el clima. Febrero era más benévolo y todo se hacía un poco más fácil. Las 3 semanas se transformaron 5 y rogaba por que llegaran a su fin. La nieve se derretía y tras cada lluvia el usual verdor de la Península Olímpica comenzaba a mostrarse.

Los últimos dos días serian para sortear una suerte de juego entre barracas y seria el desafío final. Mi equipo el Wolf Red estaba muy entusiasmado al respecto. Yo lo único que deseaba era volver a casa pronto. No llame a Nessie para avisarle. Quería darle una sorpresa.

Había hablado con Papa y me encontré con la novedad que el padre de Sam estaba muy enfermo. El invierno había sido demasiado crudo para sus pulmones y peleaba con una neumonía. Pero estaba en casa y Carlisle lo iba a visitar casi todos los días. Como también, que de la escuela le habían entregado a Leah todo la lista del material que necesitaría para aprobar mis exámenes y graduarme al volver. El director hablo con él y entendía que mi designación era inminente. Yo también lo creía así.

Hoy fueron los tests escritos sobre las clases teóricas y aun no tenía muy en claro donde me había enviado Collins. Esto de las clases y el entrenamiento parecía más un tipo de escuela más que la instrucción primaria. Pero todo había sido genial, por lo menos a mí me había gustado. Al mediodía después de clases nos habían dejado en libertad de descansar. Así que decidí salir a caminar.

La base estaba continua al amarradero que daba a la Bahía y se accedía a la breve playa de grava. Estaba desierto y el viento frio golpeaba mi rostro pero se sentía bien. El estrecho Puget ofrecía una maravillosa vista y el bosque a mi espalda me hacía sentir en casa. En mi camino de ida cruce a Linda y a Lucy que venían en bicicleta. Ambas me sonrieron y me saludaron coquetas. Esa chica siempre me ponía nervioso!

Me senté a escuchar las olas y a recapacitar sobre mis días aquí. Mañana era mi último día! Cuarenta y cinco días de arduo trabajo donde comprendí realmente en lo que me estaba metiendo. En que la disciplina que mi Padre siempre nos había impuesto. Y que la que yo impartía a la manada tenía mucho que ver con lo que viví aquí y con lo que debería afrontar en adelante.

Esto realmente me gustaba! Ahora no sabía si podría mantener mi mente en los motores de los jeeps de las bases. Creo que no. Quería ser parte de algo más grande, algo que aportara un pequeño granito en el mundo y del que fuera parte. Guerra o no Guerra, me parecía importante estar aquí. Veríamos que me tenía preparado Collins. Así y todo, tampoco debía olvidar mis responsabilidades: mi manada, mi familia y Nessie. No solo tendría secretos de Estado que guardar, también estaban los de mi propia familia.

Amaneció helado pero el sol quería mostrar su rostro esta mañana. Cuando nos despertamos, un cielo purpura y rosa nos lo dejaba saber. La práctica fue dura: Obstáculos que saltar, enfrentados a otros 80 hombres, todos en pos de rescatar una bandera. Y fui yo quien lo logro, feliz de liderar mi grupo y lograr la victoria. Se había terminado esta etapa. Veríamos que llegaba más adelante.

A las 3 de la tarde nos metimos todos en las regaderas y sonreía como un tonto pensando en ella. Recordando lo que era tocarla, en sus ojos chocolate y en el sabor de su boca... Cuando Jason me vino a avisar que me buscaba el Sargento. Me vestí y me presente en su oficina. Para mi sorpresa me encontré con el Teniente Marshall. Con Joseph habíamos entablado una amistad, por lo que nos saludamos gustosos. El Sargento levanto una ceja de fastidio mientras se inclinaba a darme un sobre.

-Joe! Gusto verte! – nos dimos un abrazo.- Que haces aquí?

-Jacob... Vaya! Noto un gran cambio en ti. Y te sienta muy bien el uniforme! Tu novia morirá cuando te vea! – y ambos sonreímos. – He venido por ti.

-Sucede algo?

-No, Black. Solo que Ud. parece más afortunado que los demás. Aunque debo decir, aunque me pese, que se ha ganado a pulso su grado, lo mismo que sus compañeros... Sargento! – y me quede sorprendido.

-Sargento?

-Felicitaciones, Jake! – me dijo Joe.

-Gracias! Estoy un poco desconcertado. – el sargento me miro y se acomodó en la silla molesto.

-Si no fuera porque el teniente está aquí, te lo explicaría a mi muy particular manera, Black. Solo hazle honor a quienes dispusimos de nuestro tiempo para entrenarte.

-Sera un placer, Señor!

-Y no te olvides que aunque seas Sargento, aun soy tu Superior. Esto –y señalo su enorme insignia. – también fue ganado a pulso.

-No lo olvidare, Señor! Hasta cualquier momento?

-Sí, Black! Nunca se sabe dónde se cruzan los caminos de los hombres de la Armada. – él se puso de pie y con media sonrisa extendió su mano para estrechar la mía. Era gritón pero un buen hombre.

Y salimos de la oficina. El Teniente había sido muy amable en venir por mi aunque imagino que esto tenía un motivo. Me pregunto si tenía hambre y yo respondí "Siempre" y ambos nos reímos. Nos dirigimos al casino a tomar café y un pedazo de pie.

-Te asombra verme aquí.

-Un poco. Pero debo darte las gracias. Nunca hubiera pasado por aquí de no ser por ti.! – él se rio.

-No me lo agradezcas todavía, Jake. Esto recién empieza.

-Eso que quiere decir?

-Veras: He recibido mis órdenes y he sido asignado al USS Arizona. Puesto que debo asumir dentro de 3 meses. Así que mi puesto junto al Coronel debe ser ocupado por alguien de extrema confianza... – y me quede de una pieza. Sin omitir palabra me señale apuntando mi dedo al pecho y el asintió.

-Pero...

-El Coronel me dijo que si los te tienen suficiente confianza como para confiarte a su nieta e hija y hacerte de la familia, él también lo haría. Tiene un especial sentido para las personas. En más de una ocasión creo que se trata más de un don. Así que ten fe. Todo estará bien!

-No me lo esperaba...- y entonces algo me ilumino – Eso quiere decir que estaré en Forks todo el tiempo? – y el rio.

-No te entusiasmes. Tu iras donde Collins vaya. Por ahora es Forks, mañana puede ser Maryland, en un año puede ser Washington. Estarás a su disposición. Es un gran compromiso, pero puedo asegurarte que el siempre bregara por tus intereses. Es un buen hombre.

-Gracias! Es una buena oportunidad para mí. – y sonreí – Nessie estará feliz!

-La vi la semana pasada, nos cruzamos en el hospital. Venia acompañada de un hombre alto vestido de oscuro. Me dijo que trabajaba para el cuerpo diplomático de Volterra. No es del todo bueno que el este en casa de tu futuro suegro, pero me pareció buena persona. Imagino que es un familiar porque también tiene ojos similares al resto de la familia – y odie eso.

-Es un primo lejano, por eso está en la casa. Se supone que se ira pronto. – y él se rio.

-A las mujeres les gustan los celos pero no seas tonto, Jake! En demasía son un dolor de cabeza – y asentí.

-Nos iremos hoy?

-Por supuesto que no! La cena en honor a la graduación se hará en el hangar del fondo de la base, junto a la playa, con música y baile. Algo de diversión no viene mal. Además me dijeron que hay muchas enfermeras jóvenes y bonitas por aquí – y me reí.

-Estas curado ya? – levanto una ceja y se rio, meneando la cabeza.

-Cuando conocí a Bella fue todo un shock. Nunca me había impactado una mujer con solo mirarla. De todas formas no me hubiera animado a nada: primero porque ella siempre me trato amablemente pero nada más. Pero sobre todo porque creo que tu suegro me arrancaría la cabeza – y solté la carcajada.

-Te puedo dar garantías de ello!

Nos despedimos hasta la noche. Al llegar me encontré con los muchachos acicalándose, planchando uniformes y perfumándose para ir a la cena. Jason vino todo entusiasmado a mi encuentro para ver si necesitaba algo para estar "más presentable". Le respondí que solo me pondría mi uniforme y eso era todo. "Ah, claro, tú tienes a tu hermosa prometida esperándote! Muchachos, una más para nosotros!" y todos reímos.

El hangar estaba austeramente adornado con banderas y globos blancos, azules y rojos, y con mesas dispuestas alrededor de un gran espacio, como una pista de baile. Al fondo estaba la banda de la base formada por muchas caras familiares. Todos los oficiales estaban en las mesas sobre un lado y entre ellos encontré a Marshall. Fumaba cigarros conversando con el Sargento y otros oficiales. Me senté con los muchachos y esa noche hubo pollo asado con patatas. Todo el mundo estaba animado y feliz. Y el ritmo de la banda cambio trayendo una melodía romántica.

Lamente que Nessie no estuviera aquí conmigo. Divise al Teniente bailando con una enfermera rubia y pequeña: Betty. Era una niña amable, sencilla y muy dulce. Tenía a todos los muchachos de cabeza y ella solo reía ante las bromas pero sin darle cabida a ninguno. En ese momento alguien golpeo mi hombro.

-Buenas noches... – y se inclinó a mirar mi camisa – Sargento! – enseguida me puse de pie.

-Lucy! Buenas noches! – llevaba el cabello suelto y poco maquillaje. Apenas sus labios color rojo. Un vestido negro ceñido y una sonrisa increíble. Rayos que era una preciosa mujer!

-Me debes un paseo a tu playa, pero puedes compensarlo con un baile. Seria de poco caballero decirme que no.

-Por supuesto! – y me puse de pie, tome su codo y la escolte a la pista. Pase mi mano por su cintura y ella apoyo la suya en mi hombro.

-Estas melancólico por algo?

-Extraño a mi prometida en momentos como estos. Nosotros no tenemos mucha vida social, como por ejemplo un baile como este. Me gustaría que estuviera aquí.

-Como es su nombre? Es bonita? – y su pregunta me arranco una sonrisa nostálgica.

-Es hermosa! Tiene el cabello largo y rojizo. Sus ojos son grandes, color chocolate y tiene una boca adorable. Mi pequeña es algo terca, pero una luchadora y nos amamos con locura. Su nombre es Renesmee pero yo le digo Nessie – y me reí – Su madre odia que le diga así! – y ella también rio.

-Es un nombre extraño, pero veo que te tiene de las narices! – y a continuación alguien comenzó a cantar y la canción se volvió aún más romántica. Lucy se acercó a mí y apoyo su mejilla en mi hombro. Trate de mantener mi cabeza en alto.

-...Yo también me voy mañana. Me trasladan a la base en Hawaii, al hospital naval. – y me sorprendí.

-Vaya, eso sí es lejos. Pero tomaras un lindo bronceado en tus días libres. – ella sonrió melancólica y me observo. Sus ojos brillaban picaros.

-Cuanto lamento que estés tan enamorado, Jacob! Me hubiera gustado que nos hubiéramos conocido mejor.. – y trague en seco. Las palabras no salían de mi garganta. Que decir? Y en eso la canción termino – Tengo mucho que hacer mañana. Me voy a la cama. – respondió cambiando drásticamente de tema y la escolte hasta la mesa donde dejo sus cosas.

-Quieres que te acompañe hasta tu barraca? – ella me miro, me dio una sonrisa enorme para luego morderse la boca.

-No, cariño! Mejor no. No me tientes... No hagas que me comporte como una chica mala! – se acercó a mí, apoyo una mano en mi mejilla y se puso en puntas de pie para besar mi mejilla lento y sugestivamente. – Cuídate mucho, Jake! Dile a Nessie que es una chica con suerte – me guiño un ojo y me dejo ahí parado sin saber que decir.

Jason vino a buscarme para llevarme con los muchachos que estaban cerca del escenario junto a la banda y los acompañe un par de canciones. Y finalmente, me aleje de ahí para irme a la cama. Mañana sería un día largo.

Al toque de las cinco, se sumó el murmullo continuo de todos los que repasábamos lo que podíamos olvidar allí antes de volver a casa. Encontré en el desayuno a Joe que me dijo que en cuanto terminara nos iríamos. Me despedí de Jason con un abrazo, el todavía no tenía asignación. Decidimos que nos mantendríamos en contacto por carta.

. -*-.

El viaje a casa fue tranquilo. La vieja camioneta nos mecía y Joe noto que me quedaba muy callado, por lo que cambiamos lugares. No me dejo seguir conduciendo y en un momento dado me dormí. En mis sueños, la bella Lucy estaba en traje de baño sobre unas rocas junto al mar. Su cabello suelto ondeaba al viento y me dejaba ver una flor sobre su oreja. Extendía los brazos hacia mí llamándome, cuando me desperté asustado. Qué diablos hacia soñando con otra mujer?

Los doscientos sesenta kilómetros entre Tacoma y Forks se habían esfumado. Cruzar el puente de ingreso a la ciudad se sintió la gloria misma. Joe me pregunto si no me importaba ir al hospital, así luego podría seguir camino a casa. Al llegar, Collins salía. Tuvimos un momento para charlar. Tanto Joe como yo nos pusimos firmes y lo saludamos con la venia. Ahora sería algo más que usual. Él sonrió, respondió de igual forma y luego extendió su mano hacia nosotros para estrecharla.

-Joe...

-Coronel

-Sargento Black, pero vaya que estas semanas han logrado un gran cambio en Ud.! Estoy al tanto de sus progresos. Sabia no que no me defraudaría! – sonreí, agradecido.

-Gracias, Señor! Nunca tendré suficiente tiempo en agradecerle esta oportunidad.

-Lo disfruto, verdad? Estoy seguro que sí. – y asentí.

-Parece que Ud. supo ver más en mi la buena predisposición para esto... más que yo mismo. – los tres reímos.

-Te lo dije, Jake. Es su don!

-Bueno, los dejo. Tengo una cena a la que asistir. Jacob, te espero mañana aquí a las 9. Se puntual!

-Lo seré, Señor.

Nos despedimos y subí lo más rápido que pude a la camioneta para ir a La Push primero. Mi padre lo merecía. Al acercarme, no había ni aproximado la camioneta al camino que vi a Leah y Seth salir corriendo al frente. Detrás de ellos, a Papa en su silla. Estacione y me baje a abrazar a mis hermanos entre risas. Cuando me liberaron me encontré a mi padre que me miraba emocionado y orgulloso. "Eres todo un hombre, Jacob. A tu madre le hubiera encantado verte así" Y me agache a abrazarlo. Los había extrañado y su comentario me movilizaba. Seth bajo mi bolso de la camioneta y Leah me abrazo contenta. Era una alegría haber vuelto.

-Como han estado?

-Muy bien. Gracias a Dios por aquí las cosas siguen tranquilas. – Dijo mi Padre – Todos te han extrañado.

-Yo también! – y tome a Seth por el cuello para cepillar su cabello como cuando era más pequeño. Note que estaba más alto. – Tú has crecido! – y el rio

-Y tu pareces viejo – y todos rieron

-Eso enano, es porque soy tu hermano mayor! Más respeto! – y volví a fregar mis dedos en su cabello. Seth se quejó y todos nos reímos.

-Tienes hambre? Te preparo algo? – pregunto Leah

-No. Voy a la mansión. Quiero ver a Nessie. – y Leah acerco un plato con muffins de chocolate a la mesa.

-Entonces mejor come porque ellos no están – y la mire decepcionado.

-No... están? Como que no están? – y mi corazón se desboco en un segundo. Mi cabeza tejía teorías en segundos.

-No seas tonto! Como se van a ir del pueblo? No! Fueron a cazar osos a Goat Rocks. Emmet debe volver a Europa y Santiago nunca ha probado un oso, así que... Edward, Bella, Tony, Ren, sus tíos y Félix se fueron de excursión ayer.

-Así que Félix está aquí. Ella quería verlo – dije algo triste. Ansiaba tenerla entre mis brazos

-Están preocupados. Dicen que hay muchos rumores sobre un ataque a Estados Unidos. Y Jasper piensa lo mismo. – y me puse muy serio.

-Entraríamos en guerra automáticamente. –dije con total seguridad. Mi padre noto mi semblante y cambio de tema rotundamente.

-Que te pareció este tiempo en la milicia, Jake? – y el pensar en la base me hizo sonreír.

-Nunca pensé que me gustaría tanto. Realmente me sentí en mi elemento. Ahora soy un Sargento, Papa. Ni yo puedo creerlo! – Él sonrió, orgulloso.

-Pues nada es un regalo. Es tu destino ser un líder, Jacob. Debes aceptarlo y eso te traerá miles de satisfacciones.

Mi padre siempre tenía una palabra acertada y una reflexión para traerme paz. Me alegraba eso. Pero en mi cabeza no podía dejar de pensar en Nessie y en una romántica fogata en medio del verdor insipiente de la primavera, en un lugar tan bello como Goat Rocks. Seguramente a esa altura el cielo estaría limpio y podrían verse las estrellas. Y ella en compañía de...

-En serio no vas a querer nada? – dijo Leah meneando la cabeza ante mis pensamientos. Estaba contrariado.

-No... llevare mis cosas al cobertizo y descansare un rato. Hoy me levante a las 5 de la mañana. Y además mañana ya me tengo que presentar al trabajo.

-Y el instituto? – pregunto mi padre.

-Primero hablare con el Coronel y luego veremos, Papa. No puedo ir a hablar con el Director sin saber que voy a hacer o cuánto tiempo estaremos en Forks.

-Eso quiere decir que te volverás a ir? – preguntaba Seth algo desilusionado.

-Esa es la vida de un soldado, Seth. Pero no te anticipes. Si? – y acaricie su hombro. Su carita denotaba desencanto. Era un muchachito adorable!

Tome un muffin, mis cosas y aproveche para dejar la camioneta allí donde pertenecía. Entre en mi pequeño departamentito y todo estaba ordenado. Saque cuidadosamente mi ropa de servicio – que estaba toda limpia – y colgué los uniformes y volví a acomodar el resto. Me saque la camisa, los zapatos, los pantalones y mi camiseta. Era bueno sentirme libre y liviano y me quede dormido automáticamente.

Despertaba agitado y acalorado. Decidí darme una ducha. El baño se llenó de vapor y deje que el agua me golpeara suave y caliente. Al segundo, sentí unas manos que surgían de mi cintura para acariciar mi estómago. Sentí un cuerpo tibio apoyarse en mi espalda, sinuoso y pequeño. Un beso delicado fue dejado en mi hombro y entonces tome las manos y las bese, reteniéndolas. Me gire para encontrar a Nessie quien se lanzaba en mis brazos. El beso era abrasador! Mi lengua en su boca dulce con sabor de caramelo, sus manos acordonadas en mi cuello, las mías deslizándose por su espalda, disfrutando la sutil y delicada suavidad de su piel. Cuando tuvimos que respirar y me separe de su boca me encontré que no era Nessie sino Lucy a quien estaba besando... y me desperté.

Nunca había soñado con otra mujer. No entendía como... Creí que mi imprimación hacia que no pudiera siquiera considerar algo así. En mi cabeza apareció la voz de Sam dándome la bienvenida y ayudando sobre mi cuestionamiento. Me aclaro que mi amor incondicional era para Nessie sin importar nada más, pero que el deseo era otra cosa... Que no tenía nada que ver con el amor. Y sobre todo, que yo era joven e inexperto y me había encontrado con todo un mundo diferente. Que no me preocupara. Detrás de sus palabras, el tonto de Embry me pregunto que quien era la chica, respondiéndole que era una de las enfermeras de la base. Y todos comenzaron a hacer bromas estúpidas, hasta que me sacaron de quicio y termine gritando "SILENCIO". Y entonces todos se callaron.

Me bañe y cambie, y cuando tomaba mi abrigo para ir a la casa Cullen, al darme vuelta la encontré parada allí. Vestida de jeans, un suéter blanco y botas se veía absolutamente perfecta. Agitada, con el pelo suelto y algo revuelto me miraba con una sonrisa y un brillo increíble en los ojos. Nos adelantamos al mismo tiempo y el beso llego rudo, necesitado, hambriento... Su boca sabia tan dulce como en mis sueños. Su aroma! Ese almizcle que ingresaba a mis poros y activaba mi sangre como un elixir. Bocas y manos avarientas del contacto tibio... La levante en mis brazos y nos deje caer sobre la cama, provocando que nuestras piernas se entrelazaran para intentar estar todo lo cerca que se pudiera. No había palabras solo nuestra necesidad lo que demostraba cuanto nos habíamos extrañado. La respiración agitada volvió los besos más serenos, mas tiernos hasta que finalmente nos encontramos con la mirada fija, el uno en el otro. La conversación surgió entre susurros.

-Jake.. – murmuro

-Nessie... te he extrañado tanto – roce sus labios, suaves, cálidos. Daria cualquier cosa por mas - Cómo es que...

-Tony... Ha logrado escuchar a Leah

-Desde tan lejos?

-Sí, ha estado entrenando con Papa... Pero bésame, amor! Hazlo antes que mi hermano cruce la puerta. El vino conmigo.

Me aventure a zambullirme en su cuello y a acariciar sus pechos. Sus suspiros aspirados me enloquecían así que decidir tapar su boca con la mía hasta que escuche a Leah en mi cabeza. "Jake... Tony está aquí y pregunta por ti" Y vaya cambio de clima! Me sentí pescado in fraganti! La observe y le sonreí. Ella hizo lo mismo. Nos incorporamos en la cama y nos arreglamos la ropa para poder ir a la casa de mi padre. Un abrazo antes de dejar esas paredes y ni una palabra más. No hacía falta. Al entrar, Tony y mis hermanos, la manada, todos me daban la bienvenida. Mañana sería un día eterno: muchas cosas por resolver y el futuro inmediato por decidir.

La mañana amaneció gris. Nessie apareció en mi puerta a prepararme el desayuno muy temprano. Yo ya estaba cambiado para irme al hospital. El verme de uniforme la hizo sonreír. "Mmm... Jacob Black que te ves delicioso en ese uniforme! Imagino cuantas mujeres te perseguirán! Pero mucho ojo, porque eres mío y no te compartiré con nadie!" y me reí. Nos sentamos a la mesa y le conté la anécdota sobre mi ingreso y la apuesta de las enfermeras. No le gusto absolutamente nada. " Así que Lucy, no? Dile que si te toca será la última cosa que haga!" Y esta vez no era una broma. Se levantó molesta a lavar la vajilla y me cole tras ella para convencerla a besos. Si de algo estaba muy seguro era que la amaba como nada.

Presentarme a servicio no fue una tontería: El Coronel y Joe me esperaban. En cuanto los vi, los salude poniéndome firme y haciendo la venia. El coronel se sonrió.

-Ya Jacob! Aquí no nos ve nadie. Relájate y siéntate. – me desencajo su comentario pero me senté frente al escritorio.

-Sí, señor! – y Joe se rio.

-Tengo buenas y malas noticias, cual prefieres primero?

-Las malas – respondí con seguridad. Él se rio y se sentó contra el respaldo de su sillón, muy cómodo.

-Tienes un mes para graduarte – y lo mire sorprendido.- Lo siento, pero Joe se va y te necesito al 100% en tu puesto. Demostraste que eres algo más, Jacob! Leí tus informes sobre tu tiempo en la base. Eres un líder nato, no un mecánico.

-Señor?

-Mírame y dime que no te gusto la acción, manejar a los hombres, tomar decisiones, ser su líder... – y debía admitirlo.

-Sí señor, realmente lo disfrute.

-Tu eres un hombre de acción y conmigo la tendrás! Lo que no se es que harás con tu bella chica. Pasaras conmigo muchas horas aquí y te faltara tiempo para todo y para ella también. Desde ya te advierto que dudo que este año tengas tiempo para boda y luna de miel. Lo siento, kid! – y solo asentí

-Debo ponerte al tanto de todo en muy poco tiempo, Jake. – agrego Joe - Así que vendrás aquí todas las tardes después del almuerzo mientras te quede por resolver lo del instituto. O al revés... lo que sea más cómodo para ti.

-Está bien. – y me sentí algo pesimista. No quería pensar lo que diría Nessie. – y las buenas noticias?

-Bueno, las buenas es que viajaremos mucho. Tengo una agenda algo apretada pero saldrás de aquí y podrás ver algo del mundo. Estaremos ocupados. Nuestra primera parada será la base en Maryland y todas las que encontremos de camino a Washington. Iras conmigo a la Casa Blanca, Jake! - y trague en seco – Nervioso?

-Es una gran responsabilidad! Gracias por confiar en mí, Señor! Espero merecerlo

-Lo harás! Trabajaras mucho con el área de inteligencia aquí y entre bases. Seras mi enlace y te cercioraras que toda la información llegue a mi completa y a tiempo. El tío de tu novia estará en contacto con nosotros, también. Es importante lo que el nos informe y solo me lo reportaras a mí. Demás está decirte que todo lo que sepas es clasificado, así que tu familia queda fuera de toda consideración.

-Cuente con ello, Señor!

-Bueno, Sargento... manos a la obra!

Joe me llevo a su oficina, que pronto seria la mía para empezar a trabajar. Estaba ubicado a un lado de la del Coronel y teníamos una recepcionista: La cabo Meyer. Linda Meyer era una mujer joven y seria, impecable en su uniforme y en su trabajo. Su escritorio era prueba de ello.

Durante el día ordene papeles y tome notas, revise carpetas y destruimos documentos que nadie debía ver. Entre ellos había uno que decía "Volterra". Un expediente de muchas fojas con solapas y sujeto con un cordón elástico. Pero no pude ver el interior. Automáticamente Joe lo aparto diciéndome que eso era del Coronel y que ni él lo había leído. Que seguramente habría venido traspapelado con otras carpetas. Y así como lo tuve en mis manos se esfumo, ya que él lo llevo rápidamente al despacho de Collins. No importaba. Ya tendría mi oportunidad.

El día se hizo largo y a las 2 de la tarde nos sentamos en el comedor que se situaba en el 4º piso, solo para los oficiales y el personal médico. Allí me encontré con los Dres. Cullen y con Bella. Ella se sorprendió de verme en uniforme y Edward me saludo con un apretón cálido que aproveche de inmediato. Lo mire y el cambio la mirada.

-"Edward, acabo de ver un expediente bastante suculento que no se me dejo revisar y fue devuelto al escritorio de Collins. Estaba rotulado como Volterra. Ese hombre sabe más de nosotros de lo que creemos! Y estoy empezando a sospechar que por eso también me tomo bajo su mando. En cuanto pueda saber algo más te lo hare saber. Por lo pronto, te adelanto que tu hija me va a matar! Estoy a disposición del Coronel porque Marshall se va – y eso lo hizo sonreír - Viajare mucho y debo graduarme en un mes. No podremos casarnos por ahora" .

El asintió y paso su mano sobre el hombro de Bella que automáticamente se dio cuenta que algo sucedía. Lo mismo Carlisle, que con su usual amabilidad sorteo ese momento de silencio para hacer como que nada había pasado.

Luego de comer, tome la camioneta y fui al Instituto en La Push. Hable con el director que, muy solicito, me dijo que me despreocupara. Que todos me ayudarían y lograría graduarme antes de lo que pensaba. Que enviaría por Leah una seria de trabajos que debía presentar y los temas para los tests a rendir para terminar. Me adelanto que lo lograría sin problemas.

Y ahora me quedaba lo más difícil: Hablar con Nessie. Cuando llegue a casa, me esperaba con una tremenda merienda, el departamentito ordenado y flores sobre el mantel. "Para que veas como será nuestro hogar" me dijo, y a mí se me estrujo el corazón. La tome de las manos y nos sentamos a la mesa. Comencé a hablar y a hablar y en un momento ya mucho no podía decir porque lo único que tenía frente a mi eran sus enormes y bellos ojos llenos de lágrimas. Se levantó de su silla, se sentó en mi regazo y me abrazo para llorar sobre mi hombro. Y sin darme cuenta no solo ella lloraba... yo también.

-Tu sabes que te amo, verdad? – y ella asintió entre hipos – Daria todo lo que tengo por no hacerte sufrir. Pero nunca imagine que las cosas se desencadenarían de esta manera. Deberemos esperar y confiar que tendremos tiempo para hacer nuestra vida... Felices, como lo hemos planeado!

Ella se limitó a limpiar sus mejillas y a besarme. Un beso tierno y húmedo, lleno de aceptación y de congoja. Todo esto era consecuencia de mis decisiones y deberé lidiar con ellas. Nunca imagine que mi vida... nuestra vida cambiaria de esta manera.

Las semanas se sucedían veloces. Félix, Santiago, Emmet y Rosalie habían partido el mismo día, aunque no pude despedirme de ellos. Innumerable cantidad de cables llegaban constantemente. Uno de los más importantes de marzo fue sobre el Tratado de préstamo y arriendo de material de guerra a países amigos. Jasper fue quien me trajo esa y otras noticias más y ambos coincidíamos en que las cosas se calentaban rápidamente. EUA a los ojos del mundo ya no era un simple espectador. Y a eso se le sumo que el Presidente envió incautar los barcos alemanes que estuvieran en puertos americanos. Corridas e informes, reuniones y ensayos estratégicos en pos de ver el rumbo que este conflicto tomaría

Me iba temprano y volvía al atardecer ya que no debía asistir al Instituto. Por lo menos era algo menos. Pero debido a ello, en casa me esperaban mi hermana, Tony y Nessie para ayudarme a preparar los trabajos que debía presentar para los exámenes finales y a hacer resúmenes para los tests. En más de una ocasión, nos quedábamos dormidos los cuatro, repartidos en diferentes lugares de la casa, agotados por el cansancio. Todo el mes de marzo y parte de abril se fue en apuros y mal dormir. Pero valió la pena! Con mis notas aprobadas y zafando de los exámenes por poco, el 12 de abril me graduaba. Mi familia y Nessie me acompañaron esa mañana en la oficina del director a que me entregara mi certificado y mi diploma, aunque no habría celebración. De allí me fui directo a trabajar para volver a casa a las 11 de la noche. Rutina que se sucedió por varios días. Una noche al llegar encontré una nota de Nessie donde solo decía "Te amo... Te extraño" y maldije la falta de tiempo y mi poca atención por ella. Un llamado, una nota... era un tonto!

Joe se fue el viernes 18 porque la flota completa se movilizaba a Pearl Harbor el 1º de Mayo. Mientras tanto, tras un ataque de la Real Fuerza Aérea de su Majestad a Berlín, que fue un duro golpe, casi de inmediato ellos respondían duramente sobre Londres, muriendo 2300 personas.

Jasper entraba en nuestra oficina tantas veces al día que en cualquier momento lo dejaríamos fijo allí. La cantidad de información era grosera e imposible de procesar y analizar tan velozmente. Aunque mi futuro tío político podría hacerlo, frente a los demás debía guardar las apariencias. Y entonces el cable que más temía llego: mañana al mediodía debíamos viajar por las diferentes bases. El Coronel debía comunicar los pasos inmediatos a seguir en caso de que entráramos en guerra. La agenda era extensa y no volveríamos a casa por muchas semanas. En realidad, no sabía cuándo volvería. Y así, día a día, la posibilidad de iniciar mi vida con Nessie se hacía más lejana.

La noche previa a la partida llegue muy tarde a casa y ella me estaba esperando con la cena. Había planchado mi uniforme y dejado todo sobre la cama para que hiciera mi equipaje. Con su mejor sonrisa trataba de darme ánimos pero sus ojos me decían una historia muy diferente. Estaba triste... lo estábamos ambos. Cuando pregunte como sabía que me iba, solo dijo: "Papa" A pesar de todo, Edward me apreciaba y había hecho más amena la partida.

Me acerque a dejar un casto beso en sus labios y luego ella me abrazo. Mientras acomodaba la mesa, guarde todo en mi bolso. No eran tantas cosas, y así la mañana sería más fácil.

La cena transcurrió tranquila, con una conversación casual al principio y seria después, dados todos los acontecimientos de la guerra. Intercambiamos opiniones y compartimos temores. Parecíamos un matrimonio de muchos años compartiendo las novedades del día. Al terminar me pregunto si quería tomar café y le dije que sí, pero que primero tomaría una ducha, necesitaba relajarme. Era una forma tonta de prolongar su partida. Ella sonrió y llevo las cosas a la cocina mientras tomaba mi pijama para entrar al baño. Realmente estaba muy cansado. El baño estaba lleno de vapor y mientras dejaba que el agua corriera sobre mi escuche la puerta.

-Nes, eres tú? Necesitas algo?

-Si... – dijo ella casi en un susurro. Yo me reí

-Se una buena niña y sal de aquí – y entonces, como en mi sueño, sus manos pasaron por mi cintura para aproximar su cuerpo al mío. Podía sentir sus senos apoyados en mi espalda y su boca que besaba mi columna levemente. Cerré los ojos y disfrute de la caricia. Sus manos subieron y acariciaron mi pecho. - ... Nes

-Shhhh... no digas nada. – murmuro.

Gire sobre mis pies y sus manos no me soltaron. La observe y me maraville con su belleza. Su cuerpo níveo y húmedo se apoyó contra el mío, ofreciéndome su rostro para que lo besara. Tome su carita forzando a que su cuerpo siguiera al mío, apoyándola contra la pared. Un quejido suave se escapó de su boca mientras mis manos descendían por su cuello, sus hombros, sus senos y terminaban descansando en sus caderas. Me zambullí en su boca guiado por mi deseo y ella respondió de igual manera. Era tan grande la necesidad de sentirnos, de crear un lazo más que nos conectara a través del tiempo y la distancia!

Un suspiro aspirado se escapó de su boca cuando mi mano toco su pubis a lo que su reacción fue abrirse para que la caricia se profundizara más. Mi boca en la suya se enviciaba hasta volverse salvaje. Y no quería esperar más. Cerré la ducha, tome una toalla y la envolví con fuerza. Sus ojos sensuales y desafiantes no dejaron de examinarme, prestos a observar cual sería mi siguiente acción. Lo lógico sería vestirla y enviarla a casa pero ya no había lógica en mí.

La tome en mis brazos y la deposite en la cama para abrir la toalla y observarla... Para mirar y disfrutar de mi mujer que me estiraba los brazos en invitación. Mi sangre me impulsaba a tomarla pero mi corazón desbocado se dedicó a mimarla y a besarla de pies a cabeza. Y cuando volví a su boca, se abrió de par en par, dándome la invitación final.

Entrar en ella constituyo la sensación más fuerte de mi vida. Nunca pensé que me sentiría así. Su boca se abrió despidiendo un quejido inevitable haciendo que me detuviera en su mirada mientras me sonreía. Mordió mi boca y se movió acomodándose y a partir de allí no recuerdo nada más que la fricción de nuestros cuerpos, nuestros besos y nuestros sonidos... Nuestras manos acariciando el cuerpo del otro, las bocas hacían lo suyo donde las lenguas se saboreaban y degustaban ansiosas. El ritmo subía la apuesta más y más. Su cuerpo se arqueo bajo el mío al son de la cadencia sensual y veloz cuando alcanzamos el clímax casi al mismo tiempo.

Me abandone en su cuello para besarlo levemente mientras ella agitada acariciaba mis orejas y mi nuca. Finalmente éramos uno y ya no había marcha atrás. No me importaban las consecuencias de nuestros actos. Las asumiría con total felicidad. Pero hacerla mía fue el momento más importante y decisivo de toda mi vida. Me acomode a su lado y ella giro acomodándose junto a mí. Observe sus ojos, brillantes, sus mejillas rosadas y su boca a la que no pude resistir y bese con ternura.

-Estas... bien? –pregunte temeroso.

-Estoy feliz! Finalmente soy tuya... para siempre.

-Tendríamos... – y ella me beso no dejándome seguir hablando

-No arruinemos esto. Quería retener el recuerdo de tu piel en mi para sentirte más cerca mientras no estas.

-Nessie... tus padres...

-Saben que estoy aquí – y me sorprendí.

-Cómo?! No...

-Hable con mi madre y ella supo entenderme. Le dije que con su aprobación o no era mi vida y tú eras mi hombre y que nada, nada impediría que te tuviera así para mí. Ella hablaría con Papa. Aunque imagino que él lo sabría hace mucho.

-Por qué lo sabría?

-Así como él supo que te irías mañana, también debe haber descubierto que hace días pienso en esto. – se subió sobre mí y su cuerpo se hamaco sobre el mío generando cosas totalmente nuevas para mí.

-No te arrepientes? No te hubiera gustado que nos casáramos primero, que esto sucediera como se espera que sea... yo...

-Estas arrepentido? – cuestiono acariciando mi rostro con una nota de tristeza en su voz

-De amarte? Jamás! He esperado por esto mucho tiempo, solo deseo hacerte feliz en todo, Nessie! – ella sonrió y dejo un dulce beso en mis labios.

-Y lo haces! Nadie podría hacerme feliz que no fueras tu Jacob... Nadie!

Acomodo sus piernas a ambos lados de mi cadera, tomo mi rostro y me beso ferozmente. Deslice mis manos por su cuerpo y retuve su trasero apretándolo contra mí. Nuestra respiración se volvió errática nuevamente. Y allí nos devoramos como dos locos, famélicos el uno por el otro con mayor seguridad y mayor precisión. Era una lucha carnal en la que nos apretábamos, mordíamos, lamiamos y consumíamos tenazmente. La visión de ella sobre mi tan sensual y tan etérea sería una imagen que me acompañaría hasta la tumba. La tome de la cintura y nos gire moviéndonos más y más. La cama comenzó a golpear contra la pared. Los sonidos que emanaban de nuestras gargantas, guturales y primitivos lograban su propia canción hasta que finalmente la liberación llegaba... Y entonces la pasión se transformaba en ternura, en besos tiernos y caricias tenues.

Nos dormimos rendidos y para el amanecer ya estábamos despiertos, nuevamente enredados nuestros cuerpos y nuestras miradas, embelesados y más enamorados que nunca.

.-*-.

Después de aquella noche en que Nessie y yo concretamos nuestro amor y nos unimos de la única forma en que nos faltaba, el compromiso entre ambos se hizo aún más férreo.

Mi partida fue al amanecer aun con la niebla del bosque deslizándose entre los árboles. La mujer que despertó a mi lado esa mañana me parecía aún más hermosa que de costumbre y se despidió de mi con besos voraces y una sonrisa. Intercambiamos un "Te amo" y eso fue todo.

Llegar a la base fue abrumador y el vuelo tumultuoso en medio de una tormenta. El lugar era gigante y daba al Atlántico. Por delante se sucedieron reuniones, instrucciones, estrategias y cosa que no creí posible, entrenamiento. El Coronel me sumo a los grupos de las bases para que dirigiera alguno que otro y satisfecho asentía mientras me veía trabajar. Las llamadas a casa eran casi diarias, solo para hablar de tonterías y repetirnos una y otra vez cuanto nos extrañábamos... Cuando añorábamos la piel del otro, la boca del otro...

Llegar a Washington adornado con el verdor del verano fue excitante! Me puse mi uniforme de gala y me dispuse a acompañar a Collins a su reunión con el Presidente. Iba a conocer al Presidente Roosevelt! Entrar a la Casa Blanca fue intimidante y era un lugar bastante acogedor para ser tan importante y tan grande. El Presidente era un hombre recio a pesar de estar sentado en una silla de ruedas. Me pareció de un temple increíble. Imagino que era el tipo de hombres al que no se le dice no jamás. Pero mi mayor sorpresa fue cuando me sonrió cómplice y me pregunto por Emmet. Me reí y le dije que estaba muy bien y que él siempre era muy entretenido. Comento que había cazado osos con él en su juventud consultándome si aún lo hacía. Me reí y replique que era algo que el disfrutaba. Sabría?

Esa noche la charla con Nessie fue amena contándole todos los pormenores del caso a lo que ella me pregunto si ya volvía a casa. Me quede de una pieza! La agenda no mencionaba aun nuestro próximo destino.

-No lo sé aun, nena! Sé que nos quedaremos aquí por lo menos una semana. Ruego porque esas semanas en blanco sea la posibilidad de volver a casa!

-Sería maravilloso! Todavía faltan unas semanas para iniciar nuevamente las clases y quiero disfrutarte!

-Nes, nunca te pregunte, pero después que pasaste esa noche conmigo... tuviste algún problema con tu familia? –ella se rio

-En realidad deseas saber que dijo mi padre...

-Pues sí... Él siempre fue sobreprotector contigo y siempre me miraba con suspicacia.- ella suspiro

-Me espero fuera de la casa y salimos a caminar. Hablamos de muchas cosas diferentes y al volver solo dijo: "Hubiera preferido que te hubieras casado antes... pero ya eres un adulto y respetare tus decisiones. Puedo asegurarte que se lo que se siente despedirse de quien amas" Y luego de eso, no hemos vuelto a hablar sobre el asunto.

-Está bien. Si quieres podemos casarnos en el ayuntamiento a mi regreso. Una pequeña ceremonia. Tu familia, la mía y...

-No! Quiero que cuando nos casemos lo disfrutemos en grande. Gracias por preguntarme. Te amo!

-Y yo a ti!

Pero no había vuelta a casa. De allí salimos en avión a una base Naval en California y ahí nos subiríamos al USS Arizona, el mejor acorazado de la flota, camino a Hawaii. El Coronel se unía a sus colegas allí. Lo bueno fue encontrar a Jason entre la tripulación. Había sido poco tiempo, pero en estos casi 10 meses, de los muchachos que llegaron a la base a la instrucción poco quedaba, salvo las sonrisas. Ambos habíamos madurado afrontando responsabilidades.

Después de llegar a Ohau, mi conversación con Nessie fue triste especialmente porque había sido su cumpleaños y yo no había podido estar con ella. Ella trataba de darme ánimos pero su voz denotaba su insipiente llanto. Pregunte si había recibido mi regalo y en monosílabos contenidos me decía que el portarretratos era hermoso pero que más le gustaba mi foto. Que mi sonrisa la acompañaba al acostarse noche tras noche y que era lo primero que veía al despertar. Colgar fue doloroso pero no había opciones.

Pero así y todo llegar a Ohau fue como un respiro. El calor, el cielo azul y la tierra fértil y llena de palmeras eran como un alivio. El ambiente era relajado a pesar que todos cumplíamos funciones en pos de alistarnos por si las dudas, para algo que no sabíamos si sucedería. Allí encontré a Joe y a las enfermeras de la base: a Betty y a Lucy, cosa que a Nessie no le hizo mucha gracia.

Diciembre llegaba con la promesa de volver a casa para Navidad, aunque el Coronel me advirtió que solo era una posibilidad. Así que cuando corrí al teléfono a contarle a Nessie, la noticia no causo la reacción que esperaba.

-Jacob!

-Hola, Amor! Llamo porque es posible que vaya a casa para Navidad. No es genial! Y siendo 2 de diciembre tendremos tiempo de que llegue y hacer compras juntos y... – ella me interrumpió.

-Escucha! Y escúchame bien: sé que no puedo hablar ciertas cosas por teléfono pero debes prometerme algo. – y en mi la preocupación prendió rápido

-Lo que quieras!

-Promete que no pasearas cerca de la Bahía... Nunca!

-Pero Nes...

-HAZLO! PROMETELO! PROMETELO POR EL AMOR DE DIOS! POR MI! – Y se sintió su llanto en el teléfono – Por favor... – susurro

-Lo prometo! Vas a decirme que sucede?

-Tía Alice... – y se me hizo un nudo en la garganta.

-Pero puede que alguien cambie de opinión... Como aquella vez del funeral, recuerdas? Finalmente eso no ocurrió.

-Lo descubrirás hoy, veras! Cuídate, amor! Te necesito... necesito que vuelvas a mí!

-Y lo hare! Lo hare! Cálmate, cielo. Te amo!

-Te amo! – y al colgar note su llanto.

Entraríamos en guerra? Volví a la oficina a revisar papeles. Ordene los cables y de ellos no se desprendía más que todo el mundo estaba preocupado porque la flota japonesa no aparecía en ninguna parte. Un cable de Jasper me fue alcanzado y allí estaba: "Subid al Monte Niitaka 1208" era el mensaje a interpretar. Según Jasper eso indicaba que ellos estaban en movimiento y que atacarían el 8 de diciembre. Leí el papel una y otra vez consternado.

Levante el teléfono y busque al Coronel Collins. Jugaba golf con el General Short, responsable de Pearl Harbor. En cuanto Collins me vio llegar me pidió que lo aguardara con un gesto. En estos meses, había desarrollado una buena comunicación con él y al ver mi rostro sabía que era urgente. Mientras el General cambiaba un hierro por una madera, él se acercó a mí y sin mirarme directamente pregunto.

-Sargento, buenos días!

-Buenos días, Señor! El envía un cable urgente.- él lo tomo y leyó

-Aquí dice que solo una parte del mensaje fue decodificada. Qué hay del resto?

-Aun no lo saben, Señor.

-Y tú que piensas, Jake?

-Que es una fecha muy precisa. Hasta ahora nunca habíamos tenido un día.

-Es verdad. Que envíen la información urgente al Secretario de Marina. Quiero saber la opinión de Knox.

-Señor, el dirá... – se giró, levantando una ceja y mirándome severamente

-No sabía que puede predecir el futuro, Sargento. Se de sus muchas habilidades pero desconocía esta. Sabe que dirá? – y su irónica pregunta me molesto.

-Sabe perfectamente, Coronel, que el dirá que mientras no haya una completa decodificación del mensaje o una confirmación del mismo, no dará orden de alerta.

-Y que cree Ud. que debo hacer, Jacob?

-Pues convencer a Short que tomemos precauciones. – y el me dio una sonrisa socarrona y golpeo mi hombro.

-Así me gusta, Jake! No pierdes tu instinto. No dejas nunca de olfatear la situación, eh? Aun conservas mucho de tu lobo rojo! – y su comentario me sorprendió.

-Señor? No sé a qué se refiere...

-Así no era el nombre de tu grupo en la base de entrenamiento? – y me sonreí.

-Sí, así es. Parece que eso fue hace años!

-Acostúmbrate, Kid! De ahora en más nuestras vidas serán rápidas. Déjalo por mi cuenta. Prepara en mi escritorio toda la información, café y esos dulces que me gustan. Dile a Meyer, ella sabe. Volveré a las 1400 horas - y volvió a su juego.

Pase por el comedor a almorzar y luego volver a la oficina. Ahí me encontré con las muchachas. Parecía que Betty y Jason eran novios y Lucy les hacía de Chaperón o algo así. Comí con ellos, reímos y ahí me entere que el 6 por la noche se celebraba el cumpleaños número 50 del Capitán del USS Arizona y que todos estábamos invitados. Según Jason habría una buena cena y música para bailar. Lucy me sonrió y se despidió de mí, diciendo que tenía una tarde ocupada.

Al volver a la oficina empecé a reunir todos los cables y ordenarlos en el escritorio de Collins. Linda trajo la mesita auxiliar con el café y los famosos dulces mientras me miraba seria: "Por favor, Jake... No te los comas todos!" y me reí. Quise ordenar una pila de papeles pero infructuosamente se cayeron. Comencé a ordenar el lio que había hecho cuando nuevamente la carpeta de Volterra caía en mis manos. No dude un segundo en abrirla.

Allí ante mis ojos describía la tierra de los malditos Vulturi, a los hermanos y a sus dominios. Sus acuerdos con el Tercer Reich y el apostamiento de varios oficiales en los campos de concentración alemanes, aunque sin aclarar las razones. Había fotografías de los presos: figuras resecas que parecían de cera o dignas de un filme de horror. Busque con mis instintos quien estaba en los alrededores y no note a nadie más que a Linda, y seguí leyendo.

También describían las lujosas instalaciones de Bregenz. Trenes provenientes de Polonia y otros lugares, llevando personas ricas pero que eran molestas para Berlín. Que mágicamente en las instalaciones austriacas los concurrentes iban desapareciendo sin dejar rastro. Hablaban también de grandes refrigeradores en las áreas de cocina pero que eran de acceso restringido. Que los hermanos vivían separados y que aunque los tres lideraban era Aro quien tomaba la mayor parte de las decisiones. Había también un breve informe sobre los Cullen donde refería que a pesar de haber vivido allí, no estaban de acuerdo con la filosofía Vulturi. Había anotaciones en lápiz en todas las hojas en un idioma que desconocía. Moría por saber más. No supe como pero encontré a Collins de pie en la puerta, cerrándola de un portazo, cosa que me sobresalto. Se sacó su gorra, la colgó del perchero con total calma y rodeo el escritorio para sentarse. Me había puesto en posición de firmes y no moví un musculo.

-Hay un dicho que dice que la curiosidad mato al gato, Jake! Lo conoces?

-Sí, Señor

-Has leído la carpeta porque conoces a los Vulturi? – me relaje, baje la cabeza, cerré la carpeta y la deje sobre el escritorio

-Sí, Señor. No personalmente, pero si a través de los , de mi novia y mi cuñado.

-Sé que hay secretos... – y levanto la vista para mirarme detenidamente – "familiares" que guardan para sí y de los cuales no te preguntare.

-Gracias, Señor.

-Pero... Nunca viste esta carpeta, Jacob! La persona que me informa corre un gran riesgo al mantenerme al tanto. Lo único que sé es que si las cosas se ponen difíciles deberemos tomar acción sobre ellos. Puedo contar contigo? Sé que no tendría que darte muchos detalles.

-Usted está al tanto de todo lo que sucede allí? De absolutamente... todo?

-No. Mi informante me dijo que pondría en riesgo mi existencia y la suya de ser así. Pero no me has contestado! Si tuviéramos que tomar acción sobre ellos, cuento contigo? – y eso también tenía que ver con mi manada y con el hecho de que siempre defenderíamos a los humanos en contra de los chupasangres.

-Desde ya, Señor! Cuente conmigo

-Gracias, Jake! Pongámonos a trabajar.

A partir de ese momento numerosas reuniones y discusiones se sucedieron. Para mi sorpresa, Jasper llego en un avión junto con varios de los oficiales de inteligencia, entre ellos el Secretario de Marina, pero nadie más. El que estuviera aquí me hizo sentir mejor.

Jasper, como aguerrido estratega y ahora como Teniente de la marina, discutía insistiendo en que a claras esto no hablaba más que de un ataque cierto, pero Washington no quería ceder. Como Japón mantenía las líneas de negociación de Paz abiertas, implicaba una provocación de parte de Estados Unidos poner a los portaviones y acorazados en alerta en el Pacífico. Veía en Jasper la frustración surcar su rostro. Y todo seguía estancado.

La noche de la fiesta llego y el humor de todos parecía estar como si nada. En realidad, solo los altos mandos estaban al tanto de lo que ocurría y personal como yo, que estaba en contacto con ellos todo el tiempo. El casino de oficiales estaba muy iluminado. Mesas con bellos manteles blancos y flores de la región muy coloridas y perfumadas. Las mujeres de la base sacaron sus mejores atuendos y exóticos perfumes llenaban el ambiente. Llegue de uniforme de gala, encontrándome con Jasper que lucía impecable en su uniforme.

-Jake

-Jasper – él sonrió y asintió con la cabeza muy al estilo sureño – Deberás tener cuidado esta noche, las chicas no ven carne fresca en meses. – él se rio.

-Es que en realidad no lo soy, recuerdas? – y me reí. Me agradaban estos vampiros! Su sentido del humor y lo de reírse de sí mismos siempre me caía bien.

-Es verdad! Además imagino que tu pequeña esposa si ve que alguna de estas chicas coquetea contigo deberás convencerla de que no te importaba. No me gustaría ver a Alice enojada – el levanto una ceja y suspiro.

-Te aseguro que no es nada lindo de ver

-Sé que todos son buenos actores, pero debemos hablar. Cayó en mis manos hoy una carpeta que tiene el Coronel sobre tus amigos italianos. – El giro la cara desencajado – Sonríe, por favor

-Caminemos - Tomamos una copa de una bandeja y haciendo como que hablábamos de algo banal, le conté todo lo que sabía de Bregenz y los Vulturi, y del pedido de Collins.

-Estamos al tanto. No que todo estaba tan bien organizado ni que los Americanos estaban al tanto.

-Y no van a hacer nada?

-Hay mecanismos en marcha pero ellos son demasiados. Muchos les temen, nosotros estamos muy lejos, la guerra... Jacob, no es tan sencillo! – y baje la mirada frustrado.

-Como esta Nessie? – y él sonrió y levanto la vista hacia la pista de baile

-Castigada

-Por qué?

-Por qué se metió de polizón en el avión que me traía hasta aquí y casi lo logra. Pero dos factores la hicieron fallar.

-Edward...

-Ese fue uno y el otro que ahora los aviones llevan la carga contada por el peso y extrañamente les faltaban subir 50 kilos de equipamiento. – y me reí.

-Esa niña está loca, pero la amo con locura!

-Es digna hija de su madre! – y ambos nos reímos.

La velada fue apacible. Jasper y yo nos sentamos en la mesa asignada junto con otros oficiales. Note en la pista a Jason y a Betty muy enamorados. Me recordó a nosotros y a esos momentos en que nos quedábamos enredados en la mirada del otro. De pronto alguien toco mi hombro y al mirar me encontré a Lucy

-Hola, Sargento! No te he visto bailar hoy. – inmediatamente me puse de pie

-Lucy! No es que... no se... – Jasper levanto una ceja y se rio por lo bajo.

-La extrañas en momentos como estos, verdad? – y asentí – Bueno, pero como ella no está aquí y mi pareja no vendrá hasta dentro de una hora bailaras conmigo. – y no sabía cómo negarme. Ella lo percibió en mi semblante – Por favor? Amigos? – asentí y ofrecí mi codo para que apoyara su mano.

-Quien es el teniente que esta junto a ti? Es un hombre muy guapo! – dijo ella bromeando mientras nos balanceábamos al son de la música.

-Es el tío de Nessie, Jasper Hale. Y es casado! - y ella hizo un puchero coqueto

-Ah, signada por el destino! Siempre que pregunto por alguien está ocupado! El, tu... – y me reí

-Eres terrible!

-Bueno, pero ahora me estoy viendo con un teniente muy guapo que es muy buen chico y me trae de cabeza. Así que tal vez... pronto sea de los de tu bando. De los ocupados! – y me reí. Y a continuación sentí que alguien golpeaba mi hombro.

-Perdón, pero me gustaría bailar con mi dama! – y al girar me encontré con Joe

-Pero... – y nos dimos un fuerte apretón de manos. Lucy nos miraba perpleja

-Se conocen?

-Sí, él es la razón por la que entre en la Marina. Pero que gusto verte, Joe! Como has estado?

-Gusto en verte, Jake! Ocupado! Han sido días de locos!

-Ni que lo digas! Pero por supuesto te dejo con tu dama. Siempre un gusto verte, Lucy! Disfruten la velada

-Adiós, Jacob! – y me guiño un ojo seductora mientras se rendía a los brazos de Joe para seguir bailando.

Volví a la mesa, me despedí de Jasper y me fui a dormir. Me sentía cansado pero en cuanto me dormí comencé a soñar con Nessie. Su piel, su boca susurrante en mi oído me despertaba cada una o dos horas. Así que molesto, cerca del amanecer, me puse mi equipo deportivo y salí a correr.

La mañana del domingo era apacible. Pequeñas líneas rosas y purpuras pintaban el cielo mientras la bola del sol asomaba en el horizonte. Mis pies ligeros disfrutaban del ejercicio. Siempre me hacía bien correr cuando tenía la mente demasiado ocupada. Baje a la playa y corrí por la orilla. El agua rompía haciendo murmullos y la brisa cálida me envolvía suave. La base apareció ante mí con sus barcos grises, en fila cual soldados. El sol había ya salido. Sobre las cubiertas algunos hombres limpiaban. Otros pescaban en el muelle, otros simplemente iban de un lado a otro. De repente un ruido sordo penetro en mi oído, y tras el zumbido, un chapuzón gigante. Luego de fondo capte motores.

Detuve la marcha y mire al cielo. A lo lejos note aviones y de repente me vi en la bahía. Nessie dentro de mi cabeza gritaba: PROMETELO! PROMETELO! Y a continuación vi explotar uno de los acorazados. Sorprendido al principio no podía moverme y tras la segunda explosión comencé a correr todo lo que me daban las piernas. Grite y trate de advertir a quienes tenía más cerca pero muchos no entendían...

Algunos otros, estupefactos como yo, veían pasar rasantes los aviones y escuchar las bombas caer. Entonces una mega explosión alcanzo al USS Arizona partiéndolo en dos y a continuación el resto de los acorazados también.

Me vi envuelto en un pandemónium cuando una ola expansiva me arrojo lejos y me sentir volar y golpear contra algo. Lo último que vi antes de perder el conocimiento fueron bolas de fuego sobre el agua de la bahía, además de escuchar los gritos bajo el agobiante estruendo de las bombas y los cañones anti aéreos.



Hola!

Como estoy con tanta demora en la entrega y esto era desde el punto de vista de Jacob el capitulo se hizo muy extenso. Espero que no les aburra a aquellos que siguen alli con las ganas de leer todavia.

Seguire pidiendo disculpas por las demoras y agradeciendo de corazon a seguidoras como Esmeralda C, Alejadra Cullen y Soniard que me han dejado su reseña y acompañan esta historia. Lo mismo agradecer a aquellas que han sumado alerta por nuestras otras historias: Seras tu Siempre y Eterna Noche de la cual EA es su segunda y ultima parte. Gracias de todo corazon!

Y ante todo voy anticipando que estos no solo son los ultimos capitulos de la historia sino tambien lo ultimo que publicaran las Cullen Girls, por lo menos desde este perfil. Asi que espero que les guste y tambien los invito a que me dejen su comentario por mas breve que sea.
Besos

Micky


Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

2 comentarios:

  1. ohhhh jakee sigue por fisssssss

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  2. pobre jake espero k no le pase nada :( sube el proximo capitulo porfis :)

    ResponderEliminar

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