Cap 31: Despertar: Rayo de Sol

Por Diana Méndez   Publicado a las  9:56 a. m.   0 comentarios


Capítulo 31: Preparado y listo


“La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy.”
Lucio Anneo Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.



Narrado por Edward

Abrazaba con fuerza a Bella, en verdad nos sentíamos muy felices por Renesmee, pero al menos para mí me hacía sentir desdichado. Todos sabíamos que la boda era más como una última petición antes de morir.
Me repetía una y otra vez que no debía pensar eso. Pero mi mente no se encontraba en la boda que presenciaba en ese momento.

Oía todo perfectamente, todo estaría en mi memoria… ¿pero hasta cuándo? Morir nunca me importo, lo que me importaba era el futuro de mi hija.
Creo que aunque no hablábamos Bella y yo en ese momento, podía saber con seguridad que se sentía igual que yo.

Mi Bella, siempre pasando por estos asuntos de vida o muerte. Aun después de convertirse en vampira nuestra suerte parecía no cambiar en lo absoluto. Presione mi puño derecho conteniendo mi rabia ante la injusticia de nuestras existencias.
¿La eternidad debía pagarse con muertes? No quería que nadie muriera y mucho menos mi familia.

- ¿Qué te pasa cariño? – susurro bajito mi esposa mientras volteaba a mirarme
- No es nada mi cielo, solo que, aun no asimilo la idea de que nuestra Nessie se esté casando – mentí, no quería preocuparla, ella al parecer creyó lo que le dije y continuo poniendo atención a la boda


Haría todo lo posible por salvar a mi familia y a mi hija; si moría en el intento no me importaba.
- Pues bien, yo los declaro marido y mujer - dijo el ministro que había conseguido Alice urgentemente - Jake ya puedes besar a la novia – Se veían tan felices y ambos se besaron, su beso que me hizo recordar el día de nuestra boda.


Mi hija realmente se vía tan feliz que me hacía sentir un nudo en la garganta y rabia al mismo tiempo.
¿Cómo los Vulturi querían arrebatarle la felicidad a mi hija?
No lo permitiría. No…


Todos estallaron en aplausos a nuestro alrededor, y se acercaron a felicitarlos. Nessie hizo un mueca de disgusto, no quería separase de Jacob y la entendía a la perfección.
En sus pensamientos de mi hija solo había esperanza y felicidad por estar al lado de Jacob en ese momento. Su rostro me mostro que aun en los días más oscuros hay felicidad…
Yo lo había vivido así desde que conocí a Bella, habíamos tenido problemas y momentos malos, pero aun en la oscuridad de esos recuerdos también pasaron los más hermosos. Ahora mi hija se sentía del mismo modo que yo.
Sabía que había hecho bien en aceptarlo y no me arrepentiría nunca. Siempre supe que Jacob se quedaría con ella, pero cuando es tu hija muestras la paternidad y en ese momento también fue miedo y terquedad a no aceptar que podríamos morir.
Acepte porque como Renesmee me expreso en su momento: ¿Cómo sabes que no moriremos? ¿Cómo estás tan seguro?


Tenía razón no había seguridad alguna. Solo mantenía la esperanza, y la confianza en una sola persona: Avril (lo cual era tonto ya que había matado a mi hermano).
Jacob y Nessie solo pensaban en si (y ese momento fue lo mejor).


Alice había hecho un buen trabajo con toda la decoración y la boda. Ese pequeño monstruito hacia siempre lo mejor y la demostración era esto. Bueno, tuvo muchas manos que ayudaron, entre ellas todos los vampiros que se quedaron a la boda.
Muchos se sintieron felices y otros se sorprendieron por tener una boda en medio del inicio de una guerra, pero aun así ayudaron. Los únicos que no se encontraban era el Clan de Avril (ella claramente), los licántropos que estuvieron con Nessie (con Richard) y Jasper (que no quería perderse nada).
A Alice no le agrado la decisión de Jasper, pero no puedo detenerlo y se fue diciendo que así sabría mejor las estrategias
Aun me faltaba por felicitar a la pareja cuando entro aquel grupo que hace unos momentos ocupaba mis pensamientos, encabezado por Avril y Jasper que venían a la delantera. Todos lo demás entraron detrás de ellos a la casa sin avisar. Por instinto comencé a captar alguno de sus pensamientos, pero incluso los Licántropos y Jasper estaba bloqueados por Avril
¿Qué querían ocultarme?
- Lamentamos interrumpir – se disculpo a voz de todos – pero, hay unos cuantos vampiros que ya están alineándose para la batalla y no me siento tranquila - explico – Necesitamos que estén preparados – miro a Nessie y le dijo – Felicidades – salió de la casa con todos los demás
- Jasper que sucede – detuve a mi hermano en la puerta. Este me sonrió y me puso una mano en el hombro
- No pasa nada grave que deba decir – respondió con tranquilidad y de pronto sentí una sensación de tranquilidad.
- Si es así como dices – comencé a decirle - ¿entonces porque no puedo leer tu mente?
- ¿No puedes leerla? – Pregunto impresionado
- A si – dijo a lo lejos la voz de Avril – eso fue cosa mía
Jasper sonrió entre si y luego volvió a verme levantando levemente los hombros
- Supongo que tendrá sus razones
- Y claro que las tengo – tercio Avril mas lejos
Jasper pasó a ver a Alice dándole un beso breve y se fue


Observe la espalda de mi hermano al salir de la estancia y como siempre me mantuve esperando oír mas allá, cualquier cosa que me diera algún signo de movimiento enemigo. No podía bajar la guardia en ningún momento.
No podía confiar en nadie que no fuera mi familia. Gire lentamente y vi ante mis ojos como todos seguían felicitando a la feliz pareja que se encontraba a unos cuantos metros de mi. Parecía que mis invitados no les importo la interrupción o tal vez fingieron por algunos minutos que todo era absolutamente normal (claro, a lo que se le podía decir normal para vampiros)
Nessie seguía con una sonrisa que podía derretir a cualquiera que tuviera un corazón de piedra y Jacob no paraba de enseñar sus dientes por la risa risueña y grande que no contenía evitar.
Moví lentamente mi lengua para poder pensar mucho mejor las cosas.
No me sentía tranquilo. Necesitaba saber que podía hacer para ayudar. Pase levemente a felicitar a la pareja. No dije nada y no porque no tuviera cosas que decir, si no porque me dije a mi mismo que las podría decir cuando estuviéramos nuevamente reunidos.
Cuando me separe de la feliz pareja, todos pidieron a gritos un beso de parte de la pareja o esposos, aunque era difícil aceptar que mi hija estaba enfrente de mí con un vestido de novia y casada.
Por todos lados retumbo la palabra “Beso” y mire a mi hija sonrojarse como lo solía hacer Bella cuando la besaba. Ese color rojizo en sus mejillas me hizo recordar a mi esposa Bella cuando era humana. La mire y pude observar que compartía la felicidad de su hija. Nunca pude leer su mente, pero Bella era muy predecible, podía apostar que estaba feliz por su hija y que lo demás no importaba.
Jacob se acerco levemente a Nessie y acuno con sus manos el rostro de mi hija, sentí una sensación extraña en el estomago seguido con una corriente de electricidad (tal vez eran celos de padre). Aun así quería de cierta manera golpear a Jacob, debía recordarme a mí mismo que él ya era esposo de mi hija. Una idea que tendría que digerir atreves de los años.
Claro, años… En verdad podríamos tener más años??
Esa idea sacudió mi cabeza y como muchas veces suspire de alivio al saber que nadie tenía el poder de leer mi mente que no fuera yo.
El beso que se dieron fue tierno y no duro mucho.
- Eres mi mejor amiga y a la única que podría confiar mi alma entera – expreso Jacob susurrándole a Nessie
Sinceramente se había vuelto demasiado cursi. ¿O acaso ya lo era?
Mi hija amplio su sonrisa aun más y dijo:
- Te prometo nunca dejarte de amar – dijo ella tiernamente
- Yo te prometo que siempre te cuidare, que siempre estaré allí para ti y que nunca dejare que nada te haga daño, porque yo siempre estaré contigo para protegerte…


La palabra “prometer” me hizo sumergirme en un recuerdo viejísimo, tan viejo desde que me había convertido en vampiro. Un recuerdo nublado por mis ojos de humano. Un recuerdo que no pensé aun conservar, un recuerdo que me hizo vivir un instante…


“Los grandes ventanales estaban opacos por la concentración de calor en el interior de esa mansión y afuera llovía fuertemente. Me encontraba de pie a un lado de la ventana leyendo un libro de literatura cuando escuche claramente la voz de mi hermano desde la biblioteca que se encontraba a unos metros de mí.
Me quede contemplando la puerta con una ceja arriba tratando de averiguar si había escuchado bien. Dudaba el haber escuchado a mi hermano gritar, ya que él nunca se alteraba sin ningún motivo que no fueran mis padres o conmigo. Me gire sin dar importancia y seguí leyendo.


- ¿es tonta?- Esa palabra salió sin mucha fuerza, pero para que yo escuchara eso, debía estar gritando. Volví a mirar la puerta con molestia.


No podía creer que debía hacer tanto ruido cuando intentaba leer. Me dije a mi mismo que no era de mi incumbencia. Volví a resignarme y comencé nuevamente a concentrarme para seguir con mi lectura.
Pero era imposible, ya había leído el renglón como cinco veces y seguía escuchando gritos. No debía entrometerme.


Albert podía gritarle a su novia lo que él quisiera.
Si Cristina se dejaba mangonear era su problema.
La puerta principal se abrió de golpe y apareció una chica de cabello de oro con una sobrilla mojada.
No supe cómo actuar eso significaba que si Cristina estaba allí, entonces…


¿A quién le gritaba Albert?
Fui un mal educado deje a Cristina allí parada sin dirigirle la palabra y corrí hacia la biblioteca. Allí estaba Albert gritándole a Avril.
Era Avril. Ella se encontraba en el suelo arrodillada con sus cabellos sueltos y llorando.


¿Por qué lloraba?


Avril me miro asustada y se levanto enseguida para marcharse, pero la detuve.
- ¿Qué paso? – le pregunte sin impórtame mucho hablarle directamente lo cual estaba mal entre empelada y amo - ¿Qué sucede, Albert? – le demande un respuesta a mi hermano
- No es nada – respondió indiferente – Debo irme – salió deprisa y se perdió detrás de la puerta
- ¿Vuelvo a preguntar o me contestara? – le cuestione y de pronto jalo de mi hasta llevarme a fuera donde llovía, pero donde podíamos hablar sin que nadie nos mirara mal


Pude ver que se encontraba preocupada y triste.
- Debo pedirle algo – comenzó con voz ronca


El agua nos empapo de inmediato, la lluvia era atroz y el aire era tan fuerte que apenas podía escuchar las palabras que salían de sus labios.
- Adelante, diga lo que tenga que decir – caminábamos directamente a cubrirnos a uno de los establos que se encontraban más cerca de nosotros.


Al llegar nuestras ropas escurrían grandes cantidades de agua, ambos nos encontrábamos empapados por el siempre hecho de haber cruzado un tramo de terreno. Cerramos la puerta de madera detrás de nosotros y uno de los caballos más cerca chillo por los truenos y al mirar me di cuenta que todos aquellos caballos se encontraban nerviosos. Busque rápidamente la lámpara para poder prenderla, al encender la lámpara se iluminaron ciertas partes de ese establo, pero al menos no nos entrabamos a oscuras.
- Es algo muy importante para mí y algo que se que no debo pedir por ser una simplemente sirvienta – ella prosiguió como si la conversación nunca se hubiera acabado
- Continúe, solo dígalo – no sabía a donde quería llevar esa conversación, pero en aquel establo con aquellos caballos nadie nos podía oír así que me sentía más tranquilo. Ella y yo siempre fuimos grandes amigos – Veo que le atormenta decirlo – la mire al rostro- solo dígalo
- ¡Pida mi mano por favor! – lo dijo avergonzada y rápidamente que apenas pude reaccionar, no pude respirar y me congele literalmente en donde me encontraba - ¡Pídala por favor! – volvió expresar su petición
- Yo… yo… casarme… ¿con usted? – tartamudee tontamente. No porque no quisiera casarme de hecho mis padres estaban buscando una buena esposa para mi, si no porque ella era mi amiga y una de mis empleadas – yo… - ella esperaba la respuesta con una cara de ansiedad e inocencia
- ¡Por favor, de no hacerlo podría ser la esposa de su hermano Albert!
A mis padres en realidad nunca les intereso la clase social, ni el dinero, ya que ellos tenían suficiente como para toda nuestra vida, lo único que les interesaban es que la chica fuera una buena esposa y una chica de integridad.


- ¿Qué? – eso me saco de mis pensamientos - ¿Cómo dice?
- Su hermano Albert pidió mi mano ayer, mis padres aceptaron encantados, sus padres me conocen aunque al principio no aceptaron, ahora están haciendo preparativos (en verdad creí que ellos se negarían) ahora no sé cómo deshacer esa boda, no quiero casarme, no quiero casarme
Realmente se veía desesperada…
- Si no quiere casarse, entonces porque debería pedir su mano? – no entendía
- Porque, porque existe una amistad entre usted y yo, además…. Yo me sentiría mucho mejor con usted que con su hermano, sé que es demasiado egoísta, pero… juro que seré una buena esposa, juro nunca dejarlo y nunca ponerme celosa, no le preguntare nada y si una día decide ir a la cama con otra no le cuestionare


Me pregunte ¿Qué clase de hombre creía que era? Como para engañar a una mujer con otra
¿Debía de aceptar?
- Usted debe ayudarme…- suplico
- Lo hare, - me comprometí con ella esa misma noche – Juro, - negué y cambie la palabra – Le prometo que mientras esté vivo y mientras este conmigo yo le prometo que la hare feliz, le prometo que nunca le fallare, le prometo que mi vida será la suya y sobre todo le prometo que siempre la protegeré en contra de mi propia vida.”




Esas últimas palabras retumbaron en mi cabeza como un hecho, y por un momento sentí que debía estar en otro lugar. Por tres sencillas razones: primera; Debía saber que pasaba con las preparaciones de la batalla, segunda; comencé a sentirme un poco culpable por mis promesas no cumplidas y tercer punto debía al menos cumplir la más importante de mis promesas: Una promesa de amor y vida…
Camine lentamente
- Regreso enseguida – le anuncie a mi querida esposa Bella, que con un simple movimiento de su cabeza acepto sin decir nada. Así que salí corriendo hacia la puerta. Estuve seguro que estaba confusa con mi repentina salida, pero debía preguntarle algo a Avril y necesitaba hacerlo antes que nuestro tiempo acabara y nos enfrentáramos a los Vulturi.


Pude escuchar algunos comentarios fugases de mi repentina huida, pero no me importo.
Corrí atreves del bosque velozmente, podía escuchar los insectos, el aire azotando las copas de los árboles y mas allá la manada de venados (donde cazaba con mi familia). Debía estar acostumbrado a escuchar todo con detalle, pero aun me maravillaba las cosas que mi oído de vampiro podía capturar.
Después de dos minutos de correr a mi velocidad, pude alcanzar al grupo con Richard, Avril y Jasper.
Ambos estaban esperándome, no porque supieran que yo iba a hablar con ellos, sino más bien porque se sintieron curiosos y escucharon mi carrera hacia ellos.
Avril fue la única que me ignoro.
- Richard – continuo como si nada – Ve, y por favor cuídate – su voz soba sincera – Nos veremos pronto ¿no es así?
Richard desaparto la mirada de mí y le puso una mano en el hombro de Avril.
- Querida amiga mía, - comenzó Richard con su voz medieval – Nos encontraremos ya sea en la eternidad o en lo eterno del mas allá – aseguro este con una sonrisa y se inclino hacia nosotros dos
- Cuídate – expreso Jasper inclinándose levemente hacia Richard
Dicho esto Richard me dio una última mirada y se marcho.
- Jasper creo que deberías ir a decirle a Alice que se preparen para todo – le di mi opinión – Necesito hablar un momento con Avril – exprese sinceramente mis intenciones
- Claro, hermano – y salió sin más Jasper hacia donde había llegado
Avril giro hacia sus leales amigos y dijo:
- Vayan con Violeta, ahorita los alcanzo
- Necesitas que me quede? – se ofreció Derek el más leal y protector que tenia
- No gracias, - le respondió
Derek no muy convencido se fue con los demás, pero realmente camino lento para ver si Avril podía cambiar de opinión. Aun así no vio reacción alguna u otra orden viniendo de Avril y se fue resignándose a seguir a los demás.
- ¿Qué sucede? – me pregunto mirándome por primera vez desde que había llegado
Su cabellera negra se agito con el aire de nuestro alrededor. Tenía tiempo que no la veía tan fijamente como en ese entonces y se metió un sentimiento nada bueno en mi ser.
- ¿Recuerdas la promesa que te hice? – comencé a decirle, era la primera vez que estábamos solos para platicar algo que dos tratábamos de olvidar
Ella movió inquieta los ojos miel que tenia y hubo un destello en ellos, tal vez trataba de adivinar por donde quería llegar todo esto.
- Fue hace tanto tiempo, además este no es momento de hablar de esto – se desvió y comenzó a caminar para irse
- ¿Entonces cuando? – le pregunte cuando estaba a la altura de mi hombro desidia a irse – Espero que vivamos todos, pero no he podido quitarme la conversación que tuvimos – me quede e silencio unos segundos – Sobre la promesa
- Ya esta pagada – me dijo sin verme – El hecho de que no me mates ahora es un gran consuelo para mí y te lo agradezco.
Era verdad, yo no la mate y eso debía pagar mi promesa. Pero yo no lo veía así. Nunca rompí una promesa y no quería romper esa. Esa no…
- Nunca debí prometerte algo cuando sabía que no podía cumplir… - esas palabras fluyeron como el aire
- Olvida el pasado, Anthony. Ahora eres un vampiro y por lo tanto tienes una vida diferente, debes aprender a dejar las cosas del pasado, no te preocupes por una promesa tonta que en un momento fue única – se detuvo para dejar un espacio – Somos diferentes y cambiamos, ya no soy la misma chica que fue dejada y mal mirada por todo el mundo. Iba a seguir adelante e iba a casarme con un chico. Puedo asegurarte que pude haber sido feliz – suspiro y levanto levemente los hombros – fue mi culpa el haberte seguido cuando te vi y después marque mi destino al empezar a discutir con tu hermano aquel día y fue mi fin cuando el destino me puso enfrente a unos maleantes que quisieron profanar mi cuerpo a lo cual me reusé y estuve a punto de morir ensangrentada de tantos golpes que comenzaron a darme…
Ese recuerdo fue algo tenebroso para mí, fue el día que había cometido un grave error.
- Lo siento – solo salió eso de mis labios. No podía expresar otra cosas que fuera eso
- No te preocupes, como te dije te perdone hace mucho tiempo. No voy a negar que me hubiera gustado seguir siendo humana, pero si ese no era mi destino entonces debo seguir adelante – lo dijo muy convencida y aceptado todo – En verdad no odiaba a tu hermano y mucho menos quise matarlo – Salte ante ese comentario – Pero debes comprender que era él o todos nosotros. Además él ya no era tu hermano, creo en verdad que los Vulturi lo controlaron de alguna manera, he llegado a la conclusión que la sangre de un semi-humano en un vampiro común como nosotros puede ejercer ciertos beneficios – no creo que solo hiciera un teoría se oía realmente convencida – Los Rumanos ya debieron llegar a Italia si mis planes son correctos entonces podremos tener una ventaja – comenzó hablar más para ella misma – No deberíamos de estar aquí – de pronto se puso en acción – tenemos que irnos
- ¿A dónde tengo que estar yo? – pregunte como si no supiera mi posición real
Sabía que mi posición era estar con mi familia en aquella línea divisoria, pero por extraño que parecía esta vez algo me decía que debía estar cerca de Avril. No voy a negar mi preocupación por Bella y por mi hija. Pero de alguna forma debía seguir a esa vampira de pelo negro.


Avril se detuvo bruscamente y me miro con una ceja arriba.
- ¿bromeas, no? – pregunto aun sin creerme
- Te seguiré…
- Olvídalo, tienes que estar con tu familia, te necesitan allí – fue mas una orden en la forma como lo dijo
- En ese caso, entonces tu lugar debe estar también con nosotros – solté ante su orden tercamente – Si no quieres entonces aun así seguiré a tu lado
Puso los ojos en blanco como si de pronto me hubiera vuelto loco.
- Tu sabes perfectamente que tengo que estar con los demás
- Y tú sabes que ellos pueden hacer las cosas sin necesidad de que tu vayas
Estaba indecisa podía saberlo con exactitud. Aunque ella pensara que no la conocía lo suficiente, o que su cambio que la convirtió en inmortal la hiciera pensar que era un monstro, yo sabía que aun era la misma Avril del pasado y eso podía asegurarlo. Suspiro y eso me hizo saber que ya había decidido.
- Muy bien. Estaré con ustedes, pero no por ti – aclaro las cosas – Si no porque creo que sería algo divertido el hecho de verles la cara a los Vulturi después de unos cuantos años. Digamos que tengo que decirles unas cuantas cosas en la cara…
Le iba a preguntar algo más cuando un aullido no muy lejano resonó por todo el bosque. Avril salió corriendo y yo sin saber que podría significar la seguí. No tuvimos que correr demasiado para encontrarnos a un lobo color rojizo.
- ¿Qué sucede Jacob? – le pregunto Avril
Servirás de traductor? – me pregunto el esposo de mi hija, aunque aun el pensarlo me hace sentir extraño.
- Solo di lo que tengas que decir – Dije sin prestar tanta atención a mis propios pensamientos.
Acabamos de dar una vuelta por todo el perímetro y sabemos la ubicación exacta de los clanes de los vampirillos malos
- Ellos encontraron a los vampiros que están con los Vulturi – le exprese a Avril
Aun no acabo – interrumpió con un gruñido bajo– Esos vampiros ya se han movido y ahora están en la línea divisoria, es momento de luchar, ¿solo quiero saber cuál es el plan para nosotros?
- Dice que ya están preparándose los del otro bando, ya están en la línea divisoria – le dije rápidamente a Avril
- Sí, eso pensé – comenzó a decir aun fuera de sí. –Necesitamos… - era como si de pronto Avril no supiera que hacer, pero estaba equivocado – Samantha!! –llamo a gritos, realmente fue extraño ya que en cuestiones de segundos ella apareció de la nada ni siquiera puede saber de donde había salido y eso si era muy extraño para mí – Cambio de planes – le anuncio a su compañera – Tu iras con los licántropos y trata de contener su mal humor – le ordeno
- Está bien – acepto Samantha – Pero quien en cabecera a los nuestros
- Ya me haré cargo yo de eso, - le aseguro – Vete y espera la señal
- Muy bien – volvió a estar de acuerdo y se marcho
De pronto tomo el celular y marco rápidamente.
- Violeta, debemos cambiar los planes
¿Qué sucede?
- Algunas cosas cambiaron, debo pedirte que nuestros grupos se reúnan en donde habíamos acordado y espero que seas una buena líder para manejar a todos, espera la señal
Gruño molesta
¿Quién crees que soy? Déjame decirte que soy la mejor líder que un clan podría tener y te voy a recordar que no sigo tus órdenes
- Lo harás o no? – pregunto Avril un poco desesperada
Si, si lo hare y no necesitas repetirme que espere la señal…
Así aquella vampira colgó sin que Avril dijera algo más.
- Ustedes dos que esperan, ya deberían de haber llegado a la línea de ataque principal – nos regaño a Jacob y a mi
Ambos nos miramos y nos dimos cuenta que era verdad aun seguimos parados allí como tontos. Avril salió corriendo y ambos corrimos a su lado.
Mientras corríamos con Avril, Jacob pensaba:
Edward, gracias por aceptar nuestro matrimonio…
No lo mire, no necesitaba mirarlo para darle un simple “si”
Tratare de que ha Nessie nadie la toque – gruño al decir eso
- Mas te vale o te la tendrás que ver conmigo- simplemente le dije eso
- Nessie está ya con Bella en la línea –luego cambio diciendo - Y tu chupasangre cuida lo mejor que puedas a Bella, recuerda aun es mi mejor amiga…
Agradecía tanto que me diera información de mi familia, pero claramente no le dije nada
Como podía no cuidar al amor de mi existencia? Bella, mi bella…
Tendría que encontrar algún tipo del plan para que las dos mujeres que más amaba sobrevivieran y una idea fabulosa invadió mi mente…


Nos encontrábamos en la línea divisoria y pudimos observar a los vampiros ya mencionados por Jacob, también a todos aquellos vampiros que eran mi familia y aliados nuestros. No sé que podría estar planeando Avril pero ninguno miembro de su grupo o de los clanes mexicanos estaban presente. Además de que no había señales de los Licántropos.
Jacob corrió rápidamente a donde se encontraba mi hija Renesmee y no muy lejos estaba mi amada esposa Bella. Ambas se habían cambiado de ropa y estaban listas para pelear. Eso me hizo estremecerme de horror al pensar a quien podría perder en esta batalla.
Trate de tranquilizarme y hacerme el fuerte, después de todo yo tenía que ser el pilar de ambas, de esas dos mujeres que amaba.
Al llegar hasta ellas abrace a mi hija y tome la mano de Bella fuertemente. No quería soltarla. No quería perder a nadie.
- ¿No se supone que deberías estar con tu clan? – pregunto Jasper acercándose rápidamente a Avril que tenía una expresión tranquilizadora, para un momento como ese.
- Sí, pero los planes han dado un nuevo giro – le comento con una sonrisa – estaré con ustedes, no te preocupes todo saldrá bien
- No creo que sea una buena idea que los Vulturi te vean aquí – tercio Carlisle un poco preocupado por la reacción que tuvieran los enemigos ante la presencia de uno de sus ex miembros
- Todo estará bien – le aseguro – Además tengo que asegurarme que Renesmee este mas protegida, la otra estrategia tenía unos cavos sueltos, no confiaba tanto en… - no concluyo ese enunciado, a cambio se giro y se dirigió a Alice - ¿Cuánto falta?
Alice puso su cara en blanco y se hundió se su mente. Pude apreciar con claridad cada una de las imágenes y pude ver a los Vulturi a la perfección en la mente de mi hermana.
- Tres minutos – le respondió calculando a la perfección el tiempo de llegada
- Muy bien, últimas indicaciones – hablo con todos – Solo hay una sola misión para ellos matarnos y si pueden obtener a Renesmee – dijo sin más rodeos – Así que nuestro objetivo es mantenerla a salvo ante nuestras propias existencias. Los que no estén de acuerdo con este objetivo pueden marcharse ahora.
Nadie se movió y yo agradecí ante eso.
- Ahora bien esa es una misión nuestra, pero como serán muchos combatientes entonces Bella – se dirigió a mi esposa – Mantén todo el tiempo tu escudo para ti y para tu hija – giro levemente la cabeza a la izquierda y le ordeno a – Jasper y Jacob ustedes protegerán a las dos. Todos los demás deben como dije protegerlas no dejen que nadie se acerque a Renesmee. – de pronto me miro y expreso – Esta vez tu estarás conmigo al igual que tu Carlisle. Necesito mucho el apoyo de ambos aquí – señalo a sus lados y se fue caminando más al centro.
- Yo me quedare a alado de Nessie – tercio Jacob muy decidido.
Avril simplemente acepto sin contradecirlo.
Todos estaban tensos y cuando comenzamos a cercanos vimos que los otros vampiros de ojos rojos comenzaron a gruñir alterados. Se veían claramente que muchos de ellos eran inestables y unos cuantos recién convertidos. Este en realidad no podía ser nada bueno. Aunque podía leer con claridad sus pensamientos y eso tendría que ser una clase de ventaja alta.
- Doman - susurro Avril con desprecio en su voz y un vampiro de aspecto siniestro con cabellera larga y un gran abrigo de piel se acerco lentamente
- Avril? – dijo como si no pudiera creerlo – Enserio eres tú? La última vez que nos vimos fue en…
- Italia. – termino ella con un tenso sonido entre sus dientes – debes asegurarte que en realidad matas a un vampiro cuando lo dejas solamente inconsciente
Su risa opaco cualquier tipo de sonido a nuestro alrededor, e incluso la brisa del anochecer se apago por completo. Todo quedo en absoluto silencio, fue como si de pronto la naturaleza tuviera miedo de la lucha que pronto se avecinaba a grandes pasos.
Al leer la mente de aquel tipo llamado Doman, puede saber que ese vampiro hizo muchas cosas muy detestables y pensaba que Avril de alguna manera le había quitado la oportunidad de estar con los venerables Vulturi. Pero, la verdad era que su odio solo lo centraba en ella y no en los tres Vulturi que a mi parecer habían elegido a Avril solo por su gran Don que poseía, de no ser de otra manera tal vez hubieran elegido a Doman por ser de mente sanguinaria, claro eso seguramente fue lo que enfureció a ese vampiro y desde entonces siempre quiso cazar a Avril.
Aunque casi lo consigue…
- No te preocupes, esta vez me asegurare que MUERAS – recalco las últimas palabras con fuerza
Avril solo se quedo mirando fijamente y no movió ningún centímetro de su cuerpo, no sabía porque no reaccionaba hasta que escuche el motivo. Pude oír el movimiento de aquellas túnicas rozando el pasto, sus pasos pisando la tierra casi sin ser perceptibles para los humanos, aquel olor que me hacia recordar tantos momentos desagradables, ese olor a dulces, ese olor a dulces de cereza me tentaba a querer vomitar, claro si pudiera vomitar o más bien si fuera humano para tener un estomago con que vomitar y sentir nauseas.
De cualquier forma solo quería borrar ese olor, ese maldito olor…
Fue más rápido de lo que creí cuando pude observar todos los guardianes y los Vulturi se encontraban frente a nosotros, entonces, fue entonces cuando sentí que era una especie de Déjà vu
Después de todo Bella siempre tuvo razón sobre ellos, parecía que los Vulturi solo venían a despojarnos de nuestra felicidad. Si, ellos nunca se dieron por vencidos y habían regresado solo para acabar con lo que empezaron hacia más de seis años atrás, que para un vampiro como nosotros solo fue un lapso tan corto, tan pero tan cortó como si hubiera sido una semana.
- Veo que la situación es tensa – tercio una voz seseante se trataba de Jane, miraba a Doman y cuando vio a Avril fue como si instantáneamente sus ojos rojos se convirtieran en llamas a rojo vivo - ¿Tu? – casi rugió levantando un ceja, era más que obvio que Jane odiaba a Avril eso no cabía la menor duda, aunque quería saber más datos no podía ya que algo me impedía penetrar su mente o más bien alguien – dime Avril, ¿de qué lado estas?
Avril que había permanecido todo este tiempo en absoluto silencio simplemente ignoro a Jane y camino un paso adelante para dirigirse directamente con Aro, el cual se encontraba en medio de todos sus guardianes.
- Hola, Aro – saludo Avril con un tono dulce, pero al mismo tiempo amenazador – deberías no esconderte detrás de todos tus guardianes y dar la cara por lo menos
- Hola, Querida – siseo aquel Vulturi sin corazón – Nunca imagine verte aquí, aunque sinceramente te creí muerta lo cual me alegra que no pasara por que eso quiere decir que en verdad eres extraordinaria ¿no es así hermanos míos?
- Realmente me parece que nuestra querida Avril es mucho mas extraordinaria de lo que creímos, Aro – comento Cayo entre dientes, parecía que no le agradaba tanto la idea que Avril estuviera de nuestro lado y mucho menos que peleara contra ellos. Eso de cierta forma hizo que una esperanza entrara en mi oscuro corazón – Realmente lo hermoso de tu belleza no ha desaparecido, pero eso no es lo único, si no que…- se detuvo un segundo y se acerco a lado de Aro – Tus talentos deben seguir siendo magníficos
- ¿magníficos? – levanto ambas cejas Avril – Creí a ver escuchado que mis “talentos” eran insignificantes para ustedes… - miro a ambos Vulturi – Después de todo siempre tuvieron a Jane y Alec
- Querida, ¿pero qué dices? – pregunto Aro sonando como si todo fuera absurdo – nos dolió tanto que nos dejaras hace más de seis años que tuvimos fe en verte nuevamente
Esta vez Avril soltó una risita de impotencia y de sarcasmo. Caminó lentamente otro paso más hasta quedar a distancia considerable entre los Vulturi y nosotros. Se centro en medio de los dos grupos y dijo lo siguiente:
- Está bien, Acabemos con esta maldita charla – miro a todos los guardianes, eso me hizo pensar que trataba de buscar a la causante del bloqueo – Solo di las palabras con las cuales esconderás las muertes de hoy – detuvo la mirada en un chico de cabello rojizo – Dime ¿Cuál será la escusa esta vez? – pregunto Avril mirando nuevamente a los Vulturi
- Avril, sabes perfectamente que esto no se maneja así – comenzó Aro con una mueca de horror – A todos nos rigen ciertas reglas y ambos sabemos que mucho de ustedes se han saltado algunas de ellas, pero perdonaremos a todos si solo me entregan a Renesmee
Comencé a tensarme al oír el nombre de mi hija en los labios de aquel desgraciado Vulturi. Apreté mis puños sin poder evitarlo y sentía una gran cantidad de veneno puro en mi garganta.
- Según tu – inicio nuevamente Avril - ¿Por qué deberíamos entregarte a Renesmee? – pregunto mientras que seguía viendo una y otra vez a ese chico de cabellera rojiza.
Supongo que nos trata de decir que ese chico es el nuevo escudo de los Vulturi
Gire sin poder evitarlo y mire directamente a mi esposa. ¿Había escuchado bien? ¿Estaba leyendo la mente de Bella? ¿Pero cómo?
Mírate, pareces asustado – decía en su mente. No es que estuviera asustado más bien impresionado, usualmente solo podía leer su mente cuando ella quitaba esa capa que la cubría, y nunca duraba demasiado tiempo así – Gírate o creían que algo está pasando
La obedecí y volví a mirar a los Vulturi.
Esta Avril me pidió que estuviera en contacto contigo todo el tiempo, ya que estaré protegiéndote al menos uno puede saber lo que el otro piensa, y realmente creo que Avril encontró al causante de que los Vulturi no se puedan tocar…
Mi Bella tenía razón, el debía ser el causante de todo.
- Ella es causante de que nuestro mundo se venga abajo, tenemos datos que muestran que es un peligro para nuestra existencia. No podemos permitir que ella siga entre nosotros – declaro como si todo eso fuera verdad – No tienen porque perder su existencia por alguien que no vale la pena proteger. Queridos – extendió las manos como solía hacerlo siempre que quería convencer a los demás – No quiero pelear – aventó esa mentira – Solo quiero salir de aquí en paz y así seguir con nuestra eternidad – miro directamente a Carlisle – Amigo mío, en verdad tu familia puede vivir…
- Mi familia generaliza a todos e incluye a Renesmee, - le explico – si te llevas a Renesmee mi familia no estará en paz y por lo tanto no nos importa tener una larga eternidad sin ese “sol”
Todos parecían estar de acuerdo con Carlisle ya que se pusieron más a la defensiva y realmente agradecía a cada uno por su fuerza y valor.


- Carlisle, - comenzó Aro con voz sedosa y realmente patética – Las cosas se han salido de control, sabes perfectamente que nosotros le perdonamos la vida a ese pequeña niñita tan lida que conocí – se detuvo brevemente y bajo su capucha como si le estorbara y endureció su voz – la cuestión querido amigo, es que lamentablemente me he enterado que tu nieta puede ser considerada una arma contra nosotros…
Aquí vuelven a salir de nuevo las malditas escusas de los Vulturis.
Gruñía con rabia Bella mientras pensaba eso
- Lamentablemente, nadie cree lo que los Vulturi digan – expreso Avril desafiando a Aro – Esta vez, nadie cree tus mentiras, ni tus promesas Aro – Además… creo saber el motivo por el cual te sientes tan seguro de ti mismo – Aro levanto una ceja y siguió la mirada de Avril hasta darse cuenta que ella miraba a ese chico pelirrojo – Creí que aun se consideraban “niños” a los que tuvieran 8 años, ¿o a caso esa ley de los niños inmortales tienen otras cláusulas que no he leído?
Fue cuando me di cuenta de lo que decía Avril, ese pelirrojo no era una enano como pensé o como creí sino más bien se trataba de un niño. No me di cuenta de ello porque aquel individuo siempre había permanecido con la cabeza baja.
Cuando ese chiquillo se sintió observado levanto por primera vez la cabeza y pude ver sus facciones de un niño perfecto y con una mirada loca
- Algunas reglas se deben romper para poder solucionar otras cosas más importantes – proclamaba Aro con inteligencia – Pero eso fue inevitable simplemente lo encontramos y creímos prudente cuidarlo de cerca, después de todo teníamos que meterle cierto autocontrol.
- No me importa – inquirió Avril – Solo se ahora que él es tu nuevo escudo, ¿no?
- Eres muy inteligente – hablo por primera vez ese niño con voz cantarín – Pero yo también lo soy y puedo sentir que tu eres una especie de escudo – y luego miro detrás de mí y dijo – al igual que aquella chica
No tenia porque girarme para saber que miraba directamente a Bella, si podía sentir con facilidad quien tenía poderes y quien no, entonces si era un gran punto a su favor.
- ¿Cómo estas Ben? – cambio de tema Avril y de dirigió al personaje que se encontraba detrás de aquel niño siniestro. El ya mencionado Ben levanto la vista y miro con fijeza a Avril la cual sonrió al verle.- pensé que no te habían invitado a esta gran reunión – ladeo un poco la cabeza
Esto no está nada bien –pensaba bella, se notaba preocupada
¿Por qué pensaba eso? ¿Quién era ese grandioso Ben?
- Tu bienvenida me satisface – respondió aquel chico de cabellera rubia -
- Me fascinaría utilizar algunos de mi poder aquí
- Lo cual me recuerdan que son realmente siniestros – respondió Avril realmente enojada – Dime, ¿con que empezaras primero?
Creo que ella está tratando de darnos cierta información
Ben giro su cabeza como tratando de sacarse la tensión, pero solo está sobre actuando, Parecía que disfrutaba hablar sobre sus grandes poderes.
- Tal vez empiece con cortarte en dos- sonrió con malicia
- Claro, eres muy buen pelador más que cualquier vampiro aquí y pues nada te puede detener – siseo Avril soltando aire innecesario
¿Qué? ¡Que! ¿Cómo? – ¿que alteraba tanto a mi bella? – Escuchaste eso Edward, nada lo puede detener, entonces… eso quiere decir que es inmune a cualquier Don?
Tenía razón Bella. Ben lucharía grandiosamente ya que ese era su don y nada lo afectaría.
Esto no podía ser peor o sí? De pronto comencé a sentir cierta necesidad de proteger a Bella y a mi hija.
No te preocupes, estaré bien…- respondió mi bella como si ella fuera la lectora de mi mente- se que debes estar pensando que no puedo cuidarme, pero se pelear, además…No pudo terminar sus pensamientos porque fueron eclipsados por un gran aullido de lobo, pero no solo eran lobos inocentes, sino más bien los licántropos que estaban comenzando una batalla no muy lejos de allí.

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
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