Narrada por Jacob
“Cuando tu persona está en riesgo solo dices: ¿qué más da? No me importa morir cuando se que ella estará bien; pero cuando tu vida y tu amor han relucido como el Sol… sabes que morir no es una opción, porque comienza aterrarte el irte sin haberla amado”
Una y otra vez no podía dejar de pensar en Nessie…
¿Cómo se supone que dejare de pensar en ella, cuando está en un lugar lleno de Licántropos?
Esa maldita de Avril, la cual sinceramente no le tenía nada de confianza y mucho menos me agradaba.
Maldita bruja.
Es realmente gracioso poner apodos a un vampiro.
- Tío, Jake – grito una vocecita muy linda y yo gire mirando como Claire venia corriendo hacia mí.
Detrás de ella como supuse estaba Quil corriendo divertido como si él no pudiera alcanzarla.
La pequeña Claire se veía muy linda con un vestido color salmón y con sus pies desnudos para correr mejor por la playa.
Cuando llego se encontraba muy agitada.
- Tío… - dijo agitada y luego me sonrió
- Clarie – le di un consejo – Deberías de aprender a respirar profundo mientras corres
- Lo siento – se disculpo ella como si hubiera hecho algo malo
- Oye – salto Quil molesto cuando llego – No la regañes
Aquí estaba de nuevo la sobre protección a nuestra Impronta. Trate de que no volviera a sumergirme en pensamientos que no me servirían en ese momento.
Solo mi mente tenía el deber de tratar de encontrar una salida a todo ese lio de los vampirillos chupasangre que no dejaban en paz a mi amor.
¿Cómo esconderla de ellos? ¿Cómo encontrar una salida donde ya todas se cerraron?
Debía pensar rápido, para poder actuar rápido.
Mi mente divago por algunos segundos
- Tío Jake, – prosiguió Clarie y esta le dedico una sonrisa a Quil. Una sonrisa que hizo que el chico se quedara solo mirándola como si fuera el centro de todo su ser. Sabía muy bien como se sentía en ese momento mi hermano – mañana es el cumpleaños de mi mamá
- Si, lo sé – admití mirando aun el mar
- Vendrás a la fiesta de mañana. La fiesta será divertida. – me expreso tiernamente – Se que no es mi cumpleaños, pero Quil me dará un regalo, ¿verdad?
Los mire y vi como Claire le hizo un puchero. Quil comenzó a sonreírle y solo le apretó una mejilla tiernamente.
- Ya te dije que, si – le respondió riéndose de oreja a oreja
Genial. Nunca podemos negarnos ante nuestra impronta.
Suspire y solo le dije:
- Tal vez vaya Claire – le medio prometí y ella solo dio una cabezada de que estaba conforme con lo que le había dicho.
Pero me sentí un poco culpable y melancólico al pensar que ese promesa pudiera no cumplirle, porque podría no regresar o en el peor de los casos muchos de la manda no regresarían. Apreté los dientes mientras cerré mi puño con fuerza
- Nos vemos, tío – interrumpió mis pensamientos y se despidió caminando ya con Quil – Espero que Nessie pueda venir. Tomo la mano de Quil y lo condujo por otro lado.
Como siempre, Nessie se había ganado corazones en toda la manada. Mi corazón comenzó a sentirse desesperado, quería tomar a Nessie y esconderla en alguna parte lejos. Quería… quería hacer tantas cosas…
¿Por qué no podía aun darle un beso?
Sentí un sensación en mi interior. Fue algo que me hizo sentir vacio y al mismo tiempo me hizo reaccionar. Tenía que reunirme con ella lo más rápido posible.
Debía decirle que la amaba.
¿Pero qué tal si ella se asustaba? ¿Qué tal si ella un no estaba preparada?
Éramos amigos y la palabra “novio” nunca llego a sus labios.
¿Cómo se suponía que le diría algo así?
Mi cabeza me hizo tantas interrogantes. Últimamente tenía mi cerebro tan ocupado en preocupaciones por Nessie que apenas notaba a los demás.
- Si, - solo dije eso a Claire después de reaccionar. Ella y Quil ya se encontraban lejos de mí. Pero luego en un hilo de voz dije lo siguiente – Quil deberías decirle a Claire lo que podría pasar – le aconseje. Pero sabía que deseaba hacer algo como eso. Ni siquiera yo lo deseaba con Nessie – Sabes también como yo que hoy es el gran día de la batalla – le comente crudamente
- ¿Cómo podría romper su corazón? – expreso lo que yo pensaba también. Él también me susurro sin que Claire se diera cuenta
Aquí de nuevo la impronta, nunca ninguno de nosotros queríamos que nuestro único ser más importante se preocupara de más o le rompiéramos el corazón. No estaba eso en nuestro sistema. Nunca…
- Te entiendo – dije secamente,
Debía irme de allí e ir a la casa de los Cullen para saber nuevas noticias o una que otra orden por parte de esa chupasangre de Avril. Salí corriendo lentamente al bosque, cuando llegue a su profundidad corrí con gran velocidad y comencé a sentir un calor profundo y electrizante recorriendo todo mi cuerpo. Sabía que me transformaría en cuestión de segundos y así sucedió.
Corrí rápidamente ahora en ese terreno con mis cuatro patas. El aire era fresco a mí alrededor y mi pelaje lo agradecía.
Tenía que ver a Nessie, no importaba si le para eso tenía que arrancarle la cabeza a esa piedra de hilo llamada: Avril.
Ya era hora! – Se quejo Leah como lo acostumbraba – Yo pensé que debía gustarme esa chupasangre, yo me ofrezco para arrancarle la cabeza – su voz sonaba ansiosa
Porque siempre eres así? – le pregunto su hermano cansado de su hermana
Tal vez lo había molestado toda la noche durante la guardia nocturna
No es verdad – negó con energía la loba
Claro que es verdad – me dio la razón el chico
Pobre Seth con su hermana sobre protectora todo el tiempo y para rematar una molestia.
Oye – me reprocho Leah – Yo no soy una molestia
Sinceramente creo que lo eres – tercio Lucy divertida ante los pensamientos que había escuchado
Mira, ¿Quién lo dice?...
Mejor solo piensen en llegar con los Cullen – espete aun corriendo en esa dirección
Si – me dio la razón Seth y Leah
Y… mmm – Lucy comenzó a dudar – Embry?
Las imágenes que pasaban en su mente era todas sobre Embry, pero una en especial me hizo reaccionar.
Pude ver como Embry le decía “te quiero… porque no quieres estar conmigo? Y luego le dijo: “yo nunca te dejare” eso le había prometido
Diablos! – Maldijo Quil uniéndose a la manda – Creo que no me perdí de mucho, aunque eso es nuevo para mi
Es asqueroso – tercio Seth corriendo más rápido para no pensar en lo que acaba de ver
Porque pensaste en eso? – Pregunto Leah enojada – Ahora tendré otro trauma
Lucy se sentía atacada por todos. Ella solo pregunto sobre Embry porque se sentía culpable de que él se fuera triste por el bosque y sin querer pensó en ese momento.
Como siempre nos sucedía a cada uno de nosotros, algunas veces nuestros pensamientos se iban a otra parte sin poderlos contener y por eso es que todos los de la manada sabia sobre el otro. Aunque eso ayudaba a conocernos mejor, también nos molestaba porque no podíamos guardar momentos íntimos o un secreto.
Sinceramente nunca ocultábamos nada a la manada y eso era a veces beneficioso y también nos hacía sentir incómodos por no tener privacidad ante nuestra vida.
Lucy se sentía apenada.
Basta! – Ordene para que la dejaran en paz – y respondiendo a tu pregunta Lucy –proseguí como si lo anterior no hubiera sucedido – Embry está con Sam ideando algunas estrategias para el combate de esta noche
Gracias, alfa – me respondió feliz por defenderla y por responderle a su duda
Lucy se sintió más aliviada con la información que le había proporcionado.
Corrimos por otros segundos más y nos adentramos a los dominios de los Cullen. Podía olerlos, pero como ya estaba acostumbrado a su olor, ya no me molestaba tanto y por ese motivo ya no me interesaba hacer comentarios como mis hermanos.
Llegamos a la orilla del bosque, estábamos a unos cuantos metros de la casa de los Cullen sabía que este Edward estaría escuchándonos, a él no se le escapaba nada.
Corrijo no podías ocultarle nada.
Apesta – se quejo Leah levantando su nariz lobuna – Hay millones de fluidos de vampiros asquerosos. Qué asco!!
La verdad había pensado que toda mi manada ya se había acostumbrado a olor de los Cullen y por lo tanto de los invitados.
Acostumbrarnos? – Inquirió Quil ante mis pensamientos – ¿Cómo podríamos? Bueno, se que tú tienes motivos, pero nosotros, no los tenemos y por lo tanto no creo que podamos acostumbrarnos
Vaya, tontería que has dicho Jake! – Pensó Leah lanzando un bufido – Acostumbrarnos a vampiros…
Oye! – Le llamo la atención Lucy con una leve cabezada - ¿Cómo le llamaste?
A es verdad, - recordó Leah y luego pensó sarcásticamente – me disculpo Poderoso Alfa
En verdad esas clases de discusiones y comentarios me irritaban.
Mejor vayan a dar un vuelta por el perímetro – luego gire mi cabeza lobuna mirando a la loba gris que se encontraba a mi lado – Cuando llegue Embry se dividen y vigilan también la Push
Pero y la manada de Sam?! – cuestiono Quil levantando levemente la cabeza y meneando inquieto su cola café al igual que todo su pelaje chocolate
La manda y Sam deben guardar energías, recuerden que fueron torturados y secuestrados por una grupo de vampiros – les esplique
Los lobos que se encontraban sentados frente de mí, acataron mi orden y Leah comenzó a dar las órdenes a los demás. Después de todo ella era la segunda al mando.
Yo iré contigo – expreso Lucy meneando su pequeña cabeza de color miel
Ese color de pelaje era extraño, pero a Lucy le encanto después de saber que se había convertido en uno de nosotros. El día que Lucy se nos único hubo un revuelo de especulación en la Push (la verdad nunca pensé que quisiera formar parte de mi manada).
Me imagine que ella elegirá a Sam, ya que este era su medio hermano perdido desde hace 21 años (misma edad que tenia la chica), la cuestión ahora era el romance que podrían tener Lucy y Embry.
Nadie quisiera pensar que pasaría si en verdad Embry fuera medio hermano de Sam y allí es donde me pregunto: ¿Qué haría Embry con Lucy?.
No debía pensar en eso ahora, pero siempre me entraba una especie de duda y curiosidad. Admitiré que al viejo de mi padre lo he cuestionado millones de veces respecto a esto, pero él no dice ni pio… ni lo admite y tampoco lo niega.
Tal pareciera que se lo guardara hasta la tumba.
Oye – volvió a reprochar Lucy – Crees que no me siento igual de confundida que tú
Ella me miraba con los ojos negros que tenia. Aun seguía en su forma lobuna
Lo siento – pensé sacando esas ideas de mi mente – A veces me distraigo y pienso cosas que no vienen al caso – la mire y le ordene – ve con Leah
Pero… - comenzaba a reprocharme hasta que gruñí bajo – Esta bien, está bien
Se fue corriendo detrás de los demás
Ya era hora que la pusieras en su lugar, alfa – tercio Leah alegre por haber regañado a Lucy
Cierra el pico, Leah – le acate – me avisas si hay una novedad, - no contesto sabía que estaba allí pero no me respondió.
¿Por qué no me respondía?
Porque tu dijiste – y cito – “Cierra tu pico, Leah”. Las órdenes del poderoso alfa son sagradas para mí
Solo responde, no tengo tiempo para esto
Claro que te avisare, satisfecho…
No tanto, pero me conformo…
Ya no pude oír más sus pensamientos porque en ese momento me transforme en mi forma humana. No me sentía tan seguro entrando allí solo como humano, pero tenía que hacerlo para poderme comunicarme yo solo y no con ayuda de Edward.
Me puse el short que traía conmigo y camine con las manos adentro de las bolsas.
Mientras caminaba podía escuchar a los vampiros adentro. Pero no me interesaban tanto lo que decían, casi la mayoría solo charlaba sobre la pelea como los últimos días.
Suspire un poco de aire más limpio que el de adentró y entre por la puerta. Los vampiros que se encontraban allí en la sala eran nómadas pude reconocerlos al instante y me observaron mientras cruzaba por allí para llegar al patio trasero donde estaban los demás.
Atraje unas cuantas miradas más y eso aun me podía los pelos de punta. A unos metros de salir, vi a Bella desde lejos practicando un movimiento de defensa con Jasper y a su lado como observador estaba Edward.
Ambos se veían felices…
¿Acaso había buenas noticias que yo ignoraba?
En ese instante atraje la atención de Edward, el cual me miro y sonrió. Cuando menos vi, ya lo tenía enfrente de mí.
- Sí, hay muy buenas noticias – respondió mi pregunta que había hecho en mi cerebro. Odiaba que leyera mis pensamientos sin permiso – Lo siento, pero es que no puedo controlarlo – se disculpo – Pero como te decía hay bunas noticias, al menos para nosotros y creo que para ti también lo serán
¿Buenas noticias? ¿De qué estaba hablando? ¿Por qué no iba solamente al maldito punto?
- No te desesperes – expreso Edward aun sosteniendo una media sonrisa en su rostro
¿Pues solo dilo?
- Por favor, no vayas a estropear esto, Edward – en ese momento llego Bella
La verdad debía de admitir que su aspecto de inmortalidad la hacía lucir linda y fuerte.
- Ella es mi esposa, no se te olvide – dijo bromeando Edward riéndose
- ¿Qué pensó? – le pregunto Bella curiosa entrecerrando los ojos
- Solo pensó que la inmortalidad te sienta bien – respondió Edward a su esposa
- ¿enserio? ¿eso pensaste? – sonrió mi amiga Bella
- Algo por el estilo, ¿pero pueden decirme cual es “la gran noticia”?
- Yo te lo diré – inquirió Bella – Ven sígueme – camino delante de mí y yo solo mire a Edward, él me dio a entender que la siguiera y así lo hice
Cruzamos el rio y nos profundizamos en el bosque. Si no estaba equivocado íbamos directo a la cabaña donde ellos Vivian. Había estado allí varias veces cuidado y visitando a Nessie que sería imposible olvidar un lugar como ese.
No estaba equivocado, llegamos hasta la cabaña que parecía sacada de alguna especie de cuentos infantiles como “Banca Nieves”.
En verdad tenía curiosidad
- ¿de qué se trata todo este show, bella? – levante ambas cejas
Bella solo me dedico un sonrisa.
- Sabes que siempre fuiste un buen amigo para mí – cabeceé afirmando eso – Decidimos, que como no sabíamos que podría pasar después pues… - se detuvo en esa parte.
¿No sabía que los vampiros pudieran dudar o quedarse callados?
Pero al instante me di cuenta porque Bella se no había proseguido, y escuche unos pasos detrás de mí. Me gire para ver de quien se trataba
Un calor incontrolable se propago dentro de mí y no tenía nada que ver con una transformación.
Allí estaba Nessie ilesa. Nuestras miradas se cruzaron y pude fijarme que sus ojos se humedecían por solo verme allí parado como idiota.
Pero en esa ocasión no pude moverme, fue como un sueño verla allí y tenerla tan cerca de mí.
Mi corazón palpitaba un y otra vez como diciéndome que fuera allí y mis respiraciones fueron cada vez más rápidas.
Antes de salir corriendo a abrazarla, ella cruzo el espacio que nos dividía y se detuvo a unos cuantos centímetros de mí.
Pude oler su fragancia.
- Creo que yo me tengo que ir – expreso Bella y antes de irse le dijo a su hija – Recuerda Nessie que no debes tardarte tanto. No creo que te sea tan difícil convencerlo.
- ¿convencerme de qué? – salte ante ese dato
- ¡¿Mamá?! – reprocho Nessie a su madre
- Lo siento, me voy…
No me gire a ver a Bella irse, pero pude escuchar sus pasos y una corriente de aire que me anunciaba que ella ya se había marchado.
Ambos no quedamos callados, ninguno decía nada y solo nos mirábamos fijamente.
Entre abrió sus labios rosas para darme una de sus mejores sonrisas, eso realmente me mataba, sus dientes perfectos y esos ojos color chocolate me decían que yo no podría vivir sin ella.
- ¿Has cazado? – me pregunto como siempre. Fue algo que me hizo reaccionar.
Tal parecía que ella quería aparentar que estos días no nos habíamos separado.
- Si.. – seguí con su juego
- ¿por estas tan serio? – dijo haciendo un pequeña mueca
- Porque te extrañe demasiado – le confesé
Ella comenzó a parpadear varias veces y me miro
- ¿enserio? – pregunto como si dudara de lo que había escuchado
- ¿Cuándo te he mentido?
- Nunca – respondió inmediatamente pasando un dedo en su boca, y luego lo bajo para juntar sus manos detrás de su espalda y comenzó a balancearse hacia delante y hacia atrás como cuando era niña
Sabía que eso solo lo hacía cuando tenía algo importante que decir o pedir, pero no podía decirlo en voz alta porque le daba miedo o nervios de las reacciones de los demás.
Nunca la había visto que eso le pasara conmigo, siempre Nessie fue muy abierta conmigo y siempre me tenía la confianza suficiente como para decirme todo.
- ¿tienes algo que decirme Nessie? – le dije audazmente
Ella abrió los ojos y luego los giro a todas las direcciones sin querer mirarme.
- Es que bueno… - tartamudeo un poco y tomo aire. - ¿tú de qué forma me quieres Jacob?
Esa pregunta me tomo desprevenido. Nunca imaginé que ella preguntara algo así y solo conteste con la verdad:
- Pues… te quiero, ya lo sabes – comente mirando detrás de ella
- ¿solo me quieres? – volvió a cuestionarme y baje la mira hacia ella y pude ver como comenzó a sonrojarse sus mejillas que me encantaban
Sabía muy bien que no solo la quería, si no que la amaba… pero… ¿debía decírselo?
Abrí un poco la boca e iba a comenzar a decir algo cuando Nessie me tapo con su dedo mis labios.
- Muy bien – suspiro – Ya que tu eres el que siempre ha dado el primer paso - ¿primer paso? De que hablaba – Creo que ahora soy yo la que debe decírtelo - ¿Qué se suponía que me iba a decir? ¿me dejaría? Comencé a sentir serias dudas – Como bien sabes esta noche es la batalla y nadie está seguro de quien ganara y podríamos morir – iba a volver a hablar pero ella no me dejo – Espera – Tomo aire y prosiguió – Como decía nadie sabe quien vivirá o morirá, entonces… - comenzó a dudar. Se veía tan linda en esa situación – Hable con mis padres y les pedí una petición – entrecerré los ojos sin comprender aun. Ella quito su dedo de mi labio y siguió – Les pedí que quería casarme – abrí muchos los ojos y levante una ceja
- ¿con quién? – no pude contener mi rabia e ira. Creo más bien eran celos.
Nessie comenzó a reírse y acomodo uno de sus mechones de cabello cobrizo.
- ¿Cómo que con quien? – dijo ella divertida
Levante una ceja aun dudando que fuera yo.
- Ok, es que me falto ser mas oficial – carraspeo y dijo - Jacob Black, ¿quieres casarte conmigo?
Creo que si hubiera estado una tercera persona allí viendo esa escena le hubiera causado mucha risa el hecho de que Nessie estuviera pidiéndome matrimonio, en vez de que yo lo hiciera.
Realmente aun me sentía como idiota y creo que estaba actuando como uno en ese momento.
- Y? que dices? – pregunto Nessie preocupada mirándome
¿Cómo me pedía que nos casáramos en ese momento?
¿A caso pensaba que realmente no íbamos a tener esperanza?
Mi mirada la tenía perdida en alguna parte del bosque, pero estaba tan sumergido en mis pensamientos que me perdí completamente hasta que Nessie me dio un pequeño beso en los labios.
Fue así como reaccione
- Lo siento – me disculpe – pero pienso estar en una especie de sueño
- ¿Una pesadilla?
- Algo por el estilo – le dije. La mire y se puso triste al instante– más bien un sueño del cual hay cosas buenas y malas
- Te entiendo - comprendió
- Y la respuesta es que “Si” – la tome de la cintura y pase una mano sobre su mejilla – Creo que debí decírtelo antes
- Sí, eso creo – ella contesto cerrando sus ojos y pude ver de nuevo esas pestañas largas que tenia
- Te amo – le asegure y la bese en los labios
Nunca habíamos tenido un beso de verdad. Solo en las mejillas.
Este beso no se comparo con el que tuve con Bella. Ni en lo más mínimo.
Sentí recorrer un calor incontrolable en todo mi cuerpo y luego se situó en mi corazón. Mientras que en el estomago sentí frio, como si tibiera cientos y cientos de sensaciones dentro de mí. Creí sinceramente que era las muy dichosas mariposas.
Su labios eran tan suaves como comer un chocolate y tenían un sabor a fresas frescas.
Sentí sus manos sobre mi cuello y no puede contenerme en tomarla con más fuerza. Por fin Nessie era solo mía.
No más dudas.
Ella se separo a milímetros de mis labios y dijo:
- Siempre estaremos juntos, ¿verdad?
- Si, eternamente – le asegure volviéndome a sumergirme en un beso con ella.
Pero algo se interno en mi ser llevándome a la realidad.
¿Cómo seriamos felices? ¿Qué tal si moría o moría ella?
Yo la protegería contra todo y todos. ¿Pero si yo moría? Entonces… ¿qué sería de Nessie?
¿Me olvidaría?
Por primera vez no quería morir. No ahora, no hoy y no hasta hacer feliz a Renesmee.
¡¡No moriría!!
Por ella sería capaz de sobrevivir.
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