Cap 27: Despertar: Rayo de Sol

Capítulo 27: Información

Narrado por Edward Cullen


A la mitad de la noche Bella contesto su celular. Supimos toda la información que Avril le había proporcionado a mi esposa. Todos se pusieron más feroces en practicar y en deducir porque Avril regresaba tan pronto.

Sí, que era un misterio…

- ¿En qué piensas? – pregunto Bella acercándose a mi dudosa

La mire por unos segundos antes de contestar

- Esa misma pregunta me he hecho yo desde años – le dije dulcemente riéndome – Supongo que no es lindo no saber que piensa el otro

- No tienes que decirme si no quieres – interrumpió Bella con una mueca de disgusto

Comencé a carcajearme. Me fascinaba su forma de ser, la amaba demasiado. Siempre seria así y nunca cambiaria. La tome de la cintura y la cargue hasta una de las habitaciones de la casa de mi familia.

- No es momento de “jugar” – inquirió un vocecita molesta. Bien sabia que se trataba de Alice
- No te metas – la ataje ante cualquier comentario que quisiera decir en un futuro, pero fue demasiado tarde porque no solo Alice comenzó a decirnos de cosas
- Ha, con que vas a saltar en la cama, ¿¿he?? – intervino Emmett burlonamente desde debajo de las escaleras


Gruñí por lo bajo
- Ellos tienen razón, Edward – Bella paso su mano en mi mejilla y me beso largamente. Cuando se separo de mi salto a un lado y me extendió la mano para ir con los demás, yo lo seguí sin más objeciones


Al bajar se encontraba Alice con una sonrisita molesta y Emmett casi ahogándose de la risa. Bella que siempre se apenaba, aunque ahora no podía ver ese rubor en sus mejillas podía asegurar que quería matar a Emmett (literalmente).


Caminamos entre los demás vampiros hasta llegar al prado donde los demás practicaban y luchaban en grupos de dos o cuatro.


Nos quedamos practicando hasta la madrugada, casi amanecía y yo aun no había podido derribar a Lisa (una chica del grupo de Avril, la cual era muy buena bloqueándome cada vez que la quería atacar)
- Es difícil cuando no lees la mente, ¿verdad? – expreso una sonrisa cuando salto de nuevo hacia adelante y luego a un lado, todo esto para esquivar mis golpes y mis acciones en contra de ella – Solo relájate
- Eso trato – le anuncié tratando que en mi mente no hubiera otros asuntos que no fueran la práctica, pero era difícil e incluso para un vampiro. En realidad creo que todos nos encontrábamos igual.


Continúe con Lisa practicando, hasta que desvié mi vista a mi lado izquierdo y todos se quedaron quietos mirando a donde aparecieron otros cuatro vampiros en un automóvil (gris). Cuando bajaron vi que uno de ellos era Samantha ( ¿Cómo era posible? Si yo la había visto en la casa hace unos segundos escasos)


Avril salió rápidamente del auto como si la estuviera persiguiendo alguien, e incluso todos la miraban fijamente para ver la reacción de su cara (pero eso fue absurdo, ya que un vampiro no podía tener muchas facciones de ese tipo de sentimientos).


Pensé que ella llegaría a mí directamente, pero en cambio solo me lanzo las llaves del auto y siguió su camino hacia Bella. Lo cual me sorprendió mucho y creo que no era el único sorprendido.


- Bella, necesito hablar contigo – le comunico a mi esposa. Bella acepto y la siguió en las profundidades del bosque.


Los minutos pasaron y todos ya no quisieron seguir practicando.


No aguante la duda y me acerque a ese chico llamado: Derek. Él me miro sin darme tanta importancia. Tenía que sacarle un poco de información antes de cuestionar a Bella o a Avril.


- ¿Cómo les fue? – comencé a decirle mientras Derek tenia ambas manos de su espalda como si fuera un soldado en estado de descanso
- Bien… supongo y al mismo tiempo mal – respondí sin decir nada coherente – en realidad no tengo idea de los que paso – se sincero conmigo – E incluso para mí fue muy extraño estas horas… muy raras


Ambos observamos el lugar por donde se habían ido las otras dos. Samantha se había reunido con Carlos y Sonia (los cuales de nuevo volvieron hacer su grupo de tres), pero esta vez se les unió Alice y Zafrina.


Las cuales platicaban de asuntos del futuro y un ataque con el poder de Zafrina. Volví a poner atención al bosque oscuro y solo alumbrado por la luz de la luna; pero podía observar muy bien cada piedra y árbol a mí alrededor.


- ¿desde cuándo conoces a Avril? – le cuestioné
- Tres años…


No dije nada al respecto, pero tres años fue muy poco tiempo como para que Derek fuera fiel a ella.


Los minutos pasaron y estos se convirtieron en horas…
Hasta que aparecieron Avril y Bella sonriendo como si fueran amigas que solo se había ido a divertirse. Fui deprisa ante ellas no pude evitarlo.


- ¿Qué paso? – les pregunte a ver cual se dignaba a decirme algo, pero Avril levanto una ceja y siguió su camino.


¿Por qué estaba comportándose tan esquiva conmigo?


La seguí con la mirada hasta que llego a la casa y les decía a los demás lo que pasaría a continuación.
Desvié de ver a Avril para mirar a mi esposa, la cual también miraba a Avril.


- Bella – le llame la atención y me miro con un brillo en sus hermosos ojos - ¿me vas a decir que sucede?


Ella embozo una sonrisa


- Edward creo que eres demasiado predecible – respondió abrazándome de la cintura
- ¿enserio? Y yo que pensé que no lo era…
- Mira Avril quiso explicarme algunas cosas antes de venir a decírselas a ustedes – explico Bella con su cara en mi pecho – No te preocupes todo es de maravilla – me aseguro besándome en los labios


Sus besos aun me hacían desearla más y más, no podía parar, aunque Bella trataba de no sumergirse en mis besos, pero no lo lograba y se perdía, y por eso sabía que yo tenía que someter mi deseo como siempre. Pase mi lengua sobre sus labios los cuales tenían el sabor a un delicioso dulce y la tome mas por la cintura (no quería apartarme de ella).
Todo lo que quería era a Bella y seguiría siendo eternamente mi uno amor. Nunca cambiaria eso.


Alguien tocio detrás de nosotros y nos separáramos un poco avergonzados. Todos nos miraban y el que se encontraba más cerca era Jasper (el cual había tosido para llamar nuestra atención)


- Hermano – comenzó Jasper a decirnos con su seriedad de siempre – Creo que debemos ponerle atención a Avril
- Sí, claro – acepte sin decir nada y tome la mano de Bella para ir a reunirnos con todos los vampiros que se encontraban reunidos alrededor de Avril


Todos estaban ansiosos y yo lo sabía perfectamente, después de todo podía leerles la mente (claro, solo podía leerles a los que no estaban protegidos por Avril).


Nos reunidos nuevamente al grupo y Avril comenzó a decir lo siguiente:


- Gracias por estar aquí – comenzó con los agradecimientos a los demás – Para lo que no me conocían, soy Avril – se presentó, mientras los demás se preguntaban: ¿de dónde vino? - Bueno , vayamos directo al grano – dijo simplemente – Muy bien, primero que nada Jasper – le hablo y lo miro – Debemos idear otros planes para la batalla
- Pero mañana a esta misma hora estaremos peleado, ¿podrán lograr hacer nuevos planes? – inquirió una algo vieja pero al mismo tiempo dulce, era Vladimir (uno de los Rumanos)
- Ustedes tendrán otra tarea – inicio Avril acercándose a ellos - ¿creen poder llegar a Italia si se van ahora mismo?


Ambos hermanos cruzaron miradas y luego con complicidad miraron a Avril. Ellos pensaban que por fin quedarían en el puesto de los Vulturi. Creo que en esta ocasión no se equivocaban…


- Sí, claro – dijeron al unisonó
- Genial – se giro Avril y eligió a unos seis de su grupo para acompañaran a los Rumanos hasta Italia – Solo vayan a Italia y destrocen el trono de esos tres – sus compañeros solo asintieron con la cabeza y se fueron con los dos Rumanos, los cuales tenían pensamientos muy felices; no podía saber con exactitud que pensaban sus compañeros de ella, pero tengo la seguridad que estaban confundidos, aun así atacaban la orden de Avril y ya iban a aplicarla.


Después de eso, Avril comenzó a hacer grupos diferentes y yo quede en un grupo con Zafrina, Bella y con Avril. Los demás comenzaron hacer un círculo con los integrantes que Avril había decidido, y ella fue directo a un grupo donde había quedado: Emmett, Rose, Alice, Jasper, Eleazar y Carmen. Comenzó a explicarles algunas cosas.


Toda la madrugada todos trabajamos con los planeas y todos al amanecer ya sabíamos que debíamos hacer. Bella se veía más feliz que nunca, y eso me hizo sentir que Avril le había dado una buena notica, lo cual incremento mi entusiasmo y mi esperanza de que fuéramos a salir con vida de esta batalla.




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- Gracias – le agradecí a Avril, cuando hicimos un receso para que todos fueran a cazar.


Pero solo los de la familia se turnaban para cazar, ya que Avril les hizo un pedido de sangre fresca para todos sus integrantes y los demás tuvieran que beber sin matar a un humano.
Cuando Avril propuso, Bella se veía más feliz y descansada por las muertes de desconocidos que nunca conocería. En verdad se sentía mucho mejor al saber que los vampiros que nos ayudaban se alimentaban de sangre donada.


- No agradezcas nada – volvió a repetirme como aquella vez. Bella no había querido ir a casar conmigo porque estaba tan emocionada que Nessie llegara en unos momentos con todos los licántropos - ¿recuerdas la promesa?


La mire unos instantes, era realmente molesto no saber qué pasaba en su mente. Porque al menos con Bella podía saberlo sin necesitar leer su mente, no era tan buena mintiendo y cuando se convirtió en vampiro, no fue la excepción.


- Ya te había dicho – le repetí yo también – No la he olvidado. Nunca lo haría.


Ella camino delante de mí y se detuvo.
- La verdad es que yo no estaría aquí si no fuera por Samantha – comenzó a decirme. Había una sombra detrás de sus ojos
- ¿Samantha?, la que ve el futuro… - le dije recordando perfectamente lo que me había dicho ella
- Si – dijo – Pero resulta que no solo ve el futuro, ella puede viajar al pasado y ver el futuro; no les he dicho a los demás por miedo a que lo sepan los Vulturis y que puedan tenerla.- se detuvo – Además que Samantha no quiere que nadie se entere, pero debo decírtelo porque debes saber lo que le platique a Bella


¿Así que me diría por fin lo que le haba i dicho a mi esposa bella?
La observe se veía tensa y sus ojos tenían un brillo opaco (era extraño ya que acababa de alimentarse)


Sé que muy quieta.
- Albert – simplemente dijo eso y yo saque en mi mente un sinfín de recuerdos sobre mi hermano. Sobre mi culpa de haberlo convertido, sobre la última pelea que tuvimos y lo último que supe de él fue que se había ido lejos de América. Lo cual me lleva a preguntar: ¿Dónde estuvo todo este tiempo? Y de pronto recordé que eso mismo le había dicho a Bella
- ¿le dijiste a bella sobre Albert? – pregunte un poco nervioso. ¿Cómo le explicaría eso a Bella?
- No… - contesto Avril abriendo los ojos – Solo le dije que “alguien” de parte de los Vulturi me manipulo e hizo un jaqué mate. – respiro aire innecesario – Albert está muerto, tuvimos que matarlo…


Me congele al instante. Mi cerebro no funciono bien. No sé, pero eso fue una noticia muy desagradable. Después de todo era mi hermano.


- ¡¡¿Cómo pudiste?!! – le reclame a Avril duramente. No me importaba si Albert era malo, él seguía siendo mi hermano. No, no podía ser…
- Edward, contrólate – expreso ella tratando de decirme lo que debía hacer. Pero eso me molesto más. – Albert me controlaría y sería el fin de todo, el fin de tu vida y los todos los que se encuentran allá – señalo con un dedo hacia el Sur – Ahora, dime: ¿no estuvo bien?


Lo pensé por un momento. No, no lo estaba. Había matado a mi hermano y eso no se lo perdonaría.
- Era mi hermano – le grite furioso por su maldita decisión
- Edward – puso una mano delante de mí para que yo me calmara – No tienes porque matarme, bueno si… pero de que serviría si moriré de todos modos


Su voz sonó triste y a continuación bajo su cabeza.
Aun así no me causo ningún efecto contra mi enojo. Es más mi mente se sentía saturada y no procesaba nada.
Tal vez incluso podría decirme que me amaba, y yo seguiría con el mismo tema de la muerte de mi hermano.


- ¡No me importa! – le exclame sin oírla
- Edward de todas formas moriré – dijo lentamente las palabras – No veo el caso de que me mates
- Creo que yo si lo veo – le explique – Porque si te mato me vengare la muerte de mi hermano
- ¡Por Dios! – expreso desesperada – Ya te lo dije: moriré – deletreó la última palabra – Ese es mi destino según Samantha y lo acepte – luego puso un dedo en mi pecho – y tu, no vas a venir a deshacer o hacer un nuevo futuro; he visto el futuro con las ideas estúpidas de tu hermano y créeme a ninguno nos agrado, así que más te vale solo seguir haciendo todo lo que te diga, y si al final de puro milagro sobrevivo bueno, tendrás de matarme claro, si es que puedes conmigo
- Ten por hecho que lo hare – siseé dale una sentencia
- OK, entonces regresemos, porque tenemos mucho que hacer y pocas horas para arreglar todo – respondió dándose la vuelta – Sobre la promesa de mi vida no tienes porque cumplirla, así que por eso te dejaré que intervengas a la hora que quieras matarme, claro – volvió a repetir – si es que sobrevivo a la batalla…


Dejó esa última palabra en el aire y salió corriendo para donde estaban los demás. Allí me quede analizando y pensando en la promesa que le había hecho a Avril hacia mas de cien años, cuando éramos humanos. Una promesa de amor y una promesa de vida.


¿Y cuál era la promesa?... Bueno le prometí que siempre cuidaría de ella y creo que no lo había hecho bien, al igual que lo prometí con mi hermano y ahora estaba muerto. No sé, pero comencé a sentirme mal…


No debí amenazar a Avril, no debía convertirlos a los dos. Todo había sido mi culpa y volvía a solo hacerle caso a mis sentimientos. ¿Cien años y no había aprendido a controlar mis impulsos de enojo?


Respire aire que no necesitaba; pero me hacía sentir mejor.


Comencé a sentir también remordimientos y tome un mechón de mi cabello desesperado.


Tendría que pensar que hacer con la muerte de Albert en manos de Avril. Solo necesitaba pensar. Toda esa información me había quedo registrada sin ser procesada. Necesitaba pensar…