Cap 16: Despertar: Rayo de Sol

Por Diana Méndez   Publicado a las  2:02 a. m.   0 comentarios


Capítulo 16: Remordimientos

Narrado por Avril

No recordaba absolutamente nada y eso me desesperaba. Gus aun seguía manejando hacia una hora sin dirigirme la palabra.
Tenía que idear algo para salir de este maldito automóvil y avisar de mi secuestro (bueno si a esto se le puede llamar secuestro).
Sentí de pronto algo en mi bolcillo del pantalón, pero no hice ningún movimiento para ver que era y solo supe al instante que se trataba de un celular.

¿Pero cómo llamar sin que Gus me oyera?...

- Hey, Gus – le llame por decima vez en toda esa hora y como las demás veces me ignoro – Necesito ir al baño…
La idea fue tan estupenda y mi actuación muy buena. Tanto que Gus de tubo el automóvil y me miro.

- Muy bien
Simplemente dijo eso y bajo del auto para abrir mi puerta y yo baje con paso lento. Mire alrededor y luego me le quede viendo.

- ¿No pensaras que vaya al baño aquí o sí? – le pregunte con una ceja levantada
- Pues será aquí o esperar hasta una gasolinera – me dio a saber sin darle tanta importancia a mis necesidades.
- De acuerdo – le conteste disgustada
Camine para adentrarme al bosque y para no estar tan cerca del automóvil, tenía muchas ganas de salir corriendo, pero sabía perfectamente que era una pérdida de tiempo…

- ¿No pensaras en estar allí mientras yo hago mis necesidades o sí? – le cuestione por ver que venía detrás de mi
- No veré nada – me aseguro
Y yo cruce mis brazos mientras taconeaba con un pie.

- Olvídalo – le rechace – No hare mientras tu estés viéndome…
- No pienso dejarte – dijo persistente
- ¿A dónde crees que podría ir? – le pregunte juntando mis cejas – Además estoy segura que aunque yo saliera corriendo,… tu me alcanzarías rápidamente, así que podrías dejarme al menos solo seis minutos para poder hacer mis necesidades.

Gus se quedo pensando por un momento mi comentario y luego tal vez creyó lo que le había dicho.

- Tres – me propuso
¿A caso estábamos llegando a un negocio o regateando los minutos?

Lo mire con extrañeza

- Cinco – le dije un poco molesta
- Cuatro – me argumento poniendo sus cuatro dedos largo y se fue de allí
Creo que esa había sido su última oferta de mi privacidad. Así que la aproveche lo más rápido posible y respire profundamente.

Baje con cuidado mi mano hasta llegar al bolsillo y sacar un celular pequeño pero muy efectivo. Era muy extraño que supiera de tecnología sin recordar nada sobre mi vida, de algo estaba segura ya no estaba en mi época.

Saque el celular gris y deje presionado el numero uno. En la pantalla apareció un nombre y un número. El nombre que leí en la pantalla era el siguiente: “EDWARD ANTHONY” con un numero.
Puse los ojos en blanco.
Pero rápidamente pose el celular a lado de mi oído. Mientras paseaba la vista por el bosque por si aparecía Gus y me cachaba.

Dio tono y sonó como dos veces.

Al instante oí un “¿Hola?”
No pude identificar su voz, porque se oía extraña pero había algo que me decía que tenía que confiar en él y más cuando en mis recuerdos si estaba… pero era un poco ridículo ya que él debía estar muerto en esta época,…
¿Pero quién me creía yo para decir que no podía ser posible? Quiero decir aquí estaba yo viva después de más de cien años…

- ¿hola? – volvió a decir - ¿Avril?...
Tal vez en ese momento vio el número que aprecia en su celular, para saber quien le llamaba.

- ¿Ed? – le pregunte dudosa – ¿Eres tú, Anthony?
- Si – contesto lentamente y susurrando - ¿Dónde estás?... Te escuchas un poco extraña. ¿Qué te paso?,… según se, tú estabas muerta al menos eso argumenta Carlos. En verdad han pasado demasiadas cosas aquí y te necesitamos aun. ¿Cómo puedes estar viva? Y ¿Por qué tu voz suena como la de antes?, ya sabes tiene el típico timbre de voz de un humano… ¿Por qué?, ¿quieres que vaya por ti?...
Lo dijo tan rápidamente lo último, que apenas pude entenderle y solo le conteste la primera pregunta que había captado mi cerebro.

- No sé exactamente donde me encuentro, pero sé que apenas a cabo de cruzar la línea divisoria de Canadá y estados unidos – le respondí segura de lo que le estaba diciendo – Y no puedo decirte más… tengo alguien aquí que me tiene como secuestrada si así le puedes llamar secuestro a un vampiro que no me deja hacer mi voluntad.
- ¿Por qué no lo matas? – me pregunto curioso – Eres buena luchadora
- No sé cómo – le respondí rápidamente desesperada – Además no me preguntes cómo pero creo que soy humana de nuevo, cosa que no recuerdo que hubiera sido vampiro antes…
- Ok – contesto Ed desconcertado – Iré enseguida, estoy cerca de allí. Solo enciende el localizador del celular para saber tu ubicación y ya platicaremos cuando te vea
- Muy bien – le dije colgando y prendiendo rápidamente mi localizador para que así Ed pudiera saber dónde encontrarme.
Baje el celular y lo volví a meter en mi bolsillo del pantalón.

Respire rápidamente varias veces y vi como el sol bajaba para sustituirlo la otra estrella llamada Luna.

- Rápido, rápido – dije en voz alta lo que pensaba – Casi anochece…
- ¿Por qué rápido? – pregunto Gus saliendo detrás de algunos árboles
- Pensaba en voz alta – le dije la verdad mirando a mi alrededor
- No importa – me respondió – Pero concuerdo contigo al decir “rápido”, dentro de poco habrá una guerra aquí y estamos en la zona roja donde a unos cuantos kilómetros habrá una lucha sangrienta. Así que debemos irnos.
Gus me señalo el camino para que yo empezara a caminar y así lo hice.
Caminamos todo el tramo que había caminado yo hacía unos minutos y llegamos a ese automóvil gris.
Desde la mañana me dolía tanto la cabeza y la parte de mi pecho donde se ubicaba mi corazón.

Subí al automóvil y cuando yo ya estaba sentada. Vi un borrón pasar a lado de mi ventada y me quedé muy quieta. Hasta que descubrí que Gus ya no estaba y ahora veía dos borrones peleando a fuera un poco alejados del auto.
No podía seguir el borrón, ni podía ver fijamente de quien se trataba.
Hasta que escuche un fuerte golpe y vi como Gus se impacto en la cajuela.
Solté un pequeño grito.

Se levanto y me miro.

- Bien lo habías dicho, Avril. – Me dirigió esas palabras – Tu eres una estúpida, la humana tonta y la vampira más cruel.
- Nunca seria cruel…
- Lo fuiste y ahora por ser una humana tonta morirás – me hecho encara
Pero no tuvo tiempo para decirme más, porque en ese momento vi como le trozaban el cuello y yo me tape los ojos con espanto.

Me quede así por algunos minutos y luego escuche un toque en la ventana izquierda.
Vi una mano blanca pero aun así no quería bajar, hasta que aquel personaje se asomo y vi la cara de Edward mirándome con curiosidad.
Baje lentamente del auto y me quede pasmada mirándolo. Su cara era tan hermosa como si fuese de un ángel.

Le toque un mejilla y él me miro sin una reacción en su cara. Pero por extraño que se escuche sabia que él estaba muy extrañado por verme allí. Le tome el rostro con ambas manos y sentí su piel fría.

Como en aquella ocasión. La cual había aparecido en mi habitación a la mitad de la noche y yo me encontraba tan feliz por saber que se encontraba vivo (no pude contenerme y lo abrace), allí fue cuando descubrí que era diferente y muy frio.
No era el mismo Edward que yo había conocido, el cálido y muy feliz Ed.

Este Ed me volvió a traer al presente y me quito mis manos de su rostro, tomándolas entre sus manos igualmente frías y esos dedos largos que recordaba tanto.

- ¿Cómo es que escucho tu corazón de nuevo? – Me pregunto con una voz dulce y susurrante
- Yo… - empecé a decirle – no lo sé… solo se lo que Gus me dijo.
- Te refieres al vampiro que acabo de matar – me dijo crudamente
- Eso creo – le respondí dudosa
Nos quedamos callados y luego el me soltó las manos.

- Vamos – me propuso – Iremos con los demás y estoy seguro que alguno tendrá alguna explicación o al menos una teoría de lo que te pudo haber pasado
No camine, me quede en donde estaba y respire profundamente.

- Sabes perfectamente que yo nunca te traicionaría, ¿verdad? – le argumente a Edward
- Claro – respondió rápidamente – Pero ahora no tenemos mucho tiempo, tenemos que irnos
- Espera – lo detuve aunque sabía que no podría detenerlo tan fácil como él me había hecho creer
El se dio la vuelta y me miro

- Sé que no hay tiempo para decirte todo lo que ese vampiro llamado Gus me dijo – le recite rápidamente por la falta de tiempo y por mis propios nervios – Pero tú me conoces, yo nunca haría algo tan atroz como lo que estas a punto de saber…
- ¿De qué hablas, Avril? – me cuestionó Ed con sus ojos entrecerrados

Respire profundamente y tome mucho aire para darme valor.

- Toma – le dije mientras estiraba mi mano derecha para darle la pequeña nota que me habían enviado esos tales Vulturi – Esto explicara casi todo, al menos lo más esencial,… supongo… Pero antes que lo leas quiero decirte que ya no soy esa vampira, ahora vuelvo a ser la misma que conociste antes de que tu también te convirtieras en un…Vampiro.

Tomo la nota de mi mano con cuidado y la desdoblo para leerla con rapidez. Pasaron segundos para poder ver su reacción, tomo la noto en su mano y la arrugó porque había puesto sus manos en forma de puño.

- Nos traicionaste y faltaste a tu amistad conmigo – me susurro apretando sus dientes con coraje contenido
- Yo no los traicione – le conteste rápidamente levantando mis manos para negarlo – esa Avril murió, yo soy ahora la misma que conociste hace mas de cien años, Ed.- me detuve y lo mire también fijamente – No recuerdo nada y no conozco a la traicionera Avril, yo no soy así y tú lo sabes… ¿o no Anthony?

No vi como llego tan rápido a mí y me tomo con una mano mi cuello. Mi espalda golpeo fuertemente con un árbol que había estado alejado de nosotros más de veinte pies y ahora me encontraba de espaldas contra el árbol con una mano de Edward en mi cuello. No lo estaba haciendo fuerte, de haberlo hecho yo ya hubiera estado muerta.

- ¿Cómo pudiste traicionarnos? – Me pregunto en mi oído ferozmente
- Yo… - comencé a decirle sin poder pronunciar palabra por la presión que ejercía en mi cuello – No soy… esa… Avril
- Claro que lo eres – me insistió Ed muy molesto e incluso comenzó a gritarme - ¡¡MALDITA SEA, AVRIL!!... TODOS CONFIAMOS EN TI E INCLUSO YO… ¿COMO PUDISTE HACER ESTO?... NOS MANDASTE A LA ORCA Y LA PELEA ESTA MUY CERCA… NOS EJECUTASTE A TODOS A MUERTE.
- Lo si-en-to – le dije articulando las palabras difícilmente
- ¡¡¡NO TE IMPORTO QUE FUERAMOS AMIGOS!!!, AUN ASI ME HAZ TRAICIONADO – Me argumento gritándome mientras aun me ahorcaba con su mano – TUS AMIGOS… NADIE TE IMPORTO, ¿VERDAD?, NISIQUIERA YO…
Lo mire con tristeza y con mis manos en su mano para que me soltara. Sentía que no podía respirar y que en cualquier momento me desmayaría.

- Edward – le dije sin aire en mis pulmones – No… pued-do res-pirar
- Debería matarte – me argumento – En verdad te lo mereces… tu excusa no es válida, porque sigues siendo Avril…
- Ed, Ed – salte diciéndole desesperadamente por mi falta de aire – La promesa, la promesa que me hiciste,… ¿la recuerdas?...
No sé cómo pero tuve aire suficiente para decirle esas palabras y juntarlas para que el entendiera a la perfección de lo que yo hablaba.

Edward aflojo un poco su agarre que tenía en mi cuello.

- Hubo un tiempo en el cual me amaste – le dije aun con su mano aferrada a mi cuello pero con mas aire – Tu me prometiste algo… ¿lo recuerdas?
Aquel vampiro que en un tiempo antiguo yo había sido su amor y él el mío, me soltó abruptamente dejándome caer al pasto de sopetón.

Tocia por todo el aire que no pude respirar. Trate de respirar y controlarme. Aspire una y otra vez el aire a mí alrededor.

Estaba en el suelo cuando volvió a hablar Edward

- Te dejare ir, por la promesa que te hice – me argumento susurrándome indiferente – Pero si salgo de esta con vida juro que si vuelvo a verte te matare – me amenazo con odio
Lo mire con tristeza mientras me sobaba con la mano mi cuello.

- Edward – le llame con voz ronca – Yo nunca haría algo así,… - me levante con cuidado aun con mi mano en mi cuello y con mi voz ronca – Aunque tu hayas olvidado tus sentimientos por mí, yo no… aun siento muchas cosas por ti…
Él suspiro.

- No digas que nunca arias algo así – me dijo con voz neutral – porque ya lo hiciste.
- No, yo… - comencé a decirle pero él me interrumpió cuando levanto su mano en lo alto para que yo me quedara callada y así lo hice.
- No quiero escuchar nada de ti – me expreso molesto – Pensé que eras alguien con buenos sentimientos y con una alma pura
Se dio la vuelta para marcharse y dejarme allí sola

Pero yo lo volví a detener y le dije:

- No le digas a nadie sobre mi traición – le dije con un hilo de voz
- Crees que seré yo el que les diga que traje a una traidora a nuestra filas – me argumento fríamente – No seré yo el que les diga a mi propia familia y a mis nuevos amigos que tu nos traicionaste a todos… no lo hare y no es por ti. Es por lo que estamos a punto de padecer gracias a ti. Lo menos que necesitan es saber esta cruda realidad.
Cerré los ojos para contener mis lágrimas.

- Siempre te ame y aun lo sigo haciendo – le hice saber
- Yo nunca lo hice – me dijo fríamente – Además ni siquiera mereces nada de mi… yo nunca querría a ninguna traidora
Se fue sin que yo pudiera decirle nada más.

Así estuve en un abismo, en un pozo, en una tormenta que yo misma había creado, que yo misma había construido… porque yo misma había creado el propio infierno para todos., no solo para mí sino para mí misma.

Sentí todo el peso sobre mí, tuve que arrodillarme… porque todas esas acciones malas (aunque yo no las conociera o recordara) me pesaban demasiado y me hundían.

Si aquí estaba el arrepentimiento de cosas que no recordaba, de acciones que nunca hubiera hecho yo como humana y de crueldades de las cuales nunca imagine.

Mi arrepentimiento era atroz y me ahogaba en mi alma manchada de sangre inocentes y de traición ante mis amigos.

El peso era demasiado para un humano como yo, muy cruel y doloroso.

¿Pero que mas podía hacer?... solo quedarme allí llorando mientras el sol se ocultaba y entraba la Luna en su lugar.

¿Cómo cambiar todo esto? ¿Cómo ayudar a todos aquello desconocidos que confiaron en mí?

No podía cambiar el pasado… ¿o sí?...

Me quede contemplando fijamente el pasto. Quería que mi cerebro trabajara rápidamente para recordar algo que tenía que ver con el pasado…

¡Pero de nuevo no recordaba nada!

Mas frustración… tanto que grite.

No podía mas, tenía que poder hacer algo para ayudar… Me quede por dos horas sentada pensando y luego camine sin rumbo adentrándome al bosque. Cuando escuche un aullido muy fuerte a la dirección del sur por donde exactamente estaba caminando.

Me quede paralizada mirando por donde el aullido se había escuchado. Seguí caminando sin detenerme y con más rapidez y con decisión.

De pronto a unos cuantos metros escuche un sinfín de sonidos y gruñidos. Estaba a punto de ver de qué se trataba cuando vi a un gran monstruo enfrente de mí era un hombre lobo gigante dos veces mi tamaño con dientes filosos y su boca muy salida.

Me gruño abriendo mucho la boca y alcance a oler su aroma a puro sudor y sangre.

Pero de pronto llego otro lobo al igual que él. Lucharon muy cerca de mí y yo retrocedí un poco.
Hasta que…

- ¿Avril eres tú? – me pregunto mientras me protegía de otro lobo de ese tamaño
- ¿Quién eres? – le pregunte cuando ella me empujo a un lado
Esa chica me miro con ojos abiertos por la sorpresa de mi pregunta

- ¿Qué no me recuerdas? – Me cuestiono mientras veía a todas partes –Soy Samantha, una de tus mejores amigas
Pase saliva… no porque no la reconociera si no porque temía que supiera que los había traicionado. Esa guerra que observaba estaba más que pérdida y yo era la única culpable.

- Lo siento pero no te recuerdo – le dije sinceramente – será porque ahora soy humana de nuevo
Me costaba decir esas palabras porque aunque sabía que era la verdad yo no lo podía aun creer.

- Pues entonces empecemos con el plan C – me dijo
Yo me le quede mirando sin comprender lo que decía.

- ¿Qué plan C? – le pregunte mirando como muchos pedazos de múltiples partes del cuerpo se encontraban regados por aquí y por allá
- Ya que no podemos hacer nada por ganar – comenzó a decirme Samantha – Tal vez si podamos cambiar algunos pequeños detalles

Cuando termino de decirme eso vi como sus manos comenzaron a salir una luz como los rayos del sol. Era ridículo porque nos encontrábamos en medio de la noche con oscuridad y ella esta irradiando luz desde su pecho hasta sus manos. Se me acerco lentamente y me tomo por las manos y luego vi estallar esa luz alrededor nuestro.

Al abrir los ojos vi el mismo bosque pero de día.

¿Qué había pasado?
¿Dónde estaba?.... ¿y la guerra?...

Todo esto en verdad me abrumaba.

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

0 Comentarios:

¡Anímate a comentar, siempre y cuando sea con respeto! Bienvenid@s.

Sube de nuevo ↑
Bienvenidos

    Bienvenido a la web de Diario Twilight. Llevamos siete años trayéndote las mejores noticias de La Saga Crepúsculo y su elenco. Haz parte de nuestras redes sociales y no pierdas detalle

Seguidores Blogger

Vsitas

© 2015 Diario Twilight. WP Mythemeshop Converted by Bloggertheme9
Blogger templates. Proudly Powered by Blogger.