Cap 9: Despertar: Rayo de Sol

Capítulo 9: Licántropos

Narrado por Renesmee

Estaba dormida. Pero aun oía susurros a mí alrededor. Desperté sin moverme.

- Avril, acaba de hablar - argumento aquella chica - Los Cullen están donde deben estar de nuestro lado y aceptaron no hacer preguntas respeto a Renesmee.
- Deberíamos de soltarla - inquirió otra chica
- Si - coincidió Richard - Wendy suéltala.

Oí unos pasos que se dirigían hacia a mí. Me soltaron con cuidado y cuando estuve sin cuerdas en mi muñeca, enseguida me quite la venda de mis ojos.

Vi una cabaña de madera, en realidad era una cabaña muy vieja y destrozada. Había tablas caídas en algunas partes del suelo. Y por primera vez vi a todos lo que se encontraban sentados en el piso. Eran demasiados. Y acerté al decir que eran más de diez. Conté tratando de verlos por primera vez y eran catorce.

Todos se quedaron callados cuando yo los vi. Lo único que tenían en común eran sus ojos de color morado. Un morado profundo.

El único que no encajaba con esta característica conjuntiva era Richard. Lo mire enojada. Aunque tenía la intención de correr lejos, pero… ¿Cómo correr con tantos presentes en la misma habitación?

Pase saliva aun deliberando si debía correr. Busque una salida disimuladamente y la encontré hasta el otro lado de la habitación.

Richard vio mi mirada.

- No tienes porque escapar - dijo tratando de convencerme para que no gastara mis energías en pensar un plan de escapé - No te haremos daño
Me aseguró mirándome profundamente. No tenía confianza en él. Ya no, después de todo él me había traído a una cabaña con sus amigos los supuestos Licántropos.

- Quiero ir a casa - le expresé con enojo - No quiero estar aquí
- No puedes volver - inquirió una chica que tenía su cabello pintado de anaranjado - Tienes que quedarte con nosotros hasta que la pelea inicie
Los mire sin ver ninguna reacción de ellos
- Debo ir - dije desesperada - Tengo que ir a ver a mis padres y a Jacob. Tengo que decirles que estoy bien… al menos dejen que los llame
Alguien respiro profundo y se acerco a mí.
Era un chico que traía ropa muy sucia. Me dio un celular.
Lo tome y marque el celular de mi padre.

Sonó tres veces. Algo inusual en él.
Hasta que contesto.

- Hola - contesto mi padre Edward
- Soy yo Nessie - le dije rápidamente
- ¿Nessie? - pregunto aun sin creerlo - Princesa, ¿Cómo te encuentras? ¿Dónde estás? ¿Te sientes bien?
- Si, si - respondí a sus preguntas - Solo quería decirles que estoy bien
- Doy gracias que estés bien - dijo mi padre mucho más tranquilo - Quisiera pasarte a tu madre pero se fue a cazar hace unos minutos…
- Bueno, dile que me encuentro bien - le dije para que le pasara el recado a mi madre que estaría muy preocupada
- Lo hare Nessie - me prometió
- ¿Papá? - le llame dudosa ante lo que le iba a decir
- ¿Si? - me contesto
- No entiendo nada de lo que sucede - le dije sinceramente
- Pues lo único que puedo decirte es que no debes preocuparte - me aseguro mi padre - Confía en ellos
Vi a Richard que me pedía con una mano extendida el celular.

- Asegúrate que Jacob se entere que estoy bien …
- Si, hija
- Te quiero papá - le dije con mucho cariño
- Yo también princesa - me susurro despacio
- Debo colgar - le dije sin querer dejar de escuchar su voz - Tal vez luego pueda llamar
- Eso espero
- Bye…

Y sin esperar a que papá se despidiera colgué. Y le di el celular a Richard y este a su vez se lo dio al mismo chico que me lo había dado.

- ¿Podre llamarlo de nuevo? - le pregunte a Richard y este miro a los demás y meneo la cabeza afirmándome que si podía.
- Debes de saber que no estás prisionera - me aseguró Richard - Puedes hacer cualquier cosa, menos irte.
- Tal vez deberías de comer un poco - tercio una voz suave detrás de mí. Era una chica muy delga, pero traía consigo un plato de comida humana. A lo cual hice una mueca de asco.
Olía deliciosa la comida pero, yo no tenía ganas de tragarla y más cuando me quemaba la garganta.

- Eh, gracias - dije viendo la comida en aquella bandeja oxidada - Pero yo no como comida
Me observaron tratando de comprender, pero Richard fue el que me dijo:

- Te acompaño a cazar - me prepuso mientras abría la puerta y la dejaba así para que yo saliera.
Aunque ya había hablado con mi padre, aun tenia deseos de salir huyendo de aquellos desconocidos.
Salí de la cabaña y vi un gran bosque a nuestro alrededor. Montañas con nieve muy cerca de nosotros, demasiadas cercas como para sentir el frio proveniente de ellas. Tal vez si yo fuera humana me moriría de frio estando allí. Pero yo me encontraba tan neutral con el asunto del clima.

- Canadá - respondió Richard - Es más tranquilo y mucho mas lindos sus bosques. Debo decir que me encanta, ya que yo nací aquí
Observo todas aquellas montañas que se encontraban detrás de nosotros, sabía que estaba recordando cuando él era humano.

- Pero vamos a cazar - se motivo y corrió veloz mente
Yo lo seguí, aunque era rápida no podía alcanzar a un vampiro.

Atrapamos a nuestra presa, cada uno termino. Cuando estuvimos satisfechos. Me senté debajo de la sombra de un árbol.

- ¿Te sientes cansada? - pregunto mientras él se sentaba a mi lado
- No - respondí y agregue siendo más franca con él - Más bien confundida, ya que no entiendo que pasa…

- Lamento lo que hice - se disculpo mirando la copa del árbol - Tenia que traerte aquí y sabía perfectamente que no vendrías por tu propia voluntad
- Debiste preguntar - le conteste con voz amarga - Pensé que moriría en cualquier momento
- Siento él a verte asustado - volvió a pedir disculpas
- Y dime: ¿Cómo fuiste capaz de dejarme inconsciente? - le cuestione mirándolo
Era algo extraño, yo era igual de resistente que un vampiro. Pero no tenía la suficiente fuerza de uno.

- Tengo un Don - contesto indiferente
- ¿Qué clase de don? - le cuestione juntando mis cejas
El me observo y se acostó a mi lado.

- Creo que ya tienes una idea de lo que hago yo - respondió usando sus brazos como almohadas

- Me estas tratando de decir que tu… ¿puedes dejar inconsciente a un vampiro?
- Si… pero solo dura algunas horas. Debo agregar que es útil en una batalla - concluyo levantándose
Sonreí un poco.

- ¿Por qué estoy con ustedes? - le pregunte
- Los Vulturis vendrán dispuestos a matar a todos los Cullen, ya no abra excepción - recito sin detenerse - Pero…
Se quedo callado. Como si de repente no se hubiera dado cuenta de las palabras que estaba a punto de decir.

- ¿Pero? - le pregunte insistiendo
- Pero si ellos te encuentran será un error muy grande
- Un error muy grande, a ¿qué te refieres exactamente? - le pregunte también incorporándome para verlo más cerca
- Tu eres diferente Renesmee - argumento - No puedes caer en manos de los Vulturis
- No soy tan única por si no lo sabes - dije - Nahuel es igual a mí
Le relate sobre Nahuel y como tenía más hermanas parecidas a mí. Y que los Vulturis había determinado que nuestra especie de mitad vampiro y mitad humano no éramos una amenaza para la humanidad y para ellos mismos.

- Algo supe sobre eso - contesto cundo termine mi relato - Pero esos con los que te comparas no tienen un Don como el tuyo
- Mi don no es tan importante -exprese con aburrimiento - Simplemente pongo mi mano en alguien y pueden ver lo que yo quiera que vean
- Si lo sé - dijo - pero recuerdas lo último que te dije antes de atacarte con mi Don
- Cuando me secuéstrate - inquirí sarcásticamente con los brazos cruzados
- He si, y vuelvo a disculparme por eso - volvió a decir - Pero yo decía sobre la cuestión de tú sangre…
- ¡¡Ah!! - exprese recordando la conversación que mantuve con él - Ahora que lo dices recuerdo esa parte y pensé que moriría cuando la mencionaste.
- Bueno. Digamos que tu sangre es esencial - me dijo un poco serio
- Ok - le conteste- Pero que tiene que ver mi sangre con mi Don. Porque no veo relación alguna
- Tú sangre da un Don
- ¿Cómo? - salte preguntando con voz más fuerte de lo normal - Espera, ¿Cómo saben si eso es cierto?... Nunca he dado sangre para que experimenten conmigo
- Por Elena - respondió susurrando
- ¿Quién es Elena?

- Es una de las hermanas de Nahuel - respondió con rapidez - Ella está muerta ahora por querer escapar de los Vulturis, al igual que las otras dos. Pero Nahuel ha sido prisionero de los Vulturis desde hace dos años y cuarenta días para ser precisos
- ¿Pero porque Nahuel? - cuestioné a Richard con una voz más amarga
- Te lo acabo de decir - inquirió Richard- Nahuel es igual a ti y por lo tanto su sangre da poderes a quien bebe de él. Pero Nahuel murió hace dos semanas exactamente y ahora te quieren a ti
Estuve fría de pies a cabeza. Era horrible saber que no venían a matarme si no a capturarme hasta que muriera en el proceso. Porque sabía perfectamente que no les importaría. No les había importado Nahuel y por lo tanto no les importaría a ellos.

- Ellos creen que será mejor tu sangre - dijo Richard - Ya que tu ya tienes un Don, por lo tanto tú serás más efectiva en ese aspecto
Richard hablaba y hablaba, pero yo no lo escucha. Estaba completamente fuera de sí. Creo que me había quedado sin respirar.

- Respira - me insistió Richard para que yo lo hiciera - Renesmee respira
Y así lo hice, respire tanto que estuve a punto de ahogarme con tanta aire.

- Lamento tanto el haberte dicho como están las circunstancias - dijo con un poco de remordimiento a causa de mis repentinos ahogamientos
- En realidad gracias por decirme la verdad - mi voz sonaba un poco ronca
- De todas formas tenias que enterarte
- Bueno tengo una pregunta más y sé que es más extensa la respuesta - comencé a decirle - ¿Quién es avril?
Richard no dio ninguna reacción ante mi pregunta.

- Avril es una vampira muy poderosa - empezó a decir mientras caminaba hasta un rosal - Ella hace la diferencia… lo que quiero que entiendas es que ella es como una clase de vengadora ó héroe, no sé cómo expresarlo bien
Yo me quede callada mirándolo y como no dije nada, él prosiguió:

- Avril nunca acepto el hecho de ser convertida en un vampiro y ahora salva a humanos y vampiros - toco un rosa entre sus manos y siguió hablando - La mayoría de sus seguidores son vampiros que ha encontrado y salvado. Por ese motivo ella se encuentra de tú lado. Nunca dejaría que la injusticia ganara.
Por lo que escuche sobre Avril era una buena vampira. Pero aun quería saber otra cosa.

- ¿Porque los demás le temen a Avril? - le pregunte recordando cuando los demás tuvieron un ataque de histeria la oír que Avril se encontraba cerca de ellos.
Richard empezó a reírse.

- Es que todos aquellos que has visto en la cabaña son Licántropos - me menciono - Ellos le temen a Avril, porque cuando ella se entera de sus andanzas en mitad de la noche a causa de la luna llena. Ella digamos… caza a los lobitos malos

Me quede sin palabras, mientras él seguía jugando con la aquellas rosas rojas como la misma sangre.

- Ella ahora se encuentra con mi familia, ¿verdad?
- Si - respondió coartando una rosa roja de aquella inusual rosal - Yo soy un representante de los lobitos… el ducto por el cual pueden hablar
- Y porque…
- ¿Por qué lo hago? - hizo la pregunta que estaba a punto de hacerle - Uno de ellos tiene mi sangre. Tenía que ayudarla y quería que supiera que no estaba sola. Por ese motivo ayudo a los demás. De no ser por mi descendiente que se encuentra convertida en un Licántropo, no estaría con ellos.
- Lamento tanto lo de tú…
- No importa - me interrumpió - Aun estoy tratando de entender porque Avril venia dispuesta a todo con tal de ayudar a toda tú familia
- Eso es raro - exprese entrecerrando los ojos
- La verdad un poco - admitió aun tocando las espinas de la rosa - Avril siempre ha ocultado el cómo se convirtió en vampiro, pero nadie se atreve a preguntar…
Se quedo pensativo ante lo que había dicho y luego puso la rosa muy cerca de su rostro para verla mejor. A mí me parecía que Richard disfrutaba observando la rosa de cerca, era como si nunca hubiera tenido la oportunidad de observar una rosa en toda su eternidad.

- Entonces… ¿le temen? - propuse por la información que él me acababa de dar
- No - negó - Creo que solo no quieren preguntarle para no hacerla recordar su pasado.…
Richard tenía esa mirada de divagar en el pasado. Sabía que estaba recordando algo en ese momento. Y luego volvió a hablarme.

- Avril nunca platica de cuando ella era humana, pero yo sé algunos lapsos de sus vida, aunque no todos…pero tengo una idea razonable. Ella trabajaba con sus padres en una casa como limpiadora domestica (o en pocas palabras eran "sirvientes") - me dijo narrando todo aquello que sabia - La verdad a ella no le molestaba trabajar para sus jefes en ese entonces los Masen…
La rosa que un sostenía Richard estaba perdiendo color a causa de no tener agua. Pero él aun seguía mirándola como si ella le estuviera contando esa historia de Avril.

- No conocí a la familia Masen, pero aun no entiendo como la Familia de Avril los adoraba. - se detuvo para recordar mas detalles - Tal vez - dijo dando su opinión - Los Masen fueron muy buenos con sus sirvientes, pero era muy raro, ya que en esa época los sirvientes eran tratados peor que los animales… Cuando me mude a Chicago conocía a muchas familias muy bien posicionadas y a esa encantadora señora llamada Miriam (mamá de Avril)… Ella me platico de sus antiguos amos y Te diré las palabras exactas que me dijo: "Los amos enfermaron e incluso el heredero,… Había llegado el hermano de la señora Elizabeth y recuerdo que Salí deprisa directamente al hospital de la capital de Chicago junto con él hermano de ella. Cuando llegamos la enfermera nos dijo que habían muerto los tres. Todo fue terrible, pero no solo era el dolor de perder a los amos, sino que el hijo de ellos había desaparecido, jamás encontraron su cuerpo"
Estuve a punto de cuestionarle a Richard como se había ganado la confianza de una sirvienta, pero supe que él había sido muy amable con ella.

- La señora Miriam era una buena amiga - reconoció - Miriam era muy religiosa, pero creía en lo sobrenatural. Recuerdo que conocí a Avril, sus padres ahora vivían muy cerca de Chicago, ahora le servían a otra familia de clase alta.
Era impresionante imaginarse ese tiempo y era como tener un libro abierto, me estaba contando una historia que solo él conocía. Aunque Avril no había dicho nada de su vida.

- En fin - Richard dijo cansadamente por la plática - Avril se casaría con un chico de clase media y eso era todo un lujo para los padres de Avril. Miriam está muy feliz y Avril solo obedecía…
- ¿Se iba a casar sin estar enamorada? - le cuestioné a Richard como si él me hubiera dicho una aberración
- Renesmee, en 1919 eso era común - me dijo con tranquilidad - Y créeme Avril iba a ser feliz, pudo haberse casado con un viudo ó para rematar un anciano… ella en realidad iba a ser feliz, claro con el tiempo, hasta que ella se enamorara de aquel chico.
Lo mire y vi como iba aplastando poco a poco la rosa entre sus manos hasta que se hizo trisas. Vi como movió de nuevo su mano hasta ver como había quedado su rosa molida entre su mano.

- ¿Qué paso después? - le pregunte curiosa
- Miriam un día me visito muy alterada por la desaparición de Avril. - Me dijo mientras se sacudía la mano para quitar esa rosa triturada de sus manos y me miro - Ella nunca volvió con sus padres y…Tu sabes porque, ¿Verdad?
Claro que sabía.
- La convirtieron en un vampiro - le respondí a Richard
- Exactamente - se aventuro a decir Richard
- ¿Qué paso con la familia de Avril? - le pregunte preocupada por una familia que en ese entonces ya había muerto
- Siguieron con sus vidas, aunque debo agregar que nunca olvidaron a Avril - contesto desviando otro gran tramo de esta historia, sabía que algo más había pasado y esa parte Richard no quería contarla.
Respete su silencio y no pregunte nada más de ese tema.

- ¿Y qué es lo que aun no entiendes? - le pregunte llegando a la primera pregunta
- No entiendo cómo es que ella daría todo por proteger a todo tu familia - me respondió aun cuestionándoselo a sí mismo - es raro…
- ¿Qué es raro?
- Que ella de todo y no reciba nada - respondió sin miramientos
- Pero no me acabas de decir que ella hace eso - le puntualice
- Si - respondió dudoso - pero… nunca a una masacre semejante. Sabes que esta pelea será muy difícil y será de vida y muerte. Avril nunca se ha metido a una batalla igual y había tenido oportunidades de sobra y aun así nunca lo hizo. Y es donde digo: ¿Por qué lo hace ahora? ¿Por qué arriesgar su eternidad? ¿Por qué luchar tan fuertemente? Y sobre todo… ¿por qué aliarse con el clan de licántropos?
Dejo en el aire las preguntas. Richard se estaba cuestionando esas preguntas así mismo. No entendía el ¿Por qué?

Salió del bosque un sonido muy parecido a un chiflido. Pero se oía tan cerca y tan dulce y constante.
Quise descubrir de donde provenía ese pequeño llamado.
Richard me miró y solo dijo:

- Debemos irnos - se dio la media vuelta y empezó a correr
- Espera - le grite.
Corrí detrás de él de nuevo y me detuve hasta que volvía a estar cerca de la cabaña.

Entre y todos estaban agitados. Richard claramente estaba poniendo orden. No escuchaba nada porque no entendía nada por sus repentinos gritos, susurros, y golpes.
Todos se encontraban fuera de sí. Aquellos licántropos estaban muy alterados, y aprecie miedo en sus caras y enojo.
Mi repentina entrada no hizo que cambiara nada en lo absoluto. No me escucharon, ni vieron… no existía en ese momento. No para ellos. Había noticias nada agradables.


- Guarden silencio - grito Richard, para hacerse oír ante todos
Pero nadie lo escucho. Todo seguía igual.

- ¿Qué sucedió? - le cuestioné cuando me acerque hasta él.
- Fray, descubrió que hay otro clan en Forks
- ¿Otro clan?, y… eso es bueno o malo
Una estúpida pregunta. Los licántropos lo estaba diciendo todo, esta situación era bastante delicada.

Richard se acerco a mi odio y dijo:
- Es bastante malo - respondió y a continuación me agarró de la mano para llevarme con él - Dame el teléfono - le ordeno al mismo chico que me había prestado el celular para hablarle a mi padre - Vamos
Cuando obtuvo el celular en sus manos, me jalo hasta la puerta y volvimos a salir de aquella cabaña con licántropos fuera de sí. Corrimos juntos hasta otra parte del mismo bosque y encontramos a una chica de una cabellera muy corta, pero eso la hacía lucir joven y linda.

- Griselda - la llamo Richard, tratando de ir hasta donde se encontraba.
Aquella chica se encontraba en medio del bosque sin ver nada en específico, estaba con los ojos cerrados meditando. Cuando oyó la voz de Richard al instante abrió los ojos.

- El otro clan… - empezó a decir. Pero Richard me soltó y fue hacia ella.
- Lo sé - le dijo asistiendo con la cabeza. Mientras le tomaba con ambas manos sus rostro - Debemos tranquilizarnos
Tal vez ella era su descendiente y su… ammm como decirlo amiga.
- ¿Qué clan es… - inicie preguntando
- El clan Ruso. - Richard intervino mi pregunta, con la respuesta de esta. Sin apartar la vista de la chica de ojos violetas.

Pero fue Griselda la que me contesto y agrego algo más:
- No solo es el clan ruso, Richard - le dijo mientras lo veía. En sus ojos se expresaba el miedo y la tristeza - También vendrá el clan Ingles…
- No hay ningún clan en Inglaterra - intervino Richard para rechazar lo que había dicho Griselda
- Este clan es de licántropos - contesto Griselda con amargura
- Pero… - empezó a decir Richard - Acaso ellos no iban estar de nuestro lado
Griselda camino un poco de un lado a otro. Tal parecía no aguantaba la presión que tenía en sí misma. Se puso ambas manos en su cintura y respiro profundamente.

- Tal parece que los Vulturis los han convencido - expreso con indignación - ¿Por qué diablos creerles aquellos estúpidos vampiros de piedra?
Griselda trataba de entender a aquel clan.

- Deberíamos hablar con ellos, tal vez podamos hacerlos cambiar de opinión - propuso Richard esperanzado
- Ya hable con ellos - impuso - y créeme… Nos han declarado la guerra. Tuve la mala suerte de saber esto en la cabaña enfrente de todos los demás.
Respiro para tomar aire y se dejo caer al suelo hincada.
- Estamos perdidos - dijo derrotada ante nosotros
Me sentía invisible, sentía que solo estaba viendo un programa de televisión. Y por fin hable cuando Richard se había hincando enfrente de Griselda.
- ¿Qué podemos hacer? - le pregunte a aquellos dos que estaba enfrente de mi arrodillados
Richard solo movió un poco la cabeza y saco el celular de sus bolcillo.

- Le avisare a avril - anuncio mientras presionaba una tecla del celular. Era marcación rápida
Empezó a sonar el tono.

- Avril, debemos hablar - fue todo lo que dijo - En el mismo lugar
- Muy bien… - contesto Avril
Fue la conversación por celular más corta que había escuchado. Pero las razones eran porque tenían mucho de qué hablar y no era conveniente hablar por celular un tema tan delicado.

Colgó Richard y volvió a consolar a Griselda. Así nos quedamos por algunos minutos y esa escena me hizo recordaba a Jacob. Lo extrañaba demasiado, esperaba que mi padre le dijera que me encontraba bien. Extrañaba a todos.
Volvió a sonar el celular después de unos minutos. Al primer timbre del celular contesto Richard.

- Te estoy esperando - dijo una voz de campanitas tan musical y suave.
- Bien. Llegare en dos minutos…

Tomo el celular y se levanto tratando de no alterar a Griselda. Ella se quedo con los ojos cerrados.

- Debo irme - Le anuncio Richard - pero volveré lo más deprisa que pueda… Deberías volver a la cabaña con los demás
Griselda movió la cabeza afirmativamente.
- Iré en unos minutos - susurro más tranquila

Después me miro y dijo:

- Vamos - me hizo una seña con la mano para que lo siguiera y dejamos detrás de nosotros aquella chica de ojos violetas más tranquila. - Le dio un ataque de pánico
Me dijo mientras nos alejábamos. Estaba disculpándose por la actitud de Griselda. Pero yo en realidad no la criticaba, creo que en estas alturas era normal tener un ataque como aquellos.

- ¿Ella estará bien? - le dije preocupada por Griselda
- Lo estará - se apresuro a decirme- Ahora tenemos que infórmale a Avril lo sucedido

Lo mire mientras corría a un lado. No me sentía cansada, pero esto estaba pasando tan rápido. En realidad muy rápido. Casi oscurecía. Era el final del segundo día. Solo faltaban tres días para la batalla.

- Por fin conocerás a Avril - se expreso con voz neutral- Aunque ella quería conocerte desde mucho antes
- Creo que yo tengo más ganas de conocerla, que ella a mi - le exprese razonando la situación
- Ambas - termino así la conversación
Corrimos exactamente los dos minutos que le había dicho a Avril y llegamos donde ella se encontraba. Resulta que no estaba sola, se encontraba con…

- ¿Papá? -exprese con entusiasmo arrojándome a sus brazos, como siempre solía hacer, el claramente estaba sorprendido al verme. Pero aun así se animo el que yo me encontrara allí
- Nessie, pero… ¿Qué haces aquí? - me pregunto un poco emotivo por el abrazo que le acaba de dar
Yo solamente levanté los hombros restándole importancia. Él miro a Richard acusándolo con los ojos por su falta de mantenerme fuera de estos asuntos. Me moleste un poco con él. Allí estaba mi querido padre Edward tan… sobre protector con sus dos queridas chicas. Sabía el porqué no haber venido mi madre, era porque él se lo había ocultado, de no ser por eso ella se encontraría allí dispuesta a todo.

- No debiste traerla - espetó mi padre molesto, mirando a Richard
- Ella debe saberlo tarde o temprano - le contestó Richard sin moverse y sin alterarse - Además no creo conveniente que le ocultemos cosas
Mi padre iba a argumentar algo más, pero una vampira de cabellera negra larga se acerco hasta mi padre y le puso una mano en su hombro y dijo:

- Richard tiene razón, Edward - le dijo tranquilamente para que entendiera.
Edward respiro profundo para no alterarse y sin dejarme de abrazar miro a Richard.

- ¿Qué tienes que decir? - soltó mi padre un poco molesto, que yo aun me encontrar allí oyendo algo que según él no debía oír.
- Las cosas no van nada bien - Richard empezó exponiendo lo critico de la situación - Muchos de los Licántropos están alterados.
- Pues lánzales una rama - dijo mi padre con sarcasmo
- Edward… - Tercio Avril con una mueca - Deja que Richard diga lo que tiene que decir. Dime: ¿Por qué se encuentran alterados?
Le pregunto Avril dándonos la espalda para estar enfrente de Richard.

- El clan de Rusia
- Lo sé - suspiro Avril - Samantha vio a Doman

- ¿Doman vendrá con ellos? - le pregunto cerrando un poco los ojos sin creer lo que Avril decía
- Si - respondió sin alegría alguna - No es nada bueno. Cuando recibí la llamada le dije a Samantha que revisara todos los puntos. Pero aun hay otra cosa que un no entiende…
Se quedo callada con un dedo en su boca. Estaba pensando. Yo solo me quedaba mirando a Richard y avril. No quería soltarme de mi padre.

- Licántropos -concluyo Richard argumentando algo que le faltaba a Avril
Ella lo miro tensa y con ojos de vidrio

- ¡No puede ser posible! - argumento alto - Es por eso que Samantha no los vio
- ¿No vio qué? - pregunto mi padre por primera vez
Avril lo miro y dijo:

- El clan de Inglaterra… - respondió pasando una saliva que podría ser veneno - El clan de Inglaterra es el más poderoso de los Licántropos, han estado escondidos de los Vulturis durante años. Cada vez es más grande…
No entendía porque mi padre preguntaba, a caso no podía leerle la mente a esos dos vampiros. Lo vi meneando la cabeza negativamente. Me estaba respondiendo.

¡¡Vaya!! . A la única que conocía que era inmune al poder de mi padre, era mi madre y ahora había otros dos con inmunidad.
Mi padre hizo una pequeña mueca ante mis pensamientos.


- ¿Qué tan grande? - tercio mi padre de nuevo y los otros dos se miraron mutuamente por algunos segundos.
- Treinta - se arriesgo a decir la verdad Avril

Sentí que vomitaría en cualquier momento. Me dieron nauseas. ¿Treinta licántropos? Y… ¿Cuántos éramos nosotros? Ni siquiera sabía si éramos suficientes para la batalla. Mí estomago me dolía por el miedo a perder alguno de mis seres queridos.
¿Cómo podías matar a un licántropo?...No sabía nada respecto a los Licántropos.
Quería despertar de este sueño espantoso y saber que todo seguía tan normal como antes.