CAPITULO 21 - PARTE 2: MI FUEGO
(NARRADO POR JACOB)
En seguida partí con Caro hacia mi casa, mientras meditaba las palabras de Aukan ¿Qué clase de novio cree que tiene su nieta? ¿Cree que yo estoy loco por ella y que la deseo con cada parte de mí?
…! Demonios! Aukan me conoce más de lo que creía.
A paso lento (y eternos segundos en los que me devane los sesos pensando qué carajo hacer) llegamos. Me dirigí rápidamente a mi cuarto en donde tome ropa y saliendo de fase, comencé a ponérmela. Me vestí más de lo que acostumbraba pues me habían quedado las palabras de Aukan, y el único protector de la castidad que yo tenía en ese momento era la ropa. Supuse que mientras más ropa tuviera puesta, más fácil me seria controlarme.
Comencé a pensar
Estaba en casa, en mi habitación, con la mujer que amo afuera y a medio vestir. Estábamos solos, y yo la amaba y la deseaba completamente.
En fin…. llegue a la conclusión de que en ese momento yo era peligroso.
Cuando me di cuenta no solo tenía pantalones puestos como acostumbraba, sino también camisa, saco- de lana por cierto-, chaqueta y tenis.
Al salir, Caro abrió los ojos como platos al verme.
Amor… creí que los hombres lobo no sentían frio
Me tome mi tiempo para detallarla bien. Aun llevaba sobre si la chaqueta de Renesmee, sobre la cual caían como ríos sus cabellos castaños. Sus adorables ojos tenían una chispa dulce y coqueta. Sentí volverme loco cuando me regalo su sonrisa- esa misma fregada sonrisa que me vuelve loco-.
¿Tienes sueño?- interrogue tartamudeando, en un desesperado intento por distraer mi mente
Eso deberías preguntártelo tu mi cielo
En ese momento caí en cuenta de que yo debería tener una enormes e irónicas ojeras de vampiro bajo mis ojos.
Debes dormir
Aparte de mi padre, otra persona de la cual no podía negar una orden era de mi niña. Sus deseos eran órdenes.
¿Cantaras para mí?- le susurre en una sonrisa, la más tentadora que podía colocar en medio de mi cansancio
La observe morderse el labio y asentir con una pequeña risilla
Entonces si dormiré- bese su frente y la mire a los ojos- ve a mi habitación, yo iré en un minuto.
En cuanto desapareció tras la puerta de mi cuarto, camine directo a la de la entrada, la cual abrí de un tirón y me senté en los escalones que conducían a esta. Tome aire, y hundí el rostro entre mis manos, sintiéndome como el malo de la película que está empeñado en robar la virtud de la bella protagonista, pero de todas maneras sentía que no era mi culpa, pues a la mujer que estaba ahora en mi habitación yo la amaba con todas las células de mi cuerpo, y deseaba tenerla a mi lado para siempre. Mi amor por ella aumentaba cada vez que respiraba, había pasado de desear sus labios a desearla enteramente. Villano, loco, testarudo, descontrolado y todo lo que quisiera, pero de eso estaba seguro, yo a ella la adoraba.
De repente llego hasta mí un sonido proveniente de mi habitación…como…música. Recordé que en esta había un reproductor de música que no utilizaba desde que era humano; la canción que comenzaba a sonar ahora la conocía muy bien. Te voy a amar
Era irónicamente perfecta para la ocasión.
Me incorpore de un salto y me dirigi hacia adentro, cerrando la puerta tras de mí, pero me detuve en seco en frente de mi cuarto, dudando en entrar. Finalmente lo hice. Mi princesa se encontraba de pie junto a la ventana, con más aspecto de diosa que de princesa. Tenues rayos de sol entraban por la ventana, iluminando su piel, con su cabellera derramándose por sus hombros, hasta su vientre. A su lado izquierdo, la canción comenzaba
Abundante sol, y estoy cansado de esperar, llegas tarde hoy, no sé cómo utilizar palabras de amor
La vista se me nublo y era incapaz de cerrar la boca. Sentí que la belleza que tenía ante mí era magnifica, perfecta y que era solo mía. Avance hacia ella y la bese con ternura y pasión. Me separe un poco y la admire nuevamente
Tus piernas se ven más claras que lo habitual, normalmente tú no enseñas nada que al ver lo puedas tocar.
Y solo soñar ilusiones que alarguen mi vida, paciencia eterna y con mesurar no la tendré.
Delicadamente, ella comenzó a retirar la chaqueta, el grueso saco de lana y la camisa, dejando mi pecho expuesto .Sentía que me estaban prendiendo fuego. La frase que escuche a continuación, me identifico al por mayor
Quiero pedirle que sienta mi fuego…
Quiero pedirle que sienta mi fuego
Observe sus labios, que me susurraron un inaudible “hazlo”. Deje de obedecerle a mi autocontrol, que desde el principio había tenido todas las de perder y comencé a obedecerle a sus labios.
Te voy a amar, no tengas miedo mi amor. Tu aliento me dirá hasta donde puedo ir
Colocándola nuevamente sobre la cama la bese. En un segundo- o quizá solo una milésima de este- lo único que nos cubrían eran las sabanas.
Sentí la enorme necesidad de decirle te amo, pero me hallaba incapaz de articular una sola palabra, así que me prometí a mi mismo que se lo iba a demostrar. Me hundí en sus bellos ojos cafés y podría jurar haber visto allí el universo, mas bello y perfecto que nunca, lleno de estrellas. ¿Y como no hacerlo? Si ella era mi universo
Te voy a amar con este cruel corazón…
El cielo, el mar, la tierra y las estrellas son de ti
En el exterior el sol comenzaba a esconderse, mientras que el mio se hallaba mas encendido que nunca, y mas ardiente. Sentí sus manos en mi espalda, en mi cuello y finalmente en mi rostro, las cuales me acercaron al suyo, para besarla. Sentía que el fuego se encendía en los lugares de mi cuerpo que habían recorrido sus manos ¡juro que lo sentía!
Aunque ahora, todo lo que no fuera ella, me importaba poco.
Quiero pedirle que sienta mi fuego…
Quiero pedirle que sienta mi fuego
La habitación se oscureció, y su piel paso a estar iluminada por el bello plateado de la luna. ¡Y creí que no podría ser más perfecta! ¡Quería grítale que la amaba! ¡Quería hacerlo, quería hacerlo!
La noche llega ya y mi cuerpo siente desesperación, tu mirada en el reloj, tus ojos dicen no hay tiempo ¡dimelo ya!
La luna esta feliz, no hay nube que le impida brillar, mientras tanto yo aquí, luchando con el temor de estar junto a ti
Saque fuerzas de donde no tenia, para hablar, en medio de la dicha y el placer. Y lo hice
En seguida partí con Caro hacia mi casa, mientras meditaba las palabras de Aukan ¿Qué clase de novio cree que tiene su nieta? ¿Cree que yo estoy loco por ella y que la deseo con cada parte de mí?
…! Demonios! Aukan me conoce más de lo que creía.
A paso lento (y eternos segundos en los que me devane los sesos pensando qué carajo hacer) llegamos. Me dirigí rápidamente a mi cuarto en donde tome ropa y saliendo de fase, comencé a ponérmela. Me vestí más de lo que acostumbraba pues me habían quedado las palabras de Aukan, y el único protector de la castidad que yo tenía en ese momento era la ropa. Supuse que mientras más ropa tuviera puesta, más fácil me seria controlarme.
Comencé a pensar
Estaba en casa, en mi habitación, con la mujer que amo afuera y a medio vestir. Estábamos solos, y yo la amaba y la deseaba completamente.
En fin…. llegue a la conclusión de que en ese momento yo era peligroso.
Cuando me di cuenta no solo tenía pantalones puestos como acostumbraba, sino también camisa, saco- de lana por cierto-, chaqueta y tenis.
Al salir, Caro abrió los ojos como platos al verme.
Amor… creí que los hombres lobo no sentían frio
Me tome mi tiempo para detallarla bien. Aun llevaba sobre si la chaqueta de Renesmee, sobre la cual caían como ríos sus cabellos castaños. Sus adorables ojos tenían una chispa dulce y coqueta. Sentí volverme loco cuando me regalo su sonrisa- esa misma fregada sonrisa que me vuelve loco-.
¿Tienes sueño?- interrogue tartamudeando, en un desesperado intento por distraer mi mente
Eso deberías preguntártelo tu mi cielo
En ese momento caí en cuenta de que yo debería tener una enormes e irónicas ojeras de vampiro bajo mis ojos.
Debes dormir
Aparte de mi padre, otra persona de la cual no podía negar una orden era de mi niña. Sus deseos eran órdenes.
¿Cantaras para mí?- le susurre en una sonrisa, la más tentadora que podía colocar en medio de mi cansancio
La observe morderse el labio y asentir con una pequeña risilla
Entonces si dormiré- bese su frente y la mire a los ojos- ve a mi habitación, yo iré en un minuto.
En cuanto desapareció tras la puerta de mi cuarto, camine directo a la de la entrada, la cual abrí de un tirón y me senté en los escalones que conducían a esta. Tome aire, y hundí el rostro entre mis manos, sintiéndome como el malo de la película que está empeñado en robar la virtud de la bella protagonista, pero de todas maneras sentía que no era mi culpa, pues a la mujer que estaba ahora en mi habitación yo la amaba con todas las células de mi cuerpo, y deseaba tenerla a mi lado para siempre. Mi amor por ella aumentaba cada vez que respiraba, había pasado de desear sus labios a desearla enteramente. Villano, loco, testarudo, descontrolado y todo lo que quisiera, pero de eso estaba seguro, yo a ella la adoraba.
De repente llego hasta mí un sonido proveniente de mi habitación…como…música. Recordé que en esta había un reproductor de música que no utilizaba desde que era humano; la canción que comenzaba a sonar ahora la conocía muy bien. Te voy a amar
Era irónicamente perfecta para la ocasión.
Me incorpore de un salto y me dirigi hacia adentro, cerrando la puerta tras de mí, pero me detuve en seco en frente de mi cuarto, dudando en entrar. Finalmente lo hice. Mi princesa se encontraba de pie junto a la ventana, con más aspecto de diosa que de princesa. Tenues rayos de sol entraban por la ventana, iluminando su piel, con su cabellera derramándose por sus hombros, hasta su vientre. A su lado izquierdo, la canción comenzaba
Abundante sol, y estoy cansado de esperar, llegas tarde hoy, no sé cómo utilizar palabras de amor
La vista se me nublo y era incapaz de cerrar la boca. Sentí que la belleza que tenía ante mí era magnifica, perfecta y que era solo mía. Avance hacia ella y la bese con ternura y pasión. Me separe un poco y la admire nuevamente
Tus piernas se ven más claras que lo habitual, normalmente tú no enseñas nada que al ver lo puedas tocar.
Y solo soñar ilusiones que alarguen mi vida, paciencia eterna y con mesurar no la tendré.
Delicadamente, ella comenzó a retirar la chaqueta, el grueso saco de lana y la camisa, dejando mi pecho expuesto .Sentía que me estaban prendiendo fuego. La frase que escuche a continuación, me identifico al por mayor
Quiero pedirle que sienta mi fuego…
Quiero pedirle que sienta mi fuego
Observe sus labios, que me susurraron un inaudible “hazlo”. Deje de obedecerle a mi autocontrol, que desde el principio había tenido todas las de perder y comencé a obedecerle a sus labios.
Te voy a amar, no tengas miedo mi amor. Tu aliento me dirá hasta donde puedo ir
Colocándola nuevamente sobre la cama la bese. En un segundo- o quizá solo una milésima de este- lo único que nos cubrían eran las sabanas.
Sentí la enorme necesidad de decirle te amo, pero me hallaba incapaz de articular una sola palabra, así que me prometí a mi mismo que se lo iba a demostrar. Me hundí en sus bellos ojos cafés y podría jurar haber visto allí el universo, mas bello y perfecto que nunca, lleno de estrellas. ¿Y como no hacerlo? Si ella era mi universo
Te voy a amar con este cruel corazón…
El cielo, el mar, la tierra y las estrellas son de ti
En el exterior el sol comenzaba a esconderse, mientras que el mio se hallaba mas encendido que nunca, y mas ardiente. Sentí sus manos en mi espalda, en mi cuello y finalmente en mi rostro, las cuales me acercaron al suyo, para besarla. Sentía que el fuego se encendía en los lugares de mi cuerpo que habían recorrido sus manos ¡juro que lo sentía!
Aunque ahora, todo lo que no fuera ella, me importaba poco.
Quiero pedirle que sienta mi fuego…
Quiero pedirle que sienta mi fuego
La habitación se oscureció, y su piel paso a estar iluminada por el bello plateado de la luna. ¡Y creí que no podría ser más perfecta! ¡Quería grítale que la amaba! ¡Quería hacerlo, quería hacerlo!
La noche llega ya y mi cuerpo siente desesperación, tu mirada en el reloj, tus ojos dicen no hay tiempo ¡dimelo ya!
La luna esta feliz, no hay nube que le impida brillar, mientras tanto yo aquí, luchando con el temor de estar junto a ti
Saque fuerzas de donde no tenia, para hablar, en medio de la dicha y el placer. Y lo hice
-¡Te amo!- grite con el corazón en la garganta - ¡TE AMO Y SIEMPRE LO HARE!
Su aspecto era indescriptible, como una mezcla de dulzura, dicha y sensualidad. Me hubiera gustado conocer la expresión que yo tenía mientras la observaba. Mi ser rebosaba todo el amor que yo sentía por ella. Su aroma a menta y jazmín inundaba mi ser.
-Te voy a amar, no tengas miedo mi amor. Tu aliento me dira hasta donde puedo ir
Su aliento…entrecortado, me dijo
-¡Te amo Jacob Black! ¡Te amo ahora y te amare eternamente!
Me sentí el ser más dichoso de este universo y por primera vez en mi vida probé la felicidad pura. No era solo la imprimación, era consciente de ello. Así yo no fuese hombre lobo, así no conociera lo que es la imprimación, conozco lo que es el amor y eso me bastaba para saber que así yo nunca me hubiera imprimado de ella, la amaría tanto como ahora, porque se ha convertido en mi mundo entero y en la razón por la cual mantengo los pies en la tierra.
Aunque ahora sentía que ella misma me estaba transportando al cielo.
Te voy a amar con este cruel corazón…
El cielo, el mar, la tierra y las estrellas son de ti
Quiero pedirle que sienta mi fuego…
Y lo había sentido, estaba seguro de ello. Nuestras palabras y gritos habían pasado a segundo plano, y ahora eran remplazados por suspiros. Finalmente, me acosté a su lado. Ella se durmió sobre mi pecho, con una sonrisa en sus bellos labios. Así, lleno de orgullo, supe que había cumplido mi promesa…demostrare de esta manera que la amo.
Buenas noches mi princesa, mi niña, mi razón de existir
Cerré los ojos sin dormirme y en estos quedo su imagen grabada, desde hoy, hasta siempre. La canción sonaba ya con sus últimas estrofas
Quiero pedirle que sienta mi fuego…
Quiero pedirle que sienta mi fuego
........
De nuevo, disculpen la demora.
Gracias :D
0 Comentarios:
¡Anímate a comentar, siempre y cuando sea con respeto! Bienvenid@s.