Cap 16: Vueltas Inevitables

Por Diana Méndez   Publicado a las  12:45 p. m.   0 comentarios


Vueltas Inevitables Capitulo 16

Edward

Abrí mis ojos lentamente sintiendo el dolor en cada poro de mi cuerpo. Los cerré de inmediato. Cada hueso, cada músculo. Me dolía absolutamente todo. ¿Es que era posible? ¿Como había sucedido esto? Y de un solo golpe todo llegó a mi memoria. Fue tan repentino que gemí bien fuerte. La cabeza se me partía. Volvía a estar ahí. El choque. Las bocinas, los gritos. El ruido de una ambulancia. Dios, los malditos gritos me taladraban la cabeza. ¡Cállense de una puta ves!

-¡BELLA!.- Grité en cuanto la imagen de Bella tirándose del auto y como luego el auto chocaba con un cuerpo inerte. ¿Como no lo pensé antes? ¡Dios!!
- ¡Doctor! ¡Doctor!. - Escuché a Emmett gritar. ¡Basta de gritos maldición! Sentía que explotaba y la imagen de Bella me había dejado por completo traumatizado. ¡Que demonios había pasado? ¡Donde estaba Bella! Dios, me dolía todo tanto que ni siquiera podía abrir los ojos nuevamente. Intenté alejarme de los pensamientos de mi mente y de los gritos desesperados para concentrarme en la habitación que no estaba mucho más cayada. Muchos pasos de un lado para otro. Y luego una suave voz diciéndole a Emmett que me iban a sedar. ¿sedar? Pero... ¿Y Bella? ¿Que demonios...?



-Emmett tienes que retirarte...- Pinchazo en el brazo. Fue como una caricia. Ya nada me podía doler más.- Edward tiene que calmarse. Puede que te escuche y no harás más que alterarlo. Necesita un poco de paz, ¿Vale? Vamos sal...- ¿Paz? ¿ e eh? ¡Dios! Estaba tan mareado. De repente todo fue quedando en silencio y mi respiración se fue calmando. ¡Pero yo no quería dormir! ¿Que pasó con Bella? Dios, la había atropellado. Yo mismo. Por Dios, quería morirme.


- Rose ponle una dosis más fuerte, no está funcionando.- Reconocí la voz de Sam, el médico de Emmett. ¿Emmett ya estaba curado? ¿Cuanto tiempo había pasado? Antes de que me pueda poner a hacer cuentas otro pinchazo me distrajo. Y el sueño me atacó como en un bombardeo. Repentinamente no podía pensar en nada. En nada. Excepto en ella. Justo antes de caer en los brazos de morfeo me juré una última cosa: No viviría si ella no lo hacía.


Bella


Paz. Únicamente paz. Era todo lo que sentía. Nunca en mi vida me había sentido tan bien. Tan satisfecha. Rezaba por que no se acabara nunca. Pero había algo que me absorbía. Algo oscuro que prometía más paz aún. Todo estaba negro y no se escuchaba ni un sonido. No escuchaba ni el latido de mi corazón y no podía estar más satisfecha. Hasta que sentí los brazos pesados. Abrí los ojos sorprendida. Estaba en un hermosisimo pardo. Todo era de color verde oscuro. Oscuro porque era de noche. Lo único que iluminaba el lugar era la luna acompañada de sus estrellas. Ni me inmuté. Mi mirada estaba absorta en la pequeñísima cosita rosada que tenía entre brazos. Mi bebé...


Todo encajaba tan bien. La paz se había multiplicado y sentía mi corazón pleno. Meneé mis brazos para hacer dormir al pequeño. Todo estaba tan bien, no había nada que no estuviera en su propio lugar. No sentía otra cosa que paz, felicidad y eternidad. Le dí mi dedo y el lo chupó con avidez. Comprendí que tenía hambre. Era tan hermoso...


Miré para abajo y vi que estaba desnuda. Tan desnuda como vine al mundo. Y me pareció lo más natural del mundo. Baje un poco al pequeño Bran. Así lo había llamado cuando estaba en mi vientre. Tomó mi pecho con sus pequeñas y regordetas manitos y acercó su boquita. Sonreí al ver con que avidez chupaba. Nos quedamos ahí, no se cuanto tiempo, incontable. Mi corazón al fin estaba completo y en completa paz. No había nadie más. Solo Bran y yo. Y no me pregunten quien soy yo, porque no lo se. Tampoco me preguntes quien es Bran por que tampoco. Solo se su nombre completo. Brandon. Mi niño. Mi vida. Sin el no era nada. Nada.


Todo se oscureció de pronto. No me importó pero a Bran si. Lloriqueó con miedo. Lo zarandee suavemente esperando que se calmara. Miré el cielo. Las estrellas y la luna habían desaparecido. Estaba todo oscuro y a duras penas podía reconocer a mi pequeño. Gimió con miedo. Lo apretujé contra mi haciéndole saber que nada le pasaría. Yo lo protegería. Entonces lo sentí. Sentí que se acercaba. Su imponente presencia me intimidaba. La calma se fue de pronto. Apreté mi bebe más fuerte. Tranquilizándolo cuando la más nerviosa era yo. Mire con terror para todos lados. ¿Donde estaba? ¿Que quería? Lo apreté más. Mi cielo hizo un gemidito adorable de protesta. Nada le pasaría, nada le pasaría.


Y apareció. Entré los árboles emergió como el imponente animal que era. Pude notar como mi cuerpo se tambaleaba por los temblores. Estaba aterrorizada. Jamás en mi vida me había sentido así. Trastabillé un poco mucho y como pude empecé a retroceder.


-No puedes escapar de mi Bella. Lo sabes. Dame lo que es mío. No te lastimaré.- Grité de puro terror.


-NOOO, VETEE ..- Caí de rodillas por el miedo.- Vete vete vete vete- Gemí sollozando. Bran lloraba también.


-No lo planeamos, pero sucedió y sabes tan bien como yo que ese problema debe ser solucionado.- Grité a más no poder.


-BASTA BASTA- Cada vez tenía menos fuerzas... mi bebé...- basta por favor. Por mi, por lo que tuvimos Mike, por favor, basta...- Dije ya en un susurro.


-Por eso mismo lo hago. Por ti, y por lo que tuvimos.- Y se lanzó a mi.


Alice


-¡Ayuda! ¡Doctor, Doctor! dios dios dios ¡BELLA! ¡DOCTOR! ¡ALGUIEN POR EL AMOR DE DIOS! - Siento que me descompongo... hay no, Bella. Al fin habían llegado los médicos. Media docena al menos. Controlaron la situación y en un minuto interminable Bella ya no estaba. Ya estábamos en la sección de cirugías ya que Bella no podía ni siquiera salir de ahí por lo grave de su situación pero de igual menara se la llevaban a otro lugar. Veía todo esto a cámara lenta. Dios mío Bella por favor, no te vayas...


Su corazón había dejado de latir. Tan de golpe que ni siquiera me dio tiempo a reaccionar. Hace unos minutos su corazón estaba jugando una carrera de autos y estaba segura de que iba ganando. La enfermera me había dicho que me tranquilizara, que era normal ¡Y un demonio! De un momento para el otro su corazón paró y de otro segundo para otro yo me encontraba sola en una habitación convulcionándo y sollozando como una condenada. Caí de rodillas sin poder sostenerme. Todo mi cuerpo temblaba. Sentí como se me salía el alma del cuerpo. Dolía tanto que tuve que apretarme fuertemente el pecho para no romperme en pedazos. No sirvió de nada. ¡Dolía igual!


-Ay Dios Ay Dios....- gemía sin poder controlarme- Bella bella bella... no por favor.- No podría soportarlo. Mi hermana... no podría no podría...


- ¡Alice!. - Jasper cayó arrodillado frente a mi y me abrió los brazos para luego abrazarme con fuerza. Grité con fuerza. No podía ni quería controlarme. Su corazón había dejado de latir... su corazón había... había.... había....


-AAAH BELLA.- Grité su nombre millones de veces. Jasper solo me abrazaba. Me apretó más. ¿Que podría hacer yo sin ella? ¿como había podido dejarme? con todo lo que sufrió... Grité De nuevo devaneciendome en los brazos de Jasper. No podía respirar. Grité y grité aferrandome al poco aire que me entraba por la garganta. Bella Dios vuelve... dios mío ¿Que hago yo sin ti? Grité nuevamente.


Jasper me apretó más todavía. Y lo agradecí. Sentía que me moría...Bella estaba...Bella estaba ... estaba... es-ta ..ba No! no puedo decirlo, no puedo pensarlo! ¡Eso lo hará cierto! Dios, mi hermana. Mi mejor amiga. Ella estaba...


-Muerta...- Susurré y con mi último aliento grité con un ruido puramente agónico. Y me desvanecí.


Edward


Al fin, luego de mucho tiempo, logreé abrir los benditos ojos. La habitación típica de hospital. Aunque esta era individual. Pareciera que estuviera en un loquero. Todo blanco y pulcro. Cuatro pareces igual con dos únicas diferencias en dos paredes. A mi derecha estaba la puerta. Blanca por supuesto y completamente cerrada. Y a mi izquierda, una alegre ventaba con las cortinas abiertas. Era de noche y por las luces encendidas de la ciudad pude ver las hamacas de enfrente donde Bella y yo casi nos habíamos dado nuestro primer beso. Sonreí al recordarlo. Pero con eso vinieron otros recuerdos. Gemí de desesperación.


-Edward.- Emmett se encontraba en una silla a mi derecha. Tenía unas ojeras horrorosas. blanco como la nieve y de un aspecto terrible. PEro a pesar de todo sonreía. - Buena siestita ¿No es cierto?- Hice una mueca. Emmett deshizo su sonrisa y me miró preocupado.


-Bella- Dije simplemente. El rostro de Emmett se des configuró.- Emmett.- Dije severo. Estaba muriendo por dentro. Necesitaba información.


-Escucha Edward primero necesito que te tranquilices ¿Si?- Dijo serio. Mi corazón latió más deprisa.- Si no lo haces no te diré una palabra.- Dijo enojado al ver el aparato conectado a mi corazón.


-¡Y una mierda! ¡No me hagas perder la paciencia! ¡Si no me lo dices tu lo voy a ir a averiguar yo solo!- Dije desesperado y enojado con el idiota de mi hermano. Emmett sonrió de lado. Copion.


-Inténtalo.- Dijo soberbio. Gruñí con fuerza. La verdad es que me dolía todo. Absolutamente todo. Intenté moverme a la derecha pero el dolor fue tal que me derrumbé gritando.- ¡IDIOTA!- Dijo Emmett parándose de sopetón. -¡ Quédate quieto imbécil o es que quieres terminar peor! Mira que es difícil.- Dijo enojado. Hice un sonido de burla. Me estaba desesperando.


-Dime...- Dije trabado. Estaba verdaderamente muy mal. Rezaba porque Bella estuviera mejor que yo.- como... este Be-be lla-a -Dije entre ¿cortado por los suspiros para respirar.


Emmett se sentó nervioso.- No está mejor que tú. -Dijo simplemente. El ruido que mi garganta profesó al gemir fue estruendoso. ¿Porque me pasaban estas cosas a mi? ¿Porque a Bella? ¿Que es lo que malditamente hice? Ya comenzaba a cabrearme...


-¡Que quiere decir eso! ¡Que tan peor!.- Le grité a mi hermano. ¿Es que se recibió de idiota?


-No lo se tío y si no te calmas llamaré para que te seden.- Dijo serio.- Supe que tuvo una especie de... crisis. La estaban atendiendo. Estaban todos ahí y era un completo amontonamiento de gente y me dijeron que tu estabas por despertar así que pensé que estaba de más ahí. Tranquilízate viejo.- Dijo entre preocupado y enojado. A mi no me engañaba, la cosa estaba peor de lo que decía.


-¿Como está? ¿Que dicen los médicos? ¿Sufre alguna herida permanente? ¿Su cabeza está bien? ¿Su corazón? ¿Donde se golpeó? ¿Se recuperará?- De manera increíble lancé todas esas preguntas en una sola respiración. Iba a continuar pero Emmett me interrumpió.


-No se, no lo se, tampoco lo se, no lo se, no lo se y.... ¡Tampoco lo se! Estuve todas las malditas horas de todos los malditos días aquí tío! ¿Es que no entiendes? ¡No lo se! ¡ Cálmate! - Dijo parándose exasperado.


-¿Días? ¿Cuanto tiempo ha pasado del accidente?- Dije desencajado.


-Al rededor de una semana y media.-


- Eeeeeh????- ¿Pero que demonios? ¡Como mucho sentí que pasaban horas!


-Lo que escuchas.- Dijo cansado sentándose de nuevo.


-Ve.- Dije de inmediato. Me miró sin comprender. Rodé los ojos exasperado. ¡Que vayas a ver como está Bella y vengas a decirme, tío!


-¡Ni de coña! De aquí no me muevo, tío.~ Dijo Emmett testarudo.


~Pero ¿Por que?- Dije sin comprender. ¿Es que estaban todos locos?


-Olvídalo, llamare para que te seden, me has cansado.- Dijo esquivan dome. Estaba loco, definitivamente.


-Déjate de juegos y has lo que te digo. - Con ojos como platos vi como oprimía el botón de la enfermera.- ¡Emmett! ¿Que demonios haces?


-¿Es que no ves?- Sonrió de lado. La enfermera llego en un segundo.- Necesito que lo sede, por favor. Esta muy alterado, no va a querer.- Dijo en tono serio. Lo iba a matar.


-Estoy en perfectas condiciones- Ignorándome se puso a controlar el maldito aparato de mis pulsaciones. Me controlo la presión y me miro seria.- ¡Estoy Bien!


-Eso no es lo que dicen las maquinas, lo siento. - Sin que pueda evitarlo destapo una geringa y la inyecto en un tubo que estaba conectado a mi brazo.- Es un sedante muy fuerte, no durara ni 15 segundos. Tuve ganas de gemir pero en vez de eso me dedique a aprovechar el tiempo.


-Me venagare Emmett, te lo juro. ¡Tu no lo entiendes! ¡Necesito saber como esta Bella!- El profundo sueño me ataco y lo único que pude ver es la mirada de lastima de la enfermera. Un miedo atroz me ataco justo antes de caer dormido.


Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

0 Comentarios:

¡Anímate a comentar, siempre y cuando sea con respeto! Bienvenid@s.

Sube de nuevo ↑
Bienvenidos

    Bienvenido a la web de Diario Twilight. Llevamos siete años trayéndote las mejores noticias de La Saga Crepúsculo y su elenco. Haz parte de nuestras redes sociales y no pierdas detalle

Seguidores Blogger

Vsitas

© 2015 Diario Twilight. WP Mythemeshop Converted by Bloggertheme9
Blogger templates. Proudly Powered by Blogger.