Twilight Tuesday - Luna de mi vida

Por DiarioTwilight   Publicado a las  10:04 p. m.   Twilight Tuesday 1 comentario

Saludines con amor.


Hoy hablaremos, ah, de cosas densas y profundas. Me gustaría que viésemos un par de especies de vampiros diferentes a los nuestros, vampiros que han alcanzado más de un tipo de inmortalidad ya que su altísima calidad literaria y creativa los coloca en la dimensión de los que nunca podrán olvidarse. Veamos pues a los vampiros más famosos de la literatura.


Existen numerosas especies de vampiros en los libros. Quizá la más clásica es la diseñada por Bram Stoker en su legendario Drácula: él nos habla de la tradicional figura que se destruye con el sol, incapaz de verse en un espejo, que necesita dormir sobre tierra de su patria, y que es fácilmente repelido por el ajo, las cruces y el agua bendita. Uno de los grandes méritos de Stoker es su capacidad de dar forma a algo tan monstruoso y tan horrible, y al mismo tiempo tan provocativo. El juego de la velada sexualidad en Drácula ha sido fuente de inspiración y debate por décadas. Bram Stoker fue el primero en convertir algo sanguinario, cruel y aterrador hasta los límites de la cordura, en algo increíblemente sensual.



Ahora bien, Bram Stoker y su creación siguieron fielmente la línea del terror, aquélla en la que los vampiros eran totalmente figuras oscuras, diabólicas, y que inspiraban temor con justa razón, ya que de verdad eran monstruos. Eran seres producto de un sufrimiento terrible, una experiencia demoledora que los llenó de rencor, mismo que ahora vuelcan básicamente sobre todo el mundo. Realmente buscan provocar sufrimiento a cuantos sea posible al mismo tiempo que expanden su ola de poder. Citando literalmente a Drácula:




“¡Lo lamentarán, todos ustedes! (…) Mi venganza apenas comienza. La he distribuido durante siglos, y el tiempo está de mi lado. Las chicas que ustedes aman ya son mías. Y a través de ellas ustedes y otros también serán míos, mis criaturas, para hacer mi voluntad y ser mis chacales cuando quiera alimentarme. ¡Bah!”



Vale mucho la pena mencionar el juego que hace Stoker con el concepto de posesión –Drácula posee a dos mujeres, tomándolas a través de la sangre y logrando convertir exitosamente a una de ellas; sin embargo esta posesión va mucho más allá de una mordida, y en ese acto se realiza uno de tintes mucho más carnales. La clásica escena entre Mina y el Conde está catalogada como una de las más eróticas en la historia del cine y la literatura.




[caption id="" align="aligncenter" width="250"] Winona Ryder y Gary Oldman como Mina y Drácula en el filme de Francis Ford Coppola, en 1992.[/caption]

Eso sí, quien, décadas después, vendría a revolucionar completamente nuestros conceptos de sangre, sexualidad y erotismo, es Anne Rice, con sus exquisitas Crónicas Vampíricas. “Interview With the Vampire”, “Lestat The Vampire”, “The Queen Of The Damned” y “Pandora” son sólo algunos ejemplos, sin contar, por supuesto, otra serie de novelas ligadas a las Crónicas, pero ahora enfocadas en una dinastía de brujas: “Lives Of The Mayfair Witches”. Al igual que Bram Stoker, Anne Rice nos lleva en sus libros a multitud de clímax sensuales sin escribir una sola escena de intimidad explícita (eso respecto a los vampiros; las brujas son otra cosa). Igual que en Drácula, en las Crónicas Vampíricas predominan las escenas de violencia y sangre, que logran ser extrañamente placenteras.


Y, ya que hablamos de Anne Rice, para todo aquél que siga pensando que 50 Shades of Grey está bien escrito, tiene calidad y contenido sensual, o, peor aún, que es literatura, es imprescindible que lean la trilogía de La Bella Durmiente que comienza con “The Claiming Of Sleeping Beauty”. Si bien el contenido es extremadamente fuerte (hasta a E.L. James se le enchinaría la piel) la calidad es infinitamente superior –ésta sí es literatura. Recuerda más a las bases construidas por el Marqués de Sade, donde las líneas entre lo placentero y lo grotesco se desdibujan, y donde la experimentación física es llevada a otro nivel. A diferencia de 50 Shades of Grey, la Trilogía no va dirigida a amas de casa, ni tiene como objetivo primordial la liberación de hormonas, sino que es literatura para un público más específico, exigente, definitivamente de amplio criterio, y que al final culmina en una crítica social y personal con los tintes ácidos que también han caracterizado la voz de Lestat.


Y la sensualidad en Twilight. Ah, la sensualidad en Twilight. Volvemos a la capacidad de generar pasión sin necesidad de una escena gráfica. La clave del erotismo en Twilight es la tensión que se va construyendo a lo largo de los libros, esta auto represión por parte de Edward que se junta con la electricidad hormonal de Bella, y que se va acumulando hasta su explosión final en Breaking Dawn. Luego está lo del Fan Fiction. ¿Por qué creen que hay tanto Fan Fiction clasificación M? Por mucho que se haya liberado gran parte de la antes mencionada tensión sexual quedan muchos huecos, que los fans están dispuestos a llenar. Siendo Twilight una historia más orientada a un público joven, y teniendo Stephenie la conciencia de que una parte importante de sus lectores están aún en la infancia, era de esperarse que las temáticas fueran suavizadas. Suavizadas, pero no del todo desaparecidas. Si no, no habrían tantos relatos, por ejemplo de Edward y Alice, un ejemplo de travesuras poco comunes, considerando que técnicamente son hermanos, (aunque si leemos Midnight Sun cuidadosamente encontraremos que la idea no es tan disparatada), pero que los Twilighters no dudan en crear, compartir, y preservar. Bajo el velo conservador de la pureza esencial de la Saga hay una capa enorme de sensualidad oculta, y es eso precisamente, lo oculto, lo que la hace tan excitante y provocadora.




[caption id="" align="aligncenter" width="330"] Indispensables en la biblioteca del público conocedor.[/caption]

Pero dejémonos de calenturas. Ya hubo bastante, y no se vaya a ofender algún alma sensible. Existen muchos elementos en los que los vampiros de Twilight se comparan, contrastan, o superan a los clásicos inmortales:


En Breaking Dawn se plantea una aberración, una cosa horrible que destruyó clanes, lazos, familias, relaciones de siglos: los niños inmortales. Ya conocemos bien lo que son, esos chiquitos apenas mayores que un bebé que eran transformados. Se consideraba un acto de inmensa crueldad, además de algo muy irresponsable, ya que el niño quedaba detenido en la etapa de desarrollo mental en la que hubiera ocurrido el cambio, sin posibilidad alguna de aprender. Sin embargo, por difícil que resulte creerlo, era una suerte benigna. En Entrevista con el Vampiro Anne Rice nos presenta a Claudia, una niña que a la edad de cinco años fue transformada en vampiro. La diferencia aquí radica en que el intelecto de ella sí se desarrolló. ¿El resultado? Una mujer adulta atrapada por toda la eternidad en un cuerpo de cinco años. ¿Se dan cuenta del horror que representa eso? Un espíritu maduro, con deseos diferentes, con intereses distintos y nuevos, que sin embargo se ve condenada a un físico enormemente limitante. Esto deriva eventualmente en numerosos desequilibrios, tales como su obsesión por las muñecas, combinada con  la explotación de su imagen infantil para procurarse a sus víctimas y sus fútiles intentos por seducir a Louis. En ese sentido la dinámica de Twilight es mucho más benévola; al menos se preserva la inocencia del niño, sin condenarlo a siglos de sentirse atrapado en el tormento de la eterna infancia. Tomémonos un momento para apreciar la tragedia de Claudia, aquí interpretada por la aún niña Kirsten Dunst, y también, por qué no, para admirar el parecido de Tom Cruise (el legendario Lestat) con Carlisle mientras éste último estuvo con los Volturi:



Una de las cosas que más valoro de nuestros inmortales es la resistencia al sol; sin duda ésta es la ventaja más importante de todas. La vulnerabilidad solar había siempre sido una gran molestia para todos los vampiros conocidos por las limitaciones que representa: forzosamente la mitad del día se pierde, se va a la basura porque deben guardarse en un sueño forzado cuyo desafío es sinónimo de muerte. En cambio el ser resistente al sol, y además no necesitar dormir nunca abre un nuevo panorama de posibilidades nunca antes imaginadas. Uno tiene muchísimo más tiempo para todo lo que quiere hacer… hasta para discutir la deuda nacional.


Otro punto excelente para nuestros vampiros es su fuerza. En la mayoría de los casos, los autores clásicos les han dado fuerza limitada, mayor a la humana promedio, pero no del todo invencible. La fuerza reflejada por los inmortales de Twilight es prácticamente insuperable, y no tenemos registro textual de sus limitaciones. De igual manera la velocidad es algo que parece estar particularmente marcado en nuestros inmortales: en ninguna otra narración se consigna algo tan poderoso y virtualmente infinito como lo que encontramos en nuestra Saga.


Eso sí, la belleza es un común denominador entre los vampiros (excepto Nosferatu); lo interesante es el tipo de belleza de cada uno. Drácula, como tenía el don de cambiar de forma, podía ajustarse a las diversas necesidades del caso. Claro, el momento en que su figura se deshace en cientos de ratas para huir de sus cazadores no es del todo grata, pero en el caso particular de Drácula la suya no es una belleza de “modelo de revista”, sino un encanto más áspero, más oscuro, más tenebroso. Probablemente al encontrarlo no lo encontraríamos guapo, tal vez nos pareciese hasta feo, pero en esencia, en porte, elegancia, estilo y ademanes lo acaban presentando atractivísimo. Es un encanto sutil, discreto, pero no por eso menos poderoso. Similar, probablemente, a lo que poseen los Volturi: una especie de aura magnética, algo que los distingue, y que es tan intangible como inevitable.


En épocas más recientes nos hemos instalado en la belleza física, acentuada por el halo de misterio que suele envolver a estas criaturas. Los hombres muy varoniles, y las mujeres ya sea exuberantes o bien de belleza clásica y suave. Tomemos como ejemplo para esta idea a Jane y Rosalie, ambas descritas por Bella como poseedoras de una belleza singular, aún para estándares vampíricos; sin embargo está más que claro que ambas son muy diferentes entre sí. Digamos que Jane es ángel de Boticelli mientras que Rosalie es ángel de Victoria’s Secret. En los hombres, eso sí, la virilidad ha sido una constante: Armand, Damon, Carlisle… el que ustedes gusten. Todos ellos son hombres de verdad.


Por alguna extraña razón, todos los vampiros célebres de la literatura gozan no sólo de la belleza de su físico y su inmortalidad, sino también de la hermosura del dinero y el poder. Supongo que es como dice Carlisle, el dinero tiende a acumularse cuando se cuenta con tiempo ilimitado. No vamos a negar que si además de joven eternamente, y guapo, además es millonario, automáticamente gana infinitos bonus points.


En fin, existen infinidad de vampiros para cualquier gusto: placer, sensualidad, romance, diversión, perversidad… las opciones son infinitas. Mientras ninguno de ustedes caiga en esos dechados de inmundicia mejor conocidos como Fangland y la serie de House of Night todo estará bien. Es en serio, en algún lugar de Europa el Conde Drácula se retuerce en su ataúd, Claudia regresa de las cenizas para hacer justicia, y hasta las catorce Brujas de la dinastía Mayfair se hacen presentes para protestar por esos dos insultos a la inmortalidad. Quedémonos en los clásicos, amados míos, es lo que verdaderamente vale la pena.


Y bueno, completamente “off-topic”, pero aprovecho para expresar todo mi apoyo a Sergei Filin y mi horror ante el ataque del que fue víctima. Como habrán escuchado en las noticias, la semana pasada el director artístico del Ballet Bolshoi, uno de los más célebres de Rusia, fue agredido por un sujeto enmascarado que le arrojó ácido a la cara. Esta semana tiene programada una cirugía para intentar salvarle la vista. Sobra decir lo espantoso que resulta que siga habiendo este tipo de ataques. Si bien es por todos sabido que la lucha entre compañías y bailarines es verdaderamente feroz, nada justifica lo ocurrido. El director artístico de una compañía tiene el poder supremo: es él quien decide quién entra, quién se va, quién tendrá el privilegio de interpretar a Odette y Odile, y quién pasará sus mejores años de carrera atrapada como coryphée. Esto, evidentemente, le gana odios y resentimientos que, como vemos ahora, pueden derivar en verdaderas atrocidades. Como estudiante de ballet conozco bien el sacrificio que este arte implica, y sé que uno es capaz de cualquier cosa por asegurar su progreso, pero esto… esto no tiene perdón.


Ahora sí, adorados, por hoy es todo. Cuánta densidad. Pero vale mucho la pena. No dejen de compartir sus gustos, experiencias, ideas, opiniones y sugerencias, ésta es su casa. Mientras tanto cuídense mucho, sean felices, y hasta el próximo Twilight Tuesday.


XOXO

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Recomendación de la Semana

Daenerys Targaryen

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Personaje de la saga A Song of Ice And Fire, de George R. R. Martin. Dentro de los libros Daenerys es una niña de trece años, junto con su hermano Viserys últimos sobrevivientes de una poderosa dinastía de reyes que fue derrocada y que difícilmente puede recuperarse ahora que los dragones están extintos. Su situación es tan desesperada que rompen con la tradición familiar de casarse entre hermanos y, en esa temprana edad, Daenerys es vendida en matrimonio a un rey guerrero, Khal Drogo, cuya fuerza militar puede ayudarles a reconquistar su trono. Lo que inicia como un matrimonio forzado se convierte en quizá la relación más romántica y apasionada de la serie, tierna y auténtica, que por desgracia cae víctima de esa ligera adicción de Martin a matar personajes. Daenerys es la mayor encarnación de la fuerza femenina, una evolución de niña a mujer, a reina, a madre, a diosa, tan bella y espectacular que es imposible no sentirse conquistado.


La joven princesa se ve obligada a crecer apresuradamente, y encontrar dentro de sí la fuerza para sostener a una nación entera. Sin embargo Daenerys es la indicada, es la elegida, Daenerys es de fuego y quizá los dragones no están tan extintos como se pensaba. Gran interpretación de Emilia Clarke en la adaptación de HBO, donde se vieron obligados a ponerla un poco mayor; trece años de edad, un hombre de al menos treinta, y escenas muy candentes no son aún bien vistas en televisión. Pero Daenerys es grande, y Emilia es grande. Jalan atthirari anni.

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
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1 comentario:

  1. Siempre es grato leer estos artículos. Un nuevo tema muy interesante. GRACIAS!

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