Cap 42: Eterno Amanecer

CAPITULO 42 – HISTORIAS DEL PASADO.

Emmet POV

Rose había vuelto a la cabina, y acaricio mi rostro. Traía un libro y dos revistas. Noto mi semblante y seductora se acerco a mí para dejarme un beso. Su boca, siempre salvaje sobre la mía, mordió y saboreo mis labios, y mis manos la sentaron en mi regazo para acariciarla. Por eso era poco común que nos besáramos en público. Siempre al borde de tirarnos el uno sobre el otro como si el mundo se fuera a acabar! El beso de repente se volvió tierno pero no por eso menos pasional.

-Que pasa, osito?

-Pensaba... No veo la hora de llegar a casa. Necesito hablar con Carlisle. – deslice mi mano bajo su falda para acariciar su trasero.

-No ganas nada preocupándote. Trata de relajarte! – sonreí con maldad y trate de meter mis dedos a través de su ropa interior. Pero ella pego un salto y me acuso con un dedo, riéndose –Oh, no, Emmet Cullen! No me tientes! Nos bajaran del tren por comportamiento indecoroso! – y me reí – Se un buen niño y te compensare... y sabes que siempre cumplo mis promesas!

Se acerco nuevamente y volvió a sentarse sobre mis piernas. Otro beso salvaje y en segundos me importaría muy poco si no nos comportábamos "adecuadamente". Y como toda mujer, sabedora de los limites de su hombre se levanto para sentarse cruzada de piernas en la butaca frente a mi. Nadie era mas sexy que mi Rose!

Pero así y todo, no podía evitar que mi mente repasara todo lo que sabia, buscando algún mínimo detalle omitido. Una sensación de expectación e incertidumbre nos rodeaba. Cualquier cosa podía ser importante!

Flashback

Después de su historia, Nahuel se disculpo y dijo que necesitaba salir a caminar. Rose se ofreció a acompañarlo pero respondió que prefería hacerlo solo. El silencio reinante en la habitación era asfixiante y no sabia por que pero estaba terriblemente molesto. Rose simplemente se limito a acomodarse en el sillón y a dejar que manejara la conversación.

-Es verdad, Félix? – la gravedad en mi voz hizo que el me mirara con tranquilidad.

-Si, lo es... – su tono denotaba cansancio y algo de tristeza.

-Tuviste que ver en eso?

-No, yo no... Dimitri – y odie eso. Ese depravado hijo de puta era de lo peor y para colmo de males, estaba muerto.

-Pero conoces la historia. – afirmó Rose.

-Si, el siempre la recordaba y se jactaba de haber cumplido con éxito su misión. Disfruto de como el hijo desmembró al padre. Le pareció un acto de justicia.

-Quien era el padre de Nahuel?

-Joham era un medico y un científico. Hacia experimentos con la sangre de los humanos. Sus cuadernos de investigación están en la biblioteca personal de Aro y nadie tiene acceso a ellos. Según nos contara, esa idea del ejército de Híbridos era su respuesta para tener poder y así enfrentarse a nosotros por imponer un nuevo régimen. – Hizo una mueca irónica – Pretendía impulsar un movimiento de rebelión contra las políticas de Volterra.

-Contra los Vulturis? – Y me reí – Aro cultiva amigos en cualquier rincón del mundo, no es cierto?

-Aro fue quien lo convirtió. Cuando el despertó a esta vida, estaba encerrado en una habitación con su esposa y sus dos hijos. Fue una masacre. – eso era atroz. Rose se tapo la boca.

-Por que tanto odio?

-Joham se convirtió en el esposo de Amelie, la mujer que Aro había elegido para ser su compañera. Después de siglos de soledad, había hallado a alguien que deseaba.

-No puedo creer que el viejo cadáver pudiera sentir! Entiendo. Solo se mata por amor o por poder. Como no podía tenerla prefirió verla morir... Operístico!

-Los vampiros somos monógamos por naturaleza: Una sola pareja por el resto de la existencia. Es raro conocer a alguien que haya tenido más de una. Al menos eso es lo que me ha contado Carlisle – acoto Rose.

-Cuando Nahuel comunico a Volterra los planes de su padre, Aro odio aun mas Joham: el había logrado ser padre pesar de ser vampiro. Algo muy raro en nuestra especie. Sin dudar, mando a matarlos a todos y a rescatar a Nahuel. El es su trofeo.

-Que hay de la chica, esta muerta en verdad? Por que el viejo la defendió con Nahuel?

-Porque era una hibrida. – Y eso me sorprendió - Una mas para el ejercito, pero sobre todo, porque era una esperanza para el. Veras, ella no era una de sus hijas. Eso quería decir que alguien más, otro vampiro, había tenido hijos con humanos por allí. Y Dimitri siempre hablaba de ella cuando se ponía melancólico y hablaba de cuan hermosa era.

-Dimitri melancólico...-y mi sarcasmo sonó duro - Era muy hermosa... Hay posibilidad que haya sobrevivido? – y Félix se recostó duramente en el sofá, como si deshiciera de algo pesado.

-Dimitri se la llevo con el.- y esto cada vez se ponía mejor - No tengo que recordarte como era: un malparido insaciable, violento, temible... Pero ella nunca llego a Volterra. Yo en esa época era de la guardia personal de Aro. Iba con el a todas partes hasta que llego Renata. Creía que el la había matado. Nunca decía mucho más al respecto.

-Aro podría haberla encontrado, ayudado o algo por el estilo? Ella tenia algún don? –y me levante para caminar por la habitación. Rose bajo la mirada. Sabia que estaba apunto de explotar.

-No lo se! Por que? A que vino toda esa jugarreta para envolverlo y poder hacerlo hablar. Yo no soy tan tonto!

-Alguien ataco a mi familia en Forks! – y la cara de Félix se transformo. Su asombro era tal que me dio tranquilidad. Quería decir que no sabia nada – Quisieron atacar a los niños, mataron a una Quileute y lastimaron gravemente al jefe de la tribu. – Me gire sobre mis pies furioso para enfrentarlo – QUE DIABLOS PASA, FELIX? ELLA ES LA GUARDIANA DE LOS CULLEN?

-No lo se... Pero te juro por la memoria de lo que mas ame en mi vida que si se algo serás el primero en enterarte.

Fin del Flashback

El tren se sacudió un poco en el cambio de vía y eso me saco de mis pensamientos. Note que recorríamos un camino verde, rodeando lagos. Picos nevados aparecieron de fondo y los bosques empezaron a verse blanquecinos.

Me sentí cansado, abrí la cama me quite los zapatos, la camisa y la corbata. Me tire en la cama entre suspiros para intentar relajarme. Rose me observaba en silencio, para luego ponerse de pie. Cerro con llave la puerta de la cabina, bajo la persiana de la puerta de acceso que daba al pasillo y se quito el vestido. Su hermosa enagua de satén y encajes color vino hacia que pareciera una diosa.

Se acurruco junto a mí, paso sus manos por mi pecho y la abrace. Bese su frente y ella me ofreció su boca para que nos dejáramos besos pequeños. Era inusual que nos besáramos sin pensar en hacer el amor. Pero necesitaba esto: su piel y su persona junto a mí, y un momento de perfecta y absoluta paz.

Toda esta nueva información me tenia inquieto, ansioso. Y después de pensar y pensar en todo ello, solo podía concluir en algo básico pero muy cierto: Cuanto daño pueden hacer los humanos... cuanto daño! Incluso aquellos que ya no lo son conservan en su esencia la maldad y la monstruosidad propia de su naturaleza.

Edward POV

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Las semanas pasaban rápidamente. Un otoño atípico se había instalado en Forks dado que era extremadamente frío, con neviscas copiosas pero breves que decoraban los bosques deliciosamente.

Nuestro trabajo en el hospital se había vuelto intenso. No teníamos idea del volumen de pacientes e incluso se practicaron varias cirugías frutos de accidentes graves. Trabajábamos contentos y animados pero era mucho trabajo. Nos llamo la atención que recibiéramos pacientes que llegaban de otras regiones traídos en móviles militares.

Con Carlisle habíamos concluido en varios puntos y esperábamos confirmación a través del famoso Coronel Collins, que llegaría en estos días. Pero si de algo estábamos seguros: lo mejor para nosotros era estar allí a cruzarnos con ellos por el pueblo. Esta gente era muy perspicaz y hubiéramos llamado la atención más de lo debido.

El Dr. Sullivan era el director medico, pero parecía que las directivas entregadas por el Teniente Marshall, provenientes de Collins, eran las que debían cumplirse. Mooney era un buen hombre, devoto de su profesión, nacido y criado en Forks pero recibido en Stanford. Los militares lo habían investigado a fondo y dada su experiencia, trayectoria y un expediente impecable fue retenido y ascendido como jefe de Emergencias. Su esposa Eve era una mujer pequeña pero adorable también. Nos encontrábamos en un ambiente algo tenso pero satisfactorio profesionalmente.

Se había hecho el mediodía, todos había ido a almorzar incluidos mi padre, Jasper y Alice porque Mama los había pasado a buscar. Nosotros con Bella habíamos estado trabajando en terapia física con Billy que había progresado mucho en esta última semana. Finalmente había aceptado su condición y eso lo tenía de mejor espíritu. Además de que su esfuerzo se veía reflejado en sus avances, lo mas importante era que se daba cuenta que podría bastarse por si mismo. Seria casi independiente en lo que hace a sus necesidades fisiológicas e higiene y eso era invaluable para el. Era un hombre fuerte y su rol de líder le impedía aceptar la codependencia de otro para cosas tan básicas. Había sido educado para ayudar a otros con sus necesidades y no al revés.

Entre en el consultorio de Bella y la encontré con la pierna sobre una silla acomodando su media. Su larga y nívea pierna mostraba parte del liguero mientras sus manos la acomodaban. Levanto el rostro para mirarme y sonrió divertida al ver mi expresión. Nunca me cansaba de admirar su belleza! Me apoye en la puerta y pase llave. Me moví rápidamente hacia ella provocándole un "¡No!" entre risas. Pero era tarde... La tenía contra la pared, aprisionándola con mi cuerpo.

-Hola, esposa! – murmure y su cuello expuesto era toda una tentación. Comencé a dejar besos húmedos hasta detrás de su oreja y ella gimoteo levemente.

-Hola, esposo! – desabroche velozmente su bata blanca y su camisa. Deslice mi mano para acariciar su pecho y ella suspiró sobre mi boca.

-Te extrañe! – susurre entre medio de besos. Ella rió.

-Pero si estuvimos juntos hasta hace 10 minutos? – y mi boca mordía la suya.

-Si pero no te beso desde esta mañana!

El beso feroz llego haciendo que nuestros labios y lenguas danzaran armónicas en un fuego intenso mientras la acostaba en la camilla. Mis manos la acariciaban y ella me demostraba la misma necesidad. Había empezado a subir su falda mientras me miraba picara, cuando alguien golpeo a la puerta. Maldita sea!

-Quien es? –pregunto tratando de no reírse.

-El Teniente Marshall, madame! Puedo?

-Un momento por favor...

La ayude a acomodar su ropa y antes de acercarme a abrir la puerta, ella tomo mi rostro y me beso de manera abrasadora. Me guiño un ojo y me hizo señas de que le abriera.

-Oh, Doctor Cullen! – el nos miro a ambos y juraría que se ruborizo un poco – Lamento molestarlos, pero...

-No, Teniente, no se preocupe! – contesto Bella y yo la mire.- Nos necesitaba?

-Si, bueno...

Y no podía creer que este tonto se pusiera nervioso... Oh, ahora entendía! A este idiota Bella le resultaba atractiva y en demasía, por lo que veía. Me di cuenta del por que del nerviosismo. De su camisa faltaba abrochar un botón mas, por el que podía verse el inicio del valle de sus senos. Oh, odiaba esto de leer la mente de las personas en estos momentos! Especialmente porque se trataba de mi esposa! Me puse frente a el, tapando parte de la visual de Bella y el pareció calmarse.

-Cariño, por favor... – me reclamaba Bella porque le daba la espalda. Me di vuelta, apunte con mi dedo a su escote y ella lo cerró inmediatamente. Me hubiera encantado ver sus mejillas sonrosadas, como antes. Le sonreí y le guiñe el ojo.

-Oh, lo siento! – Di la vuelta al escritorio y me pare detrás de ella, apoyando mis manos sobre sus hombros. El teniente se enderezo, entendiendo perfectamente el mensaje.

-Nos decía, Teniente? – Bella trato de darle ánimo para que hablara.

-Quería avisarles que el y su esposa ya han llegado a Seattle. El Coronel envió un auto a recogerlos. Espero no les moleste. Mañana estarán aquí. Harán noche en la ciudad. – nosotros sonreímos.

-Es una muy buena noticia! Muchas gracias por la gentileza.

-Ah, y también quería decirles que el Coronel Collins ha llegado y que desea verlos. No se si su padre vuelve... – cuestiono dirigiéndose a mi.

-Si, llegara aquí en una hora aproximadamente.

-Ok. Ustedes no van a almorzar? – nosotros nos miramos y sonreímos. Así que decidí responder por los dos. Idiota! Sueña, pero ella es mía!

-Si, pero trajimos algo para hacerlo en privado aquí en el consultorio, si no es inconveniente, por supuesto! – y acaricie el hombro de Bella. Ella se estaba poniendo incomoda, porque entendía lo que estaba haciendo.

-Oh, desde ya! Los dejo. Entonces los encuentro a las 1500 horas en el 5º piso. Allí esta la oficina del Coronel.

-Ahí estaremos, Teniente. Muchas gracias! – Contesto Bella que me miraba levantando una ceja.

Nos miro algo tribulado e indeciso para finalmente salir por la puerta. En cuanto la cruzo no pude resistir reírme. Bella me pego en el brazo, indignada, y yo la tome de la cintura para besarla. Roce sus labios con los míos, la boca entreabierta y jugué mordiendo su labio superior primero y el inferior después, para finalmente rendirse en un beso de fuego impulsado por ambos.

-Por que hiciste eso? – murmuro mientras mordía el lóbulo de mi oreja.

-Porque ese idiota tiene fantasías contigo y odio cuando eso pasa! Por eso! Para que no se olvide que estas casada! – y ella rió por lo bajo

-Edward Cullen, nunca dejaras de ser un niño celoso! – acerque mi nariz a la suya para dejarle un beso esquimal y le sonreí.

-Nunca, amor mío. No puedo contenerme! – y nos reímos para luego besarnos una vez mas.

Después de nuestro "almuerzo" llegaron Alice y Carlisle y les contamos las novedades. A las 3 de la tarde subimos al quinto piso para encontrarnos también con Jasper. Parece que todos habíamos sido citados.

La oficina era espaciosa pero con luz indirecta, lo que lograba del lugar un espacio propio para concentrarse y meditar. Una extensa biblioteca sobre una pared llena de libros y algunos retratos que para nuestra sorpresa no eran familiares: eran fotos en batalla. Interesante! El Coronel tenía un hobby. La única foto personal mostraba a un matrimonio mayor y por el parecido con el hombre asumí que eran sus padres.

Un hombre corpulento, con algunas canas en su cabello castaño oscuro, de impecable uniforme color caqui y clarísimos ojos azules nos escudriñaba desde detrás del bello escritorio. Nos hizo señas para que pasáramos y nos sentáramos. Hicimos sentar a las damas y a mi padre. Jasper y yo permanecimos de pie.

-Finalmente tengo el placer de conocerlos – dijo con voz serena. Sus ojos repasaban nuestros rostros y movió los ojos con una leve sorpresa "Todos tienen ojos color ámbar!" pensó. Si, Emmet tenía razón. Por suerte lo que nos tenia planeado era breve

-Un gusto, Coronel! Carlisle Cullen. El es mi hijo el Dr. Edward Cullen y su esposa Isabella. Y mi hija Alice, que oficia de mi asistente, con su esposo, Jasper Hale. – todos inclinamos la cabeza.

-Vaya equipo de trabajo que tienes, Carlisle. Puedo tutearte, verdad? – y no me gustaba su tono. Era falso e hipócrita. Intentaba mostrarse confiado pero en su cabeza tejía la conversación. Me removí inquieto y Bella lo noto. Tomo mi mano de inmediato.

-Los mejores!- afirmo calmadamente mi padre.

-No me gusta andar con rodeos y por eso estamos solos. El Teniente Marshall no tiene por que saber mas de lo necesario. –Se sentó y puso las manos sobre su escritorio – Se que vienen con la venia de la Casa Blanca, que son "especiales" aunque desconozco en que sentido, y que mi trabajo es hacerles el suyo fácil. Aunque también ustedes lo harán con el mío. Todo lo que se hable en esta oficina es confidencial. Espero entiendan el real sentido de "confidencial". – Todos nos miramos y asentimos.

-Como podemos colaborar? – pregunto mi padre.

-Como abran notado, hay mucho personal militar en el hospital, a pesar de que oficialmente no lo es. Pero lo es. Este hospital fue creado para ayudar a la gente del área, pero esencialmente como Centro de Inteligencia, de investigación y como centro medico de recuperación para los heridos en el frente. Oficialmente no somos parte de esta guerra, pero muchos de nuestros muchachos colaboran, especialmente en la Real Fuerza Aérea. El Centro de Inteligencia monitorea cuanto mensaje, llamado, y emisión radial se realiza en busca de pistas por probable espionaje. Aquí se evalúan también fotos aéreas de batallas navales, bombardeos y posiciones en el frente enemigo. ?

-Señor?

-Oh, eso me agrada! Tengo entendido que Ud. es historiador. Pero que se especializa en la Guerra de Secesión. Que sabe mucho de batallas, de estrategias y que habla además francés y español.

-Así es, Coronel.

-Me gustaría que trabajara en el Centro de Inteligencia. Colabore con mis oficiales en darles una perspectiva diferente. La idea es que Ud. observe, como en un juego de ajedrez, y trate de anticipar el próximo movimiento.

-Será un placer.

, y la incluyo Isabella, hay numerosos trabajos de investigación en el desarrollo de nuevas prótesis y cirugías. Trabajos de otros profesionales que no han podido desarrollarse por tecnología, tiempo o inversión. Además de realizar la maravillosa tarea que han hecho hasta ahora, deseo que los lean y vean si hay prototipos que pueden mejorarse o desarrollarse. Será importante si es que Estados Unidos termina finalmente sumándose a los Aliados.

-Nuestra única condición, Coronel, es que no colaboremos en ningún proyecto donde destruyamos vidas. Somos médicos y buenas personas. Nuestra mayor meta siempre es protegerla.

-Lo entiendo. Nada cambiara con respecto a sus funciones o sus principios. La ocupación del puede salvar muchas vidas. Tantas como ustedes! – Se relajo, acomodándose en el sillón – Conocí a su yerno y a su hija en Paris. El ya no es Cónsul. Y como no pueden rebelar sus ocupaciones, yo lo haré por ellos. Pertenecen ahora a un grupo de choque llamado Logos. Los brits serán los que comanden, pero tendremos personal nuestro también en el. Ya en el mes de enero próximo iniciaran actividades aunque todavía falta reclutar gente. Debo decir Carlisle, que has criado a tus hijos como si fueran guerreros. Admirable! Tu esposa también es toda una amazona?

-Todas las mujeres de la familia lo son, Collins. Creemos que, como familia, la unión hace la fuerza. Hemos pasado por situaciones delicadas y esa unión nos ha servido para salir adelante.

-Si, imagino que Chicago debió haber sido difícil... – y Bella se sintió tocada por sus palabras y su semblante denoto la sorpresa. Era una maldita rata! Media nuestras reacciones – Lamento si he tocado un tema delicado. Ud. era muy joven en esa época. Verdad? Aunque todavía lo es... – Bella se acomodo en el sillón y levanto una ceja. Ya no la volvería a sorprender.

-Si, era muy joven. Siempre es difícil cuando se tiene un padrastro que te trata como a una esclava, e intenta en medio de las borracheras manosearte. Pero cuando la ley es corrupta, y hace oídos sordos para llenarse los bolsillos, las cosas son difíciles. Difíciles para gente inocente que es dañada o incluso muerta. No lo cree, Coronel?

El se sintió incomodo y no respondió. En su mente se insulto a si mismo por no haber terminado de leer el informe. Se sentía mal por haberla expuesto e intentado ponerla nerviosa. "No es buena estrategia", se dijo. Y a pesar de todo encontré que tenía buen corazón. Maldijo a Phil en sus adentros. Decidió cambiar abruptamente de tema y dejarlo. Ya todos habíamos entendido que sabia de nosotros mucho mas de lo que esperábamos. Aunque no lo más importante.

-Tengo entendido, Carlisle, que has hecho amistad con el Dr. Mooney. El también esta trabajando en los proyectos que les mencione. Pienso que serian un buen equipo – y mi padre asintió. – La semana próxima, el Teniente les dejara notas con sus horarios para que reorganicen su practica. En el 6º piso esta el laboratorio con todo lo que necesitan para trabajar. Imagino que eso lo arreglara Ud. Sra. Hale. Pero no sienta que no la tengo en cuenta. Se que habla también francés e italiano – y Alice asintió – Seguramente le pediremos colaboración en alguna traducción.- Y se puso de pie, dando por terminada la reunión - No los retengo más. También tengo una tarde complicada. Gracias por su tiempo!

Nos pusimos de pie y salimos de la oficina. Alice se detuvo un momento y luego cerró los ojos. En su mente pude ver al Coronel sobre un porta aviones, comandando hombres mientras veía despegar naves bajo el fuego de la batalla. Eso quería decir, que tarde o temprano, entraríamos en guerra.

Papa estaba algo molesto con la decisión de Emmet y Rose. Pero me miro y me dijo en su cabeza: "Son sus ansias de ayudar. Poco podemos hacer por convencerlos de lo contrario. Preferible será que disfrutemos el estar todos juntos durante las fiestas de Navidad". Asentí y seguimos camino.

Deseaba que el día terminara. Quería disfrutar un poco de paz con mi familia, pero sobre todo, quería abrazar a Bella.

Jacob POV

.

Los días se hacían largos entre la escuela, las ocupaciones propias de mi padre, el ir a verlo y las guardias nocturnas. Pero a pesar de todo, Nessie se hacia el espacio para que pasáramos tiempo juntos todas las tardes.

Me ayudo con algunas materias del Instituto. Era una mujer brillante! Y cuando debía ocuparme de otras cosas, al volver a casa la encontraba con algo rico para que tomara la merienda junto a ella. Esta cotidianeidad me volvía loco y me ponía cada vez más ansioso. Me ardían las manos por tocarla... Y seguía siendo un cobarde en ese sentido. No me animaba a dar el primer paso y besarla. Muchas veces, estábamos todos en casa, los cinco y mientras hacíamos la tarea, o nos reíamos, ella se paraba detrás de mi silla y pasaba las manos por mi pelo, acariciándome. Eso me desesperaba y me excitaba.

Esa tarde ella lo hacia, cerré los ojos un segundo y mi imaginación viajo hacia cualquier parte. Me veía tomándola de la cintura, arrojándola sobre la mesa y besándola ferozmente. No se como, pero me encontré a Tony mirándome desafiante, levantando una ceja y con media sonrisa picara. Este niño podía ver lo que había en mi cabeza? Y Leah también levanto la mirada, negando con su cabeza. Dios! Debía recordar que todos podían verlo... excepto ella. Por lo menos así era más fácil.

Al día siguiente, en el recreo, Embry y Paul se acercaron a nosotros y delante de ella me preguntaron: "Jake, tu crees que esa mesa será lo suficientemente resistente?" Paul rió y me sentí muy avergonzado. Nessie los miraba y sonreía preguntándome de que hablaban. Que le iba a decir? Me molestan porque ayer por la tarde tuve una fantasía contigo? Suspire profundo y volví a mi salón.

En la tarde trate de evitarla. Ella debía leer para Ingles mientras yo también lo hacia sentado en el sillón. Se acerco con su libro en la mano y se sentó junto a mí para iniciar su lectura. Tomo mi mano libre e hizo que la rodeara mientras se apoyaba en mi pecho. Su dulce aroma me envolvía y hacia que perdiera mi concentración. Me di el lujo de acariciar su flanco apretándola contra mí. Levanto el rostro y nos miramos unos segundos. Se dio cuenta que no avanzaría y beso mi hombro para volver a su libro. Bese el tope de su cabeza, me levante suavemente y salí de la casa. Como haría para estar cerca de esta mujer sin desearla así?

Cuando volví en la noche, encontré una breve nota sobre mi almohada: "Te extraño cuando no estas conmigo. Que tengas dulces sueños. Ren"... Y la noche llego cerrada, salí al frío, me desvestí y me transforme para sumarme a la ronda junto al resto de la manada.

Después de recorrer el perímetro encontramos unas viejas huellas que parecían llevar a las montañas. Pero se perdían de inmediato. Y eso fue todo. Y antes de irme a dormir, no pude soportar la ansiedad y pase por la gran casa blanca, solo para pararme bajo su ventana y escuchar su rítmica respiración.

Oculto entre los helechos, note a Edward y a Bella junto a la ventana, besándose apasionados mientras se acariciaban. Y entonces ella suspiro y me nombro: Jake, Jake... Parecía que me llamaba! Mi corazón no lo resistió así que corrí hacia casa con todo lo que me daban las patas. La mañana llego gris pero calmada, sin viento. Hoy el bosque no susurraba y esa calma me generaba cierta inquietud.

Otro día de rutina y al volver a casa, Ren me esperaba con la merienda junto a Tony y mis hermanos. Ella había cocinado para un batallón y mis amigos también se sumaron, incluidos Sam y Emily, su novia. La tarde se paso volando y entonces al caer el crepúsculo decidimos acompañarlos a casa. En algún momento debía ir a hablar con Edward. El me lo había pedido en el hospital.

Tony y Leah iban frente a mí, abrazados y riendo entre ellos mientras se dejaban besos cortos y mordelones. Hasta ahora no había dicho nada sobre esa relación porque note que Tony no abusaba de nuestra situación y a ella la veía feliz. Al contrario, cuidaba de Leah y no se excedía en los mimos... Al menos, de lo que yo había visto. Imagino que su conducta también era importante para su padre y por eso se comportaba de esta manera. Eso también seria un tema para hablar con Edward, de hombre a hombre.

Nessie caminaba a mi lado tomada de mi mano. De vez en cuando me miraba sonriente y coqueta. Esta niña me mataba con solo batir las pestañas y no colaboraba con mi autocontrol. Tony tomo a Leah en brazos, ella chillo divertida, y en un segundo habían desaparecido.

-Maldita sea! No deberían hacer eso! – me queje. Nessie se sonrió.

-No seas tonto, Jake! Están jugando! Que hay de malo en eso?

-En que no se que hacen cuando juegan así... – respondí mirándola irónicamente y ella rió.

-Que otra cosa mas que besarse como dos locos pueden hacer!? – y un gesto nuevo llego a mí: se mordió levemente su labio inferior. Y ese simple ademán me lleno de electricidad.

-No hagas eso, Nessie! – y me miro extrañada

-Que cosa?

-Morderte la boca como si desearas algo... – ella sonrió sexy y camino hacia mi. Y automáticamente retrocedí a medida que ella avanzaba.

-A si? Por que... no te gusta? – y seguía avanzando.

-No dije que no me gustara – ella rió y otra nueva expresión: llevo un dedo a su boca y lo mordió. – Basta, Nessie! – y se rió nuevamente

-Basta sobre que? Si no he hecho nada! – hasta que mi espalda choco contra el tronco de un enorme pino. Se detuvo frente a mi y dio sus últimos dos pasos antes de apoyarse contra mi. Tomo mis manos y las llevo a su cintura.

-No te gustan mis gestos, Jake?

Los latidos de mi corazón tronaban en mis oídos. Apoyo su mentón en mi pecho y levanto la mirada con una expresión serena. Y ahí estaba, ofreciendo su rostro y su boca para que yo la besara. Levante una mano y deslice mis dedos desde su sien hasta su mentón, mientras ella cerraba los ojos. Era tan hermosa! Su piel era suave y delicada como durazno maduro.

Parecía que el momento había llegado. Algo tan simple como un beso lo transformaría todo. Finalmente sabríamos si esto era algo más. Porque cuando uno besa por primera vez, ese contacto deja una marca a fuego en nuestra memoria, en nuestra alma... Jamás olvidaremos, sin importar las circunstancias, lo que se siente besar por primera vez a la persona que amas.

Apoye mi frente en la suya para luego dejar un beso allí. Bese lentamente sus parpados, la punta de su nariz y cada una de sus mejillas. Su respiración se volvió agitada y su corazón se acelero alcanzando al mío. Y entonces una extraña energía llego a nosotros, haciendo que ella se pusiera alerta y se despegara de mí. Me miro y sonrió. "Debemos apurarnos a llegar a casa"

Me tomo de la mano y corrimos por el bosque. En pocos minutos estábamos en la gran mansión. Ella se soltó y salio corriendo hacia el frente. Y entonces vi como la familia estaba en el porche aguardando, mientras Tony abrazaba a Emmet y Nessie corría hacia Rosalie. Vaya! Todos ya estaban aquí.

Caminamos lentamente con Leah y Seth hacia ellos. Seth corrió hacia Edward y le dio un gran abrazo, que el hombre retribuyo. Emmet levanto a Nessie en sus brazos, mientras ella reía como una pequeña.

-Por favor, que estas hermosa! Los hemos extrañado!

-Tío Emmet! Nosotros también!

-Tío, tengo un trabajo que hacer y necesito tus viejas habilidades de carpintero para que me ayudes! Lo mismo la tía! – Ambos sonrieron.

-Pues sabes que tu tío mono siempre esta para ayudarte! – y ambos se rieron. Aunque no entendí mucho lo del tío mono. Emmet nos miro y levanto una ceja.

-Jacob? Y la pequeña Leah? – y nos acercamos a estrechar manos – Pero muchachos si que han crecido! – la rubia se acerco a el y se pusieron serios.

-Lamentamos mucho lo de sus padres, chicos! – Me dijo Rosalie.- Pero me alegra que su padre este muchísimo mejor. Mi cuñada es la mejor fisiatra! Ha obrado milagros que he presenciado yo misma! El saldrá adelante.

-Gracias! Y lo se. Es un gran hombre, tenaz y luchador.

-Como vas en tus nuevas funciones? – pregunto Emmet. Suspire y lo mire, viendo que estaba al tanto de todo... o casi todo?

-Es mucho trabajo, pero creo que voy bien. – Nessie corrió a mi lado a tomar mi mano con una sonrisa.

-Lo esta haciendo muy bien! Y tiene el apoyo de todos en La Push.! Es impresionante, tío! – ellos sonrieron gratamente aunque note que el tio mono se inquietaba un poco. Rose puso una mano en su cintura y miro a Bella. Ella hizo un gesto con su cabeza y sonrió. Estaba todo dicho.

-Entremos! Es poco civilizado estar afuera hablando cuando podemos hacerlo cómodos en la sala! Vamos, preparare algo de comer para los muchachos mientras hablan! – decía Esme y nos hacia entrar.

Nos sentamos en los delicados sillones del living y Nessie lo hizo junto a su padre, mientras nosotros tres lo hicimos juntos. Fue Tony quien se paro tras Leah y apoyo las manos en sus hombros.

-Como esta todo por allá? – pregunto el muchacho

-Difícil! La situación esta a cada momento mas compleja y no se ve nada bien.

-Supieron algo de Volterra? – pregunto Bella.

-Estuvimos con Félix y Nahuel en Londres antes de venir. Y con Santiago, antes de dejar la casa. Ahora es el asistente de Félix. Aunque en el viaje a Londres no lo acompaño. Temio no resistir estar entre tantos humanos. – todos rieron pero a mi no me hacía gracia.

-Como están ellos? – Pregunto Nessie. Emmet se acomodo en el sillón y su semblante cambio un poco.

-Nahuel esta bien. Compartió recientemente su historia con nosotros. Tú estabas al tanto de todo, no es verdad, Ren?

-Si. El me la contó en esas tardes en que me acompañaba a cazar. Siempre decía que durante la primavera, los atardeceres de Volterra le recordaban a su tierra. – su voz sonó nostálgica y eso me molesto... mucho. Si, estaba celoso. Quien diablos era ese tipo?

-Nahuel es parte de la guardia Vulturi, y fue nuestro custodio durante muchos años. Es un hibrido, igual que Ren y Tony. – respondió Edward a la pregunta que genere en mi cabeza. Esto de que pudiera leer mis pensamientos realmente no me gustaba.

-Oh, ya veo. – Leah me miro y apoyo su mano en mi antebrazo para llamar mi atención. "No seas tonto, Jake! Ella tenia amigos... y que?" me transmitía en sus pensamientos.

-Ren, tengo una carta para ti. – Rosalie saco de la cartera que había sobre una silla un sobre color te, que tenía una caligrafía elegante y pomposa en el anverso y decía: Renesmee.

-Una carta? – y extendió sus manos hacia ella, tomando el sobre.

-Te la envía Santiago. – y ella lo acaricio con nostalgia.

-Y el quien es? Otro ángel custodio? – y mi comentario fue exasperado y molesto.

-Era un amigo, Jake! – me contesto.

-Era? Y por que no es más tu amigo? Siendo así, no entiendo por que te escribe! – me levante del sillón y me dirigí a la puerta. Ella me siguió.

-Cual es el problema?

-Ninguno! Olvido que tenías una vida antes de llegar aquí. Y admiradores también, por lo que veo.

-Jake... – susurro. En su voz encontré angustia. Pero era más fuerte que yo.

-Si me disculpan, se hace tarde. Chicos, vamos! Edward, vendré a hablar contigo el fin de semana, si no te molesta.

-Por supuesto! – Edward también se había puesto de pie y me observaba tranquilo pero serio, con las manos en el bolsillo. Encontré en su mirada comprensión pero no aceptación sobre mis ansias de salir corriendo de allí.

Tome a Seth de la mano, quien se despidió de todos con una sonrisa. Leah me miro furiosa, aunque no pude evitar que Tony saliera detrás de ella. En las penumbras de la galería, los tórtolos se besaron.

-Vámonos, Leah! – ella se soltó y furiosa paso a mi lado. Y nos perdimos en el bosque en silencio, de regreso a La Push.