Cap 32: La Fuerza del Amor

Por Diana Méndez   Publicado a las  11:32 a. m.   2 comentarios


CAPITULO 32 — VOLVIENDO A TI.

POV BELLA

Sentí que me desprendía de mi cuerpo ante esa palabra. Sin poder creerlo comencé a llorar desesperadamente.

—Bella ¿que ocurre? — susurró preocupado — dime algo por favor.

—¿Que acabas de decir? — susurre buscando su mirada — dime que es verdad lo que acabo de oír...

—Que te amo Bella, jamas he dejado de hacerlo — lloraba conmigo — lo acabo de ver, es mas lo acabo de sentir... Bella siempre has sido tu, te amo, te amo, te amo.

Solloce de felicidad y me refugie con desesperación a sus brazos. Sentía que en cualquier momento iba a despertar de este maravilloso sueño y lo único que quería era perderme en sus brazos.

—Estoy soñando — solloce sobre su pecho.

Edward comenzó a besar con anhelo mi frente mientras acariciaba mi espalda tratando de tranquilizarme.

—No Bella, no estas soñando. Estoy aquí diciéndote que te amo porque así lo siento — volvió a tomar mi rostro entre sus manos con delicadeza — Bella eres mi vida, siempre lo has sido.

Mi Edward, mi pobre Edward que tanto estaba sufriendo acababa de decirme que me amaba de nuevo, no podía creerlo, tenia miedo de que solo fuese un simple sueño o mis ganas de oírlo. El que tanto me había amado tiempo atrás, ahora volvía a hacerlo... llore y llore de la emoción que embargaba mi cuerpo, lo único que deseaba era que este sueño no acabase jamas.

—Edward — gemí sonriendo y llorando a la vez — yo también te amo mi vida...te amo mucho.

Su rostro hizo una mueca de angustia.

—Y yo, y yo — lloro como un niño pequeño — perdóname por todo, se que no soy el mismo pero puedo y voy a intentarlo. Quiero estar aquí por y para ti siempre, te voy a cuidar y a mimar como lo hice antes...

—Mi Edward — solloce acariciando su hermoso rostro marcado por tanto dolor — no mas perdones, no volvamos atrás... estoy aquí, estas aquí... nos amamos...

—Si mi cielo, si — respondió con mucha ternura, con la ternura que tanto había anhelado y necesitado — te voy a volver a hacer feliz, nuestro bebe va a nacer con la familia que se merece, con el amor que necesita.

Lo mire una vez mas sin poder creerlo. El lloraba, yo también lo hacia... pero por motivos diferentes, el parecía apenado por todo lo ocurrido, yo estaba feliz porque a pensar de todo ahora las cosas comenzaban a ser como antes, lo pasado ya no importaba, no si estábamos juntos y bien.

—Claro que si mi vida, vamos a ser felices — lo alenté para que me sonriera, necesitaba que el se desprendiese finalmente de ese dolor — siempre me mimas a pesar de todo y se que ahora lo harás mas, nuestra niña te amara como yo. Edward se que seras el mejor padre del mundo, como también eres el mejor marido... te debo tanto.

—Yo a ti Bella, yo a ti — susurró acariciando mis mejillas, limpiando mis lagrimas de felicidad — te lo debo todo, tal vez no me di cuenta antes pero lo eres todo para mi, siempre los has sido.

—Edward — sonreí pegando mi frente a la suya — te amo tanto.

—Yo también Bella — su voz sonó cargada de amor — te amo mucho.

Desesperada por sentir ese amor, busque sus labios con ansiedad, con la necesidad de sentir como su piel volvía a estremecerse por mi, como su corazón latida de nuevo por mi. No podía creer sus palabras, al fin todo comenzaba a ser como antes, el estaba apunto de volver a mi... ahora si era feliz.

—Besame, Edward.. dame todo en ese beso — susurre sobre sus labios — quiero sentirte como antes.

Bebiéndome sus lagrimas sentí sus labios suplicantes sobre los míos y comenzó a besarlos con una paciencia que me derretía. Se sentía calidez, deseo y amor en ese beso. Nuestras lenguas se buscaron de una forma diferente y mágica, sintiendo con ese beso cuanta verdad había en sus palabras.

Sus labios eran cálidos, llenos de suplicas y de ternura, me besaba con tanta delicadeza que me hizo llorar aun mas de felicidad. Bebió mis lagrimas como si fuese lo mas preciado de el, me estaba dando todo en ese beso, no había dudas de sus palabras. Me demostró su adoración por mi en ese beso tan tierno, tan suave, tan lento.

Mi boca lo recibió con admiración y adoración al sentir la fluidez que había en ese momento entre nosotros. Volvimos a sentirnos en esa burbuja que un día había explotado sin saber porque, hoy esa burbuja volvía a envolvernos, a envolver nuestro amor.

—Gracias — susurro separándose — gracias por lo que me has dado a pesar de recibir tantos vacíos por mi parte. Gracias porque gracias a ti vuelvo a sentir., vuelvo a estar aquí... lo he visto Bella... lo he visto...

—¿Que has visto? — susurre emocionada acariciando sus mejillas.

Un suspiro intenso broto de sus labios, no podía creerlo...

—He visto el amor que nos dimos el uno al otro, susurrándonos cuanto nos amábamos después de haber echo el amor — sonrió con emoción — vi como me decías porque no me habías conocido antes, te vi saciada después del placer... nos susurrábamos te amo.

Sonreí sollozando llena de amor por el. Yo recordaba cada uno de esos momentos y de tantos muchos como habíamos vivido juntos, el estaba regresando.

El me sonreía pero sentía su vulnerabilidad, sentía cuando me necesitaba, cuantos nos necesitábamos en esos momentos. Era hora de recuperar nuestro amor, era hora de volver a empezar a sentirnos de nuevo de forma sencilla como siempre antes, sin forzar nada. Le sonreí acariciando sus manos, sus ojos brillaron con verdadera adoración.

—Edward estrechame entre sus brazos y no me sueltes, quiero volver a despertar sintiendo este inmenso amor de nuevo — suplique con ternura — empecemos con un nuevo despertar.

El asintió complacido.

—Ven — sonrió tumbándose para volverme a estrecharme entre sus brazos de nuevo — te amo mi cielo.

Asentí sobre su pecho, sobre el sonido mas maravilloso del mundo... su corazón. Ahora nuestros cuerpos desnudos y entrelazados de nuevo sintieron la paz que necesitábamos, después de mucho tiempo.

.

Comenzaba a desvelarme, pero no quería hacerlo. Aferrada a su cuerpo sintiendo como sus manos me envolvían, como a veces durante el sueño había acariciado mi barriguita... ahora todo parecía volver a la normalidad, la calma que necesitábamos estaba llegando y me sentía pletórica de felicidad. Bese su pecho, su corazón y una vez mas sentí que me moría de amor. Mi vida, cuanto había sufrido sin merecerlo. Sabia que el día que volviese en si seria algo duro para el... el nos amaba por encima de todo y se había perdido mucho tiempo del embarazo, de nosotros... no seria fácil.

Un murmullo de voces me asusto. Inquieta me incorpore de golpe haciendo que Edward se sobresaltase a mi lado.

—¿Que ocurre? — pregunto desconcertado.

Lo observe emocionada. Se veía tan hermoso, sus ojos brillaban de una forma especial y su cara volvía a retomar algo de color.

—No lo se, se oyen muchas voces — conteste incorporándome sonriendole con ternura — no pueden ser solo Alice y papa, son muchos murmullos.

—Deja que yo baje primero — beso mis labios calidamente antes de comenzar a ponerse rápidamente el pijama, un pijama que había tenido tantos días en mi cama durmiendo conmigo esperando su vuelta — gracias Bella.

Se acerco a mi al ver el detalle y me estrecho entre sus brazos.

—No voy a defraudarte — dijo sonriéndome con esa calidez que yo necesitaba — esta vez va a ser diferente.

—Lo se — respondí acariciando su mejilla — hemos dado el primer paso, el paso mas importante hacia delante... ya no mas hacia atrás.

Negó con la cabeza sonriente, se veía feliz después de mucho tiempo.

—Te ves bien, te ves contenta — susurro leyéndome el pensamiento — yo también lo estoy, no recuerdo un despertar mas hermoso y completo.

Emocionada me abrace a el y pegue mis labios en los suyos. En un beso corto, tierno pero sobretodo lleno de amor.

Mas voces...

—Sera mejor que baje — se quejo apartándose de mi — que inoportunos

Ambos sonreímos, necesitábamos tiempo y espacio para nosotros, para nuestra familia.

—Voy contigo espérame — el me observo preocupado por quienes podrían a ver abajo, pero aun así asintió.

Cogí el pijama del suelo y me vestí rápidamente preocupada porque la voces cada vez eran mas insistentes.

—¿Vamos? — pregunto Edward tomando mi mano. Asentí tomándola con una inmensa sonrisa para el — te ves preciosa.

Sentí que después de mucho tiempo me ruborizaba...

—Te amo — musite besando tiernamente sus labios, tan cálidos y ardientes siempre para mi.

—Te amo — susurro al apartándose sin dejar de observarme a los ojos.

Nos quedamos así, perdidos en nuestras miradas, en nuestro mundo hasta que un gran alboroto volvió a sonar desde abajo.

Preocupados y tomados de la mano decidimos bajar.

Cuando lleguemos al pie de las escaleras y entramos en la sala, quedemos paralizados. Mi padre,Sue, Harry y la familia Cullen al completo estaban allí, contemplándonos con recelo.

—¿Que ocurre? — pregunte confusa.

Todos miraron nuestras manos entrelazadas y luego se miraron unos a los otros con expresiones divertidas, para un segundo mas tarde romper en carcajadas.

—¿Que esta pasando? — susurro Edward junto a mi oído.

Me encogí de hombros dándole una mirada cómplice, yo tampoco entendía nada.

—Bella cielo son las cuatro de la tarde y todos estamos preocupados — confeso papa entre risas — no saber lo que estaba pasando entre vosotros nos estaba asustando... ahora ya lo sabemos.

—¡Papa! — le reñí sin poder ocultar reírme con el. Luego mire a Edward que me observaba divertido — las cuatro de la tarde...

—Eso parece — sonrió divertido antes de besar mi frente — ¿ahora que?

Volví a mirar a todos y mostrandoles nuestras manos unidas hable.

—Edward me ama... me ama de nuevo — sentí que mis ojos volvían a picar por las lagrimas.

—En realidad nunca he dejado de hacerlo — confeso con intensidad antes de dejar un casto y dulce beso en mis labios.

Apreté su mano emocionada, era tan feliz...

A continuación todo la sala se fundió en aplausos, vítores y felicitaciones.

—Gracias a dios — nos abrazo Esme casi llorando.

A ella se fue uniendo uno por uno para abrazarlos y expresarnos lo felices que se encontraban después de esos días de sufrimiento, que ellos junto a nosotros habían pasado.

Poco a poco todo se fue calmando. Rosalie y Alice lloraban riendo a la vez, Esme trataba de calmarse y el resto nos miraban sorprendidos y sobretodo felices. Edward y yo nos miramos sin saber que hacer, el momento era intenso por poder compartir con ellos esa felicidad, pero a la vez extraño.

—¿Os apetece comer? — pregunto Alice — Sue me ha ayudado a hacer el almuerzo, claro que ella, Charlie y yo ya hemos comido...

Sonrió con complicidad a Jasper para luego guiñarle un ojo.

—¿Tenéis hambre? — pregunto Edward acariciando mi hinchada pancita.

—Si — susurre con un nudo en la garganta.

Su imagen ante mi acariciando a nuestro bebe sabiendo que me amaba era una sensación tan inmensa felicidad que apenas podía creerlo. Todo había cambiado tanto de un momento a otro... sus recuerdos estaban volviendo lentamente y eso tenia que ser una buena señal, lo único que necesitaba era que volviese por completo... y pronto.

.

Comimos en la sala mientras todos tomaban te a nuestro alrededor, nadie quería perderse al parecer este nuevo momento. Edward y yo nos mirábamos sorprendidos por el gran revuelo, aunque era una noticia feliz y esperaba no esperábamos tanto en un primer momento. Aun así cuando nos observábamos con complicidad podía sentir lo feliz que se sentía de compartir este hermoso momento con todos ellos, la realidad era que sin todos en general, tal vez no hubiésemos superado los últimos días vividos.

—Edward ¿que ha pasado? — pregunto Carlisle, todos asintieron. Al parecer nadie sabia como hacer la pregunta.

Edward pareció avergonzado un instante, luego no titubeo.

—Bueno estando con Bella sobre la cama... de repente he sentido un fuerte dolor de cabeza y unos recuerdos de nosotros dos juntos me ha echo darme cuenta de este amor... de este amor que estaba guardado en algún lugar de mi mente y de mi corazón, pero jamas en el olvido — explico con observándome con intensidad acariciando mi manos, la cual no había soltado aun comiendo.

—¿No has recordado nada mas Edward? — pregunto papa ansioso.

El medio negó con tristeza.

—Algunos mas... — lo sentí incomodo y supe que era por el de Jacob — pero no logro recodar con claridad, no soy capaz de recuperar mi vida.

—Poco a poco — lo tranquilice con una sonrisa — estas avanzando.

Suspiro con pesar y enseguida entendí el porque.

—Ya queda tan poco — confeso con tristeza dirigiendo la mirada hacia mi vientre.

Asentí con un nudo en la garganta. Yo también deseaba con todas mi fuerzas que el estuviese recuperado para ese momento. Aunque me amase de nuevo el no volvería a ser el mismo que era y yo deseaba ver de nuevo a ese Edward del cual me había enamorado, ahora apenas era una sombra.

—Aun faltan dos meses, poco a poco estas evolucionando tal vez todo este bien para ese momento — comento Rosalie esperanzada.

Rosalie se veía muy hermosa y sus bebes estaban iguales de hermoso, ya estaban a punto de cumplir los cinco meses de vida y ya comenzaban a hacer sus primeras cositas. Sam era igual a Rosalie y Emily a Emmett aunque Rosalie no quería reconocerlo.

—¿Te apetece un baño? — pregunte a Edward tratando de calmar sus temores.

Su mirada intensa me hizo estremecer.

—Si, necesito relajarme — rio con amargura acariciando mi rostro — te ves pálida y a pesar de esa redonda barriga estas mas delgada. Tienes que reponerte pronto Bella, tienes que estar fuerte para cuando llegue el momento. Estos días he estado leyendo sobre eso y dice que a partir del séptimo mes el bebe ya esta preparado para salir.

—Lo se — sonreí complacida por sus palabras. En no nos había olvidado en la distancia.

—No os he olvidado un tan solo segundo Bella — afirmo con rotundidad, leyéndome una vez mas el pensamiento.

Sonreí con timidez. Me observa y me hablaba con tanta intensidad que volvía a ser sentirme abrumada como cuando empezamos nuestra relación... cuanto tiempo...

—Lo se mi vida — dije acariciando su cabello — te voy a preparar el baño, espérame aquí.

El asintió complacido y todos me sonrieron al levantarme. Me veía echa un desastre con el pijama y el cabello fatal a esas alturas de la tarde, pero no me importaba. Antes de salir bese tiernamente a Edward de nuevo haciendo que el recuperase la sonrisa al instante. Me aleje sonriendo, mi Edward, volvía a ser mio.

Mientras preparaba el baño me sumí en mi reciente sueño. Edward me amaba de nuevo o como decía el jamas había dejado de hacerlo ¿podía sentirme mas feliz? Ahora solo nos faltaba un ultimo paso para ser felices completamente, su recuperación total era nuestro próximo objetivo. Me preocupaba y me llenaba de pena que no estuviese recuperado el día de la llegada de nuestro bebe. Zafrina nos había dejado claro que Edward al volver en si podría o no recordar todo lo vivido este tiempo. Por ese hecho estaba mas preocupada de lo normal. Aunque Edward recordase todo cuando estuviese recuperado, no seria jamas lo mismo si no lo sentía conmigo en ese momento que tanto anhelábamos y esperábamos, ahora solo faltaba esperar.

—¿Que piensas? — pregunto Edward, que ahora se encontraba tras de mi — pareces preocupada.

—No — mentí rápidamente dirigiéndome a el para no hacerlo sentir mal — solo pensaba que vestimenta buscarte ¿pijama o vamos a salir?

Pareció relajarse, me había creído.

—Todos se han marchado, me han dicho que te quieren — sonrió con picardia — me apetece quedarme en casa ¿a ti?

Me acerco a su cuerpo agarrándome por la cintura hasta que mi tripa se lo permitió.

—¿Te bañaras conmigo? — hice como si dudara jugando un poco con el — mentirosa, he visto tu pijama sobre la cama... ya pensabas bañarte conmigo.

—Tal vez — coquetee acariciando sus labios.

—¿Si te suplico? — sonrió burlón.

—Inténtalo — reí rozándome contra el y en un segundo sentí su pene hinchado — pareces impaciente.

Sonrió inclinándose hacia mis labios para dejar pequeños y tiernos mordiscos en ellos.

—Bella te suplico que te bañes conmigo — suspiro dejando un reguero de besos por la mandíbula hasta bajar hacia la garganta.

—Isabella, dime Isabella... me suena mas cálido, me suena mas a ti — lo sentí tensarse y dejo de besarme para volver a mirarme con ansiedad.

—Sera como quieras Isabella — cerré los ojos inundados en lagrimas por la emoción de volver a oír mi nombre en sus labios. Al abrirlos el me sonreía — princesa, lo dejare para cuando vuelva a ser yo. Esa sera nuestra palabra ¿de acuerdo?

Asentí confusa.

—Cuando vuelva a llamarte princesa querrá decir que estoy aquí de nuevo... y bien — asentí temblorosa desabrochando su camiseta. Ojala fuese pronto...

Su cuerpo comenzó a estremecerse cada vez que mis manos recorrían con lentitud su pecho desnudo. Todo el era perfecto y glorioso ante mi, el me observaba con el deseo marcado en su hermosa mirada. Con cuidado tire su camiseta al suelo y comencé a soltarle pantalón del pijama mientras mis labios buscaron calor en los suyos.

Con rapidez sus labios capturaron a los míos con una pasión excitante, besándolos con mas intensidad a medida que mi mano iba descendiendo. Mis manos dejaron caer su pantalón y lo sentí plenamente en mi mano, su pene vibro en mi haciendo que me sintiese repentinamente húmeda.

—Isabella — jadeo cuando comencé a acariciarlo con delicadeza desde la punta hacia abajo.

Sus labios se volvieron mas hambrientos y fogosos haciendo que comenzase a marearme. Me besaba de una manera voraz, ansiosa y deseosa, sentía cuando deseaba hundirse en mi en esos momentos, pues su lengua comenzó a lamerme y a entrar en mi boca como si me estuviese haciendo el amor ahí mismo.

—Quiero desnudarte — asentí sin dejar de excitarlo en todo momento, mientras sus dedos ágiles me desnudaban en unos minutos — eran tan hermosa, tu vientre tan redondo te hace tan hermosa... vamos.

Me cogió de la mano y con cuidado comenzamos a sumergirnos en la bañera. La espuma envolvían nuestros cuerpos desnudos haciendo mas sensual el momento.

—Ven aquí — susurro tenso al sentarme sobre el.

Sin poder soportar la agonía de no sentirlo dentro de mi, me alce un poco y volví a bajar con lentitud haciendo que el entrase en mi de la forma mas cálida.

—Edward... — gemí bebiéndome su gruñido de placer.

Con sensualidad enrolle mis manos alrededor se su nuca, apoyando su frente sobre la mía comencé a mecerme sobre el.

—Tierno... suave... — jadeo ansioso tomándome por las caderas para guiarme a su ritmo.

Lentamente comencé a moverme sobre el, descendiendo y ascendiendo con una lentitud torturadora, sentía su respiración en mi boca mientras la danza de nuestros cuerpos marcaban el ritmo sensual y tímido de cada embestida. Su respiración era descompasada y la mía contenida por ese maravilloso momento. Me daba cuenta que en todo este tiempo jamas lo había sentido así, aunque me llenara de el una y otra vez siempre estaba ese vació entre nosotros. Esta vez todo era diferente, de nuevo el momento era mágico, nuestros cuerpos encajaban como siempre a la perfección y no se sentía esa tirantes y miedos por lo que pudiese ocurrir. Nuestros sexos se unían muy lentamente, se acogían y por fin se entendían.

Los gritos de placer comenzaron a calentar el ambiente, tanto como lo estaban nuestros cuerpos con cada suave estocada.

—Isabella — gruño ansioso — mas rápido... solo un poco mas...

Besando sus labios de nuevo, comencé a moverme de forma mas frenética. Con mas rapidez comencé a cabalgar sobre el mientras me perdía en su boca. Su mano continuo marcando el ritmo de cada estocada y con la otra comenzó a rozarme el pecho de forma deliciosamente tierna, haciendo que yo comenzase a arquearme un poco por la desesperación. Al sentir mi necesidad se dejo de juegos y comenzó a acariciarmelos con mas sensualidad. Los acaricio, los pellizco y luego se lleno la mano de el haciendo que me sintiese morir.

El placer de hacerle el amor, besando sus labios mientras sentía sus caricias me estaban volviendo loca, ansiando tocar el cielo con el. Un cielo que volvía a brillar, a tener luz después de tanta oscuridad.

—Te amo —jadee en su boca.

—Yo también... yo también te amo... — reí entre jadeos sobre sus labios, sintiendo como la felicidad se apoderaba de mi por completo.

Sus labios me besaron derrochando ese amor que acababa de confesar, besándome de una forma tan delicada que me enloquecía. Me lamió y me beso de forma tremendamente sensual haciendo que esos besos se convirtiesen demasiado calientes, excitantes, pasionales... nos amabamos.

—Edward... por favor — suplique ansiando que me llenase del el.

Con mas urgencia su mano comenzó guiarme sobre el, yo me dejaba arrastrar por el, por sus manos, por su pasión que era la mía. Ansiosa y perdida en ese mar de sensaciones cabalgue sobre el con mas soltura sintiéndome enloquecer cada vez que lo sentía entrar en mi con ese ardor que quemaba. La llama se estaba propagando y con ella me estaba quemando. No soportaba un segundo mas la sensación de sentirlo dentro de mi, llenándome y colmandome de una forma tan ardiente y necesitada.

Nuestros cuerpos estaban unidos en uno solo, haciendo que su placer fuera el mio, su deseo, su ardor, su devoción y todo su amor fuese el mio.

—Envuelveme.. — pidió suplicante.

Con mas desesperación me empece a mover sobre el contrayendome alrededor de su pene cada vez que entraba y salia de mi, lo sentía contenido y casi llegando al limite. Me contraje una y otra vez con cada torturadora embestida. Su manos me tomaron mas por las nalgas haciéndose con el control de la situación y comenzó a entrar en mi de forma mas impaciente y agotadora. Mi cuerpo ya no aguantaba y sentía que el suyo estaba al mismo limite. Torturándolo mordí sus labios con exquisitez, los succione y los mordisque sintiendo como comenzaba a deshacía entre mis brazos y con dos estocadas mas contrayendome contra su pene, lo sentí llegar al orgasmo desarmándose dentro de mi.

—Isabella — convulsiono apasionadamente sobre mi cuerpo y sin poderme resistir un segundo mas , sentí como los temblores ya muy conocidos por mi invadían todo mi cuerpo haciendo que me

rompiese en mil pedazos en sus brazos, que se aferraban a mi cuerpo con desesperación.

Rendidos nos abrazamos en los brazos del otro dejándonos llevar por ese mágico momento. Todo había cambiado, incluso en ese momento se había notado. Nos amábamos y nos entendíamos como antes, ahora todo era hermoso y tierno, como siempre había sido, ahora todo estaba bien.

POV EDWARD

Nueve de Septiembre y a pesar de ser inmensamente feliz, un nuevo día de abría ante mi sin ser capaz de ser yo mismo. La preocupación me embargaba, Bella cumplía los nueve meses a finales de mes, yo mismo me había prometido estar de vuelta, pero no lo conseguía. A pesar de haber tenido muy pocos recuerdos mas, no volvía a ser yo, las esperanzas ya se estaban agotando.

—Buenos días — sonrió Bella apareciendo en la habitación con el desayuno en una bandeja como cada mañana.

Al mirarla una mañana mas, no puede evitar sentirme afortunado. Bella era la mujer mas maravillosa del mundo, nuestro día a día juntos era tranquilo, lleno de paz y de amor. Me daba todo cuanto yo necesitaba y yo trataba de corresponderle con el mismo amor y atención que ella me daba a cada momento. Pasábamos el día en casa, luego mas tarde dábamos paseos para que Bella estirase un poco las piernas y poco a poco el momento se acercaba. Su tripa no podía estar mas hinchada, ella ya no podía estar mas hermosa y nuestro bebe rebozaba de vitalidad, así lo demostraba cada día.

—Hola preciosa — me hice a un lado para que se sentase a mi lado — que rico desayuno.

Cada mañana me mimaba con una bandeja repleta de pan, frutas, zumo, café y pasteles. Por supuesto la mayoría de las veces sobraba casi todo, pero ella trataba de no descuidarme y yo no podía sentirme mas orgulloso de ella... la luz de mi vida, mi todo para seguir luchando.

—Recuerda que hoy en la barbacoa, en unas horas todos estarán aquí — parecía tan ilusionada que sonreí.

—Como olvidarlo — mi familia y la suya no se separaban de nosotros para nada — ¿como te sientes hoy?

Comenzó a desayunar dándome bocados de frutas también a mi, mientras se acariciaba la pancita, parecía a punto de reventar.

—Bien, cansada ya. Los pies se me hinchan mucho y como sabes me cuenta dormir — llevábamos dos semanas así — por lo demás todo bien.

Asentí suspirando, me alegraba oírlo.

—Me haces sentir mas tranquilo, ayer te veía muy pálida — me sonrió con dulzura — te sentía muy mal.

—Ayer mismo oíste al doctor, mi cuerpo se esta preparando... ya falta poco Edward — la sentí entristecerse y me maldije una y mil veces.

—Tranquila aun faltan dos semanas y poco mas — asintió pero a pesar de todo la vi tan vulnerable que la atraje hacia mis brazos y la senté sobre mi.

Cada día mostraba sus inquietudes al miedo de ese momento, sentía pánico de no hacerlo bien, de que algo se pudiese complicar y eso la hacia estar constantemente asustada con cada nuevo aspecto de su embarazo. Yo trataba de consolarla, pero algunas noches la había sentido llorar, no solo por ese motivo.

—¿Hoy no has recordado nada? — preguntaba angustiada como cada día.

La abrace con mas fuerza sobre mi pecho.

—Si, después de que hemos echo el amor y tu has ido por el desayuno — confesé acariciando su cabello — ¿te lo cuento?

Asintió aferrada a mi pecho como cada día, después de oír el relato lloraría.

- Isabella... - ella poso su mirada sobre mi y note su inquietud - ¿que es lo que te preocupa? sabes que puedes confiar en mí...

Ella callo unos instantes más y tras un breve suspiro por fin me hablo.

- Es que cuando me he levantado... – se callo unos minutos avergonzada - he visto junto a tu... tu reloj, unos pre... preservativo... pero sin usar ¿no usamos...?

No termino la frase y sus ojos volvieron al desayuno. Pero rápidamente comprendí todo, ella estaba preocupada por si no habíamos utilizado protección, Bella no quería tener un bebe conmigo... una punzada de tristeza se instalo en mi pecho al comprenderlo...

—¿Porque recuerdas eso? — pregunto con tristeza — hay tantos recuerdos, ese es triste... Edward era después de nuestra primera noche juntos...

—Lo se, tranquila — susurre besando sus labios.

Rápidamente la sentí relajarse y envolverme con las manos para devolverme el beso. Me beso con delicadeza, ternura y dulzura, toda ella era exquisita y con facilidad me hacia olvidarme de los malos momentos para adentrarme con ella en un mundo mágico y feliz.

—¿Y anoche? —ronroneo coqueta sobre mis labios — antes de que hiciésemos el amor se que recordaste algo que te gusto.

Comencé a acariciarle el muslo muy despacio intentando controlar mis instintos. De la dulce boca de Bella broto un pequeño gemido... Detuve mi mano , me sentía culpable , tal vez ella no sentía necesidad ni fuerzas para hacer el amor conmigo después del día tan duro que había tenido. Bella al notar mí detenimiento, para mi sorpresa tomo mi mano y la guio muy despacio hasta su centro, de mi garganta broto un gemido de placer al sentirla tan húmeda, de los labios de Bella broto un jadeo de placer, al sentir mi mano sobre su sexo desnudo.

- Isabella… para… - susurre sobre su cabello – estas demasiado débil… demasiado frágil… no quiero aprovecharme de tu vulnerabilidad.

- Edward… - suspiro agitada – te necesito… te necesito ahora…

Suspire aliviado, yo también necesitaba sentirla, necesitaba tenerla entre mis brazos y borrar cualquier sentimiento de dolor anterior al haberla sentido tan lejos de mí. La atracción entre Bella y yo era palpable, ese también era un gran paso ¿o no? su entrega al hacer el amor conmigo era sincera, sentía que yo le atraía, sus palabras en momentos tan íntimos lo demostraba… y por ahora me conformaba con eso…

- Yo también te necesito… necesito sentirte cerca… necesito de ti…- le susurre besando el lóbulo de su oreja.

Mi mano comenzó a acariciar su clítoris en círculos, haciendo que la respiración de Bella se agitara y comenzara a gemir continuamente. Me sentía loco por adentrarme en la humedad de ella.

- Estas tan húmeda… siempre lo estas – susurre besando su hombro – dime que es por mi… que esa humedad que siento cada vez… que te acaricio… es por mí…

- Si… ¡ah! … es por ti… me haces sentir tan bien… - susurro jadeando – solo de pensar… en tus manos… sobre mi piel… tus caricias… tu presencia… todo tú… me envuelve… y me haces… sentir esta… necesidad de ti.

Mordí su cuello con ansiedad. Las palabras de Bella me habían llenado de un inmenso placer, sentirla tan receptiva y siempre dispuesta para mí me llenaba de felicidad, haciéndome olvidar cualquier momento angustioso a su lado. La acaricie mas lentamente, extendiendo toda su humedad alrededor de su sexo, sus gemidos me estaban desarmando y sus palabras me habían vuelto loco de deseo y de felicidad.

-Edward… - suspiro con la respiración entrecortada - ¡ah! … mas rápido… por favor…

—Oh — fingió inocencia tapándose la boca con la mano — así estabas de contento...

—Trataba de dormir — me encogí de hombros sonriendo — no se como ocurrió.

Bella me observo emocionada, su sonrisa me deslumbraba.

—Te amo mi cielo, te amo mucho — susurré acariciando su mejilla — ¿eres feliz?

—Mucho Edward, mucho — contesto con sus ojos brillantes — amanecer contigo cada día es lo que quiero toda la vida y se que tu también eres feliz, siento que tu también lo eres y eso es lo único que deseo. Sentirme amada y quería por ti... hacerle feliz, no quiero mas, todo lo demás me sobra.

Una lagrima rodó por mi mejilla. Una vez mas me daba las fuerzas que yo necesitaba para sobrellevar el día a día, yo también quería todo eso con ella y lo demás claro que sobraba. Bella era mi mundo, ella y nuestro bebe... nuestra niña era todo cuanto yo necesitaba para ser feliz.

.

.

La barbacoa y el día en familia comenzaban a llegar a su fin y eso me alegraba. Veía a Bella cansada y solo quería que estuviésemos solos para masajearla como cada noche y relajarla. Ya se notaba lo agotada que estaba, también sentía que ella trataba de hacerme ver lo contrario para no preocuparme pero eso solo lograba hacerlo mas. Me miraba constantemente y sentía el miedo en su mirada. Había tratado de saber que le pasaba entre besos y susurros con palabras de amor, pero ella solo reía feliz y yo no deseaba apagar la sonrisa mas hermosa del universo.

Agotado me deje caer sobre una tumbona para despejar mi cabeza sin dejar de observarla a lo lejos.

—Ey — saludo Rosalie con Alice sentándose a mi lado — Edward ¿que tienes pensado para el cumpleaños de Bella? Estamos a cuatro días.

Una vez mas no querían que un solo detalle se me pasase, pero todo en torno a Bella era incapaz de salir de mi mente.

—Lo se, había pensado en hacerle una pequeña fiesta con la familia ya que para nuestro aniversario que también se aproxima quiero llevarla a cenar — ambas suspiraron con emoción — quiero algo intimo y romántico.

—¿Aquí o en un restaurante? — pregunto la curiosa de Alice — porque para el día quince faltan seis días.

—Ya esta reservado, chicas tranquila — sonreí a esas dos curiosas. Pero al momento echando de menos a Bella la busque con la mirada.

Hablaba con mi madre, pero no parecía cómoda del todo y eso ya comenzaba a preocuparme seriamente. Parecía como si a veces hiciese muecas de dolor, pero al mirarme y ver que la observaba me volvía a sonreí tratando de tranquilizarme ¿que estaba pasando?

—¿Vosotras veis bien a Bella? — ambas me observaron ceñudas — no la siento bien, esta mañana se ha levantado con mucho animo pero a medida que a pasado el día a ido decayendo... estoy muy preocupado.

—Edward ya debe de estar cansada, los dos últimos meses son los peores — objeto Rosalie — ademas todos sabemos lo asustada que esta... se acerca el momento.

Se acercaba... ya estábamos demasiado cerca, apenas a dos semanas y poco mas nos separaban de ver la hermosa carita de nuestra niña.

—¿Podéis llamarla? — dije a Alice y Rosalie, ellas asintieron rápidamente.

Ambas se acercaron a Bella y señalaron en mi dirección. Bella se despidió de mama y vino hacia mi algo tensa... no estaba bien... Observe como Alice se reunía con Jasper, estos ya tenían planes de matrimonio pero esperaban mi recuperación... ¿volvería a ser yo mismo un día?

—Hola — susurro Bella acariciando mi hombro cuando llego junto a mi, sentándose a mi lado — ¿que piensas mi vida?

—En los planes de matrimonio de Alice y Jasper — ella sonrió melancólica.

—Se que aun no has recordado aquel día cuando nos casamos... pero a pesar de todo lo que ocurría a nuestro alrededor, el momento de los votos fue hermoso — acaricie su mejilla, me daba tristeza no recordar el momento en el que nos habíamos unido para siempre.

—Lo haré pronto Isabella — susurre acunando su rostro entre mis manos — te prometo y esto es algo que pienso cumplir, que pronto veré pasar ante mi esas imágenes... quiero ver ese día, necesito verlo y sentirlo como en aquel momento.

Asintió y supe que estaba apunto de llorar.

—No, no mi cielo... no estés triste — limpie sus mejillas sonriendole — todo esta bien porque nos amamos, somos muy felices y eso es lo que importa ¿verdad?

—Claro que si, claro que si — sonrió emocionada inclinándose para besar mis labios — te amo Edward.

—Te amo mi Isabella — susurre ante de que su boca me atrapara.

Mis labios se abrieron paso entre los suyos para llenarla de mi amor. La bese con delicadeza, jugado con mi lengua sobre la suya que me embestía tiernamente haciendo que me sintiese el hombre mas feliz del mundo. Esa era mi Bella, fuerte, pura y llena de esperanzas, por eso la amaba tanto. Por que simplemente no había otra como ella y era toda mía.

Con un suspiro me aparte de ella y la observe a los ojos. Una vez mas brillaban de felicidad, por la felicidad de nuestro amor, de nuestro futuro y sobretodo de nuestra familia. Tome sus manos y las bese con ternura, pero la sentí temblar y eso me asusto.

—¿Estas bien? — pregunte examinando sus facciones.

Ella titubeo y se soltó de mis manos.

—E-Edawrd voy al baño — dijo incorporándose rápidamente.

Algo estaba pasando.

—¿Todo esta bien Isabella? — pregunte sobresaltado, parecía extraña.

—Si — sonrió rehuyendo de mi mirada — ya sabes que me paso el día en el baño, enseguida vuelvo.

Asentí confuso y andando de una forma extraña comenzó a caminar hacia el baño. Asustado y preocupado por su comportamiento me fui a levantar para ir tras ella pero un fuerte dolor de cabeza me dejo inmóvil.

—Yo Edward Cullen te tomo a ti Isabella Swan como legitima esposa , en lo bueno y en lo malo , en la riqueza y en la pobreza , en la salud y en la enfermedad, para amarte y respetarte , tanto como duren nuestras vidas - dijo emocionado - Si quiero.

—Yo Isabella Swan te tomo a ti Edward Cullen como legitimo esposo , en lo bueno y en lo malo , en la riqueza y en la pobreza , en la salud y en la enfermedad, para amarte y respetarte , tanto como duren nuestras vidas - dije con voz temblorosa - Si quiero

.

— Edward quiero volver de nuevo — dijo ilusionada — ¿volveremos pronto?

— Claro que si — sonreí abrazándola — cuanto tenga un hueco en el trabajo regresaremos de nuevo

.

—Cuéntame, como fue aquel tiempo para ti — parecía ilusionada por saber de aquellos dos años.

—Insoportables — confesé — jamás pensé que con una mirada una persona me llenase tanto como lo hiciste tu aquel día.

.

—Jamás vamos a volver a separarnos, lo prometo — prometí acariciando sus manos — pase lo que pase vamos a estar juntos, avanzando en el día a día, disfrutando y sufriendo en el amor, pero siempre juntos.

Imágenes y mas imágenes de Bella sola, de Bella conmigo en un sin fin de sitios, de Bella y yo haciendo el amor de mil formas diferente, surcaron por mi cabeza. El dolor aumentaba, la presión era insoportable pero mi vida completa fue pasando ante mi. Desde pequeño hasta el día que...

—¡Detente! - grite desesperado - ¡déjala en paz , maldita sea!

—Su vida por la tuya - contesto apuntándome con una pistola

Su coche se dirigió velozmente al mio, yo intentaba apartarme de su camino, pero su auto tomo la misma velocidad que el mio y entonces sentí un fuerte impacto que destrozo mi cabeza. No sin antes de que todo se volviese oscuridad , recordara cada segundo vivido con Bella… el día que la conocí, ella en el hospital la boda, la primera noche juntos, mi ida, mi vuelta , nuestro bebe…. ya ya luego no quedo mas nada de todo eso.

POV BELLA

Asustada y llena de miedos me senté en el suelo del baño llorando sin poderme controlar. Acababa de romper aguas, me sentía mal... y el no volvía. Nuestro bebe iba a nacer y el no iba a estar aquí conmigo ¿que iba a hacer? Aun no sentía dolores ¿podría aguantar un poco mas? Llore desesperada apoyando mi frente en la rodilla, no quería ir al hospital, no sin mi Edward a mi lado. Me daba terror el momento de los dolores, del parto y de todo lo que eso conllevaba y sin el no me sentía capaz de hacerlo.

—Isabella —levante rápidamente la mirada... el estaba frente a mi y ¿lloraba? — ¿que te pasa mi vida?

Parecía muy preocupado y en un instante me rodeo con sus brazos. Llore y llore mas fuerte abandonándome a la pena de saber que aunque estaba a mi lado y eramos felices se iba a perder el nacimiento de nuestra hija ¿porque no volvía? ¿porque la vida al menos no nos daba ese regalo?

Tomo mi cabeza entre sus manos, buscando mi mirada desesperadamente... el lloraba y mucho.

—¿Porque lloras tu? —pregunte alarmada — ¿que te ha pasado?

Negó con la cabeza, sus manos hacían mucha presión en mi mejilla.

—Princesa ¿que te ocurre por dios? — sollozo angustiado — ¿que te ocurre mi vida?

Sentí que me ahogaba en mi propio llanto, en el suyo... princesa...

—¿P-princesa? — susurre asustada aferrando mis manos muy fuerte a su camisa.

El me miro y a pesar de su preocupación sonrió.

—Princesa soy yo, estoy aquí... estoy aquí — lloro abrazándome fuertemente contra su pecho. Yo sentí que me iba a desmayar en esos momentos por el impacto de sus palabras... mi Edward... — Princesa estas empapada ¿que ocurre? ¿¡princesa as roto aguas!?

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

2 comentarios:

¡Anímate a comentar, siempre y cuando sea con respeto! Bienvenid@s.

Sube de nuevo ↑
Bienvenidos

    Bienvenido a la web de Diario Twilight. Llevamos siete años trayéndote las mejores noticias de La Saga Crepúsculo y su elenco. Haz parte de nuestras redes sociales y no pierdas detalle

Seguidores Blogger

Vsitas

© 2015 Diario Twilight. WP Mythemeshop Converted by Bloggertheme9
Blogger templates. Proudly Powered by Blogger.