Cap 40: Eterno Amanecer

Cap.40 – DESPUES DE LA TORMENTA

Jacob. POV


-"Sam, no dejes que escape... No puedo verla. Y lleva a mi madre con ella!"

-"Tendrá que salir, Jacob y ahí la tendremos. Confía en mi!"

No podía apremiar más a mis patas para correr a mayor velocidad. Leah me mantenía el paso y tanto Nessie como Tony también nos acompañaban. Mis ojos me permitían ver como bajo el agua los Cullen la seguían, pero todo transcurría en segundos. Imposible tejer estrategias... imposible.

La maldita chupasangre salio al bosque sin dejar a su rehén y corrió entre los pinos. Me lance a la persecución y deje parte de mi sequito atrás. "Jacob, empújala hacia nosotros... ya estamos por delante de ella" Y así lo hice.

El rincón era el gran río que corría salvaje y colérico generando borbotones ruidosos, arrastrando cosas... Su caudal era más del doble. Y la puta lluvia que no dejaba de molestar!

La maldita llego al borde, arrojo a Mama al agua y salto al otro lado con una pirueta jactanciosa. Sam y el resto corrieron al puente para seguirla pero estaba seguro que ya no la alcanzarían. Y me quede allí viendo como a Tony también se lo tragaba el agua y Nessie lloraba. Bella y Edward estáticos y a la espera de un final anunciado.

Tony salio del agua envuelto en una burbuja sutil, casi imperceptible. Un ángel trayendo otro ángel... Cuando finalmente llego cerca de nosotros y la dejo ver retirándola de su pecho no sabía como sentirme. El dolor más agudo y punzante que hubiera sentido jamás me cruzo de lado a lado. Pensar que esta mañana había discutido con ella en mi afán por ir a la casa Cullen a ver a Renesmee y ella no me lo permitió.

Vi a Leah apoyar su cabeza sobre su cuerpo y lamentarse: "Jake... Jake... Mama esta muerta! Esta muerta! No soporto esto! Me duele... no otra vez, NO OTRA VEZ! " Gritaba para mi. Vi a Tony lagrimear, a Bella tomarse de Edward y a Nessie abrazándome. Ella me acariciaba llorando, y traía a mi memoria los momentos que pasamos juntos la otra tarde, mientras mi madre sonriente nos servia la merienda y me acariciaba la cabeza.

Sam llego a mi cabeza...

-Jacob, lo siento. Se ha escabullido. Su rastro es imposible de seguir. La lluvia la cubre bien – y yo no respondía

-Hermano, lo siento! Siento tanto lo de tu madre, lo de Billy! – decía Embry y yo sin responder aun.

-Jacob, ahora debes ser fuerte! –Me decía Sam - Debes tomar decisiones: Tu padre esta herido, es necesario que ocupes su lugar como debe ser. Y eso también te lleva a ser el Alfa de la manada. Un guía para todos, para tus hermanos... Todos estaremos aquí para apoyarte... Yo estaré aquí para lo que mandes!

-DEJEMNE EN PAZ! Estoy aquí frente al cadáver de mi madre y me hablas de responsabilidades? Puedo transformarme en un animal pero no soy uno! Tengo sentimientos! Que hay de mi pena? Que?

-Lo se Jacob, pero no hay tiempo para eso ahora! Debes resolver! Yo te ayudare!

-VAYANSE A LA MISMISIMA MIERDA! - Me zafé gruñendo del abrazo de Nessie. Leah, gimió

-Jake, por favor... Donde vas?

Aullé una vez más mis insultos y abandone el lugar. Necesitaba salir de allí. No podía respirar. No sabia como o por que, pero no me había dado cuenta que Leah me había seguido.

-Jake... donde vas? No me dejes sola! Por favor... Que voy a hacer sola? No puedo afrontarlo... por favor!

-Lo siento, Leah... Pero yo tampoco! - Y ella se quedo allí mirándome mientras yo corría todo lo veloz que podía.

Corrí y corrí hasta que el agotamiento físico, pero sobretodo el mental, pudo más. Sentí el cuerpo pesado presa del cansancio y de la lluvia. Encontré en lo alto de un risco, al otro lado de bosque, una especie de cueva. Necesitaba estar solo, necesitaba pensar. La roca tenía una depresión que estaba llena del agua de la lluvia. Bebí hasta que la sed menguo, me instale junto a la pared rocosa y me quede dormido.

La pesadilla vivida me invadió también en sueños y me lleno de ansiedad y angustia. El rostro lívido de mi madre era como una herida que sangraba y que se volvía más y más profunda. Pero luego llegaron otras heridas... Reclamos de aquellos que me ponían en un lugar que no esperaba. Que demandaban cabeza fría y una majestuosidad que no sabía si tenía.

Las palabras de Sam resonaban en mi cabeza, generándome cientos de preguntas: Esto era ser un líder? Esto de dejar toda mi persona de lado para tener como premisa las necesidades de los demás? Quería esto para mi vida?

Los días y las noches pasaban, envuelto en la humedad y en el mal dormir. Las llamadas de Sam, de Quil, de Embry... Los sollozos desesperados de Leah pidiendo que volviera... Mi cabeza estaba llena de voces que no me dejaban en paz hasta que les gritaba y me permitían un momento de silencio y algo de tranquilidad.

La pesadilla que me acoso por días pareció acallarse al igual que el cielo. La lluvia menguo y el cielo aclaro un poco, transformándose en una mata gris. Sentí la voz de Leah que me decía que volviera, que hoy era su funeral y que me necesitaba con ella.

Y no estaba listo... No estaba listo para terminar de decirle adiós a mi madre. Tenía una buena relación con mi padre pero ella era mi norte, mi puerto seguro, mi abrazo calido cuando creía que nada tenia solución... Quien escucho mis lamentos cuando Bella se caso y cuando conocí a Nessie. Ella, que acariciaba mi cabeza, me besaba la frente y me decía:todo saldrá bien, ya veras!

Me acerque un poco a La Push. Lo suficiente para escuchar los tambores y el canto lastimero de los ancianos, la enorme fogata en la playa, todo envuelto en una bruma húmeda fruto de la llovizna. Y entonces la vi: La canoa llevada por la corriente, las llamas abrazándola... Porque un quileute era fuego, todos los éramos y así era como nuestros cuerpos debían volver a la naturaleza. Y el humo leve y oscuro pareció recortar en las nubes una figura, donde veía su rostro sonriente que volvía a repetirme, como siempre: todo saldrá bien, ya veras! Y de mi garganta lobuna mi grito desesperado en forma de aullido hizo eco en cada rincón y sobre cada roca.

Carlisle POV

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Jamás olvidare el nerviosismo de llegar con Billy al hospital. Entramos corriendo con el sobre una mesa de madera a la que le habíamos arrancado las patas ayudados por los enfermeros. Alice, Jasper y yo habíamos venido en la ambulancia que la policía había dispuesto para ingresar a Billy. Los enfermeros no quisieron moverlo al ver que lo habíamos acomodado boca abajo, como corresponde a un paciente con una lesión de ese tipo.

Las heridas y cortes no eran tan graves: cortes superficiales en cara, brazos y piernas, magulladuras, una muñeca rota... Lo grave era su columna vertebral quien había soportado todo el impacto de la caída.. A simple vista pude ver la distancia entre sus vértebras y no me gustaba. La prognosis era desalentadora.

El Dr. Albert Mooney, jefe del servicio de trauma, me permitió entrar a la sala y asistirlo en las curaciones previas. Un collarín para controlar su cuello, suturas en las heridas profundas y un suero para medicarlo a la máxima expresión nos permitieron llevarlo a la sala de rayos.

No deje en ningún momento de acompañarlo porque seguramente luego llegarían sus hijos y esperaba poder darles respuestas. Aunque lamentablemente no podía ser optimista.

El confirmo mi diagnostico. Billy fue puesto bajo un coma farmacológico y en tracción para equilibrar su columna y evitar mayores lesiones. Deberíamos esperar unos días para la cirugía a fin de que se estabilizara.

Lo que nunca espere es que mi presencia allí causara tanto revuelo. Cuando volvía con Albert hacia la planta baja, encontré a Jasper y Alice hablando con dos oficiales. Ambos eran hombres altos, uno más robusto que el otro y jóvenes, cosa que llamo mi atención.

-Como esta Billy, Papa? - pregunto Alice

-Como se esperaba. Mi diagnostico esta confirmado. Deberemos esperar para poder operarlo. Serán días muy difíciles.

-Dr. Cullen? – pregunto el mas delgado de los dos.

-Si, Carlisle Cullen.

-Soy el Teniente Marshall. Mi compañero, el Teniente Jeffreys. – e intercambiamos apretones de manos.

-Mi hija Alice y su esposo, Jasper Hale – y ambos asintieron. Todos presentados.

-Doctor, si me permite... Dados los acontecimientos y su llegada con el enfermo, me permití llamar a mi superior, el Coronel Collins, para apurar su ingreso al staff del hospital – me sorprendí por su amabilidad.

-Le agradezco en verdad, Teniente! Vera Ud., es mi amigo quien esta internado allí y espero poder ayudarlo. Así que si ustedes me lo facilitan, encantado tomare mi puesto cuanto antes.- observe al Dr. Mooney sonreír. Me pareció un buen hombre y apreciaba su predisposición ante mi llegada.

-El Coronel se encuentra en Washington en estos momentos y no podrá venir hasta dentro de 2 semanas. Quedo a su disposición para lo que necesite. Posee Ud. una asistente o necesitara que le busquemos una?

-Yo soy su asistente, Teniente. Usted es quien estuvo con mi hermano en Paris, verdad? – el se sorprendió y ella sonrió – No se sorprenda, Teniente. En esta familia no hay secretos. Pero si le incomodan mis comentarios...

-No, Madame, por favor! Solo que debemos ser discretos sobre ciertos asuntos en los pasillos del Hospital. Aquí hay muchos civiles y pueden malinterpretarse ciertas conversaciones. Es todo.-su reflexión llamo mi atención. Me hubiera encantado que Edward estuviera aquí - , cuando el Coronel Collins llegue también querrá hablar con Ud. – y Jasper asintió – Los otros médicos en su equipo se sumaran a Ud. mañana? Me refiero a su hijo y su esposa.

-Si, mas en este caso.

-Bien, entonces les enseñare sus consultorios. El Coronel ya había dispuesto un sector para su práctica en forma anticipada.

Caminamos por los pasillos de la planta baja hasta un ascensor que nos llevo al 3º piso. Realmente me sorprendí gratamente al ver lo moderno y bien distribuido de las instalaciones.

Llegamos a unas puertas dobles que daban a una sala de espera pequeña pero confortable. Sillones contra la pared a todo lo largo y un escritorio sobre un lado en tonos de blanco y azul. Una puerta a la izquierda y dos a la derecha El muchacho me guió con su mano para que pasara y entramos al consultorio a nuestra izquierda.

-Este es el destinado a ser su consultorio, Doctor. Al otro lado del breve salón están los de su hijo y su nuera. Espero que sean lo que esperaba.

Todo era inmaculadamente blanco. Un escritorio contra la pared junto a un mueble para guardar medicamentos algo equipado. A un lado una pequeña pileta para lavarse las manos con todo lo necesario para la higiene. Al otro extremo, una camilla y suficiente espacio central por si alguien que no pudiera movilizarse por si mismo, en muletas o silla de ruedas, pudiera hacerlo cómodamente. Sobre la otra pared un negatoscopio muy grande, como para ve radiografías al mismo tiempo. Todo era perfecto.

-Estoy gratamente sorprendido. Los consultorios son más de lo que esperaba. Muchas gracias

-Vera Ud. que a pesar de ser un hospital militar, esencialmente, se utilizo de lo mejor que esta a nuestro alcance. Estamos en un lugar estratégico, cerca de algunas bases navales y era necesario. También serán obviamente de beneficio para la población de Forks y los pueblos adyacentes.

-Si, ya veo. Tendré pacientes regulares o...

-En principio su práctica será regular, como usted acostumbraba. Desconozco si el Coronel tiene otros... planes. El lo hablara con Ud. y su equipo personalmente.

-Bien, Teniente. Mañana vendré a hacerme cargo de mi puesto, si es que esta todo en orden.

-Si, por supuesto. Agendaré al Dr. Sullivan para que lo reciba y lo presente al resto del Staff. El es el director medico. También aprovecharemos para hacer el tour por el resto de las instalaciones.

-Muchas gracias. Bueno, nos veremos mañana.

-Por supuesto. Los acompaño?

-Oh, no es necesario. Gracias!

Salimos de ahí los tres mirándonos sorprendidos. Mire a Alice y le pedí que monitoreara algo pero no vio nada fuera de lo común en la vida del Tt. Marshall. Pero me miro y me dijo: "Este lugar no es realmente lo que se supone que es, Carlisle". Jasper se rió y yo también, contestándole: "De eso ya me había dado cuenta, pequeña!"

Regresamos a casa y después de ese día las semanas pasaron volando. El Dr. Sullivan era un hombre serio, abnegado y amante de su profesión. Nos dio una calida bienvenida. Bella y Edward se sumaron a la practica y empezamos a tener pocos pacientes. Todos con seguridad requerían proseguir con sus tratamientos o iniciar nuevos.

Bella estaba feliz de poder ayudar a otros y además las áreas especiales como la piscina y el gimnasio eran más que fantásticos para la rehabilitación de los pacientes. Edward era feliz, siempre que Bella lo fuera y casi todo era perfecto. Aunque tal cosa es solo una sensación momentánea.

A pesar de que nos sentíamos observados, lo único que nos sacaba a todos de nuestro eje era que Billy, con cirugía y todo, quedaría parapléjico. No volvería a caminar. Reunimos todos los estudios y nos encontramos con el Dr. Mooney. Los cuatro concluimos en lo mismo.

La lesión había sido muy severa y lo había afectado sin remedio. Bueno era que aun tendría dominio de sus brazos, pero no sabíamos aun cuan afectada estaba su parte funcional abdominal. Solo el tiempo nos diría una vez que se recuperara.

Reunimos a Sam, Leah y a Seth que llegaron acompañados de sus guardaespaldas permanentes, que no eran otros que mis nietos. A Billy ya lo habíamos sacado de su inducción para prepararlo para cirugía en los días siguientes. Pero la noticia fue devastadora.

Increíble fue presenciar la entereza no solo de Billy sino de Leah y Seth. Ninguno pronuncio palabra. Me dejaron hablar, explicar la cirugía y el resultado. La noticia de que una silla de ruedas seria necesaria ahora hizo que Tony pusiera en mi cabeza miles de preguntas, como por ejemplo que cosas necesitaría su casa para que le fuera confortable. Lo mire y respondí que después de superar la cirugía veríamos cuales eran los pasos a seguir, pues estaría en el hospital un par de meses. Que tanto Edward como Bella serian los encargados de su posterior rehabilitación.

Cuando salimos de la habitación, Edward se veía algo molesto: No podía definirlo. Llegamos a nuestra sala y los hice pasar a mi oficina.

-Edward? – Bella tomo su mano y el la beso para sostenerla entre las suyas.

-Leah esta asustada. Se siente desvalida. Llama a Jacob constantemente en sus pensamientos. Y Sam esta furioso con el. Aparentemente no les responde pero entre ellos existe una conexión que hace que todos los de la manada sepan todo lo que piensan o sienten.

-Nada de privacidad! – dijo Bella

-O sea, que en este momento, Jacob debe saber lo de su padre. Crees que el vuelva? – Bella puso una cara dubitativa pero Edward pensaba diferente.

-El tiene algo muy poderoso por lo que volver. Si lo que sabemos es correcto hay algo que no puede evitar y le es vital para su existencia – Bella sonrió.

-Renesmee... – dijo ella con un dejo de tristeza.

-Si. El volverá. Antes de lo que pensamos. – me reí y decidí cambiar de tema.

-El que esta muy... firme en su papel de protector es tu hijo, Edward – y el sonrió.

-Quien podría haberlo previsto?

-Pues yo! – dijo Bella y el se carcajeo.

-Por supuesto! Quien otra que su madre? Hemos hablado mucho estos días y tiene muchas ideas para ayudar a Leah a arreglar la casa para que a Billy todo le resulte más fácil. Me dijo que quiere ir a la Universidad... – y eso me lleno el corazón – Que quiere ser arquitecto. – Bella sonreía feliz

-Es maravilloso, Edward!

-Si... Su preocupación por el momento es Leah y terminar el instituto junto a ella. El tiene un plan trazado. Espero que todo salga como planea

-Pero nosotros ayudaremos, no? – dijo Bella entusiasta buscando la mirada de Edward. El se rió.

-Por supuesto, Amor! No podría ser de otra manera.

-Y Renesmee? –pregunte.

-Ella estos días no ha tenido cabeza más que para bregar por Jacob. No me agrada verla triste. – Bella acaricio su mano.

-Nuestra bebe ha madurado. A mi tampoco me gusta verla triste. Y sobre todo saber todo lo que deberá afrontar. Es signado en esta familia que las mujeres debemos se soporte y parte de la vida de nuestros hombres. – y Edward le beso la mano una vez mas.

-Démosle a Jacob su espacio para hacer el duelo. Cuando vuelva tendrá que afrontar muchas responsabilidades. Es joven aun. Pero se ha preparado toda su vida para ello. Solo necesita algo de tiempo.

Y nos quedamos en silencio, preocupados únicamente por la vida familiar. Aunque en mi cabeza rondaban otras cuestiones. Edward, como siempre, escuchando mis razonamientos me miro fijo y asintió solo para mí, de forma imperceptible. Ya tendríamos tiempo de hablar de los tiempos que se avecinan.

Renesmee POV

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Después que termino el funeral, mis padres y nosotros dos acompañamos a Leah y a Seth a su casa. Se veían tan tristes y tan desamparados que rompían mi corazón. Y por un momento me di cuenta que nunca tendría que pasar por este dolor... O por lo menos era poco probable. Di gracias al cielo por eso!

Leah le pidió a Papa si podíamos quedarnos con ellos, y el tras mirar a Mama respondió que si, si nosotros lo deseábamos también. Que incluso ellos pasarían tiempo en la casa hasta que Billy y Jacob volvieran. A Leah se le llenaron los ojos de lagrimas y automáticamente se refugio en los brazos de mi madre a llorar. Ella la abrazo y le acaricio el pelo consolándola, e incluso Papa lo hizo también.

El pequeño Seth, vestido con un traje de adulto estaba sentado en el sillón muy callado, viendo el panorama y sin derramar una lagrima. Tony se sentó junto a el y paso la mano por su hombro. El se acerco y se acurruco en su flanco sin decir una palabra. Jamás olvidaría esa tarde.

A medida que pasaron los días, con la certeza de que Billy, incluso después de la cirugía, pasaría bastante tiempo en el hospital organizamos la casa de modo que estuviéramos todos cómodos. Yo dormiría en el cuarto de Jacob, Leah y Seth en sus respectivas habitaciones y Tony lo haría en la habitación de Billy.

Para mi fue una experiencia maravillosa porque no solo le hacia compañía a mis amigos sino que aprendí mucho de como manejar una casa. Una tarde, Leah saco un cuaderno de recetas que había pertenecido a la Mama de Billy y miramos las anotaciones. Las hojas amarillentas y ásperas tenían manchas probablemente de muchos años.

Así aprendí a hacer brownies y me quedaron estupendos! Los chicos de la manada pasaron por casa y arrasaron con la primera tanda, pero tendría mas cuidado con la segunda. Pero de manera increíble, después de preparar la mesa para merendar, cuando Leah los probo se puso a llorar: me dijo que le recordaban a su madre. Cada pequeño detalle de la casa alimentaba la tristeza de esta niña.

Esa tarde, Tony la acompaño a su cuarto y se quedo con ella intentando que ella se sintiera mejor. La mimo y le acaricio el rostro hasta que ella, agotada, termino dormida. Su melancolía era tan profunda que era contagiosa. Solo se me pasaba cuando veía a mis padres cruzar la puerta.

Lo mismo ocurrió la tarde que el abuelo confirmo que Billy no volvería a caminar. Mama y Papa nos acompañaron a casa. Basto que Leah cruzara la puerta para correr a su cuarto a llorar. Dios! Donde diablos esta Jacob?

Esa tarde, Seth se acerco a Papa. El acaricio su cabeza y el pequeño se abrazo a su cintura. Papa lo alzo y lo abrazo y desde ese día se convirtieron en grandes amigos. Papa muchas veces venia a traerle libros que terminaban leyendo juntos.

En las noches antes de irnos a dormir, me escabullía para observar a Tony y a Leah. Se sentaban en el porche del frente y no decían una sola palabra. Ella se acomodaba entre sus brazos, mientras el besaba su cabeza. Pasaban así horas... Luego el la acompañaba a su habitación, se despedían con un tremendo beso que me daba escalofríos y ella se iba a dormir.

Y entonces era yo la que me sentaba en la cama de Jake, a oler su almohada y su ropa... A observar el cielo tras la ventana rogando porque volviera. O es que acaso ya no me quería? Lo extrañaba... lo extrañaba horrores! Y lo peor eran los sueños.

Una noche soñé que lo encontraba sobre un páramo lleno de flores en medio del bosque. El día era soleado y el pequeño círculo era muy verde y lleno de flores azuladas. Tan hermoso y tan pacifico! Uno a cada extremo, frente a frente, aunque el sin volver a su forma humana, sino que seguía siendo Red. Y cuando me acercaba, el dejaba que lo abrazara y lo mimara. Entonces dejaba en su cabeza la imagen de nosotros hombre y mujer riendo y corriéndonos allí hasta que nos alcanzábamos para besarnos tiernamente. Era un sueño que se repetía por lo menos dos veces a la semana. Pero despertaba feliz!

El sueño me dio una idea y estaba dispuesta a probar. Además, debido a lo ocurrido, hasta dentro de una semana no se reiniciarían las clases y trataría que Jake regresara para que todo volviera a tener una cierta normalidad. La reserva aun estaba en peligro pues no se habían encontrado indicios ciertos sobre la intrusa. Todo por el momento era caótico y a pesar de todo, sistémico.

En la noche, decidí pararme frente a la dulce pareja y compartir con ellos mi idea. Desde esta nueva convivencia, Tony y yo habíamos intercambiado poco a diferencia de como lo hacíamos usualmente. Y aunque lo comprendía, estaba un poco celosa... No solo porque mi hermano tenia a alguien sobre la que volcaba todo su afecto, sino porque deseaba que Jacob estuviera aquí y actuara de la misma manera conmigo. Ellos me miraron, expectantes.

-Leah, quería preguntar algo... – y ella asintió – Es cierto que la manada puede comunicarse permanentemente?

-Si, porque el Alfa que es Sam nos lo permite.- ella frunció el ceño y me miro extrañada – Por que?

-Crees que Jake los escuche todo el tiempo? – ella se enderezo en la silla y Tony paso a poner sus manos sobre sus hombros.

-Si, estoy segura. Eso es lo que hacemos todas las noches. Intentamos comunicarnos con el cuando el día y el cuerpo están más relajados. Por que preguntas?

-Crees que si yo pongo una imagen en tu cabeza... el la vea? – Tony sonrió comprendiendo mi plan y ella parecía no entender.

-Una imagen?

-Si! Si yo te muestro algo, el también lo vera...

-Si, pero todo el resto de la manada también. En estas condiciones no hay secretos entre ninguno de nosotros. – y al principio me dio un poco de vergüenza pero Tony asentía con una sonrisa. Tomo mi mano y me transmitió " No tienes nada que perder"

-Lo harías por mi? En realidad, por nosotros. Imagino que también extrañas a Jacob

-Si... Y necesito de su poco sentido del humor y sus decisiones rápidas.

-Bien, vuelve a la posición anterior y relájate.

Tony se volvió a sentar en la hamaca y ella se acomodo entre sus brazos mientras yo tomaba su mano, conectándonos a los tres. Estaba ansiosa pero si me concentraba lo suficiente y pensaba en el, surgiría solo.

Abrí mi mente y de pronto yo caminaba bajo el hermoso sol de un Forks en pleno verano. El bosque muy verde y lleno de vida me rodeaba hasta que alcanzaba salir al pequeño prado florido de mi sueño.

Entontes el estaba allí... mi hermoso Red fulgurante bajo el sol. La brisa peinaba su pelaje y lo hacía ver más alto e imponente de lo que es. Sus ojos brillaban atentos a mí y yo sonreí como si lo tuviera enfrente.

Entonces, corría hacia el y lo abrazaba. Mi rostro se ponía afligido pero yo me acercaba a sus orejas y decía algo en ellos como un susurro inaudible. Yo reía y salía corriendo y el tras de mi hasta llegar aquí. Entonces el volvía a su forma humana, yo me abrazaba a el y le transmitía la paz de volver a nuestras vidas y a su corazón.

Cuando abrí los ojos, me encontré a Leah profundamente emocionada. Una lágrima rodaba por su mejilla pero me sonrió con ganas cuando abrió los ojos.

-Eso fue realmente hermoso!

-Gracias! Crees que el quiera venir a mi?

-Estoy segura!

Y los deje solos. Me puse el camisón y me senté junto a la ventana a esperar que el llegara. La noche empezó a ponerse fría y el viento a silbar creando extraños sonidos. Trate de resistir y resistir para no dormirme, pero fue inútil. Y me dormí apoyada en el alfeizar de la ventana esperando a que el volviera... una noche, dos noches, tres noches... En la mañana me encontraba metida en la cama. Descubrí luego que era Tony quien me acostaba. Pero aun no perdía las esperanzas.

Ese día amaneció muy tormentoso y con nubes grises abultadas con la parte inferior mas azulada. Según decían todos, comenzaría a nevar en cualquier momento. Y a las 3 de la tarde, la nieve empezó a caer mágica y sutil, cubriendo todo con un manto blanco.

Juntamos leña y prendimos las salamandras que mantendrían caliente la casa. Y al llegar la oscuridad me acosté sin pensar, algo decepcionada de que el no volviera.

Esa noche no hubo sueños y extrañamente tenia frío. Dormía pero al mismo tiempo no lo hacia. Esos momentos donde la vigilia se vuelve un descanso a medias. Y entonces mi piel se erizo. Sentí una explosión en cada corpúsculo de mi ser: frío, electricidad, expectación y finalmente calor. Un dejo tibio recorría mi mejilla sutilmente.

Y al abrir los ojos, a pesar de la oscuridad, mis pupilas encontraron su reflejo tierno y lleno de dolor al mismo tiempo. Y me sentí feliz.