Cap 39: Eterno Amanecer

Por DiarioTwilight   Publicado a las  3:38 p. m.   0 comentarios


CAP.39 – CUANDO LOS SUEÑOS SUPERAN LA REALIDAD

Félix POV

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A lo largo de las décadas pasadas jamás se me había hecho tan pesada mi existencia como en los últimos tiempos. Me hallaba en una posición delicada y expuesta, situación muy diferente a la de años atrás.

Después de salir de palacio me dirigí hacia el bosque. Había una saliente en un cerro cercano al que me gustaba visitar para pensar y estar solo. Los años rodeados por los Cullen, y especialmente la influencia de Carlisle, habían dejado huella en mí. Largas charlas filosóficas, planteos e interrogantes sin responder... el incluirme en momentos simples y familiares habían logrado que les tomara un enorme afecto. Los vampiros que constituían esa familia eran buenas personas, de grandes ideales y enorme tenacidad. Bella y los niños habían derribado muchos ladrillos del paredón que había construido alrededor de mi corazón hacia siglos. Ella, su valentía y su mirada desafiante.

Siempre había sido mas fácil ignorar a otros, solo obedecía y seguía adelante, como lo había hecho aun en mi vida como humano. A esta altura de mi existencia tenia pocos recuerdos de esa vida y entre ellos ninguno que perteneciera a un hogar. Nunca intente recuperar parte de ese pasado: averiguar si había tenido padres o hermanos.

Solo quedaban en mi memoria el entrenamiento militar entre las filas romanas, las crudas batallas bajo el mando de Marco Aurelio y alguna que otra noche de juerga. Y el peor recuerdo de todos: el de los ojos vacíos de Giuliana. Unos ojos audaces y desafiantes que siempre se negaban ante mí con rebeldía pero que me amaban en silencio cuando me colaba en su cuarto de esclava por las noches.

Una noche llegue a la casa de su amo y note gran alboroto: Música muy fuerte, voces de fiesta. La vi salir al patio para cargar las jarras con vino y la tome en mis brazos para besarla. Ella se rió y me dijo que volviera mas tarde. Y después de unos cuantos empujones permitió que la besara con todas las ganas, sintiendo como gemía en mi boca.

Pero cuando volví esa noche, la vieja cocinera era quien me esperaba. De sus labios ajados y pálidos salía un relato que helaba mi sangre: uno de los invitados, borracho y ávido de sexo, la había tomado con la venia de la casa. El hombre, en su frenesí loco, la había asfixiado después de saciarse hasta el cansancio. Loco de dolor y de celos pedí que me mostrara el cuerpo pues debía verlo con mis ojos para poder creer que estaba muerta.

Caminamos hacia las catacumbas bajo la ciudad. El olor fétido a muerte se calaba en mi piel. Tras unos metros, allí estaba frente a mí: Envuelta en un lienzo blanco, con su vestido rasgado y sus hermosos ojos café vacíos y sin vida. No pude derramar una lágrima.

La madrugada llego y me fui a batalla para volver muchos meses después con el mismo vacío a cuestas. Aquella noche decidí pasar a verla y dejar una flor a modo de disculpa, a pedirle perdón por no haber podido defenderla. Cuando llegue encontré que su cuerpo no se había descompuesto. Mostraba su belleza de siempre, aunque su piel era pálida en lugar de color aceituna. Habían cambiado su tunica por una color avellana y parecía tener paz. Me prometí que esa era la última vez que la vería. Un soldado no podía permitirse flaquear ni sentimentalismos tontos. La batalla ya había endurecido mi corazón y me había vuelto una maquina sin compasión. Y pretendía seguir así.

Pero al intentar salir de las catacumbas alguien me ataco... Alguien extremadamente fuerte que me tumbo contra el piso y a pesar de mi tamaño me inutilizo de inmediato. Una mordida en el cuello, un dolor punzante y toda mi fuerza se extinguió en segundos. Dolor y furia me sumieron en la oscuridad del lugar mientras el tormento me golpeaba duramente.

Me obligue a no gritar. Pero el fuego que calcinaba mis huesos era peor que aquella vez en que las lanzas bárbaras cruzaron mi cuerpo. Y cuando el fuego cedió y la frialdad llego entendí que finalmente todo sentir había escapado de mí. Y que con ella había muerto cualquier posibilidad de normalidad.

Mis sentidos se agudizaron y me sentí más fuerte que nunca. Volví junto a Giuliana a mirarla y pude notar tantos detalles que no había visto antes! Por ejemplo que llevaba en su cuello una marca similar a la mía. Entendí que su muerte no había sido como me lo habían contado. Encontraría al maldito que nos había hecho esto y me vengaría... lo haría por ella.

Los días fueron duros escondido en las catacumbas, alimentándome de aquellos dolientes que se escurrían por allí. Porque en cuanto el primer humano bajo las deterioradas escaleras, automáticamente mi cuerpo supo que hacer.

Pero una noche, en que salí a vagar por las calles para ver si veía a otros como yo, me tope con alguien... Alguien que llevaba una capa oscura y un buen uniforme. Sin mucho esfuerzo y con pocas palabras me llevo hasta Volterra, porque según el, seria útil entre sus filas.

Así fue como los hermanos Vulturi entraron en mi vida. Me convertí en parte de su guardia personal y en uno de sus hombres de confianza. Y desde entonces siempre había obedecido ciegamente y sin objeciones. Hasta hoy... Hasta hoy donde las dudas me carcomían y me ponían en una disyuntiva: obedecer ciegamente sin importar las consecuencias o seguir mis instintos.

Había llamado a Emmet y a Santiago, y habíamos quedado en encontrarnos en la casa del Leone a las 9 de la mañana. El muchacho me esperaba inmutable junto a la reja de entrada. Santiago era muy serio y parecía siempre enojado. Aunque conmigo el trato era cordial su rostro nunca mostraba una sonrisa. Me recordaba a mí en cierta forma.

Faltaban pocos metros para llegar a la puerta cuando nos encontramos con Rosalie que aguardaba con una sonrisa.

-Buenos días, caballeros!

-Rose, como estas? – y me acerque a dejar un beso en su mejilla.

-Muy bien. Santiago: Gusto en verte, después de tanto tiempo!

-Como estas? – Miro sus pies y dudo un segundo – Félix te molesta si hablo un momento con Rosalie?

-Por supuesto que no! Emmet?

-En su despacho. Sabes donde queda... – asentí y entre, pero avance un poco solo para saber de que trataba esa charla.

-Perdóname que te moleste pero me gustaría saber...

-Como esta ella.

-Si.

-Ella esta muy bien, haciendo amigos nuevos, teniendo una vida diferente pero feliz. Aunque debieras ser tu el que le pregunte.

-Lo se... pero nuestra ultima conversación no fue del todo... amable y yo no supe como disculparme... Y quisiera pedirte un favor.

-Un favor?

-Le entregarías esta carta de mi parte? Se que la veras pronto.

-Esta bien Santiago, lo haré, pero... - y el no dejo que ella siguiera.

-Fui un tonto! Siempre supe que ella no me amaba o al menos no como yo deseaba. Pero no quiero tenerla fuera de mi vida.

-A eso no puedo responder nada. Lo entiendes?

-Si. Será suficiente que entregues mi carta. Esperare la suya en respuesta si es que me perdona.

Camine los pasos que me restaban pero Emmet ya me aguardaba con una sonrisa picara apoyado en el marco de la puerta.

-No sabes que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación? Tu madre no te enseño eso? – dijo risueño.

-No lo se, no recuerdo si tuve madre alguna vez – y el cambio el semblante. Note que quería disculparse – Olvídalo! Estoy algo malhumorado e inquieto desde ayer. Imagino que sabes por que! – y se rió.

-Lamento que te encuentres en esta posición, pero no fue mi idea. Aunque en cierta forma me agrada que seas tú. Me alegrara verte de vez en cuando.

Hice gesto de resignación y me senté. A los minutos entro Santiago y diré que parecía aliviado. Emmet lo saludo y nos pusimos a trabajar. Carpetas y papeles que el debía entregar sobre sesiones pasadas y posturas tomadas. Futuras reuniones según la agenda y esencialmente mas recomendaciones que otra cosa: Formas y comportamiento bajo reglas protocolares, y sugerencias que no me esperaba.

-En serio? – pregunte fastidiado

-Pues es la única manera de aplacar esos ojos. Deberás llevar una dieta mixta o dejarla por completo como para que no se vean tan impactantes. Los humanos son "susceptibles" – y se rió.

-No podríamos usar anteojos? –pregunto Santiago.

-Unos anteojos con cristales de color los atenuaran pero en algún momento deberán sacárselos por cuestiones de protocolo. Ideal es que no luzcan rojos. Y serian negros si estuvieran hambrientos, pero no pueden alimentarse de otros cónsules en plena reunión. No seria de buena educación! – y volvió a reírse mientras que a Santiago ni a mi nos hacia gracia.

-Esta bien! Tenemos tiempo para eso?

-Ideal seria que empezaran de inmediato. Según la agenda, los siguientes meses serán tranquilos. Aunque bastaría algún conflicto inesperado para que sean llamados para atender esa crisis. – Santiago asintió y yo estaba mas que fastidiado. Decidí cambiar de tema.

-Cuando se irán?

-En dos o tres días partiremos a Dublín a establecernos y a fines de noviembre viajaremos a America. Queremos ver a la familia.

-Dale mis saludos a todos cuando los vean! – comente mientras me ponía de pie. Pero Emmet que también lo había hecho, me indico con la mano que me detuviera y se dirigió a Santiago.

-Santiago nos podrías dejar a solas un momento. – el asintió, extendió su mano estrechándosela firmemente y nos dejo solos.

Emmet se sentó al otro lado del escritorio y tomo un block de hojas y un lápiz. Escribió algo en el y me lo entrego.

-Saben que llamaste a Carlisle la otra noche. – me sentí en falta. Y empezamos en un ida y vuelta a intercambiar notas.

-Como?

-Pues imagino que las telefonistas quedan a la escucha de los llamados que les parecen "interesantes". Hablaste algo con el que podía ser problemático para ti?

-No. Lo llame para contarle mi nombramiento y para que me diera su opinión.

-Y que te dijo?

-Me resulto extraño pero ahora lo entiendo. Me felicito y me dijo que por fin me reconocían. Que Aristófanes decía que "la desconfianza es la madre de la seguridad" y que era algo que debía utilizar ahora en mi posición, dada la guerra que amenazaba la paz en Europa. Que mi cabeza fría ayudaría a analizar cada paso a dar. Pero el no solo se refería a mi nombramiento verdad? – el sonrió y me guiño un ojo.

-Mi suegro es un genio, no crees? Por supuesto! Te dijo mucho más en esa frase. No te voy a preguntar sobre tu posición pero deberás tener cuidado. Te estarán vigilando muy de cerca.

-Lo se. Y a ustedes también. Creí que Nahuel no estaba en Berlín, sino que lo habían mandado tras los pasos de tu familia. Pero ayer apareció en palacio. – Emmet frunció el ceño y se enderezo en su silla.

-Yo también lo pensé! Seria más fácil para el mimetizarse entre los humanos, vivir en el pueblo y vigilarlos aunque nosotros conocemos su efluvio

-Pues fue enviado alguien mas... y no tengo idea de quien es!

-Debo avisar a Carlisle. Gracias por esto! Se que te arriesgas mucho al decirme

-Lo se, pero ahora seguiré mis instintos mas que mis ordenes. – y el pareció sorprenderse – Si, aunque no lo creas! Ellos me mataran sin dudarlo si hay algo de mí que no consideren correcto. De que vale vivir si no puedo ayudar a quienes considero valiosos?

Emmet se paro, tomo el block de notas con nuestros garabatos y lo arrojo a la chimenea encendida. Removió los troncos con el atizador y los papeles se encendieron convirtiéndose en cenizas.

-Amigo mío, gracias por todo! – y me abrazo como a un hermano. Al principio me sorprendió pero luego me anime a retribuirle.

-Espero nos encontremos pronto en circunstancias mas agradables.

Y tras una palmada en el hombro, volví por el pasillo hacia afuera para encontrarme a Rosalie y a Santiago aguardando por mí.

Bella POV

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El tiempo había empezado a cambiar a medida que nos aproximábamos a tierra. Grandes nubarrones iban saliendo a nuestro paso amontonándose como motas de algodón en una gama de grises, que oscilaban entre el perlado y el plomizo. Al parecer nos acercábamos a un frente de tormenta y en el horizonte podíamos ver la lluvia.

Mientras iba al timón, Edward mucho mas experto, revisaba los aparejos y ataba muy bien las velas que nos llevaban velozmente a tierra. El viento hacia que el oleaje golpeara en el casco y nos salpicara un poco. Nada mejor que un poco de velocidad para terminar nuestra breve travesía.

Salto tras de mi y paso sus manos por mi cintura. Pego su pecho a mi espalda y comenzó a dejar besos húmedos y lentos en mi cuello, mimándome. Mientras, yo intentaba no dejar el timón a la deriva. Esos besos me perdían... siempre lo habían hecho! Estos días habían sido maravillosos y el estar solos permitía que nos disfrutáramos plenamente.

Quedaban pocas millas para tocar puerto cuando lo sentí tensarse y dejar de acariciarme. Gire el rostro y me encontré con su expresión adusta y preocupada.

-Amor?

-Alice clama por nosotros. Algo sucede en casa. No saben donde están los niños... – su voz pareció perderse.

-Pero como puede ser! Edward?

-Tranquila, los hemos educado bien. Saben que hacer en caso de peligro. Hubieras escuchado a Tony. Hemos probado su alarma en otras ocasiones. Carlisle quiere que lo llame en cuanto toquemos tierra.

Enloquecida solté el timón dejándolo en sus manos y me concentre en ver si detectaba el llamado de mi hijo. Nos acercábamos a la gran tormenta, pero eran sus fuertes vientos los que nos ayudaban a avanzar a toda prisa. Una llovizna fina pronto salio a nuestro encuentro.

Por fin Port Ángeles y aun quedaba un trecho para llegar a casa. Atracamos, amarramos el velero y en cuanto pude corrí al teléfono. Edward encontró al mozo de puerto que llevaría el gran bote a su guardería pues la tormenta ya se sentía envalentonarse. Me alcanzo cuando Carlisle atendía.

-Carlisle? – pregunte desesperada.

-Lo siento, no se como paso.

-Que es lo que sucedió realmente?

-Los niños me pidieron ir al bosque a cazar y luego a buscar a los muchachos. Estaban muy ansiosos por ello. Le pedí a Alice que los monitoreara y todo estaba bien. Luego ella vio que se encontraban con Billy Black y eso fue todo. Pero...

-Pero... – y Edward fruncía su frente de tal forma que empecé a temblar.

-Edward te contara de camino. Los encuentro en La Push.

Me tomo de la mano y me llevo corriendo al auto. Había comenzado a llover tenazmente y el viento levantaba cuanta cosa hallaba a su paso. Edward tomo el volante y manejo como loco entre las curvas del camino para llegar a la reserva. Y a pesar de mis preguntas, no respondía que era lo que según Carlisle debía decirme. Luego comprendería que ni el mismo confiaba en lo que se le estaba diciendo. Su instinto de Padre era más fuerte que el del vampiro, en este momento.

Al llegar, encontramos los otros autos de la familia, mientras Carlisle, Alice y Jasper hablaban con Billy Black junto a Renesmee y Tony bajo una galería. Gracias Dios! Todo había sido una falsa alarma. "Matare a tu hermana por enfermarme del susto!" comente molesta, aunque el no cambio su gesto retraído y esquivo.

Nos acercamos y Renesmee se abrazo a mí mientras Tony se saludaba con su padre de la misma manera. La lluvia se volvió más constante y persistente, haciendo que la tarde se volviera oscura.

-Nos quieren decir que es todo esto? – Carlisle miro a Edward como reproche y el bajo la cabeza.

-Edward... Sabes que eso ya no funciona con Bella! – el me tomo de la mano y la beso a modo de disculpa. Ya conocía yo de memoria ese gesto y hace mucho no lo veía.

-Bien? – pregunte poniéndome impaciente. Alice fue la que tomo la palabra.

-He tenido una visión... Un hombre, un humano es muerto en el bosque a manos de uno de nosotros. – y la mire horrorizada.

-Cuando te refieres a unos de nosotros, quiere decir...

-No, otro vampiro, una mujer... No puedo ver su rostro. El lugar esta muy mal iluminado, solo una fogata.

-Cuando? – pregunte

-Esta noche. – y Jasper se apoyo en sus hombros. Gire para mirar a Edward. Creí que había perdido esa costumbre de protegerme de todo.

-Lo siento! No quería ponerte mas nerviosa – me respondió como si hubiera leído mi mente.

-Luego hablaremos.

-Alice... – pregunto Edward mientras su mirada se perdía – hay un sonido de fondo. Parece agua caer.

Ella cerro los ojos y Edward la imito. Tony y Renesmee se dieron la mano y nos hicieron señas para que los imitáramos. En instantes pudimos ver todos la visión de Alice. Nunca habíamos hecho eso. Fue una sensación extraña! Se sentía muy real. Jasper sonreía feliz. Incluso Billy Black estaba sorprendido y algo confundido con la intromisión de las imágenes en su cerebro.

-Si... una cascada tal vez – respondió Alice.

-Donde hay una cascada por aquí? – pregunto Edward

-El gran río, a unos kilómetros de aquí, tiene una cascada. Uno kilómetros antes del puente. – respondió Billy Black

-Debemos ir de inmediato a rastrear la zona – dijo Jasper.

-La manada ira

-Nosotros ayudaremos. Cuantos más seamos más fácil será rastrearlos.- respondió Carlisle

Decidieron dividirse en grupos: Billy, Sam, Quil, Carlisle, Alice y Jasper se dirigirían al inicio del gran río, montaña arriba. Edward, Jacob, el resto de los lobos y yo iríamos a la cascada a investigar. Después de muchas protestas Tony y Renesmee se quedarían en la reserva junto a Leah, Seth y Sarah. Edward puso una mano en su hombro y le dijo"Dejo bajo tu protección a tu hermana, a Leah y a su familia. Sabes que hacer. Confío en ti". Tony se sintió feliz. Deje un beso sobre la cabeza de cada uno, y partí tras mi esposo.

La búsqueda fue exhaustiva. Alice iba analizando el futuro y Edward al otro extremo podía ver lo mismo que ella. La lluvia volvía todo insoportable. La luz caía con rapidez y finalmente el cuerpo del hombre fue hallado. Alice se sintió frustrada pues su visión no alcanzo para salvar una vida.

Una saliente de roca que parecía el inicio de una cueva, lo que restaba de una pequeña fogata y el humano yerto con sus ojos abiertos y vacíos. Era un hombre enorme, envuelto en un buen abrigo y con una gran mochila a un lado. Junto a el, un rifle de doble caño revelaba, tal vez, su intención de cazar ciervos o venados. Jamás lo sabremos.

A unos kilómetros, Edward nos relataba el hallazgo. Los lobos se movieron inquietos y olfatearon algo en el aire, que también llego a nosotros. Era un aroma leve y pasajero: Olor a pinos verdes, diferentes a los de los bosques de Forks, lavanda, resina... Y el viento cambio pareciendo llevárselo con el.

Edward POV

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La manada corrió tras el leve rastro que jugaba en la brisa. La lluvia lo dificultaba todo borrando huellas y aromas velozmente. El suelo se hallaba muy mojado y las pisadas debían ser firmes y certeras. En lugar de ceder parecía arreciar cada minuto con más fuerza.

Todo empeoro cuando llegamos al gran río. Este había duplicado su caudal y corría furioso llevando ramas y troncos a su paso como fruto de la lluvia. Saltamos sobre el y seguimos al otro lado.

Sam y Jacob comandaban la avanzada intentando encerrar al intruso en un cerco imaginario y así acorralarlo. Al parecer, ellos también podían hablarse telepáticamente. No importaba cuan lejos estuvieran. Pero dejarlos liderar la redada fue un mal cálculo: El cerco nos llevaba directo a La Push al igual que a la intrusa.

Mientras nosotros marchábamos a toda prisa en sentido este-oeste, el grupo de Billy lo hacia en sentido contrario corriendo por la cornisa junto a los acantilados. El mar mostraba un buen oleaje a causa del viento de la tormenta, con olas que reventaban violentas en la base de las grandes rocas cerca del muro.

Todo se conjugo en contra y a gran velocidad: La intrusa les salio al paso. El cerco finalmente había logrado su cometido. Vestía un conjunto de pantalón y casaca de cuero larga en color canela con la capucha sobre la cabeza. De allí asomaba una larga trenza que revelaba su cabello renegrido pero no así su rostro. Era ágil y veloz. Ni Jasper ni Alice pudieron atraparla pues ella era muy astuta.

Y entre salto y salto esquivando los ataques, tomo a Billy del cuello, capturándolo de rehén. Murmuro unas palabras en un idioma extraño, igual que al de su pensamiento, y dando pasos pequeños se acerco peligrosamente a la cornisa.

Jasper intentaría tomarla para que lo soltara pero ella fue más astuta, previendo la maniobra. Y ante los ojos de todos, lanzo a Billy por el acantilado como si fuera un pequeño guijarro.

Su risa perversa y el grito del mismo Billy en su caída los tomo a todos por sorpresa. Todo sucedía en segundos. Ella se revelo y tras la capucha emergió una niña hermosa, de rasgados ojos negros y piel cobriza que reía mientras saltaba hacia la rama más próxima para escapar.

Carlisle y Jasper se lanzaron en busca de Billy. Lo hallaron sobre una roca filosa con cientos de heridas pero aun con vida. Según encontraba en la mente de Carlisle las heridas eran graves y aun mas complicado seria sacarlo de ese lugar.

Mientras Alice me mostraba esto, muy a mi pesar lo relataba para el resto de nuestro grupo. El hecho de que este ser fuera tan cruel traía aun más furia y más temor a mi corazón. Odie en este segundo que no estuviéramos los cuatro juntos. Eso me hacia sentir algo disperso.

Nos lanzamos hacia la reserva en su búsqueda y al llegar el panorama era temible. La mujer había intentado entrar a la pequeña casa y Tony la había repelido con su escudo. Pero fue Seth el que se libero de los brazos de su madre corriendo hacia la playa, y Sarah corrió tras el.

Tony desesperado perdió concentración y la mujer se libero del escudo. Leah se transformo en un salto para correr tras todos ellos mientras nosotros llegábamos a la playa.

El pequeño lloraba mientras ella lo sostenía bajo un brazo y todos nos sentíamos como contenidos en una gran trampa. Sarah se arrojo hasta ella y también quedo atrapada. Dos rehenes parecían en su cabeza mejor que uno.

Intente bajar la tensión, analizarla, y meterme aun más en sus pensamientos. Note su corazón latir a toda carrera... Un hibrido? Otro? Allí pude encontrar recuerdos de su tierra natal, muy parecida a Forks pero rodeada de picos nevados y grandes lagos azules. Y mi total sorpresa: el rostro de un Nahuel sonriente bajo el sol mientras ella lo acariciaba. "Te amo Huilen..." decía el, y nada tenia sentido!

Bella estaba inquieta e indecisa, sujetando a Renesmee y protegiéndonos a todos dentro de su escudo. Tony pregunto en mi cabeza: Papa, que hacemos? Y le dije: "Úsalo con todas tus fuerzas."Bella escucho a su hijo, dejándolo fuera. El alzo las manos y se dispuso a encerrarla cuando ella en un movimiento rápido se lanzo al agua llevándose consigo a Sarah y arrojando al niño hacia nosotros a modo de distracción. Maldita perra!

Mientras nosotros la seguíamos por agua, los lobos corrían a toda velocidad por la cornisa, siguiendo su posible trayectoria.

Salio velozmente corriendo entre los pinos aun con la mujer a cuestas. Los lobos le cerraron el paso. Al verse acorralada, soltó a Sarah en el gran río. El agua revuelta y furiosa se trago el cuerpo en un segundo. Jacob y Leah se detuvieron estáticos entre rugidos mientras el resto de la manada corría tras ella. Tony se lanzo al río mientras Renesmee me tomaba de la mano llorando compungidamente.

Finalmente Tony emergió de entre las aguas dentro de su escudo con la mujer en sus brazos. La lluvia no cesaba y se mezclaba con las lágrimas de mi hija que comenzó a temblar.

Una imagen llego a mí donde se recreaba un cuadro estremecedor: a Bella muerta en brazos de Tony... Pero ante nosotros, la escena que me mostraba Renesmee se volvía realidad cambiando en forma sustancial el cuadro de situación: No era Bella quien moría ahogada... era Sarah.

Renesmee se arrojo hacia su amado Red mientras tomaba la mano de Tony, quien no pudo reprimir una lágrima. El hermoso lobo gris, que no era otra que Leah, gimoteaba lastimosamente mientras ponía su cabeza sobre el cuerpo de su madre.

Bella se acerco a todos pero en ese momento, Jacob se desprendió furioso de Renesmee, gruño primero y luego aúllo dolorosamente, lanzándose hacia el bosque seguido por Leah, mientras nosotros nos quedamos allí... Sin saber que más hacer.

El cielo cerrado de la noche parecía sumirnos todavía más en la oscuridad de aquel día que parecía no terminar. Y la lluvia no hacía otra cosa más que denotar nuestra angustia y frustración. Y no dejo de llover por semanas... Como si la naturaleza también entendiera de nuestra tristeza.

Fue necesario que la reserva diera parte a la policía y el comisario zonal, Mike Ellis, que se hizo presente con varios de sus hombres. Sam fue quien tomo el rol de responsable en lugar de Billy, y fue quien dio orden que los Cullen quedaran fuera de todo el asunto.

Por un lado, Quil y Paul contaron al comisario Ellis que habían ido de caza y encontraron al hombre de casualidad. Se dio por sentado que un infarto y el frío habían hecho el trabajo.

Y en cuanto a Billy y Sarah, la excusa fue que el resbalo de la cornisa y ella en su afán de rescatarlo había caído junto a el al mar y por eso había muerto ahogada. El comisario Ellis, hombre perspicaz pero memorioso recordó que ese mismo acantilado había cobrado la vida de los padres de Leah y Seth. Que parecía estar signado el lugar para esos hermanos y sus parejas.

El funeral se haría según los rituales quileutes y sería de una tristeza absoluta. Se espero todo lo que se pudo para que Billy asistiera sin éxito, pero sobre todo para Jacob volviera. Desde entonces, no había perdido su forma lupina y no había querido regresar a su hogar.

Leah en cambio si lo había hecho. Se hizo cargo de la casa, de su hermano y me pidió especialmente que permitiera que Tony estuviera con ellos mientras su padre y su hermano volvían. Con Bella ayudamos todo lo que pudimos y permitimos que tanto Tony como Renesmee estuvieran con ellos.

Billy estaba en el hospital en recuperación, esperando que su cuadro se estabilizara para llevarlo a cirugía. Había perdido mucha sangre a causa de sus heridas, pero la más grave era la sufrida en su columna. El trauma había provocado un seccionamiento de la medula espinal debido a fragmentos de hueso, como consecuencia de una fractura a causa de la caída. Nos tenía preocupados a todos, pero especialmente a su pueblo.

Todos asistimos al funeral de Sarah. La lluvia había menguado y las nubes aclarado un poco. Los ancianos cantaron tristes canciones de despedida frente a una enorme fogata que iluminaba místicamente el lugar. Una Sarah vestida con un vestido ceremonial y rodeada de efectos personales de sus padres y abuelos fue encerrada en un rustico féretro de madera y puesta en una canoa, que se soltó en la playa encendida en llamas.

La marea y el oleaje empujaban al bote hacia el centro mientras el fuego la consumía. Sostenían que las cenizas eran la vía por la que el alma volvía a la naturaleza, para volar libre y transformarse en lo que ella deseara.

Y mientras el fuego consumía los restos, escuchamos el aullido de un lobo que hacia eco entre las montañas, y que lastimeramente denotaba un alma en pena.

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
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