Cap 29: La Fuerza del Amor

Por DiarioTwilight   Publicado a las  3:34 p. m.   0 comentarios


CAPITULO 29 – POCO A POCO.

POV EDWARD

Había creído elevarme hasta el mismo cielo al hacer el amor con ella, pero todo eso se había esfumado en cuando se dio la vuelta y comenzó a llorar. Minutos antes mientras le hacia el amor la había sentido llorar mientras gemía, pero pensaba que era por el hecho de que nos uniésemos de esa forma de nuevo, pero al parecer me había equivocado tanto.

— Bella, mírame por favor — suplique acariciando su espalda. Quería ser tierno y sensible pero nada parecía llegarle a ella — por favor.

Al cabo de unos segundos ella se volvió hacia mi con su rostro bañado en lagrimas, me rompió el corazón.

— Dime que he hecho mal — ella acaricio mi mejilla hipando. Con ternura limpie sus lagrimas — no se que hacer, te prometo que no se que hacer para hacerte feliz.

Su mirada cobro un brillo especial y entonces se aferro a mi pecho con angustia.

—Abrázame entonces toda la noche, quiero sentirme entre tus brazos… dame la fuerza que necesito para entender que ya no me amas… no lo soporto — con el corazón encogido de dolor, la estreche entre mis brazos y me aferre a ella con fuerza. Como deseaba sentir de nuevo todo lo que alguna vez había sentido por Bella ¿Cómo podía conseguirlo? yo sentía lo importante que Bella era en mi vida, pero nada mas, no sentía nada mas, era como estar muerto — te amo mucho Edward —Susurró sobre mi pecho.

Con delicadeza comencé acariciar su espalda para relajarla y lentamente su llanto se fue calmando. Mientras trataba de calmarla las palabras te amo mucho permanecían en mi cabeza, destrozandome el alma por no poder devolvérselas. Con ese duro pensamiento, trate de lograr el sueño.

Cuando volví a despertarme todo continuaba igual. Bella aferrada a mi pecho y en su rostro aun dormida había un reflejo de mucho dolor. Observe el reloj, eran las diez de la noche y llevábamos acostados desde las cinco de la tarde, a ella parecía hacerle falta ese descanso... cuantas noches había pasado sin dormir por mi causa…

Su redonda pancita estaba entre nosotros. Sentía tanta ternura verla así, era realmente hermosa y mi cuerpo no había dudado ni un segundo en desearla. Mi cuerpo se había pegado al suyo como un imán, aunque yo no quería sentir únicamente deseo por mi mujer, no, yo quería amarla como ella lo hacia conmigo, como ella merecía. Su amor parecía no tener limites, había aguantado los meses a mi lado sin yo haber querido saber de nadie… pero ella estaba ahí, por mi, merecía ser amada.

Confundido y aterrado por la vida en la que me había despertado, acaricie su pancita esperando que algún recuerdo surgiese en mi para yo poder seguir adelante, de lo contrario me parecía que iba a volverme loco. Esta vez el bebe no se movió, parecía tan tranquilo como su hermosa mama. Con cuidado de no despertarla la aparte hacia un lado para ir al baño y cuando me estaba poniendo el pantalón, abrió los ojos sobresaltada, incorporándose inmediatamente.

— ¿Dónde vas? — parecía asustada.

— Iba al baño — sonreí para tranquilizarla, ella se relajo al momento — ¿necesitas algo?

— Todo esta bien — sonrió levantándose. Aun su cara parecía hinchada a causa del llanto de horas atrás, mi pobre y hermosa esposa — voy a llamar a mi padre y a tu familia, luego te voy a preparar de cenar ¿te apetece?

Parecía tan esperanzada que solo pude asentir, sin querer dañarla aun mas. Al observarla de pie comprobé que aun seguía desnuda y un deseo ardiente recorrió todo mi cuerpo. Bella me observo extrañada ante mi escrutinio y cohibido por las nuevas sensaciones que mostraba mi cuerpo, me encerré en el baño.

Mas frustrado y aterrado de lo normal, me di una ducha para poder relajar todos los músculos de mi cuerpo que se sentían completamente tensos. Frustrado por no sentir el valor que necesitaba para volverle a pedir que fuese mía por el miedo a que ella pensase que eso era lo único que ella era eso. Aterrado por todas esos inmensos sentimientos que estaba sintiendo, pero que no era capaz de reconocer.

.

Cuando acabe de ducharme decidí bajar y ahí estaba ella en la cocina preparándome la cena. Se veía absorta en sus pensamientos y no quise molestarla, me senté a un lado y me quede observándola. Cuando llevaba unos minutos se volteo para coger algo y ahí se encontró conmigo, en su carita de ángel se dibujo una cálida sonrisa.

— No he sentido que estabas ahí — comento acercándose a mi — ¿por qué no me has avisado?

— No he querido molestarte — sonreí devolviéndole el gesto.

— Nunca me molestas, jamas lo has hecho — la tenia frente a mi, con su vientre a la altura de mi cara y no pude evitar hundirme en ella. La atraje hacia mi abrazándola por la cintura y sentí de nuevo a ese ser maravilloso que crecía dentro de ella — te extraño… — confeso acariciando mi cabello. Me sentía tan bien arropado entre sus brazos que deseaba que ese momento durase siempre — a pesar de todo no has cambiado en ese sentido.

Levante mi mirada hacia ella, me observaba con los ojos brillosos y una tierna sonrisa de felicidad.

— Sigues igual de tierno, eso es lo que me enamoro de ti — acaricio mi mejilla con ternura — desde el primer momento supiste tener tanta paciencia conmigo… ahora a pesar de no ser tu… eres tan tierno como antes. Se que muchas cosas las haces para no dañarme y créeme te lo agradezco, no soporto que me mires con frialdad, no cuando antes siempre había ternura en tu mirada hacia mi.

— Cuéntame de nosotros — pedí intentando descifrar algo en ese oscuro mundo donde mi mente estaba perdida.

Bella se aparto un momento de mi, aparto la cena que parecía estar lista y se sentó a mi lado tomando sus manos entre las mías, contacto que me estremeció.

— Quiero hablarte de Isla Esme, allí es donde verdaderamente hemos podido disfrutar de nuestro amor — asentí con un nudo en la garganta — Nuestra estancia allí fue perfecta, allí aprendimos mucho el uno del otro y aprendimos a entendernos como pareja, a confiar el uno en el otro, a consolidar nuestro amor. En principio íbamos para dos días, pero yo te pedí quedarnos mas y tu siempre me complacías…

Lo ultimo lo dijo demasiado decaída.

— Y lo voy a intentar hacer ahora también — afirme con rotundidad. Emocionada se acerco a mi y pego su frente en la mía.

— Gracias, por no dejarme sola en esto… nunca cambies mi vida. Eres tan hermoso y puro — sus palabras conseguían calmar mi agonía por momentos — En Isla Esme paseamos de la mano, fuimos al cine, tuvimos nuestra primera cena fuera de casa, cosas que desgraciadamente por las circunstancias nunca habíamos echo antes juntos. Allí nos amamos de mil formas diferentes y aquí dentro esta la prueba — sonrió acariciando su vientre.

—¿En cuanto tiempo nacerá? — pregunte observando esa parte de ella, esa parte tan nuestra donde creía un bebe el cual yo tan siquiera recordaba.

—En tres meses — pero entonces sus facciones se mostraron serias y tensas — pero te quiero de vuelta antes… quiero que cuando ella nazca y te vea seas tu, no este reflejo de ti mismo que ninguno de los dos reconocemos.

Eso dolía y mucho,

— No depende de mi — me levante frustrado — créeme que no deseo otra cosa mas que levantarme y saber quien soy, recuperar la vida que he perdido.

— Puedes hacerlo — me animo acariciando mi hombro — paciencia y persistencia nunca te han faltado. Recupera eso Edward por ti, por nuestro bebe, por nosotros.

Asentí con pesar, pero eso era algo de lo que yo mismo no estaba seguro ¿podría recuperarlo todo o seria nuestra destrucción para pareja?

— ¿Te apetece cenar? — pregunto sin dejar de mirarme.

Pero yo necesitaba tiempo… tiempo para recuperarme a mi mismo, para tener valor y recuperarla a ella.

— Bella la verdad no tengo hambre, esta noche me gustaría estar solo ¿me perdonas? —ella asintió pero su mirada me decía todo lo contrario — lo siento de veras, dame tiempo… un poco solo.

— Todo el del mudo — susurro en un hilo de voz — aquí estaré siempre.

— Gracias — le dije acariciando su mejilla y dejando un delicado beso en su frente.

Con dolor me aleje de ella, pero sentía que todo eso era necesario si quería recuperar todo lo que tenia o me perdería yo mismo.

POV BELLA

Después de haber tirado la cena que con tanta ilusión le había preparado, me encerré en mi habitación para desahogar mi dolor. Me era insoportable sentirlo así, a aveces tan tierno y cercano, a veces tan distante y lejano ¿que iba a ser de nosotros y de ese amor tan grande? no lo sabia. Solo quería dormirme y despertar de esa terrible pesadilla, pero no lo lograba, aun menos esa noche. Desesperada llame a mi doctor para informarle que iba a volver a tomar una pastilla que había tomado al principio del embarazo cuando todo lo de Edward había comenzado. Mi doctor me dio permiso para tomarla, pero solo por esa noche ya no era bueno abusar de ellas en mi estado.

Ahora me desvelaba sola, mi cama estaba tan vacía sin el… ¿dónde estaría? no había venido a visitarme y no se había preocupado por mi durante toda la noche… o tal vez si, yo había estado dormida… ya no sabia nada, al igual que no sabia si algún día iba a despertar de esta pesadilla.

En el día anterior había albergado esperanzas después de que el me abrazara sobre su pecho y me dejase dormir ahí. Y sobretodo después de que el en la cocina me hubiese abrazado como lo había echo… pero las esperanzas se habían esfumado tan rápido como se había esfumado su calidez. Hoy un día nuevo ¿diferente? esperaba que al menos fuese algo mas esperanzador porque mis fuerzas flaqueaban demasiado a veces.

Acaricie mi vientre, hoy mi bebe se movía demasiado. Lo acaricie un buen rato intentando tranquilizarlo, pero no lo lograba y al mirar el reloj entendí porque. Eran las doce y media de la mañana debería de estar famélico o mejor dicho, pensé, famélica, porque aunque no lo sabia aun, lo presentía.

Con cuidado me levante y me puse una bata, antes de salir fuera. La casa estaba totalmente en silencio, tal vez el aun dormía y no deseaba despertarlo, mucho menos agobiarlo. Tenia que darle tiempo a que se acostumbrase de nuevo a mi, por mucho que me doliese el no se acordaba de mi y tenia que darle tiempo para empezar de nuevo junto a mi. El hambre resulto mas del esperado, comí frutas, pan y un jugo de naranja en gran cantidad. Cuando ya había acabado pensé que hacer... la agonía de verlo era demasiado grande, pero antes de terminar de decidirme un ruido extraño provino desde la biblioteca.

Sin hacer mucho ruido me acerque hasta allí y para mi sorpresa de oían voces dentro ¿Edward y? entonces sentí que el corazón se me salía del pecho. Con cuidado abrí un poco la puerta y la imagen que me encontré hizo que me rompiese en mil pedazos. Edward lloraba en los brazos de Zafrina, mientras ella trataba de calmarlo. Un segundo después el levantaba su mirada hacia ella y agradeciéndole el gesto le sonrió con calidez, una calidez que ya no tenia para mi. Quise gritar y golpearlo por dejarse consolar en unos brazos que no eran los míos, pero en vez de eso corrí de vuelta a mi habitación y allí me encerré a descargar el inmenso dolor que sentía por su rechazo.

El llanto incesable dio paso a las nauseas por la misma irritación y tirada en el baño vomite el gran desayuno que había tenido después de mucho tiempo.

— ¿Bella? — era la voz de el, venia a buscarme ahora… Un segundo después lo sentí en la puerta del baño — dios mio Bella ¿que te sucede?

En su voz había preocupación y a la vez con gesto cómplice, sostuvo mi cabello mientras yo acababa de vomitar.

— ¿Que ha pasado? — preguntaba alarmado — me asustas Bella, tranquilízate por favor.

Desgarrada, cesaron los vómitos junto con el llanto dando paso a la rabia.

— Te ayudo a levantarte — con delicadeza trató de levantarme, pero yo lo rechace.

— No me toques — dije con desprecio. Sus ojos me observaron con temor, pero a mi no me importo, a el no le había importado yo.

— ¿Que pasa? — pregunto alcanzándome hasta la habitación — Bella mírame por favor ¿que he hecho para que me hables así?

— ¿¡Que has hecho!? — el se sorprendió ante mi tono — ¡te he visto, te he visto abrazándola a ella!

Edward me observo confundido y al momento entendido todo. Con el pánico reflejado en la cara se acerco a mi queriendo consolándome, pero una vez mas me aparte de el.

— No, no es lo que piensas… yo estaba mal y ella ha tratado de calmarme — sentí que me quería morir al oírlo.

— ¡Anoche yo trate de calmarte! — le reproche dolida— ¿y tu que hiciste? ¡alejarte mas de mi! maldito seas Edward, siento que te odio en este momento.

Con el rostro desencajado, se alejo de mi y se sentó en la cama. Acuno su rostro entre sus manos en señal de desesperación.

— No quería dañarte, no sabia que tu estabas ahí, no pretendía que eso sucediese así — lloraba desesperadamente — yo me sentía mal por como te trate anoche... ella como doctora me ha preguntado que tal iba todo y no he podido evitar derrumbarme al volver a ver ante mi la imagen con la que te deje anoche… no quiero dañarte así… yo también me odio… no se que hacer…

La pena y el dolor que el sentía era la mía, porque yo lo amaba a el y su felicidad era la mía.

— ¿Por qué no me has buscado a mi? — pregunte en susurros — sabes que estoy aquí… pero a pesar de todo te alejas, soy yo la que no se que hacer para hacerte volver a mi…

Su mirada volvió hacia mi y con paso lento se levanto y se puso frente a mi. Se partió el alma una vez mas, al ver a un Edward tan desconocido para mi. El era fuerte y ahora en el solo había debilidad.

— Perdóname — suplico buscando mi mirada — pero ella…

— ¡Ella, ella, ella! — grite sin control al ver que volvía a recordarla. A mi mente volvía a venir su sonrisa cálida para ella — ¡ella esta enamorada de ti! ¡ y tu has buscado consuelo en sus brazos, le has sonreído con calidez, una calidez que antes siempre tenias para mi! pero ahora ya no existe…

— ¿Que estas diciendo? — pregunto sorprendido tomando mi rostro entre sus manos con desesperación.

— Ella se enamoro de ti en Londres Edward — le confesé llorando — hubo unos meses en tu y yo estuvimos separados… tu como medico fuiste a trabajar a un hospital de Londres donde ella trabajaba. Os conocisteis y ella se enamoro de ti… trató de conquistarte pero tu me amabas de verdad y no dejaste que nada pasase entre ustedes… cuando ella volvió yo me llene de pánico pero tu me prometiste que ella no era rival para mi porque yo era la única mujer en tu vida ¡no lo entiendes Edward! estuve tranquila después de esas palabras… pero no ahora ¡porque tu ya no eres tu! ¡porque tu ya no me amas y cualquiera es rival para mi, mas ella que te ama y te consuela!

El me observo con intensidad y entonces se derrumbo de nuevo.

— Bella, Bella perdóname —me apretó contra su pecho — le voy a pedir que no vuelva, no, no puede volver. No quiero que te sientas así, quizá no sepa lo que siento pero si tengo claro algo — susurro tomando mi rostro entre sus manos, buscando mi mirada— tengo claro que a ella en este tiempo la he visto como mi doctora, a ti te veo como mujer ¡te deseo Bella! y se que mi corazón es tuyo porque te busca desesperadamente… aunque no te encuentra…

Asustada ante sus palabras, busque sus labios con desesperación mientras las lagrimas fluían de nuevo. Sus labios se abrieron para mi y me beso con calidez, con ternura, con ese sentimiento que hacían reavivar la llama y la esperanza en mi. Su lengua se adentraba en la profundidad de mi boca con paciencia y anhelo, yo moría de felicidad al sentir ese beso tan tierno y lleno de promesas.

— Dime que volverás a amarme — suplique sobre sus labios — dime que volveré a ser el centro de tu vida, que no vas a buscar otros brazos… que siempre seré la única para ti.

— Shhh tranquila — susurro sobre mis labios, acariciando mi mejilla —Bella son tus ojos con los que sueño cada noche, tienes que ser tu… siempre seras tu… dame tiempo por favor.

Siempre seras tu… Lo bese con mas efusividad dejándome llevar por esos nuevos sentimientos que se elevaban frente a nosotros. Lo amaba, claro que le iba a dar tiempo y así quise hacérselo saber en ese beso. Era un beso necesitado, lleno de sentimientos y de ternura, era un beso como los de antes. Sentí que la emoción me embargaba, el volvía a mi... su beso así me lo estaba demostrando, haciendo que yo volviera a sentirme segura y querida en sus brazos, aunque no fuese así.

POV EDWARD

Con ese beso sentí ganas de hacerla mía de nuevo, pero esta vez de una forma diferente, de una forma que ella consiguiera sentirme. Sus labios me exigían pasión, una pasión que sin duda yo sentía por ella. Sus brazos se aferraban a mi cuerpo con fuerza como si temiese que me fuese y eso me hizo pensar ¿y si la hacia mía y la dañaba de nuevo? ella esperaba sentir mas que mi deseo y yo ahora no podía hacerla sentir de otra manera...

— Bella… — dije deteniendo el beso. Ella me observo, pude ver el miedo y la desilusión en su mirada — tal vez esto no sea lo mejor, no quiero dañarte de nuevo… se que todo esto es difícil para ti, al igual que para mi pero por ahora no puedo hacer mas, te vuelvo a pedir tiempo por favor.

— ¿Por qué? — en su mirada se reflejaba el dolor — ¿ya no me deseas?

— No es eso Bella — susurre acunando su rostro entre mis manos. Con dolor apoye mi frente sobre la suya — te deseo claro que lo hago, has podido sentirlo, pero solo eso… no has sentido nada mas en mi y yo no quiero eso, no pretendo lastimarte de nuevo. Te pido tiempo para sentir y amarte como te mereces, como yo deseo hacerlo... dime que me entiendes por favor.

Bella asintió con pesar y se abrazo fuertemente contra mi pecho. Yo le devolví el abrazo con ternura, con esa que ella provocaba en mi.

— Te entiendo, perdón si te sientes presionado por mi, pero quiero que esta pesadilla acabe… — bese su cabello con dulzura.

— Yo también — confesé con tristeza.

.

.

Esa noche dormimos abrazados como en las dos siguientes semanas que pasaron. Yo me sentía bien a su lado, si no lo estaba me sentía vació y perdido. La necesitaba para volver a encontrar mi camino y Bella hacia todo lo posible por ayudarme a llegar hasta el. Mis terapias con Zafrina continuaban porque así Bella lo había pedido.

Flashbacks

— No Edward, no quiero que dejes esa terapia. Te hace bien y solo porque yo no me sienta segura no voy a dejar que empeores… ella es una buena doctora y eso es lo que importa — musito con tristeza — tal vez te parezca egoísta lo que te voy a pedir, pero quiero estar presente en cada terapia, no quiero que haya otro tipo de acercamientos entre ustedes.

— ¿Egoísta? eres muy generosa Bella, yo te digo de nuevo que si lo prefieres buscamos a otro doctor, no quiero lastimarte tampoco incomodarte — ella me sonrió de manera cálida y no pude evitar acariciar su mejilla, era tan dulce.

— Esta bien así de verdad — cerro los ojos ante mi caricia — todo sea por ti y por tu recuperación, te necesito de vuelta.

Fin Flashbacks

Hoy se encontraba de nuevo aferrada a mi cuerpo, como cada mañana. Me hacia tanto bien amanecer así con ella, la deseaba tanto… y cada día la necesitaba mas y mas ¿estaría volviendo a sentir por ella?

— Buenos días — musite acariciando su cabello. No sabia porque, pero siempre sentía cuando estaba despierta aunque ella no hiciera movimiento alguno — ¿Cómo te sientes hoy?

Ya solo le faltaban dos meses y medio para dar a luz , cada día se sentía mas cansada y agotada.

— No muy bien — susurro incorporándose y sentándose en la cama. Se veía muy pálida y algo ojerosa — hoy vuelvo a tener nauseas.

— ¿Cuándo acabaran? — me preocupaba verla así — ya queda tan poco…

Ella me observo y supe porque su tristeza. Me levante frustrado por todo esto y la mire con sinceridad.

— Estaré de vuelta ese día, lo prome… — ella se levanto de un golpe de la cama y callo con una mano mis palabras.

— No prometas, por favor no lo hagas… — susurro dolida— un día me prometiste en Isla Esme que jamas te ibas a olvidar del amor que teníamos… me prometiste que jamas me dejarías… que volverías aquel día a casa… tantas promesas Edward que no se han podido cumplir… por favor no me destroces así. Nada anhelo mas que saber que esa promesa pudiese ser cierta, pero ambos sabemos que tu sigues igual… no recuerdas nada…

— Lo siento — susurre dándole la espalda. Ya no sabia que hacer, nuestra relación a veces tan cómplice, otra veces tan llena de dolor y otra veces tan lejos el uno del uno ¿se podría recuperar todo ese amor que todo el mundo insistía que teníamos antes? yo ya no estaba seguro de nada.

Necesitarla y desearla no me daban ninguna garantía. Yo deseaba su bien por encima del mio, cuando la veía algo dentro de mi vibraba ¿Por qué discutíamos tanto?

— No te vallas… — la oí decir tras de mi.

Pero aun así, me fui…

POV BELLA

Se iba sin irse… volvía sin hacerlo… Me sentía en un punto muerto donde no sabia que hacer para retenerlo junto a mi. Ya nada era igual, a veces parecía que dábamos un paso hacia delante, pero al momento siguiente dábamos dos hacia atrás ¿que mas hacer?. Lo mimaba, lo cuidaba, le daba mi amor… pero nada parecía ser suficiente para el. Ahora me encontraba con Alice y Rosalie contándole mi calvario.

— Hace dos semanas que no me toca — susurre con un hilo de voz.

—Oh Bella — susurro Rosalie compadeciendome — tiene que ser muy doloroso.

Las necesitaba mucho en un momento así.

— No se que hacer, me pide tiempo y se lo doy… pero para el nunca es el momento y yo necesito sentirlo mio aunque solo sea un instante — Alice limpio mis lagrimas con ternura.

— Tienes que hacer algo — levante la mirada hacia ella, me sonreía — ponte sexy para el. Tiéntalo y provocalo, usa tus armas de mujer.

— Alice estoy gorda — gemí frustrada.

— Eso no es verdad Bella — protesto ella — solo tienes barriga, tu cuerpo sigue igual ¿quién no ha hecho algo así?

Rosalie hizo un ruido extraño y ambas nos volvimos a mirarla.

— ¿Que? no me miréis así — sonrió de repente — estaba embarazada de seis meses y Emmett no quería tocarme, me decía que tal vez podría lastimar a los bebes… emm bueno y no me quedó otra que hacer, hice eso mismo que Alice dice… pensaba que ya no me deseaba…

— ¿Te funciono? —sonreí, menuda pregunta.

— Si — contesto rompiendo a carcajadas, haciendo que Alice y yo la siguiésemos — trató de evitarme pero yo como cualquier cosa le hice posturitas, mi osito no pudo soportarlo.

Reímos un buen rato antes de que me ayudasen con el plan. Me buscaron un picardía muy sexy color azul muy clarito, mi tripita sobresalía pero aun así me sentía sexy ¿ seria posible con el?

.

.

Cuando Edward entro en la habitación yo me encontraba tumbada sobre la cama, en una postura algo provocativa, leyendo un libro.

— B-buenas noches — sonreí tapándome con el libro, parecía nervioso. Baje un poco el libro y lo mire por encima de el. Su expresión era contenida.

— Hola — susurre con una sonrisa coqueta. Jamas hubiese pensado tener que seducir a mi propio marido — ¿te preparo una ducha?

Con suma lentitud en mis movimientos, me levante y quede frente a el. Su mirada recorrió todo mi cuerpo… encendiéndolo por completo.

— D-dejado, ya lo hago yo… descansa —se volteo rápidamente y se fui hacia el baño dejándome de nuevo con mi soledad.

Pero esta vez no pensaba rendirme, no podía, no quería… el era mio y tenia que saberlo de una vez.

.

Esta vez cuando salio del baño yo me encontraba de lado hacia el, tumbada en la cama apoyando la cabeza en el brazo leyendo el libro. Mis piernas se movían con lentitud, con movimientos sexys y provocadores.

Lo vi titubear ¿pensaba marcharse de nuevo? no podía permitírselo.

— Edward, llevo un día fatal con la espalda ¿me das un masaje? — me senté sobre la cama de espaldas a el sin darle opción a negarse.

Lo sentí tras de mi y con detenimiento puso sus manos sobre mis hombros, haciendo que me estremeciese por completo.

— Siento lo de hoy — se disculpo algo tenso —siento dejarte sola a cada momento que las cosas no están bien… cuéntame cosas Bella, cuéntame mas de nuestra vida.

Como tantos días atrás había pedido, hoy volvía a hacerlo. Pero hoy yo le contaría algo diferente a lo que solía contarle cada día que se sentía perdido...

— Quiero hablarte de la primera vez que hicimos el amor — conteste temblorosa. Sentí como sus manos hacia mas presión sobre mis hombros — Fue la noche de nuestra boda, tu pensaste que yo no iba a entregar a ti por como se había sucedido todo sobre nuestro matrimonio… pero yo deseaba corresponderte, yo te deseaba.

Hice una pausa suspirando, viendo como aquella imágenes pasaban por mi cabeza… parecían tan lejanas ahora.

— Era mi primera vez, también fue la tuya… cosa que yo no esperaba de tu parte. Eras un hombre hermoso ¿cómo iba yo a pensar que no habías tomado a otra mujer? eso me sorprendió y logro hacer que te deseara mucho mas… nuestra primera experiencia y juntos — trague en seco, dolía recordar aquel momento pero quería volver a sentirlo así y me parecía un buen recuerdo — fue una noche muy especial, me trataste con tanta delicadeza y me hiciste sentir tan amada… me trataste como si me fuese a romper. A cada momento me decías palabras hermosas y tranquilizadoras, me deseabas tanto…

Pero en un momento todo cambio. Siendo algo brusco se aparto de mi y ya no sentí sus manos sobre mi piel. Me voltee rápidamente y lo encontré sentado en la cama, tapándose el rostro con las manos.

— Edward ¿que te pasa mi vida? — pregunte asustada tratando de apartar sus manos de la cara pero al hacerlo me asuste a un mas. Edward parecía en trance… parecía muy lejos de aquí, parecía no oírme.

POV EDWARD

Asustado, comencé a ver esas imágenes antes mi… las voces me atormentaban la cabeza... hasta que entré en las escena completa.

Ella me miro con ansiedad, note su miedo ¿me tenia miedo a mi?.

—Es... es mi primera vez - dijo haciendo círculos con los dedos en mi pecho, parecía no darse cuenta de lo que producía esa caricia en mi - tengo... miedo que me duela.

—No te preocupes por eso - le dije acariciándole la mejilla con mi nariz - también es la mía, pero prometo ser cuidadoso, no quiero lastimarte, ¿sabes lo feliz que me hace que esta noche quieras entregarte a mí?

Bella levanto su mirada hacia mí y no puede reprimir un gemido. Bella completamente desnuda debajo de mi cuerpo, sentía todo mi cuerpo tenso por la necesidad de perderme en ella… mi miembro no soportaba mas la tensión, mi princesa era una dulce tortura.

- Te amo tanto… no sabes lo que significas para mi… eres mi vida – susurre mirándola a los ojos.

Tras una intensa mirada Bella enrosco sus manos sobre mi cuello y me acaricio el cabello con timidez y pasión, una mezcla explosiva que estaba acabando con mi autocontrol. Sus labios se fundieron con los míos con lentitud, disfrutando de esos placenteros segundos antes del beso.

- No me puedo creer que vallas a ser mía - susurre sobre sus labios - no sabes cuanto he soñado este momento.

Comencé a acariciarle la cara interna del muslo, con pequeñas caricias, pequeños roces, mi respiración se fue agitando a medida que mi mano subía cerca de su centro. Bella soltó un gritito entre la sorpresa y el placer al notar mi mano en esa zona tan intima.

- Te... te necesito - esas palabras me hicieron enloquecer, era el permiso que necesitaba para hacerla mía. Con mi mano llegue a su centro, cerré los ojos al sentir el placer de acariciar su sexo, se notaba cálida y humedad, jadee al sentir su necesidad de mi. Acaricie su sexo extendiendo toda la humedad a su alrededor, mis labios llegaron de nuevo a la base de su garganta, lamiéndola y acariciándola de una forma suave y tierna.

- ¿Que... que me haces? - dijo gimiendo, arqueándose sobre mi mano exigiendo mas.

Se veía totalmente hermosa, entregada a la pasión y suplicando mas.

- Tranquila mi amor, te estoy preparando... para entrar en ti - musite sobre su cuello. Su aroma, su exquisito sabor me embriagaban

Le susurraba las palabras en apenas un hilo de voz, con la respiración alterada. Apoye las manos sobre el cabecero de la cama para intentar controlarme e ir despacio, me sentía la frente empapada en sudor, los músculos de mi cuerpo doloridos y tensos por el esfuerzo de contenerme. Notaba la desesperación de Bella por que entrara en ella de una vez, observe su rostro, se notaba totalmente abandonada a mí, su necesidad de placer le hizo perder el control, comenzaba a arquearse de manera intensa mientras gemía de una manera enloquecedora volviéndome loco a cada uno de sus movimientos. Sorprendiéndome, Bella me agarrado por la cadera y enredo sus piernas en mi cintura empujándome a entrar más en ella.

- Be... Bella despacio - logre articular las palabras con la mandíbula apretada conteniéndome. Sus gemidos me tenían enloquecido, mis jadeos se hacían mas insistentes a media que entraba poco a poco en ella, hundiéndome en su piel, en su sexo, en su vida.

Su cavidad era muy estrecha, el placer era inmenso, su vagina se cerraba entorno a mi miembro y eso estaba haciendo que todo mi cuerpo temblara por la anticipación del placer final.

- Edward... mas... quiero mas - sus apasionadas palabras me estaban derritiendo, quería ir despacio para no dañarla, pero la actitud de Bella ayudaba poco.

- Despacio… princesa…tiene que... ser... despacio... ¡ah Bella!- jadee frustrado, su necesidad era la mía…

Bella no pareció oírme o no quiso hacerlo y se agarró mas fuerte a mi cadera, con sus piernas empujo brutalmente contra su sexo, haciendo que entrase en ella completamente de una sola estocada. De mi garganta broto un gruñido de inmenso placer que fue ensombrecido por el grito de dolor de Isabella.

Al oír su grito me tense quedándome inmóvil sobre Bella, la mire a los ojos y vi lágrimas en ellos.

- Bella... lo siento, yo no quería... - no pude seguir hablando, estaba demasiado excitado, la punta de mi pene vibraba dentro de ella.

- Me... me duele mucho - dijo entre lagrimas e intentando apartarme.

- Mmmm Bella... por favor, no me dejes así… haré que el dolor desaparezca... lo prometo – le suplique con un nudo en la garganta. Odiaba tener que hacer eso pero si la dejaba así ella ya no querría intentarlo de nuevo y no sabría el placer que vendría después del dolor.

Ella me observo con tristeza, dudando, pero asintió con el rostro compungido de dolor. Comencé a besarle las lágrimas lentamente intentando borrar su expresión de horror e introduje mi mano entre nuestros cuerpos, para volver a llegar a su sexo y excitarla de nuevo.

- Deja que tu cuerpo se acostumbre al mio - musite besando su cuello y mas tarde sus pechos – prometo ir despacio… prometo no dañarte de nuevo.

Ella parecía aguantar la respiración con muecas de dolor en el rostro, comencé a acariciarle el clítoris y poco a poco note como se derretía en mis brazos, con dulces grititos de placer. Me estaba volviendo loco… comencé a entrar poco a poco en ella mientras seguía acariciándola y excitándola con la mano, besando sus senos, acariciando su cuerpo.

- Ya… ya no… me duele tanto – dijo jadeando cuando me sintió de nuevo entrando en ella.

Mi cuerpo comenzó a relajarse al oír sus palabras, Bella se arqueo contra mi cuerpo y me hundí hasta el fondo en ella sintiendo el placer mas inmenso que jamás hubiese sentido. Bella grito y gimió de placer y yo lo hice con ella, paso sus piernas alrededor de mi cintura y eso termino con mi calma. Estaba perdido...

Ella estaba tan estrecha que envolvía mi pene completamente, sus gemidos, sus jadeos, su pasión, me desborde por completo. Comencé a penetrarla con mas urgencia y ella con sus caderas llevaba mi ritmo, yo retrocedía y volvía a entrar en ella así una y otra vez, cada vez con estocadas más rápidas y profundas.

Me sentía realmente emocionado, sentía un fuerte nudo en mi pecho al sentir todo lo que Bella me había regalado esta noche. Yo había sido el primer hombre en tocarla, en saborearla, ella me había entregado su regalo mas preciado, su virginidad, su pureza haciéndome sentir el hombre más feliz del mundo.

Todo esas imágenes pasaron ante mi como si las hubiese estado viviendo. Espere mas, espera mas, pero solo pude recordar ese momento…

Se podía sentir en cada momento como la amaba…

— Edward ¿que pasa? dime que estas bien — me decía Bella ahora, fuera del aquel recuerdo.

Con desesperación la tome en brazos y la senté sobre mi. Ella parecía algo desconcertada y asustada pero aun así no se aparto. Sin precio aviso, me incline hacia ella y bese su labios con verdadera devoción. Esa noche pretendía hacerla mía como aquella primera noche.

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

0 Comentarios:

¡Anímate a comentar, siempre y cuando sea con respeto! Bienvenid@s.

Sube de nuevo ↑
Bienvenidos

    Bienvenido a la web de Diario Twilight. Llevamos siete años trayéndote las mejores noticias de La Saga Crepúsculo y su elenco. Haz parte de nuestras redes sociales y no pierdas detalle

Seguidores Blogger

Vsitas

© 2015 Diario Twilight. WP Mythemeshop Converted by Bloggertheme9
Blogger templates. Proudly Powered by Blogger.