Cap 37: Eterno Amanecer

CAP.37 – CUMPLEAÑOS FELIZ – Parte 2

Rosalie POV

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Las palabras de Stefan quedaron haciendo eco en mi cerebro y de pronto no tenia hambre. Mi cabeza no dejaba de imaginar escenarios que propiciaran tal cosa: gente engañada o trabajando allí, emboscada en alguna noche o llevada hacia algún lugar para ser masacrada.

Mi pasado se volvió latente en mi cabeza. No era lo mismo? Esos hombres no habían bebido mi sangre: solo tomaron mi inocencia, mi cuerpo, mi vida... Que diferencia había con ellos? En la naturaleza un ser puede alimentarse de otro pero no hay sadismo ni premeditación en ello. Solo el acto mismo de bregar por su supervivencia. Me parecía atroz y terriblemente cobarde.

-Que harás Emmet? – pregunto mientras mi esposo se hallaba perdido en sus pensamientos y con su mirada fija en mi. El pareció traerlo de vuelta y lo encaro con seriedad.

-Tengo mucho que pensar... Mucho que decidir. Donde vas ahora?

-Voy camino a casa. Arad me espera. No veo la hora de llegar y poder contemplar los Cárpatos... Por lo menos mientras pueda.

-Tu no temes no tener que comer como los Vulturis? – aun tenia rabia en mi y la pregunta no dejo mis labios con sutileza. Emmet me reto con su mirada.

-Mira cariño, tengo 500 años. Crees que es la primera vez que me será difícil alimentarme? Además siempre están los animales, tal como lo hacen ustedes. No me compares con esas hienas, ! Y tranquila que no me ofende... Se que en tu cabeza aun resuenan mis palabras. – baje la cabeza algo avergonzada.

-Lo siento! Me es difícil aceptar tal cosa! Era necesario?

-Rose si lo piensas, con el peligro en las rutas y la guerra inminente que azotara a toda Europa, los turistas no vendrán. Habrá menos personas de paso por aquí hacia otras regiones. Saben que si se quedan solo con la población existente no durarían mucho. El plan es maquiavélico pero debo reconocer que su estrategia es brutalmente efectiva.

-Bueno, el dicho reza que Dios los cría y el viento los amontona. "Il Duce" tiene que ver en todo esto. El fue quien los conecto. El resto es anécdota.

-Debemos reunirnos en algún momento Stefan. Nosotros tenemos teléfono en la casa, aunque no se cuan confiable sea la línea. Pero sino, en la embajada de Irlanda siempre puedes dejarme un mensaje.

-Lamento no poder quedarme pero sabes que no soy bienvenido aquí. Somos combativos, siempre lo hemos sido. Especialmente en pos de mantenerlos a raya. No dudes en contar conmigo para cualquier cosa que necesites. Mucho más ahora que eres familia de Carlisle.- ellos se acercaron y se dieron un abrazo.

-Adiós, hermosa Rosalie! No olvides saludar a tu padre de mi parte...- se inclino he hizo sonar los tacones de sus botas al enderezarse- Estoy seguro que le darías pelea a cualquiera que quiera algo contigo. Veo fuego contenido en esos ojos. Tu esposo es un gran hombre: le tengo aprecio y respeto. Cuida de el! – Asentí con una sonrisa y le ofrecí mi mano, que el tomo y beso amablemente.

Después del paso de nuestro nómada amigo, quien rápidamente se perdió entre las sombras del bosque, Emmet me abrazo y nos quedamos allí por un momento. Daba lo que no tenia por saber que cruzaba por su cabeza.

Aunque me quedaba en claro una cosa: aquí estábamos total y completamente solos. Nadie nos ayudaría o nos defendería si las cosas salían mal. Y a Aro, aunque su amistad con Carlisle estuviera de por medio, no le temblaría la mano en mandarnos ejecutar si entorpeciéramos sus planes.

-Amor... que vamos a hacer? – pregunte mas que preocupada

-Te molestaría que cazáramos mañana? Hoy...

-Si, yo tampoco tengo hambre.

-Caminemos un rato camino a casa. Necesito pensar.

Tony POV

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Después de nuestra fiesta de cumpleaños estaba más ansioso que nunca. La necesidad de verla me la creaba. Y sabia que podría meterme en grandes líos si hacia algo "indebido", pero no soportaba ignorar cuando nos encontraríamos nuevamente.

Últimamente me costaba dormirme. Especialmente en esas noches de luna, donde el reflejo plateado se metía en mi habitación y me transportaba perdiéndome en mi imaginación. Podía verla parada ante mi, envuelta en un etérea tunica clara, como a veces usaban las mujeres Vulturi. Cada curva de su cuerpo, de sus labios... Su calor invadiéndome y arrasando sobre cada célula de mi cuerpo.

Como entendía ahora a Papa! El muchas veces nos había contado su historia con Mama y siempre a pedido de Renesmee. Me parecía tan cursi y tan tonta esa forma de sentir! Esa necesidad tan cierta y absoluta por el otro. Y también el hecho de que sintiera morir cada vez que ella sufría... O lo padecido durante el embarazo que nos trajera a este mundo. Su relato teñido siempre de una angustia y un dolor casi físico me era imposible de imaginar, hasta ahora.

Pensé en Leah... Pensé cuan doloroso seria para ella que tuviéramos un hijo. Cuanto lo seria para mí! Si cuando ella se transformo yo lo sentí, si ella daba a luz también lo sufriría? Y que seria nuestro hijo: Un hibrido... un lobo? Ah, Dios! Debía dejar de pensar!

Habíamos tenido con Renesmee una de nuestras muy privadas conversaciones. Cuando esto sucedía subía el escudo y nadie nos podía escuchar. Tomados de la mano intercambiábamos pensamientos instantáneos. Vi en su mente a Santiago y a Nahuel y como le era imposible comparar sentimientos con lo que Jake le hacia sentir.

Apreciaba a ambos, pero no me hubiera gustado que ninguno fuera el compañero de mi hermana. Supe desde siempre del amor devoto y silencioso de Santiago. Como también del fervor apasionado y esperanzado de Nahuel. Pero ninguno me resultaba suficiente para ella. Sabía que algún día la tendría que compartir, pero no era este el caso. Pasaba por la sencilla razón de que pertenecían a los Vulturi y sabia de lo que ellos eran capaces. No podía confiar plenamente en ninguno.

Jamás olvidare aquel amanecer en que ellos estuvieron aquí y rodearon la casa. La angustia de los abuelos, pero especialmente la de mis padres... Eso no podría perdonarlo jamás!

Incluso mi afecto por Renata parecía haber quedado en el olvido, o por lo menos cambiado en esencia. Mi fijación con ella radicaba en mi admiración por su belleza y por lo inalcanzable que me resultaba. Especialmente porque ella siempre me lo dejaba en claro. Y que mi compañía era una forma de cubrir su soledad y el ególatra sentido de mostrar a las demás que yo moría por ella.

Ahora a la distancia, me daba cuenta que habíamos confiado en personas que estaban a nuestra disposición para cuidarnos pero sobre todo para vigilarnos. Que tontos!

Todo esto había servido para que madurara un poco. Sabía que era un individuo joven pero mis dones me permitían ver mucho más de los demás de lo que cualquiera pudiera percibir. Eso me permitía apreciar, a pesar de todo, la amistad brindada que siempre creí sincera.

Pero... Cuantas veces los amigos nos dejan a un lado para seguir sus propios intereses? Cuando ya no pueden repartirse entre nosotros y lo nuevo que llega a su vida? O al revés, cuando hay afectos en su presente que no están dispuestos a compartir por celos o por egoísmo? No seriamos los primeros en la historia. También ahora comprendía mejor al abuelo y el por que de ese lazo de cordialidad y camaradería respetuosa pero esquiva que lo unía a Aro.

Vaya que ser adulto era complejo! Porque ahora no podía dejar que mis padres decidieran por mi. Si quería a Leah en mi vida debía afrontar lo que vendría y tomar decisiones por mi mismo.

Renesmee lo tenía también muy claro. Pero nuestra mayor preocupación era Papa. Después de cazar hoy, el se disculpo con nosotros. Nos dijo que le costaba acostumbrarse a nuestra madurez ya que solo nos había podido disfrutar 8 años como sus niños. Que el solo quería nuestra felicidad! Y nosotros nos reímos y lo abrazamos. El también rió y así quedo todo resuelto.

Todo esto había obrado en mí un cambio muy importante: me había abierto una visión muy diferente de mi padre. Había recapacitado y aprendido a valorar sus esfuerzos por nosotros, su protección y preocupación... Entender su ciego, obseso y temible amor por mi madre. Ante mis ojos su imagen cambio, y pude apreciar al hombre y al valor que tuvo para afrontar todo lo que ese amor le trajo. Eso también me daba felicidad.

Ahora los tres, como en muchas otras ocasiones estaban embarcados en un proyecto llamado "cumpleaños de Mama". El siguiente plan era ayudarlo junto con la tía Alice para darle una sorpresa. Con la excusa de que iríamos a La Push por lo de la inscripción en la escuela nos escapamos los cuatro a hacer planes. Mi padre era un romántico!

Después de un día agitado debería estar cansado pero no, no lo estaba. Por el contrario estaba ansioso y espabilado. Puse muy bajito en el antiguo fonógrafo de la casa el Concierto para piano nº 2 de Liszt. El viejo disco de pasta generaba su clásico ruido a virutas antes de comenzar con sus maravillosos acordes. Los vientos de la orquesta parecían ser los que empujaban las nubes que viajaban veloces aunque el cielo no terminaba de limpiarse, y las notas del piano marcaban el ritmo de su paso. Me pregunte que estaría haciendo en este momento.

Pero como hacia mucho no hacia, me levante y me senté frente a mi mesa de dibujo. Estaba algo oxidado y Renesmee era quien se especializaba en esto pero algo me impulsaba a hacerlo. Tome una hoja en blanco y un lápiz blando y comencé el bosquejo.

No se cuanto tiempo habré tardado pero allí la tenia... su fiel reflejo frente a mis ojos, con su hermosa sonrisa mirándome al momento que se despedía de mi el día de mi cumpleaños. Tome unas chinches y lo clave a la pared. Y mientras el reflejo de la noche se filtraba por la ventana con un dejo azulado, perdido en sus ojos... me dormí.

Bella POV

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La noche había llegado. Carlisle y Esme estaban leyendo en la biblioteca. Alice y Jasper estaban cazando y los niños en sus cuartos durmiendo. Aunque escuche a Tony levantarse y poner música como tantas otras noches. Sonreí pues bajo la guardia un minuto y dejo que viera que se había sentado a dibujar. Eso me agradaba. Era algo que tenia abandonado y que siempre le había dado placer. Además era muy bueno. Y por supuesto, que otra cosa podía bosquejar que no fuera a Leah! Me sonreí mientras Edward levantaba el rostro del periódico y me miraba sonriente.

-Se levanto. Liszt... Mmm... – y se sonrió pícaro levantando una ceja.

-Esta dibujando. No le digas nada.

-No lo haré! Estoy algo sorprendido de lo bien que se ha comportado hasta ahora. Nada de escapadas nocturnas buscándola o perdiéndose por ahí. Lo noto diferente, hasta más maduro.

-Bueno, pero el nunca ha hecho nada malo! - Y se rió ante mis palabras.

-Salvo meterse con cuanta vampiresa encontró en Volterra. Que le dirá a Leah cuando ella pregunte? – y me extrañe.

-Y por que tiene que preguntar?

-Porque es lo más normal. Tú preguntaste! – y dejo su lugar para venir a mi, levantarme del sillón y sentarme sobre su regazo – Recuerdas? Creías que tenia esposa, otra familia y por eso te dejaba por las noches. – y nos reímos.

-Por que lo hacías? – y beso la punta de mi nariz

-Porque lo que me provocabas me asustaba. Me sentia atrapado... Cercado por ti! Deseaba tanto tocarte, y al mismo tiempo me daba terror. La conjunción de tanto pensamiento confuso me agotaba – Tome su rostro y lo bese.

-Hasta que nos dimos cuenta que podíamos estar juntos sin que fuera tan problemático! – y el inclino la cabeza como si no estuviera tan de acuerdo.

-Tienes idea de mi esfuerzo por no lastimarte? Del fuego abrazador en mi garganta cada vez que me acercaba a ti, sin mencionar cuando te besaba? – baje la cabeza y medite un segundo.

-Lo siento... No, no puedo imaginarlo! Lo harías de nuevo? – y una maravillosa sonrisa se desplegó en sus labios. Se acerco y me beso con la boca semiabierta, degustando mis labios y mi lengua como si fuera la ultima vez.

-Pasaría por cada minuto de esfuerzo, pena y alegría sin dudar... Cada célula de mi ser y cada segundo de mi existencia por ti. No lo dudes nunca. Te amo! – Iba a besarme y el reloj de péndulo del primer piso marco las 12. Las suaves y graves campanadas que hacían eco en la estancia le dieron la excusa perfecta para pararse conmigo en brazos y girar sonriente. Reí cual niña pequeña sin entender, pero al mismo tiempo terriblemente divertida. De pronto se detuvo.

-Que? – y sonrió.

-Feliz cumpleaños, Bella! – y cerré los ojos. Todos los años lo mismo. Ya no deseaba cumplir años. Solo deseaba que recordáramos nuestro aniversario.

-Y por que estas tan feliz mi cielo?

-Estas lista para tus sorpresas? – y lo mire dudando

-Sorpresas? – y me dejo sobre mis pies. Tomo de una mesa, cosa que no había notado, una hermosa bufanda de seda.

-Recuerdas que me pediste para tu cumpleaños? – y mis ojos se iluminaron. Apoye mis manos en su pecho y lo acaricie mientra apoyaba el mentón sobre ellas.

-En serio? – y el asintió

-Así que ahora déjame sorprenderte, amor. Nuestros hijos y los demás colaboraron para esto. Y no los veremos por... dos días – y me quede con la boca abierta.

-Pero Edward no es momento... – y el cayo mi boca con un beso.

-Para ti... siempre será el momento. Tuyo, nuestro, siempre! – y me perdí en su sonrisa

El ato la venda suave pero firme sobre mis ojos y me tomo en sus brazos. Sentí como cruzábamos la puerta, el rió y nos adentrábamos en el bosque. Mientras corría deje mi rostro bajo su barbilla y un gimoteo dulce surgió de su garganta. Muy quedo me dijo: "Cuanto extrañaba eso!"

No es que no nos mimáramos o disfrutáramos del otro, pero los momentos de tiempo libre en soledad como al principio de nuestra relación habían quedado atrás. Nuestra escapada romántica en Italia parecía haber sucedido hace años y solo habían sido semanas. Pero estar solos aquí tenía una magia especial.

Miles de recuerdos nos invadían, porque a pesar de mi transformación, los recuerdos más vívidos en mi memoria como humana eran los compartidos con Edward.

Aqui empezamos a construir nuestra vida, juntos. Era el lugar donde nos casamos, donde hicimos el amor por primera vez, donde nacieron nuestros hijos... Tenía algo especial y debía aceptarlo: Forks era un lugar mágico!

El perfume del bosque me invadía lleno de matices, aunque en nuestra carrera me pareció percibir a otro de nosotros. Fue solo un segundo y no pude captarlo con claridad. Extraño! Porque a mi alrededor solo escuchaba el canto de los pinos, el agua del río correr y miles de corazones dormidos o escondidos a nuestro paso.

Habíamos llegado, aparentemente. La noche estaba muy fría. Sentí la escarcha quebrarse bajo sus pies y los míos, una vez que toque el suelo nuevamente.

Se acerco por detrás, desato la bufanda y me sonreí: estábamos en nuestra cabaña. La pintura estaba inmaculada y el otoño se había llevado las flores aunque la enredadera volvía a colorearse de rojo enmarcando la galería. Desde dentro se percibía una luz ámbar y titilante. No podía estar más feliz!

Cuando cruzamos la puerta no podía creer lo que veía: todo estaba igual! La chimenea encendida con leños que crujían inundando la estancia de una luz dorada. Velas, flores blancas en jarrones... todo era perfecto.

Edward no termino de cerrar la puerta cuando me levanto saltando conmigo para caer sobre el sofá frente al fuego. Nos reímos porque aunque el siempre es apasionado, nunca tan impetuoso. Acaricie su rostro, las sonrisas se esfumaron para dar paso a la ternura, y nos quedamos perdidos en la mirada del otro con total devoción. Mi hermoso esposo!

-Feliz cumpleaños, Amor!

-Gracias! – y un beso suculento, lento y dulce llego a mis labios. – Gracias por esto. Necesitaba que estuviéramos solo los dos! – y otro beso de igual tenor, donde mordió mi labio inferior dejándome sin palabras.

-Yo también lo necesitaba! – y el paso ambos manos por mi rostro acomodando mi cabello.- Iniciare mis sorpresas-regalos, como quieras llamarlos – y su sonrisa torcida ya era suficiente regalo.

-Edward, no es necesario!

-Shh! Aquí va el primero – y sus dedos jugaban con mi cabello – Te contare una fantasía que tengo contigo – y me reí nerviosa

-Fantasía? – y el asintió con mirada picara.

-Cuando nos casamos, surgió la primera noche que pasamos aquí. Cuando cruzamos esa puerta y te baje de mis brazos soñé con hacer esto...

Sin preámbulos y en un segundo, Edward tomo el borde de mi vestido y lo rasgo en dos, arrancándome un gemido no solo de sorpresa sino también de excitación. Empequeñeció los ojos sonriente y pícaro al ver que no llevaba brasier y sus ojos se oscurecieron.

Una de sus manos acaricio mi seno pellizcándolo, mientras con la otra me levantaba un poco por la nuca, acercándome hacia el y permitiendo que retirara por completo lo que quedaba del vestido. Mi cuerpo exhalo involuntariamente y mis manos subieron a jugar en su cabello mientras su boca impactaba en la mía. Nuestras lenguas se enredaron saboreándose en juego y mimo, y me sentí mas seducida que nunca. Casi 10 años de estar juntos y sentía que esta gloria jamás acabaría.

A diferencia de el, a modo de juego y por ponerlo mas ansioso comencé a desabrochar su camisa botón por botón. Deje pequeños besos en su mandíbula y en su garganta para luego ir bajando a su pecho. Sus suspiros acariciaban mi piel. Tomo mi rostro y comenzó a dejar breves mordiscos en mis labios, en el lóbulo de mi oreja y en mi cuello.

Nuestros gimoteos y el crepitar de la leña llenaban el ambiente como si toda una gran orquesta estuviera allí dentro e hiciera música celestial. Nada me excitaba mas que verlo enardecido de pasión.

Se saco la camisa y la tiro sin mirar. Y con premura, el mismo rasgo sus pantalones para liberarse. Su piel contra mi piel y, el peso de su cuerpo sobre el mío era absolutamente delicioso. Nuestros brazos, piernas, labios, lenguas entrelazados parecían perder sus límites mientras nos amábamos.

Giro sobre su espalda para caer sin soltarnos sobre la alfombra, permitiéndome quedar sobre el en total comunión. Nos miramos y nos sonreímos con ternura. Sobraban las palabras. Deslizo sus manos por mis pechos llegando a mi vientre y terminando de romper mi ropa interior. Sus dejos viajaron hacia arriba provocándome escalofríos y haciendo que toda mi piel se erizara. Su mano viajo a mi pubis y se arremolino allí para arrancarme gemidos que hacia mucho no me permitía. Era liberador no tener quien nos escuchara, y nos sentimos libres en el hogar que nos vio como uno cuando unimos nuestras vidas. Estas paredes tenían tanto de nuestro amor impregnado que era imposible no explotar allí.

Nos rotamos una vez mas y como nunca me beso, me acaricio y me mordió por todo el cuerpo como la primera vez... maravillosamente excesivo y eufórico. El entro en mí, y el gemido sentido y exultante fue mutuo. La cadencia apasionada en que nos vimos inmersos hizo que perdiera total noción de absolutamente todo: el tiempo y el espacio no existían. Mis piernas enredadas en su cintura y el sosteniéndome por debajo de los brazos hacían que el ángulo fuera profundo y que las sensaciones me invadieran por doquier. Estaba sumida en sus gemidos que marcaban el ritmo hasta que en mi interior la explosión de placer llego absoluta. El me alcanzo casi inmediatamente para caer abrazados inmersos en mas besos.

Nos quedamos en silencio unos momentos, abrazados, mientras el recorría mi columna con sus dedos en forma sutil. Amaba tanto su piel en contacto con la mía! Y de pronto una risa leve y pequeña me invadió quebrando la burbuja.

-Que es gracioso? – pregunto mientras me miraba

-Así que fantaseabas con romper mi ropa? – y también rió

-Si. Esa noche desee que fueras un vampiro para tomarte sobre esta misma alfombra. – Y giro para que quedáramos ambos de frente – Parece que cumplí mi fantasía! – y nos reímos con ganas – Te gusto mi sorpresa?

-Si, mucho... - Susurre sobre su boca. Nos besamos y gemimos una vez más. Cuando se separo de mi, se estiro para tomar un paquete de la mesa de arrime junto al sofá. El paquete tenía un bello envoltorio de un papel con grandes flores y una cinta roja.

-Sorpresa dos: Esta es de los tres. Esperamos te guste.

Extendió el presente hacia mí y lo tome curiosa, enderezándome. Llevaba una tarjeta con forma de corazón que rezaba: "Feliz Cumpleaños! Te amamos! Tony, Ren y Papa" en la preciosa letra de mi hija. Entusiasmada rompí el papel y me quede asombrada: La primera edición de lujo de dos tomos de "Sensibilidad y Sentimientos" de Jane Austen, y con ilustraciones. El libro estaba encuadernado en rojo con detalles florales en dorado. Una obra única. Lo mire y lo bese. Hermoso regalo! Además era uno de mis libros favoritos, donde el Edward de la Srta. Dashwood y el Coronel Brandon son una inspiración como hombres y caballeros de su época. Abril la primera pagina y la acaricie: escrito por Jane con tan solo 19 años y publicado bajo un pseudónimo adorable: "A Lady". Maravilloso regalo

-Es... Es perfecto! Donde encontraron esto?

-Lo compramos en Volterra. Te acuerdas del Signore Giussepino, nuestro librero? El me lo ofreció de otro librero ingles, amigo suyo. Me dijo que el podía enviarlo desde Southampton para nosotros. Me entusiasmo la idea, lo comente con los chicos y... Voila!

-Maravilloso! Gracias! Un regalo extraordinario! – y me abrace a el.

-Pero esto no termina aquí! – y lo mire asombrada.

-A no?

-No! En nuestro dormitorio junto al tocador, encontraras el resto de los regalos de mis padres, Alice y Jasper. Ahí están las últimas sorpresas.

Sonreí como niña pequeña y corrí desnuda escaleras arriba. Otro lujo que hace años no me daba. Al llegar encontré dos pequeñas maletas en el tocador frente a la cama: una blanca y otra de color cuero.

Tome la pequeña valija tostada y la abrí con sigilo. Lleve las manos a mi boca por el asombro y la alegría. Encontré allí una hermosa maquina de escribir y una nota de mis suegros: "Para que dejes libre tu imaginación y alimentes a la escritora que vive en ti. Te amamos mucho hija. Feliz Cumpleaños! Carlisle y Esme". Me emocione como una tonta y enseguida unos brazos me rodearon para contenerme. "Tus padres son maravillosos" le dije a Edward y el solo sonrió, dejando un beso en mi frente.

Tome la otra valija y al abrirla encontré ropa: Alice! Pantalones blancos, remeras rayadas y azules, rompevientos, mocasines livianos, y la lencería de seda y encaje mas sexy que he visto. Y una idea golpeo mi cerebro. Gire para mirarlo y el se rió divertido.

-En serio? - y asintió – Oh, Edward! Iremos a navegar? Dime que lo haremos en el velero de Esme!

-Si, así es! El "Great Heart" nos espera.

Salte sobre el y se rió pícaro al ver mi reacción. Deje besitos en su rostro cual niña pequeña. Vaya cumpleaños! El dijo sorpresas... Pues en verdad que lo habían sido!

Los pequeños besos empezaron a cambiar de tenor. Empezaron a hacerse candentes, húmedos, impetuosos. Empezaron a atolondrarnos... donde el estar parados se volvió una molestia. Caminamos torpemente unos pasos para caer sobre la cama y amarnos una vez más

Félix POV

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Llegue a palacio ese mediodía liderando la custodia de Cayo y Marco desde Bregenz. Estaba molesto. Aun seguía limitándome a ser el custodia de mis superiores. Se suponía que era un honor pero estaba cansado de ser un faldero perrito guardián! Subí las escaleras con prisa y me cruce con Emmet que bajaba a la misma velocidad.

-Félix! Gusto verte! Volviendo?

-Si, en custodia de los hermanos. Venimos de Bregenz – y note el cambio en el talante de Emmet. Eso llamo mi atención – Sucede algo?

-No, viejo amigo! Tengo prisa. Te veré mañana, seguramente. – y siguió su camino.

Me quede pensando en sus palabras. Era una extraña selección! Mañana? Por que nos veríamos seguramente mañana? Llegue a mi oficina y encontré a Santiago y a Bianca ordenando papeles. No sabía que Santiago estaría allí. Nos saludamos estrechando fuertemente nuestras manos. El muchacho se veía algo abatido

-Como has estado? Te asignaron aquí, conmigo? – pregunte. No me gustaban los rodeos.

-Si, ahora tendrás que soportar mi maravilloso buen humor – y me reí ante su sarcasmo.

-Motivo? – el me miro serio

-Aro necesita hablar contigo. No puedo decir más. Hay unos cables para entregarle.

-Dámelos. Los entregare en persona.

Deje mi capa en el perchero y me dirigí presuroso al gran salón. Me encontré a Aro una vez admirando la imponente pintura de Pieter Brueghel "El Triunfo de la Muerte" que rememoraba otros tiempos de Volterra. Aunque viendo las perspectivas del presente y de inminente futuro, parecía que esta ciudad estaba destinada a pasar por calamidades.

-Mi querido Félix! Me alegra verte. Veo que todos llegaron a tiempo.

-Si, los caminos están vacíos. La mayoría de la gente que uno cruza va a pie o a caballo. Aunque ese lujo durara poca viendo la falta de alimentos en algunas zonas.

-Si, estoy al tanto. Como marcha Bregenz?

-Irina me envía esta carta para Ud. aunque me aseguro que todo marcha sobre rieles. También Santiago tenía unos cables para darle. Me permití traérselos – el giro y sonrió siniestramente. Extendió sus largos dedos para tomar la carta y los telegramas.

-Ah... Este lo estaba esperando. – el telegrama con sello de Estados Unidos llamo mi atención. Imaginaba quien estaba allí y para que. – Maravilloso! Bien, ahora a lo nuestro. Dentro de dos semanas asumirás como embajador de Volterra, Félix. He decidido ponerte en esa posición por tu lealtad incuestionable hacia mi y a nuestra ciudad. Me has demostrado paciencia y cabeza fría, y es lo que hace falta para el puesto. Santiago te asistirá en todo y Bianca lo asistirá a el. De esa manera todo será más sencillo.

Me quede de una pieza. La última cosa que hubiera imaginado era esto. Especialmente porque Emmet ocupaba ese lugar. "Te veré mañana, seguramente". A esto se refería Emmet. Pero me sonaba a trampa, colocándome en una posición delicada. Me forzaba a ocupar un lugar de relevancia pero de todavía más compromiso. Me sentí presionado.

-Señor?

-Sorprendido? Pues no hay otra persona para ese trabajo. Nuestro querido amigo McCarty ha recibido una carta de su embajada pidiendo que su gestión sea exclusiva para Irlanda. Así que se despedirá de nosotros en breve. Igualmente el iba a viajar a ver a su familia por las festividades. Tonta Navidad!

-Entiendo – dije. No me sentí nada elocuente. Aro rió

-Vamos, Félix! Creí que te pondría feliz el reconocimiento!

-Y lo hace, señor! Solo que aun estoy sorprendido.

-Mañana trabajaras con Emmet para que te ponga al tanto de las cuestiones de fondo y aquellas que no lo son tanto. Tienes mucho que ordenar en esa oficina tuya. De ahora en mas, ocuparas el despacho renacentista del 2ª piso. Dudas? – Y negué – Puedes retirarte. Tengo mucho que hacer.

Salí del salón aun en shock. No sabia que pensar y no podía analizar nada de esto. Iba distraído y tropecé tontamente con alguien. Cuando levante el rostro para disculparme, era la última persona que podía imaginar.

-Nahuel! Estas aquí...Has vuelto! – el sonrió confuso.

-Félix! Creías que no lo haría? Agradecí al cielo cuando mi trabajo concluyo. No me sentí cómodo en Berlín.

-Realmente estabas en Berlín? – y se rió

-Donde creías que estaba?

Y no respondí. Si Nahuel estaba aquí... A quien habían enviado a vigilar a los Cullen?

Hola a todos!

Hoy un capitulo romantico con algunas respuestas pero con muchas preguntas... Preguntas que veremos si lo que viene puede responder.

Parece que tanto Tony como Ren estan tomando real conciencia de sus sentimientos y sus realidades. Y no es maravilloso que Tony valore mas a su Papa? Donde esa rebeldia infantil no tenia sentido? Pero este adorable joven parace muy enamorado... Podra dejar de hacer travesuras?

Esperamos tambien que consideren "apropiado" el como Edward festejo con Bella su cumpleaños... Hacia mucho que no veiamos algo asi, no?

Y ahora como siempre no paramos de darles las gracias por tanto mensaje, los reviews y los alertas, los Guest que dejan comentarios y nos deja contentas... Gracias, gracias por estar ahi y seguir la historia.

Les dejamos un abrazo, se nos divierten este fin de semana pero se nos cuidan, eh? La vida es una sola y merece vivirse pero con total alegria

Besos

Micky y Alice