Cap 25: La Fuerza del Amor

CAPITULO 25 – TODO ESTA BIEN.

POV BELLA

Comencé a desvelarme un poco desconcertada, apenas había luz en la habitación y se sentía un silencio profundo ¿donde estaba? ¿que había pasado? un segundo mas tarde mis preguntas tenían una sola respuesta… Tanya…

Con un gemido entre el llanto y la desesperación conseguí incorporarme lentamente, una silueta se vislumbro en la oscuridad…

—¡¿Edward!? — grité desesperadamente — ¡¿como esta mi bebe…!?

La silueta se levanto rápidamente al notar mi desesperación dando luz a la habitación, no era Edward pero si mi padre con el rostro compungido de dolor.

— ¡Papa! ¡¿donde esta Edward?! ¿¡como esta mi bebe!? dime que esta bien, dime que esta aquí por favor — susurré desesperada acariciando mi vientre.

—Isabella tienes que tranquilizarte por tu bien y por el del bebe… — lloré aun mas ante esas palabras, eso quería decir que mi bebe seguía a salvo y conmigo — Todo esta bien cariño, tu bebe sigue ahí y Edward viene enseguida. Cielo cuéntame por favor que esta pasando. Edward esta muy extraño no me dice nada… es Tanya, lo se…

Lo observe con dolor, cuanto daría por que todo fuese diferente.

—Papa no sabes cuanto daría por evitarte este daño… pero ya es imposible — lloré bebiéndome las lagrimas sin dejar de acariciar mi vientre plano aun — Tanya me esta haciendo la vida imposible desde que me casé con Edward… ella lo amaba, pero eso no es amor papa… ella me ha empujado por las escaleras para apartarme de el aun sabiendo que esperaba un hijo suyo…

Mi padre suspiró y se dejo caer hacia atrás derrotado. Me dolía en el alma verlo así pero Tanya era un demonio y todos tenían que saberlo.

—Entonces es cierto… — susurró buscando mi mirada para que se lo confirmase — todo lo que me ha contado Jasper es verdad… Tanya te amenazó con destruir mi vida, la de la familia de Edward, tu madre … él se lo ha contado a su familia, también a Jasper y este me lo ha contado a mí… ¿que ha pasado con ella Bella? ¿como ha podido hacerte tanto daño… como?

— Papa… eso no es todo… — lloré tirando de el para sentirme arropada entre sus brazos como cuando era una niña — antes de irme a Isla Esme me amenazó con hacerle daño a Edward si no lo dejaba… incluso con matarlo… papa yo no pensaba que pudiese llegar tan lejos… pero ahora me doy cuenta,mírame como estoy... ella es capaz de todo.

Mi padre se abrazó a mí fuertemente, acunandome entre sus brazos como si fuese un bebe y me consoló con una infinita ternura. Me sentía perdida, herida y confundida ¿donde nos llevaría todo esto ahora?

Sentí que de nuevo me veía envuelta en una oscuridad profunda y un segundo mas tarde, dormía.

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Esta vez cuando desperté, era otra silueta la que estaba ante mí.

—Edward… — lloré desesperada cuando me abrazó fuertemente contra su pecho — nuestro bebe... Edward... ¿como esta? mi padre me ha dicho…

Cuando me hizo levantar la mirada hacia él, se me rompió el alma. Se veía totalmente desarmado y triste. Acaricié su mejilla, suplicándole perdón por todo el daño que mi hermana le estaba causando.

—Isabella, necesitas reposo... tranquila — musito con tristeza perdido en mi mirada — él bebe esta estable… a habido un momento en que pensé que lo perdíamos… gracias a dios estáis bien. Isabella ¿por qué me ocultas las cosas así?

Implore perdón de nuevo con la mirada.

—Edward necesitaba saber primero si estaba embarazada... me daba miedo ilusionarte por una falsa alarma, evitaba dañarte… — Edward limpiaba mis lagrimas con ternura una vez mas — en cuanto a Tanya no pensé que llegaría esa noche y entre en su cuarto buscando pruebas... buscando una solución.

—Sola… — afirmó con tristeza — Isabella te dije que no hicieses nada, habíamos planeado todo para el día siguiente. Entiendo que lo hiciste pensando en una solución pero mírate como estas ahora. Isabella no vuelvas jamas a ocultarme nada por favor. Me he sentido morir hoy al verte así, al veros así. Debiste avisarme de sus sospechas de embarazo rápidamente y hacer juntos las cosas, tal vez todo hubiese sido diferente.

—Lo se, perdóname — implore acariciando sus manos.

—No hay nada que perdonar, todo esta bien princesa —me aferre de nuevo a su pecho, hundiéndome en el — he leído los e-mails... Isabella quiero que sepas que todo esto ya esta en manos de la justicia.

Asentí sobre su pecho. Eso era algo inevitable, algo necesario para que Edward, yo y nuestras familias recuperáramos nuestras vidas sin peligro alguno. Ahora por Tanya solo sentía un odio profundo, todo el amor y cariño se habían esfumado hace mucho tiempo atrás, mas aun después de haber puesto la vida de un bebe tan deseado y querido en peligro.

—Lo siento tanto Edward … jamás pensé que todo esto llegaría tan lejos — el trataba de consolarme acariciando mi cabello — creí que estaba haciendo un bien buscando las pruebas, jamas pensé que iba a poner en peligro la vida de nuestro hijo.

—Shhh todo esta bien, todo esta bien — al oír sus palabras tranquilizadoras levante de nuevo mi mirada hacia el — Mike e Irina han sido detenidos hace apenas unos minutos… de Tanya no se sabe nada, al parecer a logrado escapar pero la están buscando. Han puesto ha nuestra disposición un dispositivo de seguridad hasta que sea detenida.

Rompí de nuevo en un llanto desgarrador. La odiaba, la odiaba por dañar a mi bebe, por dañar a Edward, a mi padre… por dañar a todos. Sentía sed de venganzas, quería verla destruida en la cárcel y no volver a verla nunca mas, quería que ella pagara por todo el daño causado. Quería verla muerta.

—Isabella por favor tienes que mantener la calma — decía Edward preocupado acariciando mis mejillas. Su hermoso rostro estaba marcado por el dolor — hazlo por él bebe, por ti y por mi te lo suplico… todo va a estar bien, todo.

—Mi padre… — solloce de nuevo sintiéndome desgarrada de dolor.

—El estará bien, ahora mismo todo esto es muy duro pero volverá a la normalidad. Isabella era o tu vida o la suya, no he tenido elección. Tu hermana ha tenido tiempo para arrepentirse y no ha deseado hacerlo, a preferido todo esto — me consolaba pacientemente a pesar de saber lo roto de dolor que estaba el.

—Lo se, lo se — susurré acariciando su mano — Edward… ya no quiero volver a casa de mi padre. Me duele tomar esta decisión por el pero me seria imposible vivir allí por todos los recuerdos que eso me supone, mas aun cuando no se sabe nada de Tanya... tengo miedo de que vuelva…

—Isabella vas a estar protegida — me tranquilizo.

—¿Y tu? — susurre preocupada.

—También mi vida. Todos vamos a estar protegidos según nos ha asegurado la policía. Tenemos un dispositivo de seguridad completo para nosotros. Isabella todo va estar bien, te lo he prometido y lo voy a cumplir — intente regalarle una pequeña sonrisa por todo lo que era capaz de darme en el día a día — En cuanto a la casa, como vas a estar aquí algunos días me voy a encargar de traerte algunos catálogos de varias propiedades que me gustaría para nuestra pequeña familia. Tengo a una inmobiliaria de confianza y se hará todo lo mas rápido posible.

Le sonreí tímidamente. Una vez mas el me complacía ¿como no amar a ese hombre que se entregaba a mi con cada celular de su ser?

—Te amo — susurré inclinándome y besando sus labios.

Nos besamos muy lentamente con el sabor agridulce entre la felicidad y el dolor. En un beso tierno y cálido, lleno de nuevas esperanzas.

—Mi vida ¿te das cuenta? vamos a ser padres… no puedo creerlo — musitó emocionado sobre mis labios con ternura — Esa noticia me ha hecho inmensamente feliz, a pesar de todo lo que a ocurrido a su alrededor. Ahora solo quiero pensar que estáis bien y que disfrutemos de esta nueva etapa tan feliz de nuestra vida. Os voy a mimar mucho... Isabella creo que sera una niña.

—No me imagino como podrías mimarme mas — sonreí sobre sus labios — ¿sabes? Se que es demasiado pronto, también lo digo por ti eh... pero en este ultimo sueño he soñado con un niño.

—Ya veremos — sonrió con melancolía —Isabella quiero que ahora seamos felices,creo que este es el momento. Hemos sufrido mucho y este calvario esta llegando a su fin.

Asentí perdida en su triste mirada, en esa mirada que había llegado un día a mi para dar luz e iluminar mi vida.

—¿Cuanto tiempo voy a tener que estar aquí? — pregunté haciendo un puchero para arrancarle una sonrisa .

—Cuando todo esté completamente bien — suspiró con calidez — no tienes que preocuparte, yo voy a estar aquí todo el tiempo contigo. Isabella no te voy a dejar sola con esto.

—Lo se mi vida, lo se — entonces volví a besarle buscando ese consuelo y esa seguridad que solo el podía darme.

Esta vez el beso se torno mas necesitado, mas suplicante e impaciente haciendo que nos deseásemos con verdadero fervor. Sus labios y los míos se buscaban, se anhelaban y se necesitaban con una fuerza sobre humana, haciendo que ese beso fuese especial y mágico.

—Isabella... — susurró apoyando su frente sobre la mía, deteniendo ese beso que nos llevaba mas lejos de lo permitido en esos momentos — te necesito tanto.

—Yo también Edward, no se que hubiese mi vida sin ti a mi lado — susurre acariciando su cabello — te amo mucho.

Edward sonriéndome, se retiro lentamente y sus manos fueron hacia mi vientre, lo acaricio con una ternura que me hizo estremecerme. Unas lagrimas de felicidad se derramaron por mi mejilla al vivir ese bello momento .

—Te amo tanto princesa... vosotras sois lo mas importante en mi vida — musitó con sus ojos cristalizados por la emoción sin dejar de acariciar mi vientre — ahora tienes que descansar un poco. Te tengo que poner un calmante, ya mismo comenzaran a dolerte de nuevo las heridas... quiero evitarte ese dolor.

Lo observe inquieta.

—Tienes algunas heridas en las piernas y en la cara… — acaricio lentamente mi frente, mi pómulo y mi mandíbula — también tienes heridas ahí. Son todas superficiales pero duelen.

—Esta bien — susurre tratando de borrar el dolor que reflejaba su hermoso rostro tras recordar mis heridas — te veo mas tarde o mañana...

—Estaré aquí para cuando despiertes — sonrió besando mi frente — ahora vuelve a tumbarte, tardara poco en surgir el efecto.

Hice lo que el me pedía y acariciándonos las manos me abandone al sueño.

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Con unas leves caricias sobre mi brazo volví a desvelarme. No tuve que mirar para saber de quien se trataba, su ternura en esa caricia me decía que era Edward. Al abrir los ojos, lo vi sentado frente a mi con la preocupación marcada en su rostro.

—Hola — susurré regalándole una cálida sonrisa de bienvenida.

—Hola — musitó levantándose para dejar un reguero de besos sobre mi frente — ¿como te sientes?

—Algo aturdida, pero bien — al ver su semblante tan serio me preocupe — ¿Esta bien el bebe?

—Todo va muy bien princesa, nuestro bebe es muy fuerte — sonreí con verdadera felicidad ante sus palabras. Pero rápidamente volví a preocuparme — ¿como esta mi padre?

—Esta tranquilo, se encuentra en la cafetería con mi familia. Tu tío Harry esta en la empresa — asentí acariciando su mejilla — te he traído el catalogo. Lo tenia en el despacho porque lo estuve mirando antes de irnos a Isla Esme ¿quieres verlo?

Yo asentí con emoción, era una buena forma de pasar el tiempo en el hospital olvidando todo lo ocurrido y sobretodo planificando nuestro nuevo futuro juntos.

—Estoy seguro que te gustaran muchas, pero hay una que pienso que es la que mas te podría gustar — sonrió tendiéndome el catalogo — Pienso que es la casa perfecta para nosotros, pensaba comprarla sin decirte nada, era un regalo... pero bueno ya que estas aquí y necesitas algo para distraerte podemos mirar otra si gustas.

—Quiero ver esa primera — dije tomando el catalogo — me conoces mejor que nadie y si piensas que esa podría ser la ideal estoy segura que no te equivocas.

—Bien, de igual manera quiero que veas las demás opciones — asentí emocionada haciendo que se sentase a mi lado para verlo juntos.

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Habían muchas opciones pero ninguna como la que el había decidido. Tras mirar varias casas tuve que reconocer que el tenia razón, rápidamente me enamore de la casa que iba a ser un regalo para mi.

Estaba compuesta por tres plantas. En la primera planta había un hermoso jardín con una gran piscina, una cocina no muy amplia pero muy acogedora, una esplendida sala de estar, un amplio baño y una hermosa biblioteca repleta de libros. En la segunda planta había cuatro dormitorios (dos de ellos con baños) una gran habitación para los juguetes y un pequeño despacho para Edward. En la tercera planta una gran terraza con una pequeña piscina y tumbonas, preparada para los días de veranos. Sin duda la casa de mis sueños.

—Edward es perfecta. Si a ti te gusta tanto como a mi nos quedamos con esa — sonreí besando su mejilla — ¿que pasara con la casa que vive tu familia cuando se vallan?

—Se la van a quedar ellos, se van a trasladar definitivamente aquí — contesto acariciando mi espalda.

—Edward ¿que te preocupa? — a pesar de todo lo sentía muy pensativo por momentos — Desde que he despertado pareces así, aunque intentes hacerme ver lo contrario.

Con tristeza me abrazo contra su pecho.

—Me preocupa que aun no se sepa nada de Tanya — me aferre con mas fuerza a su pecho — Isabella Irina a confesado el porque era la sombra de Tanya.

Rápidamente lo mire interrogante.

—Ayudaba a Tanya a deshacerse de ti porque sabia que ella siempre estaría atada a Mike... y yo podría ser para ella — ¿que era todo eso? — Isabella, Irina utilizaba a Tanya para hacerte desaparecer de mi vida, luego ella se encargaría de tu hermana.

—Todo esto me parece mentira — susurre negando con la cabeza — ahora entiendo porque era su sombra, ella también me odiaba, ella también te quería.

—Todo lo que se trate de ellos es una locura — murmuro con desesperación — Mike no ha querido decir donde esta Tanya, dice que ella lo sacara de allí... Irina no lo sabe de lo contrario hubiese hablado para arrastrarla con ella.

Mire a Edward a los ojos y me sentí tan abatida, jamas le había visto esa expresión de dolor y de angustia tan intensa.

—Edward todo va a estar bien ¿recuerdas? — acune sus rostro entre mis manos — estamos juntos en esto.

—Siempre princesa — confeso tumbadose hacia atrás para acunarme de nuevo en su pecho — estamos juntos en esto y en todo lo que pueda venir.

Suspire aferrándome a su pecho mientras oía el latido de su corazón. Así pasaron los minutos mientras continuábamos abrazados, Edward acariciaba mi espalda y yo su pecho sintiendo la tranquilidad del momento.

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Unos golpes en la puerta nos hizo volver a la realidad.

—Todos quieren verte — contestó Edward incorporándose. Antes de abrir, la puerta me beso tiernamente en la frente.

Cuando Edward la abrió me emocione de nuevo. La familia Cullen al completo estaban ahí junto con Jasper que ya parecía parte de la familia. También estaban mi padre y su amiga Sue, se veía triste y agotado pero aun así se notaba que ella era un gran apoyo para el.

Todos entraron dándome un sin fin de besos y abrazos, brindándome sus apoyos en todo momento pero sin hacer ninguna pregunta dolorosa a pesar del momento. Todos hablaban felices de ese nuevo bebe que venia a llenar nuestras vidas de alegría y sobre nuestros nuevos planes de futuro. Los Cullen respetaron el dolor de mi padre sin mencionar en ningún momento a Tanya y a todo lo que le rodeaba a ella, cosa que yo les agradecí en silencio.

Me observaban preocupados a veces y otras veces con unas inmensas sonrisas al ver como Edward me mimaba y acariciaba mi vientre plano con ilusión.

Ahora tras dos horas conmigo, todos se despedían y me dejaban al cuidado de Rosalie y Alice. Mi padre me abrazo con mucha fuerza, antes de despedirse pidiendo perdón en mi oído por no darse cuenta antes de todo lo ocurrido, llore suplicándole que no se sintiese culpable, ya que Tanya nos tenia bien engañados a todos.

—¿Estas bien? — pregunto Edward inclinado hacia mi, antes de marcharse.

—Si, no te preocupes — sonreí besando tiernamente sus labios — ve con Emmett parece agobiado.

—Tendré el móvil a mano, si me necesitas avísame enseguida por favor — asentí — te amo princesa.

—Yo también — tomo mi cara entre sus manos y volvió a besarme en un beso corto pero tan cálido que derretía — no estés preocupado, Alice y Rosalie me cuidaran.

El asintió dedicándole una divertida mirada de advertencia antes de salir.

—¿Como estas? — pregunté a Rosalie que parecía mas pálida de lo habitual.

—Últimamente no muy bien — sonrió acariciando su panza — ¿y tu? Te estas mostrando muy fuerte Bella, adoro tu fortaleza en estos momentos... todos sabemos lo duro que es todo esto .

—Lo es, pero solo siento dolor por el daño causado a mi bebe y a los míos — confesé con sinceridad — Por Tanya ya no siento dolor, ni pena, solo odio. Hace tiempo que ya no la reconozco, lo que sea de su vida desde hoy no me importa. Puede sonar duro o tal vez frio, pero solo quiero ver como se pudre en la cárcel.

Alice y Rosalie asintieron con pesar, esa era una realidad que dolía pero ya no había mas . Lo que fuese de la vida de Tanya ya no me importaba, si algo le ocurría yo no le lloraría, no después de todo el daño que había causado durante tanto tiempo..

—Alice ¿tu que tal? — sonreí para cambiar de tema. Ya no quería mas penas, era hora de pasar de pagina.

—Jasper y yo somos novios — confeso con emoción — lo quiero mucho Bella.

—Me alegro mucho Alice — dije sinceramente. Alice y Rosalie eran como las hermanas que hubiese querido tener realmente.

— Es verdad que se adoran — confirmó Rosalie con una sonrisa tierna — Jasper también la mima como lo hace Emmett conmigo y Edward contigo. ¿Sabes? Emmett y yo estamos buscando casa, queremos un espacio propio ahora que llegan los dos bebes .

— Si, aunque no se va a librar de nosotros — contestaba Alice con complicidad — estaremos todo el día al pendiente para ayudarla con la nena y el nene.

—¿Ya tienen nombre? — pregunté emocionada. Pronto yo estaría como Rosalie.

— Si, nos gusta Sam y Emily ¿que te parece? — pregunto dando palmaditas .

—Hermosos Rosalie — conteste ilusionada — ¿me ayudáis para el mio o la mía?

POV EDWARD

Llegué al despacho agotado. Eran muchas horas sin dormir, sin comer y muchas cosas en que pensar.

Por mas que deseaba olvidar todo no lo lograba. No lograba apartar de mi mente la imagen de Bella ante mi inconsciente y sin saber que iba a ser de nuestro bebe. No lograba apartar una sola linea de cada uno de los e-mails de Tanya... eran demasiado. Se burlaban de todo el dolor causado y del que vendría con sus próximos planes, todos planeados con una mentalidad tan fría como la de un asesino.

No podía olvidar las magulladuras de mi princesa, cada vez que la miraba me imaginaba su dolor y sufrimiento ¿como era tan fuerte de soportar todo eso? Estaba demostrando ser una gran luchadora a pesar de todo lo que estaba sufriendo ¿acabaría todo?

Mi vida dependía de ella y si le hubiese ocurrido lo único que hubiese querido es morirme, porque jamas podría aceptar un mundo donde ella desapareciese o no existiese. Ahora sentía que mi amor por ella era mucho mas grande si es que se podía, con la seguridad de que si un día tuviese que dar mi vida por la de ella o por la de nuestro bebe lo haría sin alguna duda.

Aun había algo mas que me atormentaba... un secreto que no le había contado a Bella por no preocuparla. Irina había confesado que Tanya llevaba una pistola en su poder, hecho que me dejaba frustrado y atormentado hasta que ella no fuese detenida.

A pesar de todo ahora me sentía mas tranquilo sabiendo que Bella estaba en compañía de Alice y Rosalie, había podido comprobar que se estaba divirtiendo. Unos momentos antes de volverme hacia el despacho iba a entrar en su habitación pero el sonido de su risa me había echo volverme. Se oía tan feliz que no había querido interrumpir ese maravilloso momento, adoraba oírla reír.

Unos golpes en la puerta me sacaron de mi infierno personal. Aun así no me levante, no esperaba a nadie.

Al ver que yo no abría la puerta una cabeza se asomo lentamente, dejándome impactado.

—¿Zafrina? — esta sonrió con emoción y asintió tímidamente.

—¿Puedo pasar? — asentí levantándome para recibirla. Al llegar a mi lado me besó las mejillas con timidez y luego se aparto para observarme — no te ves muy bien.

—Momentos difíciles — conteste invitándola a sentarse, sentándome frente a ella tras el escritorio — ¿que haces por aquí?

La verdad me sorprendía su visita. No la había vuelto a ver ni a saber de ella desde mi vuelta de Londres y su visita aquí en el fondo me incomodaba… ¿que pensaría Bella?

—Me han trasladado, mejor dicho yo he pedido volver — suspiré un poco agobiado — Necesitaba volver aquí... donde nací y creo que es el momento. Cuéntame ¿que es de tu vida? tu cara me dice bastante.

— Mi esposa esta ingresada aquí, esta embarazada — respondí rápidamente para que no hubiese ninguna duda. Ella asintió pero se notó incomoda — ambos se están recuperando de un mal momento. No lo estoy pasando bien por eso mi semblante, sabes que ella es mi vida y no soporto verla sufrir.

— Entonces ¿todo bien desde tu regreso? Edward sabes que aquí tienes una amiga para escucharte siempre que lo necesites — asentí con tristeza. Lo sabia, pero también sabia que a Bella no le iba a agradar esta situación y si Bella así lo pedía mi amistad con Zafrina acababa aquí.

—Todo esta muy bien Zafrina. Mi esposa esperaba mi regreso con el mismo dolor que yo, ella me ama y ahora somos muy felices juntos — Zafrina asintió, pero sentí que se sentía incomoda — Zafrina quiero que sepas que mi esposa sabe todo lo que ocurrió en Londres... es decir lo poco que ocurrió. No se como tomará ella que estés aquí.

—Entiendo… yo no pretendo dañar nada — yo sabia que eso era así. Zafrina no era una mujer vengativa ni obsesiva, así lo había demostrado en Londres después de mi rechazo. Ella se mostró fiel y sincera a nuestra amistad siempre — Solo pensé que te alegrarías de verme.

—Y me alegro, pero quiero que no haya ninguna duda. Mi esposa es mi vida y no quisiera dañarla por nada del mundo — aclare con sinceridad — Se que tu jamas quisieras dañarme o dañar a mi esposa pero ella no se tomó bien el beso que intentaste darme y por eso temo que tu presencia aquí no sea bienvenida para ella.

—Ya te pedí disculpas una vez y lo vuelvo a hacer ... jamas volverá a pasar. Edward no me gustaría perderte como amigo — confesó apenada.

Cuando iba a contestarle me llegó un mensaje al celular, rápidamente lo mire por si era Bella.

Amor ¿donde estas? te extraño — Bella

Sonreí ante su mensaje y enseguida le contesté.

En unos minutos estoy contigo, yo también te extraño — Edward

—Es ella ¿verdad? — asentí incorporándome — tu cara lo dice muy bien, se te ha iluminado con ese mensaje.

—Te veo luego Zafrina, mi esposa me espera — Zafrina asintió y sin nada mas que decir salí al encuentro con Bella.

POV BELLA

Alice y Rosalie se acababan de despedir después de una hora buscando un sin fin de nombres de bebes, pero ninguno me termino de agradar. Sobretodo porque ya me sentía ansiosa por ver a Edward, lo extrañaba demasiado y quería estar de nuevo con el.

Unos minutos después de mandar el mensaje, llamaban a a puerta y supe con certeza que era el.

—¿Puedo pasar señora Cullen? — preguntaba Edward con una sonrisa hermosa burlándose de mi.

Enseguida alce mis brazos hacia el para que viniese a mi lado.

—Te extraño — sonreí impaciente cuando se sentó junto a mi en la cama — lo he pasado muy bien con Alice y Rosalie, pero aun así me faltabas tu.

—Yo también — susurró inclinándose besando mis labios.

Esta vez no pude controlar mis ganas de el y lo atraje hacia mi abrazándolo fuertemente por la nuca para pegarlo a mi cuerpo dejándome caer hacia atrás. El quedo inclinado hacia mi un un gruñido , pero aun así no me controle y lamí el contorno de sus labios con impaciencia demostrándole con cada gesto la falta que me hacia a cada segundo. Su lengua comenzó a saborear cada rincón de mi boca haciendo que me perdiese una vez mas en el exquisito sabor de sus labios que eran como una dulce droga para mi. Mi lengua impaciente lo buscó, lo provocó y lo devoro con urgencias, ansiando que sus manos me tocaran para arrancarme de esa angustiosa agonía.

—Isabella… — gruño devorando mis labios — sabes que no podemos... aunque muero por fundirme en ti.

—Tengo tantas ganas de ti —susurré sobre sus labios.

— Princesa no me digas eso, apenas puedo controlarme — esta vez lamió el contorno de mis labios con mas dulzura — sabes que eres mi delirio, mi locura … eres mi vida.

Con reticencia comencé a detener ese beso tan ardiente que no nos llevaría a ninguna parte. Podía sentir la angustia de Edward y no deseaba torturarlo mas. Sus palabras me hacían sentir feliz ¿dejaría algún día de desearme de esa forma tan abrasadora?

—Tengo ganas de llegar a casa — confesé sonrojarme .

—Yo también — sonrió acariciando mis labios — En cuanto he salido he llamado a la inmobiliaria ¿seguro que quieres esa?

—Siii — conteste emocionada sin alguna duda.

—Entonces sera nuestra princesa . Tu solo pide y lo tendrás todo, quiero verte feliz siempre mi vida — acaricié su mejilla dulcemente.

—Solo necesito para ser feliz a ti y a nuestro bebe — sus manos volvieron a acariciar a mi vientre con emoción pero al volverme a mirar supe que algo lo inquietaba — ¿que es Edward?

Sentí que comenzaba a sentirse incomodo. Con un suspiro tomo mi cara entre sus manos y busco mi mirada con ansiedad.

—Princesa no quiero que entre nosotros haya dudas ni secretos — asentí y sentí como mi cuerpo comenzaba a tensarse — Acabo de ver a Zafrina... ella va a trabajar aquí. Solo quiero y necesito que estés tranquila por esa nueva situación, no quiero que la veas como a una rival por que para mi no hay ni habrá otra mujer en el mundo que no seas tu, sabes lo mucho que te amo ¿verdad?

Hermosas mias, aqui un nuevo capitulo como siempre espero que os guste y que disfruteis de esta tranquilidad porque el proximo capitulo viene fuerte.