Cap 27: Eterno Amanecer

CAP.27 – MALAS NOTICIAS

Edward POV

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Después de la visita de Jacob, la reunión familiar se volvió distendida. Los demás bajaron a la estancia, mientras Bella y yo nos quedamos en el cuarto terminando de darles de cenar a los niños.

Realizamos un experimento: los sentamos en unas sillas altas para bebes para darles de comer comida humana... y fue muy divertido! Carlisle hizo que Esme prepara una papilla con diversos vegetales hechos puré. Así que para que los niños la probaran intentamos darles cucharadas. Pero nos llegaban sus respuestas de "No", poniendo caras fruncidas y arrugando la nariz.

Bella estuvo increíble: probó la comida! Giro para mirarme y decirme: "Mi amor, cuanto siento haberte obligado a cenar aquellas primeras noches juntos. De verdad lo siento!" No pude más que reírme y dejar un beso en sus labios. Los niños también se rieron.

A continuación los dejamos frente a los platos para que intentaran hacerlo solos. No tengo que decir que hubo puré en todas partes! Era muy gracioso verlos embadurnados en aquella horrorosa y hedionda mezcla. Pero ellos lo disfrutaron y comieron un poco. La mas dispuesta a probar pareció ser Renesmee, que termino chupando sus dedos.

Luego de bañarlos, de lo que participaron también las tías, les dimos su biberón y los llevamos directo a dormir. La tarde caía con prisa, dando paso al espacio de los adultos. Bella los observaba mientras sus ojitos caían pesados ante el tarareo delicioso de la nana que salía de sus labios.

Me pare junto a la ventana a observar los tonos del ocaso y a repasar los acontecimientos del día. Mi cabeza elaboraba mil conjeturas y muchas no eran de buen pronóstico. Bella me diría que no debía ser pernicioso, pero no podía evitarlo.

Me distrajeron Garret y Kate que caminaban lentamente, acaramelados. Era enternecedor verlos así, abrazados y a un paso humano por los jardines de la mansión. En sus mentes no existía más que el otro, llenos de deseo y de pasión. El crepúsculo caía recortando la silueta de los árboles y resaltando los bordes rojos y otoñales que se acentuaban aun mas bajo la luz azafranada.

Automáticamente, un pensamiento amargo y de envidia se genero en Tanya que llego claramente a mi mente. Me dio lastima! Aunque prestando atención, no eran celos de su hermana. Eran celos por no tener con quien compartir un momento como ese.

La soledad de Tanya era profunda. Y a eso se sumaba la ausencia de la hermana entrañable, la compañera de picardías que siempre había sido Irina.

Pero horribles acontecimientos habían ocurrido durante el tiempo de viaje de Irina y Laurent en Vancouver. Según nos contaron, estaban de viaje en una etapa previa a partir a Europa. Ella lo esperaba en su casa preparando sus cosas cuando el tiempo pareció desvanecerse. Salio a buscarlo angustiada y lo que encontró fue una pira ennegrecida con los restos de lo que alguna vez fuera su compañero. Irina rastreo a los atacantes y descubrió que un grupo de nómadas se jactaba de haber matado a Laurent por violar la naturaleza vampírica al no beber de un humano, burlándose de cómo habían crujido sus restos en la pira mientras ellos lo disfrutaban.

Irina, loca de dolor y ansiosa de venganza a gran escala, utilizaría el viaje a Europa para presentarse en Volterra y reclamar justicia. Y además, solicitaría su incorporación a las filas de Aro.

Jasper se sobresalto mucho ante estas noticias y me dejo entrever más tarde y a solas, que le inquietaba que Irina no solo quisiera justicia. Que además quisiera ganarse los favores de Aro y compartiera mas cosas familiares de las que debía. Mi rechazo a ella de hace años se hizo presente en mi mente. Pero utilizar sus conocimientos sobre nosotros no le serviría de nada. Lo importante aun no lo conocía. Y eso me traía a hoy.

Tanya si estaba aquí y si había visto a mi esposa y a mis niños y sus dones. Pero en su interior podía ver que esa ambición desmedida y avarienta que siempre imperaba en la mente de Irina no tenía nada que ver con ella. En ella pesaba el desamparo y la absoluta noción de saberse sola, sin apoyo, sin compañero y sin perspectivas. Una mujer hermosa que se estaba perdiendo en la hiel de su propia amargura. Esperaba que eso no nublara nunca su buen juicio. Carlisle confía en ellas y en su lealtad a la familia ciegamente y deseo creer que eso seguirá siendo así por siempre.

Trate de ser benevolente y de comprender un poco sus sentimientos aunque no sus celos y su tormento. En mis años de soledad, nunca sentí celos de la felicidad de mi padre o la de los humanos que se cruzaban en mi camino. Por el contrario, me generaban una gran tristeza y acentuaban mi creencia de que nunca lograría tener una compañera que me amara incondicionalmente. Si alguien me hubiera dicho en ese momento mi futuro, jamás le habría creído.

Gire para observar a Bella arropar a los niños y acariciarlos con total delicadeza. Me hubiera encantado retratar en una foto tal imagen de ternura. Su leve sonrisa de emoción, su posición junto a la cuna... Todo lucia un esplendor sublime que me conmocionaba y a su vez me generaba temor. Temía a las consecuencias del informe de Eleazar, y a las maniobras subrepticias de los Vulturis para observar nuestras vidas como si fuéramos ratas de laboratorio.

Me acerque a ella, la abrace con fuerza, y me respondió de igual manera. Aun sin palabras podía sentir que teníamos una preocupación compartida y un miedo homónimo. Nos dimos un beso suave y largo, como una caricia, y me dispuse a sentarnos en la mecedora con ella en mi regazo. Abrazada a mí, en silencio y con su rostro escondido en mi cuello nos balanceábamos suavemente.

No había palabras que pudieran expresar la incertidumbre que nos calaba profundamente. Y la noche nos encontró así, con el murmullo de los pinos y la respiración serena de nuestros hijos de fondo como un arrullo. Esa noche la pasaríamos allí, viéndolos dormir, cuidando su sueño.

La casa pareció acallarse. Seguramente algunos habían ido a cazar, otros a leer y otros a amarse tratando de pasar desapercibidos. Bella levanto su rostro y me beso dulcemente, como disculpándose de no tener nuestra noche de amor. Le respondí convirtiendo el beso en apasionado, acariciando su pierna y atrayéndola más hacia mí. Solo tenerlos cerca era más que suficiente para mí y ella pareció entenderlo al instante, como si leyera mi mente.

Cuando el alba empezó a llegar, escuche a mi padre y a Esme bajar la escalera tranquilamente, murmurando, pero en sus pensamientos se hablaba de la reunión con los Quileutes.

Mire a Bella y me acerque a su oído:"Mi padre va a encontrarse con los de la tribu. Iré con el esta vez". Ella asintió y me beso sujetándome con fuerza y solo susurro "Cuídense". Salí tras Carlisle y lo encontré en el porche antes que se fuera.

-Papa, déjame ir contigo – Carlisle me sonrió para luego inclinarse y besar a mi madre a modo de despedida.

-No, Edward. No es necesario. Si recuerdas Jacob dio un mensaje dirigido a mí y fue en singular. O en su cabeza era diferente? – y negué. – No te preocupes. Nada sucederá. Vuelvo pronto.

No quise contrariarlo y lo deje ir. Pero luego le hice gesto a mi madre de que hiciera silencio y sonrió asintiendo. A ella tampoco le gustaba que Papa se arriesgara así. Carlisle a veces pecaba de ser demasiado confiado.

Me trepe a los pinos y deje que la brisa nocturna me trajera su efluvio dejando un rastro claro. Lo deje avanzar y me fui acercando con cautela, intentando no provocar ningún movimiento que pudiera alertarlo. Mi velocidad facilitaba tal acción.

Al llegar junto al río, me sorprendí no encontrar más pensamientos que los de Carlisle. Pero pronto la brisa me trajo algo del hedor clásico de los lobos. Al otro lado, un Billy Black abrigado y solo se encontraba frente al ancho puente hecho con una sequoia caída.

-Buenos dias, Carlisle!

-Buenos dias, Billy! Me imagine que vendrías solo... Porque estas solo, verdad? – el asintió y sonrió.

-Podríamos acercarnos y hablar mas civilizadamente que gritando en medio del bosque – papa rió por lo bajo.

-No podría estar más de acuerdo.

Ambos caminaron hacia la mitad del puente. Enfrentados, cada uno se sentó a un lado en el centro del mismo, en unas salientes provocadas por unos gruesos nudos del tronco

-Lamento no haber enviado ningún mensaje, Billy.

-Carlisle, estamos aquí y en estas condiciones porque yo también quiero una convivencia en paz. Debes evitar ponerme en apuros al olvidar contarnos que esta sucediendo. Hay incertidumbre entre mi gente y tu actitud solo refuerza sus comentarios.

-A que te refieres con incertidumbre?

-Últimamente hay mucha actividad de los fríos en la zona. Y eso esta provocando que nuevamente la manada comience a formarse. Ya no solo Sam se transforma, también los hombres jóvenes del consejo. Y los adolescentes están mostrando claras señales de que se transformarán, incluso siendo pequeños. Mi hijo es ejemplo de ello. En cuanto se despierte su pubertad, será un hecho.

-Pero nosotros no estamos provocando esto y lo sabes.

-Que hay de tus amigos?

-Ellos comparten nuestro mismo estilo de vida. No cazan humanos. No somos nosotros, Billy

-Crees que sean nómadas?

-Es una posibilidad... – e instantáneamente en la cabeza de Carlisle pude ver su automática idea de que se fueran de los Vulturis. Tal vez estaban monitoreando ya nuestra situación. Esto no era bueno- Debo explicarte... Es algo complicado.

-Te escucho.

-Así como en tu tribu, tu palabra es la máxima autoridad, para mi gente existen leyes que son promovidas y salvaguardadas por una familia real. Representan también la máxima autoridad en nuestro mundo. Y están preocupados por el nacimiento de mis nietos. No debo explicarte cuan especiales son circunstancias que rodean su nacimiento y a sus padres.

-Entiendo... Por lo pronto, veo que has cumplido al decir que ellos son medidos y no provocaran complicaciones – Carlisle sonrió.

-Son unos niños increíbles. Ya hablan unas pocas palabras y se mantienen en pie por si solos. Hoy le dimos su primer alimento normal y diré que fue una experiencia aceptable. – decía Papa mientras sonreía al evocar la tarde de ayer.

Billy en su cabeza gritaba y se preguntaba como era posible que dos niños que habían nacido hace un mes hablaran y caminaran? Quería respuestas pero su rostro incólume solo asentía en silencio. Toda una clase de diplomacia era lo que estaba observando por parte del gran jefe y de la cabeza del aquelarre: dos imágenes diferentes de la misma moneda.

-Crees que pueden ser ellos?

-Si fuera así lo sabrías, ellos si cazan humanos. Lo que debas hacer para proteger a los tuyos hazlo. Y cuanta con nosotros si podemos ayudar.

-Gracias... Es lo que deseaba escuchar. – Papa pareció reflexionar y eso arranco una sonrisa de mis labios.

-Parece que la paternidad se extiende y se muestra de muchas formas diferentes... No lo crees? Yo tengo nietos! Cosa que jamás creí posible. Tú tienes más hijos... Como están los niños?

-Seth es pequeño aun, tiene casi dos años, pero dormía mal y comía poco. El amor de Sarah, mi esposa, lo saco adelante. Leah es diferente. Ella es toda una guerrera y no había llorado en ningún momento. Fue duro al principio. Se aislaba en cualquier lugar de la casa o aquí, junto al río. Adora este lugar! Al principio la dejaba y luego opte por seguirla y sentarme en silencio junto a ella. Me llevo 3 semanas que se acercara a mi y finalmente llorara en mis brazos reconociendo que los extrañaba. – Y los ojos de Billy se pusieron brillantes – Mi hermano era un gran hombre y había elegido una gran mujer como esposa. Sus hijos no son más que su reflejo y su extensión. Si hubiera sabido que tendríamos mas hijos de esta manera, nunca lo hubiéramos deseado tanto. Pero los amamos y le daremos todo lo que podamos. Son nuestra sangre y los cuidare con mi vida si es necesario.

-Te entiendo. Piensa que mis hijos no llevan mi sangre, pero daría mi vida por ellos sin dudarlo un segundo. Edward es mi primer hijo y me siento orgulloso de el: increíble que haya podido concretar cosas que nunca imaginaríamos.

-Eres un frío extraño, Carlisle! Hasta podríamos ser amigos, no crees? – ambos hombres se miraron y se rieron.

-Pues creo que ese camino ya esta transitado, Billy! Yo te considero un amigo desde la noche que te impusiste a los tuyos y permitiste la transformación de Bella. Así es como estamos aquí: Bella se transformo en mi hija, dos maravillosos seres semihumanos habitan esta tierra y mi familia tiene alegría. Nunca olvidare esa noche. Lo mismo que la noche de la firma del tratado. Días especiales bajo la luz de la luna.

Ambos se rieron y se pusieron de pie. Extrañamente se acercaron a darse un abrazo fraternal y se despidieron. La coexistencia es posible siempre que haya voluntad. Tal vez, un ejemplo digno a seguir y una enseñanza esencial.

Carlisle camino decidido y a un paso demasiado normal, pasando a unos 10 metros de mi posición muy alta en un pino. En su mente su pensamiento fue claro: "Baja ya de allí, Edward. Y no creas que no te sentí. Vamos, debemos volver a casa" Mi padre! El siempre un paso adelante!

Lo alcance en segundo y me miro con una sonrisa. Jugamos empujándonos y corrimos a toda velocidad de vuelta a la casa. No compartíamos momentos como estos juntos hacia ya muchos años!

Podíamos decir que con los Quileutes no habría problemas. En realidad los problemas eran otros: había merodeadores, nómadas o no en las cercanías. Y nosotros aun no habíamos cruzado su aroma o hubiéramos seguido el rastro.

Nuevamente reunión familiar en la casa, aunque esta vez solo éramos los Cullen. Todos se miraron preocupados ante las novedades, y a su vez tranquilos porque con los vecinos estábamos en paz.

Los Denali y Eleazar ingresaron a la estancia en ropa de caza, elegantes y bellos con los ojos mas dorados que nunca. Teníamos un momento relajado cuando Alice perdió su visión y algo de su equilibrio.

Jasper tomo a su mujer de la cintura mientras ella parecía estar absorta en algo y eso llego a mi mente con gran fuerza. La imagen era vertiginosa e inquietante. La paz parecía terminar. Ella volvió en si, sosteniéndose con fuerza de la mano de Jasper cuando me miro, alarmada.

- Ellos vienen Carlisle. Aro viene hacia aquí! Los otros también! –dijo Alice, alarmada. La automática respuesta de todos fue girar a mirar a Eleazar, quien mostraba la misma cara de asombro y preocupación que el resto.

-Juro que no tengo nada que ver con su repentina llegada.

-No? Es solo una gran casualidad, verdad? O tu no estas aquí en parte porque el te lo pidió? – dijo Bella, elevando la voz. Tome su mano para calmarla un poco. No era bueno que un neófito se alterara.

-Bella... es verdad! Puede ir cualquiera de ustedes a mi cuarto a buscar las hojas de mi informe. Aun no lo he terminado! – Jasper en segundos subió y bajo con las hojas en la mano, mostrando la evidencia.

-Pero existen los teléfonos, Eleazar! – cuestiono Bella, furiosa. Eso era algo irrefutable.

-No! Que Edward busque en mí... Juro que no he hecho nada. Es más! Si lo analizan, para que Aro este aquí, debió haber salido de Italia hace bastante! Tal vez, el ya estaba en camino cuando hablo conmigo...

Su voz se fue apagando y se congelo un segundo, girando sobre sus pies y mirando la claridad de la ventana. En su cabeza las ecuaciones no cerraban y era verdad. El no había hablado con Aro. Todo era un gran examen, inclusive para el. Una trampa para observar nuestra reacción y la de los Denali.

-Por que Aro querría ponerte a prueba, Eleazar? Creí que a pesar de todo, el lazo formado por el pasado era inquebrantable. Una cuestión de honor y respeto más allá de cualquier acuerdo.

-No lo se... Jamás he faltado a su confianza o a mis votos de confidencialidad! He aceptado este estúpido pedido para tratar de protegerlos... –e hizo un silencio breve girando sobre sus pies y mirándome a los ojos - Y el lo sabia! Sabía que yo aceptaría para cuidar que nadie los ensuciara. Y quiere verlo con sus propios ojos... Pero por que? Por que ahora?

Y los interrogantes seguían, pero la verdad era que Alice afirmaba que en dos días llegaría la comitiva. Debíamos estar preparados para lo peor. Y así y todo no sabia que podía ser lo peor... Morir?

Los ánimos estuvieron enardecidos por el resto del día, y el nerviosismo era obvio en el ambiente. Bella me pidió tiempo para nosotros así que dejamos un beso a los niños y quedaron bajo el cuidado de su abuela y de sus tías.

Volvimos a la cabaña a paso humano. Al cruzar la puerta, Bella observo el lugar como si estuviera despidiéndose. Acaricio las paredes y cada una de las cosas que adornaba el lugar. Subió las escaleras y se paro frente a la ventana que daba al exterior. En el mismo lugar donde se había parado la primera vez que llegamos casados a esta casa.

Elevo las manos y tapo su rostro para llorar desconsoladamente. Me acerque a ella y la abrace porque si hay algo que no podía soportar era verla sufrir. Giro sobre sus pies y se aferro a mí, recostando su rostro en mi pecho. Sus palabras sentidas y en susurros calaban lo mas profundo de mi ser.

-Por que, Edward? Por que nuestro sueño y nuestra felicidad siempre tienen que ser interrumpidos? Es que ya no hemos pagado suficiente precio por amarnos?

Y sin decir una palabra lo único que pude hacer fue zambullirme en su boca con furia y lleno de pasión. Mordí sus labios, su rosa boca que era mía, para llenarme de sensaciones, de su perfume... de su sabor.

Nos arroje en la cama y destroce su ropa. Ella entendió mi desesperación, mi voracidad por su contacto y me imito. Y así envueltos en la demente vorágine de tocarnos, de conectarnos piel contra piel, nos amamos con todo lo que teníamos y con todo lo que éramos.

Mis toques frenéticos sobre su cuerpo, sus gemidos y sus gritos provocados por mis embestidas devastadoras, por el toque de mis manos que estrujaban sus senos y sus muslos que me rodeaban enloquecedoramente... Toda la energía y la explosión de nuestro amor en su máxima expresión y elevados a la enésima potencia que se incineraban...Nuestras bocas y nuestras lenguas que se consumían en este fuego... Solo eran un mínimo intento por apaciguar nuestra angustia y nuestra impotencia ante los tiempos que se aproximaban.

El orgasmo mutuo alcanzado entre respiraciones agitadas y gritos que mitigaban la indignación nos dejo caer abrazados sobre la cama, enredados todo lo que podíamos para recuperar el aliento innecesario pero que era parte de nuestra demostración de amor.

En total silencio, aferrados lo más fuerte que podíamos sin lastimarnos nos quedamos así por largo rato. El tiempo, que no tiene la menor importancia a lo largo de la inmortalidad, hoy contaba los segundos.

Volvimos a la amorosa calma de siempre enlazados y entre candidos besos. La noche avanzaba y la candidez se convirtió en pasión otra vez pero esta vez para hacer el amor con lentitud y con disfrute. Sin decirnos nada, y ante la incertidumbre, no sabíamos a ciencia cierta cuando volveríamos a tener un momento de intimidad.

Así que estos preciados momentos intentaban convertirse en adorados recuerdos para rememorar dentro de muchos siglos por delante o, tal vez, si teníamos otra oportunidad, para cuando volviéramos a encarnar al buscarnos y amarnos una vez mas.

Hola!

El panorama en la Casa Cullen va tomando otros tonos: De las escenas tiernas pasamos a reclamos y discusiones en la familia. Se avecinan tiempos dificiles? Ustedes que creen? Los Vulturis finalmente vienen de forma que solo ellos saben hacerlo: haciendo que quienes los esperan desesperen...

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.. Nunca nos cansaremos de decirles gracias.

Esta semana fue dificil. Estaban publicando nuestra primera historia en una pagina sin creditos y no querian retirarla, asi que este capi va dedicado a Patito de "El Club Anti-plagio" que nos aviso y nos ayudo. Lo agradecemos de corazon. Asi que este capitulo va dedicado a ella. Gracias Patito!

Bueno, les dejamos un gran abrazo, que tengan un gran finde y si Dios quiere, nos leemos el viernes.

Besos

Micky y Alice