Cap 22: Eterno Amanecer

CAP.22 – SALIENDO DE LA OSCURIDAD

Edward POV

Si alguna vez creí que sabia lo que era el infierno, estaba equivocado. Si alguna vez me sentí solo, hundido en el abismo del ostracismo, acosado por los fantasmas de la abstinencia de sangre humana, por la falta de alguien que le diera un sentido a mi razón de pisar esta tierra... Nada, absolutamente nada podía tener comparación a como me sentía en este momento.

Al llegar mi padre me encontraba totalmente noqueado, nublados mis ojos por las lagrimas, embebido en su sangre y sosteniendo su mano. Carlisle me tomo de los hombros y me aleje de ella para abrazarme a el. Creo que era la primera vez en la vida en que me refugiaba en sus brazos para buscar alivio. Respire profundo y el acaricio mi cabeza.

-Hijo... Debes ser fuerte! Todo se compondrá! Ella estará bien! Por favor... – y levante mis ojos para mirarlo

-No me mientes?

-Edward, de que serviría mentirte? Jamás lo he hecho, no tengo por que empezar a hacerlo ahora. Escucha Edward... Su corazón late fuerte, rápido. Esta ocurriendo. Ella esta cambiando! Solo debes tener paciencia.

Y baje la cabeza. Paciencia... Como podía tener paciencia? Pase mis manos teñidas de sangre por mi cabeza y olía a ella en cada uno de mis poros. No quería deshacerme de su olor, de ese aroma que casi me había hecho flaquear en su momento y que luego fuera lo único que necesitaba para existir, para seguir...

-Debemos limpiar aquí... – dijo mi madre apareciendo por la puerta - Porque no vas a cambiarte? Debes...

-No, ayudare primero y luego me cambio... Estoy bien - y ella asintió

Carlisle abrió la ventana para que la brisa del bosque limpiara el viciado aire de la habitación. Se acerco a la camilla para trabajar en el cuerpo de Bella, acomodándolo y retirando todo lo manchado, mientras yo trataba de colaborar. Vino a mí el recuerdo de la noche en que mi madre llego a nuestras vidas. Recordé como le había preguntado a mi padre si estaba loco al llevarla a la casa. Quien era más loco ahora?

Un gran bote de basura metálico fue puesto afuera y todo lo cubierto de sangre fue dejado allí para incinerar. Su ropa, todo lo que cubrió a los bebes, mi camisa... En otro recipiente lleno de alcohol se fue poniendo el instrumental utilizado y el otro también. Todo debía quedar sin macula.

Retirar la sangre del piso fue bastante complicado. Gran parte se había coagulado y el suero hacia flotar las manchas oscuras y gelatinosas, haciendo difícil su remoción. Cubos de agua, trapos y trapos llenos de lejía hacían picar mi nariz. Papa arrojo un fósforo al cubo y todo ardió así como ardía mi interior, lleno de frustración y de angustia... de desesperación.

Mi cabeza bloqueada, lo único que hacia era pensar en ella: en que oscuro abismo estaría quemándose mi Bella? Su silencio, su quietud y yo sin poder ayudarla... sin poder rescatarla.

Hubiera preferido mil veces que saliera de su inconsciencia y gritara, se quejara... Por lo menos podría mirarla y sostener su mano para ayudarla a sobrellevar consumirse en la hoguera que significaba nacer a esta existencia.

Cuando el cuarto quedo en orden, Alice entro con una fuente con agua, toallas, y ropa. Seguramente para asearla. Insistí que quería hacerlo pero ella tomo mi mano y me miro con una sonrisa. En mi cabeza se formo una imagen, algo que llegaba desde la de Alice, y el solo verla traía algo de paz a mi mente.

-La he visto, Edward! Ella vuelve a estar con nosotros! Contigo! – y apreté su pequeña manito que me facilitaba este bello regalo.

-Como no pude verlo antes?

-Parecía que estabas en otro mundo, no me extraña! Pero la ves? Tan hermosa!

-Ella siempre lo ha sido

-Pero ahora lo será mas!

En el pensamiento de Alice se veía a una Bella esbelta, alegre con una palidez resplandeciente que haría a las estrellas desvanecer. Reía junto a mí en el bosque, feliz...

-Ve a cambiarte, Edward. Yo terminare aquí con Carlisle. Además, debes ir a ver a tus niños... - y algo dentro de mí se sacudió. Me dio temor – No, Edward! Cuando los veas te enamoraras de ellos tanto como lo hará Bella! Son maravillosos! – y su sonrisa fue tal! Aunque solo pude ver una breve imagen de ellos en su cabeza.

-Por que...

-No, flamante Papa! Debes hacerlo por ti mismo!

Antes de salir del cuarto bese la frente de Bella que estaba fría como el hielo. Eso me dejo sin palabras. Subí lentamente la escalera y al entrar a nuestro cuarto me inundo la desazón. Como haría para caminar esta casa nuevamente si ella no estuviera? Pero no, debía ser positivo. Todo saldrá bien... saldrá bien...

Deje el agua correr sobre mi cuerpo. Tire lo que quedaba de mi ropa y mis zapatos por la ventana hacia el cubo, en el que aun seguían ardiendo los restos manchados. Me senté desnudo en la cama y me hubiera gustado poder dormir. Cuanto me hubiera gustado! Aunque sabia que sin ella me hubiera sido imposible.

Tome del armario ropa que sabia que a Bella le gustaría: un pantalón gris, una camisa azul claro. A ella le quedaba hermoso el azul! Me disponía a volver a su lado cuando una fuerza magnética me arrastro a la habitación contigua. Los niños estaban allí. Escuchaba sus gorjeos simpáticos y tiernos.

Cruzar la puerta fue toda una experiencia: Ahí estaban los dos, sentados en la enorme cuna con sus ojitos vivaces, muy enfocados en mí.

Un "Hola, hijos" se escapo de mi boca sin pensar. Y automáticamente en sus caritas se dibujo una enorme sonrisa, que provoco la mía inmediatamente. Me fui acercando tímido, cuando sin salir de mi asombro, pude ver como ellos tomaban los barrotes de la cuna y se ponían de pie. Mire a Rose y a Esme en un rincón, que acomodaban pañales y ropita en los cajones en una cómoda blanca y respondían a mi sorpresa con una sonrisa. Esme me animo con un gesto a que me acercara más. Y allí estaban ellos estirando su manita hacia mí.

-"Hijo, no tienes idea de lo especiales que son! Ninguno de nosotros estaba preparado para esto. Pero no quiero que veas esto en mí. Quiero que lo vivas y lo disfrutes! Adelante!" – me alentaba mi madre en sus pensamientos. Y un fervor efervescente surgía en mi interior: ansiedad, curiosidad, increíble la cantidad de sensaciones diferentes.

Mire a Renesmee y encontré en ella los ojos de su madre. Gracias a Dios por ello! Y en Tony, los ojos de la mía... Gracias por eso también! Eran una mezcla tan hermosa de ambos! Los miraba y no podía aceptar aun que eran nuestra creación... nuestro legado.

Llegue junto a la cuna y ambos se rieron, esas voces inocentes y de campanitas que todos amamos en los bebes. Y su corazón, latía fuerte y rítmico uno haciendo eco en el otro.

Me incline dentro de la cuna y los tome a ambos, cada uno se apoyo en mis hombros y se acurrucaron bajo mi barbilla. Algo que también hacia su madre a menudo. Mi corazón debió latir porque ese solo segundo me lleno de amor, de dicha, y me completo de una forma que jamás lo hubiera imaginado.

Renesmee se enderezo y puso su manito en mi mejilla. Al instante la imagen de Bella demacrada, sudorosa y quebrada apareció en mi mente. Mire a Mama maravillado y ella asintió con su cabeza. Mi hija tenía un don! Rosalie negó sonriente, y solo pudo decir:

-Otra vez... Verdad, pequeña? Ella lo único que hace es preguntar por su madre – y sonrió.

-Oh, hija... Mami se esta curando. Y no podrá estar con nosotros por unos días. Lo siento! Pero todavía no podemos ir a verla. Confías en mí? Prometo que en unos días podrás hacerlo. – y ella sonrió. Volvió a poner su mano en mi mejilla y en su cabeza respondió "Si, Papi". Y le di un beso en su mejilla regordeta para que luego volviera a apoyarse en mi hombro.

Trate de hacer contacto con Tony pero estaba adormilado. Eso también me fascino. Rosalie se acerco a tomar a Renesmee y la dejo en la cuna. Ella se acomodo pero estiro su manito hacia mí. Tony se había dormido completamente y su boquita de rosa resoplaba levemente en mi cuello. Tome una silla y me senté junto a la cuna. Acerque mi mano y Renesmee tomo mi dedo, para luego cerrar sus ojitos y dormir. Su primer pensamiento fue su mama, luego fui yo mientras extendía mis manos para sacarla de Bella y por ultimo, cuando entre en la habitación hace unos momentos. Después fueron colores rojos y purpúreos, hasta que su manito resbalo cayendo sobre la almohada.

Tome a Tony y lo acune en mis brazos. Su cabello era igual al de Bella, de un delicado castaño, y suave como la seda. Dormía tan placidamente! Pero llamo mi atención que no podía ver que soñaba o que pasaba por su cabecita. Lo acerque a su hermana, los arrope y ellos automáticamente se tomaron de la mano.

Me senté una vez más a observarlos. Estaba absolutamente subyugado por mis niños: por su belleza, por su inocencia... Y aun me costaba entender como todo lo que una vez creí que perdía cuando morí de fiebre en 1918, el destino se había encargado de darme.

Este regalo maravilloso que había recibido me demostraba que nunca debía perder la fe y que siempre hay algo más grande que nosotros: era hijo gracias a Carlisle y Esme; era Padre gracias a Tony y a Renesmee; y era esposo gracias a que Dios había cruzado en mi camino a Bella. Y aunque no en el completo sentido de la palabra, también era soldado, porque pelearía por mi familia, por la propia y por los Cullen ante cualquier peligro, ante cualquier amenaza.

Me incline sobre la cuna, bese la frente de cada uno y baje rápidamente para volver junto a ella. Cuando entre la habitación era otra y su apariencia también. Mi dulce princesa yacía inmóvil y fría ataviada en un bello vestido azul. Alice había peinado su cabello y había puesto unas hermosas sandalias bordadas en sus pies.

Pero mas allá de eso había algo inevitable: ella parecía muerta. Eran visibles mis marcas en su cuello, sus brazos y en sus piernas. Su cabello lucia opaco y deslucido, y su cuerpo yerto estaba cubierto por el vestido para que no pudiera observar su esqueleto a flor de piel, su vientre destrozado, su pecho hundido... Me sentí en la capilla ardiente de Julieta mientras yo era Romeo, a la espera de que el famoso veneno hiciera pronto efecto en mi. Pero ni ella despertaría enseguida ni yo podría morir.

Tome una silla y la acerque. Simplemente me senté a tomar su mano y a contar los latidos de su corazón. Intentaba bloquear todos los sonidos de la casa y hundirme en un absoluto silencio para ver si podía captar los cambios en su cuerpo: sus huesos sanar, su piel cicatrizar... Me incline sobre su mano y la bese.

Susurre junto a su oído palabras de aliento que sabia que era muy probable que no escuchara. Todavía no habían pasado 36 horas. No lo haría hasta casi finalizar el proceso. Recordaba que al principio en lo único que podía pensar era en el dolor y en el fuego. Me angustiaba que no gritara, que no hablara, ni se moviera. Eso me volvía loco.

Así llego el amanecer y se habían cumplido las primeras 48 horas. Rosalie entro en la habitación con una sonrisa. Acaricio mi hombro y susurro "Los niños preguntan por ti". Y eso me desconecto por un momento del lazo imaginario que mantenía con Bella. Rose se sentó en mi lugar y acaricio su mano.

Cuando entre en la habitación, mis niños estaban de pie, sosteniéndose de la baranda de la enorme cuna y saltaban al verme. Ellos cambiaban mi mundo y lo ponían de cabeza. Me recordaron a cuando recién iniciaba mi relación con Bella y no veía la hora de llegar a la casa de Chicago.

Esme estaba conmigo y aprovechamos para darles de comer. Por ahora, solo sangre era lo único que aceptaban en el biberón. Pero Papa ya me había advertido que buscaría alternativas para que también adquirieran gusto por la comida común, y así pasar más desapercibidos entre los humanos.

Saque de la cuna primero a Renesmee, la bese y ella no perdía ocasión de preguntar por Bella: "Con suerte, mañana cielo! Esta bien?" Ella asentía y me decía mentalmente "Si, Papi... pero... Mami" Me asombraba que ella me entendiera tan bien. Solo tenían dos días de nacido! Se la pase a Esme y aplaudió al ver el biberón.

Tome a Anthony y lo bese también. Golpeo con ambas manitos mi rostro y no pude evitar sonreír. De pronto algo cambio y en mi cabeza escuche "Papi! Papi!" y lo acurruque en mis brazos, mientras me sentaba a darle de comer.

Dios! Quien iba a decir que yo iba a estar haciendo esto! El miraba mis ojos fijamente y en mi mente llego también otra imagen: primero yo tomándolo al salir de Bella y luego ella en su último esfuerzo por sonreírle. Y luego... nada. Tal vez el también tenia un don... Tenia la posibilidad de controlar que me mostraba y que no? Eso seria increíble!

Carlisle entro a la habitación con una sonrisa, su maletín y dispuso sobre el cambiador una balanza. Parece que era hora de la cita con el doctor.

Lo observe como midió, peso y ausculto a cada uno. Ellos se portaron muy bien y parecían entender que su abuelo necesitaba hacer eso. Al concluir, los dejamos en la cuna y ellos se tomaron de las manos y comunicándose a su manera. Verlos solo me hacia sonreír.

-Edward... – y rápidamente me saco de mi burbuja – Te das cuenta lo que sucede con los niños, verdad?

-Si, ellos actúan como si tuviera meses? – y la preocupación cambio mi humor, invadiéndome rápidamente.

-Si, tal vez mas. Biológicamente son sanos, pero han crecido en tres días lo que a los humanos les lleva meses.

-Físicamente, ellos están bien...

-Si, son perfectos. Se alimentan bien, sus pulmones y corazón están perfectos, buenos reflejos, todo excepcional...

-Hasta que llegamos a su crecimiento.

-Si. Supongamos que algunas cosas de la referencia en el libro son... verdad

-Bueno, ellos realmente son especiales, Renesmee tiene un don y Tony aun no estoy muy seguro. Por lógica y según lo que habíamos leído, su crecimiento se debe a que ellos deben mantenerse naturalmente solos, alimentándose de lo que cacen... no? Eso es básicamente lo que el relato decía.

-Si, y en ese aspecto es correcto. Mi preocupación es como haremos para que ellos se abstengan a salir a cazar.

-No, papa... No creo que sea para tanto. Ellos no son como los niños inmortales. Simplemente debemos enseñarles que es lo que esta bien y lo que no. Son muy inteligentes.

-Si, realmente lo son! – dijo Carlisle sonriendo, mientras miraban a los niños reír, sentados en la cuna y tomados de las manos, como si se estuvieran contando cosas.

-Imagino que estas tratando de determinar un patrón...

-Si, haremos una evaluación dos veces al día. Ellos parecen saber incluso que vengo a eso. – y giraron sus cabecitas para mirarnos a ambos y sonreír. Edward los escucho y rió.

-Pues, interesante es que se preguntan quien eres. Renesmee quiere saber pero veo que Tony esta de acuerdo con ella en lo mismo. Saben que tu nombre es Carlisle – y el rió

-En serio? – se acerco a ellos y les acaricio la cabeza – Pues yo soy el abuelo. Y Esme – que los miraba embobada – es la abuela. Así que, también se portaran bien con nosotros y harán caso... verdad?

Tony pareció negar con la cabeza mientras Renesmee asentía. Y todos estallamos en una carcajada que ellos imitaron, con sus risitas de campanas de cristal.

El gran reloj de péndulo sonó e hizo eco en la casa. El cantaba las horas para mi... 60 horas. Sesenta malditas horas en que no sabía que sucedía con Bella. Tenia la esperanza que a medida que se acercaba el plazo para su despertar, pudiera empezar a escuchar su mente. Pero nada sucedía! Frustración, frustración, frustración... El único momento en que no me asaltaba era cuando estaba con los niños.

"Edward, ya falta menos. La veo, Edward... es maravillosa! Mañana, hermano, mañana. Ya falta menos". Y fueron las palabras mas fabulosas que pude escuchar en mi mente. Me acerque a la cuna, deje un beso en la frente de cada uno cuando antes de salir, Anthony envió un mensaje a mi cabeza: "Papi... Mami viene". Me gire sobre mis pies y lo mire. Lo suyo fue una afirmación no una pregunta. Y no era un pensamiento aislado, era un comentario para mi. El sonrió y levanto sus manitos hacia mí. Lo tome de la cuna y lo abrace.

-Si, hijo... Mami llega en horas! – Y me sorprendía y me conmovía al mismo tiempo – Necesito saber mas de ti... Aprende pronto a hablar pues necesito saber como es que haces eso! – el se rió y con ambas manitos golpeo alegremente mi rostro.

Hola!

Aca avanzamos con un nuevo capi! Y vemos como estos babies se meten a todo el mundo en el bolsillo, mientras esperamos que Bella despierte. Ademas de cuan nuevo es para Edward este papel de Papa... no?

Otra semana sin contestar reviews (Perdon, perdon!) pero ha sido corta... como publicamos el lunes! Pero bueno, preferimos avanzar con la historia y cumplir con nuestra entrega semanal

Gracias por sus reviews a Katty,Yane Cullens, JOSELINA, Rosi22, RAKL Gt, Soniard (Gracias por la bufanda virtual!), lari1320 (Hola Panama!), tayloves,zujeyane, CindyLis (hoy puede que te tomes esa copa), (queridisima amiga y colega!), Azules bravo, LauraECS (que haya salido todo bien en los estudios) y a todos aquellos que nos leen silenciosamente... No nos cansaremos nunca de decir: GRACIAS!

Esperamos les guste esta entrega, los esperamos para la proxima!

Desde el helado Buenos Aires, besos y abrazos... BUEN FINDE! Diviertanse!

Micky y Alice

PD: Gracias Andre Ruiz! Besos