Cap 12: Nuestro Destino Es Estar Juntos

CAPITULO 12: CARA A CARA…DE NUEVO (NARRADO POR CAROLINA)

Un escalofrio recorrio mi espalda lentamente, enseguida comencé a temblar. Atemorizada introduje torpemente la mano en el bolsillo de mi chaqueta y aferre mis dedos a el frasco de gas pimienta que llevaba siempre, abrace con mas fuerza a Perla, y reanude mi caminar, esta vez acelere el paso. De repente, un sonido alarmante llego a mis oídos, era el sonido de las hojas secas crujir bajo pisadas, lo que me aterraba, era que estas pisadas no eran mias y se escuchaban cercanas. Acelere el paso aun mas, casi trotaba; las pisadas continuaban, y habían acelerado el ritmo igual que yo. El pánico comenzaba a tomar mi ser, el sonido aumentaba tras de mi. Sin darme cuenta, comencé a correr. No sabia en que dirección iba, solo sabia que queria escapar de ese sonido infernal que me atemorizaba.

Exhausta y fatigada, aminore el paso hasta detenerme y agudice el oído. Nada. No escuchaba absolutamente nada. Mi tranquilidad no duro demasiado, cuando a los pocos minutos, los pasos volvieron, mas cercanos a mi.
¡Dejanos en paz!- grite agitando el gas pimienta- ¡¿Que quieres?!

De entre es espesor de los arboles y las oscuridad, surgio una figura, algo fornida pero baja, la cual avanzo lentamente. Coloque el gas pimienta frente a mi, esperando el momento de usarlo, si seguía acercándose; al no detenerse, me dispuse a accionar el botón que arrojaría aquella sustancia ardiente a sus ojos.

De repente, sentí un dolor agonizante en la espalda. Era el de una daga enterrada en ella; gire lentamente, para encontrarme aterrorizada, con el rostro espantoso de Laurent. La otra figura avanzo sin recelo hacia mi, hasta que pude verle la cara.
M.-Mike- susurre, comenzando a debilitarme.

En mis brazos, Perla lloraba.
Que hermosa niña- susurro Mike en mi oído- lastima que jamas te volverá a ver

Al decir esto, arrebato a Perla de mi manos debiles y Laurent saco el arma de mi espalda.
¡No!- trone- ¡Perla no!

Quise luchar, quise defenderla, quise…quise…quise ser útil. La sangrante herida de mi espalda me obligo a caer sobre la hierba, sin poder hacer otra cosa que respirar con dificultad. Si no actuaba pronto, eso también dejaría de hacerlo. Todo se torno borroso, roce mi espalda y toque el liquido tibio que brotaba, quise llorar. Perderia pronto la conciencia, estaba segura.
Lo siento Familia- pensé con las gotas salinas deslizándose por mi mejilla- les he fallado, jamas los olvidare. Te amo Jacob.

Cerre los ojos debilitada, si nadie me encontraba, la sangre saldría de mi cuerpo hasta la ultima gota. ¡Auxilio!.

PARTE 2 (NARRACION DE BELLA)

ANGUSTIA LATIENE

Habia sido un dia refrescante para mi ¡Al fin! estoy en casa; he vuelto a ver a todos, han vuelto a abrazarme, y he recuperado el rosa suave en mis mejillas. Lo único que hacia falta para que mi dia fuera perfecto, era volver a ver a mi hermanita y el tener de nuevo a mi bella hija entre mis brazos. Observe el reloj de pared, marcaba las 11:20 pm y Carito no llegaba. Comence a preocuparme.
No contesta su celular- dijo Alice, sentándose a mi lado. La preocupación afloraba en sus ojos
Tranquilizate Alice- susurre- quizá no ha vuelto de la push

Por desgracia, yo misma no escuchaba mi consejo, pues aunque queria creer eso, tenia los nervios a flor de piel, Edward avanzo hacia mi y tomo mi mano. El timbre rompió repentinamente el silencio que reinaba hasta el momento; me levante inmediatamente y abri la puerta.
¡Jacob!- solte sorprendida

Este, se adelanto y me abrazo con fuerza. No correspondi a su abrazo, no porque no quisiera hacerlo, sino porque no podía moverme.
¿No te alegra verme?- interrogo con la voz impregnada de tristeza
¡Claro que si Jacob!- exclame abrazandolo- solo que, me extraña verte aquí
¿Por qué?
Crei que estabas en la push con mi hermana

Al decir esto, su sonrisa desaparecio instantáneamente.
¿Cómo? …¿no esta aquí?- pregunto- ella partio hacia aca hace dos horas.

Mi corazón se paralizo ante estas palabras, o al menos eso sentí. La angustia latia en mi garganta, no sabia si queria llorar, o gritar, o correr por todo el bosque y la carretera para buscarlas. Alice se levanto del sillón inmediatamente, con Edward a su lado.
¿ Y que demonios hacemos aquí todavía?- interrogo Alice, con un fuerte todo de voz

Corrimos hacia los autos, Jacob se negó a entrar.
Yo me adentrare en el bosque- anuncio

Asenti, con los ojos aguados. En alguna parte de este frio y oscuro lugar, estaban mi niña y mi hermana. Mi corazón palpitaba a mil por hora, sentía el peligro asechando.