Cap 7: Breathe Me

Capítulo VII

El llanto de Claire hizo que diera un salto en mi cama por el susto, colocándome mi bata en el camino corrí hacia su cuarto; y al llegar con cuidado la tome entre mis brazos.

— ¿Qué sucede chiquitina? —susurre besando su carita roja por el llanto. —Debes tener hambre, es eso ¿verdad? —le sonreí acariciando su mejilla.

Claire gorjeo como si supiese de lo que le hablaba; era tan preciosa.

—Puedes cargarla mientras le preparo su biberón.

— ¿Cómo? —Murmuro sorprendido— ¿Cómo sabías que estaba aquí? , no he hecho nada de ruido y no te has volteado.

—Llámalo intuición. —dije mientras le pasaba a la bebé que se encontraba risueña.

No es intuición Edward quise gritarle, es que estoy tan enamorada de ti que siento tu presencia antes siquiera de que hables y reconozco tu olor a vario metros.

—Nunca entenderé a las mujeres, son tan raras.

Negué con la cabeza sonriendo. Eche seis onzas de agua en el biberón y vertí seis tapitas de leche y tres de crema, lo tape y batí con fuerza. Luego comprobé la temperatura y si salía bien por el chupete.
—Parece como si llevaras toda una vida preparando biberones.

—No es nada de otro mundo, Edward—le pase el biberón—Siéntate en la mecedora coloca la toallita bajo su mentón para que no se ensucie y coloca el biberón en sus labios.

Gruño murmurando bajito. —No soy ningún tonto, Bella—espeto.

—Lo sé, pero no esta demás decirte como colocar su biberón para no provocarle gases, recuerda que el chupete debe estar lleno de leche sino le da cólicos.

—Sí. —murmuro colocando con cuidado el biberón en los labios de la bebé que succiono con una fuerza increíble, tenía buen apetito la pequeñita.

—Ya se esta durmiendo. —comente al verla cerrar poquito a poco sus ojitos.

—He visto en la televisión como se le sacan los gases, así que ahórrate tu charla. —dijo grosero.

Su mueca de disgusto me partió el corazón, parecía que mis consejos no eran bien recibidos y le molestaban. Me entristeció de sobremanera la manera en que se comportaba conmigo cuando lo único que yo quería era trabajar en pareja.

—OK—susurre a pesar del nudo que se había formado en mi garganta—Buenas noche—murmure bajito después de besar la frente de Claire.

Al cerrar la puerta de mi recamara las lagrimas que tanto había aguantado corrieron libres por mis mejillas.

¿Qué le pasaba? ¿Por qué tenía que tratarme tan mal?

Después de que desaparecieran todos los invitados, incluida una malhumorada Tanya; su comportamiento seductor y cariñoso había dado un giro de ciento ochenta grados, soltó nuestros dedos entrelazados y alegando una jaqueca se retiro a su habitación sin tan siquiera un beso de buenas noches.

Y ahora con sus palabras groseras, me estaba confirmando que los besos y el supuesto ataque de celos no significaban absolutamente nada, por lo menos para él.

Me encontraba cansada, un día él se mostraba encantador; y al otro día frío y distante como si solo mi presencia le molestase. Lo único que yo deseaba es que me quisiera por lo menos un poco, sabia que es casi imposible que me sea reciproco todo mi amor por él, pero por lo menos pedía ser respetada y tratada como lo que era su esposa.

—Buen día Brady—acaricie su cabello.

—Buen día Bella—respondió vaciando rápidamente su jugo de naranja—Más tarde llega mi tutor, empezaremos por matemáticas—refunfuño.

—Las matemáticas no son tan difíciles, ya veraz que poco a poco te irán gustando.

Me miro como si estuviese chiflada.

—No creo que me gusten jamás, pero si no las aprendo no podre ser ingeniero agrónomo.

—Hola—grito Jane sobresaltándonos— ¿Cómo amanecen? —inquirió alegre besando la mejilla de Brady que se ruborizo en segundos.

—Eh…tengo que irme—susurro el chico apresurado y salió del comedor como si lo estuviesen persiguiendo.

—Parece que no le caigo bien a mi sobrino

—No es eso, creo imaginar que es. — le respondí con una sonrisa — ¿Qué te trae por aquí tan temprano?

—Mira—movió unas preciosas invitaciones sobre mis ojos—Ya están listas, son los mismos colores que utilizamos en la boda.

Ver aquella farsa bajo los pocos ánimos que tenía.

—Creo que no es una buena idea hacer la fiesta.

La cara de Jane se desencajo. — ¿Por qué?

—No es una buena idea. —volví a repetir cabizbaja.

—Es una idea estupenda Bella, nuestras madres están tan contentas. Dime acaso tienes problemas.

Asentí.

— ¿Es por culpa de esa zorra cierto? La voy a matar—espeto furiosa.

—Ella tiene mucho que ver, pero no es el motivo principal de todo esto.

—Ya sé… es el sexo—dio un gritito—Yo no soy una experta en la materia pero te dará unos consejitos; debes tomarlo por sorpresa—aplaudió soltando una carcajada—Espéralo desnuda en la cama, y dile que te mueres porque te haga el amor…Sedúcelo

—Como tu digas, Jane—murmure sarcástica.

—No te burles Bella—dijo enfurruñada—Seria un estúpido si no se dejara seducir, no debes permití que abandone tu lecho. Bella, no lo permitas por nada del mundo si lo haces esa zorra tomara partida…

—Jane—la interrumpí, pero parecía no escucharme y proseguía con su monologo—Jane—volví a llamarla pero no se callaba.

—Sé una amazona Bella, a ellos eso les encanta, también puedes insinuarle a explorar muchas poses del Kama Sutra seria…

— ¡Ja, el Kama Sutra! —exclame asombrada por las ocurrencias de mi cuñada. — ¿Cómo pretendes que explore el Kama Sutra cuando aún soy virgen en todo el sentido de lo que la palabra conlleva?

— ¿Qué? —el grito de Jane resonó en todo el jardín sorprendiendo a algunos trabajadores.

Golpeé mi frente con mis manos. ¡Oh que estúpida eres Isabella Swan!

—Exijo que me expliques lo que acaba de decir Bella—espeto furiosa. — ¿Cómo es eso de que aún eres virgen? Llevas casi un año casada, están enamorados eso es imposible.

Respire hondo, era la hora de la verdad. —No estamos enamorados, o por lo menos él no. Nuestro matrimonio fue planeado por Carlisle y mi padre a escondidas de nuestras madres, su fin era fusionar ambas empresas y hacer ver a los demás que eso se dio a través de un matrimonio por amor.

—Esto es una locura—exclamo ofendida—No entiendo como han podido hacer esto, si Esme se entera o Renné no quiero ni saberlo.

—Por ellas es que he accedido a esto y porque siendo sincera conmigo misma estoy calada de tu hermano hasta los huesos.

—Bella—susurro Jane suspirando con cara de todavía no poder creérselo. —Todo esto me parece tan complicado amiga, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.

—Gracias—murmure abrazándola, necesitaba tanto de una amiga. —Por favor, no le cuentes esto a nadie te lo suplico.

—No se lo diré a nadie, aunque ahorita quiera matar a mi padre y de paso a Edward por ser tan estúpido.

Al rato Jane se retiro, gracias a Dios olvidándose de la famosa fiesta de compromiso. Por lo menos tenía una persona menos con la que lidiar, faltaban Esme y mi madre a las cuales no les podía explicar porque no quería una fiesta de aniversario de bodas.

— ¿Por qué tenia que ser tan bocazas Bella? —inquirió Edward furioso entrando al comedor.

— ¿De qué hablas?

—Te acabo de escuchar contarle todo a Jane; juramos no decir nada de esto y tú vienes y se lo cuentas a mi hermana sin más.

—Uno, no te permito que vengas aquí y me grites—pinche con mi dedo su pecho. —Dos, yo hablo de este falso matrimonio con quien me de la gana.

—Era un trato. No debíamos decirle esto a nadie, solo quedaría entre nuestros padres y nosotros.

—Pues te aviso Edward, que me vale mierda tu trato—le espete empujándolo para salir del comedor. —Déjame pasar—grite enfurecida.

Aprisiono mis manos entre las suyas y con fuerza me estampo contra la pared más próxima, colocando mis brazos por encima de mi cabeza.

Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, atronando mis oídos. Pensé que iba a salirse en cualquier momento de mi pecho cuando inclino su hermoso rostro para apoderarse de mis labios en un beso posesivo.

Bajo una de sus manos introduciéndola dentro de mi camiseta explorando la piel desnuda, me ruborice al recordar que justamente hoy no me había colocado sujetador, cuando tomo uno de mis pezones entre sus dedos índice y pulgar jugueteando y acariciándolo con maestría una ráfaga de deseo recorrió mi cuerpo produciendo fuego en mi pelvis.

—Tu piel es perfecta, tan cálida—sus ojos verdes llameaban de deseo.

— ¡Edward!

Desabrocho el botón de mis vaqueros soltando la otra mano que aprisionaba las mías, con cuidado bajo lo suficiente el pantalón para introducir su mano en mi feminidad.

— ¡Oh Bella! —Alzo la camiseta para apoderarse de uno de mis pezones, succionaba frenético, mientras con sus dedos realizaba movimientos circulares sobre mi clítoris—Estás tan mojada…

—Yo…Yo…—susurre incoherente sosteniéndome de sus hombros. Ningún pensamiento racional se cruzaba por mi mente. Sólo existía Edward Cullen para mí.

—Agárrate fuerte, vamos amor coloca tus manos en mi cuello.

Así lo hice.

Me cargo hasta una habitación que se encontraba en la planta baja de la casa, a unos pasos del comedor.

—Te deseo tanto Bella—dijo él sacando la camiseta por mi cabeza—Me vuelves loco…



*Mi dirección de blog: http://caralunadc3.blogspot.com

N/A: He tardado mucho en actualizar lo siento chicas, no tengo excusa sólo que he tenido problemas de índole personal y andaba tan liada que no lograba terminar el capítulo. Gracias nuevamente por sus lindos comentarios, los valoro mucho.

(Cualquier sugerencia, pregunta me escriben en el blog)

Besitos,

Luna