Cap 19: Eterno Amanecer

CAP.19 – LA AMARGA ESPERA.

Edward POV.

Permanecía suspendido en mi dolor y en mi angustia. Todo era mi culpa! Si hubiera sido sensato!

Mi esposa, mi compañera, mi mitad estaba en esta situación por mi, porque no había sabido medirme, porque me había dejado convencer y me había rendido a mi humanidad... Había aceptado hacerla mía no solo por sus deseos sino también por los míos... Dios!

Sentí sobre mi mano la suya algo febril que me trajo a la realidad. Al girar a mirarla, me encontré con la profunda angustia y desolación de sus bellos ojos chocolate, inmersos en lágrimas, aguardando la respuesta a algo que no había escuchado. Y la realidad de su mirada perpleja y expectante me sacudió profundamente.

Abandone la silla para arrodillarme a sus pies y abrazarla. Sus pequeños brazos rodearon mi cuello, escondiendo su carita bajo mi barbilla, besando mi cuello amorosamente. Acaricio mi cabello y se apretó a mi.

Ella me consolaba? Ella que era la que pagaba las consecuencias de mis errores y mi falta de criterio? Como podía ser tan fuerte? Como podía ser tan valiente?
Para cuando nos separamos un poco, una leve sonrisa asomo de sus labios y beso los míos. Limpie sus ojos con mis pulgares y deje suaves besos en sus mejillas. Me puse de pie y me volví a sentar. Ella extendió una mano y tomo la mía fuertemente. Para entonces, mi madre y mis hermanos habían ingresado a la habitación. Me sentía tan asustado! Lo único que hice fue apretar levemente su mano entre las mías, cerrar los ojos un instante y respirar profundo, como si la inspiración y el oxigeno en mis pulmones sirviera para algo. Pero por lo menos, me daba los segundos necesarios para volver en mis cabales y comportarme como debía. Ser todo lo que ella necesitase: un apoyo, una ayuda, pero sobre todo... un esposo.

-Pido disculpas por mi comportamiento. Es que...

-Edward, todos estamos sorprendidos. No te disculpes! – dijo Esme. Cuando los mire, cada pareja de la mano nos observaba en silencio. Gire para mirar a Bella y ella solo levanto su mano para acariciar mi mejilla.

-Carlisle, ahora necesito que nos hables... Nunca pensé que podría ser madre! – y eso me asusto. Eso en pocas palabras significaba que seguiría adelante.

-Bella, te aseguro que yo tampoco. Y creo que para Edward no era una posibilidad.

-Debí haberlo considerado, por mas descabellado que pareciese...

-Edward, por favor... Amor, necesito que estés junto a mi! Te necesito! – su voz casi se apago en esas ultimas palabras. Asentí, para luego besar sus manos.

-El diagnostico esta corroborado. He utilizado las pruebas mas modernas para llegar a el. Pero sí hay algo que me preocupa mas...- Todos se sentaron y yo acerque mi silla a la de Bella, pasando mi brazo por sus hombros.

-Papa, por favor... – suplique en voz baja

-Bien. Bella, recuerdas que te pese y te medí hace solo unos días. Pero note algo. Tu vientre tiene ya forma, sutil pero allí esta. Y tus malestares... Usualmente no empiezan hasta la semana 6 o 7 del embarazo. Algunas mujeres no los tienen nunca, otras solo durante los tres primeros meses. En ti los síntomas son muy marcados. Lo has sentido moverse? – Bella bajo la cabeza y asintió.

-Cuando? Por que no me dijiste? – Pregunte. Me miro sonrojada

-Es que se lo atribuí a que me acariciaras, no a otra cosa.- y volvió a mirar a Carlisle- Y eso de tener ganas de ir al baño mas seguido, el sueño, la falta de apetito...

-Son muy normales. El tema es que todos estos síntomas están acelerados según lo que noto. Si mis cálculos son correctos, estabas en fecha de ovulación al momento de tu luna de miel. Así que es probable que la concepción haya sido entre el 13 y el 14 de agosto. Por lo que el embarazo no tendría más de dos semanas. Pero tus síntomas se presentan como si tuvieras dos meses. Lo mismo que la medida de tu cintura, Bella. Alice tenia la medida original en sus notas del vestido de novia y tienen una diferencia de unos pocos centímetros. Pero en una primeriza, eso es poco notorio hasta el cuarto mes.

El silencio en la habitación no podría haber sido mas absoluto. Mire a mi padre, pidiendo respuestas para mi en su cabeza, y lamentablemente las obtuve.

"No me animo ni siquiera a sugerir provocar una expulsión del feto, Edward! Temo por Bella. No tengo necesidad de explicarte las consecuencias psicológicas y orgánicas de ello. Y temo que el embarazo sea diferente al de un humano normal. Pareciera estar mucho mas avanzado que lo que nosotros creemos. Lamentablemente, estamos en las manos de Dios... Lo siento mucho, hijo! No queda mas que aguardar y controlar de cerca el proceso" – y creí que me pondría a llorar ahí mismo. Pero debía ser fuerte por ella, debía estar firme para no crearle mas miedos.

-Carlisle, que debo hacer? – pregunto Bella, inquieta.

-Pues, debemos cuidarte mucho. Vendrás a control cada dos días para que pueda estudiar su evolución. No hay muchas herramientas hoy día para investigar un embarazo. Y no puedo adelantarte nada mas sobre el feto.

-El bebe, Papa... Debes decir, el bebe! – dijo Rosalie muy firme. Emmet la tomo de la cintura y ella le mantuvo la mirada a Carlisle, desafiante. "Edward, debes apoyarla y amarla. Estará sensible y asustada... Por favor!" Rosalie me expresaba mentalmente.

-Lamento decir que desde el día que se fueron de viaje, no he podido encontrar a Bella en nuestro futuro. Lo siento! Pero todos deben saber lo que sucede.

-Carlisle, crees que mi hijo será "humano"? – pregunto Bella. Sus palabras fueron como un puñal en mi reseco corazón.

-No lo se, Bella... Debo investigar si hay mas casos como el tuyo. Además, aun es muy pronto para emitir tal juicio.

-Que pasara con mi conversión? – y no podía creer que preguntara

-No creo que sea momento... –respondí.

-Edward... lo prometiste!

-Y no digo que no! Pero ahora hay cosas más preocupantes, no crees? – y me miro enojada

-Mientras estés embarazada, deberá esperar tu conversión, Bella – dijo Carlisle.

-Bueno, entonces deberemos pensar que hacer en caso de que el no sea humano, Carlisle – y estaba sorprendido de sus cuestionamientos.

-Bella ... – susurre

-Que? Es la verdad!

-No, en este momento debemos pensar en como te cuidaremos! Hace días que no te alimentas bien, vomitas lo que comes, y duermes como si estuvieras muerta! Me siento un inútil sin saber que hacer y sin poder remediar el terrible error que he cometido! – y se alejo un poco de mi.

-Casarte conmigo y amarme fue un error?

Bella rompió en llanto y sus sollozos fueron desgarradores. Se tapo la carita con las manos y se inclino sobre su regazo a llorar. Como podía ser tan estúpido! Esto no solucionaba nada. Solo la ponía peor ya que sus hormonas provocaban que estuviera sensible por demás. Mi padre los saco a todos de la habitación y nos dejo solos. Me volví a arrodillar frente a ella y tome su rostro.

-No, Bella! Perdón, pero eso no es lo que quise decir... – susurre – Amarte es lo mejor que me ha pasado en la vida. No tendría razón de existir si tu no estuvieras aquí. Casarnos solo era una forma de crear un vinculo todavía mas único y especial entre nosotros. Y una egoísta forma de decirle al mundo que solo eres mía!

Me miro a los ojos y parecía serenarse. Nos besamos con devoción y se abrazo a mi, esta vez para rendirse en mis brazos. Yo era quien quería consolarla y cuidarla. Daria mi vida, mi piel, lo que sea con tal que a ella no le pasara nada.

-Te das cuenta que tendremos un hijo? – y sus palabras me desgarraron.

-Bella...

-Por que no estas feliz? Recuerdas la cantidad de veces que te entristecía ver a los niños en casa? Ahora tendremos al nuestro revolucionando ese lugar! – y no sabia como encarar esta conversación.

-Bella, no puedo estar feliz cuando tengo miedo de perderte... – ella me miro extrañada. No se daba cuenta de la gravedad de la situación.

-No entiendo a que te refieres

-Te das cuenta que llevas en tu cuerpo algo que no sabemos que es? Te das cuenta que si es un monstruo como yo, te hará daño? Mi naturaleza se caracteriza por alimentarse de los humanos, Bella. No lo entiendes? Estoy aterrado! No puedo soportar la idea que te haga daño... Y por mi culpa!

-BASTA! Basta con la culpa!

Se puso de pie y camino por la habitación con determinación y cierto fastidio. Parecía pensar en algo importante. Instintivamente se llevo una mano al vientre mientras lo hacia.

Hubiera dado cualquier cosa por ser humano y verla disfrutando de este embarazo por 9 meses. Pero si Carlisle tenia razón, no sabia que esperar. Ella se detuvo y me miro intensamente.

-Edward... Tú me amas?

-Mas que nada en este mundo

-Confías en mi?

-Mas que en mi mismo – y sus preguntas se clavaban en mi, haciéndome daño.

-Entonces promete que me apoyaras...Que me acompañaras cada día y cada minuto durante el embarazo para que nuestro hijo llegue a este mundo con bien – sus ojos indagaban los míos buscando mi duda

-Bella... – se paro frente a mi decidida y con entereza y tomo mi rostro en sus manos.

-Yo se que puedo con esto... Se que puedo porque te amo, porque mi alma me dice que el es bueno y especial, como tu... Porque se que si estas conmigo todo será posible! Por favor, demuestra que me amas como dices! Lo prometes?

Todo mi ser me empujaba a decir "No". A pelear por ella para que volviera a ser la Bella de siempre, con sus mejillas rosadas y su mirada brillante. A intentar convencerla de dejar esto atrás y pasar a la conversión para vivir juntos por el resto de la eternidad... Pero estaba acobardado y por primera vez me sentí maniatado por el destino que cruel, no nos dejaba ser felices.

-Lo prometo amor mío! Juro que seré tu apoyo y estaré aquí para ti todo el tiempo que quieras! – Ella salto a mis brazos y me beso dulcemente.

-Gracias! Sabia que no me fallarías! Te amo!

-Te amo, Bella!

Después de esa tarde los días se volvieron aun mas largos. Cada 48 horas, acompañaba a Bella a ver a Carlisle. Su vientre ya tenía forma y sus pechos eran más redondos y sensibles.

Pero lo preocupante aun era su alimentación. Te, agua, galletas de agua, caldo de pollo, y un jugo de frutos rojos y colados que preparaba Esme era todo lo que su organismo aceptaba. Y era toda una lucha que acabara con los alimentos cuando se los daba. Su piel había perdido el brillo habitual y sus ojeras eran acentuadas. De a poco su tono muscular se iba perdiendo, y la hermosa mujer a la que amaba se fue convirtiendo en un fantasma.

Lo peor de todo era que recién se habían cumplido 25 días desde que nos casamos y ella parecía que tenía más de 6 meses de embarazo. Verla en ese estado me causaba un terrible dolor, que solo podía liberar cuando salía a cazar y la dejaba con mis hermanas.

Rosalie era quien mas la apoyaba. Hablaba con Bella del bebe, leían libros de puericultura, y planificaron la habitación para el en la cabaña. Porque Bella decía que iba a ser un varón. La biblioteca se vacío y se armaron los armarios en un rincón de nuestra habitación que ocupaba todo el primer piso. Alice ya había reemplazado la cama por otra antigua y de hierro, pero mas bonita que la que habíamos roto. Ella, muy ocurrente, enterró lo que quedaba del cabecero en el jardín trasero y planto rosas a su alrededor, para que recordáramos nuestra primera noche aquí. "Y el día que concebimos" decía Bella.

Sus nauseas y vómitos nunca cesaron. Prácticamente no mantenía nada sólido en su estomago y eso empezó a hacer estragos. Cada día que pasaba comenzó a estar mas tiempo recostada, sea en nuestra habitación o en uno de los sillones del living. Aunque Alice y Rose estaban pendientes de ella, era yo quien la asistía la gran parte del tiempo. Incluso para bañarse o vestirse, ya que su abdomen era muy voluminoso y le resultaba un estorbo.

Moria un poco cada vez que la escuchaba exclamar o gritar de dolor. El bebe se movía y se acomodaba provocándole moretones que afloraban a la superficie de su piel, violáceos y como si fueran un derrame. Aunque estos signos empezaron a aflorar en sus brazos y en sus piernas aquí y allá.

Carlisle probo innumerable cantidad de cosas para estudiar a Bella, hasta intento sacarle rayos x. Todo resulto inútil. Parecía ser que la placenta no permitía ver nada. Incluso apenas lo dejaba escuchar dentro de ella con el estetoscopio. Aunque mi padre decía que el corazón latía fuerte a costa de Bella, que cada día estaba mas consumida

Una tarde, estábamos sentados en el sofá en el living de la mansión. Bella descansaba apoyada en mi mientras acariciaba su panza. Leíamos Orgullo y Prejuicio. Hoy había pasado un muy mal día, con dolores y quejidos. Ya no sabia como ayudarla y mi fortaleza estaba empezando a menguar a medida que avanzaban los días.

Se incorporo un poco y me sorprendió su conducta. Olfateo el aire como lo haríamos cualquiera de nosotros. Sus ojos brillaron alegres y me sonrió contenta.

-Que es ese aroma tan delicioso? - No sabia a que se refería. La estancia olía a ella mayormente para mi, aunque un dejo familiar y agradable rondaba también mi nariz

-Como que? – pregunte curioso

-Ayúdame a levantarme, amor – Estaba ya muy grande y le costaba levantarse cuando el asiento era muy mullido. Cuando tuvo estabilidad, la deje vagar por la casa. Aunque muy decidida se encamino hacia la cocina.

-Esme... que huele tan rico? – Mama se giro y le sonrió.

-Cuanto me alegra que te guste. Eso es buen síntoma! Estoy rehogando cebolla y morrón rojo para cocinarte algo de hígado. Proteína y hierro es lo que te hace falta.

Observamos el bowl profundo sobre la encimera y de allí provenía ese aroma familiar: hígado fresco y oscuro, cortado en cubos que destilaba sangre. Parte del fondo del recipiente estaba lleno de ella.

Bella, pasándose la lengua por los labios, se acerco a la fuente y metió un dedo en ella para sumergirlo en el líquido denso y viscoso. Retiro su dedo y lo chupo con ansiedad, haciendo exclamaciones de aprobación.

Estaba tan sorprendido cuando paso que no pude emitir sonido y no lo hubiera creído si no lo hubiera visto con mis propios ojos. Tomo un cubo de la víscera oscura y voluble y se lo metió en la boca, degustándolo como si fuera el mejor chocolate suizo.

Esme se quedo mirándola, al igual que yo y lo único a lo que atine es a llamar a Carlisle con voz tenue para que viniera de inmediato. Ante mi voz alarmada pero susurrante apareció el resto de la familia.

Bella se había sentado frente a la isla de la cocina a comer hígado crudo de la fuente y a medida que lo hacia, lamia sus dedos. Era un depredador ansioso y hambriento. Después del cuarto cubo de carne, miro a Esme y le pregunto "Puedo comer mas?" Mama solo asintió.

Su apetito era voraz! No solo se lo comió todo sino que se bebió el fondo. Cuando termino, su tono de piel había mejorado, sus ojos brillaban contentos mientras se lamia los labios como un niño que acaba de terminar un helado.

Carlisle se acerco a ella, controlo su pulso y me miro "Es fuerte y estable, Edward... Y comió algo sólido! Crees que la solución puede ser algo tan simple que paso frente a nuestros ojos sin poder verlo? El bebe es similar a nuestra naturaleza y desea sangre?"

-Es factible! Crees que si la beba dará el mismo resultado?

-Deberíamos probar...

-Por favor, no me hagan enojar! Hablen de una vez! A excepción de Alice, ninguno de nosotros puede saber que sucede. – dijo Bella pasando el dedo al borde del bowl, donde había quedado una gota – Esto estaba delicioso!

-Bella... Te das cuenta que te comiste eso crudo? – pregunto Emmet con cara de asco. Ella abrió los ojos muy grandes.

-Estaba crudo? Creí...

-No, cariño. Lo tenia cortado para agregar al cocido de las otras verduras. – Bella me miro desconcertada.

-Carlisle tiene una idea, pero no se si estarás de acuerdo.. – indique

-Lo que sea si es una ayuda para el bebe! – dijo Rose y Bella asintió.

-Papa piensa que el es de nuestra naturaleza y se le antoja... sangre. Y que lo ideal es que la bebas para ver si es da resultado. – Bella pareció ponerse aun mas contenta. Su comportamiento era de lo mas extraño.

-Y contara como mi primera vez? – me acerque y le acaricie la mejilla.

-No, mi cielo! Para eso ya habrá tiempo.

Papa nos hablo y pidió que nos quedáramos solos los tres. Saco de la nevera una caja blanca envuelta en muchas capas de lienzo. Dentro había un frasco de vidrio con el oscuro y vital fluido. Lo mire desconcertado y el me respondió en su cabeza "Pensé que en estos días tendría que hacerle una transfusión. Por eso traje esto hoy. Realmente la vi muy desmejorada".

La familia se retiro antes de que el se acercaba con un vaso enorme que llevaba un sorbete. El olor de la sangre humana del recipiente me llegaba penetrante. Mi garganta ardió como mil demonios pero pude controlarme. Lo importante ahora era ella.

-Huele, Bella! –dijo Carlisle- Crees que puedes beberlo? – Bella se acerco a oler primero y a zambullirse en el vaso después. En minutos no quedaba una gota.

-Sabe delicioso! – Papa se acerco a tomar su pulso

-Si, fuerte y estable. Y tu rostro vuelve a tener algo de color. Bien! –dijo con una sonrisa - Veré como solucionar el tema de adquirir sangre. Los dejo.

El se fue llamando a Jasper mientras abrazaba a Bella, que me sonreía feliz. Me acaricio y tiro de mi rostro para besarme. Su boca sabía a sangre y el beso fue intenso por partida doble. Con una sonrisa picara y sentada en el taburete, tiro de la cintura de mis pantalones para acercar mi cuerpo mas al suyo. Deslizo sus manos por mi espalda para apoyarlas en mi trasero mientras me volvía a besar. Hacia mucho que no nos besábamos así. La fragilidad de su cuerpo hacia que evitara ser apasionado con ella. Temía lastimarla.

Con el pasar de los días, el beber sangre pareció mejorar su aspecto aunque su cuerpo se consumía rápidamente en oposición a su vientre que crecía mas y mas.

Esa tarde la acompañe a nuestro cuarto para asistirla mientras tomaba un baño. Llene la bañera con agua tibia y la ayude a desvestirse. Ante mi, desnuda y frágil, tenia a mi amada esposa que parecía un anima: podría haber contado sin tocarla cada una de sus costillas y cada una de las vértebras de su espalda. Su estructura ósea estaba a flor de piel salpicada de moretones púrpura. Cada día que pasaba me costaba mas hacer esto.

Metí la esponja en el agua tibia y la enjabone para luego pasarla por su espalda. Ella suspiro profundo mientras mi mano hacia su trabajo, suave y lentamente. Se inclino hacia delante en un grito de dolor y la tome de los brazos. Algo trono y me pareció que fue un hueso. Cuando respiro profundo y el dolor fue mas leve la escuche decir:

-Vamos, amor! No te muevas así... A Mama... le duele... mucho! – y volvió a quejarse.

La tome en mis brazos y la saque del agua. La envolví en su bata de toalla y llame a Carlisle y a Esme que estuvieron con nosotros en un segundo. El la reviso y nos dijo que era una costilla rota. Y no pude resistirlo.

Tome su rostro y la bese suavemente. Le dije "Necesito ir a cazar, vuelvo en un rato". Ella aun con cara de dolor asintió y mi madre me acaricio la mejilla. A ella no podía engañarla. Sabia perfectamente como me sentía.

Salí de la casa a la mayor velocidad que mi cuerpo me permitió. Los árboles del bosque se volvían sombras junto a mi. Y corrí y corrí hasta llegar al borde del río. Una roca gigante obstaculizaba mi visual y me descargue con ella, golpeándola con mi puño tan fuerte que la raje en dos. El sonido atronador de la masa quebrándose hizo eco en el bosque y asusto a los pájaros que estaban en la copa de un pino.

Mis piernas flaquearon y caí de rodillas, desgarrado y vacío, desbordado de dolor. Por primera vez, después que Bella había llegado a mi vida, me sentí totalmente desolado y solo. Me trepe al pino azul que se alzaba frente a mí para que el viento me pegara. Y sentado en la rama tan alta, llore mis lágrimas de ponzoña agotado y herido.

Mi razón de existir, mi amor, mi Bella se estaba extinguiendo ante mis ojos como la llama de una vela de iglesia. Y lo mas devastador era que no había nada que pudiera hacer.

Hola!

Y este doloroso proceso sigue en marcha. Nuestro amado Ed sufre... sufre y pensar en que calla su desesperacion es aun mas doloroso. Solo nos queda esperar... verdad?

Gracias, gracias a todos a todas, a los amigos de siempre, a los nuevos a los silenciosos, a todos! Gracias por el interes de republicar nuestras historias en las paginas de facebook y quienes aun hoy nos dejan reviews en "Seras tu... siempre" GRACIAS DE TODO CORAZON!

Esta semana la terminamos super felices, ya que en la vida real nuestra pareja favorita se brinda su amor en publico sin importar nada... Ya era hora! Esos chicos necesitan un poco de relax y se los vio tan relajados y tan contentos... Vamos a ver que pasa hoy en Cannes. Estamos ansiosas de verlos.

Bueno, les dejamos un beso desde el gris y neblinoso Buenos Aires.

XOXO

Micky y Alice