Cap 13: Eterno Amanecer

CAP.13 – THE MEADOW

Bella POV

Tener mayor claridad sobre la amenaza que nos cernía había puesto a todos nerviosos y los momentos de total relax se volvieron inusuales. Las semanas siguientes fueron ocupadas y tensas. Numerosos eventos se acercaban e infinidad de cosas debían ser resueltas.

Faltaban unas semanas para el inicio del verano, y alrededor de mes y medio para la boda. Edward me pregunto si quería que la aplazáramos y me negué rotundamente. El maldito que estaba detrás de todo esto bastante arruinaba mis días y los de mi familia como para también darle ese gusto.

Debía agradecer su amor: no solo el de Edward sino el de todos los demás. Si debía ser honesta, estaban metidos en todas estas complicaciones por mi causa. Seria algo que agradecería el resto de mis días.

Alice me perseguía por la casa y por la escuela con la historia de que debíamos ocuparnos de mi vestido y del resto de los preparativos. Terminamos discutiendo una tarde que me seguía camino a mi cuarto. Me reprocho que ya no me importaba y eso me dolió. Mi respuesta fue que ella me presionaba demasiado y estuvo acompañado del portazo que le azote en plena cara.

Me tire en la cama a llorar cuando minutos después Edward cruzaba la puerta para abrazarme en silencio. Mi futuro esposo me tenía una paciencia infinita y hacia cualquier cosa con tal que estuviera tranquila.

Así eran las noches, donde las pesadillas apenas me dejaban dormir: A veces era la flor en la puerta de la cabaña goteando sangre; otras eran los Vulturis desmembrando a Edward. En esas ocasiones casi siempre despertaba con gritos. Estaba agotada física y emocionalmente. Y mas que angustiada estaba furiosa. Toda esta situación lograba que no pudiera disfrutar de mi próxima graduación y los preparativos de mi boda.

Después de los mimos, baje a buscar a Alice para pedirle perdón y ella también lo hizo. Acordamos que por las tardes le dedicaríamos por lo menos una hora para ultimar detalles y así se resolvió todo.

A diferencia de Rosalie no deseaba una gran boda y Edward coincidía conmigo. Queríamos que solo fuera la familia incluyendo nuestros adorables primos. Y aunque habíamos empezado con el pie izquierdo, ahora que Irina tenia un compañero estable parecía estar mas sociable conmigo. Me lo demostró el día de la boda de Rose.

Nos casaríamos en medio del verano, en el parque de la mansión. Eleazar muy amablemente nos ofreció celebrar la ceremonia y aceptamos encantados. Le pedí a Carlisle que me entregara, ya que mi padre no podría hacerlo y acepto respondiendo que sería todo un honor.

Queríamos pocas flores, todas sencillas y blancas, no importaba cuales. La verdad es que solo las necesarias para arreglar nuestro altar ya que seriamos muy pocos. En el instituto no habíamos hecho amigos y no nos interesaba tampoco. Aunque Carlisle nos pidió hacer participes a Billy Black y familia, indistintamente si decidían asistir o no. Era lo que correspondía.

Tras los últimos eventos, Carlisle había enviado una carta a Billy, cuya respuesta llego a casa en la mano de Sam, en una larguísima nota. Sabían que había un merodeador en la zona de las montañas pero no habían divisado a nadie. Y estaban especialmente preocupados porque en los niños preadolescentes de la tribu se habían suscitado síntomas de posibles transformaciones. Contaba que todos tenían sueños sobre los fríos. Eso me dio que pensar. Tal vez por ello estos días no había visto a Jacob y a Leah. Los extrañaba!

Nuestra cabaña estaba terminada. Con Alice colgamos las ultimas cortinas, acomodamos lámparas y la ropa de cama. Se veía hermosa. Y lamentablemente ya no pasábamos mucho por allí. Apenas unos minutos para controlar que todo estuviera en orden. Edward no creía que fuera conveniente.

Finalmente nuestro día de graduación había llegado. Ataviados en unas horribles togas amarillas nos dirigimos al Instituto una mañana gris y tormentosa.

Alice, Jasper, Edward y yo nos sentamos y enseguida la me vino a buscar. "No niña, es por apellido! Tu debes ir allí atrás"... dijo a modo de reto. Edward quiso usar su razonamiento con ella para decirle que igualmente subiría cuando fuera nombrada pero no hubo caso. Así que me senté sola y por supuesto, era la ultima. Respire tranquila cuando note que Carlisle estaba parado detrás mío, guiñándome un ojo.

En mi silla medite unos momentos todo lo ocurrido en mi vida, mientras un muchacho delgado y muy alto daba el discurso de despedida. No escuche una sola de sus palabras. Tenia demasiado en mi cabeza. Agradecí a mis Ángeles de la guarda por traerme hasta aquí: sabia que no eran otros que mis padres. Cuanto los extrañaba en este momento! Además porque también los extrañaría el día de mi boda. Los recuerdos traicioneros no pudieron evitar que una lagrima se escapara y sentí la fría mano de Carlisle sobre mi hombro. Imagino que entendía mi sentir.

A continuación se entregaron los diplomas y adiós graduación. Esme nos tomo una foto a los cuatro en el frente con nuestros diplomas. Y en medio del bullicio de la gente saludándose, mientras salíamos lentamente, los vimos llegar. Emmet y Rosalie estaban finalmente en casa!

Nos abrazamos con alegría de tenerlos nuevamente con nosotros y no pude evitar pedir que nos sacáramos una foto todos juntos. Quedaría en nuestros álbumes de fotos de esta década. Seria un bonito recuerdo. Pedimos a alguien que pasaba que la tomara. Luego Jasper la revelaría sin problemas. El se había vuelto un experto.

Al volver a casa, con la sensación que sacarnos de encima algo mas, Emmet y Rosalie quisieron ponerse al tanto de lo ocurrido estos meses. Pude ver su preocupación y sorpresa. No era muy diferente de la nuestra.

Pedí a todos me disculparan pero tome una manzana y me fui a mi cuarto. Necesitaba descansar. Tire la toga sobre un sillón y me tire en el para sacarme los zapatos. Al instante tenia a Edward entrando a la habitación.

-Bella... Te sientes bien?

-Solo estoy cansada, no te preocupes! – hizo ademán como de salir – Por favor, no te vayas... – asintió y cerro la puerta nuevamente.

Se acerco a las ventanas para correr las pesadas cortinas y dejar la habitación en penumbras. La verdad, no tenia hambre. Deje la manzana junto a la mesa de noche y me tire sobre la cama vestida. El me cubrió con una manta y me rodeo con sus brazos.

-De verdad no vas a comer nada?

-No, tal vez luego... Solo quiero estar un momento tranquila. Me destroza los nervios volver sobre el tema aunque sea necesario. Pero me alegra que hayan vuelto Emmet y Rose.

-Si, es bueno que estemos todos juntos – y beso mi mejilla. Me gire para mirar su rostro y acariciarlo. – Pronto resolveremos esto y podremos volver a la normalidad – Bufe molesta.

-Por favor! Desde que me sacaste de ese callejón lo que menos has tenido es normalidad! Como es que todavía eres tan paciente conmigo? No creo valer tanto esfuerzo! – meneo la cabeza y sonrió un poco, aunque algo triste.

-Vales eso y mucho mas. Que hubiera sido de mi sin ti. Por favor, no hablemos de esto. La idea era que te relajaras no que te tensionaras. Para que poner en duda todo este amor que nos tenemos? - y suspire.

-Esta bien – y el acaricio levemente mi mejilla.

-Sin importar nada, Bella... Te amo.

Se acerco a mi rostro y me beso levemente una y otra vez. Sus labios acariciaban los míos cual seda, haciendo que corrientes eléctricas me surcaran el cuerpo. Deslice mis manos por su cuello y las subí lentamente acariciando su nuca y su pelo. Su respiración se volvió pesada en mi boca y la abrí para besarnos apasionadamente.

Sentía en mi su necesidad y no podía comprender su control Yo sabia que no podía hacer lo que el hacia. Me acerque a su cuerpo y deslizo su mano por mi pierna , pasándola por sobre la suya. Entrelazo sus dedos en mi pelo y poso la otra mano sobre mi trasero apretándome contra el. La sensación era maravillosa! Nuestro amor necesitaba expresarse, liberarse. Tantas preocupaciones y tantas presiones hacían que nos necesitáramos tanto como yo respirar.

Desabroche los botones de su camisa y me apure para quitarla. Acaricie su pecho y se quejo bajo y sentido, provocando que se zambullera en mi cuello dejando sendos besos. Mi respiración se volvió todavía mas errática.

Tomo la manta que me cubría y la tiro al otro extremo de la habitación. Escuche el leve sonido de la cremallera y saco mi vestido por sobre mi cabeza en un segundo, dejándome en mi enagua. Sus ojos oscuros por el deseo me traspasaban. Su boca volvió a invadir la mía intensificando los besos. Deslizo sus manos por mis flancos y sus dedos dejaron senderos helados sobre mi piel en llamas.

Cuando puse mis manos sobre su cinturón el me detuvo. Finalmente el hechizo se había roto. Suspiro ocultando su cara en el hueco de mi cuello y no permitió que me moviera. Nos abrazamos y nos quedamos así unos minutos hasta que mi respiración dejo de ser irregular.

Se incorporo y se sentó en la cama, mientras que yo lo hice sobre mis rodillas. Lo abrace por detrás y deje un beso su cuello.

-Lo siento...

-No, amor. Esto es bueno para los dos. Lo necesitábamos. Además... nos ayuda a... practicar... – y apoyo sus manos sobre las mías mientras se reía con ganas.

-Pues si seguimos practicando así no llegaremos a la boda! – y también me reí un poco.

-Buenos, si fuera por mi...

-Si, lo se... Lo se desde siempre! Pero por tonto que parezca solo quedan unas cuantas semanas y no nos cuesta nada cumplir con una regla mas.

-Pero...

-Por mi... Has esto por mi. Deseo cuidarte todo lo que pueda. Que de malo hay en cumplir con casarnos primero? Consiénteme... – y me sonrió dulcemente.

Asentí y me aferre a el. Se levanto, volvió a ponerse su camisa y trajo nuevamente la manta que había quedado en un rincón hecha un ovillo. Quiso arroparme pero ya no lo necesitaba. Parece que lo que en realidad necesitaba era sentir que nos amábamos como siempre.

-No lo tomes a mal, pero ya no quiero estar aquí. – y sonrió dulcemente.

-Que te parece un paseo? Podemos ir hasta el pequeño prado del que te había hablado. A esta altura del año debe estar lleno de flores.

-Si! – y lo pensé un segundo – Crees que es seguro?

-Podemos ir con los chicos, si gustas – y fruncí el ceño

-No... Solo deseo estar contigo

-Preguntemos a Alice. Cámbiate por algo mas cómodo y baja cuando estés lista

Me levante para cambiarme y me puse unos pantalones sueltos de color gris, mis mocasines, un cardigan liviano y una blusa azul que le gustaba mucho a Edward. Amaba estos pantalones! No era muy usual que las mujeres los vistieran, pero Alice dijo que seriamos ultra modernas. Parece que en el futuro seria una prenda muy común para nuestro genero.

Al asomarme a la escalera, no encontré mas que a Alice que hablaba con Edward. Ella parecía estar en trance o algo por el estilo y Edward muy concentrado a su lado.

-Lo lamento, pero no veo otra cosa que a ustedes caminando por el bosque. Se los ve relajados y llegando a un lugar abierto. Pero a veces la imagen se desdibuja. Es extraño que eso ocurra pero no veo nada mas. Así que supongo que ese paseo será de lo mas normal.

Edward sonrió y tomo mi mano, mientras cruzábamos la puerta con una sonrisa. Caminamos bastante hasta que me queje. El se rió y dijo que la idea era un paseo tranquilo que no faltaba mucho.

Llego a mi lado y me obligo a subir a su espalda mientras me hacia cosquillas. Entre risas el corrió por pocos minutos para detenernos frente a unos árboles caídos que parecían cruzarse y formar una entrada enmarcada por el sol que había al otro lado. Con una sonrisa y de la mano, nos agachamos un poco para pasar bajo ellos y cuando me incorpore ahí estaba: una pradera verde y llena de flores azules que formaba un ovalo amplio en medio del bosque. Era tan hermoso!

Corrí hacia el centro entre las flores y la hierba bajo mis pies parecía formar un suave colchón. No pude resistirme a acostarme boca arriba y aspirar profundo. El aroma era delicioso! Y aun mas cuando Edward se acerco sentándose a mi lado.

Me incorpore y me arroje sobre el que despedía reflejos tornasolados como la joya mas preciada que era. Nos miramos unos minutos mientras me rodeaba con sus brazos. Nos besamos dulcemente, mimándonos cuando Edward se incorporo de inmediato deshaciéndose de mi. Pero al segundo estaba incorporándome y poniéndome tras el.

La peor de mis pesadillas se representaba ante mis ojos. Dos figuras, una pequeña y una enorme, envueltas en largas capas oscuras, con sus capuchas puestas, se encontraban frente a nosotros.

Hola a todos!

Nos acercamos al momento de la verdad! Estamos a un paso de saber quien esta detras de todo esto y asi dejan en paz a nuestros enamorados favoritos.

Se que es algo inusual que publiquemos tan temprano, pero no vamos a poder hacerlo el viernes por la noche asi que preferimos hacerlo ahora... Contentos? Decepcionados? Comentarios?

Y como siempre GRACIAS,GRACIAS,GRACIAS POR SEGUIR AHI!

Buen fin de semana! Besos

Micky y Alice