Cap 11: Eterno Amanecer

CAP.11 – ALEGRIAS EMPAÑADAS

Bella POV

Edward me subió al auto sin darme cuenta y llegamos en segundos a la casa. Alice nos aguardaba en la entrada y al parecer ya toda la familia sabia de lo ocurrido. Todavía no se me pasaba el susto, así que el me bajo y me abrazo mientras caminaba hasta que me senté en uno de los sillones del living rodeados por mi familia. Un momento de lucidez vino a mi mientras todos hablaban e intercambiaban ideas.

-Se dan cuenta que si hubiera querido, me hubiera matado allí mismo? O me hubiera llevado con el sin que nadie lo notara? – y a mis palabras le siguió un profundo silencio.

-Si, Bella. Y no puedo perdonarme no haber visto nada sobre esto. No se... como...

-Tal vez fuera un impulso de su parte... Algo no planeado y eso hubiera provocado que no lo vieras... verdad? – y parecía que el rash de adrenalina iluminaba mi cabeza. El resto me observaba expectante.

-Es factible y razonable. No lo crees, Alice? – pregunto Carlisle.

-Si, pero también paso lo de la cabaña y tampoco lo vi – Alice se tomaba la cabeza y Jasper apoyo las manos sobre sus hombros para contenerla – Lo siento!

-Alice, por favor, no te culpes! – dijo Edward, sentido.
-Es que eso también fue un impulso. Recuerdas lo que dijiste, Edward? Que si fuera un nómade no entendería nuestros efluvios tan consistentes en el lugar? Y si el entro por curiosidad?

-Si, Bella. Pero es alguien que nos conoce y sabe quienes somos... y que somos. Y su advertencia en realidad fue para protegerte – afirmo Emmet y todos asintieron

-Debemos estar atentos, reforzar las rondas y de ahora en mas, tu no vas sola a ninguna parte... Entendido? – Edward me miraba intensamente y solo pude asentir – Ya paso una vez que en un día de sol como este, aquel maldito te secuestro en plena calle. No me voy a arriesgar a que suceda otra vez algo similar! – tome sus manos y el las levanto para besarlas.

-El dijo que tu eras su objetivo pero que no entendía por que... Tiene sentido para ti, Bella? – pregunto Jasper

-No, honestamente no. No se me ocurre nada!

Todos nos quedamos en silencio y Edward se acomodo en el sillón, sentándome sobre su regazo y abrazándome. Toda la situación nos tenia totalmente desconcertados.

Al día siguiente volvió a amanecer soleado y obviamente nos quedamos todos en casa. Nos dedicamos a recoger todos los periódicos viejos y darles un orden cronológico buscando noticias extrañas. Aunque no tenia idea que mirar. Lo cierto es que Forks y Port Ángeles no nos brindaban muchas noticias que digamos y hacían poca referencia a lo que sucedía en Seattle.

Volvieron los días grises y todos retomamos nuestra rutina habitual. Aunque desde ese día, en los momentos en que Edward no estaba conmigo, usualmente me hacían compañía Emmet y Rosalie. Así seria hasta su boda, para lo cual ya solo faltaban 20 días.

Las semanas previas no hubo novedades: no encontraron huellas ni rastros ni había habido nada extraño. Todos volvían a relajarse excepto Edward. No lograba que se relajara ni un segundo. Había intentado hacerlo reír, mimarlo y nada. Y lo peor es que por las noches cuando no cazaba se iba a buscar pistas dejándome sola. Y aunque me acompañaba hasta que me dormía, siempre me despertaba a mitad de la noche. Era como si supiera que no estaba conmigo. Era injusto!

Finalmente el día de la boda había llegado y todos estaban mas que emocionados, incluyéndome. Alice eligió vestidos en la gama del rosa ya que las flores que predominaban en los arreglos eran rosas rosado pálido. Todos eran diferentes. El mío era lánguido, en un tono muy tenue, y tenia un estilo de toga griega, con un solo hombro y un corsage drapeado y ajustado. Me recogió el cabello e hizo un Spencer corto en el mismo tono, ya que era la única que pasaba frío.

Cuando Edward entro al cuarto por mi, llevaba un impecable smoking negro y camisa blanca. Se veía esplendido! Fue la primera vez en semanas que me sonrió y que le llego a los ojos, brillantes y dorados. "Estas tan hermosa!" Me susurro al oído, para luego besarme dulcemente.

Al bajar encontré a las primas de Alaska que incluían a Irina esta vez, y que venia acompañada de un hombre alto y de mirada penetrante llamado Laurent. Luego estaban unos amigos de Emmet: Maggie, Siobhan y Liam que eran de Irlanda. Eran muy amables y divertidos, y por lo que veía también amigos de Carlisle.

Enseguida llegaron unos muchachos que en cuanto vieron a Emmet se abrazaron y bromearon con el: James con su esposa Victoria, Randall y Garrett que era alto y muy guapo. En cuanto vio a las Denali, pregunto a Edward por Kate, así que ahí podría haber otro flechazo. En total seriamos unas 40 o 50 personas. Era un grupo de vampiros mixto pero todos parecieron aceptar de buen grado mi humanidad. El ambiente era alegre y animado y eso me generaba tranquilidad.

Realmente los arreglos de Alice habían quedado increíbles y todo se veía maravilloso, lleno de flores y de rincones para sentarse a charlar, enmarcado en blanco. Parecía una escena de un cuento de hadas.

El bosque silencioso parecía acompañarnos ya que no había nada de viento y los árboles aun guardaban decorativamente la nieve caída al azar hace dos noches. Realmente parecía un escenario montado de fondo para el altar. Estaba formado por un arco con columnatas griegas sostenidas por una gran tela a otros mas pequeños, que caían suavemente, y a su alrededor cientos de rosas. La Alfombra de pétalos de flores que iba desde la casa hasta el perfumaba el ambiente, cuyo único sonido de fondo era el correr del río.

Edward me beso en la mejilla y dejo que me acomodara junto a la familia en la primera fila, mientras el se sentaba al piano para tocar para la entrada de la novia. Emmet parecía nervioso y eso me resultaba cómico.

Todos se pusieron de pie y esa fue la señal para que del piano empezara a brotar el bello Nocturno nº 8 de Chopin. Escuchar tocar a Edward llenaba mi alma y me conmovía profundamente. La música producía un efecto mágico en todos mientras Rosalie parecía flotar a medida que avanzaba hacia Emmet. Sus miradas brillantes y felices me movilizaban y no podía dejar de pensar como nos veríamos nosotros en un momento así.

Rosalie estaba tan hermosa! Su vestido de satén y encajes resaltaba su figura y la hacia ver etérea y delicada. Emmet también estaba muy guapo en su traje negro. Y era increíble su sonrisa cuando la miraba caminar hacia el del brazo de Carlisle.

Eleazar era ministro y fue quien oficio la ceremonia. Tras el discurso y previo al intercambio de anillos, pregunto a los asistentes si conocían algún impedimento para seguir adelante con la boda. Entonces, Emmet se dio vuelta, levanto una ceja a la audiencia y los apunto con un dedo como advertencia. Todos estallaron en carcajadas!

Tras los "acepto", las famosas palabras de "Los declaro marido y mujer" salieron de la boca de Eleazar para que Emmet tomara delicadamente a Rosalie y le diera un beso largo y tierno. Todos aplaudimos y note que Carlisle consolaba a una Esme muy emocionada.

Debo reconocer que también me afecto un poco. Edward paso su mano por mi cintura y dejo un beso en mi frente. Nosotros seriamos los próximos!

La tarde concluyo animada, con risas y música, gente bailando y vitoreando a los novios. Esa misma noche, partirían a Seattle para volar a New York y de allí navegarían a Europa. Un viaje largo. Los íbamos a extrañar! Aunque prometieron que volverían a tiempo para nuestra boda.

Emmet quería que Rosalie disfrutara viajando y el seria su guía. Ella estaba radiante y expectante por las aventuras que el le había prometido compartir. Se veían tan felices!

Cuando llego la hora de la despedida, y ya en ropa mas cómoda, Rosalie nos dio un abrazo a cada uno de nosotros, incluyéndome.

-Rose, te deseo toda la felicidad del mundo!

-Oh, Bella! Jamás creí que parte de mis sueños se cumplirían! El es todo lo que siempre soñé. Pronto será tu turno, hermana! Cuídate mucho, ya que no estaremos aquí para ayudar.

-Lo prometo! – y tras ella, también Emmet me dio un gran abrazo.

-Cuídate, pequeña! Y haz que ese novio tuyo se relaje un poco... Si sabes a que me refiero! – y me guiño un ojo, por lo que automáticamente me sonroje y Rose lo golpeo en el brazo.

El auto salio por el sendero de la casa mientras el crepúsculo llegaba. Edward tomo mi mano y caminamos por el sendero de flores que aun dejaba un rastro y atravesamos el arco del altar para acercarnos al río. En eso Alice nos dio la voz de alto y nos dimos vuelta. Pidió que nos quedáramos quietos y tomo una foto. Esperaba que saliera bien porque habíamos quedado tomados de las manos de semi perfil y mi vestido se vería muy bonito, pero por sobre todo, seria una de nuestras primeras fotos juntos.

Edward pasó su mano por mi cintura y seguimos caminando hasta la roca plana donde solíamos sentarnos. Se deshizo de su saco para apoyarlo en la piedra y así pudiera sentarme sobre el. Nos abrazamos y observamos como lentamente un sol amarillento se escondía tras los pinos.

-La ceremonia ha sido muy hermosa... – y un suspiro involuntario se escapo de mis labios.

-Si y ellos se veían muy felices. Crees que te sentirás así cuando te cases conmigo? – me pregunto.

-Edward, que pregunta! Me sentire tanto o mas feliz que Rosalie. No veo la hora de que ese día llegue.

-Todavía no te has arrepentido? – y me quede pensativa

-No... y no lo haré. Tu si? – y no me contestaba – No deseas que sea tu esposa?

-Nada me haría mas feliz! Pero desde que estamos juntos lo único que has logrado es siempre estar en vilo, con alguien procurando hacerte daño... No soy bueno para ti. Y no puedo darte...

-Hace dos minutos estaba muy contenta con las perspectivas de nuestra boda y ya estas hablando de cosas negativas que empañan el momento. Por que? Por que te empeñas en torturarte y lastimarme?

-No, amor. Jamás quiero lastimarte!

-Entonces no hables nunca mas de que no eres bueno para mi cuando yo solo puedo ver cosas buenas en nosotros, juntos. Extraño tus sonrisas, tus mimos, tus brazos rodeándome en las noches... Te extraño! Te necesito!

-Bella, lo siento! Pensé que estando de guardia...

-Basta! Si ha de pasar algo lo afrontaremos en su momento. Por ahora no podemos hacer mas que lo que ya hacemos. Tal vez no te sientas como yo y no te haga falta...

-Tu lo eres todo para mi. Mi razón de ser, de existir. Por supuesto que te extraño! Extraño no verte dormir, suspirar... Escucharte nombrarme mientras sueñas. – y acaricio mi mejilla con su pulgar, deslizando el resto de su mano por mi cuello.- Y si te necesito. Mucho mas de lo que piensas.

-Te amo

-Y yo, Bella.

Acerco su rostro al mío y nos besamos de una forma que mostraba nuestro sentir y nuestra necesidad. Era un beso que reflejaba cuanto nos extrañamos pues hacia mucho que no compartíamos de esta manera nuestros labios vehementes y calidos. La punta de mi lengua se deslizo por su labio inferior y la suya salio a mi encuentro para acariciarse y disfrutarse. Me presiono a su cuerpo y me aferre a el mientras nuestras bocas se volvían avarientas y la respiración se aceleraba. Cuando la necesidad de aire me empezó a pasar factura el lo noto, y el beso se volvió leve y dulce.

Volvimos al interior de la casa para que yo cenara y nos fuéramos a dormir. El día había sido largo y estaba agotada. Pero lo bueno es que esa noche dormí entre sus brazos tras mimarnos y besarnos como hacia muchas noches no lo hacíamos.

Dormí como nunca y la mañana me sorprendió aun abrazada a el. Para cuando nos levantamos, de la ceremonia en el jardín trasero no quedaba rastro, solo los floreros de la casa lleno de rosas por doquier.

Así que después de desayunar, nos decidimos a ir a la cabaña. Quería revisar en concreto que mas faltaba para terminar nuestro hogar y además, tener el domingo para nosotros solos. Al parecer nos había hecho bien estar juntos anoche, pues amanecimos alegres y relajados.

Edward me subió a su espalda para correr a toda prisa. Me había acostumbrado al viaje pero sobre todo saboreaba la velocidad y el viento en mi cara.

Al llegar, se detuvo bastante lejos de la entrada, como a unos 100 metros y no entendía por que. Me deslice, apoyándome sobre mis pies y al querer avanzar, me detuvo. Estaba desconcertada... "Vuelve a mi espalda" me dijo. Y ya me estaba asustando.

Nos acercamos a la entrada en segundos cuando lo note. En el llamador de la puerta había un tulipán blanco manchado con lo que al instante me di cuenta que era sangre. Las gotas del viscoso liquido habían dejado su huella sobre nuestra puerta y hacía un camino en parte de la galería para perderse entre la grama cerca de nuestros pies.

Era una nueva advertencia y muy clara. Mi sollozo no tardo en llegar mientras me abrazaba a Edward, aun sobre su espalda, sin poder entender que es lo que querían decirnos.

Quien es este ser que desea hacernos daño?

Hola!

Que les ha parecido. Hay alguien empeñado en poner nerviosa a nuestra idolatrada pareja y no de la mejor forma. Malogra los momentos familiares felices como la boda de Emmet y Rose. El acecho cobarde tras el anonimato... cualquiera se angustiaria como Bella, o no?

Gracias por estar ahi, los alertas y los reviews. Tambien a nuestros seguidores en Facebook y en twitter y todos los que nos siguen en silencio. Gracias por estar ahi.

Les dejamos un abrazo enorme y les deseamos un muy buen fin de semana

XOXO

Micky y Alice