Cap 7: Eterno Amanecer

Por DiarioTwilight   Publicado a las  3:12 p. m.   0 comentarios

CAP.7 - SORPRESAS

Bella POV

Pasaron dos noches y casi dos días completos antes de que nos volviéramos a reunir junto al río para la firma del tratado.

La mañana anterior, Sam había pasado por la casa donde Carlisle recibió una copia y lo aprobó. Y mi conversión estaba incluida! Estábamos tan felices!

Esperaba con todo mi corazón que fuera la ultima prueba que debíamos enfrentar para poder encarar, con certeza, nuestro futuro juntos. Ya no quedaban mas respuestas que dar o que esperar. O al menos, eso deseaba.

El crepúsculo en el bosque estaba terminando para empezar a darle paso a la noche. De a poco la luna, que parecía velada por las nubes, empezaba a hacerse mas notoria y mas brillante. Parecía que la naturaleza nos daba lo mejor de si en esta noche, en la que se definían nuestros destinos.

En su lado del río, los quileutes habían montado una especie de mesa rodeada de unas antorchas largas. A su vez cada uno de los hombres presentes llevaba una. También había con ellos mujeres y niños que llevaban una pequeña vela encendida en sus manos. El ambiente era místico y para cuando todos estábamos allí, la luna filtraba sus rayos azul plata por entre los árboles.


Estaba maravillada por el espectáculo pero no podía negar que me sentía algo asustada. Edward sostenía mi mano y acariciaba el dorso con su pulgar intentando darme tranquilidad.

Billy Black cruzo el puente ataviado con un extraño abrigo de piel e invito a Carlisle a que se acercara. También pidió que nosotros lo hiciéramos. Así fue como todos cruzamos y nos colocaron a un lado, formando junto con ellos un círculo perfecto.

Sobre la mesa se encontraban extendidos dos bellos pergaminos que parecían de piel. Tenían escritos los incisos del tratado y sobre la parte superior una pequeña pero bella pintura donde se veían a un grupo de indígenas adorando a la luna, el bosque y a otro hombre en primer plano con una cabeza de lobo sobre si. Muy parecido a lo que vivíamos en este momento.

Tanto Carlisle como Billy se acercaron a ellos y firmaron en ambos. Carlisle pidió autorización para lacrarlos. Tomo de su bolsillo una barra de lacre rojo que calentó en la antorcha mas cercana, lo presiono sobre el pergamino y luego apoyo un sello. Esa fue la primera vez que vi la cresta Cullen.

Al concluir, los hombres se inclinaron y nosotros respondimos de igual manera. Al levantar la cabeza encontré a las mujeres y a los niños sonrientes. Eso me relajo notablemente.

Carlisle y Billy extendieron sus brazos y no estrecharon sus manos sino que ambas quedaron sobre sus antebrazos, lo cual me pareció un símbolo muy calido, como de entendimiento y hermandad. Así pegamos media vuelta y volvimos a cruzar el puente, quedando nuevamente frente a frente.

-Esta fue la ultima vez en que los Cullen pisaron este lado del río. El tratado es claro. –dijo Billy en una voz atronadora y a continuación pronuncio unas palabras que no comprendí. Por lo bajo, Edward nos las tradujo.

-Eso quiere decir en su lengua: "Que nuestras familias disfruten en paz lo que nos brinda la naturaleza y mantengamos nuestro acuerdo como amigos por el resto de los tiempos".

Todos asentimos y ellos empezaron a retirarse. Todas antorchas fueron apagadas al unísono, cosa que me sorprendió. Solo podía ver a las velitas del resto desplazarse entre la vegetación hasta perderse por completo.

Cuando empezábamos a iniciar el regreso y el bosque estaba a oscuras pude escuchar aullar a un lobo. Y no solo eso, pude verlo subido a una piedra al trasluz de la luz de la luna.

Esa noche dormí muy profundo. Las tensiones del día me habían dejado agotada. Además, a eso había que sumarle que al día siguiente iniciaríamos nuestra "vida normal" concurriendo al instituto.

La mañana amaneció gris. Edward ya estaba arreglado para salir con unos pantalones grises sueltos, una camisa celeste y un cardigan gris mas oscuro. Realmente lo veía muy sexy. Se ve que había tratado de mojar su pelo y peinarlo pero era inútil. Su rebeldía hacia que se viera aun mas hermoso de lo que se podía esperar.

Me encontró observándolo con una sonrisa. Solo pregunto "Que sucede... Algo está mal?" Mi única respuesta fue saltar de la cama y luego a sus brazos para besarlo. El rió entre mis labios y dejo una caricia sobre mi mejilla.

Corrí al baño a cambiarme. Por suerte no tenia que usar uniforme como en mi anterior colegio, y Alice ya había elegido mi ropa. Así que seria falda clara, medias y mocasines bajos al tono y una camisa azul con bordados en un tono mas claro. Recogí mi pelo en una coleta alta y no me puse maquillaje.

Baje corriendo las escaleras con mis libros y mi cardigan natural, y encontré una gran sonrisa de aprobación. Edward tenia mi desayuno listo y el resto de mis "primos-hermanos?" estaban esperándome. Rose y Alice sonreían contentas, especialmente Rose, quien decía "Por fin voy a hablar con alguien en los recreos". Todos nos subimos al Marquette y allá emprendimos la marcha. Carlisle se despidió de nosotros junto a Esme, ya que el partiría al Hospital en unas horas.

Al llegar, como era de esperarse, todos tenían los ojos puestos en nosotros. Varios que estaban en grupos hablaban por lo bajo mientras nos miraban, causando primero la sonrisa de Edward para luego cambiar su rostro por completo. Tomo mi mano imperativamente y me atrajo hacia el, pasando la suya sobre mi hombro. Parece que alguien marcaba territorio.

Yo también pase por ese tipo de experiencia. A la clase de biología llegamos temprano. Mientras esperábamos y los demás entraban, éramos examinados concienzudamente, Edward sobre todo.

No me gusto en absoluto la actitud de la mayoría de las mujeres. Un par de chicas, en cuanto pasaron la puerta, dejaron lánguidas y sugestivas sonrisas sobre mi novio. Mire a Edward molesta y el solo dijo: "No hagas caso". Especialmente una de ellas que luego supe que se llama Lauren Mallory. Al entrar, se detuvo frente a el, lo miro de arriba abajo y le sonrió descaradamente. El se revolvió incomodo en su asiento y me observo. Estaba furiosa! Maldita arpía! Así paso el día. En parte contenta de volver a estudiar y en parte furiosa porque todas las mujeres del lugar estaban pendientes de mi Edward.

Al llegar a casa, me baje del auto sin esperar que el me ayudara. Alice estaba atenta a Edward quien meneaba la cabeza. Y para mi sorpresa, quienes se reían de la situación eran Jasper y Rosalie. Esme me cruzo en el camino y me dio un beso en la mejilla al entrar.

-Hola Bella! Como ha ido el primer día de escuela? – y observo, algo sorprendida, como subía la escalera a toda velocidad.

-Bien! – conteste bastante bajo. Que otra cosa le podía decir a mi madre postiza. Estoy celosa?

Entre en el cuarto y tire los libros sobre la cama. Y como si fuera poco, tenia tarea! Entre al baño a lavarme la cara y me observe. Por supuesto! Si junto a muchas de ellas yo era insignificante! Ni sugestiva, ni voluptuosa... Invisible, así es como me sentía! Mientras terminaba en el baño escuche la puerta del cuarto. Al salir me sorprendí, porque no era Edward quien estaba allí sentado a los pies de la cama, sino que era Alice.

-Mas tranquila?

-No, la verdad no. Soy una tonta!

-No eres tonta! Solo eres celosa y un tanto insegura. Pero necesito contarte algo amiga, para que veas que tu no eres la única que la ha pasado mal. – y me senté junto a ella en la cama.

-Edward también ha pasado por un día difícil. Recuerda que el puede leer el pensamiento de las personas, Bella! Y muchas veces, esos pensamientos no son agradables. – y negué con la cabeza, pues no entendía a lo que se refería.

-...Pues muchos de los muchachos que cruzaste hoy también te miraron con otros ojos... – y estaba sorprendida- Y Edward tuvo que escuchar en sus cabezas como le gustabas, o como te besarían y... otras cosas. – y no daba crédito a sus palabras.

-Eso no es cierto! Solo me lo dices para que se me pase este estúpido ataque de celos que tengo – dije admirada.

-Ven, acércate a la ventana – y allí estaba Edward hablando con Jasper, bastante exasperado, caminando de un lado a otro mientras el se reía. – Crees que a el no le pasa lo mismo que a ti?

No podía creerlo! Si yo no era... Si yo... Lo observe mientras gesticulaba con su carita seria y se pasaba la mano por el pelo, molesto. En un segundo el ataque de celos se había esfumado. Mire a Alice que me sonrió y me hizo señas con la cabeza para que fuera a su encuentro.

Baje cada peldaño lentamente, avergonzada. Me había comportado como una niña. Esme estaba en la cocina preparando algo, seguramente para mi, mientras Jasper me cruzaba en la puerta trasera, e incluso la sostuvo para que saliera.

Edward estaba en el mismo lugar donde vimos el atardecer unos días atrás, sobre una roca plana. Me acerque y me senté a su lado sin decir nada. Después de unos cuantos segundos, me acerque a el y solo apoye mi mano en su rodilla

-Lo siento! No estaba preparada para afrontar a gente de mi edad y compartirte con el mundo. Es que estuvimos demasiado tiempo solos... Perdona mi ataque de celos! – el apoyo su mano sobre la mía y se acerco, pasando su brazo por mi cintura.

-No se que decir! Pero tampoco estaba preparado para esto. Nunca había sentido celos en mi vida! Aunque no estoy dispuesto a compartirte con nadie! Sus mentes tan... sucias al mirarte... -Tome su rostro entre mis manos y lo acaricie. El cerro los ojos, como siempre lo hacia ante mis mimos. Deje un suave beso sobre su boca.

-No importa lo que ellos piensen! Yo soy tuya... y lo sabes

-Si, pero también me pongo a pensar en que alguno de ellos podría brindarte una vida normal, una familia... cosas que jamás podría darte.

-Lo que ninguno de ellos puede darme es un amor tan grande y maravilloso como el que tu me das. No podría amar a otro como te amo a ti, Edward! Y no aspiro a otra cosa que a ser tuya para el resto de la eternidad. Tu dices que no puedes darme una familia? Mira donde estamos, Edward. Me has dado una familia! Tengo hermanos y hermanas, una hermosa casa donde vivimos todos juntos, llena de alegría. Tengo un suegro y una suegra que se comportan como si fueran mis padres. Hace tiempo no pasaba un cumpleaños en familia, una charla de amigas-hermanas, como acabo de tener con Alice... – y acaricie su mejilla – Tu me haces feliz, Edward! Me das mucho mas de lo que crees!

Nos quedamos mirándonos unos segundos, como si pudiéramos llegar al interior del otro, compartiendo mas de lo que ya lo hacíamos. Y nos besamos, la boca entreabierta, dulce, fresca... Un beso que representaba todo el amor que nos tenemos y mas. Nos abrazamos y dejo besos en mi cuello, dándome escalofríos, mientras apoyaba mi rostro en su hombro.

Alguien nos saco de nuestra burbuja con una leve carraspera. Era Esme que sonreía con toda dulzura. Detrás, el resto de los chicos, también sonreía.

-Bueno, ahora que han hecho las paces – y nosotros nos sonreímos mientras me sonrojaba – tengo una sorpresa para ustedes. Al menos espero que sea una sorpresa que les guste. No puedo esperar mas! – y Edward sonrió con ganas. Claro! El podía verlo en su cabeza pero yo no.

-No vale! El ya sabe la sorpresa! – y todos rieron.

-No importa, amor! Disfrutare mucho mas observándote.

-Bueno... nos vamos? – y todos caminaron alrededor de la casa.

Edward me pidió que me subiera sobre su espalda, saltamos el río y corrimos a través del bosque. El recorrido fue corto. Nos detuvimos frente a unos helechos gigantes y Edward tomo mi mano. Avanzamos dos pasos y nos encontramos en un claro en el bosque. Frente a nosotros había una cabaña de madera. Era hermosa!

Los techos eran color ladrillo, de estilo colonial holandés, donde la bohardilla es amplia, y mostraba dos ventanas con postigos. Abajo, la casita pintada de blanco tenia una enredadera de hojas rojas, seguramente propias del otoño, que se extendía por todas partes. Era soñada. Pero no entendía... Gire para mirar a Esme.

-Edward me menciono una vez que te preocupaba un poco que viviéramos todos bajo el mismo techo. Cuando nos mudamos aquí y encontré la cabaña dentro de los limites de la propiedad, pensé en ustedes. Carlisle me dijo que pertenecía a alguien que trabajaba como cuidador de la mansión. Así que lo único que pudimos hacer es arreglarla por fuera. Si les gusta, es uno de nuestros regalos de boda anticipados. Pero les adelanto que les queda un gran trabajo en el interior! – dijo riéndose.

Todos me observaban mientras yo estaba en shock. Nuestra familia nos estaba dando de regalo de bodas una cabaña para pasar tiempo solos? Podía ser mi vida mas perfecta? Mire a Edward y al resto. Y aunque quería no podía decir nada.

-Hija, si no te parece, no es obligación... – y sin una palabra mas me zambullí en sus brazos. Mis lagrimas traicioneras saltaron de mis ojos sin contención aunque eran de alegría. Ella se rió y acaricio mi cabeza- Bueno, ya me estaba preocupando! - Y escuche las risas del resto

-Esme, chicos, yo... no tengo palabras para agradecer! – y me di cuenta que no era para mi sola – No es cierto, Edward? – y estire mi mano para tomar la suya sin soltar a Esme.

-Por supuesto! Mama, todos... Muchísimas gracias! Prometemos dejarla muy bien. – y nos abrazamos los tres.

-Podré ayudar con la decoración? – pregunto Alice.

-Cuento con ello, hermana! – respondí.

Entramos a la cabaña y encontramos un ambiente rustico y totalmente vacío. Para cuando me di cuenta estábamos completamente solos. Había que pintar paredes y arreglar lo que una vez había sido la chimenea, que estaba derrumbada en el interior. Lo mismo con los muebles aparadores de la cocina. En el baño, faltaba la tina y parte del piso estaba roto. Caminando por un breve pasillo, un pequeño rectángulo mostraba la escalera que nos llevaba al primer piso. Ahí la habitación estaba conformada por todo el techo abuhardillado, dejando una habitación gigante. En el centro, había una cama de hierro desvencijada llena de telas de araña y un colchón con los resortes afuera.

Me reí loca de alegría y salte a sus brazos, feliz, mientras nos besábamos con todas las ganas. Las risas entre los besos empezaron a cesar cuando se volvieron mas efusivos.

Durante todo el día la tensión entre nosotros había sido notoria. Su boca era intensa como pocas veces, mordiendo levemente mis labios mientras sus manos me apretaban contra su cuerpo. Mi corazón estaba desbocado mientras que mis dedos se enredaban en su pelo para retenerlo todo lo que me era posible.

Pero algo interrumpió el beso abruptamente. El se puso alerta y no entendía por que. A continuación escuche pasos y murmullos en la planta baja. Iba a bajar pero el me retuvo de una mano. Y entonces tire de ella para que bajara conmigo.

En el medio del salón, dos niños estaban parados mirando y buscando, sigilosamente. Cuando nos vieron trataron de salir corriendo pero lo único que atine a decir fue: "No se vayan!" El niño se detuvo pero ella prefirió correr afuera.

-Hola! – y su respuesta fue abrir los ojos muy grandes y sonreír luminosamente. Era un niño precioso! – Como te llamas? – le pregunte mientras Edward se paraba detrás mío y sonreía.

-Jacob... Jacob Black. Y la que salio corriendo y me dejo solo es Leah... mi prima.

-Ya veo! Y cuantos años tienes, Jacob?

-Tengo 7 y Leah tiene 4. Pero pronto va a cumplir cinco! – y me reí. A lo que me respondió de la misma manera.

-Eres familiar de Billy Black? – pregunto Edward, algo serio.

-Si, el es mi papa. Pero por favor, señor... Si lo ve, no le diga que estuvimos aquí. Nos castigara! – para ese entonces, la pequeña cruzaba la puerta y tomaba la mano del niño.

-Hola Leah! Yo soy Bella y el es Edward. Como estas? – y se escondió un poco detrás de su primo sin responder. Era preciosa, con sus ojos negros y redondeados.

-Ustedes vivirán aquí? – pregunto Jacob, mirándonos.

-Si, pronto nos casaremos y vendremos a vivir aquí. Pero tenemos mucho que arreglar, no te parece? – el chico hizo un gesto de disconformidad y Edward se movió para tomar mi cintura.

-Si... esta cosa se esta viniendo abajo! Pero si no les molesta, podríamos venir a ayudar a sacar cosas y a limpiar. El jardín también necesita recortes. Claro, siempre que estén de acuerdo... – Me incline y acaricie su cabeza.

-Claro que si! Pero no deben entrar si no estamos aquí o sin golpear. Entendido? – y ellos solo asintieron para luego salir corriendo por la puerta. Edward me abrazo y dejo un beso en mis labios.

-Vaya! Veo que tendré un competidor! – y me reí. No podía hablar en serio.

-Pero si es solo un niño! No puedes estar celoso de una criatura? – y el suspiro una vez mas.

-Cuando crezca será un lobo... Así que no se si no ponerme en guardia desde ahora.

Termine riéndome entre sus brazos para volver a besarnos una vez mas. Nuestro futuro cada vez estaba mas cerca y ya no soportaba la espera para compartir nuestra vida juntos, en todo sentido.

Hola a todos!


Aqui estamos como todos los viernes para dejarles una nueva entrega... Capitulo en el que ha pasado de todo: se resolvieron algunas cosas; y nuestros tortolos van creciendo y superando juntos otras... proyectandose a su futuro juntos.


Dos personajes mas llegan a nuestra historia y si... sabemos que todas preguntan por Emmet. El bello, carismatico y adorable Emmet. Pero es una sorpresa! Que sentido tiene si no las sorprendemos? :D


Esperamos que este les haya gustado. Lamentamos no poder haber contestado los comentarios esta semana! Ahora mismo Micky se va a poner a trabajar en eso. Es que han sido semanas muy complicadas para ambas. Lo sentimos. Pero para la proxima prometemos cumplir con cada una! Pero asi y todo, valoramos y adoramos cada uno de ellos. Muchas gracias!


Que tengan un gran fin de semana!


Los queremos.


Besos desde Buenos Aires


Micky y Alice

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

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