Cap 11: Sexualmente Activos

Decirte que te amo, ya no es suficiente

Pese a que sentía que cada vez mis pasos eran más lentos, llegué a casa de Edward sin problemas & no es que alguna vez haya pasado por ahí, sino que me había dado su dirección por si alguna vez necesitaba alguna clase de emergencia.

Se trataba de una casa de dos pisos, color blanca; con un patio delantero & uno trasero, la parte de delante de la casa mostraba gigantes ventanales que daban a mostrar el interior de la casa.

Crucé la calle & quedé frente a la puerta de madera, inhalé profundamente & con mis nudillos toqué varias veces.

De repente, una chica rubia; alta, delgada, con cuerpo bien definido & un rosto perfecto se apareció frente a mí.

Traía un vestido de gasa color blanco, con un moño bajo su pecho & zapatos color mora.

-¿Qué se te ofrece?- dijo con aires de sobrada.

-¿Está Edward?.

-¿Quién le llama?.

-Bella.
-Déjame pensarlo unos minutos- sonrió.

¿Acaso me estaba tomando por tonta?.

-¡Rosalie!- le gritó una voz femenina desde dentro de la casa- déjala pasar, no seas mal educada.

Pude percatarme que la aludida gruñía por lo bajo & se hizo a un lado para que yo entrase.

Al principio dudé, pero comencé a entrar vigilando a aquella tal Rosalie, sólo por si acaso; de pronto una chica bajita, con cuerpo menudito & una cabellera erizada, corta & negra cómo la noche me saludó.

Traía unos vaqueros de jeans; tacones de aguja color negro & una blusa azul marino.

-Soy Alice- me sonrió- ¿Tú eres la amiga de Edward, verdad?.

-E… sí- dije tímidamente.

-Me ha hablado mucho de ti- dijo cómo si supiera todo lo que pasaba entre él & yo- Edward está en su cuarto, ¿Quieres que baje o subes?.

-¿Puedo subir? No quiero ser grosera, pero es un tema algo privado.

-No te preocupes- dijo entusiasmada- ¿Ves la escalera de madera?- dijo mientras la señalaba- Bueno, sube & sigue el pasillo, luego dobla a la derecha; es el último cuarto del fondo.

-Gracias- le sonreí.

Ella si era agradable, demasiado demostrativa pero no por eso menos agradable.

Comencé a subir las escaleras e hice todo lo que Alice me indicó, pude ver cómo había una puerta de madera en el fondo del pasillo entreabierta supuse que ése era el cuarto de Edward.

Al llegar, toqué & luego entré.

-¿Edward?- pregunté.

Al entrar pude observar un cuarto enorme; con un ventanal gigante que daba al patio color verde de la casa, un sillón blanco de cuero; pilas & pilas de cd’s ordenados a la derecha, a la izquierda múltiples libros; un mueble para la ropa & en un rincón se hallaba una cama dos plazas con colchas color celeste & dentro de esta, Edward durmiendo.

Su imagen me enamoró aún más que antes, no tenia sudadera; sólo estaba cubierto por unos bóxers negros ajustados, su cabello se encontraba revuelto & algunos mechones descansaban en su rostro; sus mejillas estaban levemente rosadas debido a que una de sus manos descansaban en su cara & estaba hecho una bolita.

Cerré la puerta & me senté en un borde de la cama.

-Qué hermoso eres- susurré mientras quitaba los pequeños mechones que cubrían su rostro.

¿Valía la pena despertarlo?, claro que no; aunque me sorprendió que comenzara a removerse en su lugar & murmurara mi nombre.

-Bella- murmuró & sonrió.

-¿Estás despierto?- susurré nuevamente.

Pero al fijar mi vista en sus ojos, pude ver que aún dormía plácidamente, sólo debía de estar soñando.

‘Sueña conmigo’ pensé para mí misma & me sonrojé.

Estuve bastante tiempo observando cómo dormía, inclusive sopese la posibilidad de acostarme a su lado, pero realmente no quería despertarlo ni dar explicaciones a algún familiar que entrara por la puerta, simplemente esperé.

Cuándo abrió sus ojos, se encontró sorprendido e incluso pestañó varias veces para verificar que no era un sueño suyo.

-¿Bella?- preguntó con los ojos entrecerrados- ¿Qué haces aquí?- se sentó con las piernas cruzadas en la cama.

-¿Te desperté? Lo siento.

-No, ya era hora de levantarme- sonrió- es lindo despertar así- comenzó a refregar sus ojos.

Me sonrojé tenuemente.

-Vine a verte porqué quería hablar contigo, me abrió la puerta una rubia muy linda- fruncí el ceño- pero luego una chica con cabello erizado me dijo que podía subir & cómo vi que dormías no quise despertarte.

-Así que ya conociste a mis hermanas- rió- Rosalie es un poco… egocéntrica, & Alice demasiado demostrativa & entusiasta.

-Lo he notado, no te preocupes- murmuré.

Volvió a reírse.

-¿Y qué necesitabas hablar conmigo?.

-Bueno, yo…- vacilé- He tenido diversos sueños, muy vívidos & extraños & tú estabas en ellos.

-¿Y...?.

-Y quiero saber que significa que nosotros nos hayamos tenido que encontrar para el beneficio de ambos.

-¿A qué te refieres?.

-Sé que suena tonto e ilógico, pero mis sueños son tan reales que a veces tengo miedo de que sea real.

-Bella- dijo seriamente mientras ponía su mano en mi mejilla- No te sigo.

-Tú dijiste que me conocías de antes pero que nunca quisiste acercarte a mí, cuándo te pregunté porqué me diste una respuesta… nada creíble.

-Oh vamos, ¿Estás hablando enserio?, ¿Acaso estás insinuando que tus sueños tienen que ver con que te conocí antes?.

-Sólo necesito saber la verdad.

-La única verdad es que te quiero & estoy luchando por esto.

-Debes creer que estoy enloqueciendo- susurré mientras comenzaba a llorar.

¿Porqué la mente jugaba en contra del nuevo sentimiento que abarcaba por Edward?, ¿Acaso había reglas para destrozar la felicidad de uno mismo?.

-Entiendo que tus sueños te alteren, yo varias veces sueño contigo- una media sonrisa curvó su rostro- pero no por eso me pregunto porqué sueño contigo, tal vez son sólo eso… sueños. No te preocupes, estaré para ti siempre.

-Lo siento tanto- dije mientras estiraba mis brazos para abrazarlo.

Se acercó a mi & tomó mi cintura para abrazarme.

-Te quiero más que a nada en este mundo- susurré en su oído.

-Ahora tú eres mi vida- dijo al tiempo que me miraba a los ojos- Te quiero, demasiado- sonrió.

Comenzó a acercar su rostro junto al mío, pude sentir su aliento abrazador entrelazarse con el mío.

No me pude contener, mis brazos encerraron su cuello & lo tomé de su cabello cobrizo para poder besarlo.

Sus labios comenzaron a tomarme violentamente, con un deseo fuerte; mucho más fuerte de lo normal.

De pronto, me acostó en su cama & quedó por encima de mí.

Su lengua interrumpió en mi boca & comenzó a jugar con la mía.

Mordía mis labios & yo succionaba los suyos, comenzó a hacer masajes en mi cintura.

-Edward…-susurré- ¿Y tu familia?- mi respiración era agitada.

-No van a interrumpir- dijo entre besos- no te preocupes.

Comenzó a descender bajando por mi cuello, haciendo que mi boca quedara libre para gemir.

Pasaba su lengua de mi mandíbula a mi garganta, inclusive me mordía & eso me encantaba.

-Dios- murmuré con mis ojos cerrados- no me hagas esperar.

Pude sentir su risa tranquila en el hueco de mi garganta.

Me saqué los zapatos con mis propios pies, Edward comenzó a desabrochar mis vaqueros mientras yo me quitaba la sudadera.

Comenzó a lamer nuevamente mi garganta.

-Lo…haces…a…propósito- dije entrecortadamente.

Descendí mi mano hasta sus bóxers & toqué su parte íntima.

-Qué jodida- logró decir entre risas & su respiración agitada.

-Tú haces lo mismo conmigo- le reté.

Tomó mi cintura & dio vuelta la situación; yo me encontraba encima de él.

Le sonreí & descendí su ropa interior; mordí mi labio inferior al ver lo que yo tanto quería, el punto débil de Edward.

Comencé a frotarlo nuevamente & él cerro sus ojos.

Su cara de satisfacción me ponía frenética, comencé a torturarlo pasando mi lengua por su estómago.

Abrió los ojos & me sonrió al verme, me sonrojé.

Colocó sus manos en mi espalda & desabrochó mi sostén, luego comenzó a bajarlas hasta la parte de mi cintura & sacó lo poco de ropa que me quedaba.

Volvió a tirarse encima de mí & a besarme, empezó a pasar suavemente sus dedos por mis piernas haciendo que mi piel se pusiera cómo de gallina.

Comenzó a frotar mi intimidad & luego me penetró.

Volví a sentirme completa cómo en el día de ayer, cómo si Edward & yo hubiésemos nacido para encajar.

Podía escuchar su respiración al lado de mi oído, pasé mis manos por su espalda & sin querer hice pequeños rasguños en ella.

Comencé a gritar.

-Sh…- me chitó- no grites tan alto- rió- nos pueden oír.

Me aferré más a él para evitar los gemidos de satisfacción, aunque era casi imposible.

Nuestros cuerpos estaban bañados en sudor, comencé a sentir que estaba llegando a ver las estrellas cuándo un choque eléctrico atravesó todo mi cuerpo.

Detrás de mí; Edward consiguió ver las estrellas, pude darme cuenta ya que comenzó a hacer más rítmico el movimiento de su cuerpo contra el mío & cayó sobre mí con una respiración fuerte & rápida.

Apoyé mi cabeza contra su pecho, comencé a hacer dibujos sobre él.

-¿Ahora sí estás más tranquila?- me preguntó juguetón.

-Puede ser- dije entre risas-aunque no me molestaría que sigas intentando tranquilizarme.

-Bueno- observó el reloj digital que se encontraba en la pequeña mesita de luz al lado de su cama- hemos hecho el amor unos 35 minutos. Yo creo que se preguntarán que estamos haciendo.

-¿Qué hora es?.

-Las 22:35, ¿Porqué?.

-Ay, mierda- me quejé-mis padres me matarán- dije al tiempo que me levantaba.