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¿Qué tal, queridos inmortales? ¡Presúmanme sus anécdotas de San Valentín! Hoy me veo en la necesidad de abordar un tema hasta cierto punto doloroso, algo que a muchos de nosotros nos ha causado un coraje muy grande: la compra de Summit Entertainment por parte de Lionsgate.
Lo primero que vino a nuestras mentes en cuanto escuchamos la noticia de la adquisición fue: “¡Se van las montañas! ¡El ícono de Summit, lo perdemos!” Desgraciadamente, perder nuestras montañas es la menor de las consecuencias de este negocio.
Ya todos hemos escuchado los rumores del presunto quinto libro de la Saga. Sobra decir que estos rumores llegaron junto con los ejecutivos de Lionsgate. Vienen a ver si pueden estirar un poco más la mina de oro que es la Saga, porque las ganancias de la última película no les bastarán. Están perfectamente conscientes de que un nuevo libro arruinaría la Saga, pues ésta quedó perfectamente concluida con Breaking Dawn. Están conscientes de que The Short Second Life of Bree Tanner no tuvo el impacto que Little, Brown and Company esperaban y que no es viable como adaptación cinematográfica.
Ya que hablamos de Lionsgate tenemos que tocar el tema de The Hunger Games, el pequeño retoño de Lionsgate que ha crecido siguiendo exactamente cada paso dado por Twilight, con la ilusión de que al copiar su técnica obtengan también su popularidad. Primero fue aquella sesión de fotos tan, tan extrañamente similar a la de nuestro elenco para Entertainment Weekly en 2008; más recientemente encontramos su soundtrack, en el que repiten la fórmula de Twilight, donde predominan los grupos modernos de rock y baladas.
Los señores de Lionsgate van a lo seguro: como no tienen ninguna certeza de que THG supere a Twilight y la Saga de Harry Potter ya concluyó han decidido apoderarse de Twilight mismo para que así, emulando a los vampiros que codician, puedan chupar todas las ganancias de ese potencial quinto libro. Lo que les interesa a estas personas es el dinero, de eso no cabe duda, pero aunque por supuesto que la motivación de absolutamente todos los empresarios del mundo es el dinero, resulta muy desagradable verlos exhibirse de esta forma, tan urgidos de fortuna, tan necesitados de ganancia, ver cómo se hacen sordos ante los deseos y necesidades de sus clientes, o sea, nosotros.
No quiero precipitarme y hablar mal de THG, pero es evidente que no comienzan con el pie derecho, y es bien sabido que el éxito o fracaso de un producto depende enteramente de su empresa, por lo que aquí una vez más el responsable es Lionsgate. Falta un mes para el estreno de la primera película y ya cuenta con fuertes detractores. Así como los Twi-Hards somos el bocadillo predilecto de los Potterheads, varios de nosotros ya tenemos nuestras dudas acerca de la historia de Suzanne Collins. Ya vimos en los ejemplos anteriores cómo intentar reproducir al pie de la letra nuestras fórmulas. Para colmo, en su visita a México Jennifer Lawrence dejó bastante claro que lo suyo, lo suyo, no son las relaciones públicas, ya que la queja común de fans y reporteros fue los malos modos con que la actriz se condujo: apenas saludando y sin dar declaraciones, ya no se diga autógrafos. Contacto con la gente, sólo en ruedas de prensa oficiales (y por lo tanto pagadas). Qué diferencia de Kristen, que tanto se preocupó por el frío de sus fans parisinos, o Nikki, que se hizo llevar a espaldas de un guardia de seguridad para saludar mejor a sus fans.
Esto nos da una idea de qué esperar con la llegada de Lionsgate. Vienen por cualquier cosa, menos la búsqueda de una cercanía con la gente que, al fin y al cabo, es la que compra sus productos.
Para colmo, nosotros los fans ni siquiera somos la prioridad de Lionsgate, THG es su verdadero tesoro. Van a controlar a nuestra Saga por si la suya no resulta, pero tenemos que prepararnos para ser completamente desplazados en la lista de importancia. Repito, ahora somos básicamente proveedores de dinero, mientras que con Summit conservábamos una posición mucho más alta porque la empresa valoraba que el verdadero poder del éxito o fracaso de la Saga reside en tenernos contentos a nosotros. Ante esta verdad Lionsgate se muestra más bien indiferente, y esto nos acarreará varios dolores de cabeza. Por si fuera poco, con Twilight y The Hunger Games bajo el mismo techo la posibilidad de fricciones crece de forma considerable. De por sí ya ha habido algunas dificultades entre Twi-Hards y Tributes, con esta forzada convivencia las cosas sólo se pondrán peores.
En suma, esta compra es una cosa terrible para los Twilighters, no sólo por el desarraigo que produce el desprendernos de una empresa que nos acompañó durante años en el viaje a través de la Saga, la ruptura de una tradición, misma que raya incluso en una especie de desintegración familiar. Además de todo esto nos enfrentamos al hecho de que ahora más que nunca quedamos reducidos a máquinas de dinero, autómatas que iremos al cine tantas veces nos lo pidan y compraremos libros, discos y muchos más productos sólo porque llevan la firma de la historia que nos ha hecho vibrar. Lo cierto es que en manos de Lionsgate, y más aún si se concretase lo del quinto libro, la verdadera historia moriría. ¿Qué otra línea podrían seguir que no resultara gastada y forzada? ¿A qué recurso podrían apelar que no se viera ilógico? Suponiendo que se publicara, falta la cuestión de la adaptación cinematográfica, que es donde el Imperio contraataca. Bien sabido es que varios actores han manifestado su interés en dedicarse a otros proyectos una vez concluido el proceso con Breaking Dawn. Ni más ni menos que Kristen y Robert son los principales interesados en rehacer su vida post-Twilight, en el caso particular de ellos ese nuevo camino probablemente incluye una boda y la llegada del Golden Child en un ambiente lejos de los paparazzi que tanto los han hecho sufrir. Sabemos de antemano que Robsten no es del estilo de que les “lleguen al precio” y los convenzan tan fácilmente. Gracias a ellos sabemos que si Lionsgate quiere su sexta película, le va a costar.
La peor noticia es que no hay mucho que podamos hacer al respecto. Intentemos no prejuzgar a los Tributes y a su Saga, es mejor esperar a ver los efectos de la película, eso sí, manteniéndonos muy listos para detectar las repercusiones de su evolución sobre nuestro sistema. Esperemos lo mejor, mantengámonos optimistas, y hablémosle a Siobhan para que pre mentalice un buen resultado.
Mientras eso pasa yo me despido. Como siempre, es un gusto platicar con ustedes. Ya saben que sus opiniones son más que bienvenidas aquí o en Twitter (Mich_Lv). Nunca olviden cuánto los quiero, Twilighters. Ustedes son mi familia.
Hasta la próxima semana.
XOXO
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