Cap 8: Sexualmente Activos

Vuelvo a Sentir


Estuve al menos 15 minutos dentro del baño, ya que tuve que sacarme todo el maquillaje & volvérmelo a poner, pero ya estaba lista.

Edward se encontraba en la cocina viendo tv, así que disimuladamente fui a su cuarto, sólo para observar un poco más a fondo.

Caminé despacio sobre la alfombra, no había mucho más de lo que vi de lejos.

Sólo unos almohadones decorativos; & algunos cuadros con fotos familiares.

Me senté con suavidad sobre la cama que para mi sorpresa era de agua; abrí el cajón de la mesa de luz del lado izquierdo.

En ella había papeles, & fotos.

Las fotos se trataban de una rubia que parecía modelo de traje de baño junto a Edward, había cientos de ellas; pero mis ojos se detuvieron en una foto muy particular.

Edward se hallaba de traje junto a una mujer de vestido blanco largo & delicado, era la misma rubia.

Comencé a hiperventilar, tuve que controlar un grito ahogado que salió de mí. Esto no podía ser.

Comencé a revisar los papeles, ‘Irina Denali Cullen’ era su nombre.

¿Edward con tan solo 18 años era casado?, obviamente intenté controlarme; sino llegaríamos aún más tarde a la cena.
Dejé todo ordenado & me levanté para encaminarme hacia el pasillo, para mi sorpresa el señor casado estaba observándome.

-Yo… Edward, n-no quise, lo siento- dije algo aturdida.

-¿Eres algo metiche no crees?- dijo con sarcasmo & una sonrisa. No le había movido un pelo & eso que revisé sus cosas privadas- no te preocupes.

-No quise, no…

-Lo sé Bella, no te preocupes- me volvió a sonreír.

-Sé que no me incumbe- logré decir, aunque con la voz un tanto temblorsa- ¿Estás casado?.

-Podría decirse que lo estaba- dijo muy tranquilo- sé que es una locura, sólo tengo 18 años; pero cómo verás todo es posible. Cuándo ambos teníamos 17 años mentimos sobre nuestras edades, hicimos papeles falsos para poder casarnos, la conocí cuando tenía 14 años, nos pusimos de novios a la misma edad, & creí que era la luz de mis ojos- suspiró, pero jamás se le borró su sonrisa.

-Edward, no tienes porqué contarme sino quieres.

-Tienes que saberlo, no te preocupes. A los pocos meses ella comenzaba a llegar tarde a casa; decía que iba a lo de su prima Jane a hacer cosas de la Universidad; hasta que la encontré con un tipo llamado Laurent, la perdoné & me dejó a los dos días diciéndome que no me amaba, que era una basura; así que… bueno, ya casi termino los juicios de divorcio.

Me quedé petrificada unos instantes intentando aceptar lo que me acababa de contar.

No encajaba en mi vocabulario ‘Edward Cullen’ ’18 años’ ‘Casamiento’ ‘Divorcio’.

-Wo…-fue todo lo que logré decir.

-Así es-dijo con un fuerte suspiro, luego de unos segundos observó su reloj- bueno, sino vamos corriendo hacia el coche en estos momentos, la reservación para el restaurant no servirá para nada.

-Claro, vamos.

Fuimos a gran velocidad en el Volvo, así que en cuestión de unos pocos minutos nos encontrábamos aparcando frente al lugar.

Edward bajó & abrió la puerta del copiloto para mí.

-Gracias- me sonrojé un poco mientras le daba la mano para poder salirme del auto.

-Buenas noches- comenzó Edward hacia la moza, una chica de cabello negro, era delgada pero esbelta & con una sonrisa perfecta- teníamos reservación en los privados señorita, apellido Cullen.

-Déjeme ver señor Cullen- dijo mientras sacaba de todos sus papeles que tenía ente manos uno con la lista de reservaciones- Sí, claro señor. Pero tendrían que haber llegado hace 45 minutos.

-¿No queda ningún privado?- comenzó a utilizar sus encantos. Le hizo una sonrisa torcida que quitaba el aliento, para luego tomar con los dedos sus cabellos color bronce.

-B-bueno… yo, tal vez sí- comenzó a parpadear para aclararse- claro que sí señor- le sonrió- sígame.

Ese ‘Sígame’ me sonó a que no se dio cuenta ni que estaba al lado de ellos, acompañada por ‘El señor Cullen’ decidí hacerme notar, mientras fruncía el seño tomé el codo a Edward & enredé nuestros brazos en signo de que no era invisible.

Pude notar cómo la chica miraba por el rabillo del ojo nuestros brazos, instantáneamente sonreí con cierta satisfacción al ver que mi cometido fue logrado.

-Por aquí- dijo indicando los asientos- en unos minutos vengo con el menú señor- le sonrió- con permiso- dijo al tiempo que me chocaba un tanto suave, pero provocador. Qué mujer tan hipócrita.

Edward se acercó a mi & depositó un suave beso en mi mejilla, qué me dejó aturdida por varios segundos, hasta que logré recomponerme.

Hizo un gesto con la mano indicando que me sentara.

-Gracias, siempre tan caballero tú- le dije riendo por lo bajo.

Justo al tiempo que Edward tomó asiento, la morena apareció con los menús.

-¿Qué van a desear?- dijo mirando prácticamente a mi acompañante.

-Bueno… para tomar- dijo chequeando el menú.-¿Dos Coca-cola?- dijo preguntándome.

Yo asentí con la cabeza en signo de aprobación.

-Ok, dos coca colas & ¿Tú que pedirás Bella?- dijo mi nombre fuerte & claro para hacer notar que no estaba solo & no buscaba dobles intenciones.

-¿Te parece si pedimos una pizza?.

-Claro, entonces una pizza señorita. Gracias.

-Ok. En un rato les traerán su pedido- dijo más cortante, al tiempo que se iba.

-¿Estás preparada para mis preguntas?- dijo mirando de reojo que nadie nos escuchase.

-¿Y tú para las mías?.

-Probablemente no, pero lo intentaré- comenzó a reír.

Comí mi trozo de pizza despacio, para disfrutar & así poder escuchar atentamente a Edward que él no estaba dispuesto a colaborar con respuestas al menos que yo comiese, pues al principio estuve tan hundida en la conversación que me olvidé de comer & lo notó.

-¿Eras feliz con ella?- solté de golpe- quiero decir… con ella, la rubia.- ¿Irina se llamaba?.

-Dicen que el primer año de matrimonio es el más difícil, ¿No?- dijo al tiempo que sonreía- supongo que me sentía feliz saber que me había casado con la que supuesta mujer que amaba & que ella sentía lo mismo por mí; pero comenzamos a discutir por todos los temas habidos & por haber. Quería tener hijos, pero también tener una vida Universitaria, quería todo & al mismo tiempo nada, yo solo aceptaba sus decisiones para hacerla feliz & luego se quejaba de que no tenía opiniones propias. Qué mujer tan bipolar- bufó.

-En pocas palabras, es una idiota.

-Si quieres llamarla así, está bien- rió- ¿Y tú cuánto tiempo estuviste con él?- supo que no quería ni escuchar su nombre, pero también quería saber que pasó & no podía decirle que no cuándo él me contó cosas mucho más delicadas.

-Un año & medio, pero lo conozco desde siempre- suspiré- cuándo éramos pequeños éramos amigos, mi padre & el suyo aún siguen siendo mejores amigos.

-Interesante- dijo más para sí mismo que para ambos- ¿Y… porqué…?.

-¿Terminamos?- asintió- bueno- mordí mi labio inferior.

-Sino quieres…

-No, está bien. No te preocupes, mereces saberlo- tragué en seco- al principio creí que él había cambiado mi mundo, que lo había perfeccionado & mejorado. Jacob- me atreví a mencionarlo- era educado, su sonrisa me daba calidez, sus promesas me hacían creer que las cumpliría; pero cuándo apareció el sexo- mi rostro comenzó a ponerse colorado por la vergüenza al apenas nombrar esa palabra- & sentía que él sólo me quería para eso, para lo físico; que ya no me quería. Se notaba en sus besos, no eran dulces cómo las primeras mañanas de nuestras vidas; eran secos & duros, para demostrar que yo sólo era un juguete para él, además de que luego lo encontré en la cama con otra- una lágrima involuntariamente descendió por mi mejilla, haciéndome maldecir para mí misma en el interior & secarla- lo siento.

-No te disculpes, te entiendo- dijo al tiempo que tomaba mis manos con las suyas- no quiero que llores, por dos razones. La primera, un ángel no debe llorar & menos si es tan hermoso- hizo que una pequeña sonrisa se curvara en mi rostro- & la segunda, es que vamos a estar otros 45 minutos para que te acomodes el maquillaje.

-No te preocupes, me siento completa cuándo estás aquí- le confesé.

Un pequeño brillo atravesó sus hermosos ojos verdes, entre maravillado e ilusionado.

-¿Qué tal si vamos a bailar para sacarnos la angustia he?.

-Claro- le sonreí- iré a dónde tú quieras.

No lo podía creer; apenas la noche empezaba & nos habíamos contado todas nuestras vidas, incluyendo las pasadas e indirectamente, o más bien; bastante directo le confesé que ya no necesitaba de Jacob Black para sentirme viva, sino a él.

El único pub de la ciudad, ‘Amor se escribe de rojo’. Sí, aunque no lo parezca ESE era su nombre, estaba lleno.

Luego de pagar la entraba, Edward me hizo sentarme en una de las mesas & me dijo que iría por las bebidas.

-Aquí tienes- dijo con una sonrisa mientras me daba mi bebida.

-¿Y esto qué es? Sí que se escribe con rojo & también se toma, ¿No lo crees?- ambos reímos al unísono.

Las bebidas venían en un vaso transparente que dejaban ver el color rojo brillante de la bebida.

-Tú sólo tómalo, es dulce. Te gustará.

Hice caso a sus pabras, tomé nuevamente el vaso e hice fondo blanco con él. Realmente era fuerte, pero dulce.

-Esto está genial- le dije con una gran sonrisa.

-Te lo dije.

Luego de llenar la mesa con miles & miles de vasos con bebidas, mis sentidos estaban algo perdidos.

-Edward….- le susurré con algo de dificultad- quiero ir a bailar- me levanté tambaleando hacia su lado del sillón & lo tomé de las manos.

Él no dijo nada, simplemente se levantó & me siguió.

La música era una especie de rock pesado, pero a nosotros no nos importó.

Puse mis manos sobre su nuca & él colocó sus brazos alrededor de mi cintura.

Ambos estábamos igual de alcoholizados, me pregunté cómo diablos volveríamos a casa en el coche sin chocar.

-Bella- susurró suavemente en mi oído izquierdo, eso hizo que toda mi piel se erizara- eres… única- tragó en seco- ¿Lo sabes verdad?.

-Estás ebrio, no sabes lo que dices- dije mordiendo mi labio inferior mientras apoyaba mi cabeza sobre el hueco que quedaba entre su hombro.

-Dicen que…- su voz se notaba cansada & ronca por el alcohol- cuándo estás borracho eres sincero.

-Hum…- fue todo lo que logré decir- me duelen los pies con estos tacos.

-¿Quieres que nos vayamos?.

-No podemos ir en estas condiciones a ningún lado- incluso hice un pequeño hipo- ¿Lo ves?- me reí.

-Vamos, ven.

Ambos salimos del pub, aún era de noche & hacía algo de frío.

-Edward, tengo que decirte algo- volví a morder mi labio inferior- Jacob me hizo… me hizo mierda Edward. Destruyó lo poco que yo era, lo que quería él lo mató. Yo era feliz hasta que lo conocí, o al menos hasta que realmente supe quién era- comencé a llorar frustrada & sé que tú nunca sentirás nada por mí, pero… me siento completa contigo, siento que eres diferente & que no cambiarás en 10 años. Edward, sé que crees que estoy loca pero yo…

Sin decir más, Edward estampó sus labios contra los míos, haciendo que me callara.