Cap 6: Nuestro Destino Es Estar Juntos

CAPITULO 6

ANALIZANDO PESADILLAS (NARRADO POR CAROLINA)

- Esto te quedara precioso- dije a Perla, mientras le enseñaba el bello vestido lila que pensaba colocarle.

Ella solo reia fuerte y alegremente. Hubiera deseado poder reir con ella, tan linda e inocente, su mundo aun color rosa, era como una hermosa burbuja individual que la protegia de angustias y dolores, estaba lleno de tranquilidad y su preocupación mas grande era el no encontrar a Bella junto a ella al despertar. Todos envidiamos la paz que puede llegar a tener el mundo de un ñiño pequeño, y que se va perdiendo con la edad.

Habita tenido que bañarla y vestirla en una de las habitaciones sobrantes de la casa, pues había estado a punto de despertar a Bella, cuando entre en la habitación buscando el shampoo de manzanilla para Perla. No quería molestarla aun mas.

Al terminar de abrochar el ultimo de sus zapatos, el timbre me sobresalto un poco.

- Ya vuelvo linda- le anuncie con dulzura

Descendi las escaleras rápidamente. El timbre continuaba sonando, impacientemente, cada dos segundos. Corri hacia la entrada antes de que la aguda campanilla me destrozara los tímpanos, resonaba en toda la casa. Al abrir la puerta, observe a Alice sosteniendo un pequeño paraguas sobre su cabeza. La preocupación centelleaba en sus ojos miel.


- Un poco de paciencia por favor- pedi, algo fatigada.

- Lo siento Caro, pero los nervios afloran en los momentos de pánico- respondio entrado con prisa, debido al frio que comenzaba a sentirse. Fuerte y punzante.

Cerre la puerta en cuanto sentí la fría corriente colarse hacia el interior de la casa.

- ¿Done están todos?- inquirio dejando su paraguas a un lado de la mesita de café.

- Bella y Edward, en la habitación- conteste.

- ¿Durmiendo?

- Si. Bella se desmayo al enterarse de la noticia- dije con voz tenue, queriendo retener las lagrimas

- ¿! Que!?- exclamo Alice, asustada- ¿Esta bien?

- No podría responder eso ahora. Ella despertó al cabo de algunos minutos, pálida, débil, asustada.

Verla así, me había echo retroceder cuatro años en el tiempo, cuando aun éramos victimas de Mike. Aunque no podría decirlo como algo pasado, ahora que ese tipo andaba suelto, asechándonos.

- ¿ Y Perla?- interrogo Alice

- Esta conmigo, - conteste- Bella me pidió que la arreglase, estaba terminando de vestirla hace un momento.

Recordé que también debía llevarle su biberón, por lo que me dirigí a la cocina a prepararlo. Me cerciore de que la temperatura fuera la correcta y subí, Alice me siguió.

Al llegar, Perla abrazaba su lobito de peluche, sentada en el piso.

- Te he traído tu biberón, linda- exclame enseñándoselo

La levante en mis brazos para poder dárselo de manera correcta, pero ella se rehusaba a probarlo. Debía extrañar a Bella.

- Por favor Perla- rogué- tienes que tomártelo

Hizo un puchero, negándose

- Por mama- añadí finalmente

Me miro, segundos antes de comenzar a tomar la leche tibia del biberón. Bebio solo la mitad, pero no le insistí, por lo menos ya se había alimentado.

Me senté en la cama, mi expresión debía de ser fatal, debido a mi falta de sueño y llanto continuo ese día. Perla se acomodó a mi lado, distraída ahora por la televisión que Alice acababa de encender.

- Te vendría bien una siesta- comento sentándose en la silla de mimbre que quedaba junto a la ventana.

- No lo discuto Alice- dije en medio de un bostezo- pero no creo que pueda dormir ahora

Su seria expresión, se combinaba con tristeza.

- ¿Temes volver a tener pesadillas? – pregunto

- La verdad es que si- conteste inmediatamente- tengo miedo de que Mike perturbe mi sueño de nuevo

De nuevo… ¡De nuevo!

Comencé a reflexionar, recordaba parte a parte el sueño que había tenido recientemente y recordaba haber visto en el un rostro…el rostro de Mike. Me asuste, al darme cuenta de ello, pues justo antes de enterarme de su libertad, lo había visto en mi pesadilla. Mi sorpresa se fundía con el temor al mismo tiempo que rememoraba los gritos de Bella que había escuchado, ¡Quería lastimarla! ¡De nuevo! ¡No, no. No otra vez !.

- ¡No!- grite en medio de mi pensamiento- ¡No! ¡No!

- ¿¡Caro, que pasa!?- escuche la voz de Alice, que me saco de mi meditación

La mire durante algunos segundos. Una nota de preocupación se encontraba grabada en su semblante.

- ¡Alice la pesadilla!

- ¿Tu pesadilla? ¿ Que pasa?

-

- Que… vi a Mike en ella, justo el dia anterior a su libertad- dije- ¿Crees que pueda significar algo?

Alice se quedo pensativa, y tardo algunos segundos en contestar.

- Puede ser, aunque…Si es asi, ¿Por qué estaba Jacob en tu sueño, y ese misterioso joven?

- Y los dos lobos- complemente

Alice tenia razón, ¿Qué tenían que ver?

- Tambien me dejan intrigada las palabras de Perla ¿Recuerdas?- dije a Alice- ‘Salva a mi familia’

El silencio impero de nuevo. No sabia que decir, y por lo visto Alice tampoco, pues debía de estar tanto o mas confundida que yo.

Perla se había dormido. Decidi salir al jardín un rato, no sin antes pedirle a Alice que me sustituyera en mi puesto de niñera durante mi breve ausencia.

Al menos había dejado de llover. En el exterior, el cielo grisáceo pronosticaba una fuerte lluvia algunos minutos mas tarde. Camine por el extenso jardín repleto de fresias y algunas margaritas, anduve de un lado para otro antes de tomar la decisión de sentarme en la hierva. Por suerte, estaba levemente humeda, por lo que pude acomodarme allí sin problemas, rodeada del floral perfume. Estuve allí en silencio algunos minutos.

- La dama de las fresias- escuche decir a mis espaldas. Gire y sonreí.

- Muy buenos días Señor ‘hercúleo’- dije a Jacob mientras me incorporaba

El sonrio ante el improvisado alias que acababa de colocarle, debido a sus grandes músculos y su obvia fuerza colosal.

- Me siento halagado- exclamo

Permanecimos en silencio, solo unos cuantos segundos antes de apartarnos de la amplia alfombra de flores.

- ¿ Que te trae por aquí Jake?- interrogue

- La push queda cerca de aquí- dijo- quise tomar algunos minutos, para venir a saludarlas. ¿ Como esta Bella?

En tan solo un segundo, mi expresión paso de alegre y animada a ser aflijida y dolorosa.

Suspire

- Ella…e-ella- tartamudee nerviosa, con un nudo en mi garganta.

Jacob se agacho un poco hasta quedar a mi altura, observando con angustia la pequeña gota que brotaba de mi ojo izquierdo.

- ¿Porque lloras?- interrogo

Intente en vano ocultar el resto de las lagrimas, que comenzaban a rodar por mi mejilla. Una, dos, tres, cuatro lagrimas, que se empecinaban en colocarme en evidencia delante de Jake. Sabia que no tenia caso mentirle

- Lloro porque- dije inhalado profundamente- porque Bella debe estar peor que yo en estos momentos

Al decir esto, me resigne a que las lagrimas continuaran callendo, silenciosas. Jacob me abrazo fuertemente, y acaricio mi cabello con sus tibias manos.

- Sigo esperando una explicación- musito luego de un rato

Tome aire e intente relajarme para poder hablar coherentemente

- Pues…¿Recuerdas a Mike?- interrogue antes de explicarle

- Es tu enfermo tio- respondio fríamente- Se lo que le hizo a Bella. Lo recuerdo.

Aclarado eso, podía continuar

- El…esta libre- dije finalmente con algo de dificultad, debido al amargo nudo de mi garganta.

- ¡¿Qué?!

- Lo que oyes. Esta libre- repeti- y también el otro canalla, Laurent.

Sus manos se habían convertido en tensos puños. Intento relajarse, hasta que las gotas de lluvia comenzaron a chocar sobre nosotros.

- Debemos entrar- dije en medio de la llovizna que comenzaba a tomar fuerza.

Estuvo a punto de contestar, pero no lo hizo, acallado por un lejano aullido.

- Tengo que irme- exclamo rápidamente- pero estare visitándote constantemente, te lo prometo

La ultima frase me extraño un poco

- ¿Por qué?- pregunte

Se agacho un poco y tomo mi rostro entre sus manos

- Porque, no soportaría que algo te pasara

Coloco un fugaz beso en mi frente húmeda, por la lluvia, y se alejo corriendo.

- Jacob, espera- dije

¡Deja vú!

¡Oh Dios mio! No puede ser

Corri hacia el interior de la casa, resguardándome del granizo que comenzaba a caer, y fui hacia la habitación rápidamente. Alice reia con Perla, haciendo gestos graciosos para ella, se sorprendio un poco al verme empapada y algo fatigada.

- Alice- dije- definitivamente, debo seguir analizando mis pesadillas.