Cap 32: Eterna Noche

Por DiarioTwilight   Publicado a las  12:47 p. m.   1 comentario

CAP.32 – GESTANDO EL CAMBIO

Edward POV

El día había pasado ameno. Y aquí estaba yo, junto a ella en la cama, mientras volvía a dormir acunada en mis brazos. Esperaba a que se durmiera profundo para que girara sobre las almohadas y me liberara. Necesitaba ir a cazar para enfrentar el problemático día que en horas deberíamos encarar.

En estas noches había meditado concienzudamente. Las horas transcurridas mientras no sabía si estaba viva o muerta, o las de espera para que despertara con bien, me habían hecho reflexionar y tomar serias decisiones.

Amaba tanto a esta mujer que mi existencia había pasado a un segundo plano.

Nada tenia sentido sin ella, y ahora su sangre ya no me era llamativa como antes. Me había curado de la adicción, aunque nuestros momentos de intimidad seguían siendo duros. Esa tarde, sus humanas hormonas estuvieron a punto de quebrar por completo mi autocontrol y eso podía ser muy peligroso.

Así que tras combatir arduamente con mis pensamientos y mis sentimientos, acepte que para amarnos ella debía ser convertida. Un punto más a discutir...

Sabía que mi padre estaba de acuerdo con Bella. Me lo había dado a entender desde el principio de nuestro encuentro. Cuando aun no podía darme cuenta que estaba enamorado de ella.

Bella debía conocer y aceptar lo que se significaba su transformación. Necesitaría enfrentar los desafíos que le depararía esta vida por largo tiempo.


Mis tiempos de neófito no habían sido fáciles. Pero deberé cuidar que Bella nunca se alimente de un humano. Eso la ayudara aun más en su camino a la madurez, para que podamos llevar una vida "normal".

Ella suspiro y me nombro, removiéndose entre mis brazos. Momentos como estos me llenaban de ternura y afirmaban, aun con mayor peso, mis decisiones. Es probable que pidiera ayuda a Carlisle, ya que el tenia la experiencia de habernos transformado a nosotros tres.

Eso me generaba un poco de celos, por decirlo de alguna manera. Bella era mía y desearía que fuera mi ponzoña la que la trajera a nuestro mundo. Como ella decía, que fuera solo yo quien la hiciera mía en todos los sentidos.

Pero tenía miedo. Miedo que no soportara la tentación y me alimentara de ella hasta secarla.

En realidad, no necesitaba mas que morderla, pero quería estudiar cual seria la forma mas rápida de que el proceso, aunque doloroso, le fuera mas corto. Aliviarle, en alguna forma, el sufrimiento de quemarse lentamente. Esa sensación había quedado grabada en mi memoria, haciéndome temer por ella. Lo último que deseaba es que sufriera.

Después de un poco más de una hora, ella giro sobre si y se acurruco al otro lado. La sensación de mis brazos vacíos era extraña. Me había acostumbrado a abrazarla por las noches mientras descansaba.

Me levante sigiloso y al llegar a la sala me encontré con Carlisle quien leía. Me senté en el sillón pequeño, el alzo la vista del periódico y me sonrió.

-Esto me recuerda a los viejos tiempos... en los que éramos solo tú y yo. – me sonreí. – Te veo tranquilo, a pesar de todo.

-Bueno, creo que cuando uno toma decisiones que cambian por completo su vida y es feliz con ello, solo queda la calma

-Me alegra! Así que tendré una nueva hija... Y tú tendrás una esposa. Te das cuenta, Edward? Que si no fueras quien eres, jamás la hubieras encontrado? – y eso era una gran verdad.

-Si, me di cuenta. Y en eso Esme tenía razón cuando me dijo que si ella se había cruzado en mi camino o yo en el de ella, era por algo.

-Ah, mi dulce esposa!

-Donde están?

-Revisando el auto que trajeron. Rosalie es una excelente mecánico! – y me reí

-Nunca me lo hubiera imaginado! – y una idea llego a mi – Carlisle, necesito hablar de cosas... personales.

-Bueno, no solo soy medico también soy tu padre. Así que sin pudor, Edward!

-Bueno, Bella y yo hemos tenido... acercamientos. Debo decir que el hombre en mi interior ha revivido gracias a su llegada a mi vida. Y aunque es difícil contenerse, hemos logrado no llegar más allá de los besos y las caricias.

-Temes hacerle daño...

-Si, ella insiste en que soy incapaz de lastimarla, pero... entregarme a ella, sucumbir al enorme cúmulo de sensaciones que me provoca, no se donde me pueden llevar. No se que esperar...

-Cuando amas a alguien, consumar ese amor en un acto físico es a lo máximo que puedes aspirar. No debo decirte el frenesí al que nos lleva la sangre cuando nos alimentamos. Más aun en tu caso, en que te has alimentado de un humano. En esta situación es igual aunque yo lo encuentro aun más placentero. Es algo difícil de explicar

-Físicamente puedo lastimarla? Es decir... – y no sabía como encarar estas preguntas. Me sentía infantil.

-En lo que hace al acople de los cuerpos, no – y me hubiera sonrojado si hubiera podido – pero en la pasión del acto deberás medir la presión de tus manos sobre su cuerpo. Aunque esto solo se aplicaría siempre y cuando hagan el amor mientras ella aun es humana.

-Eso no lo hemos discutido aun. Y aunque mi idea es que este convertida para cuando lo hagamos, con ella nunca se sabe. Bella tiende a entusiasmarse con el tema y tiene un sensible sentido de la observación. Parece saber exactamente el momento en que estoy a punto de quebrarme. Cuando mi debilidad esta a flor de piel, para atacar ese flanco descubierto – y el se rió con ganas – Hemos estado muy cerca de sucumbir pero he sido yo quien nos ha puesto freno.

-Entiendo! Pero yo confío en ti igual que ella. Veras que todo estará bien! – me puse de pie, algo resignado.

-Voy a cazar. Cuídala, por favor.

-Como un halcón! – y volvió a acomodarse a leer.

La noche estaba serena y estrellada. Una leve neblina parecía flotar sobre la hierba y entre los árboles, dándole al bosque un aspecto místico.

Corrí a toda velocidad hacia un punto lejano que, me había comentado Carlisle, habían encontrado un oso. Y tuve suerte, porque encontré un puma. Genial!

Después de alimentarme volví a paso veloz para subirme un rato en lo alto del pino azul que tantas noches me había hecho compañía meditando sobre ella.

Esta seria mi ultima visita aquí, ya que nos iríamos en un par de días. Me di cuenta cuanto había cambiado mi vida en estos casi nueve meses. Sonreí porque estaba feliz de haberla encontrado. Aunque aun me generaba temor todo el panorama: esta tonta situación con su padrastro, su fragilidad, nuestra necesidad de estar juntos y nuestro amor que se llenaba de deseo en los momentos de soledad.

Emprendí el regreso a la casa y debía esperar a que despertara para que habláramos. Decidí que primero la charla la tendríamos nosotros solos y después si ella tenía dudas hablaríamos con el resto de la familia.

Corte una margarita del jardín antes de entrar a la casa y me puse a buscar si tenia lo necesario para prepararle el desayuno. Se lo llevaría a la cama. Mi madre y Rosalie estaban en la biblioteca embalando en cajas las cosas que me llevaría de la casa. No sabia cuanto tiempo iba a pasar antes de volver o si lo podría hacer alguna vez.

La tetera hirvió y la sentí suspirar. "Edward" llamo y ya estaba sirviendo el agua de su taza para llevar la bandeja. Entre en el cuarto y ahí estaba mi futura esposa sentada en la cama, descansada y mucho mejor de los golpes en su cara. Se veían deshinchados aunque aun conservaban el color violáceo típico de los moretones. Sus ojitos contentos me provocaron una sonrisa.

-Buenos días! Como esta la paciente esta mañana? – y después de dejar la bandeja en el sillón junto a la cama, me senté junto a ella y le extendí la flor.

-Buenos días! Deseosa de mi beso matutino... y del desayuno. – y nos reímos. Me incline y bese su boca, suave y calida, y que era toda mía. Luego puse frente a ella la bandeja y me dispuse a ponerle azúcar a su te.

-Hoy es el gran día, verdad? – y eso me robo un suspiro.

-Así es... quedan muchas cosas por resolver hoy.

-Tus padres... y Rosalie?

-Ellas están embalando las cosas de la biblioteca. Nos llevaremos parte de las cosas de la casa. Te parece bien?

-Si. No me gustaría que dejes cosas que pertenecieron a tu familia. A menos que tu no lo desees...

-No, esta bien. Además se que muchas tu las adoras, como los libros. Imagino que querrás algo de la vajilla.

-Si, porque me recordara las noches en que cenábamos juntos. – Y se rió – Lo siento! – yo también me reí.

-En esas ocasiones no podía explicarte y a pesar de todo, disfrutaba mucho de esos momentos contigo. – y acaricie su mejilla.

-A que te sabia la comida?

-Pues básicamente a ceniza... Si es que se puede decir que es un sabor! Pero más me exasperaba no llegar antes a la casa para estar contigo – y nos dimos un breve beso.

-Edward... nosotros nos alimentamos igual que como describe el libro? – y me sorprendí que se incluyera tan cómodamente.

-Si y no... Nosotros no nos alimentamos de los humanos, sino que lo hacemos de los animales. Su sangre no es tan "apropiada" como la humana pero nos mantiene fuertes y en buen estado. –y parecía que la conversación se daría sola, naturalmente.

-Te has alimentado alguna vez de un humano? – y puse mala cara.

-Si... Cuando era un neófito, es decir, cuando era prácticamente un recién nacido. Tuve un "accidente" y me alimente de uno que acampaba en el bosque. Y luego he tenido deslices, pero que realmente fueron un error de criterio de mi parte y formaron parte de una época de rebeldía.

-Que se siente? – sus ojos brillaban expectantes ante mis respuestas y su curiosidad iba en aumento

-Es una experiencia única. Cuando nos alimentamos realmente nos entregamos a nuestros sentidos y lo mas básico de nuestra naturaleza queda expuesto. No debemos ser molestados, pues estamos en constante alerta y podemos atacar a otro que desea simplemente acercarse a nosotros.

-Así seré yo cuando me conviertas? – y ella me sorprendía a cada momento.

-La transformación no es algo fácil y se convierte en una experiencia particular para cada uno. Carlisle no recuerda mucho del momento del ataque de su creador. Pero estuvo tres días enterrado en un deposito lleno de patatas, padeciendo el dolor de su cambio sin decir una palabra. – ella trago con dificultad.

-Así que duele...

-Si, amor... Lamento decirte que duele. Es como si te consumieras en una hoguera. – y baje la vista porque no deseaba tener que hacerla pasar por esta experiencia

-Que sucede?

-No sabes cuanto me cuesta y a su vez me duele tener que pensar que tendrás que pasar por esto... Pero he meditado mucho y finalmente consentiré a tu pedido. Aceptar tu transformación para no tener que perderte o que estés expuesta a algún peligro, se convierte en el acto mas codicioso y egoísta que haya cometido alguna vez. – y ella me regalo una sonrisa que se reflejo en sus ojos. Tomo mi cara y me beso con toda delicadeza y con mucha dulzura.

-Gracias! No sabes lo feliz que me haces!

-Bella, te das cuenta las consecuencias de todo esto, verdad? De todas las cosas que no podré darte: una vida del todo normal, no podremos tener hijos, nunca envejecerás, nunca cambiaras...

-Si, soy consciente. Pero para mi lo único que importa es estar a tu lado. – ella acaricio mi mejilla y frunció el ceño. Algo mas se estaba gestando en esa cabeza suya – Dijiste que alimentarte del humano había sido un accidente... que clase de accidente?

-Cuando eres neófito lleva un tiempo lograr el estilo de vida que puedes observar en nosotros. Al principio la sed es agobiante y tu cuerpo pide alimentarse todo el tiempo. Es aquí donde tus instintos básicos están a flor de piel. Estarás susceptible, alerta y ansiosa la mayor parte del tiempo. Serás mas fuerte que yo porque tus tejidos aun conservaran tu propia sangre, aunque no será suficiente para saciar tu sed.

-Mi sed de sangre... – y asentí. Ella se quedo pensando. Alzo la bandeja y la dejo a un lado de la cama. Tomo mis manos y las acaricio – Nos casaremos antes, verdad? – e inclino la cabeza, observándome seductora.

-Si tu lo deseas, claro.

-Y tendremos nuestra luna de miel como cualquier pareja, no es cierto? – y menee la cabeza. Esta mujer era mi perdición. Me hizo sonreír.

-Tu te refieres a si...

-Si...

-La verdad es que yo preferiría que fuera después de tu conversión. Seria mas seguro. – y su cara cambio por completo.

-No, Edward. Me planteaste que no había vivido suficientes cosas como humana. Esta es una de las cosas que quiero experimentar. – y me puse de pie. Aquí íbamos de nuevo.

-No, Bella! Puedo matarte sin darme cuenta! – y tome un candelabro de plata que había sobre la cómoda y lo apreté hasta que mi mano quedo esculpida en el.- O puedo perder el control y alimentarme de ti.. Es peligroso!

-No hace falta que hagas eso, no destruyas mis candelabros! Pero ya hemos tenido episodios donde casi... casi... – y un rubor sonrosado cubrió su mejilla sana.- y pudiste controlarte! Se que puedes... SE que no me lastimaras!

-Bella, por que tienes que hacer todo tan difícil? – y ella bajo la mirada, triste. Que iba a hacer con ella! Había algo en lo que podía decirle que no? Su respiración cambio e imagine que se sentía rechazada. Yo y mi boca!

-... Amor, por favor! Crees que no deseo amarte así? Que nada me haría mas feliz que consentirte en todo lo que tu deseas?

-Entonces por que no? Podemos probar... Si no podemos, bueno no podemos... pero podríamos intentarlo. Y si no, esperaremos al cambio... Por favor? – y alzo los ojos suplicantes, haciendo que mis secas entrañas se contrajeran. Yo era un títere entre sus dedos y no sabia o mejor dicho, no podía sostener mi negativa. Me perdí en sus ojos. Debía reconocer que su silencio expectante era temiblemente seductor.

-Esta bien! – Y salto de la cama para arrojarse en mis brazos, dejando besos en mi cuello y en mi rostro, haciéndome sonreír – Pero lo intentaremos, al menor atisbo de que te este lastimando...

-Si lo dejaremos! Oh, Edward, soy tan feliz! – y paso sus manos por mi cuello apoyando su cuerpo sobre el mío. Baje la cabeza y nos entregamos en un beso apasionado. Sabia lo que quería lograr pero hoy no seria el día.

-Pero eso será después que nos casemos! – y la mire sonriendo. Ella al principio pareció resistirse para luego sonreír también y volverme a besar. Su boca redundante sobre la mía, hacia poner mi mundo de cabeza. Me aleje de sus labios y sonreí – y es mi ultima palabra!

-Eres imposible! Honestamente no se como lo haces! Yo no puedo tocarte sin desear estar contigo – y me reí. Lo que ella no sabía era que a mi también me costaba un esfuerzo sobrehumano. Pero alguien debía ser el fuerte.

-Eres tan humana! Te amo – susurre y la volví a besar.

Hola a todos!


Bueno, un poco de paz para nuestros tortolos que hablan del futuro, de como enfrentaran el futuro y... otras cosas que les guste este capi lleno de amor y proyectos


Gracias por estar ahi y por seguir nuestra historia. A todos los de siempre, a todos los lectores nuevos que han dejado su comentario y a los que no, tambien! Mil gracias por estar ahi.




Besos desde Buenos Aires


Micky y Alice

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

1 comentario:

  1. aaaa!!!!!!!!!!!!!! es tan lindo me encantaaa!! eres una excelente escritora!! me encantoo!!!

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