Cap 9: Futura Señora Cullen

Por DiarioTwilight   Publicado a las  2:14 p. m.   2 comentarios


Capítulo 9: Mudanza

BELLA POV

Aquella mañana me levanté muy temprano, para ser exactos a las 08:30 a.m. y la verdad es que había dormido muy pocas horas y estaba algo cansada, pero aun así tenía mucho que hacer y no podía perder tiempo. Abrí la ventana para que entrara la luz del sol, era un día muy soleado, típico de verano, hice la cama y me metí al baño para darme una ducha ya que aun estaba algo adormilada y eso me ayudaría a despertarme. Cuando me duché me puse unos pantalones vaqueros cortos y una camiseta de hombreras blanca (FP) para ir cómoda, decidí recoger mi pelo en una despeinada coleta ya que hacía mucho calor.

Esa mañana tenía planeado limpiar el piso y arreglarlo un poco para que estuviera listo y ordenado cuando Jake y Vanessa llegaran, también aprovecharía para guardar algunas de mis cosas en cajas para así poder comenzar a llevármelas al piso de Edward por lo que después de vestirme me dirigí a la cocina donde me encontré a una Angela un poco somnolienta…

-Buenos días-dije sonriéndole, su cara era todo un poema, apenas podía abrir los ojos pero a pesar de todo se veía muy bien con esa camiseta algo holgada color coral acompañada de un colgante largo y esos pantalones vaquero cortos color que llevaba puestos y que había combinado muy bien con unas sandalias altas con zancos color blanco (FP)

-Mmm… Hola-murmuró a modo de saludo llenándose una taza de café, que por el olor, pude percibir que debía de estar bien cargado

-¡Vaya!, parece que alguien se ha levantado con sueño-me burlé a pesar de estar en sus mismas condiciones. Ella sonrió

-Si -refunfuñó, pero a pesar de eso todavía mantenía una pequeña sonrisa en su rostro, eso sin duda era algo que admiraba de mi amiga, incluso en el peor de los días Angela era capaz de sonreír y animar a cualquier persona que la rodeara.

-creo que no debimos acostarnos tan tarde, ahora eso me está pasando factura-dijo alzando su taza de café

-Bueno, fuiste tú la que me rapto hasta el salón y me hizo el interrogatorio, por lo tanto es tu culpa-dije bromeando

-Bueno sí, pero es que no todos los días una de tus mejores amigas te dice que se va a casar-dijo antes de dar un sorbo a su café, para después volverme a sonreír cómplice.

-Si… -suspiré mientras fijaba mi vista en el bonito anillo que reposaba en mi mano izquierda-ni yo puedo terminar de créelo aun-sonreí-supongo que todo será más real cuando Alice sepa la noticia y me arrastre las 24h del día durante 2 meses a todas las tiendas de la ciudad… -un ligero escalofrío recorrió mi cuerpo al darme cuenta de cuan ciertas podrían llegar a ser mis palabras, ojala Alice tuviera algo de compasión conmigo, sino ¿qué iba a ser de mi?

Solté un gemido lastimero.

-Oh, ¡vamos Bella! no será tan malo-soltó una carcajada a lo que yo la fulminé con la mirada provocando que aun riera más fuerte-Por cierto, y ¿Por qué estas despierta tan temprano?-dijo cambiando de tema

-Bueno hoy vienen Jake y Vanessa así que he decidido que voy a limpiar un poco y ordenar el piso, además aprovecharé para comenzar a empacar mis cosas y…

-¿Te mudas?-preguntó mi amiga sorprendida

¡Mierda!, ¡mierda!, ¡mierda!

En ese momento reaccioné, se me había olvidado completamente decirle a Angela que me iría a vivir con Edward en unos días, joder, ¿por qué no había hablado antes con ella? Tenía tantas cosas en la cabeza últimamente que se me había pasado por completo hacerlo, ¡estúpida y tonta Bella!

-Oh, mierda Angela se me olvidó totalmente decirte que me iba, pero verás Edward hace unos días me pidió que me mudará con él, y pues yo acepté, siento no haberte avisado, debí haberlo hecho antes… -dije

-No pasa nada Bells-me sonrió, pero yo aun así me sentía mal por no habérselo contado antes-solo es que te echaré muchísimo de menos…-dijo haciendo un puchero-ha sido genial compartir estos años viviendo contigo, para mi eres como una hermana ¡ahora me voy a aburrir tanto!-exclamó pero su mirada se tornó triste y eso me revolvió por dentro.

-Oh, Angela yo no te considero una hermana, para mi eres-remarqué-mi hermana y por eso también te echaré muchísimo de menos, pero no es como si me fuera a la otra punta del planeta, solo estaremos a 15 minutos de distancia-dije sonriéndole cariñosamente, la echaría muchísimo de menos, de eso no había duda.

Habíamos vivido tan buenos momentos dentro de las paredes de este piso, habíamos compartido tantas confidencias, tantas lágrimas y risas.

Todavía puedo recordar la primera noche que dormimos aquí y ninguna de las dos sabía realmente cocinar, fue muy divertido ya que nuestro "intento" de preparar la cena no terminó muy bien… o aquella vez en la que el grifo del baño se rompió y comenzó a salir agua por todos lados mientras que Angela y yo patéticamente intentábamos detener el agua consiguiendo solamente terminar las dos empapadas correteando de un lugar a otro por todo el piso…

Definitivamente nunca olvidaría esos momentos.

-Bueno tarde o temprano pasaría, Edward y tú os vais a casar así que si no hubiera ocurrido ahora hubiera ocurrido después, te deseo lo mejor Bells, lo sabes ¿verdad?-dijo a la vez que yo asentía mientras ella dejaba la taza vacía de café sobre la encimera de la cocina, la cual era ,a decir verdad, bastante amplia, aunque tampoco excesivamente, los armarios de cocina eran de madera pintada color blanco roto al igual que el suelo de la misma que también poseía ese color , tenía unas bonitas vistas a la ciudad, era agradable sentarse a desayunar en la mesa cuadrada de madera que había en el centro y ver los altos edificios, escuchar el sonido de los pájaros que descansaban en las repisas de las ventanas o sentir los rayos de sol entrar.

Angela y yo vivíamos en un edificio no tal alto, así que difícilmente podíamos ver algo más que edificios y más edificios a través de la ventana, pero sin duda no era una vista desagradable en absoluto.

Había un jarrón con flores sobre la mesa de la cocina la alrededor de la cual se encontraban 4 sillas, y en la nevera, que era de acero inoxidable, había numerosas fotos de Angela, Ben, Alice, Jacob, y de Edward y yo (FP) que ambas fuimos colocamos desde los primeros días que vivimos en esta casa dando así nuestro toque personal…

-Claro que lo sé Angs, y tú también sabes que te quiero-dije mientras me acercaba a ella para darle un cálido abrazo que ella me devolvió cariñosamente

-Para ya, no quiero que nos sigamos poniendo ñoñas (*)-dijo cuando nos separamos-tienes razón, no es como si te fueras a vivir a Europa o a Groenlandia con los esquimales-reí

-además quedará 1 habitación libre, quizá pueda sacarle provecho… -dijo de manera sugerente, pero yo sabía que estaba bromeando por lo que le propine un cariñoso codazo a lo que ella me sonrió ampliamente.

Me serví una taza de café antes de que se enfriara y me senté en uno de las sillas junto a la mesa a la vez que Ángela hacia lo mismo, ambas estuvimos charlando un rato de diversos temas mientras yo desayunaba ya que ella había terminado desde hace un rato pero quiso acompañarme.

-Voy a llevar algo de mi ropa a casa de Ben-dijo mi amiga después de desayunar-¿a qué hora viene Jacob?

-En realidad aún no lo sé, lo llamaré en un rato, pero probablemente hasta esta tarde no lleguen.-dije mientras metía los vasos en el lavavajillas.

-Vale, ¿Necesitas ayuda? Puedo quedarme y ayudarte a limpiar, después iré a casa de Ben-dijo

-No-negué-no te preocupes, vete tranquila a casa de Ben, yo me las arreglo sola-dije sonriendo

-¿Seguro? De verdad no me importa quedarme-insistió

-¡Ángela! ¿Me vas a obligar a echarte yo misma de casa?-dije poniendo mis brazos sobre mis caderas, ella sonrió ante mi gesto.

-Está bien, está bien-levantó las manos y yo reí- me voy-dijo tomando las llaves del piso que se encontraban sobre la mesa y saliendo de la cocina- Si necesitas algo llámame ¡adiós!

-Ok ¡Adiós Angy!-le grité desde la cocina para minutos después escuchar como la puerta de la entrada se abría y se cerraba.

Pasé gran parte de la mañana limpiando, fregando y ordenando, eran muy pasadas las once cuando terminé, así que como aun faltaba algo de tiempo para la hora de la comida decidí que comenzaría a poner en una caja algunas de mis cosas para llevarlas al piso de Edward aunque antes llamaría a Jacob, por lo que fui a mi habitación a por mí móvil, en el cual pude ver que tenia 2 llamadas perdidas y un mensaje…

Preciosa, he salido a correr con Emmett, he dejado el móvil en casa por lo que si me llamas no contestaré pero volveré a las 12, ¿quedamos para comer en mi departamento? Te espero

Te amo. Edward ;)

Sonreí como una tonta, era increíble como lo echaba de menos, y a la vez totalmente absurdo ya que solo habían pasado unas horas desde que había estado con él, pero aun así lo extrañaba, era como una droga para mí, no podía pasar un día sin tomarla…

Mi mente comenzó a divagar, a imaginar a un Edward corriendo por el paseo de Chicago, junto al lago Michigan (FP), lugar donde acostumbraba a ir, vestido con pantalón corto y camiseta de tirantes, aunque supongo que como estábamos en verano no la llevaría, sudando mientras los fuertes músculos de sus piernas se contraían con cada zancada, bebiendo agua a la vez que pequeñas gotitas caían desde su boca hasta su pecho recorriendo sus marcados abdominales hasta llegar a su "V" y luego… ¡Buff!, me estaba derritiendo literalmente al imaginármelo, necesitaba verlo urgentemente, puede que suene exagerado pero habían sido demasiadas horas sin probar su labios, sin embargo y lamentablemente aun me quedaban al menos dos horas para verlo, así que decidí llamar a Jacob antes de que se me olvidara, ya que las dos llamadas perdidas que tenía también eran de Edward por lo que aun no sabía nada de mi hermano.

-Hola Bells-dijo una voz femenina cuando marqué el número de teléfono de Jacob, supuse que sería Vanessa.

-Hola ¿Vanessa?-pregunté algo dudosa, no estaba segura si esa era Vanessa pues si lo era entonces se podría decir que su voz en estos meses había cambiado considerablemente, se escuchaba como más madura, más mujer.

-Sí-rió- Jacob ha ido al baño, o eso dijo hace media hora, creo que me ha abandonado y me ha dejado sola en el avión-dijo fingiendo preocupación, yo sonreí, esta chica era igual que Jacob, le encantaba verle el sentido divertido a la vida y nunca paraba de bromear, por eso estoy segura de que son perfectos el uno para el otro

-Oh ¡diablos!, creo que se merece unas buenas patadas o nalgadas, se lo diremos a Sue-dije riendo-no está nada de bien abandonar a una dama-se escuchó una carcajada al otro lado del teléfono-

-Sí, eso estaría bien-dijo todavía riendo- y dime ¿querías algo?

-Sí, ¿sabéis a qué hora llega vuestro vuelo a Chicago? Edward y yo iremos al aeropuerto a recogeros

-Oh, pues se suponía que llegaríamos a las 5 de la tarde pero en Seattle hubo un retraso de 1 hora, así que supongo que no llegaremos hasta las 6 o como máximo las 7 de la tarde…

- Vale, Edward y yo estaremos a las 6 en el aeropuerto, un beso Vanessa, saluda a Jacob, ¡Adiós!-me despedí

-Adiós Bella, un abrazo, nos vemos en unas horas-dijo despidiéndose antes de colgar

Dejé el móvil sobre la cama y fui a por unas cajas para guardar mis cosas, una vez que las conseguí, me dispuse a colocarlas sobre mi cama para después comenzar a abrir los cajones de mis mesillas y vaciarlos.

Guardé todo tipo de pulseras y pendientes, también empaqué cremas y algo de ropa en una maleta junto a fotos, CDs de música y zapatos; dejé por completo vacios los cajones de las mesillas excepto por una cajita color rojo y blanco que había en uno de los cajones.

La tomé entre mis manos y pude ver que era la caja donde guardaba las píldoras anticonceptivas que tomaba diariamente desde hacía un par de años, y desde que las tomaba muy raramente Edward y yo utilizábamos preservativo, de hecho yo los odiaba pues después de haberme acostumbrado a estar con él sin nada de por medio y haber descubierto lo sumamente placentero que era sentirlo sin barreras, y piel contra piel me desagradaba demasiado la idea de volver a utilizar condones, y en eso Edward estaba de acuerdo conmigo pues él también prefería hacer el amor sin el látex entre nosotros.

Me di cuenta de que solamente quedaban unas pocas pastillas, que coincidían exactamente con el número de días restantes del mes, además esta era mi última caja por lo que tendría que ir pronto a ver a la Dra. Keller, mi ginecóloga , quien se encargaba de mis revisiones y de recetarme las píldoras anticonceptivas cada 6 meses , una chica de unos 32 años, alta y delgada, muy bonita que actualmente se encontraba casada y con un niño de 2 años;

Por supuesto Edward estaba encantando de que tuviera una ginecóloga y no un ginecólogo ya que según él, no permitiría que un "sucio-asqueroso-pervertido" pusiera sus "sucias y asquerosas" manos sobre mi cuerpo, aunque tuvo que tragarse sus palabras una vez, ya que cuando la Dra. Keller tenía 7 meses de embarazo le fue concedida la baja por maternidad ya que tenía un embarazo un poco complicado y en su lugar vino a sustituirla un chico de unos 26 años, llamado Nicholas Jhonson, él era muy simpático y profesional pero a Edward no le hizo mucha gracia eso, aun recuerdo aquella "charla" con final feliz que tuvimos…

Inicio flash Back

Me encontraba envuelta en mi albornoz color coral (FP) pues acababa de darme un baño en casa y hacía mucho frío como para llevar solamente una toalla ya que estábamos en Enero y las temperaturas en Chicago eran muy bajas, Ángela había salido hace horas así que yo había aprovechado para relajarme un poco por lo que había llamado a Edward para ver unas pelis y cenar, aunque antes había decidido bañarme y ponerme el pijama puesto que no saldríamos a ninguna parte ya que yo mañana tenia clases muy temprano y él tenía que trabajar, así que ahora me encontraba sentada en mi cama mientras veía a Edward andar de un lado a otro por la habitación mientras pasaba su mano numerosas veces pos su pelo, acción que le delataba y me hacía saber que estaba nervioso y alterado...

-Estás loca Bella, ni de coña te pone una mano encima-yo volví a rodar los ojos, llevaba diciendo lo mismo desde que le había dicho que el nuevo chico que había en el hospital era el sustituto de la Dra. Keller y que mañana tendría que ir a pasar mi revisión… aunque si lo miraba desde el punto positivo, se veía realmente mono cuando se ponía celoso, no pude evitar sonreír, realmente amaba a este hombre a pesar de sus reacciones sobre protectoras y celosas.

-¿Te casusa gracia cariño?-dijo irónico al verme sonreír, y por más que lo intente no pude ocultar mi sonrisa-porque a mí no…

-No es eso amor, es que no tiene sentido lo que dices, es un profesional ¿qué más da si es hombre o mujer?, yo no me pongo celosa cuando tratas a mujeres adultas, porque las ves con ojos de médico Edward.

-Joder Bella, es que me hierve la sangre de tan solo imaginármelo-continuó ignorando mis réplicas- es un niñato… he visto como te come con los ojos-dijo mientras se detenía enfrente de mí.

Así que a eso se debían sus celos, a que era un muchacho joven y atractivo, no le veía otra explicación ya que en otras ocasiones, aunque no en el área de ginecología, me habían atendido médico a pesar de no ser tan jóvenes como el Dr. Nicholas Jhonson, me levanté de la cama y caminé lentamente hacia donde él se encontraba

-Vamos, guapo tu sabes que yo los prefiero morenos y con ojos verdes y él es rubio y con los ojos marrones-dije sonriéndole a la vez que apoyaba mis manos en su pecho, él me devolvió la sonrisa o al menos un intento de sonrisa, aunque no duró mucho tiempo ya que su expresión volvió a tornarse seria de un momento a otro, como si hubiera recordado algo desagradable.

-Y tú sabes que no dudo de ti, que nunca lo he hecho-me aseguró, aunque yo ya sabía eso-

- es solo que odio ver como revolotea a tu alrededor mientras se le cae la baba cada vez que vas a verme al hospital, si por mi fuera le abría partido la cara hace tiempo – masculló molesto

Bueno era cierto que Nicholas siempre solía saludarme y charlar conmigo, pero hasta este momento únicamente lo había interpretado como simple cordialidad y simpatía, nada más, pero ahora que Edward lo decía puede que tuviera razón ya que en una ocasión el Dr. Jhonson me había preguntado sobre mi estado civil, y yo feliz le había contestado que tenía novio donde acto seguido pude ver reflejado en su cara cierto matiz de desilusión y enfado cuando le dije que se trataba de Edward aunque en ese momento creí que serian únicas y absurdas suposiciones mías.

Pero parecía que me había equivocado…

-No seas tonto, sabes que no tienes por qué preocuparte-dije mientras mis manos descendían hasta llegar al inicio de sus pantalones, él a su vez depositó sus manos a ambos lados de mi cintura, entonces mis traviesas manos jugaron con el botón de su pantalón hasta conseguir soltarlo para después acercarme lentamente a su oído

-además tú eres más guapo-dije, aunque eso él ya lo sabía de sobra ¡estúpido Cullen prepotente!, antes de morder el lóbulo de su oreja para hacer que se relajara, no quería que se le diera vueltas a la cabeza y estaba comenzando a tensarse y yo conocía la manera perfecta para hacer que se desvaneciera su pequeño cabreo que sin duda crecería si seguíamos hablando del sustituto de la Dra. Keller

Cuando me separé de su cuello, en el cual había dejado repetidos besitos vi como su sonrisa había vuelto y como sus ojos reflejaban dulzura y amor así que lo tomé de la corbata, ya que iba vestido con traje porque había venido directamente desde el hospital, y literalmente lo tire sombre mi cama, sin hacerle daño por supuesto aunque eso sería difícil ya que él era mucho más fuerte que yo, y me puse a horcajadas sobre él para después atacar sus labios desesperadamente hasta devorarlos.

-¿Intentas distraerme?-preguntó con la respiración ligeramente entrecortada cuando le di un respiro a sus labios

-¿Funciona?-dije cuando me incorporé, quedando nuevamente sentada a horcajadas sobre su cintura, momento que aproveché para deshacer el nudo de mi albornoz hasta soltarlo y deslizarlo por mis hombros suavemente quedando completamente desnuda ante los ojos de mi novio, lo cuales pude ver como se abrían como platos, acto que me provoco mucha satisfacción.

¡Así se hace Swan! Cosas así eran como un bálsamo para mi autoestima.

-B-bella… -jadeó por lo cual mi sonrisa creció considerablemente a la vez que muy tortuosamente me acercaba a su odio rozando levemente mi pecho desnudo contra el suyo que para mi desgracia aun estaba tapado por esa bonita camisa blanca que vestía, pero que según mis planes no duraría mucho tiempo puesta.

-Quiero que me hagas el amor-dije muy sensualmente pasando mi lengua pos su mandíbula-te voy a demostrar cuanto te amo cariño-volví a susurrarle en el oído al notar cómo se estremecía con mis palabras

-Y… y ¿Q-qué ocurre-e… si vi-viene… Angela?-decía con la voz tan estrangulada que incluso me costó entenderle, aunque también he de decir que me costó mucho prestarle atención a sus palabras ya que estaba comenzando a sentir como su erección crecía bajo sus pantalones haciéndose notar

-Tengo la sensación de que no lo hará-dije sabiendo que hoy era el aniversario de novios de mi compañera de piso y su novio, por lo que estaba más que segura de que Ángela llegaría muy, pero muy tarde esta noche

-pero si lo hace tendremos que ser algo silenciosos, aunque dudo que podamos…. no sabes lo que te espera Cullen-dije provocativamente comenzando a desabotonar los botones de su camisa, la cual no tardo mucho en desaparecer del glorioso cuerpo de Edward.

Me acerqué peligrosamente a sus labios, los cuales delineé con la punta de mi lengua hasta que finalmente dejé de torturarlo y metí mi lengua en su boca degustando aquel sabroso manjar que sus labios me brindaban siempre, disfrutando de cada rincón de su boca mientras que sus manos acariciaban delicadamente cada parte de mi cuerpo deteniéndose finalmente en mis pechos los cuales masajeo muy placenteramente, fue en ese momento en el que no pude ocultar mi increíble excitación y mordí su labio inferior provocando que Edward prácticamente gruñera de placer para acto seguido sujetarme firmemente de la cintura y en un rápido pero cuidadoso movimiento consiguió posicionarme bajo su cuerpo quedando de esta manera él sobre mí, quedando su cuerpo totalmente pegado al mío…

El resto de su ropa no tardo en desaparecer ya que mis manos, ansiosas, la arrancaron literalmente de su cuerpo; una vez conseguí tenerlo completamente desnudo para mí, nuestra pasión y lujuria fue desatada y ahí fue cuando comenzó la magnífica noche de amor y placer que vivimos, en la que nuestros cuerpos como de costumbre se fundieron en uno solo y se transmitieron todos aquellos poderosos sentimientos que ambos sentíamos y que solamente podíamos transmitir así, amándonos.

A las 3:30 a.m. según la hora que marcaba el reloj de mi mesita de noche que tenia junto a la cama, me encontraba bocabajo sobre el pecho desnudo de Edward, nuestras piernas, las cuales se encontraban entrelazadas, estaban tapadas por la fina manta color vainilla que había en mi cama y nuestras manos también se encontraban unidas, ya que su mano izquierda se encontraba encima de la mía la cual estaba apoyada en su pecho.

A pesar de estar algo cansados, pues habían sido tres las rondas que habíamos tenido en cinco horas, ninguno de los dos tenia sueño por lo que simplemente estábamos disfrutando de este momento, en ocasiones hablábamos aunque no demasiado ya que siempre que lo hacíamos terminábamos haciendo nuevamente el amor, y es que lo necesitaba tanto, aún me costaba entender como una única persona en el mundo era capaz de provocarme deseos tan poderosos como él lo hacía.

-Se te ve más relajado ¿no guapo?-dije bromeando, ya que al comenzar la noche había estado algo tenso y disgustado debido a la conversación que habíamos mantenido sobre mí, temporal, ginecólogo, el Dr. Jhonson

Alcé mi cara para poder ver así la expresión de su rosto, en el cual se acababa de formar una sonrisa, pero no cualquier sonrisa, sino esa torcida suya que me gustaba tanto ¡mi favorita!

-Es imposible no estarlo después de esto-dijo mostrando aquel semblante de inescrutable relajación mientras mantenía los ojos cerrados- aunque creo que aún puedo sentir el corazón latir agitado, ¡vas a acabar conmigo Swan!-exageró provocando que yo soltara unas risitas.

¡Amaba el sexo con este hombre! Siempre era tan putamente bueno... Aunque creo que cuando dos personas se aman, el sexo nunca puede ser malo entre ellos, por eso estoy segura de que yo nunca podría cansarme de estar entre sus brazos, nunca podría estar con otro hombre que no fuera él, ni podría ni quería.

-Pero amor, -fingió un tono de voz acaramelado-como el idiota-dijo refiriéndose al Dr. Jhonson- se pase de la raya contigo, o intente hacer alguna estupidez de niñato hormonal, simplemente le arrancaré la cabeza después de haberle partido la cara-dijo tranquilamente y con voz satisfecha

-¿hablas en serio Edward?-repliqué alzando una ceja-¿vamos a volver a discutir acerca de esto?-realmente no quería hacerlo, acabábamos de hacer el amor, estaba relajada y contenta, tenía la sensación de que mi cuerpo descansaba en una nube esponjosa y suave, estaba demasiado feliz en mi burbuja y no me apetecía volver a discutir por el mismo tema que minutos atrás había logrado que él olvidara.

-Yo no dije que fuéramos a discutir solo dije que más le vale al estúpido tener las manos quietas contigo-abrió los ojos y me miró-¿qué? ¡Vamos Bella! No me mires así, él te mira como si fueras un pedazo de carne ¡no puedo evitar tener ganas de golpearle! –se defendió de mi mirada reprobatoria

-¿un trozo de carne? Estás exagerando Edward y me parece muy machista y feo que no te agrade el Dr. Jhonson como mi ginecólogo solo porque es un hombre… -le piqué con el dedo en el pecho después de erguirme y dejarme caer sobre mi espalda en el colchón a su lado.

-No es eso-negó rápidamente- mi problema no es que un hombre sea tu ginecólogo, mi problema es que él sea tu ginecólogo-escupió de nuevo molesto.

-Exageras demasiado… - volví a insistir, quizá yo le gustara al Dr. Jhonson pero definitivamente Edward estaba sacando las cosas de contexto.

-No, no lo hago… además ¡eso te pasa por ser demasiado guapa!-bufó con indignación

-Oh claro, tu debiste tener novias feas, así sería más fácil manejar la presión ¿no, Cullen?-musité irónica

-Seguro-refunfuño medio divertido ahora, oh genial ¿yo le causaba gracia ahora? ¡Bien Cullen, estabas comenzando a cabrearme!

- creo que te pondré una etiqueta que ponga "Propiedad de Edward Cullen, no tocar"-rió bromeando.

Yo intenté ocultar la sonrisa que se me formó a causa de sus estúpidas ocurrencias ¿por qué demonios me hacía reír cuando estaba enfadad? Así nunca podía ponerme sería con él…

-¡Bien! Entonces yo te pondré otra en tu entrepierna que ponga "No mirar, solo Bella Swan puede hurgar aquí"-sonreí a medias, y después de decirlo pensé que quizá eso no fuera tan mala idea, de esa manera le dejaría las cosas claras a todas las arpías que ponían sus ojos en mi novio.

Edward rió fuertemente

-Perfecto, nada de tocar a Bella, nada de hurgar dentro de mis pantalones.

-Bien y no vas a amenazar al sustituto de mi ginecóloga, ¿de acuerdo? –quise asegurarme.

-No voy a prometerte cosas que quizás no cumpla hermosa… -rió entre dientes. ¡Era incorregible!

-¡Edward!-le reproché

Él trato de ponerme su mejor cara, pero yo mantuve el ceño fruncido.

-No me fío de él, ni si quiera me simpatiza…. ¡no sé porque diablos se sigue fijando en ti después de saber que estás conmigo! Porque digas lo que digas lo sigue haciendo y por eso yo no pienso quitarle el ojo de encima-murmuró lo último por lo bajinis-

Puse los ojos en blanco dándome por vencida pero no evité sonreí, era imposible luchar contra Edward y sus "instintos", él siempre era tan protector, pero mentiría al negar que eso no me gustaba ya que me hacía sentir querida y me demostraba que realmente me quería y yo le importaba.

-Eres un cavernícola idiota, pero aun así te amo- reí antes de darle un besito en la comisura de sus labios- mi celoso, pero guapo novio-él sonrió ante este último comentario

-Yo no soy celoso, bueno quizá solo un poco-dijo esto último entre dientes, lo que me hizo reír-solamente protejo lo que es mío-dijo con voz firme y segura

-¡Ah! Y, ¿Yo soy tuya?-alcé una ceja, siguiendo el juego que sin saberlo, él había empezado

-Claro preciosa-dijo sonriendo de forma traviesa-eres completamente mía.

-¿Y desde cuando soy suya Doctor?-dije intentando sonar desafiante, aunque realmente creo que no logré conseguirlo, ya que él tenía una gran sonrisa en sus labios

-Desde el día en el que me gané tu corazón….-dijo.

Pero yo realmente no estaba de acuerdo con sus palabras ya que yo le había pertenecido desde mucho antes, porque mi corazón nunca se lo tuvo que ganar, simplemente fue suyo desde el día en el que lo conocí y entró sin permiso a mi vida lo cual fue, indudablemente, lo mejor que me podría haber pasado, ya que a eso le debo la gran felicidad y los buenos y mágicos momentos que me han estado acompañando todo este tiempo.

Edward Cullen había sido la piedra más puntiaguda y afilada con la que yo me había chocado en mi camino, pero a la vez era la más brillante y la más hermosa de todas.

Gemí involuntariamente cuando comenzó a besar lentamente mis labios, volviendo así a unir nuestros cuerpos desnudos para una vez más demostrarnos el amor que sentíamos el uno por el otro antes de caer finalmente rendidos en los brazos de Morfeo…

Fin flash Back

Era genial que la mayoría de nuestras discusiones, si es que se le pueden llamar así porque realmente no lo eran, terminaran de esa forma tan bonita.

Decidí volver a esta realidad y terminar de guardar mis cosas, aunque prácticamente lo había guardado todo ya que solo quedaban cosas esenciales, como mi ropa interior y algo de ropa que dejaría para dos días más.

Cuando terminé completamente de cerrar la maleta y sellar las cajas con celo resistente las coloqué junto a la puerta de la entrada y miré el reloj, el cual marcaba las casi las doce del mediodía, por lo que fui a arreglarme para ir a casa de Edward, decidí darme una ducha nuevamente ya que había sudado mientras limpiaba debido al calor, además así aprovecharía para lavarme el pelo lo cual ayudaría a refrescarme.

Fui al baño y una vez me quité la ropa me metí dentro de la ducha abriendo el grifo del agua caliente y el del agua fría, con el fin de que esta saliese tibia, dejé que el agua corriera por mi cuerpo y relajara mis músculos a la vez que me refrescaba.

El verano era genial, yo amaba esta época del año, pero así como los inviernos eran terriblemente fríos, los veranos de Chicago eran demasiado calurosos así que si yo no quería morir de calor, necesitaba conseguir refrescarme por lo que traté de disfrutar de mi placentera y relajadora ducha.

Salí envuelta en una toalla blanca a mi dormitorio donde me puse un conjunto de ropa interior color negro de encaje (FP) que milagrosamente no se transparentaba a través de la camiseta blanca que había combinado con una falda de encaje en la que predominaba el color azul pero que a su vez estaba formada por numerosas formas extrañas blancas y marrones, que se ceñía a mi cuerpo gracias a un cinturón marrón oscuro igual que los altos tacones enredados que llevaba puestos (FP).

Para finalizar dejé mi pelo suelto al natural y apliqué un suave maquillaje a mi rostro quedando así arreglada completamente y lista para ir a comer con mi futuro marido, una gran sonrisa se extendió por mi rostro al recordar que Edward era mi prometido, ¡eso sonaba tan bien! ¡Mi prometido! Era increíble que me fuera a casar con el hombre más perfecto del universo, mi sueño de carne y hueso.

Tomé mi móvil luego de fantasear un rato más con Edward y salí sonriendo de la habitación. Pocos minutos después escuché como la puerta de la entrada se abría.

-Hola Angy-la salude alegremente-¿Cómo está Ben?

-Hola Bells, Ben está muy bien, te manda saludos-dijo mientras cerraba la puerta de la entrada-por cierto he venido a coger algo de dinero, pasaré la tarde fuera con la familia de Ben ya que sus padres han venido a pasar unos días y comeremos con ellos hoy en Park Grill (*)

-¡Oh! Eso es genial- amaba Park Grill, las chicas y yo solíamos frecuentar mucho ese lugar

-Sí, deberíamos ir con las chicas de nuevo, la semana pasada lo pasamos genial

-Es cierto, aunque nunca más dejaré que Alice pida mi plato por mi-Angela rió al recordar eso, Alice había ordenado Crab Cakes (*) como para 20 personas, y eso que solo se trataba de los entrantes… ninguna de nosotras pudo comer tanto.

-Entonces esta tarde yo no estaré aquí, ¿tú te vas a quedar? –me preguntó

-No, está bien, yo también voy a salir, voy a casa de Edward y esta tarde estaremos con mi hermano y Vanessa-comenté mientras me acuclillaba tratando de acomodar bien las cajas de cartón en el suelo para cogerlas- por cierto ¿podrías ayudarme a bajar estas cajas a mi coche?-dije porque la verdad es que las cajas pesaban bastante y necesitaba algo de ayuda

-Claro, vamos-dijo colocándose a mi altura para ayudarme a tomarlas.

Bajamos las cajas al bajo del edificio donde se encontraba el parking para los coches de residentes, cuando terminamos de meter todas mis cosas en el coche subimos al piso, yo tomé mis cosas y me fui tras despedirme de Ángela, que se quedó en el piso, ya que ella se iría dentro de una hora, pues me había dicho que había quedado con Ben a las una y media de la tarde.

-Adiós Ángela, saluda a Ben de mi parte-dije antes de cerrar la puerta tras de mí para después coger mi coche y salir del edificio en el cual residía, aunque no durante mucho tiempo más.

Por el camino decidí parar en un restaurante tailandés y comprar algo de comida ya que supuse que Edward no debía tener mucha variedad en casa, debido a que cuando nos fuimos a California dejamos la nevera con serios problemas de reservas, tendría que decirle a Edward que deberíamos ir a comprar pronto si no queríamos seguir alimentándonos con comida basura.

Debido a mi parada en dicho restaurante, llegué al departamento de Edward un poco más tarde de lo que normalmente tardaba en llegar, eran casi las 12:50 p.m. ya y sentía como mi estómago reclamaba algo comestible con urgencia.

El edificio donde vivía Edward era una autentica belleza, era muy moderno y alto, tanto que desde el piso que ocupaba Edward se podía contemplar gran parte la ciudad de Chicago.

Aparqué en la entrada, tome la comida tailandesa en las manos y me dirigí al ascensor, no sin antes saludar al guardia de seguridad que había en la entrada, el cual ya me conocía por lo que ni siquiera me pidió documentación ni nada por el estilo para entrar.

La primera vez que vine a este lugar, reconozco que me sorprendió mucho la enorme seguridad que había en este edificio, pero luego me di cuenta de que era un sitio muy lujoso, con vistas privilegiadas y demasiadas comodidades, así que supe que no cualquiera podría vivir aquí, esto debía costar mucho dinero, una persona con un sueldo humilde no podría ni siquiera alquilar uno de estos departamentos ni por un mes….

Sabía que Edward no era un hombre con problemas económicos precisamente, Carlisle había logrado con mucho esfuerzo convertirse en un reconocido médico y por eso había podido brindarles a sus hijos todo tipo de comodidades, aunque también había sabido educarlos e inculcarles el valor de las cosas y lo que costaba conseguirlas.

En realidad nunca me ha importado si Edward tiene dinero o no, incluso al principio no lo soportaba justamente por creer que era un estúpido niñato mimado egocéntrico que creía ser el dueño del mundo por tener unos cuantos billetes de más, pero no, definitivamente yo estuve muy equivocada con eso, Edward no era alguien materialista, él valoraba las cosas, y se esforzaba por conseguirlas, puede que siendo más joven tuviera una mala época y no estuviera actuando como el hombre que realmente es, pero nadie es perfecto y él había madurado mucho desde entonces.

Edward era alguien increíble, y no solo lo amaba sino que también me sentía orgullosa de él, no solo es una cara bonita y un cuerpo extremadamente follable, Edward guardaba una gran personalidad dentro, una personalidad extrovertida, romántica, bromista, perspicaz, simpática y agradable, una capaz de comerse el mundo entero y de enamorar a todas las estrellas del firmamento.

Había olvidado la copia de las llaves, que hace 2 años, Edward me había dado de su departamento por lo que toqué el timbre en repetidas ocasiones hasta que finalmente abrió la puerta aquel ser tan maravilloso al que tanto amaba, me sorprendió gratamente el hecho de que tuviera solamente una toalla envuelta en su cintura y siendo esta la única que lo separaba de la desnudez completa, su pelo estaba totalmente alborotado y muy mojado, su pecho relucía a causa del agua y en el suelo había huellas húmedas de agua provenientes de sus pies, ¡vaya!, al parecer lo había sacado de la ducha, pues debía haberlo pillado dentro del baño.

-Vaya guapo-dije tragando secamente al estar ante semejante monumento- ¿recibes así a todas tus visitas?

-Mmmm-puso cara pensativa-

-sí-dijo sonriendo descaradamente al ver la cara de boba que se me había quedado ante tan placentero recibimiento- pero solo contigo hago tratos especiales…

EDWARD POV

¡Joder!, qué calor hacia, llegué a mi departamento prácticamente empapado, había salido a correr con Emmett en el paseo junto al lago Michigan, donde acostumbrábamos a ir siempre que quedábamos para hacer algo de ejercicio pero definitivamente hoy no era el mejor día o por lo menos deberíamos haber salido más temprano cuando no hacía tanto sol, aunque dudo que yo hubiera podido madrugar hoy, estaba demasiado cansado como para levantarme pronto.

Tampoco puedo decir que haya dormido mucho y bien, ya que lo normal era que cuando no estaba Bella a mi lado, cuando su cuerpo no se pegaba al mío y no sentía su acompasada respiración mientras dormía , por muy estúpido que sonara yo no podía conciliar el sueño con la facilidad que lo conciliaba cuando estaba ella.

Me gustaba demasiado dormir junto a ella, se sentía increíblemente bien abrazarla y enterrar mi cabeza en su cuello, aspirar su atrayente aroma a fresias y únicamente dormirme así.

Cuando llegué a mi departamento eran las 12:20 p.m. por lo que Bella no demoraría en venir, antes de darme una ducha fui a la cocina donde tomé un vaso de agua fresca, fue ahí cuando me di cuenta que la comida que había en la nevera no era realmente sana para comer ya que la poca comida que quedaba, pues desde que nos habíamos ido a California no habíamos comprado nada, eran dulces de chocolate, los cuales Bella siempre comía, aunque bueno yo desde que estaba con ella tengo que reconocer que me había convertido en un goloso ¡Nunca había comido tantas porquerías como las que había comido en estos tres años con ella! ¡Era una mala influencia!

Bueno, supongo que tendríamos que pedir algo de comida, quizá unas hamburguesas o unas pizas… ¡diablos! ¿A quién se le ocurre invitar a su novia, ahora prometida, a comer si no tiene comida?, como no Cullen siempre a ti.

Dejé el vaso en la cocina y guardé la botella de agua en la nevera, al cerrarla me quede embelesado viendo la foto que había en ella pegada con un imán, era una foto de Bella y yo (FP), la cual había sido tomada hace 1 año, me quedé mirando la foto fijamente, y en ese momento miles de recuerdo golpearon mi mente, unos buenos, otros dolorosos, y es que jamás me perdonaría el haberle hecho daño, ¡joder! ¿a quién se le pasa por la cabeza decirle a la mujer que amas lo que sientes y después acostarse con el putón poligonero de la universidad? pues claro al idiota más grande del mundo, es decir a mí, recuerdo perfectamente, a pesar de estar borracho como una cuba, lo que ocurrió aquella noche con Tanya…

Inicio flash Back

Lo había soltado todo, ya está, le había dicho a Bella todo lo que sentía por ella, me había abierto en canal delante de ella y se lo había dicho todo, ¡todo! y ella, ella lo único que había hecho había sido rechazarme…

¡Joder!, de verdad que no la entendía, bueno, vale en realidad sí que la entendía, ¿cómo iba a confiar en mí? , mis antecedentes no eran nada buenos, no era precisamente conocido por mantener relaciones serias y largas con mujeres, además me había acostado con un montón de compañeras suyas, es normal que no me creyera, pero ¡mierda! yo había sido sincero, de verdad la quería…

Y ahora me encontraba en un taxi con algunas copas de más y con Tanya a mi lado, que sospechosamente había insistido en acompañarme a casa, ya que según ella estaba preocupada por mí, y a mi realmente me daba igual que viniera o no, ya que en ese momento me daba igual todo, ni siquiera había llamado a mis hermanos ni a Jasper, al fin y al cabo lo único que me dirían seria "te lo dije, no debiste haberte portado como un cabrón con ella" o "te lo mereces" y yo sinceramente en este momento pasaba de sermones, lo único que quería era llegar a casa de mis padres, meterme en mi habitación y llorar como un niño de 5 años hasta dormirme.

Pero eso no fue lo que pasó precisamente, cuando llegamos a casa de mis padres, no sé exactamente de qué manera pero Tanya me convenció de que no se iría hasta asegurarse de que estuviera "a salvo" en mi dormitorio, ya que según ella no podía ni mantenerme en pie debido a la gran cantidad de alcohol que había tomado pero yo recuerdo que me sentía completamente capacitado para caminar a pesar de llevar una botella, prácticamente vacía, de vodka en la mano…

No obstante, en ese instante no tenía ganas de discutir así que le que permití que me acompañara, cuando estuvimos en mi dormitorio lo primero que hice fue tirarme de espaldas a la cama y cerrar los ojos, ni siquiera me desvestí, supuse que Tanya se marcharía, ni le di las gracias no le encontraba sentido hacerlo.

Cuando pensé que estaba solo, sentí como alguien se subía encima de mi cuerpo apoyando sus manos en mi pecho, abrí mis ojos ante la sorpresa para encontrarme con Tanya, bueno mejor dicho, con su escote en mis morros prácticamente, ya que llevaba puesto un vestido muy corto color negro que marcaba cada una de sus bien formadas curvas, el cual llevaba una tira transparente en el abdomen permitiendo de esa manera ver el tatuaje, una mariposa azul (FP) , que tenia justo debajo del pecho, en la costilla izquierda, el provocativo vestido marcaba su contoneada cadera y trasero(FP) lo cual me provocaba considerablemente sobre todo cuando comenzó a desabotonar los botones de mi camisa, ¿en qué momento habíamos llegado hasta este punto?

-Tanya ¿Qué mierdas haces?-dije totalmente confuso

-Te estoy ayudando a olvidar, Edward-susurró en mi oído

-a olvidar a Bella, te voy a demostrar que soy mejor que ella en todos los sentidos, que soy más mujer-dijo y creo, aunque no estoy del todo seguro, que percibí un tono de despecho y amargura en su voz, incluso de rabia.

-Nadie es mejor que Bella- me dije a mi mismo susurrando tan bajo que ella no alcanzó a escucharme

Tenía tantas sensaciones acumuladas en mi cuerpo, rabia, impotencia, despecho, indignación, que decidí mandarlo todo a la mierda y desahogarme, sacarlo todo hacia fuera, y lo único que tenía a mano era a Tanya, la cual comenzó a besarme y a provocarme por lo que una cosa llevo a la otra hasta que finalmente terminamos teniendo sexo, ya que no se le puede llamar de otra manera debido a que no hubo ninguna clase de sentimiento aquella noche y sí, admito que la use, pero bueno finalmente quién pago por el maldito error fui yo ya que estuve a punto de perder completamente a Bella por esa estúpida noche.

Así que de esa manera agarré a Tanya por la cintura y la apreté contra mi cuerpo, después me lancé a sus labios con algo de violencia ya que intentaba desahogarme aunque si le hice daño ella no me lo hizo saber, por más que intenté imaginarme que la chica a la que estaba besando era Bella, no lo conseguí, ¡Dios!, eran tan distintas, jamás podría comparar a Bella con nadie, no me importaba poder tener a todas las chicas del mundo, yo solo quería a una, a Bella, y ella a mi no me quería.

¿Qué diablos era esto? ¿Karma? ¿Justicia? ¿De verdad merecía que la vida me tratara así? ¿Merecía yo esto? Sí, puede que sí.

Lo último que recuerdo de aquella noche es creer haber escuchado a Tanya murmurar algo como "no entiendo cómo te has podido enamorar de esa mocosa y poca cosa" antes de dormirse

Verdaderamente hice un gran esfuerzo en contener las ganas de gritarle un puñado de insultos en la cara, sin embargo no lo hice porque no estaba realmente seguro de haberla escuchado, y por otro lado estábamos en casa de mis padres y no quería montar alboroto, además, Bella estaba en la habitación de al lado con Alice debido a que su piso estaba en reformas, y mierda, no quería que se enterasen de que me había follado a Tanya, albergada el deseo de que mañana muy temprano consiguiera echar "educadamente" a Tanya de la casa poniendo alguna excusa, tal vez lograra mantener en secreto este error.

Pero lamentablemente y como últimamente acostumbraba, la suerte no estuvo de mi parte pues aquella mañana la bomba estalló, ya que el maldito despertador no sonó a las 6 de la mañana como yo lo había programado, o si lo hizo simplemente no me di cuenta, por lo que cuando yo me desperté, ya que Tanya seguía dormida, el reloj marcaba las 9:00h de la mañana así que estaba más que seguro que todos estaría despiertos y yo no tenía ni puta idea de cómo sacar a Tanya sin que la vieran, bueno al menos sin que Bella la viera.

Decidí refrescarme para lograr aclarar mi cabeza y mis ideas, por lo que me metí a la ducha y cómo las cosas no podían ir peor, nótese el enorme sarcasmo, cuando salí del baño me encontré a Bella saliendo por la puerta de mi dormitorio, y en ese momento sentí como el mundo se derrumbaba, y por un lado lo deseé, hubiera deseado que me tragara la tierra y haber desaparecido justo en ese momento.

Aunque eso no fue nada comparado al dolor que sentí cuando vi los hermosos ojos marrones de Bella inundados de lágrimas, lágrimas que yo había causado y que por desgracia no fueron las únicas que derramó por mí.

Fin flash Back

Ese día me sentí el tío más miserable, capullo y desgraciado del planeta y por si no fuera poco a Tanya se le ocurrió decir que éramos novios, ¡esa mujer estaba loca!,

Si quería enterrarme vivo o mandarme al purgatorio, vaya que lo consiguió, su "ayuda" fue muy útil para lograr que Bella me despreciara aún más, y lo peor de todo, es que yo sabía que Tanya era muy consciente del daño que me estaba causando y de lo mucho que me estaba perjudicando a mí, pero sobre todo ella sabía perfectamente bien el daño que le estaba haciendo a Bella.

Por otro lado me dolía tanto ver a Bella así, me dolía saber que el causante de su dolor era yo, en 24h todo había cambiado tanto, en ese momento estaba completamente seguro de que me odiaría por el resto de su vida, gracias a Dios que meses después me escuchó y me perdonó, y ahí fue cuando me di cuenta del gran corazón que ella tenía pues solo podía ser así si ella pudo perdonarme

Después de recordar aquel desagradable momento me metí a la ducha, era agradable sentir el agua fresca correr por mi cuerpo después de tan agotadora mañana. Estaba en la ducha cuando escuché como llamaban al timbre, por lo que obligué a salí de debajo de los relajantes chorros de agua rápidamente envolviendo a la vez una toalla alrededor de mi cintura, estaba seguro que sería Bella por lo que no consideré descortés salir envuelto en una toalla, faltó poco y menos para que me diera una buena ostia contra el suelo, ya que era un poco resbaladizo y el que llevara los pies mojados no ayudaba mucho.

Abrí la puerta, y me la encontré a ella, tan hermosa como siempre, ¡joder! cuando la había echado de menos, iba realmente guapa, con esa falda azul que tan bien le sentaba, mostrando esa cálida sonrisa que me derretía, iluminándome con sus orbes del color del chocolate que hacían que sonriera de manera inevitable.

-Vaya guapo-dijo devorándome con la mirada, por lo que yo sonreí -¿recibes así a todas tus visitas?

-Mmmm-fingí pensármelo unos segundos

-sí-dije siguiéndole el juego después-pero solo contigo hago tratos especiales…

-¿y qué tipo de tratos?-dijo a la vez que le indicaba que entrara dentro del departamento para después cerrar la puerta

No dije nada, solo me incliné lentamente para poder así alcanzar sus tan deseosos labios, los cuales bese con desesperación mientras nuestras lenguas se acariciaban, ceñí mis brazos alrededor de su frágil y deseoso cuerpo para así poder acercarla aún más a mí.

Mis manos descendieron hasta la parte baja de su espalda donde juguetearon con la piel que había quedado expuesta debido a que su camiseta se había subido hacia arriba dejando ligeramente al descubierto una pequeña porción de su piel, antes de separarnos besé la comisura de sus labios dejando de esa manera un húmedo beso.

-Estos tratos-susurré divertido al separarme de ella.

-Bueno guapo, es bastante tranquilizador saber que no besas así a todas tus visitas-susurró con sus labios algo colorados y sus mejillas un poco sonrojadas

-sino tendría que ponerme muy, muy celosa, -me guiñó un ojo-solo deberíamos arreglar lo de recibir a las visitas en toalla-dijo riendo mientras pasaba el dedo delineando mi "V" hasta llegar al borde de la toalla, yo sonreí, a Bella le encantaba jugar con fuego, será porque siempre acababa quemándose

-¿estabas duchándote?-preguntó

-¡no, para nada! solamente estaba viendo la televisión desnudo – dije irónicamente a lo que ella rodo los ojos – mientras me debatía en si ver porno o en que quizás sería mejor tirarme a la vecina del edificio de enfrente-bromeé riendo al ver su reacción

-Mataré a la vecina de enfrente si te la tiras, y luego a ti puede que también, así que yo optaría por el porno, ¡es mucho más seguro!-sonrió después de mirarme con los ojos entrecerrados y apuntarme con un dedo

Yo reí y rodeé sus hombros para darle un beso en la frente. Después me separé de ella y vi que se me quedó mirando.

-¿qué hacías?-preguntó distraída mirando mi abdomen desnudo ¡pervertida!

-Ya te dije, estaba viendo la televisión desnudo-reí entre dientes, creo que no me estaba escuchando en absoluto-¿por qué si no iba a ir en toalla? ¿Eh preciosa?- volví a ironizar burlándome de ella, aunque más bien solo trataba de de llamar su atención cuando vi que mordía su labio inferior. ¿Qué andaría pensando? Por la forma en la que me miraba, probablemente nada inocente…

-Bueno guapo, quién sabe a ti te encanta exhibirte-dijo bromeando y yo reí nuevamente

-No, en realidad, me acababa de meter a la ducha cuando has llamado-comenté acariciando su brazo.

-Lo siento amor no pretendía sacarte de la ducha… -se disculpó con cierta culpabilidad

-Pero para compensarte, he traído algo de comida tailandesa-alzó desde sus manos dos bolsas de color blanco con dibujos verdes oscuros que pude reconocer como el logo de "My Thai Restaurant" el restaurante tailandés que se encontraba a un par de manzanas de aquí y en el que Bella y yo habíamos cenado en más de una ocasión.

-Genial preciosa, te iba a decir que teníamos que pedir algo de comida a domicilio ya que no quedaba nada demasiado comestible, pero ya no va a ser necesario-me apoyé contra el moderno mueble del recibidor

-Ya sabes guapo, Bella siempre piensa en todo-canturreó alegre

-¿Qué haría yo sin ti?-dije aunque más bien me lo pregunté a mí mismo.

-Probablemente muchos trabajos manuales-dijo sonriendo pícaramente a la vez que echaba un rápido vistazo a mi entrepierna la cual estaba tapada por la toalla blanca-

Sí, probablemente tenía razón.

-Anda, vamos a meter esto en la nevera-dije cogiendo una de las bolsas, aunque ella fue más rápida y la volvió a tomar ella entre sus manos.

-Ya lo llevo yo, tú termina de ducharte y vestirte, necesito que me ayudes a subir unas cajas-dijo mientras comenzaba a caminar hacia a la cocina.

-Como usted diga señorita-dije imitando un gesto militar y mostrando una sonrisa torcida cuando ella se volteó a mirarme a lo que ella no pudo evitar soltar una carcajada, y es que debía de verme un poco ridículo con una toalla puesta a la vez que imitaba a un militar;

Después la vi desaparecer por la puerta de la cocina, la cual dejó abierta, yo me dirigí a mi dormitorio pero antes de entrar recordé que tenía que decirle algo.

-Cariño-la llamé en lo que ella rápidamente asomó la cabeza por la puerta de la cocina

-Dime-me miró sonriendo

-Te amo-y su sonrisa creció aun más, y como si de una cadena se tratase la mía también apareció adornando mi cara

Ningún hombre podía evitar sonreír al ver la sonrisa de la persona a la que amaba, y yo sabía muy bien por qué. Ver la sonrisa de Bella era como ver un reflejo de mi propia felicidad, porque al fin y al cabo lo que verdaderamente necesitaba para ser feliz era que ella también lo fuera.

Si ella estaba bien, yo también lo estaría.

-yo también te amo-dijo guiñándome un ojo antes de que entrara completamente al dormitorio para terminar de ducharme y vestirme.

BELLA POV

¿Cómo podía hacerme esto?, mi cara siempre que estaba con él era la de una tonta, boba y cursi enamorada, pero es que lo adoraba, y realmente me consideraba una mujer afortunada de tener a un hombre como él a mi lado.

Metí el postre, un smoothie pequeño de fresa para mí y un pequeño trozo de pastel tailandés para Edward, y un par de cervezas que había comprado en la nevera, dejé la comida fuera ya que hoy había traído satay de pollo, egg rolls y yakisoba por lo que estos platos se comía calientes, sonreí al ver la foto que había en la nevera de Edward y yo, esa foto la puse yo hace, si no recuerdo mal, aproximadamente un año y creo que nos la tomamos en casa de mi madre ya que en los veranos solíamos ir a Florida a pasar unos días con Renée

El sonido de mi móvil, el cual había dejado en la encimera de la cocina, me sacó de mis pensamientos, en la pantalla ponía el nombre de mi cuñada, ¡Oh Dios! Alice me mataría incluso por teléfono por no haberla llamado anoche.

-Hola Alice-la saludé con energía, antes de que comenzara su ataque de histeria

-¿Te parece bonito? ¡Llegaste anoche y no te has dignado a llamar a tu amiga-cuñada! –Me acusó con su vocecilla dulce pero enfadada- si no llega a ser porque llamé a Edward pensaría que habíais decidido quedaros en California y no me habíais dicho nada-dijo

-Eres una mala amiga Bella Swan- Reprochó y estoy segura de que en ese momento, y aunque no pudiera verla, tenía puesta esa carita de corderito herido que siempre me hacía sentir culpable

-Lo siento Alice, de verdad, anoche llegué tarde y caí rendida en la cama y esta mañana he estado muy ocupada con lo de Jake y Vanessa por lo que no he tenido tiempo de llamaros a ninguno… - le dije puesto que aun no había hablado con ninguno de mis amigos

-Bueno, está bien, quedas perdonada-comprendió volviendo a ser nuevamente la feliz Alice de siempre-al menos me habrás traído un regalo de California…-

Ouch. Esto no le iba a gustar nada.

-porque me lo has traído ¿verdad?

-Esto, ummmm… Alice, verás, yo…ummm… -y entonces escuché su risa melódica al otro lado del teléfono-

-Es broma Bella, sé que mi hermano no te habrá dejado mucho tiempo libre, es más dudo que te haya permitido salir de la cama, ¡ya Bella! Tienes que decirle al fogoso de mi hermano que te dé un respiro, te va a exprimir como una naranja-dijo y rió muy fuerte.

Ummm si supieras Alice…

–Diga lo que diga Emmett, no le hagas caso, creo que tanto sexo no es bueno.-

Oh sí, Emmett y sus consejos de "debéis follar como conejos, eso es sano chicos" no sé qué diablos le pasaba a Emmett con nuestra vida sexual, siempre lograba avergonzarme. Con Alice nunca se metía, porque era su hermanita menor, y según él no era lo mismo que con Edward… así que siempre me tocaba la peor parte a mi ¡estúpido Emmett! Algún día me vengaría de él por todas sus bromas incomodas, ¡sí, ya lo creo que sí!

Traté de no sonrojarme, pero fue inútil pues sentí como el rubor subía a mis mejillas, así que más bien di gracias de que Alice no estuviera frente a mí pues eso solo serviría para confirmarle, que sí, Edward y yo habíamos "follado como conejos" estos días.

-Pero dime Bells ¿Cómo te lo has pasado? ¿Te ha gustado San Francisco? Edward me dijo que hicisteis turismo.

-Genial a tu primera pregunta, creo que me falto muy poco para ponerme de rodillas y suplicarle a Edward para quedarnos un par de días más-reí y ella también lo hizo-

-y sí, me ha encantado San Francisco, me alegro de haber tenido la oportunidad de hacer un poco de turismo realmente, es una hermosa ciudad-contesté su segunda pregunta.

Ella estuvo disparando un par de preguntas más y yo no paraba de reír ante su ataque de preguntas, siempre era tan impulsiva. Cuando me dio un respiro, traté de cambiar de tema, ya más adelante tendría tiempo de cortarle todo a Alice

-y dime ¿nos habéis echado mucho de menos?-bromeé, tampoco es como si hubiéramos estado meses fuera, solo habían sido apenas tres días.

-Oh, bueno lo hemos sabido llevar bien, ya sabes mamá y papá ni si quieran han notado la usencia de Edward, es más estoy segura de que te han echado más de menos a ti que a él-dijo y estoy segura de que estaba también bromeando, solo lo decía por molestar a Edward, incluso aunque él alagado no la estuviera escuchando nuestra conversación.

-¡Oh, Bien! Eso es genial, Edward se alegrara de saberlo-dije riendo

-Bueno Bells, y, ¿no tienes nada que contarme? No sé, ¿ha sucedido algo importante?-inquirió sugerentemente

-Pues no sé qué quieres que te cuente Alice, han sido unos días de relajación, no es que haya ocurrido algo interesante en realidad-mentí y me sentí muy mal por hacerlo, pero por más que quería no podía contarle lo de nuestro compromiso, prefería hacerlo cuando estuviéramos todos juntos.

- Además de nuestra visita a San Francisco, definitivamente eso fue increíble, también salimos a divertimos, y cenamos fuera en un lindo restaurante ¡la vistas al mar eran maravillosas Alice!-dije emocionada, ella sabía que yo adoraba el mar.

- Y, ¿algo más?-preguntó, lo cual me hizo sospechar ¿sabría ella algo? Bueno aunque Alice siempre lo sabe todo, pero no le veo sentido, no creo que se haya enterado, no veo cómo.

-Nada más Al, hemos ido a la playa y poco más ya que solamente han sido 3 días y no ha dado tiempo para mucho.

-Ya, ya, ya.-dijo ¿refunfuñando?-bueno pues ya que no me lo quieres contar, dime algo ¿Cuándo viene Vanessa y Jacob?

Parecía frustrada pero decidí ignorar eso, y centrarme en nuestra conversación.

-Esta tarde-respondí contenta

-Oh, ¡genial!, ¿qué te parece si organizamos una cena esta noche para dar la bienvenida a Jacob y a Vanessa?, estoy segura de que a mamá le encantará la idea.

-Quizá estén cansado por el viaje, deberíamos preguntarles antes de organizar algo…- dije no muy segura de aceptar. Jacob había llegado tan solo hace unos días de Europa a Forks, y ahora iba a llegar a Chicago, quizá solo le apetecía descansar y dormir.

-¡No digas tonterías!, estarán encantados de ver a Esme y a Carlisle, así que voy a llamar a mamá, luego te mando un mensaje para decirte la hora-dijo y juraría que en ese momento sus ojos brillaban de emoción. Pero, ¿Cuándo Alice no estaba emocionada?

Estaba segura de que Esme se alegraría mucho, ya que desde el día en el que lo conoció siempre había dicho que Jacob era un muchacho muy guapo y encantador, Esme saltó de alegría al saber que se había echado una novia, a la que gustosamente conoció y a la que finalmente también tomo mucho cariño.

-no te preocupes yo aviso a los demás ¿vale?-dijo con voz cantarina

-Está bien Alice, tu ganas, esta noche cenaremos todos juntos-quizá sería una buena oportunidad para anunciar nuestro compromiso, aunque lo hablaría con Edward antes

-yo le aviso a tu hermano-le dije, metí el dedo en la salsa de mi yakisoba y lo llevé a mi boca ¡Demonios! Se había helado, ahora debía meterlo al microondas, sino esto sabría asqueroso.

-Vale Bells, adiós, tengo mucho que organizar-dijo soltando una risita. Rodé los ojos, ella era capaz de montar una gran cena por la llegada de Jake y Vanessa, ¡no podía parar quieta ni un minuto! ¿Por qué era tan hiperactiva?

-Adiós Alice, y recuerda solo es una cena entre amigos, no hagas nada ostentoso-dije a lo que ella respondió con "no te preocupes Bells" antes de terminar la llamada.

Minutos después de mi conversación con Alice, el embriagador olor de Edward entro en mis fosas nasales cuando entró en la cocina vestido con unos pantalones caquis oscuros, una camiseta de manga corta negra con algunas tenues letras grises y unos deportivos del mismo color que su camiseta (FP) la cual se apegaba a su pecho y marcaba sus bíceps.

Él lucía muy fresco y guapo.

-Preciosa ¿estabas hablando con alguien? Creo haberte escuchado hablar antes-dijo acercándose a mi-¿o es que se te está yendo la cabeza?

-No cariño, no me he vuelto loca, es que tu hermana me ha llamado algo cabreada ya que no la había llamado desde que habíamos venido de nuestras mini-vacaciones.-dije y el sonrió

-Sí, a mí también me ha llamado esta mañana algo histérica-dijo riendo mientras yo me movía por la cocina y sacaba del microondas nuestros yakisobas, que antes había servido en dos platillos para así poder meterlos a calentar,

-creo seriamente que está loca.-murmuró Edward, yo volví a saborear la salsa ¡Ummm! Ahora que estaba caliente de nuevo, sí estaba realmente deliciosa.

- Pues loca o no, esta noche va a organizar una cena en casa de tus padres para darle "la bienvenida a Jacob y a Vanessa" aunque más bien creo que solo es una excusa para organizar una cena-dije sonriendo

-y yo había pensado que quizá sería un buen momento para decirle a tus padres que nos vamos a casar-dije tímidamente, yo no tendría problema en esperar si él quería, solo creo que esta era una buena oportunidad

Me relajé cuando me di cuenta como sus ojos se iluminaban haciendo que sus orbes color verde brillaran, si es que eso era posible, aún más.

-Eso suena perfecto, van están todos esta noche, y para ¿qué retrasarlo más si estoy deseando gritarle al mundo que Isabella Swan va a ser mi esposa?,-sonreí cuando me abrazó cariñosamente

- además tenemos que empezar a prepararlo todo, no vamos sobrados de tiempo precisamente-dijo sonriendo

Eso era muy cierto, iba a ser muy difícil organizar una boda en tan poco tiempo. Alguien terminaría perdiendo la cabeza en estos meses…

-Entonces esta noche les daremos la buena noticia-dije sonriendo-y ahora , necesito que usted me ayude a subir las cajas de las que le he hablado antes-murmuré tomando su mano

Edward me ayudó a subir todas las cajas, aunque se sorprendió un poco al ver la maleta no me hizo ninguna pregunta pero por el rabillo del ojo pude verle sonreír.

Dejé la última caja en el suelo del recibidor del departamento y cuando me incorporé, sentí como unos brazos fuertes me abrazaban por la espalda, y como su mano ladeaba el pelo de mi cuello dejándolo expuesto a sus traviesos pero irresistibles labios para así poder dar un pequeño besito en este antes de apoyar su cabeza en mi hombro.

-¿Y todo esto qué es?-preguntó, como si de verdad no supiera de que se trataba pues yo sabía que él algo intuía por la forma en la que había sonreído antes, a la vez que sentía como su aliento chocaba con la piel de mi cuello, lo cual provocaba que me estremeciera.

-Son casi todas mis cosas y mi ropa-dije mientras me volteaba, para poder verle a la cara

-ya sé que te había dicho que el Lunes las traería pero es que esta mañana me ha sobrado algo de tiempo y he comenzado a empacar algunas cosas, aunque sin darme cuenta prácticamente lo he empacado todo, por lo que he decidido traerlo, espero que no te haya molestado-una deslumbrante sonrisa se formó en su rostro

-No seas tonta, eso jamás me molestaría cariño-dijo sonriendo

-pero esto-dijo señalando las cajas y la maleta- quiere decir que el Lunes ya te tendré viviendo conmigo ¿no?

-Bueno, supongo que sí, ya que en mi piso solo he dejado mi ropa interior y dos conjuntos de ropa, he dejado mucho espacio libre allí ahora-

-No sabes lo feliz que me haces, tengo tantas ganas de tenerte aquí conmigo para siempre-me besó

-No más de las que tengo yo-dije haciéndole la contra mientras sonreía

-Te amo, te amo, te amo-susurraba contra mis labios, hasta que finalmente acorté la poca distancia que los separaba y estampé mis labios contra los suyos para así comenzar a delinear sus labios con mi boca con todo el amor que tenía para darle, ese amor que me hacía sentir que vivía en una nube, en un sueño, del cual tenía pensado no despertar jamás.

()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()

Ñoña (*): significa ponerse triste, melancólica…etc.

Park Grill (*): Es un galardonado restaurante de Chicago, situado a la entrada de Millennium Park

Crab Cakes (*) : Es un platillo entrante que sirven en Park Grill


.

Hola de nuevo :)

Bueno, ¿recordáis este capítulo? Aquí comenzaba la mudanza de Bella *.* y se descubría lo que llevó a Edward a acostarse con Tanya, que fue, en palabras resumidas, rabia y despecho. Edward esta vez no actuó bien :( pero todos comentemos errores, y Bella supo perdonarlo :) *Aunque a mí también me dé pena, pero para qué negarlo, creo que él se merecía un poco de buen sufrimiento para que aprendiera la lección*

Gracias por las alertas y todos los reviews! *_* Ya logré ponerme al día y responderlo todos (bueno, a las que tenéis cuenta en FF), las imágenes también están ya en mi perfil y en la página de FSC en facebook (link en mi perfil)

Nos leemos en el capi 10, en Twitter ( Nika9Lol) o en facebook!

Abrazos, Nika :)

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

2 comentarios:

¡Anímate a comentar, siempre y cuando sea con respeto! Bienvenid@s.

Sube de nuevo ↑
Bienvenidos

    Bienvenido a la web de Diario Twilight. Llevamos siete años trayéndote las mejores noticias de La Saga Crepúsculo y su elenco. Haz parte de nuestras redes sociales y no pierdas detalle

Seguidores Blogger

Vsitas

© 2015 Diario Twilight. WP Mythemeshop Converted by Bloggertheme9
Blogger templates. Proudly Powered by Blogger.