Cap 28: Seras Tú .. Siempre

Por DiarioTwilight   Publicado a las  8:49 p. m.   2 comentarios

CAP.28: LA CENA

Bella POV

Hoy amanecimos juntos, y mientras el se bañaba pedí que nos subieran el desayuno. Prepare la mesa en el comedor, y cuando llego el camarero me ayudo a terminar de dejar todo impecable.

Busque propina y cuando Edward entro en la habitación, el se estaba retirando. Note una leve negación de su cabeza y una sonrisa torcida que adoraba, pero no entendí el gesto. Se acerco a mi, paso sus manos por mi cintura y me dio un leve beso.

-Ante todo, gracias por el hermoso desayuno.

-Ud. se lo merece! Que es tan gracioso?

-Que definitivamente debo ponerte custodia! Todos te codician! – y se sonrió

-Que?

-No viste como te miraba el muchacho?

-Por favor! – y me solté para sentarnos a la mesa.

-En serio! – y se inclino para volverme a besar.





Desayunamos en total armonía. Fue un momento adorable y cotidiano. El volvió por su saco, acomode su corbata y lo observe. Se veía grandioso en un traje azul acerado, camisa blanca y corbata gris con miles de puntitos blancos . Ahora era yo la que me sonreía picara.

-Estoy bien?

-Demasiado bien! Soy yo la que deberé ponerte custodia para que no se tiren a tus pies! – y se rió a carcajadas.

Nos besamos intensamente al despedirnos hasta la tarde. Hoy debía estar radiante así que el me programo un día de spa. Empezaba a las 11.

Pase por un baño de lodo, limpieza de cutis, y luego un almuerzo muy liviano y vegetariano, que estaba espectacular. A continuación un masaje relajante que fue maravilloso y terminar con depilación, manicure y pedicure.

Había llevado mi ropa y estaba programado también mi peinado. Me vestí previamente y el estilista se vio complacido con mi atuendo. Tanto, que me sugirió que dejara mi cabello suelto, pero que le haría ondas suaves. Otra de las chicas me maquillo y todos se despidieron de mi con una gran sonrisa.

Se habían hecho las 6 de la tarde. Subí a nuestra habitación y me encontré con que Edward ya había llegado y se estaba dando una ducha. Mire sobre la cama lo que se iba a poner y me encantaba. Pantalón, camisa gris muy oscuro y chaleco de traje negro con rayas, sin corbata y un saco de un gris muy oscuro, casi negro. Seria un poema con su tono de piel.

Me fui a sentar a la sala en silencio, quería sorprenderlo. Me senté en el sillón, cruzada de piernas a esperarlo. Lo escuche salir silbando y espere a que se vistiera sin hacer un solo ruido.

Cuando entro al estar, seguía silbando muy alegre y no se dio cuenta que estaba ahí. Así de grande era la habitación! Tomo del frigobar una cerveza fría, la destapo y al darse vuelta se encontró conmigo.

-Buenas tardes, ! – dije poniéndome de pie.

El silbido se quedo congelado en sus labios y no se movió. Me observaba absorto. Se llevo la mano a la boca y presiono su labio inferior mientras me recorría con la mirada de arriba abajo. Empecé a desabotonar mi abrigo, dejando ver el vestido semi corset con la transparencia de los breteles y la falda corta. Debo reconocer que, con esos tacones, mis piernas parecían mas largas de lo normal.

Deslice el abrigo por mis brazos y lo tire pesadamente sobre el sillón. Se acerco lentamente a mi y me regalo mi sonrisa favorita, con una mirada muy picara.

-Hola! – y camino a mi alrededor

-Hola! – conteste sin inmutarme.

-Dime quien eres? – pregunto travieso frente a mi. Su mirada era intensa.

-La mujer de tus sueños! – respondí y se rió. Paso sus manos lentamente por mi cintura.

-Eso tenlo por seguro!

Y me beso lento pero apasionadamente. Su perfume y sus besos me envolvían en una atmosfera embriagadora, mientras deslizaba sus manos para acariciar mis piernas.

-Te gusta, mi amor?

-Que si me gusta? Te ves increíble! – y me volvió a besar

-Bueno, esa era la idea – y me sonreí mirándolo, mientras pasaba mis brazos alrededor de su cuello.

-Tenemos tiempo... – dijo, mordisqueando mi cuello. Y me separe de el

-No, no lo tenemos porque ya es tarde y no me quiero despeinar y... porque debes terminar de vestirte y... Pórtate bien, si? – Dije envolviendo mi dedo en el cabello de su nuca.- Luego tendremos mucho mas tiempo –le susurre junto a su oido.

Y se rió descaradamente. Nos sentamos en el sillón a charlar unos momentos, como solíamos hacer antes. El sentado y yo con mis piernas por encima de las suyas, mientras me acariciaba y de paso, terminaba su cerveza.

Se había hecho la hora. Tomamos nuestros abrigos y bajamos para pedir un taxi, que nos llevo hasta Palace Court en Notting Hill. La cuadra estaba llena de edificios de ladrillo rojo y ventanas blancas. Realmente era muy lindo. Nos paramos en la puerta y tocamos el timbre. Estaba nerviosa.

Edward me sonrió, apoyo una mano sobre mi mejilla y se inclino para besarme muy dulcemente, cuando ella abrió la puerta. Su cara de odio fue espectacular! Creo que me gustaba mucho más su reacción, que subirme sobre ella y golpearla hasta que sangrara.

Me miro de arriba abajo y levanto una ceja. Traducción: misión cumplida! Ella también estaba estupenda. Tenía unos leggins y un top largo de lentejuelas que tenia un cuello volcado y mangas largas, pero que a su vez, dejaba ver sus hombros al descubierto. Era de un profundo color violáceo que según como le daba la luz parecía negro. Al instante, compuso su postura y nos sonrió artificialmente. Todavía no podía entender que hacíamos aquí. Animo Isabella!

-Pero como están? Pasen por favor! -Se inclino para saludar con un beso en la mejilla a Edward y conmigo no se animo. Simplemente nos sonreímos. – Por favor, denme sus abrigos... Ann! – llamo y apareció una mujer de falda y blusa de seda azul a llevárselos. Inclino su cabeza a modo de saludo.

-El departamento es hermoso! – dijo Edward

-Es muy cómodo y luminoso. Vengan que se los muestro.

Debía reconocer que el departamento era impresionante. Grandes ambientes de paredes neutras con pisos de madera clara de doble circulación. Tenia 3 dormitorios: el principal con baño en suite, un segundo un poco mas pequeño y el tercero donde había armado la biblioteca y su escritorio. Adorable era la cocina, donde los muebles de madera clara combinaban con los pisos, mientras que los cerámicos verdes y azules, le daban un toque alegre. Allí encontramos a un cocinero, un ayudante y a Ann preparando las cosas para la cena. Ya estaba intimidada, pero trataba de buscar coraje en la mano de Edward que acariciaba mi hombro o mi mano en todo momento.

Nos sentamos a comer y trajeron la entrada. Todo era impecable, tanto el servicio como la cena.

-Pero cuéntame Isabella, como las te arreglas para estar aquí con tu hombre y preparar una boda? – dijo bebiendo un trago de vino

-Dime Bella, por favor! En realidad no me estoy ocupando. Tengo dos voluntarias que me ayudan. Aunque muchas cosas ya están resueltas: el día, el lugar, las invitaciones, el vestido...

-Mi madre y Alice son nuestras Wedding planners. – dijo Edward y no le gusto ni una pizca.

-Vaya! Imagino que será la boda del año en la costa Oeste! Dado el renombre de tu padre, tu carrera y lo influyente que es tu familia. Aunque no se de que te ocupas, querida... – y empezaba otra vez.

-En realidad, todo esto es idea de Alice! - comento Edward y ella se atraganto con su bebida.- Veras, nosotros queríamos algo sencillo. Nos íbamos a casar en el Ayuntamiento para aprovechar que Bella estaba con licencia por enfermedad y yo de vacaciones. Algo muy intimo. Pero Alice y mi madre recrearon para Bella toda una ceremonia imaginaria para entusiasmarla y prometieron que ellas ultimarían los detalles. Y así fue como la convencieron! Será cerca del final de la primavera, en un Lodge junto al lago. Muy romántico en verdad! – y ella no paraba de beber tragos pequeños.

-En serio? ...Alice?

-Bueno, ten en cuenta que nos conocemos hace años! Alice y Bella son muy amigas, como hermanas. Y mi madre la adora como a una hija mas! La familia entera esta muy entusiasmada con esto, después del nacimiento de los mellizos. Especialmente, porque nos ven muy felices! No es cierto, Amor?

Edward tomo mi mano y la beso. Me ruborice y asentí porque me había quedado sin palabras. Parece que mi Caballero Andante me protegía esta noche.

-No... No sabia que tenias una relación tan estrecha con la familia, Bella – y su comentario pareció suavizar sus modos. Algo cambio en su expresión.

-Bueno, siempre ha sido así, desde el día en que nos conocimos. Yo los adoro en verdad! Cuando nos reencontramos, el volver a vernos fue como si el tiempo no hubiera pasado. Tenemos una conexión muy especial! Además le debo mi salud a Carlisle, porque fue quien me opero cuando ocurrió el accidente. – y ella estaba sorprendida

-Pero que... coincidencia!

-Si, imagínate! Parece que hay alguien mas que nos quiere juntos, además de nosotros! –afirmo Edward con una sonrisa. – Creo que nada es casualidad... No te parece?

Ella asintió mirándolo fijo y volvió a beber otro trago de vino. Se quedo pensativa y en silencio, mientras terminábamos con el plato.

A continuación se sucedieron, además del segundo plato, conversaciones efímeras sobre nuestras profesiones: que era critica literaria y en donde trabajaba; la carrera de Edward y la conferencia en Londres; y finalmente sobre ella y su evolución en su compañía. Que realmente le gustaba vivir en Londres y que por el momento no volvería a Estados Unidos.

Para cuando sirvieron el postre, habíamos cambiado de ambiente y lo hicimos en el living, junto con una copa de champagne francés. Ella se había distendido y bajado la guardia. La veía relajada, y ese aspecto de hermanastra mala de Cenicienta, de pronto, se había esfumado.

En un momento, Edward pidió pasar al baño y nos quedamos solas. Fueron unos segundos largos e incómodos antes que alguna dijera algo.

-Bella, mira... Debo pedirte disculpas... – y me quede de una pieza. La ultima cosa que me hubiera imaginado.

-Tanya, yo...

-No, de verdad! He pasado una semana fatal de mucho stress en el trabajo. Aunque lo peor fue que el hombre que salía conmigo me dejara, justo un día antes que me encontrara con ustedes. Estaba molesta y despechada, y encontrarme con Edward fue toda una sorpresa. Pero no debí comportarme así contigo.

-No se que decirte...

-En realidad, yo soy la que debo decirte que el es un gran hombre y que eres muy afortunada por haberlo recuperado. Porque yo, que intente que fuera mío por dos años, e intente todo para lograrlo, no lo logre. Puedo asegurarte que jamás lo perdiste! – Imagino que para ella reconocer algo así debía de ser muy duro.

-Lamento que lo de ustedes no funcionara – y no podía creer lo que estaba diciendo, pero lo hacia honestamente. Ella sonrió con tristeza.

-Te doy mi palabra de que hace años que no lo veo sonreírse así... de verdad! Sus ojos siempre parecían transmitir una eterna melancolía. Yo lo notaba y me desesperaba porque no sabia que hacer. Pero hoy me doy cuenta que tu eres la indicada para el. Lo veo feliz y me alegra. El siempre fue honesto conmigo y era yo quien siempre exigía mas de lo que el podía darme. Lo siento. Aceptas mi disculpa?

-Si, claro! – dije con una sonrisa. Ella extendió su mano y la estreche, logrando una tregua. Sacudió su cabeza y se sentó relajada con una pierna flexionada y apoyando el antebrazo en el respaldo del sofá.

-Dime, y de quien es tu vestido de novia... Lo hizo Alice?

-No! Según ella no podía, porque teníamos que ir a Milán a elegir telas para después diseñar! – y se rió.

-Siempre tan teatral!

-Así que elegimos uno de "Vera Wang".

Charlábamos de cosas de la boda cuando Edward volvió con una gran sonrisa. Estoy segura que se quedo escuchando. Se sentó junto a mi y paso su mano por mi brazo, acariciándome. En eso, el móvil de Edward suena con tono de mensaje. Se sonríe y le pregunta a Tanya

-Te molestaría que invite a un amigo a que se nos una a beber una copa? Lo encontramos ayer de casualidad.

-Es buen mozo y soltero? – dijo ella suspicaz. No podía creer su desfachatez

-A decir verdad, si. Y vive aquí.

-Envíale la dirección. Pediré que abran otra botella de champagne y traigan algo dulce para acompañar.

Y se levanto sugerente. Al pasar por el espejo se observo, para verificar que todo estuviera en su lugar. Me reí mentalmente ante su cambio de actitud. Edward la conocía bien.

Theo llego como en 15 minutos y la conversación se volvió animada y graciosa. Llena de anécdotas de cuando ellos estaban en la Universidad. Era un hombre muy agradable y ellos parecieron congeniar.

Se había hecho un poco tarde, así que le pedí que nos llamara un taxi y nos retiramos, aunque Theo se quedo con ella.

Camino al hotel, me acurruque junto a el, que me rodeo entre sus brazos mientras atravesábamos la ciudad, que comenzaba a llenarse de niebla.

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

2 comentarios:

  1. AHORA SI ME CAE BIEN TANYA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  2. Anónimo1/04/2013

    sorprendente!! es raro ver a una tanya buena en un fan fic , pero al final me cayo bien al fin de cuentas todos pueden tener un mal dia , amoooo ti fic <3

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