Cap 24: Seras Tú .. Siempre

Por DiarioTwilight   Publicado a las  9:35 p. m.   1 comentario

CAP.24: LLEGANDO A CASA

Bella POV

Pasamos un domingo en familia. Hicimos un gran almuerzo donde todos se divirtieron. Tal vez fuera uno de los últimos días soleados de otoño en Forks. Armamos una hermosa mesa en el patio trasero e incluso vino mi padre.

Emmet hizo una barbacoa ayudado por Edward y Jasper, mientras que nosotras preparamos ensaladas y el postre. Mi padre estuvo muy relajado en la casa Cullen, cosa que llamo mi atención. El no es muy afecto a estas reuniones, y ellos como familia son muy diferentes a nosotros. Los Cullen en realidad son bromistas y muy alegres, a excepción de Rosalie, que cuando tiene algún capricho es la que quiebra el ambiente familiar.

Los mellizos eran dos niños felices. Siempre sonrientes. Les habíamos armado una especie de corralito, cuyo fondo era una alfombra de patchwork con muchos muñecos para que se distrajeran. Ya tenían un poco más de un mes y habían cambiado, en cierta forma.

Ver a mi padre jugar con ellos me hizo perder en una burbuja. Pude imaginar cuando Edward y yo tuviéramos los nuestros, y a el jugando con ellos. Todo esto de la boda, la familia que crecía, tener al amor de mi vida conmigo y estar sana nuevamente, me tenían muy sensibilizada.




Edward me descubrió absorta observando a Charlie con los bebes, y se acerco a sentarse conmigo. No fue necesario que dijéramos nada. Acaricio mi mejilla y aparto mi cabello hacia atrás, dejando mi cuello descubierto y lo beso. Me susurro "Te amo" en el oído y deje un breve beso en sus labios. Ambos sabíamos que queríamos formar una familia. Parecía que de pronto, el tema se presentaba espontáneamente, aunque no había nada que aclarar al respecto.

Almorzamos y a eso de las 3 de la tarde, todos volvimos a nuestras respectivas casas. Mi padre iba a trabajar, hoy le tocaba la guardia; Carlisle debía volver a Seattle y Esme se iba con el, al igual que nosotros. Alice, Jasper, Rose, Emmet y los niños se quedarían unas semanas mas. Nos despedimos hasta pronto, y nos fuimos a la cabaña a preparar nuestras cosas, para partir a primera hora del lunes.

Pusimos música, empezamos a empacar y también a dejar la casa en orden para cuando volviéramos. Al llegar la noche, preparamos unos bocadillos y una copa de vino enfrente al hogar, antes de irnos a dormir.

Obviamente era imposible no terminar mimosos y enredados frente a la chimenea en nuestra última noche. Sentía que estas maravillosas semanas fueron nuestra verdadera luna de miel. Le pertenecía de una forma que era difícil poner en palabras, y estaba cien por ciento segura que a el le pasaba exactamente lo mismo. Era feliz!

A la mañana siguiente, ultimamos algunas cosas, llamamos a la mansión para despedirnos y partimos a Seattle. En unas 4 horas estábamos cruzando la puerta de mi departamento en el vecindario de Westridge que era opuesto al lugar en el que viviríamos juntos, Ballard.

Conocía el vecindario y era hermoso. Lleno de edificios modernos, que tenían originales jardines y fuentes, bares y bibliotecas. Además, no solo le quedaba a Edward a unos 20 minutos del Hospital, sino que yo solo estaba a media hora de la revista.

Cuando entramos, había algo en descomposición. Y no solo era el ramo de flores muertas que había en la mesada de la cocina, sino las cosas en la heladera. Se ve que mi madre nunca se había quedado a dormir aquí. Limpiamos, arme mi valija mas grande con ropa y unas cajas con mis cosas del trabajo, documentos, mi computadora y partimos para el departamento.

Me quede sorprendida donde vivía Edward. Era hermoso! Se llama "The Open Park" y el tenia un duplex en la torre que daba al parque.

Cuando entramos, me encontré con el típico departamento masculino de colores claros y netos en la gama de los tonos tierra, aunque con gran calidez. Pero al llegar a la habitación me quede pasmada.

Cuando planeamos vivir juntos mientras estuviéramos en Harvard, habíamos diseñado, por así decirlo, como iba a ser nuestro cuarto.

Iba a estar pintado de blanco, excepto la pared de detrás de la cama que seria en un todo de azul relajante y claro. Un respaldo de cama antiguo de hierro, con mesas de noche a cada lado, antiguas también. Y haciendo juego, junto a la ventana, un tocador con espejo que sirviera para que tuviera mis cosas, típicas de toda mujer. Entonces haríamos que la cama tuviera un edredón divertido con tonos chocolate y celestes, igual que la pared, con muchos almohadones de diferentes texturas para jugar entre ellos o hacer una guerra de almohadas.

El dormitorio estaba decorado así... No lo podía creer! Yo nunca me anime a reproducirlo en mi departamento, porque sabía que no dormiría ni una sola noche sin llorar, extrañándolo. Pero el si lo hacia.

-Amor... esto...

-Si, lo se! – Y paso sus manos por mi cintura apoyándome en el- Estos eran los muebles que había comprado para el departamentito en Cambridge, y que se salvaron que los destrozara el día que me entere lo de la carta –lo mire con pena.

-...Cuando me iba a dormir, no había una sola noche en que no te recordara. Ahora podré dormir en esta habitación contigo, disfrutándola al máximo. – y me dejo un beso en los labios.

-Lo siento!

-No lo sientas! Ahora estamos aquí y míranos! Con tantos proyectos para un futuro juntos! – Teníamos un momento tan tierno que no me animaba a preguntar algo incomodo. Pero el se rió, adivinándome.

-No vas a preguntar?

-No debería en realidad...

-La respuesta es no. Cambie el colchón y renové todas las sabanas hace mas de un año porque era necesario. Pero ella jamás ha dormido aquí – y no pude más que sonreír con muchas ganas.

-Por que?

-Bueno, hemos venido a pasar el día, a almorzar pero nunca a dormir aquí. Siempre lo hacíamos en su casa y eso provocaba grandes discusiones. Ella odiaba este cuarto! Sabía que era un recordatorio constante. – por un lado me llene de alegría y satisfacción. Por otro, me dio mucha pena.

-Lo lamento por ella. Debió ser muy duro.

-Nunca pude darme por completo a esa relación. Era desgastante!

-A mi me pasaba lo mismo. Pero las discusiones eran terribles. El siempre terminaba rompiendo algo. Y con el tiempo esa clase de violencia empezó a molestarme y a asustarme también.

-Por favor, no hablemos mas de estas cosas! Son, gracias a Dios, parte del pasado. Vamos a instalarte: te daré un juego de llaves y dejare tus datos en la administración. El lugar tiene gimnasio y spa para disfrutar los días que desees. Mi cochera es doble así que eso esta resuelto. Ah! Y los viernes, estuviera yo o no, viene la Sra. Berta que me ayuda con la limpieza de la casa. La llamare para que venga a vernos y la conozcas. Es una mujer adorable y ha mantenido esto limpio y en orden.

-Nunca he tenido alguien que me ayude en la casa... no se

-Vamos! Imagínate llegar del trabajo un viernes, cansada y encontrar todo limpio, la cama hecha, la ropa planchada y ordenada en el vestidor. – y dejo un par de besos cortitos en mis labios, para luego susurrar en mi oído- Y tu esperándome con una copa de vino para empezar juntos el fin de semana.- La situación parecía ideal.

Finalmente, Berta resulto un amor. Era una mujer alta y corpulenta con el cabello rubio, pero canoso y unos calidos ojos azules. Cuando Edward me presento con ella, se emociono y me dio un abrazo. Parece que ambos compartían muchas cosas y ella me adopto enseguida. Era como tener a la típica tía que te ayuda y te complace.

Las semanas se sucedieron maravillosas, aunque me costo bastante adaptarme a su rutina. Durante el día no importaba tanto, porque siempre preferí ir a trabajar al editorial, en lugar de quedarme en casa. Pero las noches en que tenia guardia lo extrañaba muchísimo. Me costaba dormirme sola.

A veces, cuando volvía de la revista, lo encontraba aun en su ambo verde profundamente dormido tirado en la cama. Yo me iba a la cocina a preparar la cena y lo dejaba descansar. De esa manera, recuperado, podíamos disfrutar de nuestra cena y nuestros cuerpos sin que me sintiera culpable. Amarlo en todos los sentidos era algo único.

Una tarde, al volver a casa, lo encontré muy enfrascado ante la computadora leyendo.

-Hola, mi amor! – le acaricie la cabeza y le deje un beso en la coronilla. Automáticamente, me tomo de la ropa e hizo que me sentara sobre su regazo.

-Ese beso fue muy pobre! – me sonreí y pase mis brazos alrededor de su cuello.

-A si? Es que te vi tan concentrado que no quería molestarte. Tenias en mente otra clase de beso de bienvenida? – pregunte, picara.

El se inclino sobre mí y me beso como nunca. Su boca perfecta y suculenta, su lengua acariciando la mía suavemente, provocaron que mis terminales nerviosas se pusieran alertas entregándome en el, en cuerpo y alma. Suspire y el se rió.

-Te extrañe hoy! – dijo apoyando su frente en la mía.

-Me doy cuenta!

-Tengo algo que contarte, por eso estaba tan concentrado. El Hospital me envía a una conferencia sobre cirugía en la última semana de noviembre, entre el 23 y el 26, en Londres.- y me puse triste.

-Eso quiere decir que no estarás para pasar Acción de Gracias conmigo! Y además, faltan menos de dos semanas! – mi voz se elevo unas octavas y el me beso levemente.

-Justamente... Te gustaría venir conmigo? – y se me escapo sola la sonrisa. Nunca había estado en Londres – Pensé que asistiría a la conferencia, que solo son dos días, y después podríamos quedarnos paseando por Europa: ir a Paris, a Roma y disfrutarnos como nunca. Que te parece? – y empezó a dejar besos en mi cuello, cosa que sabia que causaban gran efecto en mi. Decir "No" era algo que mi cerebro no podía elaborar en este momento.

-Si... me... encantaría... ir contigo... Mmm... – y ya no podía decir mucho mas.

-En serio? – pregunto muy alegre, mirándome

-Vas a dejar de hacer lo que estabas haciendo?

Se rió a carcajadas, me tomo en brazos y me llevo a nuestra habitación.

Charlie POV

Bella y Edward habían vuelto a la ciudad hacia ya unas cuantas semanas. La veía tan feliz que llenaba mi corazón! Aunque solo un poco, porque realmente extrañaba mucho a Rene. Ya había pasado demasiado tiempo sin tenerla a mi lado.

Edward me había dado que pensar con nuestra charla, pero no me decidía. En realidad aquella tarde, ella me había pedido que me quedara a hablar y fui yo el que se fue. Pero sus palabras me habían lastimado de verdad.

Me llamaba todos los días y yo no atendía el teléfono. Dejaba que el correo de voz se iniciara para después escuchar sus mensajes una y otra vez. En todos ellos, lo único que recordaba eran palabras como "perdón", "te amo", "no puedo seguir viviendo sin ti" y nada más. A veces, sus sollozos. Me estrujaban el corazón y me hacían sentir que me estaba comportando como un idiota.

Me levante temprano y después de tomar mi café, tome el auto y le avise a Flynn que iba a demorarme. El día estaba frío y ventoso, anticipando lo que seria el invierno. Al llegar al pueblo fui directo a la florería. Sabía que a esta hora todavía habría poca gente.

Estacione de la mano del local de modo que ella no pudiera ver el auto, y entre por la parte de atrás para hablar con uno de los muchachos. Les pedí que me dieran un ramo de margaritas, porque se que son sus preferidas. Paul se rió, y me dijo: "Es usted un romántico". Lo mire con mala cara y volví al frente del local.

Cuando cruce la puerta, el carillón me delato. Ella salio de la oficina y se quedo helada al verme. Note que sus ojos brillaron más de la cuenta.

-Hola!

-Hola! – contesto muy bajito. Se quedo unos segundos en silencio – Como no contestabas mis llamados llame de Harry la otra mañana. Sabía que estabas bien, pero me tenías preocupada.

Muy torpemente di un paso hacia ella y extendí mi mano con el ramo de flores. Ella sonrió de una manera celestial y me di cuenta que Edward tenia razón. Yo la amaba y debía terminar con todo esto.

-Gracias! Son hermosas! – y suspiro profundamente – Charlie, por favor... Perdóname! Lo siento tanto! Yo creí que hacia bien y jamás, pero jamás lamentare ni uno solo de los días en que he compartido mi vida contigo! De verdad! Te amo, cariño!

-Yo también lo siento! – y prácticamente nos arrojamos uno en los brazos del otro. Se sintió muy bien – Realmente me dolió todo lo que dijiste y lo que hiciste! Y yo también te amo! – y nos besamos tiernamente.

-Pasemos a la oficina mejor. - Nos sentamos uno junto al otro y la tome de las manos.

-Rene, puedo realmente confiar en que me dices la verdad? En que no es una carga estar conmigo?

-Por supuesto! Crees que si fuera así, después de estar separados tantos días, no hubiera sido la oportunidad perfecta para irme? Cariño, nunca abandonaría la vida que tenemos. Te he extrañado demasiado!

-Yo también! – y apoyo su frente en la mía.

-Volverás a casa?

-Si, volveré a casa.- Ella tomo mi cara entre sus manos y me beso. Me sentí aliviado.

-Rene, tenemos pendiente algo más que arreglar.

-Bella

-Si. Se fue con Edward a la ciudad hace unas semanas, pero me gustaría que hables con ella.

-Es lo que he querido todo este tiempo! Pero ella no responde mis llamados. He hablado con Esme por teléfono y me ha puesto al tanto. Ella fue la que me dijo que se van a casar, y... y yo termino llorando cada vez. Pobre mujer! Nunca sabe que decirme!

-Bueno, Edward me ha propuesto que coincidamos en ir a cenar al mismo restaurante una noche para que nos encontremos y así ustedes puedan hablar. En un lugar publico, se que Bella va a contenerse y a escuchar.

-Edward? – parecía muy sorprendida – Ese muchacho no me odia? Como pude tener tan mal criterio sobre el!

-Si, incluso hablo conmigo, dándome que pensar sobre nuestro matrimonio, y por eso estoy aquí. – ella pestañaba rápido, anonadada.

-Yo no tengo problemas, pero se va a poner furiosa con el, porque sabrá que le tendió una trampa.

-Eso déjalo por mi cuenta

Edward POV

Toda la familia había vuelto a Seattle y aprovechamos para juntarnos a almorzar en la casa paterna. Todos los hijos con sus parejas y los primeros nietos sentados a la mesa. Mi madre estaba tan feliz que estaba radiante. Uno de sus grandes sueños.

Después de comer, las mujeres se quedaron reunidas para hablar de cosas de la boda y los hombres nos sentamos en el parque trasero. Papa se retiro a la biblioteca a leer como era usual, y me quede con mis cuñados charlando sobre el viaje, para el que solo faltaban unos días. En eso, mi teléfono suena con tono de mensaje de texto. Junte mis manos como en plegaria, dando gracias al cielo y los muchachos se rieron.

-Buenas noticias? –pregunto Jasper

-Si, Charlie y Rene se reconciliaron. – ambos sonrieron

-Bueno, tu suegro volverá al ruedo esta noche! – dijo Emmet. Jasper se rió y yo lo mire con mala cara - Que?

-Ahora falta la otra etapa.

-Estas tramando que Rene y Bella se reconcilien también...- dijo Jasper

-Si. Imagínate que en el futuro ella mirara atrás y lamentara que su propia madre no la acompañara el día de su boda. Todo se empeorará más y no habrá vuelta atrás. Con Charlie hemos planeado algo sencillo.

-Ten cuidado, Edward! Bella se pondrá furiosa si se da cuenta que la emboscaste – Jasper tenia razón.

-Lo se... pero es la única forma! – y me quede pensando en como podría sortear esa situación

-Vas a dormir afuera, hermanito! Estarás de celibato, te lo aseguro! – Emmet era terrible. Jasper reía.

-Vale la pena. Solo la quiero ver feliz!

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
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1 comentario:

  1. Jaja, el nombre de la mucama me recuerda a Berta de Two and a half Men

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