Cap 14: Asaltando el Corazon

Por Diana Méndez   Publicado a las  9:15 p. m.   0 comentarios

Cesped

-No puedo aceptar esta casa- le dije.

-Ya es tuya- dijo.

-Edward esto es demasiado- le dije- Sabes que odio los lujos.

-Lo sé- dijo riendo- Eres rara Swan.

-Sí- acepte.

-Pero también se que te encanta este país y quiero que puedas venir las veces que quieras. Y tener algo tuyo aquí.- dijo con su sonrisa torcida.

-Gracias Edward- dije. Sabía que no iba a ganar esto.

La casa era hermosa, tenía cuatro habitaciones una cocina inmensa cubierta con madera fina y una sala que era como del tamaño de mi antiguo departamento.

Salimos al jardín que estaba cubierto por flores exóticas de diversos colores y árboles inmensos que daban sombra.

Edward se acostó en el césped y me invito a sentarme junto a él. Se veía tan divino, con su cabello bailando alrededor de su rostro, estaba sonriente, se sentía feliz. Y yo me sentía la mujer mas afortunada del universo por tener a ese Dios Griego sólo para mí.

Todo esto había sucedido tan deprisa, nunca imagine enamorarme a primera vista.

Estaba locamente enamorada de él. De su increíble personalidad, de su forma de tratar, de todo de él. No me importa que es un mafioso no me interesa como nos conocimos. Lo amo y eso es suficiente.

-En que piensas- inquirió.

-En ti- confesé.

Me halo hacia el y me coloco encima de su pecho. Mi corazón latía desbocado parecía que fuera a salir volando de mi pecho. Su aliento me golpeaba como el aroma más fresco y agradable del mundo. Nuestras respiraciones se entrelazaban, como si fuera una sola.



Acaricio mi frente, mis ojos, mis pómulos y mis labios con las suaves yemas de sus dedos. Me beso despacio sin desesperación fue un beso tierno donde nos demostramos amor, respeto, fidelidad, sinceridad y muchas otras cosas más.

Enrede mis manos en su cabello y beso mi cuello tiernamente como si me fuera a romper. Me volteo cuidadosamente para quedar en el césped y él encima de mí. Se froto sobre mi cuerpo y yo solté un gemido.

Cuidadosamente me quito el vestido y yo su camisa. Beso el centro de mis pechos con tanto amor que quise llorar, luego bajo a mi vientre y lo mordió. Solté un grito.

Yo recorrí su pecho y su espalda acariciándolo lentamente, desabroche sus pantalones y los baje.

El ataco mis labios y los mordió, lleno de besos mojados mi cuerpo hasta llegar a mis braguitas las cuales quito con los dientes. Sentir sus dientes rozar con mi piel me hacia gemir su nombre sin parar.

Subió y me quito el sostén, beso, lamió y mordisqueo mis pechos, mientras yo me retorcía de placer.

Alzo mis piernas y las coloco en sus hombros.

Grite su nombre cuando sus labios hicieron contacto con mi sexo, beso y lamió mi punto de placer mientras sentía que me llevaba al mismo cielo.

-Edward...- grite- Para por favor...- Si seguía haciéndolo no lo iba a soportar.

-¿Te gusta?- pregunto.

-! OH! Sí... Edward- grite cuando su lengua presionaba con fervor.

-Quiero que digas mi nombre Bella- me ordeno.

-Edward...- dije sin aliento.

-Otra vez amor- pidió.

-EDWARD- grite cuando sentí que llegaba el orgasmo.

-Eso fue excelente- dijo.

Se quito el boxer mientras yo recuperaba el aliento.

-Hazme tuya Edward- le pedí.

-Ya eres mía Bella- dijo y entro en mí.

Comenzó a moverse y yo me moví al mismo ritmo que él.

-Bella- gimió y beso mis pechos.

-Más rápido- le pedí.

-Como ordenes- dijo y sus movimientos se hicieron rápidos.

-Te amo Edward- dije mordiendo su hombro.

- Dios... Bella yo te amo más- susurró.

-Edward- grite cuando lo sentí muy cerca.

-! OH! BELLA- grito y sentí mi interior partirse en pedacitos. Era uno de los mejores orgasmos que había tenido, por no decir el mejor. Y todos me los había dado él. El único hombre en mi vida de todas las maneras posibles.

Me alzo para quedar acostada en su pecho y nos dormimos.

Sentí una fría brisa y poco a poco abrí los ojos, ya era de noche y estaba desnuda a lado del hombre más maravilloso del mundo, bueno o por lo menos del mío.

Besé su pecho y acaricie su rostro.

-Hummm...- dijo soñoliento.

-Despierta amor, debemos irnos- le dije.

-No- dijo y rió.

-Abre los ojos Edward- le pedí.

Los abrió y me beso apasionadamente. Me senté y le tendí la mano para que él hiciera lo mismo, gire a buscar mi ropa pero no la vi por ninguna parte.

-Edward- lo llame.

-¿Qué?- dijo besando mi espalda.

-Donde esta la ropa- pregunte.

Miro a todos los ángulos del patio y gruño.

-No esta- dijo.

-Dios- exclame- Estamos desnudos Edward.

-Lo se- dijo riendo.

-No es gracioso- espete.

-Tranquila Bella- acaricio mis labios- Llamaremos a Alice, para que nos traiga un poco de ropa.

-Si- dije frustrada- Y vendrá Emmet a burlarse de nosotros.

Edward se carcajeo. Y yo me levante del césped y camine hacia la casa. De pronto escuche el grito de alguien.

-Es una diosa- gritaba- Dios que preciosa bajo del olimpo.

Me gire y era un joven como de unos quince años que me observaba desde la casa de a lado. Me ruboricé y entre corriendo a la casa. Edward me siguió, venia diciendo una sarta de palabras.

Tomo su celular y llamo a Alice.

-Vienen en quince minutos- dijo y sonrió.

-OK-dije.

Quince minutos después, tocaron el timbre. Fui a esconderme en la recamara principal.

-Hola Edward- escuche decir a Alice-! Dios! pero si estas desnudo- dijo riendo.

-Sí- dijo Edward con tono ácido.

-¿Qué le sucedió a tu ropa?- pregunto carcajeándose.

-La perdimos- respondió Edward.

-Como la van a perder en su casa- dijo

-La perdimos en el jardín- dijo Edward

-! WAO!- grito...Emmet! OH! por Dios Em- Descubren nuevos horizontes- dijo y soltó una carcajada.

-Deja de molestarlos- dijo Rose- Toma Edward aquí esta la ropa.

Oí los pasos de Edward.

-Abre Bella- dijo.

Abrí la puerta y entro rojo de la vergüenza. Empecé a reírme...

-¿De qué te ríes?- preguntó.

-De lo que paso- le dije y se unió a mis risas.

Salimos a encontrarnos con Emmet, Rose y Alice quien parecía estar muy divertida.

-Vámonos- cantó Alice y salimos de la casa.

Los días pasaron muy rápido para mi gusto. Panamá era un país espectacular visitamos muchos Mall y encontramos grandes baratillos. Alice se volvió loca comprando.

En las noches fuimos a varias discotecas donde bailamos hasta el amanecer. Tomamos un poco de sol y nos bañamos en playa venado.

Visitamos museos y dimos un paseo en barco debajo del puente de las Américas.

El viaje fue fabuloso, quedamos tan encantados que planeamos visitarlo pronto.

Al llegar a casa acosté a Nahuel quien estaba dormidito. Desempaque mientras Edward atendía algunas llamadas, pues había descuidado un poco sus negocios.

Luego de desempacar, baje a ver que hacia el amor de mi existencia.

-¿Qué haces amor?- le pregunte al entrar a la cocina.

-Pechuga de pollo a la crema de limón- dijo con una sonrisa torcida.

El olor de la comida me golpeo con fuerza y sentí un asco y unas nauseas horribles.

Corrí al baño de visitas.

-¿Qué sucede Bella?- pregunto Edward preocupado.

Le respondí vomitando nuevamente. Después de vomitar todo lo que tenia en el estomago y lo que no tenia también, me lave la cara y tome un poco de agua.

-Amor voy a llamar a un médico- dijo Edward angustiado- Estas muy pálida.

-No- le dije- Sólo fue un vomito- sonreí para calmarlo- Algo debió haberme caído mal.

-Esta bien- susurro- Pero prométeme que iras mañana- pidió.

-Te lo prometo- susurre.

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
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