Cap 13: Futura Señora Cullen

Por DiarioTwilight   Publicado a las  8:26 p. m.   3 comentarios


Capítulo 13: Preparativos

EDWARD POV

La tarde del Sábado paso muy rápida ya que después de comer Bella y yo habíamos pasado un ratito en la sala de estar viendo la televisión pues había una de esas pelis cutres de "terror" en las que lo único que daba realmente miedo eran los patéticos gritos que la protagonista daba durante las 2 horas de película.

Era tan cliché.

Aunque yo, al igual que ella, no es que hubiese prestado gran atención a dicha película, puesto que a los pocos minutos de estar acomodados en el sofá Bella se había adueñado de mis labios de tal manera que en cuestión de segundos nos encontrábamos enrollándonos como dos adolescentes en el sofá del salón dejando, de esta manera, de prestar totalmente atención a la televisión.

Después, y a pesar de los pucheros de mi novia, nos habíamos levantado del cómodo sofá y nos habíamos puesto nuestros trajes de baño, para así terminar de arreglarnos y poder ir al antiguo piso de Bella donde Jacob y a Vanessa vinieron con nosotros a casa de mi hermano. Allí habíamos pasado una tarde estupenda entre risas y bromas, —de las cuales la mayoría eran ocurrencias de Emmett—a la vez que nos divertíamos en la piscina con las anécdotas que Jacob nos contaba provocando las risas de todos.

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-¡Joder! ¡qué vergüenza pasé!-exclamó Jacob riéndose al contarnos el momento tan embarazoso que vivió una vez que fue a visitar a los padres de Vanessa en Nueva York cuando el paquetito de preservativos que llevaba en el bolsillo trasero de los vaqueros cayó accidentalmente al suelo después de levantarse del sillón

-Suerte que Vanessa reaccionó antes que yo y antes de que sus padres lo vieran lo cogió rápidamente y lo escondió en su bolsillo, aunque eso no quitó que se pusiera roja como un tomate después de que se percatara que su hermana menor si que se había dado cuenta del pequeño descuido. Afortunadamente la chica no dijo nada-suspiró aliviado Jacob, refiriéndose a la hermana de Vanessa, la cual solamente era un año menor que ella.

- De lo contrario creo que hubiera sido hombre muerto -volvió a reír.

En este momento nos encontrábamos en uno de los lados de la enorme piscina de la casa de Emmett y Rosalie , yo me encontraba sentado en el bordillo con los pies metidos en el agua mientras que ellos se encontraban totalmente metidos en dicha piscina, cada uno a ambos lados de mi, mientras apoyaban sus brazos en el bordillo.

Básicamente nos habíamos dividido, las chica por un lado, y los chicos por otro, ya que ellas se encontraban en el césped tumbadas, excepto Alice y Bella—que se encontrabas sentadas mientras charlaban con las demás—a la cual de vez en cuando miraba con una sonrisa en la cara para que después ella, como si sintiera mi mirada, se volteara y me devolviera la sonrisa con timidez.

-Si yo hubiera sido esa chica se lo habría contado a mis padres solo para joderte-dijo burlonamente Emmett-hubiera sido genial ver tu cara, ¿te imaginas? "Oh, no, no es lo que parece señor, yo no me follo a su hija, juro que llegaremos vírgenes al matrimonio, ¡no me golpee!" –Emmett imitó una voz grave antes de aullar entre carcajadas.

-seguro estabas cagado de miedo-se siguió carcajeando fuertemente mi hermano

-No te preocupes Jacob, todos hemos tenido momentos de esos-dije intentando consolarlo, aunque no parecía importarle que Emmett prácticamente estuviese llorando de la risa pues él mismo no paraba de reírse de su propia anécdota que en su momento, estoy seguro, debió de ser de lo mas vergonzosa e incómoda.

-¡Es cierto! En eso tú eres experto ¿a que si Eddie?-se mofó, yo lo fulminé con la mirada, ¡joder que manía con llamarme Eddie!

- Sabes Jacob, una vez mi madre se encontró una caja de condones en el dormitorio de Edward, el muy burro se la había dejado encima de la cama-añadió burlón.

Oh genial. Ahora iba a contar eso. Estúpido Emmett que no podía tener la boca cerrada.

-Él tenia 17, por lo que mis padres decidieron que era el momento oportuno para darle "la charla" así que lo encerraron durante 1 hora en la sala de estar donde le explicaron con detalle cada uno de los métodos anticonceptivos que existían, lo estúpido que sería dejar a una chica embarazada a esa edad y lo decepcionados y enfadados que estarían si alguna vez dañaba a una. Nuestros padres siempre nos habían dicho que debíamos respetar a cualquier mujer por encima de todo

-Probablemente nombraron tanto la palabra preservativo y embarazo que Edward salió pálido de aquella charla-dijo sonriendo-estuve riéndome de él 1 mes entero.

-Sí, y desde entonces me lo recuerdas siempre que puedes-gruñí

-¡Ay, Eddie!, mira que dejarse los condones en la cama –negó con la cabeza fingiendo decepción-¿Dónde estaba en ese momento todo lo que te enseñé sobre las chicas?

-Te refieres a tus clases de "aprender a ligar con Emmett"-dije burlonamente-eso fue como a los 12 años, y yo en ese entonces ya me las apañaba muy bien solito-

-Ya claro, por eso tu primera novia, era una autentica retrasada mental.

Bueno, vale, Morgan no era precisamente lo que se define inteligente, ¡pero era bonita! Morgan tenía ojos azules y cabello rubia, pero su cabeza estaba hueca, parecía preocuparle más no arruinar su esmalte de uñas rosado que hacer cualquier otra cosa, por sencilla que fuera. Era una chica aburrida. ¿Pero qué puedes esperar a esa edad? ¡Solo estábamos en el colegio!

-Emmett tu primera novia ni siquiera sabía escribir tu nombre completo sin equivocarse antes tres veces-me burlé yo ahora de su novia de la infancia al recordad como esta una vez escribió Emmett con "h"

Jacob rió

-Bah-refunfuñó al quedarse sin respuesta por lo que Jasper y Jacob rieron todavía más.

Estábamos riendo aun cuando alguien se nos acercó.

-¿Qué hacéis?-dijo Bella integrándose al grupo mientras se abría un hueco entre Emmett y yo para sentarse entre ambos y meter sus piernas en el agua-

Estaba preciosa con su bikini.

-Hablábamos- respondió Jasper con esa tranquilidad que lo caracterizaba

-Oh, ¿Y sobre qué hablabais?-inquirió curiosa y entonces de pronto una sonrisa que no me gustaba nada apareció por la cara de Emmett.

-De preservativos, situaciones morbosas, vaginas, tetas, ya sabes cosas de chicos-"aclaró" con obviedad Emmett tan delicado y sutil como de costumbre.

Bella se puso a reírse antes de decir "Mmm, claro, entiendo, cosas de chicos" aunque la risa le duro poco ya que Emmett tenía ganas de diversión, al parecer.

Y, ¡Oh dios! Todos sabemos cómo es el sentido del humor de Emmett…

-Por cierto Belly Bells, deberías decirle a Jacob un buen lugar para esconder los condones para que no se le vuelva a encontrar en el suelo la hermana de Vanessa ¿alguna sugerencia?-se mofó de nuevo. Sí, las bromas de Emm podían llegar a ser inaguantables.

-como por ejemplo, ¿Dónde los guardáis tú y Edward?-dijo y Bella se quedó en blanco, no esperaba que Emmett le saliera con esas.

-No pienso decirte eso Emmett-dijo tajante.

Nosotros no usábamos preservativos desde hacía mucho tiempo, sin embargo, creo recordar que aun había una caja medio llena, y probablemente caducada, en el segundo cajón de mi mesilla. Probablemente también debería tirarlos ya, llevaban casi un año ahí y yo me había olvidado por completo de ellos hasta este momento.

-Pero Belly, si no tiene nada de malo-dijo alzando las cejas sugerente

-Además si no me lo dices voy a pensar que mi hermano te aburre tanto en la cama que tu vida sexual prácticamente está acabada por lo que ni siquiera tenéis condones en casa-dijo aguantándose la risa, y en ese momento me dieron ganas de propinarle semejante golpe, pero me contuve y esperé a ver cómo se las apañaba Bella con esto.

Vale, sí, fui un poco cabrón ya que podía haberle echado un cable, pero esto estaba demasiado interesante y, además Bella sabía bien cómo manejar a Emmett.

-Emmett, Emmett, Emmett-suspiró Bella sonriendo-a ver cómo te lo explico…. Veras, la vida sexual que llevemos tu hermano y yo no te importa en absoluto-dijo tranquilamente dejando a Emmett callado

Yo únicamente intentaba aguantarme las carcajadas ya que en muchas ocasiones Bella había sido la única, a excepción de Rosalie y mis padres que había logrado cerrarle la boca a mi hermano y dejarlo sin habla, cosa que realmente era difícil en él

-Pero déjame decirte, Emm, que tu hermano me tiene plenamente satisfecha en ese aspecto, es más ¿ves mi cara hoy? Bueno, pues refleja sexo, muy buen sexo-susurró cerca de Emmett como si le estuviera contando un secreto, aunque todos pudimos escucharlo, para que después Emmett abriera los ojos como platos, cosa que hizo estallar en carcajadas a Jasper y a Jacob.

Yo aun trataba de procesar lo que había dicho Bella, ¡nunca dejaría de sorprenderme! Había cerrado la boca de Emmett de una forma asombrosa e inesperada. Casi me pongo a hacerle palmas.

Emmett a veces verdaderamente no tenía filtro. Él me miró y sonrió antes de decir:

-¡Eddie! ¡Estoy tan orgulloso de ti! ¡Realmente has aprendido algo de mí! Obviamente se nota que eres mi hermano –dijo con arrogancia riendo- quizás no seas tan idiota-

-¡Oye!, no insultes a mi novio-protestó Bella intentando sonar enfadada pero la sonrisa que adornaba su rostro la delataba

-¡Eso!, ¡eso! Preciosa defiéndeme-exclamé sacando los pies del agua para ponerme detrás de ella y rodear su cintura con mis brazos a la vez que escondía mi rostro tras su espalda-

-Como si Bella me diera miedo-se carcajeo Emmett socarrón

-Pues deberías tenerle miedo después de la paliza que te ha pegado jugando al Vóley playa-dijo Jasper sonriendo, mientras yo también sonreí al recordar que hace 1 hora habíamos estado jugando con un balón en el césped al vóley playa, y el equipo de Bella y Vanessa habían ganado por 5 puntos a Jacob y Emmett

-Eso ha sido un golpe de mala suerte-refunfuñó Emmett

-Ya, ya… -rió Bella mientras le revolvía el pelo a Emmett-que mal perder tienes cuñado-comentó para después volver a reír

Y así seguimos toda la tarde, riendo, charlando, incluso cantando puesto que Emmett se puso a cantarle a Chester mientras que Rose exclamaba que como no dejara de cantar se pondría a llover de lo mal que lo hacía y que después le pegaría una patada a él y al perro para mandarlos un ratito a la mierda. Era genial ver esos momentos "Rosalie vs Emmett"

Pero lo más importante de todo es que pudimos pasar una agradable y merecida tarde con nuestros amigos.

Fin flash Back

Cuando se hizo un poco más tarde, como a las 9:30 p.m. y debido a que hacia una magnifica noche de verano decidimos cenar en el jardín pues había una gran mesa de mimbre negro con 8 sillas alrededor junto a la piscina de la enorme casa de mi hermano y Rosalie (FP), la cual era una casa absolutamente de diseño y, honestamente, súper rara pero a la vez muy moderna, era tan al estilo de Emmett y Rosalie.

La casa se encontraba un poco alejada del centro de Chicago, pero no tanto como la de mis padres, ya que incluso en los días más ajetreados y con más tráfico la casa estaba como a 20 ó 25 minutos de mi departamento, pues estaba situada no muy lejos de O´Hare, el aeropuerto de Chicago.

Y bueno, la casa, era una autentica obra de arte abstracta, de esas con formas muy extrañas que parecen haber sido colocadas al azar, ya que era una casa asimétrica compuesta por relieves cúbicos deformes con grandes ventanales en las paredes, las cuales estaban adornadas con diferentes materiales en los que se incluía la madera oscura y columna de piedra que daban un aspecto muy moderno a la fachada.

Dicha casa se encontraba en un terreno amplio, el cual estaba rodeado por vallas constituidas por delgadas tablas de de madera colocados horizontalmente que hacían que estas tuvieran un diseño original y moderno al igual que el resto de la casa. El jardín también era muy amplio, y estaba cubierto por la fina hierva verde del césped que resaltaba ante la blancura del suelo de piedra que rodeaba a la gran piscina que había en el jardín trasero junto a la que se encontraban dos tumbonas para tomar el sol y donde en el extremo opuesto, en el porche trasero, se encontraba la gran barbacoa que Emmett había instalado recientemente con tanta ilusión.

Realmente era una casa bastante bonita, y algo cara, ya que Emmett y Rosalie habían pagado bastante miles de dólares para conseguirla aunque realmente el dinero no era problema ya que Rosalie contaba con la fortuna que había heredado cuando sus padres murieron y mi hermano a parte de contar con el apoyo económico de mis padres, también tenía un buen trabajo, ya que era arquitecto y trabajaba en una gran, conocida, y buena empresa por lo que su salario era bastante elevado.

Terminamos de cenar algo tarde por lo que nos fuimos a casa tras ayudar a Emm y Rose a recoger, ya que esta última además tenía que madrugar al día siguiente pues Alice la necesitaba "urgentemente" a primera hora para una sesión de fotos ya que estaba preparando una campaña para otoño y, lógicamente para esas fechas el embarazo de Rosalie ya estaría desarrollado lo suficiente como para no poder entrar en la ropa que Alice había diseñado, así que no le quedaba de otra que madrugar un Domingo e ir a hacer una de esas largas sesiones de fotos.

El Domingo paso muy tranquilo, pues por la mañana Bella y yo dormimos hasta tarde, después salimos a comer fuera para luego poder ir a casa de mis padres donde finalmente pasamos una tarde muy agradable ya que mi padre no trabajaba por lo que tuve oportunidad de charlar animadamente con él y con mamá.

Inicio flash Back

-¿Quieres un café Bella?-preguntó mi madre amablemente la cual vestía un bonito vestido de hombreras estampado de flores de colores vivos por la altura de la rodilla conjuntado con unas simples sandalias planas color marrón claro. Mamá lucía muy jovial y natural así (FP)

-Sí, gracias Esme-respondió Bella, que llevaba un hermoso vestido corto formado por dos partes, por un lado un top color blanco con un sencillo estampado de encaje y un redondeado y discreto escote alrededor del cuello, y por otro lado, y unida por un pequeño cinturón marrón, caía una falda vaquera corta con pequeños fruncidos en la cintura.(FP)

Calzaba unas sandalias de tacón marrones atadas al tobillo y llevaba su largo cabello castaño suelto, dejando caer sus tímidos tirabuzones a la altura de sus pechos.

-¿Y tú cariño?-se dirigió ahora a mi

-No mamá-negué con la cabeza antes de que ella se dirigiera a la cocina a preparar 2 cafés, uno para mi padre y otro para Bella. Ella y papá compartían la adicción por la cafeína.

Mamá a veces reprendía a papá por andar abusando del café, pero él en verdad amaba beberlo.

-¿Cuándo empezaréis a preparar todo lo relacionado con la boda?-inquirió mi padre, el cual se encontraba sentado en el sillón de enfrente. Todos nos encontrábamos en la sala de estar.

- Alice me acompañará mañana a un par de tiendas, quiere que comencemos a buscar mi vestido, dice que ese tipo de cosas llevan algún tiempo, y la verdad yo tampoco quiero dejarlo para el último momento, bueno ciertamente Alice no dejará que eso ocurra-dijo Bella soltando una risita divertida.

Yo me dejé llevar por mis cavilaciones, ansiaba poder verla vestida de novia y caminando hacia el altar.

-Espero que se porte bien contigo Bella, ya sabes que Alice es muy inquieta e impaciente-papá sonrió-tenle paciencia si comienza a perder la cabeza. No le digas a Esme, pero Alice heredó eso de ella-le comentó a Bella con diversión

- Edward tú mamá adora organizar eventos.-finalizó papá sonriendo.

-puedo dar crédito de ello-coincidí-Una vez incluso organizó con el vecindario un rastrillo benéfico, mientras Alice la ayudaba con las ventas Emmett y yo éramos obligados a llevar las cosas vendidas hasta la casa de las vecinas que compraban.

-Acabasteis protestando y pidiendo una paga por hacer eso-rió papá al recordar aquello

-Sí, Emmett dijo que no era justo hacer el trabajo duro a cambio de nada

-¿Cuántos años teníais?-sonrió Bella al preguntar

-Creo que yo tenía 8 ahí, Alice era muy pequeña, ella solo se encargaba de sonreír y ya tenía a todas las ancianas de alrededor comprando las cosas que mamá había llevado al rastrillo.

-Eso puso celosos a Emm y Edward así que exigieron una paga-dijo Carlisle acomodándose mejor en el sillón. Parecía causarle ternura revivir aquello

-Es muy lindo lo que Esme hizo-admitió Bella. Una vez hablando con ella, me había dicho que siempre había sabido que mi madre era muy bondadosa, pero que continuamente descubría que su generosidad y amabilidad iban aún más allá.

Yo tenía una gran mujer como mamá.

Mi madre jamás despilfarró el dinero, a pesar de tener mucho y de poder hacerlo, en algo inútil, y ni siquiera fue una mantenida, ella había estudiado en la universidad y tenía un trabajo que amaba. Sé que solo dejó de trabajar temporalmente cuando nos tuvo a nosotros y realmente tampoco lo hizo por placer o porque estuviera cansada de hacerlo sino porque sentía la necesidad de dedicarse a nosotros.

Emmett, Alice y yo la admirábamos y queríamos muchísimo.

-Fue un gesto muy generoso, tengo una gran esposa, creo que aún se sonroja cuando se lo digo-nos confesó en un susurro Carlisle sonriente- ella después donó el dinero al hospital para los niños con cáncer de forma anónima, solo yo supe que fue ella.

-Eso es aún más hermoso-meditó Bella a mi lado

-Alice se parece mucho a Esme a pesar de que mi hija es muy alocada, no sé de quién heredo eso definitivamente-reflexionó divertido-y es mucho más inquieta también, creo que tú puedes saber eso mejor que yo Bella-rió por lo bajo mi padre al saber cómo Alice "torturaba" a Bella cuando iban de compras

-Y, ahora con todo lo de la boda-él rió negando con la cabeza para sí-perderá la cabeza.-

Papá probablemente lo decía en el buen sentido, pero cuando Alice se "emocionaba" en este tipo de cosas podía llegar a dar verdadero miedo.

-No te preocupes Carlisle, le hice prometer que no se volvería loca-aseguró convencida Bella sonriendo divertida- y Alice siempre cumple sus promesas

-Bien, eso me tranquiliza-respondió este sonriendo

-Definitivamente no conoces a la verdadera Alice-gemí interviniendo, en realidad medio en broma, provocando la risa de ambos

-Oh, vamos Edward, dale algún voto de confianza, ella se va a portar bien-me propinó un inofensivo codazo Bella cuando habló.

-Me lo prometió-añadió luego, creo que intentado convencerse a sí misma de que Alice sería una buena chica estos próximos meses.

-Alice desconecta su cabeza del resto de su cuerpo cuando ve una tienda delante de sus ojos, da igual que te lo haya prometido-la asusté, solo para molestarla. -¿por qué simplemente no nos casamos en Las Vegas?-propuse-Solo lo digo para que Alice no pierda la cabeza, ni nos vuelva locos a nosotros, claro.

Bella frunció el rostro y negó con rapidez, ni si quiera podía plantearse la idea de casarse en Las Vegas sin poner cara de disgusto, sus padres se casaron allí y tenía la teoría de que quienes se casaban allí lo hacían por tres cosas: una porque estaban ebrios, dos, porque no se tomaba el matrimonio como algo realmente serio y casarse era como ir a comprar chocolatinas o tres, y según ella esta era la de sus padres, porque eran unos inconscientes.

Papá soltó una carcajada.

-Parece que alguien tiene prisa por casarse contigo Bella-papá le dirigió una mirada entre cómplice y divertida que la hizo sonrojar- me recuerdas a mí hace muchos años, cuando le pedí matrimonio a tu madre, hijo. Estaba tan ansioso por casarme con tu madre que lo hubiera hecho con gusto al día siguiente de pedirle su mano a tu abuelo-rió

-Si un tío con un disfraz de Elvis me llega a casar probablemente yo acabaré teniendo pesadillas hasta que muera-dijo Bella fingiendo cara de horror.

-Entonces definitivamente esa no es buena idea, además hijo, creo que darás un disgusto a tu madre si te llevas a Bella a Las Vegas y os casáis.

-¿Quién va a ir a Las Vegas?-preguntó mi madre entornando los ojos, que en ese momento entró en la habitación con dos tacitas blancas sobre dos pequeños patos color blanco que puso sobre la mesita de té que había en el centro.

Ella probablemente había podido escuchar gran parte de nuestra conversación ya que la cocina se situaba junto a la sala de estar y ambas habitaciones solo estaban separadas por un gran marco de puerta de madera blanca.

-Edward solo bromeaba con la idea de ir a Las Vegas a casarnos-sonrió Bella pasando un brazo por mi hombro con cariño-pero no tomes en serio lo que dice Esme, le gusta hacer enojar a todo el mundo-rió

-Nada de casarse en Las Vegas, jovencito.-lo señaló

-¿Vais a privarme de que Elvis me case?-negué con la cabeza derrotado. Bella dio unas palmaditas en mi espalda divertida

-Lo superarás guapo-

Sonreí y la miré con los ojos entrecerrados después ganándome que ella me sacara la lengua burlonamente. Si mis padres no hubieran estado presenten hubiera metida esa lengua en mi boca.

En realidad, solo decía lo de Las Vegas para bromear puesto que yo al igual que Bella también estaba feliz con la idea de casarme en Chicago, por un momento llegué a plantearme que quizás ella quería ir hasta Forks y casarse en el lugar que nació pero ella rápidamente dijo que no, había querido venir a Chicago desde hace años y cuando había decidido quedarse a vivir aquí, sabía que sería aquí donde formaría una familia también así que la idea de casarse en esta ciudad donde ella ya había echado sus raíces la ponía tan feliz como a mí.

-Bella cariño te he escuchado decir que irás con Alice a buscar tu vestido, ¿te importaría si os acompaño a Alice y a ti mañana?-inquirió mi madre al rato. A Bella pareció entusiasmarle la idea.

Sonreí, probablemente ella necesitaba a alguien que la ayudara a controlar a Alice.

-Claro que no Esme, me encantaría que vinieras-asintió a la vez que yo, de manera inconsciente, depositaba mi mano sobre su rodilla, buscando de esta manera su cercanía, su tacto, el calor de su cuerpo ya que me era prácticamente imposible estar en un lugar junto a ella y no tocarla. Era una necesidad sentir su cálida piel junto a la mía.

Mi madre le sonrió también entusiasmada ante de decirle:

-¿y bueno cuando pensáis contarle la noticia a tus padres, cariño?-dijo refiriéndose a Charlie y Renée

-Viajaremos a Forks el fin de semana que viene, y el próximo a Florida ya que yo los tengo libres-respondí yo por Bella

-Eso suena bien-dijo mamá

-estoy seguro de que se pondrán felices-intervino papá

Bueno, eso sí Charlie no me corta los huevos antes, pensé para mi mismo

Finalmente estuvimos en casa de mis padres un par de horas más charlando con ellos de cosas que realmente no eran muy importantes, pero que al final te hacen pasar un buen rato.

Fin flash Back

Esa misma tarde, cuando regresamos de casa de mis padres, decidimos ir a Grant Park (FP) donde paseamos un rato por aquellos jardines tan verdes y bonitos.

Inicio flash Back

-¿Podemos sentarnos un ratito?-dijo Bella tirando de mi mano en dirección a un banco que había cerca de una gran fuente.

-Claro amor-dije siguiéndola hasta dicho banco donde nos sentamos para después yo rodear su cintura con mis brazos y así poder acercarla a mi cuerpo. Luego dejé un dulce beso en la comisura de sus labios.

-Mmm… adoro el sabor de tus labios-susurró melosa tras nuestro pequeño beso mientras ella deslizaba su lengua a lo largo de su labio inferior

Era tan tentadora sin ni siquiera proponérselo que un día terminaría por darme una taquicardia por su culpa.

Le sonreí en respuesta antes de volver a unir nuestros labios los cuales saboreé con anhelo antes de que mi lengua comenzara a jugar con la suya para después colocar mi mano izquierda en su cintura intentando recordarme a mí mismo el lugar en el que estábamos. No podía "emocionarme" en un parque público.

Pero tampoco podía separar mis labios de los de Bella, por más que lo intentara al final era yo mismo el que volvía a besarla, por eso me sentí profundamente agradecido con el bendito balón de fútbol que chocó contra las piernas de Bella accidentalmente y que nos hizo romper el beso en el que tan metidos estábamos porque si no, no creo que hubiera podido parar. Siempre que la besaba me perdía en sus labios y en las sensaciones que estos me provocaban.

Bella pegó un ligero respingo y yo reí en sus labios. Al parecer no era el único tremendamente concentrado en el beso.

Ella agachó la mirada hacia el balón color rojo que se encontraba junto a sus piernas para después mirar alrededor confusa pero no había nadie por lo que lo tomó en sus manos extrañada

-Señodita… ¿me pede dar el balon?-dijo alguien con una tierna vocecita minutos después.

Ambos alzamos la cabeza para encontrarnos con una hermosa niña cuya piel era tan blanca como la porcelana, mientras que sus ojos eran de un intenso color dorado acaramelado que hacían resaltar su gran maraña de pelo rizado color rojizo a la vez que mostraba una bonita sonrisa que marcaba los hoyuelos de sus mejillas las cuales tenía sonrojadas pues al parecer había venido corriendo. (FP)

Era verdaderamente hermosa y adorable

-Claro que si princesa-dijo Bella muy cariñosa mientras se levantaba del banco y se dirigía a la niña para así ponerse enfrente de ella de cuclillas

-toma linda-dijo ofreciéndole el balón por lo que la niña, que vestía un bonito vestido blanco con una línea color rojo en la parte delantera (FP) conjuntado con unas diminutas sandalias blancas, sonrió ampliamente

-Gasias-dijo la pequeña que no debía tener más de 4 años

-y dime pequeña ¿y tú mamá?-preguntó mientras yo apoyaba mis codos en mis rodillas a la vez que descansaba mi cabeza sobre mis manos, y miraba como un tonto a Bella y a esa niña

-Yo no zoy pequeña, ya engo 3 anos-dijo frunciendo el ceño mientras mostraba con su manita tres dedos, lo cual hizo que yo y Bella sonriésemos pues a pesar de no poder verle la cara ya que en este momento me estaba dando la espalda mientras se encontraba hablando con aquella pequeña niña, estaba más que seguro que en su cara tendría grabada una hermosa sonrisa, de esas que me cortaban la respiración y me hacían babear como un idiota por ella.

-Oh, perdón princesa, es cierto-casi se reprendió Bella a sí misma- ya eres muy mayor y muy guapa, por cierto-halagó Bella mientras ponía uno de sus rojizos rizos tras su oreja

-Rachel, cariño ¿Dónde te habías metido? Te he dicho mil veces que no te alejes demasiado-regañó algo preocupada una mujer pelirroja, la cual era una copia idéntica de la niña, sin duda esa debía ser su madre.

Vestía unos pantalones vaqueros largos junto con una camiseta corta transparente, bajo la cual llevaba un oscuro top negro que cubría la parte de sus pechos, también llevaba un extraño collar con plumas. Caminaba sobre unas altas sandalias marrones y en su brazo llevaba sujeto un bolso con forma de mochila. (FP)

Su forma de vestir era inusual y diferente, ella parecía ser de ese tipo de chicas libres, independientes, despreocupadas y desaliñadas a las que les gustaba dejarse llevar y ser sorprendidas por la vida todo el tiempo. Parecía ser una persona simpática y carismática.

Era difícil creer que aquella mujer jovial y sonriente fuera la madre de la niña, realmente si no fueran como dos gotas de agua hasta me costaría creer que eran madre e hija. ¿Qué edad tendría ella? Parecía ser tan joven o más que Bella…

-¡Mami!, ¡mami!-canturreó la pequeña-ez que la peota se fue codiendo y vine a pod ella-dijo la niña, que había tomado la pelota con sus pequeñas manos y se había volteado hacia su madre, la cual se acercó a ella.

Pero cuando anduvo dos pasos se quedó mirando con sorpresa y algo de confusión a Bella.

-¿Bella? ¿Eres tú?-dijo la mujer de apariencia delgada y cuyo pelo rizado era de un rojo intenso mientras miraba a mi prometida que parecía también sumamente asombrada-

-¡Oh dios! ¡Victoria!-exclamó mi novia tras unos minutos de duda

-¡Cuánto me alegro de volverte a ver!-exclamó emocionada Bella mientras se levantaba para después darle un abrazo a la joven muchacha que aparentaba ser de la misma edad que Bella, la cual no paraba de murmurar impresionada cosas como "¡Oh dios! ¡Vicky!"

-¡Joder! Bella, cuanto tiempo, estás increíble- alagó con una notable honestidad y alegría tras haber roto el abrazo

-¡Sí!, hace tanto tiempo… ¿desde el instituto no es cierto?-pensó Bella mientras la tal Victoria cogía a la niña en brazos, la cual se encontraba muy entretenida mirando la pelota y dándole vueltas entre sus manos

-Sí, desde que te marchaste de Forks no supe nada de ti -dijo tristemente

-Esto es increíble, ¡estoy tan feliz de volver a verte Vicky!-podía ver a Bella casi dar saltos de la alegría.

-Lo sé, yo también estoy tan contenta de verte ¡luces tan bien Bells!-insistió haciendo reír a Bella

-Tú y tu forma de exagerar-refunfuñó mi novia con gracia y yo reí silenciosamente.

Por un instante perdí la atención de la conversación cuando me distraje observando a la pequeña niña que ahora intentaba apretar el balón con sus manos y al ver que estaba my duro fruncía el ceño de forma graciosa y tierna a la vez para después volver a intentar apretarlo y sin éxito terminar resoplando indignada. Ella era muy divertida y dulce

- pero dime ¿Qué haces en Chicago?-preguntó Victoria en un determinado momento trayendo de regreso mi atención a ellas.

-Vine a estudiar hace 5 años-respondió Bella

-¿Aún sigues estudiando?

-No, terminé la carrera de Literatura hace un par de meses-explicó Bella

-¡Eso es genial Bells! Terminaste la universidad, estoy muy contenta por ti.-la felicitó la alegre pelirroja

-Gracias Vicky, los años pasaron volando pero tenía ganas de terminar de estudiar

-Entonces si ya has terminado de estudiar, ¿Cuándo vuelves al lluvioso pueblo de Forks? –preguntó

-No vuelvo a Forks Vicky, me quedo en Chicago-contestó antes de voltearse y, con una enorme sonrisa en su cara, clavar sus expresivos ojos en mí para después volver a prestar atención a su amiga

-Hay cosas que me retienen aquí… 5 años en el mismo lugar no pueden pasar como si nada…

-Sí, supongo que ya tienes tu vida aquí, pero tu padre está allí e incluso estoy seguro de que Matt te sigue esperando-rió con malicia.-ese chico estuvo enamorado de ti desde el colegio-Bella soltó una carcajada

¿Quién mierdas era ese tío? Ella nunca me había hablado de él.

-¿Por qué quedarte aquí?-inquirió curiosa Victoria.

-¡Ay, Dios! Vicky es que tengo tanto que contarte, que no sabría por dónde empezar, pero básicamente me quedo porque en Chicago encontré el amor, y bueno en dos meses me caso con el hombre más maravilloso del mundo-argumentó y yo como el idiota enamorado que era sonreí.

Ella siempre decía que era tan afortunada de haberme encontrado pero lo que no sabía era que el único con suerte aquí había sido yo por encontrarla a ella.

Victoria abrió mucho los ojos y una gran sonrisa se extendió a lo largo de su rostro

-¡Bella Swan! ¿Te casas?-la aludida asintió-Oh dios, Oh dios, Oh dios ¿En serio?-dijo sorprendida para que después Bella volviera a asentir con cierta diversión, mi novia parecía conocer a la perfección cada una de las reacciones de Victoria. Eso me llevó a pensar que ellas fueron muy unidas.

-Pero Bells ¡eso es genial! Es una gran noticia-dijo efusivamente provocando que la pequeña que tenía entre sus brazos riera alegremente

-Sí, estoy realmente feliz Vicky… -murmuró mi novia tocando la mejilla de la niña que miraba con grandes ojos a Bella-Chicago trajo muchas cosas y sorpresas a mi vida-suspiró y yo supe que se estaba refiriendo a mí.

¡Bendito y dulce destino que te trajo hasta aquí ojos cafés!

-Pero mírate a ti, ¡eres madre! –Parecía ser algo que la sorprendiera profundamente- Eso es realmente fascinante, pero ¿cuándo? ¿Cómo? sucedió y ¿Quien?-preguntó curiosa

-¿En serio quieres que te diga "cómo"? –dijo irónica riendo

-Bueno no, sé cómo se hace un bebé, pero me refiero a ¿cómo?, es decir ¿tenias planeado ser madre?

-Para nada, esta princesita fue una sorpresa-dijo mientras dejaba a la niña en el suelo, ya que no paraba de removerse inquiera entre sus brazos

- Después del instituto me fui a Nueva York y… -le decía Victoria a Bella, que a pesar de encontrarse ambas a un par de metros, podía escuchar perfectamente su conversación

-Mida mami, papa noz está llamano-dijo dando saltitos mientras señalaba con su dedo a un hombre a lo lejos de cara amable bastante alto y que al parecer era rubio. Victoria se volteó y miró al hombre para después volver a hablarle a Bella

-Bells me tengo que ir, pero voy a estar un par de meses en Chicago, ¿Qué te parece si quedamos una tarde de estas y hablamos? Tú yo tenemos muchas cosas que contarnos, han sido demasiados años, definitivamente siento que nos hemos perdido muchas cosas-añadió riendo pero con un tono de apreciable nostalgia y pena por lo que decía en su voz.

-¡Claro que si Vicky!, esta semana la tengo algo liada, pero prometo llamarte-aseguró Bella mientras intercambiaban números de teléfono

-Me ha encantado volver a verte y conocer a esta princesita –acarició el bracito de la niña

-A mí también me ha encantado Bells, ha sido una grata sorpresa encontrarte aquí, no olvides llamarme-dijo dándole nuevamente un abrazo.

-Dile adiós a Bella cariño-le dijo a su hija después

-Aiós Bella-habló con voz graciosa mientras se despedía con la mano

-Adiós princesa-le respondió Bella dándole un besito en su colorada mejilla antes de que ambas se marcharan junto a aquel muchacho que se encontraba al otro lado de la fuente.

Bella se volteó y caminó contoneando sus caderas de forma involuntaria hacia mí, donde se colocó en frente tendiéndome sus manos

¡Dios! Su contoneo de caderas me volvía loco… No era exagerado ni forzado, al contrario era involuntario, fino y suave pero sexy ¡Oh, sí! Yo tenía a la mujer más perfecta del mundo a mi lado.

-¿Quién era?-indagué aunque tras haber escuchado su conversación podía hacerme una idea

-Ella era una amiga del instituto, vivía en Forks junto a sus padres por lo que cuando me mudé a Forks con mi padre Victoria y yo nos hicimos muy unidas-me contó ya que al poco de nacer, los padres de Bella se divorciaron por lo que ella paso la mayor parte del tiempo, en sus primeros años de vida, en Florida

-hasta que terminamos el instituto y ambas abandonamos ese pueblecito, desde encontrones no había sabido nada de ella, me ha puesto muy feliz encontrármela…-se alegró mientras continuaba hablando, hasta que de pronto cambio la expresión de su cara cuando cayó en la cuenta de algo.

-¡Oh dios!, ¡no te la he presentado! ¿Cómo he sido tan distraída?-se lamentó de verdad apenada- Lo siento cariño, estaba tan contenta que no se me ha pasado por la cabeza presentaros-se disculpó y yo le sonreí restándole importancia.

No era algo por lo que pedir perdón, pero ella lo hacía sin embargo, y me parecía tierno que lo hiciera.

-No te preocupes preciosa, ya habrá otra oportunidad de conocerla-dije besando sus nudillos

-Es increíble verla así, con una niña, sabes ella siempre fue tan alocada e impulsiva, se "enamoraba" cada dos por tres de un chico pero nunca duraba más de 3 meses con él-rió-

-Decía que eran unos guarros y cabrones que solo querían tocarle las tetas-dijo y soltó una carcajada al recordarlo

-es increíble que haya sentado cabeza, nunca pensé que lo haría-caviló sonriendo-la niña que tiene es tan bonita, es una dulzura-agregó fascinada

-Te veías realmente adorable junto a esa niña-pensé en voz alta antes de levantarme para después acercarme a su oído y susurrarle

-si quieres tú y yo también podemos hacer una más bonita que esa-dije riendo y ella se estremeció

-¿Esa es tu forma sutil de decirme que quieres tener hijos conmigo?-bromeó

-Claro que quiero tener hijos contigo Bella-dije serio- muchos hijos, además-sonreí travieso

-¿Cuántos te gustaría tener?-esto parecía traerle verdadera curiosidad

-3 mínimo-respondí sin tener que pensarlo mucho-pero tú mandas amor, los que quieras darme serán bien recibidos-

Me gustaban los niños, amaba trabajar con ellos por eso anhelaba una familia numerosa pero yo no tenía mucho poder de veto ahí, es decir, al fin y al cabo, Bella iba a ser la que gastara energías por ella y por un bebé durante nueve meses y la que sufriera el parto, ¿quién era yo para exigirle muchos bebés cuando ella iba a tener que hacer la parte dura?

Pero, si ella me diera a elegir, 3 sería más que perfecto para mí.

-Eres muy tierno diciéndome eso-admitió con una pequeña sonrisa-pero, por ahora, tú madre se tendrá que conformar con un solo nieto o nieta, porque cariño, no queremos que a mi padre le dé un ataque al corazón ¿verdad?-dijo sonriendo

-y si encima de decirle que su única hija se va a casar le decimos que va a ser abuelo, creo que lo mataríamos de uno de esos.-Más bien creo que él me mataría a mí.

-Además yo quiero disfrutarte para mi solita durante unos años más-hizo un puchero-quiero poder hacer el amor con la puerta del dormitorio abierta sin el miedo de que alguien entre, dormir desnuda sin preocuparme de que quizá alguien pequeñito e inocente a media noche tenga una pesadilla y se cuele entre nosotros para dormir, poder darnos el lote en la sala de estar, en el baño o en la cocina libremente-suspiró y luego se dio cuenta de todo lo que había dicho y rió alegre.

Ella tenía razón, yo también quería disfrutar de todas esas cosas unos años más.

-Bueno pero podemos practicar como hacer uno hasta que nos decidamos ¿no?-dije en plan sugerente y ella agrandó su sonrisa

-¿No sabía que necesitabas practicar? Pensaba que eras un experto en la cama-me picó

-yo soy asombroso en la cama-contesté presuntuoso causando su risa –pero necesito una excusa para seguir acostándome contigo-dije socarrón

-¿Cómo la de ayudarme a guardar la ropa en el armario?-me recordó con diversión.

-Admito que esa no fue una de mis ideas más brillantes, pero funcionó

-No necesitas mucho para llevarme a la cama-sonrió pícara

El sentimiento era mutuo, sobre todo teniendo en cuenta que tenía ganas de hacerle el amor a cada hora del día.

-Lo sé, soy increíble, no puedes resistirte preciosa-Bella entrecerró los ojos y me miró entre acusadora y divertida

-Oh, ¡Cállate!- respondió riendo-no eres increíble, eres insoportable, Cullen-bromeó

-Mr. Arrogante-pronunció ofensivamente después

-Golpe bajo-protesté fingiendo estar ofendido, lo que provocó que Bella riera más

-Anda vamos a casa, que ya es tarde y tengo hambre-habló cuando paró de reír pues estaba atardeciendo

-Mi estomago va a comenzar a quejarse en cualquier momento-sonrió mientras comenzaba a caminar en dirección a la salida del parque pero yo la detuve agarrándola de la mano

-Solo si me respondes a algo-dije

-Claro-asintió quedando frente a mí completamente

-¿Quién es Matt?-pregunté con un puntillo de asco

Sí, lo admito pero es que desde que las había escuchado hablar me estaba picando la curiosidad de saber quién era ese tío y qué tenía que ver con Bella.

Ella rió alegremente al ver la expresión—nada agradable—de mi cara

-Era el capitán del equipo de fútbol de Forks, y era muy guapo-dijo chinchándome-aunque no tanto como lo eres tu cariño-dijo rápidamente soltando una risita al ver mi cara-

-A los 15 años el me robó un beso, fue asqueroso, una experiencia traumática-murmuró asqueada-y desde los 16 intentó invitarme a salir en muchas ocasiones pero yo nunca acepté, todas las chicas pensaban que yo debía estar chiflada por rechazar a Matt-rió por lo bajo

-¿Y por qué no saliste con él si tanto te lo pidió?-inquirí de nuevo con notable curiosidad

-Porque era un completo tarado, no podía hablar dos minuto sin soltar alguna gilipollez, ni si quiera tenia gracia, no sé como todas las chicas estaban locas por él, a mi me parecía un autentico pringado a pesar de ser el "bombón" del instituto-refunfuñó

-solo sabía decir "Hola guapa, ¿salimos esta noche?" ¡Vamos!-exhaló frustrada-Yo solo estaba como ¡Eh, amigo, no eres el centro del universo, no me interesas!

Por eso me enamoré de Bella, porque no era superficial, porque no se fijaba en el envoltorio de una persona para estar con ella, un chico podía ser muy guapo y apuesto por fuera, pero si por dentro era un idiota nunca llamaría la atención de Bella porque ella no buscaba esa clase de personas, por eso hasta que yo no comprendí aquello no pude dejar de ser un imbécil con ella.

Me sentía muy avergonzado de haber querer llevármela a la cama pero más aun me avergonzaba de haberlo querido hacer siendo un descarado y un altanero capullo con ella.

-¿Así que el capitán del equipo de fútbol estaba colado por mi prometida?-la molesté sonriendo porque parecía que el tema no le agradaba en absoluto.

-Supongo-se encogió de hombros con desinterés

-Ves cariño, yo tengo razón aunque tú siempre lo niegues-dije-eres una autentica hermosura Bella, cualquier chico se fija en ti sin esfuerzo.

-No seas tonto-negó dándome un leve empujón-además no me importa lo que piensen los demás mientras siga siendo hermosa para ti

-Para mí siempre serás la mujer más guapa que haya pisado la Tierra-aseguré

-Ya, ya, veremos si sigues pensando lo mismo cuando tenga 80 años, necesite un bastón para caminar, tenga el pelo blanco y arrugas alrededor de los ojos-musitó divertida

-Serás una viejecita adorable que estará sentada en el porche de una acogedora casa en una mecedora de madera viendo a nuestros nietos corretear por ahí-dije soñadoramente

La idea de envejecer junto a ella me gustaba demasiado.

-El abuelo Eddie-se mofó

-Recuérdame que criemos a nuestros hijos lejos de Emmett-gruñí

Ella rió y tomo mi mano tirando de mí

-Falta mucho para que nuestros hijos o nuestros nietos te llamen Eddie, no te preocupes por eso guapo… ahora vamos a asa a cenar algo ¡estoy muriendo de hambre! A este paso si no me alimentas no llegaré viva ni a los 30… ¿cómo esperas que lo esté a los 80?-comentó burlona mientras comenzábamos a caminar en dirección a nuestro departamento.

Fin flash Back

Así que tras volver al departamento cenamos para después irnos a dormir, pues yo tenía que trabajar y Bella había quedado con Alice y con mi madre a las 10 para ir de compras por lo que la mañana del Lunes no tardó en llegar y con ella el molesto ruido del despertador que había sonado hace media hora, exactamente a las 8 en punto, por lo que ahora eran las ochos y media así que lo mejor sería levantarme si no quería llegar tarde.

Si no me había levantado antes era porque Bella me había persuadido con besos para que me quedara un poquito más con ella en la cama y básicamente a mi me había sido imposible negarme así que la había abrazado nuevamente a la vez que ella enterraba su rostro en mi cuello donde minutos después no tardó en dormirse ya que ahora se encontraba descansando junto a mí.

Muy cuidadosamente intenté depositar su cuerpo sobre el colchón, puesto que prácticamente estaba sobre mi torso, y aunque traté por todos los medios que no se despertara finalmente no lo conseguí.

-Mmm…. ¿ya te vas?-preguntó restregándose los ojos con sus manos. Lucía muy somnolienta

-No preciosa, voy a vestirme, tú sigue durmiendo-susurré mientras salía de la cama y me ponía mis bóxers, los cuales estaba en el suelo ya que anoche mi muy impaciente novia me los quitó y los arrojó al piso a través de la oscuridad.

Me metí en el baño donde me lavé la cara para despejarme para después vestirme y sigilosamente dirigirme a la cocina donde me prepare un café mientras encendía la televisión y me ajustaba la puñetera corbata que casi me estaba quitando la respiración;

Diablos, había apretado el nudo demasiado

Mientras me tomaba el café vi las noticias en las cuales no había nada absolutamente interesante excepto unos cuantos accidentes de tráfico, típico de los Lunes, ya que durante el fin de semana la mayoría de los adolescentes se emborrachaban para después estamparse contra otro coche de regreso a casa. Era lamentable y me hacía sentir muy frustrado como gente inocente perdía la vida por causa de conductores imprudentes y borrachos.

Cuando me bebí el café metí la taza en el lavavajillas y eché un vistazo al reloj que marcaba las 8:50 a.m. genial llegaría tarde al hospital, puesto que este se encontraba a 20 minutos de mi departamento, por lo que fui a la sala de estar donde tome las llaves del Volvo para después dirigirme al dormitorio donde cogí mi móvil, y donde me cercioré de que Bella había vuelto a cerrar los ojos por lo que como no quise despertarla me dirigí hacia la puerta sigilosamente.

-¿Pensabas irte sin despedirte Cullen?-murmuró adormilada por lo que yo me volteé sonriendo

-No quería despertarte-me defendí

-Deja de decir tonterías y mueve tu culo hasta aquí para darme un beso de buenos días-abrió los ojos mientras fruncía el ceño.

Sonreí y me acerqué hasta ella donde me puse a su altura para después juntar mis labios con los suyos tan suaves y dulces como siempre, me costó horrores romper el beso pero realmente iba a llegar tarde así que con mucha fuerza de voluntad me separé lentamente de ella

-¿Contenta preciosa?-me burlé acariciando su mejilla

-Plenamente doctor Cullen-ronroneó cerrando los ojos-por cierto ¿a qué hora vuelves?

-A las 7 de la tarde se acaba mi turno-ella hizo un puchero en desacuerdo

-lo sé, demasiadas horas, pero al menos esta semana pasaré las noches contigo-dije ya que aunque no era muy seguido sí que había días en los que mis guardias se alargaban y duraban casi toda la noche lo cual no me agradaba nada sinceramente ya que me encantaba dormir abrazado a Bella cada noche.

-Me voy preciosa, te he dejado café en la cocina, te amo-suspiré

-Yo también te amo, y gracias por el café-dijo melosa para después darme un rápido beso en los labios

-espero que salve muchas vidas Dr. Cullen-dijo pícaramente mientras que yo me levanté y caminé a la puerta

-Prometo que lo intentaré -respondí antes de cerrar la puerta del dormitorio, para después salir del departamento, tomar mi coche y dirigirme al hospital.

Era Lunes, verano y dejaba a una sexy mujer en mi cama.

Iba a ser un día muy largo para mí hoy.

BELLA POV

Las diez menos cuarto, y yo aun sin arreglar, sin desayunar y con la casa echa un autentico desastre, suerte que esta mañana venia la señora Cope, porque realmente lo que menos me sobraba era tiempo.

Después de hablarlo Edward y yo habíamos decidió prescindir de los servicios de la señora Cope, antes, cuando Edward vivía solo o cuando era soltero, no tenía tanto tiempo de ordenar y limpiar el departamento pues pasaba muchas horas en el hospital así que por eso la contrató, pero ahora éramos dos, y estaba seguro que si nos organizábamos podríamos hacerlo nosotros.

Y honestamente, no me sentía cómoda con que alguien hiciera las tareas del hogar por mí, ambos teníamos manos y piernas ¿no? Pues debíamos aprender a mantener una casa sin ayuda por eso la señora Cope solo trabajaría hasta final de mes.

Ella era una señora muy amable y maternal, que se preocupaba por Edward, y porque siempre tuviera comida en su nevera. Se encargaba de ordenar y limpiar todo, yo había hablado varias veces con ella, realmente era una buena mujer pero creo que Edward y yo no teníamos necesidad de tener una especie de asistenta.

Le comenté mi punto de vista a Edward y él estuvo de acuerdo, en realidad la había contratado por el escaso tiempo que tenía para limpiar y ordenar el departamento, no porque no supiera hacerlo; en algún punto me sorprendí mucho cuando supe que Edward sabía cocinar, cuando lo conocí admito que pensé que era un inútil mantenido, pero no, definitivamente él sabía hacer muchas cosas que un hombre en la mayoría de los casos no sabe hacer.

Salté de la cama y volé hacia el baño personal del dormitorio— no sin antes recoger mi ropa interior del suelo ya que no era necesario dejarle evidencias a la señora Cope de lo que habíamos hecho Edward y yo anoche— donde en apenas 5 minutos logré darme una ducha exprés para después tomar lo primero que vi en el armario, que fue un vestido veraniego con finas hombreras y sencillos y discretos volates en el pecho, era de color blanco con pequeñas florecillas rosas y marrones muy claras estampadas, me gustaba mucho este atuendo, lo tenía desde hace un par de años y lo amaba porque era increíblemente cómodo además de bonito.

Lo conjunté con unas sandalias doradas bajas y unos brazaletes (FP); como era Lunes y tampoco pensaba ir muy arreglada me maquillé muy tenuemente utilizando solamente rímel en las pestañas y un poco de brillo en los labios.

Aún cuando tenía una toalla en la cabeza, pues me había lavado el pelo, escuché como llamaban a la puerta por lo que rápidamente fui a abrirla

-¿Qué haces con eso en la cabeza?-preguntó horrorizada Alice.

Mi pequeña y nerviosa cuñada vestía unos pantalones de pitillo vaqueros altos junto con una holgada blusa de hombreras beige muy claro—casi blanco— con un estampado de puntos rojos del mismo color que el enorme bolso que llevaba. Se movía sobre unas sencillas y bonitas bailarinas negras (FP) mientras que con su fino dedo señalaba la toalla blanca que enrollaba mi pelo mojado a la vez que ponía una de sus manos en su cadera

-Hola Alice, yo también estoy bien, puedes pasar-pronuncié burlonamente lo que provocó la risa de Esme que se encontraba junto a ella.

Esme por otro lado llevaba un elegante vestido muy veraniego color blanco de anchas hombreras conjuntado con unos tacones también color blanco de tacón no muy alto (FP).

-Hola cariño-saludó Esme mientras Alice seguía quejándose con cosas como "deberías estar arreglada ya" o "la próxima vez más te vale ponerte el despertador más temprano"

Mmm… probablemente ella estaría más enfadad porque no estuviera lista si supiera que llevaba medio despierta desde las 8 de la mañana cuando el estúpido despertador de Edward había sonado lo cual había significado que pronto se marcharía, y aunque había logrado convencerlo de que se quedara un poquito más conmigo, finalmente me había sentido vacía cuando había salido por la puerta del departamento.

-Pasad y sentaos…-dije apoyada en la puerta por lo que Alice me fulminó con la mirada

-solo serán dos minutos, ¡lo prometo!-levanté las manos en señal de paz sonriendo antes de darle un beso en la mejilla a Alice y salir echando leches al dormitorio.

Rápidamente entre en el baño y me arreglé el pelo al cual únicamente añadí algo de espuma rizadora ya que no me dio tiempo a utilizar el secador para secarlo. Después fui a la cocina donde calenté la cafetera llena que Edward, por suerte, me había dejado preparada antes de servirme un rápido café el cual me bebí en el salón mientras hablaba con una Alice menos enfadada.

-¿Cómo fue ayer la sesión de fotos con Rose?-pregunté antes de darle un sorbo al café el cual estaba demasiado caliente ya que la garganta me ardía con cada trago.

-¡Genial!, Rose aún no ha aumentado de talla, así que la ropa que diseñé le sentaba estupendamente-contestó sonriendo

- quedé tan contenta con el resultado que presiento que la campaña de otoño tendrá mucho éxito…-asintió satisfecha y orgullosa de su trabajo

-¡Tus campañas siempre tienen éxito Ali!-exclamé sonriendo por lo que ella asintió felizmente

Rápidamente me terminé mi café por lo que dejé la tacita en el lavavajillas para después coger mis cosas y salir por la puerta del departamento con Esme y Alice donde después en el coche de esta última fuimos a uno de los tantos centros comerciales de Chicago en donde lo primero que hicimos fue meternos a una tiendo donde diseñaban y vendían vestidos de novia.

Cuando entré saltaba a la vista que era un sitio poco económico pues era un lugar muy elegante donde a ambos lados de la entrada había maniquís con bonitos vestidos de novia pero que sin duda no eran el estilo que yo estaba buscando. A lo lejos había una joven muy guapa probándose uno de esos cargados vestidos que te hacen parecer una autentica princesa mientras una de las encargadas de la tienda, la cual al igual que el resto vestía un uniforme negro de pantalón y camisa blanca, se dedicaba a tomarle medidas.

-Hola, buenos días y bienvenidas a Mira Couture (FP)-expresó con amabilidad una mujer de quizás unos 30 años.

Y ahí fue cuando realmente empezó toda la locura ya que después de los cordiales saludos la chica preguntó que andábamos buscando, por lo que no tardé en comenzar a probarme diferentes vestidos, unos blancos, otros beige, unos ajustados tanto que apenas podía respirar, otros eran demasiado anchos, otros demasiado simples, otros muy cargados, otros demasiado extraños…

No había ninguno que me gustara al completo, siempre había algo que faltaba o sobraba… y bueno, ahora me encontraba enfundada en un vestido blanco, palabra de honor, con una cola de unos 3 metros y con una caída exageradamente pomposa.

-Es bonito-comentó Alice con una mano en la barbilla

-Me siento como un pez globo, es demasiado exagerado-refunfuñe-en realidad yo quiero algo más sencillo, y algo tradicional, me gustaría un vestido de encaje.

-¿Qué te parece este Bella?-dijo Esme señalando a una fotografía del catálogo que la chica nos había prestado, yo le eché una ojeada, y realmente eso sin duda se parecía más a lo que yo quería.

-Sí, ese me gusta-dije

-¿Me lo podría probar?-le pregunté a la muchacha que no se había separado de nosotras ni un minuto

-Lo siento señorita, pero no disponemos actualmente de ese modelo en la tienda quizás en un par de semana este, es de nueva colección y a pesar de que es de un proveedor estadounidense, aún no ha llegado hasta Chicago, solo se encuentra en una de nuestras tiendas en Nueva York y Los Ángeles-me explicó con cortesía

¡Mierda!, ¿Por qué tenía tan mala suerte? Para uno en 3 horas que llevábamos aquí que me gustaba completamente y no estaba disponible. Agggg

-Está bien, no hay problema-respondí para después volver al probador donde con mucho cuidado me desprendí del bonito, pero ostentoso, vestido para que después la muchacha se lo llevara

-Alice, creo que por esta mañana hemos tenido suficiente-le dije cansada ya que ella se encontraba al otro lado del probador

-me duelen los pies de estar de pie toda la mañana-me quejé mientras me ponía mi ropa

-Está bien Bells, ¿Qué te parece si vamos a comer a uno de los restaurantes del centro comercial? Esta tarde podríamos ir a otra tienda-pronunció emocionada ante la idea de seguir nuestro día de compras…

-Vale Alice, solo deja que terminé de vestirme y nos vamos-hablé mientras me ponía mis sandalias y me apañaba el pelo ya que este había sufrido las consecuencias de estar tanto tiempo probándome vestidos y ahora estaba algo alborotado. Más bien muy alborotado. Lucía como cuando estaba recién levantada

Intenté peinarlo un poco con las manos hasta que quedó más o menos presentable.

Cuando salí del probador nos despedimos de la chica que nos había atendido tan amablemente y nos fuimos a la segunda planta del centro comercial donde se encontraba la mayoría de los restaurantes. Nos metimos en el primero que vimos y, en el que gracias a dios no había mucha gente por lo que nos sentamos en una mesa y pedimos nuestra comida, que no tardó en llegar.

-¿Sabes?, mi madre tampoco se casó con un vestido llamativo, ostentoso o exagerado-dijo Alice después de que Esme saliera fuera del restaurante buscando cobertura ya que Carlisle la había llamado al móvil

-Ella se parece tanto a ti, he visto fotografías de cuando mis padres se casaron, y su vestido era absolutamente sencillo, un poco anticuado, por la época, pero muy elegante igual que lo que buscas tú.

-Sí, en cierta forma es lo que busco… detesto llamar la atención, no podría vestir nada llamativo el día de mi boda.

-El día de tu boda, quieras o no, llamarás la atención Bella-rió Alice-¡Eres la novia!

-Por eso-bufé y ella rió aun más-quiero algo sencillo, delicado y bonito, nada exagerado y realmente amaría que la tele llevara encaje blanco-especifiqué imaginando mi vestido perfecto

-No te preocupes Bells, como que me llamo Mary Alice Cullen que encontraremos el vestido perfecto, todavía queda tiempo, no mucho, pero algo de tiempo tenemos-dijo sonriendo, y entonces fue ahí cuando tomé una de las mejores decisiones de mi vida, de la cual sabía que nunca me arrepentiría.

-Alice quiero perderte algo-apoyé las manos en la mesa

-Claro Bella, lo que quieras-sonrió con amabilidad por lo que yo respiré hondo a la vez que rezaba por qué no se pusiera a gritar en pleno centro comercial después de lo que le iba a decir

-Quiero que seas tú quien me ayude a conseguir mi vestido-ella siguió sonriendo pero pareció no entender bien mi propuesta

-Bueno, eso es lo que estoy haciendo, si no, no estaríamos aquí-resolvió

-No me has entendido bien-negué con la cabeza

-lo que quiero decir, es que quiero que seas tú quien diseñe mi vestido de novia-puntualicé y fue en ese momento en el que mi amiga y cuñada se quedó en shock

-Pero Be-bella… -balbuceó sorprendida.

¿Ah? ¿Y los gritos? ¿Ella no estaba ilusionada y eufórica? Quizás no quería hacerlo, pensé tristemente

-Yo nunca he diseñado un vestido de novia, ¿y si no lo hago bien? ¿Y si no te gusta? ¿Y si no lo consigo?-empezó a preguntar preocupada

-Alice, tú eres genial, con lo joven que eres has hecho cosas fantásticas en el mundo de la moda y eso que yo no entiendo mucho de esas cosas, pero ¿quién mejor que tú?, confió plenamente en ti, tú me conoces, sabes lo que me gusta y estoy segura de que no encontraré lo que ando buscando en ningún sitio-dije segura de eso

-aunque claro que si no quieres no importa, lo puedo entender y…. -susurré

-¡Gracias! ¡Gracias Bella! Te prometo que voy a diseñar el mejor vestido que cualquier persona haya podido ver-dijo mientras saltaba de su silla y se abalanzaba sobre mí dándome un abrazo, el cual yo correspondí, quizá me hubiera equivocado, o quizá no, ya que solo habíamos estado en una tienda y apenas me había probado 5 vestidos, pero ya había tomado mi decisión, y cruzaba los dedos porque todo saliera bien, al fin y al cabo era yo la que se lo había propuesto.

-¿Qué es lo que me he perdido?-cuestionó Esme mirándonos con ternura. Acababa de sentarse en su silla mientras nos sonreía-

-¡Mamá voy a diseñar el vestido de novia de Bella!-exclamó feliz mi cuñada

-¡Oh, Dios!, tenemos tanto que hacer, tendré que empezar con los bocetos pronto Bella, y la tela, las medidas…

-Eso es genial cariño-la interrumpió Esme, la cual me miraba sin borrar su gran sonrisa. Esme sabía cuánto adoraba a Alice- no te arrepentirás Bella, Alice hará un trabajo genial-mirándome de manera cómplice

-Lo sé, Alice lo hará perfecto porque simplemente y sencillamente ella es genial-al escuchar esto Alice se volvió a levantar de su silla para dejar un pequeño besito en mi mejilla y volverme a dar las gracias.

Sabía que estaba muy ilusionada y emocionada pero también sabía que esto para ella sería como una especie de prueba y reto para demostrar que realmente era una gran y talentosa diseñadora ya que era de suponer que diseñar un vestido de novia debía de ser bastante complicado.

- Por cierto mama, ¿qué quería papa?- cuestionó Alice comenzando a llenar su vaso de coca-cola

-Nada importante, únicamente había llamado a casa y al ver que no contestaba se había preocupado así que me ha llamado-justificó Esme.

La verdad es que no me era difícil imaginarme a Carlisle preocupado puesto que en ese aspecto Edward era muy parecido a él, ¿Por qué los hombres de la familia Cullen eran tan sobre protectores? Y en eso también incluía Emmett que no se quedaba atrás cuando se trataba de Rosalie…

Una hora más tarde, y tras haber comido tranquilamente mientras charlábamos animadas, todavía nos encontrábamos en el centro comercial donde en este momento estábamos frente a una de esas tiendas de lencería provocativa, atrevida y sexy.

-Bien Bella, pues ya que de tu vestido me encargo yo, esta semana debemos de escoger la iglesia y después sería importante escoger las flores aunque no tengo demasiado claro donde deberías celebrar la recepción…

-¿Por qué no lo hacéis en el jardín de casa?-sugirió Esme-es muy amplio, y las rosas en esta época están preciosas-dijo ya que el jardín de la mansión Cullen estaba lleno de hermosas flores aunque sin dudas las que dominaban eran las rosas rojas

-además yo estaría encantada-añadió con voz esperanzada Esme

-¡Si Bella!, el jardín de casa es genial, es un lugar muy bonito, además así Edward y tú tendréis mas intimidad-Alice apoyó la idea de buena gana y la verdad es que a mí me agradaba bastante también

-Me parece bien pero debo hablarlo con Edward, no creo que se oponga, pero estaría bien consultárselo, al fin y al cabo el es el novio, y tiene tanto poder de veto como yo-dije sonriendo ya que no quería dejar a Edward fuera de nada aunque fueran decisiones sin importancia quería hablarlo todo con él, las decisiones eran de ambos.

-Vale-concordó Alice conmigo

-bien, esta semana nos ocuparemos de buscar la iglesia y también tendremos que quedar para comenzar con el vestido-declaró rápidamente, ¡Esta semana iba a ser eterna!

-¡Jolines Alice!, que estoy de vacaciones-me quejé resoplando infantilmente

-Pues lo hubieras pensado mejor antes de poner la fecha de la boda-me reprendió con el dedo

-¡Oh dios! Se me olvidaba también tenemos que encargarnos de las invitaciones-su boca formó una perfecta "O"

Esme rió

-Alice, cariño no te agobies, es Bella la que se casa y está más relajada que tú

-Es que vosotras no me entendéis -volvió a refunfuñar a la vez que yo reía al ver que cruzaba los brazos bajo su pecho. Después una escalofriante y sombría sonrisa se extendió por su rostro antes de fijar sus ojos en mí.

Esto no anunciaba nada bueno. Seguro.

-Bells… ¿Qué te parece si ya que estamos cerca de una tienda de lencería vamos a ver si hay algo sexy para tu noche de bodas?-dijo sonriendo con malicia a la vez que tiraba de mi brazo para entrar en la tienda.

Me quise morir de la vergüenza, maldita Alice ¿en serio iba a ponerme a mirar ropa interior sexy delante de Esme, la cual usaría para seducir a su hijo después de la boda...? Definitivamente Alice lo había hecho a propósito.

-Alice, ¿tiene que ser hoy precisamente?-le susurré solo para que ella me escuchara aprovechando que Esme estaba entrando a la tienda delante de nosotras

¡No! Pero, ¿por qué entraba? ¡Retrocede!, ¡retrocede!

-Tú te lo has buscado-contestó quisquillosa

-¡Pero si yo no te he hecho nada!-lloriqueé en forma de protesta. Infantil, lo sé, pero ¡eh! Necesitaba hacer algo urgentemente para no entrar ahí con Esme.

-¡Joder! ¡Vamos, Alice!, ponte en mi lugar, estás loca si crees que me voy a probar algo delante de Esme-advertí

-Oh, claro que lo harás-aseguró

-además no tienes por qué avergonzarte, somos todas mujeres, no es como si fuera a ver algo que nunca hubiera visto

-No es que me da vergüenza que me vea en ropa interior-que un poco si me daba-lo que me da corte es que me vea en ese tipo de ropa interior…

Alice bufó

-Deja de quejarte y entra-ordenó impaciente haciendo caso omiso a mis ruegos.

No me quedo más remedio que entrar en la dichosa y estúpida tienda, donde estuvimos cerca de media hora—eterna y tortuosa media hora— y en la que gracias a Dios Alice no me forzó demasiado a probarme nada ya que cada vez que me mostraba uno de esos diminutos conjuntos de seda y encaje de los que Edward tanto disfrutaba yo no me lo probaba alegando que no me gustaban, aunque en realidad había unos muy bonitos que seguro Edward amaría… ¡Pero ni de coña!

¿Qué queréis que le dijera a Esme cuando me probara uno? "Esme, ¿crees que me queda bien el sujetador con el que pienso hacer guarradas con tu hijo después de que me lo quite?" o "¿Qué tal estas bragas?, creo que Edward estará encantado en arrancármelas"

Pues no, no era plan, así que tras media hora conseguí sacar a Alice y a Esme de la dichosa tienda para después seguir caminando por el centro comercial. La verdad es que la tarde paso bastante rápido puesto que sin darme cuenta pronto se hicieron las 8 de la tarde, y la verdad es que no habíamos aprovechado nada el día debido a que no nos decidíamos por nada y es que había tanto que hacer y tan poco tiempo por delante que Alice quería hacerlo todo a la vez lo cual claramente no había dado buen resultado así que si queríamos que esto saliera bien debíamos organizarnos.

Por lo tanto finalmente decidimos que esta semana la dedicaríamos solamente a buscar la iglesia y a elegir las flores, y que a la siguiente quizás empezaríamos con el vestido de novia. Como eran las 8 decidí llamar a Edward, ya que debía haber llegado a casa, pero cuando saqué el móvil del bolso tenía una llamada perdida y un mensaje, y ambos eran de Edward por lo que revisé el mensaje.

"Preciosa, mi turno se alargará un par de horas más, aunque Tom me ha prometido que no pasará de las 10, lo siento, no es necesario que me esperes a cenar, nos vemos en un par de horas en casa. Te amo. Edward"

Frustración. Mucha frustración. Eso fue lo que sentí al leer el dichoso mensaje, ¡Jolines!, es que ya lo estaba echando tanto de menos y ahora aun tendría que esperar 2 horas más al menos para verlo. Solo esperaba que Tom, — el cual era un compañero de trabajo de Edward y uno de sus mejores amigos y al que había conocido hace varios años— tuviera razón.

Alice, Esme y yo decidimos encaminarnos a casa, durante el trayecto le conté a Esme que Edward llegaría tarde, por lo que ella supuso que Carlisle haría lo mismo ya que al ser el director del hospital siempre cargaba con todo. Mucha gente podría pensar lo contrario y que al ser Carlisle el director era el que menos trabajaba de todos pero lo cierto es que no era así en absoluto porque además de ser director de un gran hospital también seguía ejerciendo de médico, pero él adoraba su profesión, le encantaba ayudar a los demás y velar por la salud de otros, tanto como a Edward, por eso no le importaba quedarse un par de horas más, aunque claro todo tenía sus límites.

Me despedí de Alice y Esme cuando baje del coche no sin antes que Alice me dijera que mañana volvería a por mí a las 10 y que por mi bien debería de estar completamente arreglada; para después saludar al guardia de la entrada y subir al departamento, el cual cuando entre estaba completamente ordenado ¡gracias señora Cope! Pensé para mí misma, esta mujer siempre lo dejaba todo como los chorros del oro, ella podía entrar porque Edward siempre dejaba una llave al guardia de seguridad de la entrada del edificio, el cual se la daba a la señora Cope para que pudiera limpiar y ordenar el departamento.

Me dirigí directamente al dormitorio para a continuación meterme en el baño donde me di un baño relajante, el dolor de pies me estaba matando. Verdaderamente habíamos caminado mucho. El baño no duró mucho ya que pronto decidí salir para después ponerme el pijama y desenredarme el pelo el cual deje suelto y húmedo mientras me dirigía descalza hacia la cocina para comenzar a preparar la cena ya que eran pasadas las 9 pero cual fui mi sorpresa que al abrir la nevera y no ver nada de comida saludable recordé que debería haber ido al supermercado, ¡mierda!

Tendría que pedir una pizza, ¡joder! era la segunda vez que nos pasaba a Edward y a mí esto y yo había estado tan ocupada hoy que se me había olvidado por completo ir a por comestibles, así que llamé a la pizzería y encargué una junto a un par de patatas, de esas fritas que dan en pequeños cartones junto a sobres de kétchup o mayonesa, y que están tremendamente sabrosas. ¡Oh sí, comida basura!

Mientras esperaba al repartidor me fui al salón donde prendí mi portátil el cual estaba tardando en encenderse así que mientras tanto decidí llamar a mi padre para avisarle de que Edward y yo iríamos a Forks el fin de semana por lo que corriendo fui al dormitorio tomé mi móvil y marqué el número de casa de mi padre mientras caminaba por el pasillo hasta llegar al salón, momento en el que mi padre contestó la llamada.

-¿Hola?-respondió una voz grave al otro lado de la línea la cual estaba segura que era la de mi padre

-Hola papá, soy Bella-dije saludándolo

-¡Ey, Bells!-exclamó alegremente-nena, que alegría escuchar tu voz ¿Cómo estás? ¿Cómo estáis todos?-dijo, refiriéndose a Edward y a su familia, supongo.

-Muy bien papá, ¿cómo estáis tú y Sue?-pregunté jugando distraída con el cable del teléfono

-Yo estoy bien, y Sue ha estado algo resfriada estos días pero ahora esta muchísimo mejor-respondió

-En Forks es típico estar resfriado con ese clima tan frio los 12 meses del año-acusé en broma

-¡Oye! No te metas con Forks-protestó fingiendo enfado-cuando eras pequeña te encantaba jugar con la nieve en invierno, además Chicago también es frío en invierno.

Bueno, eso era cierto, pero al menos no era frío durante todos los meses del año, sin embargo no protesté sabía que papá amaba el clima de Forks, yo por el contrario no sentía nada de simpatía por ese clima húmedo y lluvioso.

-La lluvia terminaba arruinando mis muñecos de nieve siempre papá-recordé tristemente, y el rió ya que cuando mamá me llevaba a pasar unos días en navidad a Forks siempre que hacia un muñeco de nieve con ilusión y al día siguiente despertaba y no estaba me tiraba como horas llorando mientras Charlie intentaba consolarme.

-Ahora no se esta tan mal, ayer incluso hizo calor-yo reí ahora al escucharlo decir eso

-Si tu lo dices papá aunque es difícil de creer, en fin dile a Sue de mi parte que se mejore porque aprovechando que Edward y yo hemos pillado un fin de semana libre habíamos pensado en ir a visitaros y no me gustaría ver a Sue enferma-comenté con voz casual esperando su respuesta

-Esa es una excelente noticia, tengo muchísimas ganas de verte Bells-dijo entusiasmado Charlie

-Sue también se pondrá feliz, y también Leah, ella está aquí y no se irá hasta dentro de una semana así que te encantará verla-¡vaya! eso sí que era genial, tenía ganas de ver a Leah.

-Pero, dime cariño ¿a qué se debe tu visita? No me malinterpretes, estoy feliz de que vengáis Edward y tú pero la última vez que viniste fue en Navidad y fue para decirme que habías decido quedarte a vivir en Chicago-

Oh si, recuerdo ese día, a pesar de que Charlie no contaba con que cuando vine a Chicago a estudiar finalmente me quedaría aquí, no es que fuera una sorpresa ya que desde que Edward y yo empezamos a salir empezó a sospechar que algo como eso sucedería.

-Y, no te hubiera vuelto a ver de no ser porque fue tu graduación así que esto me lleva a pensar que me tienes que decir algo impo… -lo interrumpí.

Demasiado receptivo Charlie.

-¿acaso tiene que tener tu hija una excusa para ir a visitarte?-pregunté intentando desviar el tema. No estaba dispuesta a decirle que me casaba pro teléfono.

-No claro que no cariño, olvídalo, a veces mi cabeza piensa cosas extrañas-dijo riendo lo cual provocó en mi una risa nerviosa, ¡ay!, si el supiera la noticia que le daría en unos días.

-No te preocupes papá, tengo que colgar, están llamando a la puerta-dije ya que acababa de sonar el timbre

-¿a estas horas?-inquirió y casi pude verlo alzar una ceja

-Sí, será el repartidor, acabo de pedir una pizza-dije mientras caminaba hasta el Hall

-Hasta donde sé, estaba seguro de que tú sabías cocinar-bromeó

-puedes seguir estándolo lo que pasa es que la nevera de Edward está prácticamente vacía

-¿Estás con Edward?-siguió con el interrogatorio mientras yo abría la puerta y saludaba al repartidor

-No, él está de guardia en el hospital-dije mientras apoyaba el móvil en mi hombro a la vez que lo sostenía con mi oreja mientras cogía la caja de cartón, donde se encontraba la pizza, y la pequeña bolsa de las patatas, para después sacar el billete de 20 dólares que había puesto en mi bolsillo y pagar al repartidor alegando que se quedara con la propina

-Y estás sola en su departamento-afirmó-¿Por qué?-cuestionó con curiosidad mientras cerraba con la pierna la puerta, ¡Joder! se me iba a caer la pizza y el móvil al suelo.

-No te lo he comentado pero ahora vivo con él-dije tranquilamente al fin y al cabo tendría que enterarse algún día

-Así que estáis viviendo juntos-murmuró por lo que yo respondí con un "aha" mientras hacía malabarismo con el móvil, la pizza, y la bolsita con las patatas para que no cayeran al suelo…

-bien, supongo que eso está bien, no tiene nada de malo, sois adultos, os queréis y estáis juntos, está bien-lo asimiló mientras yo volvía a sujetar el móvil con mi mano y con la otra sostenía la pizza, la cual olía genial para después dirigirme a la cocina.

- ¿y desde cuándo? Quiero decir, irte a vivir con él es algo importante, ¿tú estás segura?-

Importante…ya, importante era lo que iba a hacer en dos meses.

-No te preocupes papá estoy más que segura, sino, no lo habría hecho, sabes que yo pienso mucho las cosas antes de hacerlas-dije a la vez que dejaba la pizza sobre la mesa de la cocina para más tarde abrir la caja y aspirar el delicioso olor a queso gratinado. Mmmm…

-Está bien, ya eres mayorcita y sabes lo que haces, aunque quizá deba enfadarme ¿Cómo es que Edward no tiene comida en su casa? Seguro que estás más delgada-medió refunfuñó.

-No seas exagerado papá, no tiene comida simplemente porque hace un par de días nos fuimos a la playa a pasar unas mini vacaciones y al volver él tuvo que ponerse a trabajar y yo hoy he tenido un día algo ajetreado así he olvidado ir al supermercado-argumenté para tranquilizarlo a la vez que cerraba la caja de cartón pues sería capaz de comerme toda la pizza yo sola ahora mismo y no era plan, quería esperar a Edward.

-Además Edward me alimenta muy bien, sus comidas son muy sabrosas ¡él concina increíble!

-Ya, pues eso espero, que te cuide bien-masculló en voz baja, yo sonreí, Charlie siempre me vería como su niña pequeña y por eso siempre me protegería como tal.

-Bueno cariño te dejo, supongo que querrás cenar, nos vemos el Viernes, no olvides llamarme yo mismo iré al aeropuerto de Seattle a por vosotros, un beso Bells, ¡Cuídate, nena!

-Está bien papá, yo te llamo a lo largo de la semana y te digo la hora, adiós ¡te quiero!-dije antes de colgar la llamada y dejar el móvil sobre la encimera mientras yo me apoyaba en esta.

Sabía que para Charlie había sido difícil dejarme marchar a los 18 años pues había pasado en Forks mis últimos años de adolescencia en los que había aprendido a conocer muy bien a mi padre, él era un hombre muy correcto, odiaba cualquier muestra de afecto, aunque eso cambio cuando conoció a Sue ya que se volvió más cálido, más cercano a sus seres queridos, incluso aprendió a decir abiertamente te quiero sin que un vergonzoso e incómodo rubor rodeara sus mejillas, no es que antes no lo sintiera, solamente es que le costaba mucho expresar sus sentimientos, pues aunque nunca ha querido admitirlo quedó muy afectado cuando Renée y él decidieron divorciarse.

Miré el reloj el cual marcaba las 21:30 p.m. por lo que esperaría a que Edward llegara a casa para cenar así que me dirigí a la sala de estar donde mi ordenador debería haber terminado de encenderse por completo. Me conecté a Skype, pues hacia siglos que no lo hacía, y me encontré con la grata sorpresa de que algunas de mis compañeras de universidad estaban conectadas por lo que estuve charlando con cada una de ellas hasta que al cabo de 45 minutos, un poco más, escuché como la puerta de la entrada se abría, para segundos después cerrarse de un golpe sordo y limpio, sin duda ese era Edward

Mmm, tenía tantas ganas de verlo, de besarlo y abrazarlo. No perdí mucho tiempo pues me despedí rápidamente de mis amigas, cerré Skype y apagué el ordenador, el cual deje sobre el sofá antes de salir corriendo en busca de la razón de mi existencia.

EDWARD POV

Dos minutos, solamente dos minutos y la tendré nuevamente entre mis brazos, me repetía mentalmente mientras aparcaba el coche en el amplio garaje del edificio para después palmotearme si subir por las escaleras corriendo o esperar, ya que el puñetero ascensor no se abría, aunque normal después de tocarle tantas veces a los botones quizá se habría bloqueado, pero de verdad me sentía muy impaciente.

Durante la semana pasada me había acostumbrado a tenerla y a verla las 24 horas del día, lo cual había provocado que el día de hoy se hiciera largo y pesado aunque la verdad es que había tenido poco tiempo para pensar ya que había sido un día complicado y agotador pues había tenido que realizar 3 largas operaciones de apendicitis y cuando por fin creía que volvería a casa habían entrado 2 personas adulta criticas por accidente en la 5º planta, por lo que tuve que ir a ayudar a mi padre en el quirófano, donde había estado hasta hace apenas unos minutos.

Finalmente el ascensor se abrió y pude llegar a la planta donde estaba el departamento, en realidad no hubiera podido subir por las escaleras ni en mis mejores sueños, estaba muy alto.

Entré al departamento tranquilamente a la espera de que Bella saltara sobre mi nada más entrar pero no fue así, pues con lo único que me encontré fue con silencio, aunque la luz de la sala de estar estaba prendida por lo que me dirigí hacia allí sin en cambio cuando llegué estaba completamente vacía por lo que miré a ambos lado pero ni rastro de mi novia.

-¿Dónde se ha metido Bella?-susurré en voz alta como si esperara a que alguien me fuera a contestar.

-¿me buscabas, guapo?-susurró con diversión esa voz dulce y melosa justo detrás de mi espalda, por lo que rápidamente me volteé para quedarme embobado mirándola.

¿Es posible que estuviera más hermosa que esta mañana? Pues no lo sé, pero realmente estaba para comérsela en este momento, pues me miraba con cara de niña inocente –que de inocente nada- mientras mantenía sus ojos clavados en mi rostro a la vez que mordía su labio inferior mientras que sus dedos jugueteaban con un mechón de pelo, el cual estaba húmedo.

Mis ojos recorrieron de manera involuntaria el resto de su cuerpo por lo que me percaté de que llevaba esos ajustados shorts azules que tanto me encantaba arrancarle por las noches. Sin dudarlo un segundo envolví mis brazos alrededor de su pequeña cintura para después poder alzarla un poco de tal manera que ambos terminamos juntando nuestros labios, ummm sus labios, sus besos, cuanta falta me habían hecho hoy.

-Hola-susurró ronca después de que volví a dejarla sobre el suelo

-Hola preciosa-dije mientras rozaba mi nariz con la suya, era un pequeño roce, pero yo necesitaba sentirla, aunque fuera de una manera tan simple como esta

-No sabes lo que te he echado de menos-dije para después dejar un casto beso en sus labios

-ummm, yo también-dijo-aunque tu madre y tu hermana te has sustituido bastante bien ¿sabes?-yo sonreí

-No te creo-ella rió-¿te han hecho sufrir mucho?-pregunté

-No, ha sido mejor de lo que yo pensaba-contestó sonriendo

-bueno, eso sí le quitamos el pequeño detalle de que Alice me ha obligado a entrar a una tienda de lencería con tu madre, ha sido vergonzoso-murmuró apenada

-No es necesario que tu madre imagine que tipo de guarradas hacemos cuando me pongo esa ropa ¿sabes?-añadió y yo sonreí pícaramente

-¿tú y yo hacemos guarradas en la cama?-elevé una ceja sugerente

-Mmm… sí muchas-dijo riendo

-Pues déjame decirte que yo contigo hago todo tipo de guarradas uses o no ropa interior de encaje y sexy-aclaré también sonriéndole de forma canalla.

Cualquier cosa que Bella se pusiera siempre le sentaba genial y daban ganas de hacerle todo lo que mi retorcida mente imaginaba aunque siempre con fines placenteros claro, nunca la dañaría.

-Además dudo que mi madre piense que jugamos a las cartas por las noches-medité riendo-es mas estoy seguro de que mis padres no hacen algo muy diferente a lo que hacemos por las noches….-hablé sin pensar y me arrepentí

¡Oh dios! Acababa de pensar que mi padre y mi madre… ¡Basta Edward! elimina esa imagen de tu cabeza, ¡ahora! Cómo podía haber imaginado a mis padres haciendo…. Oh, mierda ¡No podría dormir en toda la noche!

Bella carcajeó, supongo que, al ver mi cara de absoluto horror.

-Mierda, olvidemos lo último que he dicho ¿vale?

-Pero no te traumatices, guapo-dijo intentando, ya que no lo consiguió, tragarse las carcajadas que salían por su boca- si lo que has dicho es verdad, además si no lo hicieran tu nunca habrías nacido amor-terminó aún riendo

-Podemos dejar el tema cariño-supliqué-no es agradable imaginarme a mis padres en esa situación…. ¡joder! ahora no puedo parar de imaginarlo.

Esto era demasiado traumático para mí.

-Tú has empezado Cullen-ella parecía divertirse con eso. Pero no era gracioso, nada gracioso.

-pero bueno, ¿qué te parece si mejor cenamos?-inquirió intentando distraerme al parecer había decidió esperarme para cenar conmigo lo cual me agradaba bastante.

-Creo que se me ha ido el apetito

- Estoy segura de que tu apetito volverá cuando vea la deliciosa pizza que hay en la cocina-dijo mientras comenzaba a caminar a dicha habitación-

-¿Has cocinado pizza?-dije mientras la seguía

-No cariño, la he encargado, seguimos sin tener nada comestible en la nevera, hoy he olvidado por completo ir al supermercado pero mañana sin falta iré, no podemos alimentarnos con comida basura por muy deliciosa que sea-me respondió mientras sacaba la pizza de la caja de cartón en la cual se encontraba para después ponerla a calentar ya que se había enfriado

-La verdad es que a mí también se me ha olvidado, hoy ha sido un día algo ajetreado en el hospital- me senté en uno de los taburetes, que en realidad eran altas sillas, que había junto a la isla (*) de la cocina

-Mmm, es cierto no te he preguntado ¿Cómo te ha ido el día?, en el restaurante del centro comercial leí en el periódico que había habido un accidente de tráfico cerca de la Torre Lake Point (FP)

-Sí, eran dos chicos, han estado toda la tarde haciéndoles pruebas hasta que a última hora de la tarde han tenido una hemorragia por lo que han tenido que ser intervenidos de urgencia por eso me he tenido que quedar

-Vaya…. –le dio mucha tristeza- lo siento tanto por esos chicos-dijo sinceramente

-Es muy triste y la verdad es que el diagnostico no es muy positivo…-susurré al recordar que tal vez uno de ellos en el caso de que lograra salvarse lo más probable es que perdiera la movilidad de sus piernas y quedara invalido

-pero bueno preciosa, nada de traer el trabajo a casa-dije sonriendo mientras la cogía de las manos y la acercaba hasta mi para besarla nuevamente. Lo menos que quería era ponerla triste.

Después, demasiado pronto, sus labios abandonaron los míos ya que el sonido del horno anunciaba que la pizza estaba más que caliente por lo que se alejó de mi cuerpo para ir a por la pizza la cual dejó sobre la isla de la cocina para después sentarse junto a mí, y tras tomar un par de platos y vasos, comenzar a cenar.

-He llamado a Charlie- Bella comentó antes de morder una porción de pizza

-¿Y qué tal está?- reí entre dientes cuando pronunció el nombre de Charlie, nunca entendería por qué Bella tenía la costumbre de llamar, la mayoría de las veces, a su padre por su nombre en vez de llamarlo "papá"

-Bien, se ha puesto muy contento cuando le he dicho que estaba viviendo contigo-

-Ya seguro-mascullé con ironía

-No, en serio, pensé que se pondría histérico, pero lo ha aceptado bastante bien, lo cual demuestra, una vez más, que le caes bien-me señaló con un trozo de pizza en su mano

-Bueno mientras no intente asesinar a Eddie Jr., yo también creeré que le caigo bien-murmuré y Bella rió

-No te preocupes amor, que Eddie está bien escoltado-dijo señalándose a sí misma. Me acerqué hasta la nevera y cogí una cerveza

-¿quieres?-pregunté y ella asintió así que tomé otra para ella.

- El caso es que lo he llamado para decirle que iremos a visitarlo, parecía realmente feliz con eso-abrí la botella, y sin servirla en el vaso, bebí de ella.

-Me alegra escuchar eso-dejé la cerveza sobre la isla central de la cocina, ¡Dios, realmente amaba la cerveza fría!-veremos si se siente igual de feliz cuando se entere de la noticia-temblé literalmente de miedo

-Cariño eres una nenaza-se burló de mi antes de beber también directamente de la botella. Bella bebiendo cerveza era sexy, bueno Bella haciendo cualquier cosa por estúpida que fuera se veía sexy.

-¡Eh! -protesté aparentando estar ofendido- Temerle al padre de tu novia por el simple motivo de que este tiene tremendas ganas de dejarme estéril por estar con su niñita, porque tienen un arma en su casa y porque es policía no es motivo para llamarme nenaza-

-Solo te colgara de los huevos cuando me dejes embarazada, lo de la boda sabrá asimilarlo-le restó importancia con diversión-así que por ahora puedes dormir tranquilo

-¿Eso quiere decir que solamente podremos tener un hijo?-bromeé

-Eso quiere decir que cuando tengamos un bebé lo mejor será que sea lindo y se gane el corazón de Charlie, aunque también ayudaría que su primera palabra fuera "abuelito"-rió

-Bueno entonces realmente no hay por qué preocuparse, porque si tiene a una mamá tan guapa como tú y a un papá tan sexy como yo él o ella serán mortalmente perfecto-afirmé riendo

-¡Pero que creído te lo tiene Cullen!-dijo mordaz- pues déjame rómpete la burbuja porque tú realmente no eres nada guapo, es más eres muy, muy feo-dijo riendo antes de volver a morder su porción de pizza

-A ver preciosa, ¿Cuántas veces te he dicho lo mal que se te da mentir?-

-¿Y qué te hace pensar que estoy mintiendo?-sonrió arqueando una ceja

-Pues el hecho de que si fuera tan feo no se te caería la baba cada vez que me miras-expliqué presuntuoso aunque ¿para qué negarlo? más bien al que se le caía la baba era a mí sobre todo en este momento al ver el tenue rubor de sus mejillas.

-Tonto, como si tú no estuvieras loquito por mí-ella hablaba en broma pero sus palabras eran totalmente ciertas. Estaba loco por ella.

-Lo estoy, no lo niego, estoy enamorado de la mujer más hermosa del universo al igual que tu lo estás del hombre más sexy y guapo del mundo-

- Pues si ese hombre eres tú, lo admito, me declaro culpable-finalizó nuestra conversación antes de volver a besarme.

Ummm… su boca sabía a cerveza, ¿Había algo mejor en este momento que la cerveza fría y los labios de Bella?

Poco después terminamos de cenar, ordenamos la cocina y nos fuéramos al dormitorio pues ya era algo tarde y yo mañana seguiría con la rutina. Me senté en el borde de la cama donde me descalcé, y mientras me quitaba la corbata sentí como Bella se subía a la cama también y se colocaba tras de mí con sus rodillas apoyadas sobre el colchón a la vez que ponía sus manos en mis hombros para comenzar a masajearlos.

-¿Me vas a dar un masaje?-dije cerrando los ojos cuando acarició mis hombros lentamente

-Aha, tú solo relájate-su voz era tranquila y relajante para mí-yo haré el resto del trabajo-

-Hacía tiempo que no me dabas uno de estos-murmuré ya que no era la primera vez que me regalaba uno de sus masajes (que de hecho eran muy buenos) pues cuando estaba muy cansado siempre lo hacía lo cual me relajaba muchísimo. Bella tenía unas manos que hacían milagros en mi espalda.

-Mmmm-ronroneé

-los echaba de menos-admití antes de deshacer completamente el nudo de la corbata la cual deje a un lado de la cama

-Quítate la camisa, así se sentirá mejor-me susurró cerca del odio, y yo me estremecí de anticipación… y eso que solo sería un masaje, por el momento, claro.

-¿tan rápido quieres desnudarme?-dije socarrón dejando escapar unas risas mientras comenzaba a desabotonar la camisa que vestía, para después quitármela y dejarla junto a la corbata, encima de la cama.

-No me seas impaciente Cullen, por ahora solamente será un masaje, necesitas relajarte guapo-dejó un húmedo beso en mi clavícula para después comenzar a deslizar sus manos sobre la piel desnuda de mi espalda.

La verdad es que consiguió que me relajara considerablemente aunque no hasta el punto de dormirme pues antes de hacerlo tenía pensado hacer otras cosas más interesantes en esta habitación y no serían charlar o dormir precisamente.

De vez en cuando me daba un besito en el cuello lo cual me descolocaba totalmente, bastante era el esfuerzo que estaba haciendo desde que empezó a darme el masaje para no darme la vuelta y hacerle todo lo que le quería hacer de una buena vez como para que ella derrumbara mi autocontrol dándome besos inocentes.

¡Demonios! es que tener a Bella con un diminuto pijama—que a mí me parecía de lo más sexy cuando lo usaba—"relajándome" (porque en este momento había pasado de la relajación a estar como una jodida moto) mientras yo me encontraba desnudo de cintura para arriba… era una situación demasiado erótica y yo ya no aguantaba más.

Quería follarla.

Suerte que finalmente terminó el provocativo masaje porque si no, ya le habría puesto fin yo mismo. Me di la vuelta buscando sus labios desesperadamente cuando sus manos se alejaron de mi piel.

-Gracias-susurré contra sus labios. Me tiré con ella a la cama y ambos nos recostamos.

-¿por qué?-preguntó haciendo que su aliento golpease mi piel

-Por el masaje-respondí feliz-es increíble como haces que un día duro se trasforme en un día fantástico- dije sinceramente-

-No tienes por qué dar las gracias-sonrió de una forma arrebatadoramente sexy.

- Además si te ha gustado esto, lo que viene ahora te va a encantar-murmuró antes de lamer mis labios.

Definitivamente, esto me iba a gustar.

Su pijama fue el primero en desaparecer al cual le siguieron mis pantalones y mis bóxers para después comenzar una noche tan única como cada una de las que pasaba con ella, en la que le hice el amor de esa manera en la que solamente podía hacérselo a ella, a la princesa de mi vida, a la reina de mi corazón.

()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()() 28 Julio 2011 ()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()() ()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()

Isla de cocina (*) : Una isla es aquella encimera de trabajo exenta que por su ubicación es accesible por sus cuatro lados. En general, las islas son módulos para trabajar y preparar alimentos y, gracias a su versatilidad, permite que varias personas desarrollen tareas de forma simultánea. También se utilizan para como una mesa para comer.

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.

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Hola :D

Bueno pues en este capi aparecía Victoria, en el siguiente (para las nuevas lectoras) sabréis más de ella. Decidí ponerla como amiga de Bella, y no como la mala, esta vez Victoria va a ser una gran amiga de Bells, ya veréis en los siguientes capis la relación que ambas tenían y que van a tener :P

Por cierto, en el capi anterior se me olvidó aclarar algo, Bella y Alec se llevan muy bien, pero ¡NADA MÁS! Solo se hicieron buenos amigos, nunca llegó a pasar nada entre ellos, porque Bella ya estaba enamorada de Edward, así que podéis estar tranquilas.

MUCHAS GRACIAS a los que estáis al otro lado de la pantalla y continuáis apoyándome :) Sois el mejor ejemplo de paciencia, de verdad, gracias por esperarme siempre :´)

¡Irene! Gracias a ti también, ¿te he dicho ya que eres la caña? ^.^ ¡te debo muchas!

Melania, muchas gracias por el rr, me alegra muchísimo saber que el capi anterior te gustó, un beso y nos leemos pronto :P

Por lo demás nada que añadir, hasta la próxima semana. Muchos besos, Nika ;

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Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

3 comentarios:

  1. palitatj10/24/2011

    uffff que amor tan lindo !!!

    ResponderEliminar
  2. Vampirekaro12/04/2011

    AAAWwww que amor!!!

    ResponderEliminar
  3. Anónimo3/06/2012

    Awww!! La reina de mi corazonnn que romancee !! Hermosooooo!!!

    ResponderEliminar

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