Cap 11: Futura Señora Cullen

Por DiarioTwilight   Publicado a las  8:21 p. m.   1 comentario


¡AVISO!: Esta historia contiene escenas y lenguaje para adultos, si no te gustan ese tipo de cosas o eres demasiado sensible por favor no sigas leyendo.

Capítulo: 11 Dinner with The Cullens.

EDWARD POV

Mi madre había preparado una cena exquisita, pues había preparado un delicioso plato francés llamado Quiche Lorraine (FP)que estaba realmente sabroso, a mamá le encantaba la concina, y sobre todo la internacional, por lo que sabía cocinar muchos de los platos típicos de otros países.

Sonreí al observar a Emmett engullir prácticamente su ración de comida, aunque más sonreí cuando mi madre lo reprendió alegando que ya no era un niño y que debería saber comer en la mesa.

Fue una cena muy entretenida que paso entre bromas por parte de mis hermanos y de mi padre, las ingeniosas intervenciones de Alice y un puñado de chistes de Jacob, y en la que, gracias a Dios, Bella consiguió relajarse considerablemente.

Tras terminar la cena mi madre sirvió un delicioso bol de mousse de chocolate para cada uno dando paso así al postre, el cual Rosalie miró con un brillo especial en sus azules ojos que claramente gritaba "Mmmm ¡Chocolate!, gracias Esme" a la vez que mi hermano la contemplaba con ternura. La mirada de Emmett expresaba la devoción que solo pueden reflejan los ojos de alguien enamorado.

Emmett era un bruto, pero a Rose la adoraba más que a su propia vida, era la mujer de sus sueños.

Escuché como la musical risa de Bella entraba por mis oídos, giré mi cabeza para poder ver como sonreía y seguía riendo debido a lo que Alice le estaba contando a la vez que esta también reía

-¡Vamos Alice! ¿En serio le dijiste eso?-Bella decía medio asombrada medio divertida

-¡Había conjuntado el gris con el amarillo de una forma escalofriante!-se defendió mi hermana- ¿qué esperabas que le dijese?-rió

Las dos se englobaron en una conversación ajena a los demás integrantes de la mesa, en la que Alice movía sus manos rápidamente, causando que Bella sonriera aún más, y permitiéndome a mí disfrutar de su dulce sonrisa. Ella y Alice eran realmente unidas, desde que se conocieron se llevaron genial, y aunque todos se alegraron cuando Bella y yo anunciamos que éramos novios, sin duda si había alguien de verdad feliz por la noticia, esa era Alice.

Claro que ella ya sabía que eso pasaría pues había sido el hombro en el que había llorado y prácticamente también el de Bella, ella había sido la única en la que había confiado para decirle que me había enamorado, fue la que estuvo a mi lado, y la que me dio consejos en los peores momentos cuando yo cometía error tras error, aunque también me dio alguna que otra colleja(*), pero siempre me apoyó.

Todavía recuerdo la conversación que tuve con ella cuando finalmente decidí decirle a Bella que la quería, y que quería estar con ella…

Inicio flash Back

Alice y yo nos encontrábamos en casa de mis padres, concretamente en el despacho de mi padre el cual era espectacular, pues todos los muebles eran de madera, en el centro había una gran mesa, la cual estaba situada a su vez frente a la puerta del despacho, tras la mesa había un costoso y gran sillón de cuero negro, el cual era muy cómodo, y al igual que el gran sillón había cerca de la puerta un sofá y un par de pequeños sillones acolchados— alrededor de una pequeña mesa de té de madera—que también eran de cuero negro.

Las librerías que había en las paredes estaban repletas de cientos de libros unos muy antiguos, otros no tanto, que básicamente eran de medicina y anatomía del cuerpo, los cuales yo, al igual que mi padre había utilizado para estudiar en la universidad, además, en esas estanterías también había algunos de los premios y trofeos que Emmett y yo habíamos ganado cuando íbamos al instituto o cuando jugábamos en el equipo de fútbol americano de la universidad.

Junto con todo aquello también se encontraban las menciones de honor de mi padre y sus títulos de medicina. Este despacho era sin duda la parte más elegante y prestigiosa de la casa, papá adoraba esta habitación, pasaba horas y horas aquí, le gustaba releer algunos de sus libros, escuchar música clásica, ¡Oh, sí papá amaba la música clásica!, algo que tenía en común con mamá, o contemplar las hermosas vistas del jardín a través de los grandes ventanales que había en esta habitación.

Al lado de la gran estantería del fondo, concretamente a la derecha había una lujosa chimenea, que en los inviernos calentaba esta habitación, el suelo era de madera, el cual estaba protegido por una gran alfombra, que mi madre había comprado cuando viajó con mi padre a la India, que contrastaba muy bien con el marco de fotos, cuyo contenido era una gran foto de mis padres, que se encontraba en el fondo, entre las dos estanterías llenas de libros, dándole a si un toque personal a dicho despacho (FP).

Bueno, pues hoy, después de haber estado horas, días y semanas meditándolo, había decidido decirle a Bella que la amaba, y que, ¡joder!, yo quería estar con ella y dejarme de estúpidos juegos, que la quería de verdad, y la necesitaba a mi lado, por lo que había consultado mi decisión con Alice, la cual se encontraba justo ahora en frente de mí, apoyada con sus manos en el escritorio de papá. Entretanto yo estaba sentado en su sillón de piel color negro a la vez que apoyaba mis pies en lo alto de la mesa, seguro de que si mamá me hubiera visto me habría matado por poner los pies sobre la mesa, mientras que escuchaba como mi hermana pequeña me daba su charla de "Edward te estoy vigilando"

-Edward, te lo advierto, no juegues con ella-amenazó seriamente señalándome con su fino y delicado dedo

-¡Joder Alice!, ¿Por qué todos creéis que le voy a hacer daño?-dije frustrado y algo mosqueado

-creo que deberíais darme un voto de confianza, y en especial tú que sabes mejor que nadie que la quiero Alice-argumenté comenzando a enfadarme seriamente, ¿es que nadie se daba cuenta de que yo quería cambiar o qué?

-Lo sé Edward, pero ella ya está bastante confundida como para que le digas una cosa y luego hagas otra, si lo vas a hacer deberías estar completamente seguro de que en realidad la quieres-dijo rodeando la mesa para llegar junto a mí

-además hermanito tus antecedentes no son los mejores que digamos-me reprochó, por lo que yo rodé los ojos, vale es verdad que me había reído de unas cuantas chicas, y que había utilizado a otras tantas, pero eso era parte del pasado, el cual tenía planeado encerrar bajo llave en algún lugar muy lejano para que nunca regresara, y luego tirar la llave en el océano más profundo.

No me interesaba seguir siendo de esa forma, quería dejar toda esa mierda atrás, ahora solo la quería a ella.

-Pero es que yo estoy totalmente seguro de lo que siento, no tengo dudas-declaré

-Vale,-Alice quito mis pies de la mesa de un manotazo y luego se sentó en el borde de esta- solo digo que al fin y al cabo eres hombre Edward, y todos los hombres sois unos cerdos idiotas y capullos que siempre nos hacéis daño-dijo con malicia y rencor.

Ella no solía hablar así, por eso lo supe en seguida.

¡Uy! ¡Alice! ¿Problemas con Jasper?

-¡Oye! No somos unos cerdos, no es mi culpa si tienes problemas en el paraíso Alice, no lo pagues conmigo- dije refiriéndome a ella y a Jasper

Ella se cruzó de brazos

Me olía a que tenía problemas con él, ya que este nos había contado, a Emmett y a mí, hace unos días que había tenido una pequeña discusión con Alice, la cual en este momento me estaba fulminando con la mirada

-además soy tu hermano, no deberías pensar eso de mi-me defendí

-¡Dios Edward! Tú eres el más cerdo de todos, te has follado a casi todas mis amigas y ahora pretendes hacerlo con Bella-dijo cabreada.

¡Diablos!, pues si que tenía que haber sido fuerte la discusión para que tuviera ese humor de perros hoy. Puto Jasper, ya le podías haber sacado la mala hostia a mi hermana otro día.

-Con Bella es distinto, yo no quiero "follármela"-dije y ella arqueó una ceja de manera desafiante e incrédula-y ¡mierda! Alice, ¡así es imposible hablar contigo! cuando se te pase el cabreo monumental que tienes hablamos, porque no estás siendo objetiva, y por lo tanto no me estas ayudando en nada-dije agitado y ella bufó

-Lo siento Edward, de verdad, discúlpame, hoy no es mi mejor día-murmuró ahora con voz arrepentida y con un matiz de tristeza en su mirada

-solamente prométeme que no le vas a hacer daño y que no vas a jugar con ella, por favor, la quiero como una hermana y no me gustaría verla sufrir Edward-me miró con autentica preocupación a través de sus verdes ojos, lo cuales eran igual que los míos.

-Te lo prometo Alice, no tengo intención de herirla, no podría hacerlo, se ha convertido en alguien demasiado importante para mí como para hacerle daño-hablé siendo completamente sincero

-y ahora, hermanita, ¿no me vas a contar qué te ha hecho el genio de Jasper?, que te tiene de taaaaan buen humor-ironicé

Alice y yo teníamos una gran confianza, podía parecer extraño, pero lo cierto es que siempre había sido de esa forma, así que por eso sabía que me contaría aquello, fuera lo que fuese, que la tenía tan mosqueada.

-No es nada, realmente es una tontería-negó para sí misma con la cabeza- pero es que… bueno...-susurró bajito a la vez que bajaba la mirada avergonzada

-…. hay una "mocosa-estúpida" en la facultad llamada María que comparte clases con Jasper, es muy descarada y se le insinúa continuamente, y el problema es que Jasper no hace nada ¡nada! Y eso me cabrea mucho.

Frunció el ceño haciendo una pausa

-Bella dice que no debo preocuparme ya que Jasper la ignora completamente, pero ahora le han asignado una especie de trabajo de clase, y no sé por qué el destino está en mi contra, pero ella es su compañera asignada, lo cual quiere decir que pasan mucho tiempo juntos, y ella y Jasper…-dejó inconclusa la frase y aspiró profundamente-mi cabeza no dejaba de dar vueltas, por eso discutimos hace dos días y desde entonces ha estado llamándome pero yo no he contestado sus llamadas

-¡Alice solo estás increíblemente celosa! Ese es el único problema-Reí un poco al ver como fruncía los labios, sin embargo no negaba lo que le estaba diciendo.

-lo cual es absurdo, pues aunque no es nada divertido-de hecho no me hacía ninguna gracia imaginar eso- pensar que Jasper pone sus manos en mi pequeña hermana, he de admitir que está completamente enamorado de ti, no deberías dudar tan fácilmente de él, Al, porque apuesto a que tampoco te ha dado motivos para hacerlo-

Ella agachó la mirada de nuevo avergonzada como una niña pequeña cuando se porta mal y sus padres la reprenden

-Lo sé, soy una novia horrible, Jasper ni siquiera debería estar conmigo-dijo al borde del llanto-He sido su amiga siempre, lo conozco desde hace años ¿cómo he podido dudar de él? Soy una mala persona-sollozó

Wow, me sorprendió verla así de mal, nunca había visto a Alice tan afectada y tan frágil. Parecía tener solo ganas de llorar y, si no hacía algo rápido para calmarla, lo haría en cualquier momento.

-No seas tonta Alice-me levanté y la tomé con suavidad por los hombros-

- solamente tienes miedo de perder algo que quieres, lo cual creo que es absolutamente normal-dije secando con mi dedo una tímida lágrima que descendía por su mejilla.

¿De verdad yo, Edward Cullen, le estaba dando consejos amorosos a mi hermana? ¡Realmente apestas Edward! ¿En qué te ha convertido Bella Swan? Solo te falta ponerte un cancán rosado y comenzar a bailar ballet.

Mi conciencia— sí, tenía conciencia— no paraba de gritarme puras idioteces así que traté de acallarla y concentrarme de nuevo en Alice.

-creo que deberías llamarlo, y hablar con él.

-¿Crees que me perdonará?-preguntó con la duda en su voz- Sé que ha sido una estupidez enfadarme con él, quizá ahora no quiera hablar conmigo.-eso la aterró

-No tiene nada que perdonarte Alice, es más, conociendo a Jasper, él te pedirá perdón a ti sin tener que hacerlo, debe estar como loco después de que no le hayas contestado sus llamadas –eso era cierto, Jasper tenía que estar tirándose de los pelos por no saber nada de Alice.

-Estará feliz de volver a hablar contigo-aseguré animándola mientras la envolvía con mis brazos y le daba un abrazo pues a pesar de no habérmelo pedido sabía que lo necesitaba por lo que rodeé su diminuto cuerpo con mis brazos de tal manera que la acerqué a mi cuerpo dándole un cariñoso abrazo.

-Gracias Edward, por escucharme, -me habló aun abrazada a mí y su voz sonó amortiguada contra mi pecho-realmente necesitaba desahogarme-dijo mientras dejaba un besito en mi mejilla

-siento no haber actuado de la mejor manera antes, ojalá que todo salga bien con Bella está noche-dijo mostrando una tímida sonrisa que fue correspondida inmediatamente por una gran sonrisa mía.

-Sí, ojalá... tengo la situación contralada-ni yo mismo me lo creía, pero no perdía nada por auto convencerme ¿no?

-Ya… -murmuró Alice tan poco convencida como yo

-bueno prepárate un buen discurso para esta noche ¿vale?, me voy, Bella me está esperando debemos terminar de deshacer su maleta, por lo que seguro que me está buscando, hablamos después hermanito-habló ahora más animada mientras se dirigía a la puerta

-te quiero-dijo antes de salir dando saltitos por la puerta para así poder dirigirse a su dormitorio donde Bella se estaba instalando, ya que pasaría los meses de verano aquí, puesto que estaban reformando su piso

Genial, si esto salía mal, no sé como soportaría verla y no poder tocarla, me volvería loco.

Fin flash Back

Esa fue la primera vez que vi a Alice llorar realmente, llorar por amor, porque yo la había visto llorar, ¡claro!, pero cuando Emmett rompía sus muñecas, garabateaba sus dibujos, o cuando yo la hacía rabiar cortando los trajes (siempre rosados) de sus Barbies, escondiendo sus libros de colorear….pero nunca la había visto llorar por amor, jamás la vi dolida por alguien del genero opuesto, y la verdad es que no me gusto en absoluto verla así.

A pesar de que en ese momento era novato en esto del amor, la entendía, ya que a veces el amor te jodía, y bastante, sin embargo otras veces te podía hacer inmensamente feliz.

Recuerdo que aquella mañana, y gran parte de aquella tarde, me la pase encerrado en ese despacho pensando muy cuidadosamente cada palabra que tenía pensado decirle a Bella, aunque esa misma noche, cuando la tuve frente a mí, el jodido discurso que me había preparado durante horas simplemente desapareció. Se esfumó de mi cabeza.

Así que al verme desnudo ante ella, sin saber qué decir o qué hacer, solo dejé que el corazón hablara por mí y que todas las palabras saliesen solas por mi boca…

Inicio flas Back

Saqué unos pantalones vaqueros del armario de madera de mi dormitorio cuyas paredes eran de diferentes tonos de grises pues la pared del fondo—contra la que estaba apoyada la cama— era de un intenso color gris oscuro y las demás de un gris mucho más claro a diferencia del suelo que era de otro tono gris intermedio, aunque por el día era de un tono más claro debido a la enorme cantidad de luz que entraba por el gran ventanal que había junto a la cama dándole así un toque moderno a la habitación que tenía en casa de mis padres. Junto con los vaqueros decidí vestir una camiseta de manga corta color azul cielo, ya que esta noche saldríamos todos a un pub en el centro de Chicago, pues era la inauguración del lugar y habían montado una gran fiesta.

Eran las 11:45 de la noche, por lo que las chicas debían de llevar 1 hora arreglándose ya que se habían metido al dormitorio de Alice después de cenar, dando las buenas noches a mis padres, ya que estos se fueron a dormir debido que papá había tenido un día duro y largo en el hospital y mi madre también estaba algo cansada.

Ignorando la edad que teníamos, y como cualquier padre y madre preocupados, nos habían advertido que tuviéramos cuidado y que no llegáramos muy tarde a casa, pero la verdad es que todos teníamos pensado pasarlo en grande esta noche, aunque la verdad yo estaba realmente nervioso, pues estaba decidido a hablar con Bella antes de irnos, solo estaba esperando el momento oportuno para quedarme a solas con ella.

Cuando estuve completamente vestido fui al baño e intenté, sin ningún éxito, peinar mi pelo, aunque este como de costumbre se rebelaba en mi contra e hiciera lo que hiciese seguía igual de despeinado y desaliñado que siempre, así que mientras yo seguía luchando patéticamente con los mechones rebeldes de mi cabello, escuché como golpeaban la puerta de mi dormitorio por lo que salí de baño para así poder abrir la puerta, donde me encontré en el umbral de esta a Bella, aunque más que Bella parecía un ángel caído del cielo, porque ¡WAU! estaba realmente deslumbrante.

Lucía hermosa, preciosa, verdaderamente guapa, juro que no tenía palabras para describir tanta perfección.

Llevaba puesto un vestido color azul y negro—especialmente ajustado en la cintura—, con escote en forma de corazón y por encima de las rodillas que se ajustaba especialmente en la cintura, de tal manera que podía deleitarme con sus definidas curvas.(FP)

Llevaba unos altos tacones abiertos por delante -mostrando sus uñas pintadas de color negro- del mismo color del vestidode tal manera que quedaba conjuntados con el mismo, aunque sin duda sus ojos fueron los que realmente me hipnotizaron esta noche, pues a pesar de ser bonitos por si solos, esta noche lucían especiales, ya que las sombras negras con los que habían sido maquillados les daban un toque atrevido, que hacía que su mirada fuese sensual y provocativa.

Sus labios tampoco se quedaban atrás pues a pesar de llevar un disimulado brillo de labios, el gesto que estaba haciendo en este momento la hacía parecer totalmente irresistible ya que se encontraba mordiendo su labio inferior, lo cual, con el tiempo había descubierto que era un signo de nerviosismo.

-Edward-pronunció mi nombre con cierta inseguridad- tu hermana dice que estamos todos listos y que nos iremos en taxis, ya sabes por lo de "no conduzcas cuando bebas alcohol"-dijo soltando una risa nerviosa

-Ummm… bueno, el caso es que Alice quiere saber si vendrás con nosotras en el taxi o prefieres irte con Emmett, Jasper y Rosalie…-muy astuta Alice, pensé ya que supuse que lo de haber mandado a Bella a avisarme no había sido simple casualidad.

-No, está bien me voy con vosotras-dije sin pensarlo. Me estaba poniendo sumamente inquieto al tenerla delante

Mierda. Tenía que orientar esta conversación hacia donde yo quería, sino al final no sería capaz de decirle nada, este era el momento que estaba esperando y Alice me lo había puesto a huevo. Anoté mentalmente que debía darle las gracias más tarde

-Bueno, pues…umm…. te esperamos abajo, cuando estés listo….-balbuceó y supe que ella estaba tan nerviosa como yo, ¿por qué simplemente no podía dejar de mirarle los labios? Ummm…sus labios, eran tan apetecible, bien podría agarrarlos y no soltarlos nunca.

Ella parecía dispuesta a continuar hablando pero yo no la deje seguir.

-Bella-susurré interrumpiéndola-tenemos que hablar- añadí rápidamente y completamente nervioso

-Claro-murmuró reticente.

Bufé soltando todo el aire de mis pulmones. La verdad es que la situación era de lo más rara, hacia días que las cosas estaban "tensas" entre nosotros, había como una especie de tensión sexual que no era normal, y creo que esta noche estallaría finalmente.

Vamos Edward, que tú puedes, ¡idiota! para algo has estado toda la puñetera tarde dándole vueltas a este momento en la cabeza, ahora no te puedes rajar, me animaba internamente mientras me acercaba hasta ella y apoyaba una mano en la puerta de mi dormitorio, la cual se encontraba entreabierta, de tal manera que me las apañé para forzar a Bella a que diera un paso hacia delante y quedara dentro de la habitación.

Había sido una silenciosa y "sutil" invitación para que entrara dentro.

-Bella…-no sabía ni por dónde empezar, hasta su nombre era bonito, ¡CÉNTRATE CULLEN!-he estado pensándolo mucho, y necesito decirte algo….quiero aclararte que…-las palabras se me atropellaron en la lengua, busqué sus ojos y cuando los encontré vi que me miraban con intriga, desconfianza e intranquilidad. Sin embargo, y a pesar de su aparente desconcertada mirada, podía asegurar a que ella intuía muy bien lo que yo quería decirle.

Realmente no sabía cómo expresarme, las declaraciones de amor no se me daban nada bien ¡iba a meter la pata!

Volví a exhalar con profundidad.

-¿Hasta cuándo vamos a ocultarnos la evidente realidad Bella?-musité muy cerca de su rostro, cuando comencé a sentir como su respiración se aceleraba ante mi cercanía

-¿hasta cuándo vamos a seguir tapándonos los ojos y mirar hacia otro lado?-pregunté, en realidad sin esperar respuesta alguna por su parte, cerrando de un limpio portazo la puerta con la mano que estaba apoyada en ella, provocando que Bella diera un pequeño respingo debido al susto.

-¿Te has vuelto poeta?-inquirió nerviosa, intentando escaparse de la conversación, aunque ya era demasiado tarde pues no pensaba desperdiciar esta oportunidad de hablar y aclarar las cosas.

-No evadas el tema-susurré mientras me acercaba peligrosamente a sus labios, los cuales estaba deseando besar desde que había entrado por la puerta.

-No lo hago-dijo con la voz quebrada mientras que avanzaba hacia atrás, de tal manera que yo me posicioné entre la puerta y ella, por lo que cuando avanzaba hacia atrás, se adentraba más en la habitación, y se acercaba peligrosamente a la cama, a mi cama…

-¿Cuándo vamos a aceptar que nos atraemos? ¿Cuándo lo vas a aceptar tú?-la interrogué colocando mis manos a ambos lados de sus brazos, sintiendo como su piel se erizaba ante mi toque y escuchando como su corazón se aceleraba.

-Bella, contigo siento cosas, antes cuando veía a una mujer en lo único que pensaba era en ella, en mi cama, desnuda, y con las piernas abiertas, sin importarme su nombre-sus ojos se tornaron afligidos.

¿Por qué diablos había tenido que decir eso? Ella ya lo sabía, todos sabían eso de mi ¿Por qué has tenido que repetirlo estúpido? Oh dios, sabía que iba a meter la pata, pero ¿tan pronto? Me merezco un aplauso, pensé bufando mentalmente.

Bien, la había cagado, esto no debería haberlo dicho, lo sé, pero es que en este momento todas las palabras que tenía pensadas, se me habían olvidado, era como si se hubiesen perdido en algún remoto lugar de mi traidora mente.

Necesitaba arreglar esto.

-pero contigo-me aclaré la garganta-contigo, es totalmente distinto, cuando estoy junto a ti me siento diferente, me siento bien cuando te beso, cuando me correspondes, -sonreí al notar cómo se ruborizaba un poco, y aunque intentó ocultarlo no lo consiguió

-Bella-pronuncié con dulzura cada letra de su nombre-el corazón se me llena de felicidad cuando te veo-admití honestamente

Y… ¡vaya! quién lo iba a decir, yo, Edward Cullen, me estaba declarando diciendo las palabras más cursis y patéticas del planeta frente a una chica, ¡una chica a la que amaba! A la que no únicamente quería en mi cama una noche, sino que la quería en mi cama todas las noches, y más allá de eso, una chica a la que quería en mi vida, y por todas esas cosas no me importaba cuan cursi y sentimental sonaran mis palabras, porque así era como me sentía, eso es lo que lograba sacar de mi Bella Swan.

-te deseo tanto, y no me refiero solamente al tipo de deseo que tú crees, no, - que ese también lo sentía, y mucho, pensé para mi mismo- es algo mucho más fuerte, tú me haces sentir tantas cosas simplemente cuando me sonríes, o me miras-me atreví a llevar mi mano hasta su mejilla para acariciarla. Su piel era suave como la seda.

-Bella yo te am... -me dispuse a decir pero ella me silenció cuando se dio cuenta de lo que iba a decir.

-Shhhh-me interrumpió rápidamente ella colocando un dedo en mi boca-no lo digas, por favor, no lo digas-me rogó con la voz rota-

-pero ¿Por qué?, si es cierto, yo quiero decírtelo-dije

-No Edward, tú no lo sientes realmente, solo te jode no haberme podido llevar a la cama, pero no te confundas, tú no me quieres, no digas tonterías-dijo mirándome tristemente con sus bonitos ojos

-No son tonterías, yo sé lo que siento Bella-la contradije

- yo sé que te amo, que me he enamorado como un tonto y no me importa decirlo, que aunque me cueste reconocerlo, tu serías la única capaz de hacerme daño, tú me has vuelto tan vulnerable- me acerqué a ella y junté nuestras frentes de tal manera que nuestros ojos quedaron a escasos centímetros

-y se que tú sientes lo mismo-dije inhalando su embriagador aroma, que me cautivaba por completo-porque cuando me miras, tus ojos brillan como los míos, porque cuando te digo que estás preciosa te sonrojas, porque tu cuerpo te delata cuando está cerca del mío, tus reacciones te delatan, y ellas me dicen que estás igual que yo, que sientes lo que yo siento….-aseguré comenzando a delinear su mandíbula con mi nariz, para después rozar la delicada piel de su cuello con mis labios mientras avanzábamos, a tientas, a la cama a pesar de que mi intención no era acostarme con ella, yo lo único que quería era escuchar de sus labios que me quería, o por lo menos que sentía lo mismo por mí, eso era lo único que anhelaba.

Sus piernas chocaron con el borde de mi cama de tal manera se paró en seco, para después separar mi cuerpo un poco del suyo y mirarme intensamente a los ojos, como si quisiera comprobar algo, como si quiera encontrar respuestas en ellos.

Respuestas que yo estaba dispuesto a darle.

Sin pensarlo ni un momento me abalance sobre sus labios, dándole así un tierno beso, el cual para mi sorpresa y agrado, Bella no rechazó, ya que por el contrario, su lengua fue la que me pidió permiso para entrar en mi boca, el cual yo le di felizmente. Noté que estaba ansiosa, tanto como yo, lo cual me dio a entender que ella también me quería por lo que confiado la acosté lentamente en la cama, colocándome despacio y cuidadosamente sobre ella, pues realmente quería estar con ella.

Quería demostrarle cuando la amaba, quería que sintiera todo lo que yo sentía. Al principio ella no opuso nada de resistencia, lo cual me sorprendió y me llevo a creer que realmente existía la posibilidad de que ella sintiera algo por mí.

Mis manos viajaron hasta su cintura acariciándola dulcemente a la vez que comenzaba a dejar un camino de besos desde su mandíbula hasta la base de su garganta para después comenzar a jugar con la fina tela del escote de su vestido, ahí fue cuando todo el cuento de hadas comenzó a joderse, ya que Bella se tenso y pareció reaccionar ante algo.

-Edward, para.-dijo, aunque el tono de su voz no era demasiado creíble, por lo que no me detuve, pues ya había llegado demasiado lejos, además de que si antes no se había resistido era por algo ¿no?

-¿Por qué, Bella? si yo te quiero, y tú me quieres no entiendo por qué no podemos estar juntos-insistí separando por un instante mis labios de su blanca pero suave piel para poder mirarla los ojos, aunque no pude hacerlo ya que ella los cerró para después murmurar algo que no entendí muy bien seguido de un "mierda esto no puede ser" muy bajo, pero que pude escuchar.

Eso me sirvió de advertencia, ya que mi parte racional me decía que si minutos antes Bella había estado a punto de dejarse llevar, por lo que yo creía que ella sentía por mí, ya no lo haría, pero aun así yo no me di por vencido e hice ademán de lanzarme nuevamente a sus labios, aunque ni siquiera pude llegar a rozarlos.

-No, Edward para… yo, y-o no quiero que pase esto-mintió y lo supe porque sus ojos oscurecidos a causa de la excitación la delataban y decía lo contrario.

-No te creo- le susurré muy sensualmente en el oído para después darle un lametazo en el lóbulo de su oreja

-al menos deberías darme un motivo, y a ser posible algo creíble-dije soltando mi respiración por mi boca, contra la piel de su garganta.

-Pues deberías creerlo Edward porque yo…yo…yo-tartamudeó-Yo no siento nada por ti, yo no te quiero Edward-y mi mundo en ese momento se derrumbó, todo a mi alrededor se hizo pedazos, me quede totalmente en shock, esto no podía ser cierto, no, me negaba a creerlo.

Ella y yo habíamos pasado demasiados momentos juntos, demasiados recuerdos, yo sería capaz de poner las manos en el fuego y asegurar que la mujer que tenía frente a mí sentía algo por mí, algo más que una simple atracción.

Me incorporé casi de un salto de la cama—quedando de pie frente a ella— en la cual se encontraba Bella, con los ojos cerrados y con sus mejillas sonrojadas en las que, gracias a la luz de la luna que entraba por la ventana, pude ver que brillaban a causa de unas tímidas lagrimas que descendían disimuladamente por sus mejillas.

Su vestido se encontraba algo arrugado, aunque su pelo, suelto y ondulado, no había sufrido ni el más mínimo daño, pues seguía intacto, abrió lentamente los ojos, mostrándome sus bonitas orbes color chocolate, que ahora poseían un brillo con matices de tristeza. Eso me partió el corazón.

-Repítelo Bella, dímelo mirándome a los ojos, porque me niego a creer lo que has dicho-exigí observando cómo se ponía en pie y su cuerpo se posicionaba frente al mío

-mírame a los ojos y dime que no me quieres-desafié con pánico mientras traicioneras lagrimas amenazaban con salir de mis ojos.

La conocía lo suficiente para saber que era incapaz de mentir cuando alguien la miraba a los ojos, o por lo menos le costaba muchísimo hacerlo, por lo que esto sería en cierta forma la prueba de fuego que necesitaba para saber si había sido sincera o no cuando me había dicho, hace unos instantes, que no me quería ni sentía nada por mí.

-Edward, yo…. -dijo y abrió la boca, buscando las palabras adecuadas, para seguir hablando pero la cerró sin decir nada, pues las palabras a las que yo tanto temía en ningún momento salieron de su boca

-No sé, no puedo…N-no….lo siento-balbuceaba nerviosamente mientras corría literalmente hacia la puerta, aunque gracias a dios mis reflejos no me fallaron y pude agarrarla rápidamente de su brazo izquierdo impidiendo de esta manera que saliera de mi dormitorio.

-¿qué no puedes Bella?-la reté con la mirada, ella miró la mano con la que la tenía sujetada para después mirarme a los ojos abatida.

-Esta situación me supera, no sé, Edward… estoy confundida, tú me confundes… -dijo mientras suavemente lograba zafarse de mi agarre

-yo creo que lo mejor es que dejemos las cosas así Edward, -respiró intentado relajarse antes de seguir hablándome-tu y yo no tenemos futuro, nunca existirá un nosotros-me aseguró y en la última palabra su voz se quebró.

Ella salió rápidamente de mi dormitorio dejándome con la palabra en la boca, aunque la verdad no sé si hubiera sido capaz de seguir hablando pues cuando la puerta se cerró tras ella, las traicioneras lágrimas que antes habían amenazado con salir finalmente corrieron por mis mejillas dejando mis ojos nublados a causa de las lágrimas.

Estaba hecho un lio ¿qué significaban sus palabras?, ¿que no podía estar conmigo porque no me quería?, ¿que me quería pero no quería estar conmigo porque soy un gilipollas?, o ¿que simplemente se había hartado de mi y no quería verme nunca más?

La rabia, la impotencia, el despecho, todos esos sentimientos se apoderaron de mi cuerpo, me sentía con ganas de golpear algo, o a alguien, a la vez sentía ganas de llorar, de llorar como un niño hasta quedar exhausto y así poder dormir, sentía tantas cosas y a la vez no sabía qué hacer, por lo que lo único que se me ocurrió fue salir de mi habitación dando un portazo y bajar las escaleras preso de la rabia y la desilusión, a la espera de encontrarme con Bella, pero no fue así ya que con la única que me encontré fue con Alice, la cual ya estaba arreglada para salir.

Ella lucía un gracioso y llamativo vestido rosa corto con mangas negras que a la vez contrastaba dicha prenda con las altas sandalias entrecruzadas negras que llevaba puestas acompañadas de un pequeño bolso de mano del mismo color (FP).

-¿Dónde esta Bella?-demandé más que pregunté sin ni si quiera saludar

-Me ha dicho que se sentía mal, y que no le apetecía salir, yo me he ofrecido a quedarme con ella, pero ella prácticamente me ha obligado a irme, bueno ni siquiera me ha dejado entrar en la habitación alegando que tenía que ir urgentemente al baño…-dijo Alice pensativa. Ni ella se tragaba eso. Qué mal mientes Bella Swan

Genial Bella, ¿ahora huyes de mí?

Pues yo no pensaba hacer lo mismo, esta noche yo iba a salir, y tenía pensado pegarme una gran fiesta, aunque realmente lo que tenía ganas era de tirarme por un puente, golpear una pared y romper algo, no importaba, me esperaban muchas cervezas en esa fiesta, y no las iba a desperdiciar.

Y no, no estaba siendo objetivo, tampoco era capaz de pensar con claridad, únicamente quería olvidar lo que había pasado esta noche, así que, que te jodan Bella Swan. Ella era la única cobarde de los dos.

-Vamos Edward, los demás nos esperan en la calle, hay dos taxis esperando-dijo mientras tomaba su bolso

-Alice, te importaría irte con ellos, yo no sería una buena compañía esta noche, prefiero irme yo solo en el taxi-ella me miró sorprendida, pero asintió con la cabeza

-¿Ha ocurrido algo que deba saber?-preguntó ahora un poco preocupada

-No Alice, no te preocupes, mañana hablamos ¿vale?-dije, pues la verdad sí que tenía ganas de desahogarme, pero con el alcohol y la fiesta, porque realmente no tenía ganas de recordar lo sucedido.

Ella se despidió de mí dándome un beso en la mejilla para después preguntarme:

-¿Por qué hueles al perfume de Bella?-yo me tensé

-Serán imaginaciones tuyas Alice, pasas demasiado tiempo con ella-dije sonriendo

-Ya claro, -respondió irónica-vale, esta noche no pienso insistir pero mañana no te libras de contarme lo que ha pasado, porque sé que has hablado con ella-por supuesto, ella siempre sabía.

-Mañana hablamos Alice, ¡adiós!, te están esperando –zanjé el tema despidiéndome de ella, por lo que me fulminó con la mirada antes de despedirse y salir corriendo por la puerta de casa de mis padres, donde escuché como un coche, supuse que sería el taxi, se alejaba.

Aspire el olor de mi camiseta y como bien había dicho Alice antes esta olía al perfume de Bella, exactamente a fresias y a rosas, mmmm me encantaba ese olor, su aroma…

¡Basta Edward!, me reprendí internamente, vas a intentar olvidarte de ella esta noche, o al menos eso pretendería, pues Bella me había rechaza y yo, yo esta noche estaba dispuesto a perder la conciencia a base de alcohol, alcohol y más alcohol.

Fin flash Back

Cuando finalmente volví al presente observé que mi padre se encontraba charlando animadamente con Emmett y Jacob, mientras que Rosalie y Vanessa reían amigablemente a la vez que mamá se dirigía a la cocina, pues había dicho que iría a por un buen vino— y un refresco para Rosalie— para brindar por la llegada de Jacob y Vanessa.

Por el rabillo del ojo vi como Alice se dirigía a la cocina, supongo que a ayudar a mi madre a traer las copas de cristal cuando sentí como un par de delicados brazos envolvía mi hombros por encima de la silla, los cuales supe que eran los de Bella ya que en una de sus manos, que estaba apoyada en mi pecho ahora, llevaba un bonito anillo de compromiso, el cual se me hizo muy raro que ningún miembro de la familia, excepto Alice claro, no se hubiera dado cuenta de que lo llevaba, o por lo menos si lo habían hecho no nos habían dicho nada.

-Has hablado poco durante la cena, estás como en las nubes -comentó depositando un besito en la parte trasera de mi cuello mientras yo ponía mis manos sobre las suyas

-Desde que estoy contigo, vivo en un lugar muy parecido al cielo, por lo que siempre estoy en las nubes-dije tiernamente mientras ella soltaba mis manos para así poder rodear la silla y sentarse sobre mi regazo

-Sí, creo que conozco bastante bien esa sensación-dijo sonriéndome feliz, mientras yo depositaba mi mano derecha en su trasero, asegurándome de que nadie viera esta pequeña muestra de cariño hacia el culo de mi novia.

Ella dio un respingo y me sonrió más ampliamente.

- Compórtate Cullen-me reprendió intentando sonar amenazadora

-No quiero-negué con la cabeza -me gusta ser travieso-le susurré en el odio antes de dejar un rápido pero muy caliente beso debajo de este.

-Soy consciente de ello-me aseguró echando un rápido vistazo a la mano que en este momento le tocaba el culo.

Cuando segundos después apareció mi madre con una botella de shafer (*) y un par de copas, acompañada por Alice que traía el resto de copas en sus manos, alejé, reacio, las mías del trasero de Bella.

Mi hermana dejó las copas sobre la mesa, donde mi madre comenzó a llenarlas, mientras Alice iba rápidamente a la cocina de donde trajo una coca-cola light para Rosalie, la cual le sonrió en agradecimiento.

-¿Preparada para dar la noticia futura señora de Cullen?-le dije divertido a Bella en voz baja para que solamente ella pudiera escucharme cuando mi madre sirvió por completo el vino en todas las copas.

-Preparada Dr. Cullen- me respondió alegremente mientras se levantaba de mi regazo para disponerse a sentarse en la silla contigua a la mía.

-Mamá, papá, antes de brindar, a Bella y a mí nos gustaría deciros algo-dije observando a mis padres, a la vez que noté como Alice nos miraba a Bella y a mí con una gran sonrisa. Pequeña bruja.

-Claro hijo, te escuchamos-dijo mi padre, mientras que él y mi madre nos miraban con mucho ternura.

-Bueno, veréis Bella y yo….-me disponía decir mientras miraba a Bella

-¡No jodas que Bella está embarazada!-soltó como un cubo de agua helada Emmett, dejándonos a todos en completo silencio

Pero mira que era bruto.

-¡Joder Edward!, si es que la tienes a la pobre todo el día trabajando, es normal que esté embarazada si ni siquiera le das un respiro-me acusó consiguiendo que Bella se pusiera roja como un tomate, mientras Alice y Jacob se intentaban tragar la risa.

Estúpido Emmett. No podía mantener su bocaza cerrada ni cinco minutos.

-¡Emmett! Deja a tu hermano hablar-lo reprendió mamá, antes de recibir una colleja por parte de Rosalie acompañada de un "¡Qué bruto eres! Deberías aprender a cerrar la boca, ¿A caso no tienes filtro?"

-¡Así se hace rubita!-soltó Jacob cuando Rosalie le propinó la colleja a Emmett, mientras Alice se descojonaba de la situación

-Si mamá, Si Rose-dijo Emmett mientras se frotaba la parte de la cabeza en la que Rose le había atizado

-Ni si quiera me habéis dejado terminar de hablar, bueno pues… -proseguí, pero paré nuevamente cuando me di cuenta de que todos miraban expectantes a Bella, más concretamente a su abdomen, como si esperaran que este hablara o algo.

-¡¿Qué?! ¿Por qué me miráis como si fuera rara y tuviera dos cabezas?-exclamó Bella antes de que la evidente lógica le golpeara la cabeza

-Oh, no, no, que yo no estoy embarazada-negó apresuradamente y percibí la desilusión de mi madre en los ojos,

¡De verdad, que prisas tenía mi madre por ser abuela, ¿No le bastaba con el bebe de Rosalie y Emmett?!

-Oh, ¿entonces qué queréis decirnos tú y Edward?-preguntó mi padre con una sonrisa, la cual había mantenido durante toda la cena.

-Bueno, pues lo que yo iba a decir antes de que Emmett abriera su gran bocaza-dije respondiendo en lugar de Bella, ya que parecía haberse puesto algo intranquila cuando mi padre le había preguntado directamente - es que Bella y yo hemos decidido…

-casarnos-terminó diciendo Bella con una gran sonrisa cuando entrelacé nuestras manos en el momento en que ocho pares de ojos fijaron la vista en el anillo de compromiso de mi novia.

Todos sonrieron ampliamente al recibir la noticia, lo cual fue un alivio para Bella, ya que sus absurdos miedos la habían tenido un pelín en tensión esta noche a pesar de haber intentado ocultarlo yo sabía que no había estado del todo tranquila.

-Pero, ¿Cuándo? ¿Cómo?-dijo mi madre mostrando una feliz y amplísima sonrisa mientras se acercaba a nosotros

-Oh dios, cariño soy tan feliz-dijo dirigiéndose a mí y dándome un abrazo-no sabes lo feliz que me hace que seas tú la que se case con mi hijo, eres la mejor mujer que Edward pudo haber encontrado-dijo mamá abrazando a Bella después

-muchas felicidades a los dos-su voz sonaba emocionada-oh, cariño, os quiero tanto-Bella sonrió cuando mi madre paso sus brazos por los hombros de Bella con afecto.

-Gracias mamá, no puedo estar más de acuerdo contigo, Bella es la mejor mujer que podría haber encontrado, realmente me considero un hombre con suerte -dije dándole un beso en la mejilla a mi madre

-Y, ¿cuándo fue que mi hijo se decidió a pedírtelo? Ya te estabas tardando Edward-bromeó Carlisle

-fue en California, hace unos días le pedí a Bella que se casara conmigo, y esta hermosa mujer aceptó convertirse en la señora Cullen-contesté sonriéndole a Bella, que se sonrojó ligeramente, antes de que girara su cabeza para mirar a Jacob, el cual le dedico una cálida sonrisa.

-Me alegro tanto por los dos, Bella bienvenida oficialmente a la familia Cullen-dijo mi padre abrazándola a ella después de haberme abrazado paternalmente a mí

-Gracias Carlisle, gracias Esme, me siento tan feliz de que me aceptéis como parte de la familia, de estar a la altura, y de ser la mujer que hubierais querido para Edward-dijo Bella sonriéndole a mis padres con total sinceridad.

Era tan dulce.

-Eres mucho más de lo que nosotros hubiéramos deseado para Edward, Bella-aseguró mi madre sonriendo después de soltar a Bella. En cuanto lo hizo, mi padre pasó un brazo por la cintura de mi madre y la acercó a su cuerpo para después darle un cariñoso beso en la frente.

-Belly Bells, bienvenida a la familia Cullen-dijo Emmett mientras le daba uno de esos abrazos de oso que solamente él bruto de mi hermano sabía dar. Como siempre casi la asfixia.

-Emmett, me gustaría que llegara viva a la boda-bromeé-así que aparta tus monstruosos brazos de ella

-No te preocupes Eddie, seguro que llegara vivita y coleando hasta la noche de bodas-dijo riendo pícaramente mientras le guiñaba un ojo a Bella, este chico no pensaba en otra cosa…

-Emmett tienes la mente negra-dijo riendo Bella-pero gracias, sé que te alegras de que nos casemos

-Oh, claro que me alegro Bells, será genial tenerte en la familia-dijo y se acerco a Bella para susurrarle –por cierto algo muy bueno tienes que hacerle por las noches para que no te quiera dejar escapar-"susurro" aunque tanto yo como Rosalie, la cual se acercó a nosotros, pudimos escucharlo perfectamente, y ver como Bella volvía a ponerse roja como un tomate a causa de las bromas de mi hermano, parecía divertir aún más a Emmett.

-¡Emmett!-le gruñó Rose, y este se puso recto como una vela, comenzando a temblar literalmente de miedo.

Rosalie imponía mucho cuando estaba cabreada

-Deja de avergonzar a Bella-dijo a modo de regaño mientras se acercaba a ella-Enhorabuena a los dos chicos, me alegro de que por fin os caséis-nos felicitó Rose abrazándonos a ambos. E un momento a otro Emmett se nos unió al abrazo gritando un "abrazo colectivo a los futuros Señores Cullen" lo cual hizo reír a todos.

-Bien hermanito, has sabido elegir bien, Bella tiene el aprobado-me dijo con voz sabia Emmett bromeando mientras me daba uno de sus grandes abrazos a mi

-¡Enhorabuena Eddie!, ya eres todo un hombre-gritó a lo que yo rodé los ojos, los cuales pronto divisaron a Alice que se acercaba a nosotros dando saltitos

-¡Felicidades!, ¡felicidades!, ¡felicidades!,-canturreaba sin parar la enana-soy taaaaan feliz Bella, eres genial, y me alegro tanto de tenerte en la familia-dijo apretujándola entre sus pequeños brazos

-Gracias Alice, yo también te quiero-respondió Bella riendo cuando mi hermana la soltó.

-¡Más me vas a querer cuando veas tu vestido de novia!-exclamó entusiasmada mientras me abrazaba

- ¡Enhorabuena hermanito!–reafirmó la felicitación dándome un sonoro beso en la mejilla mientras que yo alzaba una ceja y la fulminaba con la mirada.

¿Podría haber alguien menos disimulado?, bien pues ahora sabía que no, dios ¡Alice! Te voy a matar. De verdad acababa de decir "¡Más me vas a querer cuando veas tu vestido de novia!"

Aggg.

Ella me miro con los ojos abierto

-¡Ups! –fingió lamentarse tapándose la boca con las manos y riendo.

-¿Qué vestido Alice? No es posible que tengas un vestido cuando ni siquiera sabias que nos íbamos a casar-murmuró Bella desconcertada-

Oh, Alice, de verdad quiero matarte.

-Oh, bueno, pero yo lo presentía-argumentó tratando inútilmente de sonar creíble

¿Lo presentía? ¿Esta era su genuina respuesta? ¡Diablos!

-¿En serio tienes un vestido de novia?-preguntó Bella sorprendida, al igual que lo estaría yo si no tuviera tantas ganas de estrangular a mi querida— nótese el sarcasmo—hermana pequeña.

-No, bueno más o menso, es decir he visto uno de un diseñador italiano que te quedaría realmente bien, aunque el del diseñador francés es increíblemente bonito también y….-hablaba sin parar, hasta que me miró a la cara y por alguna extraña razón, supongo que de supervivencia, decidió cerrar la boca al mirarme, aunque nunca dejó de sonreír.

-Oh, bueno el caso es que ¡Bella!, tenemos tanto que organizar, el banquete, los invitados, la iglesia, las flores, las invitaciones…-enumeró intentado cambiar un poco el sentido de la conversación para distraer a Bella, pero al ver que no lo conseguía decidió pasar al plan B.

-Hay mucho por organizar, pero hablaremos de ello en otro momento, debemos hacer las cosas con calma para que todo sea perfecto-dio un par de palmaditas acompañadas de una expresión sonriente.

-¡OH! voy un momento a la cocina creo que falta una copa para brindar-optó por la "mejor" excusa y salió huyendo dejando a Bella un poco confundida aunque no tuvo mucho tiempo para pensar en las palabras de Alice, puesto que rápidamente los brazos de Jasper la envolvieron.

-Felicidades Bells, es genial que te vayas a casar-dijo su ex-compañero de universidad-me alegro mucho por ti también Edward-dijo mi cuñado dándome un abrazo amistoso.

Jasper Y Bella siempre habían mantenido una muy buena relación, tenían una gran amistad, y Bella confiaba realmente en él. Jasper fue la primera persona a la que Bella conoció cuando llegó a Chicago, por eso le guarda un especial cariño.

-Gracias Jazz -dijimos Bella y yo al unisonó, mientras sonreíamos

-Felicidades de nuevo Bells-dijo Jacob cuando Jasper fue a la cocina para traer de regreso a Alice- y a ti también Edward-me dijo Jacob para acto seguido abrazar a Bella y después a mí.

-Gracias Jake-respondió mi novia sonriendo felizmente, a la vez que daba un abrazo efusivo a Vanessa, la cual después me abrazo a mí, dándonos la enhorabuena a ambos, y alegando sinceramente que se alegraba de que nos hubiéramos decidido a dar un paso tan importante como lo es el matrimonio.

- ¿Ya habéis decidido la fecha?-preguntó casual Rosalie, la cual se había sentado en una de las sillas cercanas a donde nos encontrábamos-

-Sí, el 13 de Agosto-Comentó Bella

-Oh, pero para esa fecha no falta mucho tiempo-dijo mi madre-¿a qué se debe tanta prisa, niños?

-Bueno, ya sabes mamá, tengo mucha prisa por asegurarme de que no se arrepienta de casarse conmigo, así que cuanto antes mejor-dije bromeando a la vez que observaba como mi madre sonreía

-no puedo permitirme perder a una mujer así- sonreí mirando a Bella, la cual se había sonrojado tenuemente ante mis palabras. Solía sonrojarse cuando la halagaba en público y no puedo negar que no disfrutara con eso. Se veía dulce e irresistible con sus mejillas color rojo.

-Tienes razón hijo, yo hice lo mismo con tu madre-dijo papá demostrando cómodamente el amor que profesaba a mamá

Él la miraba con mucho amor, pues a pesar de los años que llevaban casados se querían tanto o más que el primer día. Desde que conocí y a Bella y supe que quería estar con ella siempre deseé poder tener un matrimonio tan feliz y fuerte como el de mis padres.

-¿Qué os parece si brindamos?-propuso Alice cuando nuevamente regreso al comedor seguida por Jasper, el cual llevaba en sus manos un par de copas de cristal más.

Umm, ¿así que en realidad si faltaban más copas?

De ese modo Alice llenó todas las copas de vino, excepto la de Rosalie, claro, que puso cara de frustración cuando su marido le paso la coca-cola para que llenara su copa.

- Quiero brindar por ti, hijo, y por Bella, porque os deseo toda la felicidad del mundo- mi padre alzó su copa sonriente a la vez que nos dedicaba unas sinceras palabras

-y por vosotros también -señaló a Jake y a Vanessa sonriente-ojalá te den ese empleo Jacob-deseó a Jacob, puesto que este había mencionado lo de su trabajo durante la cena.

De esta manera todos alzamos nuestras copas y brindamos, yo choqué mi copa contra la de Bella, a la que tenia agarrada de la cintura con mi mano libre, para después depositar un besito en su mejilla donde acto seguido ella me regaló una bonita sonrisa que fue correspondida por otra mía

Después de cenar, y una vez recogida la mesa, todos no reunimos en la gran sala de estar que había en casa de mis padres, era algo tarde, ya que la cena había sido larga pues ahora eran las una de la madrugada y la verdad es que yo no estaba para nada cansado, es más me apetecía salir.

-¿Qué os parece si vamos al Blue´s Dl a divertirnos un rato?-propuso mi hermana, que al parecer estaba pensando lo mismo que yo.

El Blue´s DI era un pub muy exclusivo que se encontraba alejado del centro de Chicago, cerca de la playa,—con vistas al lago— y el cual solíamos frecuentar desde hace tiempo pues era un sitio muy espacioso y cómodo, además de ser exageradamente moderno puesto que las paredes eran de cristal, a través de las cuales se podía ver el mar, mientras que la barra era una circunferencia de 360º cuyo techo estaba lleno de lucecitas, a la vez que esta estaba rodeada por numerosos taburetes acolchados color verde azulado.

También disponía de una gran pista de baile situada en frente de un espacio en el que había sillones y mesas —también color verde azulado—en los que la gente se sentaba a charlar mientras bebían o tomaban algo de comer (FP).

-¡Claro!-exclamó Jacob muy entusiasmado, lo que provocó que Vanessa riera fuertemente, los demás tampoco se pusieron en contra ya que al parecer todos tenían ganas de bailar un rato, por lo que aceptaron.

-Preciosa ¿te apetece ir?-le pregunté a Bella, la cual en estos momentos se encontraba sentada sobre mi regazo, ya que me encontraba sentado en el cómodo sofá del salón, a la vez que yo tenía rodeada su cintura con mis brazos.

Si Bella no quería ir, no opondría resistencia, ya que el plan de estar en casa con ella no era nada aburrido, es más seria de lo más interesante…

-Estoy un poco cansada, pero estará bien ir un rato-me aseguró con una sonrisa -¿tu quieres ir?

-Sí, iremos un rato, y después nos iremos a casa-dije dándole un beso en el cuello, antes de que ella se pusiera en pie, ya que nos iríamos pronto.

. . .

-¡Que lo paséis bien niños!-dijo mi madre antes de que todos saliéramos por la puerta de casa

-Adiós mama,-dije dándole un beso en la mejilla-prometo llamarte esta semana, ¡te quiero!-le prometí mientras abría la puerta del conductor de mi coche, el cual se encontraba aparcado enfrente de la casa.

-Deberías dejar el coche en casa, podemos pedir un taxi e irnos en él al pub, los dos vamos a beber, y no quiero que ninguno conduzca con alcohol en el cuerpo-habló Bella cuando llevábamos media hora de camino, lo cual me pareció buena idea, por lo que primero me dirigiría a casa directamente, ya que Jake y Vanessa se habían ido en el coche de Alice, y dejaría el coche.

-Tienes razón preciosa-estuve de acuerdo-dejaré el coche en casa-dije mirándola rápidamente para dedicarle una picara sonrisa.

Ella se encontraba con las piernas encogidas en el asiento del copiloto, del tal forma que sus pies descalzos, ya que se había quitado los tacones nada más entrar al coche, quedaban sobre dicho asiendo, mientras que tenía su cabeza apoyada en la ventanilla manteniendo sus ojos cerrados por largos periodos de tiempo, se veía absolutamente frágil y linda a la vez.

¡Ella era tan hermosa!

Finalmente y tras diez minutos más de camino llegamos al departamento, al cual ni si quiera entramos ya que simplemente dejamos el coche en el garaje para residentes del edificio y llamamos a un taxi desde mi móvil, el cual no tardo mucho en llegar por lo que en 25 minutos y gracias al poco tráfico, algo extraños si nos ponemos a pensar que era Viernes de madrugada, llegamos al Pub, el cual estaba bastante lleno, supongo que se debía a lo mismo, a que era Viernes por la noche.

BELLA POV

La cena había salido genial, lo cual fue un gran alivio, pues la verdad me sentía algo inquieta por la reacción por parte de la familia de Edward, a pesar de saber que realmente me consideraban parte de la familia no había podido sofocar esas inoportunas dudas que atacan mi cabeza en los momentos menos deseables.

Ahora nos encontrábamos en un Pub, en el que habíamos estado muchas veces, y hoy el ambiente era estupendo, pues había mucha gente y la música era buena, lo cual me animaba bastante ya que en el coche, cuando veníamos de camino, casi me duermo puesto que había dormido muy poco la noche pasada, y por primera vez no había sido culpa del pervertido de Edward…

Pero ahora al escuchar la música me habían entrado unas irrefrenables ganas de bailar. Edward, ya que era bastante más alto que yo incluso aunque llevara unos altos tacones, intentó buscar al resto de nuestros amigos entre tanta gente, hasta que finalmente logró divisar a Emmett, por lo que nos dirigimos a uno de los sillones del fondo, donde se encontraban sentados casi todos.

-¡Ey! Bells ¿Por qué habéis tardado tanto? Estábamos comenzando a preocuparnos-dijo Jacob cuando llegamos, el cual estaba sentado junto a Jasper, Rosalie y Emmett, ¿Dónde se habían metido Vanessa y Alice?

-Hemos ido a dejar el coche en casa para venir en taxi-le respondí a mi hermano -¿Dónde están tu novia y Alice? No las veo por ningún lado-dije mientras las buscaba con la mirada por todos lados, aunque lo único que conseguía ver eran montones de desconocidos-

-La duende y Vanessa están en la pista bailando, ¡estaban impacientes por llegar!- Exclamó agitando los brazos Emmett sonriendo a la vez que Edward y yo tomábamos asiento en dos de los 4 sillones libres que había junto a la mesa en la que se encontraban nuestros amigos.

Estuvimos un rato hablando con los chicos, en el que Edward y yo pedimos un par de bebidas alcohólicas que nos bebimos mientras charlábamos con ellos animadamente, en algún momento de la noche Rosalie se sentó a mi lado por lo que ambas comenzamos a hablar de trivialidades hasta que Emmett se la llevo a la pista de baile a bailar un poco, pues la verdad eso de ver a todos tus amigos beber, y ella con una Fanta de naranja la tenía algo histérica y frustrada, realmente era gracioso verla así.

Al poco tiempo de que Emmett y Rosalie se fueran a bailar, dejándonos solos a Jacob, Jasper, Edward y a mí, llegaron pegando saltos de felicidad Vanessa y Alice, donde esta ultima venia cantando una canción a todo pulmón, lo que me hizo reír.

Mientras Vanessa corrió a los brazos de Jacob, donde se acomodo junto a él, Alice se acerco a mí para susurrarme algo.

-¿Bella me acompañas al baño?-me dijo mirándome con ojitos llorosos, definitivamente esta chica para actriz valía muchísimo, seguro que la contrataban a la primera, yo sonreí y asentí, para después levantarme.

-Voy al baño con Alice, ahora vuelo-le susurré a Edward, el cual me sonrió y asintió con la cabeza.

El aseo de chicas, el cual era tan moderno como el local, además de ser muy amplio y limpio, se encontraba en la otra punta de donde nosotras nos encontrábamos por lo que tuvimos que atravesar una gran multitud de gente, recibiendo alguno que otro empujón, hasta llegar a él.

Cuando entramos Alice rápidamente se metió a uno de los aseos individuales del gran aseo, que extrañamente estaba vacío, pues la última mujer acababa de salir cuando nosotras habíamos entrado.

-¡Ay! ¡Qué a gusto me he quedado! Hacia como una hora que me estaba haciendo pis-dijo cuando salió del cubículo para así poder dirigirse al lavabo y comenzar a lavarse las manos, momento que yo aproveche para entrar a uno de los aseos y hacer mis necesidades biológicas también.

Cuando salí Alice me miraban con una extraña sonrisa en el rosto, la cual, si no me equivocaba, reflejaba emoción, ternura y felicidad.

-¿Por qué me miras así?-inquirí sonriéndole mientras yo me aplicaba jabón en las manos para lavármelas.

-Es que se te ve tan feliz Bella, no sabes cuánto me alegro, siempre supe que tú y mi hermano acabaríais así, juntos y casados-dijo feliz

-Lo sé Alice, siempre me apoyaste, estuviste a mi lado y hasta insultaste a tu hermano cuando yo también lo hacía-ambas reímos juntas

-Era un idiota ¿qué caso tenía negarlo?-sonrió

-siempre te lo agradeceré, fuiste un apoyo tan grande –de repente me puse sensible.

Me sequé las manos y me volteé para mirar sus verdes ojos, que tan familiares me eran, y allí estaba ella, sonriéndome como una niña emocionada también.

Alice, en todos estos años, se había convertido en una persona muy importante para mí, no era una simple amiga, se parecía más a una hermana, y aunque su forma de ser era muy peculiar, siempre que la situación lo requería sabía ponerse seria y sabía aconsejarme.

En ese momento uno de los tantos recuerdos que había vivido con ella me golpeó la mente, pues jamás olvidaría el día en el que le dije que finalmente había perdonado al tarado de su hermano y había aceptado ser su novia, ella se puso tan feliz…

Inicio flash Back

Un campo de hierba fresca, con el olor del rocío, con florecitas rosas y azules, un cielo despejado y un hermoso arcoíris dibujado en él.

Una playa de arena clara, con altas palmeras y un sol radiante sobre un mar de agua cristalina en medio de una isla perdida en el mundo.

Un edificio alto, el más alto de Londres, con vistas a la ciudad, el cielo gris pero hermoso sobre el río Támesis, de fondo y a lo lejos el Palacio de Westminster con cientos de personas correteando de un lado para otro en esa ciudad tan llena de vida, arte y cultura.

No importa dónde, podía estar en el mismísimo cielo y eso no sería ni la mitad de bueno y perfecto que las paredes de mi dormitorio. Ni en el jodido paraíso me sentiría tan feliz, pletórica, dichosa, contenta, risueña, encantada, satisfecha, radiante, alegre y eufórica como me sentía justo ahora.

Era feliz, plenamente feliz ahora.

¿Por qué? Porque él me hacía sentir así.

Me hacía vibrar

Me hacía enloquecer

Me hacía amar.

Suspiré y cerré los ojos.

¡Joder! Ayer había sido la primera vez que Edward y yo habíamos hecho el amor

Sí… Habíamos hecho el amor. Edward y yo habíamos hecho el amor

Nos habíamos entregado el uno al otro de una forma sincera y honesta.

Sonaba tan bien decirlo así, tan bonito y había sido absolutamente perfecto, impresionante, maravilloso, asombroso e increíblemente placentero.

Mierda, me faltaban adjetivos positivos para describirlo, se portó increíblemente bien conmigo, pues a pesar de no ser virgen, me trató con tanta delicadeza como si de una muñeca de porcelana se tratase, me susurró tantas palabras bonitas al oído que por un momento creí que realmente estaba viviendo en un sueño, pero cuando desperté y vi sus penetrantes y dulces ojos verdes mirándome con tanto amor supe que había sido realidad.

Y esta mañana después de tan agradable despertar, me había dicho que quería que fuéramos novios, que no quería perderme, que no me iba a dejar escapar por segunda vez, se me había vuelto a declarar –como ya lo hizo una vez, aunque claro que esta vez el final fue muy distinto y en vez de marcharme como una cobarde lo que hice fue decirle que yo también sentía cosas muy fuertes por él, que me había enamorado al igual que él de mi. – antes de aceptar ser su novia para después volver a hacer el amor por segunda vez.

Hace apenas unas horas habíamos comido juntos aquí en mi piso pero después lamentablemente se tuvo que marchar, pues tenía que trabajar ya que tenia turno de tarde, por lo que cuando salió por la puerta yo me puse a saltar y gritar literalmente por todo el piso, sin importarme en absoluto que algún vecino se pudiera molestar por mis alaridos.

Pues realmente me sentía feliz, muy feliz, y sentía la enorme necesidad de contarle a alguien lo que me había pasado, y Ángela no estaba, ya que ni si quiera había venido a dormir, pues me había llamado diciéndome que se quedaría con Ben, lo cual me pareció genial así Edward se podría quedar conmigo toda la noche, tal y como lo había hecho.

Así que había llamado a Alice por lo que ahora, y después de soltarle de lleno todo lo ocurrido omitiendo el "pequeño" detalle de que me había acostado con Edward, ya que le había dicho que se había quedado a dormir solamente, aunque supongo que por la risita que soltó debió de haber sospechado que hicimos algo más que dormir.

Así, ahora, me encontraba con mi cuñada— supongo que podría llamarla así, podría acostumbrarme a ello— en el salón de mi piso mientras cenábamos juntas, ya que estábamos esperando a Ángela, la cual no sé con seguridad si vendría.

-¡Bella es genial!, me alegra que hayas podido perdonar al cavernícola de mi hermano-dijo riendo

Yo solamente pude sonreír más, pues realmente no me importaba Tanya en estos momentos, ya que sabia con toda certeza que Edward no sentía nada por ella, aunque eso no quita el hecho de que me costara horrores perdonarlo, finalmente lo había hecho y ahora estaba más que feliz, solo deseaba que esta relación funcionara, aunque sinceramente no tenía dudas, nos amábamos, ¿Por qué iba a salir algo mal?

Nada saldría mal, no importaba Tanya, ni el antiguo e idiota Edward, solo importaba el Edward de ahora, el que hace apenas unas horas me había dicho que me quería y me había hecho sentir la mujer con más suerte de planeta.

-Oh, y si vuelve a meter la pata prométeme que me lo dirás-me miró con seriedad-porque te juro que si el idiota vuelve a cagarla y a hacerte daño, le cortaré los huevos, le patearé el trasero y le desfiguraré esa bonita cara que tiene-asintió sonriendo para sí misma y por un momento pensé que no solo estaba bromeando.

Alice era muy capaz de hacer eso, en realidad.

Reí junto a ella y le di mi palabra de que así lo haría.

-Espero que verdaderamente sepa valorarte esta vez Bells, él te quiere, en verdad lo hace-suspiró antes de volver a hablar-y tú eres increíble, vales más que el oro, mereces ser feliz.

-¡Owww! Alice muchas gracias-en verdad ella me ponía sensible, sus palabras eran hermosas

-aunque no te lo creas, sin tus charlas de "mi hermano es idiota pero está arrepentido" no hubiese podido perdonarlo, realmente cuando hablaba contigo me hacías pensar mucho sobre el tema-dije mientras dejaba el vaso de agua sobre la mesita del salón ya que me había terminado mi hamburguesa, y me abalanzaba sobre ella para darle un efusivo abrazo de esos que ella solía darme a mí.

Alice soltó un par de risitas alegres y me devolvió el abrazo con fuerza.

-Me encanta verte feliz Bella-

. . .

Estuvimos horas y horas hablando y haciendo tonterías hasta que a las 11 de la noche alguien tocó al timbre por lo que me levanté del sofá y me dispuse a abrir la puerta mientras Alice me seguía a través del pasillo hasta que se detuvo cuando llegué a la entrada del piso y abrí la puerta para encontrarme con mi perfecto y guapo Dios griego.

Edward estaba realmente irresistible, ya que llevaba unos pantalones beige conjuntados con una camiseta marrón chocolate de manga corta que marcaba su irresistible torso, literalmente en ese momento se me cayó la baba.

Él se dispuso a besarme, pero al escuchar un carraspeo levantó la mirada y al ver a su hermana allí parada se detuvo en seco y me miró a los ojos confundido y dudoso puesto que no sabía qué hacer. No esperaba encontrar a Alice, creía que yo estaba sola.

-Hola Alice-dijo Edward saludando a su hermana la cual le devolvió el saludo con un gesto de la mano y una sonrisa pilla que decía "Sé porqué estas aquí Edward"

-¿Qué haces aquí?-preguntó Edward rascándose la garganta

-He venido a ver a Bella ¿qué tiene eso de raro?-preguntó Alice sin esconder la sonrisa-¿qué haces tú aquí?-alzó una ceja divertida

Admiro el esfuerzo que hacía Alice para no estallar en carcajadas, ¡se lo estaba pasando bomba!

-B-bueno…yo…he venido a….-balbuceó Edward buscando una buena respuesta

-¡Basta Alice! Deja de confundir a tu hermano-la reprendí y finalmente ella comenzó a reír como loca confundiendo todavía más a Edward.

-Ella ya lo sabe-le aclaré y él comprendió en seguida cuando yo aclaré su pregunta no formulada después de mirarme a los ojos de manera interrogante, pude percibir cierto alivio en su mirada cuando se lo dije, supongo que se sintió bien al no tener que ocultarlo.

-Bien, porque no aguantaba las ganas de besarte-susurró al acercarse a mí, y sin pudor, tirarse febrilmente a mis labios para besarlos.

Sonreí embobada cuando nuestros labios se separaron.

-¡Eh! ¿Hola? Sigo aquí-reclamó nuestra atención Alice. Me sonrojé apenada al darme cuenta cuán fácil me era encerrarme en una burbuja lejos de la realidad con Edward.

-Lo siento Alice-me disculpé-¿Qué os parece ver unas películas?-propuse. Me hubiera encantado estar a solas con Edward pero no me pareció educado echar a Alice, además tenía todo el tiempo del mundo para Edward y Alice era una de mis mejores amigas, me gustaba pasar tiempo con ella.

-¿Con los dos? Lo siento parejita, pero sois tan pegajosos, creo que paso por esta noche-bromeó tomando su bolso y colocándose sus tacones ya que anteriormente se había descalzado al igual que yo.

-Además, Angela me ha mandado un mensaje hace un rato para ver si tenía planes así que voy a llamarla, seguro que me quiere acompañar al cine, creo que el último pase era a las once y media de la noche-me guiñó un ojo, para después yo mostrarle una sonrisa en señal de agradecimiento por regalarnos unas horas de intimidad.

Después de que Alice se marchó, dejándonos a Edward y a mí solos, este entro en el piso cerrando la puerta tras él para volver a juntar nuestros labios de tal manera que estos se fundieron en un apasionado beso.

-Te he echado de menos-susurró contra mis labios-

-Yo también te he echado de menos, ¡eres peor que una droga Cullen!-lo acusé bromeando a lo que a él sonrió.

-Pues tu eres exactamente mi marca de heroína-dijo mientras volvía a acercase a mis labios

-te amo- sentenció y mi corazón casi explota de felicidad

-Te amo-repetí sus palabras, a lo que él sonrió, pues esta era la primera vez que se lo decía claramente a la cara, bueno en realidad era la segunda ya que después de hacer el amor, cuando él había conciliado el sueño, se lo había dicho, aunque él no había estado lo suficientemente consciente y despierto para escucharlo.

Fin flash Back

-¡Eres la mejor cuñada que Papá Noel me podría haber concedido! -dijo riendo fuertemente Alice, causando de esta manera que yo saliera de mi transito metal y volviera a la realidad.

-Ains… Bella ¡es que me emociono de tan solo pensarlo!-emitió un chillido de entusiasmo - ya te imagino entrando por la iglesia, vestida de novia, con uno de esos fantásticos diseños de ¡D&G!, o de ¡Carolina Herrera!, Coco Chanel, Giorgio Armani -aclamó soñando despierta.

¡Ay! ¡Estaba loca si pensaba que me iba a vestir con uno de esos caros vestido! ¡Qué derroche!

Alice de un momento para otro pareció despertarse de su ensoñación porque abrió sus ojos exageradamente y me miró tan fijamente que sentí como un escalofrío recorría mi columna vertebral. Esto no era buena señal.

-Se me había olvidado completamente preguntártelo antes, pero ¿Cuál es la fecha de la boda?-preguntó sumamente interesada y entonces recordé que ella no había estado presente en el comedor de la casa de los Cullen cuando lo había dicho, pues había salido prácticamente huyendo a la cocina, lo cual me hizo recordar algo, aunque en este momento no le di mucha importancia.

No obstante anoté mentalmente preguntarle cómo demonios tenía un vestido de novia en mente para mí si ni quiera sabía que Edward me iba a pedir matrimonio. ¿O si sabía? Más tarde hablaría con ella de esto.

-Bien, Alice, relájate y trata de no alterarte-murmuré. Se iba a poner como loca al saber el poco tiempo que quedaba para la boda.

-Me estas asustando Bella-puso una expresión de verdadera preocupación

-bien, no es tan malo, tómatelo con calma ¿vale?

-Vamos Bella, mientras que no te cases en Septiembre está bien-rió-¿Por qué no te casas en Septiembre verdad?-de repente volvió a ponerse seria.

Negué con la cabeza

-¡Menos mal!-respiró aliviada- Se necesitan al menos 5 meses para organizar una buena boda

Ops.

-El 13 de Agosto-solté rápidamente a la espera de un ataque de histeria que por supuesto no se hizo esperar demasiado.

-¡El 13 de Agosto! ¿Cómo que el 13 de Agosto? ¡No juegues conmigo Bella Swan!

-Juro que no bromeo-aseguré levantando las palmas de las manos dando mi palabra

¡Pero eso es muy pronto!-se quejó lloriqueando Alice lo cual me hizo poner los ojos en blanco.

-Mierda, mierda, mierda… -maldijo exasperada ¡y debía estarlo verdaderamente porque ella no maldecía con facilidad!

-Tenemos que organizar tantas cosas, ¡Dios! ¿Cómo vas a tener el vestido listo en 2 meses?, eso es imposible y la iglesia, las invitaciones, ¡las flores!... –se tapó el rostro con las manos y farfulló algo que no entendí ya que sus manos tapaban su boca.

-¡Alice!-elevé la voz un poco para detenerla, antes de sonreír traviesamente-¿Y quién te ha dicho que te dejaré ayudarme a organizar mi boda?-inquirí con una ceja arqueada para chincharla un rato aunque no pude más que reír cuando vi su cara de espanto y miedo.

-Pero, Bella ¿a qué tu me quieres mucho mucho?-dijo poniendo cara de corderito mientras yo asentía sonriente-¿y a que por eso me dejaras ayudarte?-me persuadió mientras fingía carita de tristeza y desamparo

-Mmm…. no sé Alice, tengo que pensármelo-dije bromeando, ¡Es que me encantaba hacerla rabiar!, aunque al ver su cara de total y real miedo, decidí parar ya que tenía miedo de que le diera un ataque o algo parecido, pues me estaba preocupando realmente por su salud debido a las caras tan raras que estaba poniendo.

-Oh, dios Alice deja de poner esas caras tan feas-me reí- ¡Claro que sí te dejaré ayudarme Al! Sabes bien que no te renegaría ese placer, aunque yo tengo poder de veto en la lista de invitados, quiero una fiesta, pero nada exagerado ni ostentoso, ¿Claro?-dije sonriendo

-Cristalino-asintió repetidas veces con la cabeza como quien recibe una orden.

No se resistió mucho más cuando se tiró sobre mí de nuevo.

Reí ante el comportamiento de mi alocada, querida, y adorada Alice. Ciertamente me sentía bien hacerla feliz con esto, ella de verdad quería formar parte y ayudarme, y aunque probablemente me diera varios dolores de cabeza yo también estaba emocionada con la idea.

-¡Gracias!, ¡Gracias!, ¡Gracias!, ¡Gracias, Bella!-tarareó mientras se colgaba de mi cuello y me abrazaba fuertemente para después darme muchos besitos en la cara

-Prometo no pasarme ni hacer nada extravagante, ostentoso y exagerado-prometió cuando se descolgó de mi cuello

-Por cierto tenemos que empezar cuanto antes, no tenemos tiempo que perder, así que aprovecharemos que te queda una semana de vacaciones para comenzar a ver tu vestido de novia, ¡Es lo más importante!-dijo con obviedad- así que el Lunes a primera hora estoy en tu piso para ir a buscar un bonito vestido de novia ¿vale?-sugirió aunque en realidad lo dio por hecho, no podía ni tenía opción de discutirle así que no me puse difícil y acepté.

-Lo que tu digas Alice, pero si no te importa recógeme en el departamento de tu hermano, me he mudado a vivir con él-le di la noticia sonriente al recordar que a partir de hoy amanecería cada día de mi vida con él junto a mi pues le había dicho a Edward que tomara el resto de cosas de mi piso para llevarla a su departamento ya que no aguantaba las ganas de vivir definitivamente con él.

-¡Eso es genial Bella! ¿Cuándo te has mudado?-preguntó una Alice tan sonriente como siempre

-Hoy he llevado todas mis pertenecías a el departamento, y esta noche ya dormiré allí-la informé

-¡Ay! tú ya duermes allí siempre Bella-ahogo una risita y yo me sonrojé-Pero me alegro mucho de que te mudes definitivamente, ahora Edward se despertará menos gruñón-me guiñó un ojo

¡Mi guapo y perfecto dormilón! Creo que la tercera cosa que Edward más amaba en el mundo después de su familia y yo, era dormir. Sonreí pensando en lo hermoso que era incluso durmiendo.

-¿qué te parece si regresamos y nos vamos a mover nuestros bonitos traseros un rato?-planteó comenzando a dar saltitos y a sonreír mientras yo asentía para después salir del baño y regresar a la mesa donde ahora se encontraban todos, ¡vaya al parecer habíamos pasado demasiado tiempo en el baño!

-¡Wou! ¡Estáis vivas! Creíamos que os habíais ahogado en el retrete-se burló Emmett

-Nunca sería capaz de hacerte eso Emmy, sé que me echarías mucho de menos-le dijo Alice a su hermano utilizando el diminutivo de su nombre que Emmett tanto odiaba.

Con mucha energía Alice tomó a Rose de la mano y la levantó del sillón

-¡Vamos a bailar!-pidió Alice a Rose mientras esta reía y la seguía hasta la pista.

Era increíble como una mujer embarazada aguantaba tanta fiesta, bueno aunque supongo que eso cambiaría drásticamente cuando tuviera una gran barriga con ella, ya que eso la haría sentirse más cansada.

-¿Te apetece bailar, preciosa?-me invitó a la pista Edward cuando se levantó tomándome de la cintura

-¿me estás invitando a bailar, guapo?

-Lo estoy haciendo-me mostró una irresistible y sexy sonrisa ladeada- quiero ver como mueves ese trasero respingón

Y como esperaba, para reafirmar lo que decía, le propinó una pequeña palmadita a mi trasero

-¡Eh! ¡Iros a meteros mano a otra parte par de degenerados! –Gritó Emmett por encima de la música.

Lo miré y le saqué la lengua infantilmente antes de tomar una de las manos de Edward.

-¡Vamos guapo!- cuando dije esto, él me guió entre la multitud de gente hasta llegar a la pista de baile la cual estaba aun más abarrotada de gente.

No pude pasar por alto a una de las tantas mujeres que miraban con irrefrenable deseo a mi prometido, al cual me acerqué aún mas mientras bailábamos, prácticamente pegando mi cuerpo al suyo, y colocando mis manos en su firme trasero.

Umm… Él tenía un muy buen trasero…. me permití el lujo de manosearlo un poco para recordarle a todas las zorras del local que se lo estaban comiendo con la mirada que este bonito culo tenía dueña. No estaba siendo nada discreta marcando territorio, ciertamente estaba siendo muy descarada o eso creí después de que una chica me fulminara con la mirada cuando vio donde tenía colocadas mis manos.

¡Idiota! ¡Este hombre es solamente para mí! Pensé devolviéndole una mirada envenenada.

()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()() ()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()() ()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()

Colleja (*): Golpe que se da en la nuca con la palma de la mano.

Shafer — Shafer Vineyards Cabernet Sauvignon, Hillside Select — (*): Tipo de vino valorado entre los $175.00 y $200.00

.

.

¡Hola de nuevo! Aquí está el capi 11, ¿os acáridas? El capítulo en el que sale a luz la declaración de amor de Edward, y la relación que la loca y adorable de Alice tiene con mi pareja preferida ;)

¡Como siempre muchas gracias a todos por vuestro apoyo, ya sea en forma de review, de alertas a favoritos, o por vuestras visitas a la historia! siempre me llegan mensajes al mail avisándome de que alguien agregó la historia a sus favoritos o con un rr, y me siento súper feliz por ello.

Pdta.: Imágenes del capi en mi perfil y en Facebook :)

Guest ¡Muchas gracias! No, no lo dejaré olvidado, lo prometo, y como sea terminaré el fic, por tiempo que lleve, pero lo terminaré ^.^


Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

1 comentario:

  1. Anónimo5/04/2012

    jjajajjajaj me encantooo, de verdad que estan geniales tus fics

    ResponderEliminar

¡Anímate a comentar, siempre y cuando sea con respeto! Bienvenid@s.

Sube de nuevo ↑
Bienvenidos

    Bienvenido a la web de Diario Twilight. Llevamos siete años trayéndote las mejores noticias de La Saga Crepúsculo y su elenco. Haz parte de nuestras redes sociales y no pierdas detalle

Seguidores Blogger

Vsitas

© 2015 Diario Twilight. WP Mythemeshop Converted by Bloggertheme9
Blogger templates. Proudly Powered by Blogger.