Cap 17: Seras Tú .. Siempre

Por DiarioTwilight   Publicado a las  10:39 p. m.   2 comentarios

CAP.17: LA VELADA

Bella POV

Bajamos a cenar y todo estuvo maravilloso. Nos reímos recordando viejas anécdotas y travesuras de cuando íbamos al colegio. Estaba tan relajada y tan contenta!
Esme propuso que disfrutáramos de una copa y café en el living. La noche se veía apacible a través de los grandes ventanales de la casa. El jardín había sido adornado con luces, colocadas debajo de los helechos y los grandes arbustos. Lucía maravilloso.

Cuando nos sentamos, Alice no pudo con su condición de preguntar sobre nosotros, si todo estaba solucionado y volvíamos a estar juntos. Como se que a Edward no le gustan mucho las aclaraciones tome la palabra. Le respondí que si, que estábamos juntos y apoye mi mano sobre la de el, sonriéndonos. Conté todo el tema del engaño y la discusión que tuve con mi madre, para que todos tuvieran la versión “oficial”, por así decirlo.

En general, todos se quedaron preocupados, pero Alice estaba enojada. Dijo que era una barbaridad. Esme me ofreció hospedaje, en caso de que no quisiera volver a casa, ya que según ella, lo que sobraban eran habitaciones. A eso Emmet se rió muy fuerte, provocando que Rosalie le diera un codazo en las costillas y Alice lo retara, preguntándole que es lo que le resultaba tan gracioso. Se disculpo, sacándome una sonrisa.
Mientras tanto, Edward estaba muy callado analizando lo que todos hablaban y jugaba con mi mano. La acariciaba, la media con la suya, hasta que finalmente entrelazo nuestros dedos y la beso. Lo vi preocupado.





-No, quédense tranquilos. Estoy bien. Es necesario que vuelva a mi casa.
-Pero Bella... – reclamo Alice
-Alice... – le advirtió Edward
-No, ella es también un miembro de nuestra familia. No quiero que este sola e incomoda! – Edward y yo nos miramos y sonreímos.
-Alice, esta bien! Es necesario que regrese. Mi madre debe entender la magnitud de lo que ha hecho. Por lo menos, necesito que reflexione que con pedir perdón no alcanza. Deberá esforzarse por lograrlo. Y por el perdón de mi padre, tendrá que trabajar y mucho. Esta extremadamente dolido.
-Amor, debes hacer lo que consideres correcto – Alice iba a protestar y el la miro con señal de advertencia – Si quieres volver a tu casa, esta bien. Como tú quieras.
-Bueno, nosotros nos vamos a dormir – dijo Rosalie, mirando a Emmet que se levanto para ayudarla a pararse – Pero mañana te vienes a descansar aquí conmigo, no? Por favor, me aburro sola!
-Gracias, Hermana! – dijo Alice
-Es que tu no soportas estar quieta! Emmet debe trabajar y Bella también debe hacer algo de reposo. No es así, Doctor? – le pregunto a Edward. Cosa que el asintió y toco la punta de mi nariz, como llamado de atención. Yo me reí.
-Si, no vendría mal un poco de calma. Ok, mañana vengo a pasar el día con ustedes. – y Rose aplaudió
-Y la noche también! – agrego Alice.
-No, eso lo veremos, porque mañana tengo planes para nosotros. Te parece, amor? – asentí y me incline sobre el para besarle los labios. Las chicas suspiraron y Esme se rió de ellas.
-Bueno, va a ser mejor que me vaya. Gracias por todo! La cena estuvo deliciosa!

Nos pusimos de pie y nos despedimos, para que luego Edward me llevara afuera de la mano. El aire de la noche estaba húmedo y un poco frío, pero agradable. Me dio un escalofrío el cambio de ambiente. El me abrazo y me daba besos cortitos. Nos fuimos acercando abrazados a la camioneta. La abrió, la puso en marcha y la dejamos calentando el motor.

-No quieres que vaya contigo? No te vas a perder, verdad? – lo mire mal y el se rió.
-Prometo que si es así te llamo al móvil.
-Por favor, en cuanto llegues, llámame. Necesito saber que llegaste con bien.- Me senté en el asiento del conductor pero con mis pies colgando hacia fuera. Tire de el por su camisa para tenerlo frente a mi y besarlo. El acaricio mis muslos y profundizo el beso. Nos quedamos frente a frente, abrazados.
-Tienes planes para mi, mañana?
-Pensé que te gustaría cenar conmigo, que te parece?
-Genial! Iremos a algún lugar en especial? Solo es para saber como debo vestirme.
-Ah, es sorpresa! Así que dejo la vestimenta a tu entero criterio – y me beso la punta de la nariz.
-Esta bien. Buenas noches!
-Buenas noches!

Y nos besamos nuevamente, muy dulcemente. El cerro la puerta y cuando iba a maniobrar marcha atrás, se colgó de la puerta para volverme a besar, cosa que me hizo mucha gracia.
Tome el camino, y la salida de la casa de noche, con el bosque tan cerrado, me asustaba un poco. No estaba acostumbrada. En general cuando había venido, era el quien me había traído y regresado a casa.
Llegue a casa y las luces estaban encendidas. Estacione la camioneta y me quede con las llaves. Por la mañana debía ponerle combustible y revisar el aceite, por las dudas.
Cruce la puerta y Rene estaba sentada en el sofá, con la casa totalmente en silencio. Trato de preguntar si estaba bien, que donde había estado y ya no la escuchaba. Colgué el abrigo nuevamente en el perchero, mientras ella me seguía a todas partes. Fui a la cocina, me serví un vaso de agua y subí la escalera, ignorando por completo sus palabras, o sus gritos, al final. Entre y cerré la puerta, dejando el vaso en la mesa de luz. Busque mi celular y llame.

-Hola, Amor! – contesto – Llegaste bien? Y la recepción en casa?
-Todo bien! No te preocupes. Te amo
-Y yo! Como voy a hacer para dormir hoy? –y me reí porque era un exagerado
-Hasta mañana!
-Hasta mañana! - Me puse el pijama, saque del bolso mi medicación, la tome y me dormí prácticamente enseguida.

Amanecí muy relajada. El mundo se había convertido en un mejor lugar, solo con saber que el hombre que mas amo en la vida, me corresponde y esta cerca.
Había mucho silencio en la casa, pero si todo seguía como siempre, ella se había ido a trabajar hace rato. Mire el reloj y eran las 9 de la mañana. Había dormido mucho pero imagino que tenia que ver con la medicación.
Tome un jean y una remera de algodón de mangas largas para vestirme y fui a darme una ducha. Me desvestí y revise la cicatriz de la cirugía. Se veía muy bien para haber sido operada hace ya un mes. Carlisle había sido muy prolijo. Que increíble! Un mes y mi vida había cambiado por completo. No tenia idea que nos deparaba el futuro pero solo podía imaginar cosas buenas.
Baje a desayunar y encontré un mensaje de texto de mi padre, que me decía que se iba a la casa de Harry Clearwater. Me alegraba. El siempre había sido un muy buen amigo y necesitaba hablar. También encontré uno de Edward, que me daba los buenos días y que cuando quisiera lo llamara.
Cuando termine de desayunar, lave las cosas y subí nuevamente a mi cuarto para ordenar y dejar listo lo que me iba a poner esta noche. Siempre tenía algo de ropa en casa. Encontré un top negro con escote redondo y sin mandas de lurex con algo de brillo y unos capri al cuerpo, también negros. Tenía unos stilettos clásicos negros y altos, y un bolerito bordado corto negro, que había comprado hace tiempo. Estaría cómoda y arreglada.
Por la dudas, puse todo en un bolso y lo lleve a la camioneta. Iba a la Casa Cullen, era cerca del mediodía y no sabia si iba a tener ganas de volver a cambiarme a casa.
Cargue combustible, encare la autopista y luego el sendero a la casa. El día estaba muy agradable y parecía mentira, pero hoy había salido el sol. Eso le daba al bosque un color diferente.
Estacione y ahí tenia ya mi ángel esperándome en la puerta. Me parecía todavía mentira! Me acerque a el y nos abrazamos.

-Hola, Amor! – le dije y se sonrió.
-Hola! Ya no quiero besarte en la frente – y me reí. Y me beso en los labios muy tiernamente.

Entramos y estaba toda la familia esperándome. Aparentemente, habían decidido que almorzaríamos en la parte de atrás de la casa para aprovechar el día soleado. Emmet tenía puesto un delantal y estaba parado frente a la parrilla haciendo hamburguesas, ayudado por Jasper. Alice y Esme estaban sentadas en una mesita, bajo un árbol, tenían muchas revistas frente a ellas y hablaban concentradas. Rosalie estaba sentada en una poltrona rodeada de almohadones, pero no tenia buena cara hoy.

-Rose... te sientes bien?
-Ay, Bella, hoy me siento mas hinchada que nunca. Y estos jugadores de futbol no dejan de patear. Deben estar discutiendo entre ellos. – Me acerque a acariciar su panza y pude sentir los movimientos de los mellizos. Edward me observaba.
-Sabes el sexo de los bebes? – y seguía acariciándola. Parecían calmarse y ella suspiro profundo.
-Si, son Emma y Thomas – y nos sonreímos. Los bebes se movían menos – Que suerte que les gustas! Se están quedando más tranquilos.
-Cuando se suponen que llegan estos pequeñines?
-En dos semanas más o menos. Espero poder aguantar, porque ya no puedo ver la punta de mis pies.- Y nos reímos. Los bebes pegaron un saltito.

El almuerzo y la tarde transcurrieron maravillosas. Mi vida se había transformado en un cuento de hadas y mi familia política era extraordinaria. Bueno, al menos esperaba que fueran en el futuro. Edward me invito a que diéramos un paseo y caminar en el bosque.

-Bella, recuerdas las cosas que charlábamos cuando éramos novios?
-Ahora no lo somos? – el se detuvo y se paro frente a mi. Tomo mi cara entre sus manos
-Bella Swan: Quieres volver a ser mi novia? – y me reí.
-Si, quiero – y nos besamos. Me tomo de la cintura y seguimos caminando.
-Me refiero a la época en que éramos más jóvenes... A los planes que teníamos de formar un hogar. Todavía te gustaría tener niños? – y me sorprendí. No esperaba la pregunta. Me puso un poco nerviosa.
-Si, eso no ha cambiado, me gustaría mucho. Y a ti?
-Si, eso tampoco ha cambiado. Hace poco atendí en la guardia a una pareja que había tenido un simple accidente, pero ella estaba embarazada y estaba asustada. Me recordaron a nosotros. Y hoy te vi hablando con Rose y bueno...
-Edward Cullen que ideas se están formando en esa cabeza tuya? – y el se rió con ganas.
-Nada, amor... Solo quería saber si los golpes de estos años no nos habían cambiado tanto. – y asentí.

Seguimos caminando por el sendero junto al río, repasando los miles de planes que alguna vez habíamos hecho, y todo era maravilloso. Volvimos a la casa tranquilos. Mire el reloj y eran las 5. Debía cambiarme si íbamos a salir.

-Todavía vamos a salir a cenar?
-Si, claro... siempre que tengas ganas.
-Por supuesto! Es que tengo que cambiarme y arreglarme. No se si tenemos reservaciones.
-Mmm..... en cierta forma, si. Nos esperan a eso de las 8.
-Quienes?
-Te dije que era sorpresa! – y me reí.
-Bella, no es tiempo que empieces a arreglarte? – esa era Alice. Ella no podía con su genio.
-Y como es que tu...
-Yo siempre soy la que facilito las cosas para ustedes! Por que vamos a cambiar la tradición? – y nos reímos los tres. – Más vale que vayan a cambiarse.
-Bueno, me iré a casa.
-Por supuesto que no!! – Dijo ella – Yo ya tengo todo arreglado. No me vas a privar de volver a arreglarte con en los viejos tiempos, no?
-Vamos... ya no tenemos 17!
-No importa! Es divertido! – respondió dando saltitos. Era incorregible.

Nos despedimos con un beso al pie de la escalera y subimos al cuarto de Alice. Ahí me esperaba un vestido negro de jersey de seda sin mangas. De frente era muy simple, pero atrás, una leve tirita cruzaba sosteniendo los breteles por sobre los omoplatos, y dejaba toda el resto de la espalda al aire en un profundo escote. A la altura de la cintura, al final de la espalda, tenia el detalle de una leve y graciosa cola corta. Era muy sexy. Me bañe y ella se dedico a peinarme y maquillarme, mientras Rosalie tomaba jugo y disfrutaba de todo esto. Hizo leve ondas en mi pelo, sin crear volumen, solo movimiento. Y me puso unos aros largo y livianos, llenos de cuentas negras que hacían reflejos en la luz. El maquillaje suave, pero con delineador sobre los ojos, acentuando la mirada y gloss rosa casi traslucido. No quise ponerme sus zapatos nuevos e hice traer los míos del bolso del auto. Los stilettos negros le gustaron y los acepto de buen grado. Me miraba al espejo y no parecía yo. Estaba muy glamorosa. Las chicas me dieron una chaqueta de cuero, como si fuera un saco de esmoquin, con solapas de gamuza que era lo suficientemente largo para no dejar ver nada de mi vestido. Seria una sorpresa.
Cuando faltaban 10 minutos para las 7, alguien golpeo la puerta. Era Emmet. Lo dejamos pasar, pero con la condición que no le dijera nada a Edward. El tomo mi mano y me hizo girar.

-Wow! Te ves increíble! – y Rosalie lo miro mal – Cielo, es cierto! Sabes que ella es como mi hermanita! No puedes ponerte celosa por eso... o si? – y ella no dijo nada, pero hizo un puchero. El se sentó a su lado y la abrazo para besarla – Si sabes que tú lo eres todo para mi, tonta!! – y ella enjuago una lagrima. El agacho la cabeza y le hablo a su panza – Hijos, salgan pronto de ahí, porque las hormonas de su madre están locas y yo también!! – y nos reímos.
-Edward te pidió que vinieras? – pregunto Alice
-Si, dice que deben salir a las 7 por las dudas, para llegar con tiempo. – yo estaba intrigada
-Ahora bajo, un minuto que tomo mis cosas.

Alice esparció perfume a mi alrededor, me puse la chaqueta y baje la escalera. Mi príncipe azul estaba al pie, en un hermoso traje gris oscuro y camisa del mismo tono. En la palidez de su piel, se veía maravilloso. Tenia audiencia en la baranda de la escalera y en la planta baja. El me regalo una de esas sonrisas que debilitan mis rodillas y no pudo mas que decir: “Estas hermosa”. Nos dimos un leve beso y nos despedimos de todos para salir.
El viaje en auto fue tranquilo. Bromeamos y charlamos de tonterías hasta que me di cuenta que íbamos camino a Port Ángeles.
-No vas a decirme a donde vamos? Vamos a Port Ángeles?
-No... Pero es la misma ruta.
-Edward!!- y se rió.
-Ya falta nada!

Y en la próxima curva se descubrió ante nosotros nuevamente el Lago Crescent. Era una noche hermosa, donde las estrellas brillaban por miles como pequeñas joyas en el cielo azul marino. La luna en cuarto creciente brillaba como nunca reflejándose en el lago, dejando una estela que se perdía en la negrura de la silueta de las montañas al fondo.
No se que cara abre puesto, que el se rió. Y finalmente tomamos la entrada del Lodge, cuyo jardín de ingreso tenia miles de bolsas de papel madera con una leve luz dentro, formando un camino hacia la entrada. Era hermoso.
Nos bajamos y entramos directamente al restaurante, donde todo el salón estaba dispuesto solo para nosotros. No podía salir de mi asombro! habían acomodado las mesas de manera la nuestra quedara junto a los grandes ventanales, donde la vista del cielo nocturno era maravillosa. Sobre un lado del local había un cuarteto de jazz: piano, guitarra, contrabajo y clarinete, y una chica, vestida de negro con una magnolia en el pelo, cantaba “You don’t know me” tan dulcemente, que me emociono. Lo mire y el me regalo una hermosa sonrisa.

-Todo esto es para mi? – pregunte tímidamente
-Si... pensé que nos merecíamos una velada romántica. Te gusta?
-Es maravilloso! No se que mas decir! – y apoye la mano en su mejilla, para atraerlo hacia mi y besarlo.

Nos acercamos a la mesa, y el metre nos dio las buenas noches. Desabroche mi abrigo y le di la espalda a Edward para que me lo sacara. Habría dado cualquier cosa para ver su cara y me ve ocurrió mirar el reflejo en la ventana. Retiro mi abrigo y miro mi espalda. Vi como levanto una ceja e hizo media sonrisa, lo cual significaba aprobación. Entrego el abrigo al mozo y antes de que me sentara, beso mi cuello, haciéndome cosquillas al deslizar su dedo por mi columna desde la cintura hasta la mitad de la espalda.
Nos sirvieron champagne y disfrutamos de una cena maravillosa. Antes del postre, me invito a bailar, y la cantante empezó a cantar “I’ll be seeing you” lento y meloso. Me recordó a la película “The Notebook” cuando ellos bailan esa canción en la calle. No podía ser mas romántico! El me beso levemente y me hizo vibrar.

-Te gustaría que nos quedáramos a dormir aquí hoy? –pregunto en un susurro, y fue muy dulce al hacerlo. Le había pedido que fuéramos despacio, pero eso entre nosotros ya era imposible. Asentí en silencio y recibí otro beso, confirmando la respuesta.
Nos acercamos a la mesa, listos para partir a vivir un momento mas intimo, cuando su móvil empezó a sonar. Lo cómico fue que el mío hacia lo mismo en mi pequeño bolsito, sobre la mesa.
Nos miramos sorprendidos y buscamos a ver que pasaba. Rosalie estaba con contracciones e iban todos camino al Hospital.
Nos reímos, agradecimos a todos por la bella velada y volvimos lo más rápido que pudimos a Forks.

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

2 comentarios:

  1. gENIAL ,me encanto...Sigue asi linda..Besos-....

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  2. OHHH SI, AMO A ROSALIEEEEEEEEEEEEEEEE, MUERO POR LEER EL CAPITULO QUE VIENE

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