Cap 15: Seras Tú .. Siempre

CAP.15: PAPA

Bella POV

Se estaba empezando a pasar la furia para sentirme totalmente inundada por la desilusión. Me sentía tan angustiada! El esfuerzo de la discusión y la caminata me estaban pasando factura, y sentí una molestia en los puntos de la cirugía. Estaba exhausta!

Estacione la camioneta y me observé en el espejo retrovisor, para que nadie pensara cualquier cosa cuando entrara. Estaba pálida y con los ojos irritados pero supongo que pasaría porque todavía estaba recuperándome.

Cruce la puerta y tras el mostrador de la recepción me encontré con Finn. Este hombre alto y extremadamente delgado era el ayudante de mi padre. Era relativamente joven y agradable. Siempre diré de el que era muy bueno conmigo, incluso cuando era niña.

-Bella! Que gusto me da verte bien!





-Hola Finn! Como estas?

-Bien! Aquí, esperando porque algo pase.. Je! – le sonreí sin ganas y el cambio la cara – Quieres verlo, verdad?

-Si. Esta?

-Ve hasta el fondo. La ultima habitación sobre la derecha. No lo vi bien, pero sabes como es. Si le hubiera preguntado algo, seguramente me hubiera dicho "Todo esta bien". – y me sonrió, compasivo

-Gracias, Finn!

Pase el mostrador y recorrí el pasillo. Doble a mi izquierda y luego el largo pasillo hasta la puerta marcada con el numero 6. Me pare frente a ella y dude. No sabía con que me iba a encontrar al otro lado. Golpee levemente, pero mi ansiedad ya me estaba jugando nuevamente una mala pasada. Mis ojos se llenaron de lágrimas. "Adelante" escuche.

Abrí la puerta y me lo encontré sentado frente a la ventana. Había una mesa baja y unos sillones de un cuerpo de respaldo alto, tapizados de gris. El levanto la cabeza, sorprendido. Pero al verme se puso de pie. Fue a decir algo y lo interrumpí.

-Solo vine a preguntarte si tu sabias lo que ella había hecho... Si o no? – y ya estaba llorando nuevamente

-Te juro que no. No tenia idea que ella había hecho esto.

Cruce la habitación y me zambullí en sus brazos a llorar desconsoladamente. Me abrazo y apoyo su mejilla sobre mi cabeza, mientras me acariciaba.

-Lo siento! Hija, por favor, cálmate! Te va a hacer mal! Además me parte el corazón escucharte llorar así... Dios! – y volvió a abrazarme. – Obviamente no estaba feliz de que te fueras con el: tú eres mi niña! Pero jamás hubiera hecho algo así! Era tu decisión y yo la respete. Y si las cosas hubieran salido mal, siempre iba a estar aquí para contenerte y ayudarte en todo lo que necesitaras. Te amo mas que a mi mismo, nena! – y me abrace mas a el para terminar de sacar con las lagrimas toda la angustia que tenia. – Sabes que soy un parco y que me cuesta mucho ser demostrativo, pero jamás lo hubiera permitido.

Me estaba empezando a calmar. Ya no me quedaban lágrimas para llorar. Se separo un poco de mi, beso mi frente y me sentó en el otro sillón. Fue hacia un mueble y me trajo un poco de agua. Me tome todo el vaso, tenia sed. Eso hizo que terminara de calmarme. Me extendió también una caja de pañuelos descartables y acaricio mi cabeza, antes de sentarse.

-Estas bien? – le pregunte , aun hipando, y me sonrió sin ganas.

-La verdad es que no. Y tu? – Recosté mi cabeza en el respaldo y suspire

-Estoy agotada! Aunque en cierta forma tengo respuesta a muchas de las preguntas que tenia para el.

-No quiero ni pensar lo que debe haber pasado, también. Sabes? Cuando lo encontré en el hospital, y aun estabas inconsciente, fue quien me dijo que tu madre había hablado con el. Me lo dijo con... resentimiento.

-En serio?

-Si. Esa tarde me pidió que no le dijera a Rene que venia a verte. Ahora entiendo perfectamente el por que. Y además, me hizo una advertencia... podríamos decir – y me sorprendí.

-Que clase de advertencia? – se quedo pensando.

-Quiero recordarlo bien, porque tuvo mucho coraje al enfrentarme así, sin medir. Eso provoco en mí que le tuviera respeto, y que tomara conciencia de que realmente te amaba. Dijo que había sido joven e ingenuo. Que esta vez iba a luchar por ti contra todo y contra todos. Que dejarte ir había sido una estupidez pero que no iba a pasarle otra vez. – eso me hizo sonreír.

-En serio? Realmente necesito terminar de aclarar todo y que retomemos nuestra relación como es debido. Yo tampoco voy a dejarlo ir! – y mi padre asintió.- Fue muy fea la discusión con mama, no?

-Uf! No tienes idea! Especialmente porque hizo mucho hincapié en que había perdido sus proyectos y sus ilusiones. En un momento, dijo que no quería que, después de que el te dejara, volvieras aquí desilusionada, embarazada y que quedaras atrapada en este pueblo... Te juro que se me partía el corazón, porque en realidad hablaba de si misma! – y vi como bajo su cabeza, apoyando sus codos en las rodillas y pasando ambas manos por su cabeza. Estaba muy dolido.

-Yo tampoco fui suave con ella. Es que no puedo entender como, en cierta forma, no se apiado de mí! Me vio por días sola, deprimida. Yendo de la terapia a casa, tomando la medicación, teniendo pesadillas... No puedo comprenderla! Me vio en el mismo infierno y pudo remediarlo! Por que no lo hizo?

-Estaba tan convencida de que lo que hacia era lo correcto, que ni siquiera lo hablo conmigo. Lo siento, hija! Debería haber estado más atento.

-No, Papa, por favor! No te disculpes! Edward también puso mucho de si porque no lo hablo conmigo. Es todo un gran error! Ahora que vas a hacer?

-En realidad no lo se muy bien. En principio, te pido me perdones pero por ahora no puedo volver a la casa. No puedo enfrentarla. Necesito pensar.

-Te vas a quedar aquí?

-Si, tal vez... o tal vez le pida a Harry Clearwater si me deja quedarme en su casa. La Push siempre es un buen lugar para despejar mi cabeza.

-Yo no se que voy a hacer! Estoy furiosa con ella. Necesito también despejar mi cabeza. Sino, también puedo volver a mi departamento, pero es complicado... Necesito ver a Edward, y el esta aquí con su familia.

Me levante del asiento, deje el vaso y los pañuelos sobre la mesa y me acerque a el. Me senté en su regazo como cuando era una niña y pase mis brazos por su cuello. Apoye mi mentón en su hombro y acaricie su espalda. Me queje, porque sentí una leve punzada de los puntos de la cirugía. Había sido un día demasiado movido para mí, especialmente recién salida del hospital.

-Te dolió?

-Un poquito.

-Debieras estar tranquila! – Rodee los ojos, como dando a entender que a estas alturas, pensar en eso era una tontería.

-Te acuerdas cuando me sentaba así, en tu regazo, después que volvías del trabajo, y me leías? – le sonreí tratando de cambiar de tema y tratando de relajarlo un poco. El palmeo mi pierna, un poco incomodo.

-Bueno, el tema es que ya no tienes 6... – y me miro risueño. Yo me reí. Me levante y lo mire, dispuesta a irme.

-Me voy... Necesito dar una vuelta y despejarme.

-Seguro vas a estar bien?

-Si. Necesito estar sola un rato. Te mando un mensaje de texto para avisarte que he decidido hacer y donde estoy.

-Por favor, ve con cuidado. – Me acerque y nos abrazamos

-Te amo, papa!

-Y yo a ti, mi niña!

Salí mas tranquila al estacionamiento de la estación, encendí la camioneta y decidí que tomaría la 101. Antes de avanzar, mire a ambos lados del camino y no sabia a donde me iría. Tal vez a la playa, a La Push... No. Tome la dirección contraria, hacia el Lago Crescent, camino a Port Ángeles.

Ahí habíamos pasado algunas tardes de verano con Edward de picnic, cerca del espigón. También, acampamos una noche de luna llena, poniendo las bolsas de dormir en la parte de atrás de mi vieja camioneta y dormimos abrazados. Que noche hermosa!

En el extremo del espigón había un mirador, que tenía unos hermosos bancos de madera, donde uno puede sentarse a contemplar la belleza del lugar. En los días soleados, el agua es azul y tranquila, mientras que en el fondo se alzan las montañas que van cambiando de tono: desde el verde al azul, finalizando en el índigo, en donde se pierde la vista.

La camioneta avanzo por las curvas atravesando el bosque y los puentes de hierro viejo, sobre el río. Me quede en el mirador un largo rato, pensando en que iba a hacer de mi vida. La tarde estaba empezando a ponerse ventosa., mientras reflexionaba.

Definitivamente, volvería a mi casa e ignoraría a mi madre. Debía darle una lección, donde padeciera un poco del sufrimiento que yo había tenido años atrás, en mi soledad. Seria lo mejor.

Además, Edward estaba aquí y antes que nada debía hablar con el. Teníamos que aclarar este sin fin de errores, mentiras y equívocos que nos dejaron maltrechos por tanto tiempo. Era momento de ser feliz... nuestro momento y debíamos poner lo mejor de nosotros para recuperar lo perdido.

Sentí frío. El viento arremolino mi pelo y me empujo, como una señal de que era tiempo que fuera a buscarlo. Me subí a la camioneta pero antes de volver al pueblo, me acerque al Lodge, para tomar algo caliente. Ese lugar es hermoso!

Había poco movimiento, y en el estacionamiento se veían pocos autos. Trate de estacionar la camioneta lo más cerca posible de la casa. Antes de terminar de apagarla, hizo un ruido raro y se detuvo. Termine de estacionar con el envión. Me baje, abrí el capo y trate de ver si había algo fuera de lugar. Mire el aceite, toque unos cables y todo parecía estar en orden. Cuando lo fui a cerrar, escucho una voz familiar que me dice:

-Hola, Hermanita! Pero que haces aquí? –gire sobre mis pies y me acerque rápido a abrazarlo.

-Emmet! – Y era como abrazar a un oso- Por favor, despacio, que todavía no he curado por completo. – y el rió por lo bajo- Que alegría verte! Que haces aquí?

-Rose! Conocemos todos los lugares en donde hay un baño entre Port Ángeles y Forks: ya no se aguanta! – y nos reímos.

-Ay, donde esta? – y la vi salir del interior. Jasper y Alice venían con ella. Se acercaron a mí y nos abrazamos. Acaricie la panzota de Rosalie y me emociono. Ella lo noto y le paso lo mismo

-Mujeres! – dijo Emmet, rodando los ojos – Dime pequeña, como estas?

-Bueno, de salud estoy muy bien, mejorando. En cuanto a otras cosas, más o menos – y todos pusieron cara de preocupación.- pero tengo fe que todo se solucionara muy pronto.

-Que ibas a hacer aquí?

-Quería ver si podía comprar un café. Me había dado frío.

-Yo conozco un lugar donde preparan un café italiano y unos muffins increíbles! Y la gente del lugar es adorable! – y sonreí. Alice implicaba algo con eso, y todos reían. Yo lucia desconcertada.

-Ah, si ... donde?

-Vamos, Bella! – dijo Rosalie- En casa, donde mas?

-Bueno, a decir verdad, el café era para tomar coraje y dirigirme hacia allí.-Todos rieron.

-Estamos al tanto de un lado de la historia.- dijo Emmet - Nos enteramos, aunque no lo creas, hoy – y me sorprendí – Así que nos gustaría apurar un poco las cosas, porque hay alguien en casa muy ansioso de verte. – y todos nos sonreímos

-Los sigo en mi camioneta, ok?

-Si, pero espera que le cargue gasolina, porque no tiene mas – y por eso se había parado. Que tonta!

Jasper me sonreía y decía poco en verdad. Siempre tan callado, pero con esa aura de calma y sosiego, que contagia a todos. Entre los dos, bajaron un bidón de la camioneta y cargaron mi tanque.

La puse en marcha y nos encaminamos todos a la casa Cullen

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Otra vez aca, otra vez nosotras.


Si, ademas de ser Team Edward, como se dieron cuenta, también somos TEAM CHARLIE, si, correcto, también amamos a Charlie no podemos negarnos, y con esta historia lo confirmamos jajajaja o ustedes no?


No queremos sonar reiterativas, pero, MUCHAS GRACIAS, a todos por sus REVIEWS, son muy importantes, necesitamos saber si les gusta como se va desarrollando la historia.


Demas esta decirles, que les sugerimos que escuchen la música y vean las fotos, obviamente, nos pueden encontrar en TWITTER, FACEBOOK y BLOGGER, somos THE CULLENS GIRLS ARG.


Besos y abrazos a todos y cada uno de nuestros seguidores, esperamos sus comentarios, que tengan una buena jornada.-